PROGRAMA PARA
FORMACIÓN PARA
ADULTOS
SEMANA Nº 1
DEFINIENDO QUE ES EL
PENSAMIENTO CRÍTICO Y
ALGUNOS CONCEPTOS CLAVES
CAPACIDADES CONTENIDOS
Explica el pensamiento crítico y ¿Qué es el pensamiento?
prospectivo y sus implicancias en el ¿Qué es el pensamiento crítico?
desarrollo social y personal Características del pensamiento
crítico
Conceptos básicos sobre
prospectiva.
La prospectiva como estudio del
futuro
2018 - II
SESIÓN N° 01
INFORMACIÒN BÁSICA
I. ¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO?
El ser humano es sociable por naturaleza, así, el pensamiento es un producto social que
refleja lo que existe en la realidad en la que se des- envuelve el sujeto, tiene un vínculo
histórico y social. Histórico porque permanece en el tiempo como expresión del ser y el
estar con el pensamiento, pero que es realmente el pensamiento, es un output del input
como producto de los sentidos: escuchar, ver, tocar, percibir y sentir. La lectura es la fuente
de nutrición del pensamiento, es el factor esencial de desarrollo del mismo, por eso los
lectores tienen mayor facilidad para producir conocimientos. Dependiendo del nivel cultural,
la persona puede tener pensamientos simples o complejos, concretos o abstractos, buenos o
malos.
Para reflexionar es importante conocer algunos conceptos, los mismos que son expuestos
de acuerdo a las siguientes características: por la intervención sensorial y la razón, por
medio de la lógica como reflejo de la realidad, por la categoría de la reflexividad y por la
previa “apropiación”
El cerebro, y por consiguiente las neuronas, son factores que influyen en la capacidad de
pensar. ¿Se han puesto a meditar por qué la frase “haga funcionar el cerebro” cuando era
necesario reflexionar sobre un determinado tema o problema a resolver?
b) Cerebro y neuronas
El ser humano tiene un cerebro cuyo peso medio se aproxima a 1.200 gramos y tiene entre 12 y
15 millones de células nerviosas. Durante la gestación, las células cerebrales neuronas, inician
la producción de cuantiosas conexiones entre sí. Cada neurona construye miles de conexiones,
de manera que al final se forma una red de trillones de conexiones, pero solamente una
cantidad limitada de estas conexiones se origina automáticamente, ya que la mayoría se forma
al usarse el cerebro. Cuanto más son estimuladas las neuronas, más conexiones se
construyen y más grande es en la capacidad del ser humano para pensar.
A diferencia de las otras células corporales, las neuronas no se regeneran. Sin embargo, el
cerebro puede seguir funcionando, aunque ciertas partes de él estén atrofiadas. Eso se debe a
que solamente utilizamos una parte limitada de nuestro cerebro, entre el 10% y el 15%.
Las funciones del cerebro están divididas en los dos hemisferios. El lado izquierdo es verbal,
digital, temporal, matemático, intelectual, secuencial, lógico-racional y diferenciador;
consecuentemente se lo denomina lógico-analítico. El hemisferio derecho es figurativo,
análogo, atemporal, musical, simbólico, holístico, intuitivo-creativo e integrador;
consecuentemente se lo llama sintetizador-creativo.
Si el ser humano utilizara solamente el 50% del cerebro, ¿cuánto pensamiento crítico-reflexivo
sería posible producir? Es interesante saber que cada neurona, al ser estimulada, construye
miles y millones de conexiones que, a través de la “acción-reacción” “causa-efecto”, pueden dar
origen a innumerables pensamientos que serían parte del avance de la ciencia y la tecnología.
Conocer lo que piensan Heidegger nos lleva a meditar cómo se desarrolla el “pensamiento”. Es
importante saber no solo las teorías cognitivas, sino también lo indispensable que es el lenguaje
como un subproducto del pensamiento, así como el acto verbal del pensamiento, para saber
cómo enseñar a pensar.
