Al hacer una aproximación del tema sobre el impacto de las remesas (R) en el desarrollo
humano (DH), desde un enfoque científico, nos sitúa ante una de las aspiraciones de la
realización de un trabajo de investigación.
La aspiración del quehacer de las investigaciones en ejercicio es decir, dentro del quehacer
científico como labor característica de esta profesión, se sitúa en cuatro niveles, podemos
aspirar a crear conceptos, realizar normativas, hacer descripciones, o, realizar una explicación
del fenómeno social.
El proceso científico de las Ciencias Sociales puede definirse como lo hace Sahu (2013:p1),
como “un camino o método de conocimiento de lo desconocido, es dar respuesta a la
curiosidad entre los diversos métodos, el método científico es el de mayor uso. El método
científico tiene como objetivo el describir o dar una explicación, y entender, el método
científico para él esta caracterizado por su objetividad, verificabilidad y credibilidad”.
Cuando hablamos de principios metodológicos nos referimos a conocer y a explicar las causas
de un fenómeno determinado. Centrados en el conocimiento científico, y en el género especial
del lenguaje utilizado en este campo que nos permita mediante unas reglas o métodos
emprender el establecimiento de la relaciones planteadas, entre el desarrollo humano y las
remesas, debemos seguir un procedimiento y protocolo que nos permita alcanzar el fin que de
explicar esta interacción, y por ello necesitamos un método, y más ampliamente una
metodología.
El conocimiento es “un proceso que se efectúa en una cultura concreta. La ciencia pretende la
explicación causal de los hechos. Por ello se suele hablar de una serie de características
específicas: objetividad, racionabilidad, sistematicidad, generalidad y falsabilidad”. (Nogueira:
2008).
Cortés (2014) nos realiza un recuento de las metodologías de la Ciencias Sociales en América
Latina a partir de la década de los sesenta han fluctuado a la par de los reajustes en el campo
de la política y la economía. El propone, construir una explicación referente a la polisemia del
término de metodología, basado en la relación histórica de los procesos de transformación
social como su propia lógica interna. Enmarca el uso de determinadas técnicas (muestreo,
construcción de cuestionarios, entrevistas, observación participante, investigación, etc.) como
el vuelco que sufre la metodología ante un cambio de paradigma emanado de un proceso de
reajuste o adelgazamiento de las funciones del estado hacia las fuerzas del mercado; como
resultado de una adscripción a la tendencia hegemónica de Estados Unidos.
“La metodología de las ciencias enseña que los conceptos pueden ser vagos o precisos,
aplicables o inaplicables, iluminadores o no para organizar la experiencia, estériles o fecundos,
pero no pueden ser verdaderos o falsos; sólo los enunciados, proposiciones o hipótesis pueden
serlo. El sentido de un enunciado teórico no enraíza en su falsación sino está dado por las
proposiciones antecedentes y por las que se derivan de él (Bunge, 1999: 83-95), lo que es
equivalente a plantear que el sentido de los conceptos y las proposiciones está dado por la
teoría en que se hallan situados. El significado pleno de un enunciado está dado no sólo por el
sentido sino también por su clase de referencia, que equivale a la colección de objetos
contenidos en los dominios de los predicados que forman parte de la proposición.” (Cortés,
2014:199).
Por otra parte, Castro (2008) nos muestra como el lenguaje tiene una faceta lógica como
transmisor del pensamiento, y es a su vez el objeto de la lógica, por esta misma razón. En esta
condición, y centrados en el conocimiento científico, nos permitirá mediante unas reglas y
métodos establecer el planteamiento de unas relaciones sociales planteadas.
La principal diferencia metodológica lo señala Castro (2008) entre las Ciencias Naturales y las
Ciencia Sociales, nace de la relación del científico con los fenómenos que investiga. El científico
natural es un observador externo de su material, pero el científico social vive dentro del
sistema social, y tiene, junto con otros humanos, la condición de participante en
acontecimientos sociales.
En Weber siempre está presente la intencionalidad subjetiva de las personas, es decir, una
situación social determinada ha de ser comprehendida intelectualmente, poniéndonos en el
lugar de sus actores para así poder entender y explicar (Castro: 2008).