La cognición o conocimiento implica, por lo tanto, una verdadera acción recíproca de la mente y
el mundo externo. Es así que Heidegger proclama la necesidad de un ejercicio del pensar más
profundo y libre, no restringido a la ciencia, sino capaz de abarcar la pluridimensionalidad del
hombre como ser que se relaciona con el mundo y con otros hombres, señalando que esta tarea
ha sido bloqueada por la reverencia equivocada al principio de razón suficiente. Heidegger
afirma que se impone pensar el ser en cuanto ser, porque este es más amplio y significativo que
el delimitado espacio del saber científico.
d) Pensamiento y lenguaje
La persona es un ser que actúa, piensa y habla. Es sociable por naturaleza, característica que
no se podría dar, sino a través de la comunicación, de la interpretación de signos, es decir, del
lenguaje. Al considerar el habla como la manifestación externa del pensamiento, al cual sirve de
mero revestimiento, y al intentar liberar el pensamiento de todo componente sensitivo,
incluyendo las palabras.
Conclusión
Todo ser humano posee un cúmulo de pensamientos, dependiendo del nivel cultural que tenga y
el medio ambiente en el que se desenvuelva, pues el hombre, como ser social por naturaleza,
se relaciona con los de- más, se comunica en forma oral, escrita y no verbal, tiene ideas,
razona, reflexiona, conoce, aprende, sabe cómo percibir lo que necesita, siente y desea. Hace
un input a través de su visión, especialmente a través de la lectura, que es el ingrediente
principal para desarrollar el pensamiento; de ahí que motivar e incentivar esta destreza es
importante, más aún cuando la lectura crítica induce al pensamiento reflexivo de los estudiantes.
Si se quiere que un país progrese, que produzca conocimiento, que tenga habitantes críticos y
reflexivos, que alcance mejores oportunidades de la vida, la tarea está presente: enseñar a
pensar.
b. El arte del escepticismo constructivo, es decir la desconfianza o duda de la verdad que nos presentan
como tal. (El escéptico es aquel que no cree a ciegas en determinadas cosas y, por tanto, tiene que
seguir indagando, encontrando otros caminos, investigando, verificando, etc.)
e. El pensar que la racionalidad debe certificar lo que uno sabe y aclarar lo que uno ignora.
Paúl provee de una definición que conduce al análisis de tres dimensiones cruciales:
Puede adoptar dos formas: si el pensamiento es disciplinado para servir al interés de un individuo o
grupo en particular, con la exclusión de otros grupos o personas relevantes, le llama pensamiento
crítico sofista o débil. Si el pensamiento en cambio, está disciplinado para tomar en cuenta los
intereses de las grandes mayorías, de personas o grupos diversos, sería el pensamiento crítico justo
o fuerte.
Dice que el pensamiento crítico es la forma como procesamos información. Permite que el (la) estudiante
aprenda, comprenda, practique y aplique información. Así entendemos por pensamiento crítico el
procedimiento que nos capacita para procesar información.
Lo define como la correcta evaluación de enunciados. Nos precisa que existen tres dimensiones básicas
del pensamiento crítico que tenemos que tener en cuenta para evaluar enunciados:
a. La dimensión lógica, comprende el acto de juzgar las pretendidas relaciones entre los significados de
las palabras y los enunciados.
b. La dimensión criterial, tiene en cuenta el conocimiento de los criterios para juzgar enunciados, y
c. La dimensión pragmática, que comprende el efecto del propósito latente sobre el juicio y la decisión
acerca de si el enunciado es o no suficientemente bueno para lo que se pretende.
Estas dimensiones se interrelacionan cuando realizamos evaluaciones de enunciados en base a los
doce aspectos del pensamiento crítico que Ennis nos enumera, estos son:
El pensamiento crítico tiene lugar dentro de una secuencia de diversas etapas, comenzando por la
mera percepción de un objeto o estímulo, para luego elevarse al nivel más alto en que el individuo es
capaz de discernir si existe un problema y cuando se presenta este, opinar sobre él, evaluarlo y proyectar su
solución.
El pensamiento crítico se interesa por el manejo y el procesamiento de la información que se recibe
incentivándonos a construir nuestro propio conocimiento y a la comprensión profunda y significativa del
contenido del aprendizaje y, lo que es aún más importante, la aplicación de esas facultades de
procesamiento en las situaciones de la vida diaria.
a) Agudeza perceptiva. Es la potencialidad que permite observar los mínimos detalles de un objeto o
tema y que posibilita una postura adecuada frente a los demás. Es encontrar dónde están las
ideas claves que refuerzan nuestros argumentos, es leer el mensaje denotativo y connotativo,
es decir, leer entre líneas el mensaje subliminal y encontrar el ejemplo o el dato que otorgue
consistencia a nuestros planteamientos.
b) Cuestionamiento permanente. Es la disposición para enjuiciar las diversas situaciones que se
presentan. También es la búsqueda permanente del porqué de las cosas; consiguiendo
explicaciones, indagando y poniendo en tela de juicio nuestro comportamiento o el de los
demás. Es dejar de lado el conformismo para empezar a actuar.
c) Construcción y reconstrucción del saber Es la capacidad de estar en alerta p e rm a n e n t e
f r e n t e a los n u e v o s descubrim ientos , para construir y reconstruir nuestros saberes,
poniendo en juego todas las habilidades y relacionando dialécticamente la teoría y la práctica. No
LA PROSPECTIVA
ANTECEDENTES
Si bien la prospectiva es una disciplina relativamente nueva en nuestro medio, en el mundo se viene
aplicando desde inicios del Siglo XX.
Los primeros estudios serios sobre escenarios futuros comenzaron a desarrollarse en los Estados Unidos
en la década de los años veinte, pero la recesión de 1929 y luego el inicio de la II Guerra Mundial, diluyó
este primer intento de identificar escenarios futuros.
Al finalizar la guerra, Japón inició la búsqueda de metodologías que le permitieran reactivar su industria, y
redescubrió la prospectiva, convirtiéndose en el primer país que emprendió con éxito su aplicación en el
planeamiento de su industria manufacturera. En la actualidad, Japón ya está en su Séptimo Ejercicio
Delphi de Prospectiva, vigente para el período 2001-2005.
La experiencia exitosa del Japón convirtió a la prospectiva en una herramienta imprescindible para el
planeamiento de las políticas públicas. Es así como, desde la década de los ochenta, casi todas las
naciones de Europa y Asia vienen desarrollando sus Programas Nacionales de Prospectiva. Incluso, la
Unión Europea y APEC tienen Centros Especializados en la formulación y ejecución de estudios de
prospectiva: el Institute for Prospective Technological Studies (IPTS) en Sevilla (España) y el APEC
Center of Technology Foresight en Bangkok (Tailandia), respectivamente.
América Latina no ha sido ajena a esta corriente. Gracias a la labor de ONUDI desde 1998 en
Latinoamérica y el Caribe se vienen implementando los respectivos Programas Nacionales de
Prospectiva. Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Uruguay, Ecuador, Chile y México ya vienen
ejecutando sus Programas Nacionales con singular éxito.
Brasil destaca por haber logrado llevar los resultados de los estudios de prospectiva a los niveles de
decisión política y al logro de un consenso Estado-Academia-Sector Privado- Sindicatos. Las cadenas
productivas priorizadas hasta ahora en el Brasil son: construcción civil, textiles y confecciones, madera
y muebles, y plásticos. El horizonte de planeamiento empleado es el año 2013.
El Perú ingresó tarde a esta corriente de planeamiento, cuando los fondos de ONUDI para su Programa
Latinoamericano ya estaban terminando. Sin embargo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONCYTEC), empleando sus escasos recursos inició desde octubre del 2001 el proceso de formación
de los recursos humanos nacionales en el campo de la prospectiva, habiendo diseñado una metodología
propia denominada PROSPECTA, gracias a la cual el Perú cuenta hoy con una masa crítica de más de
300 profesionales capacitados en el empleo de las principales metodologías usadas en la formulación de
los estudios de prospectiva.
Pero la prospectiva no ha sido empleada sólo por los gobiernos. Es en el campo empresarial donde ha
tenido un impacto significativo en las tres últimas décadas. La primera empresa multinacional que empleó
una de las metodologías de prospectiva, el planeamiento por escenarios, fue la petrolera Royal Shell en
1968ii. Anteriormente a esa fecha, la Shell sólo aplicaba métodos de pronóstico, lo que les impedía
identificar e interpretar eventos cruciales para su industria como el ocurrido en octubre de 1973 en Medio
Oriente, que luego fue conocido como “la crisis del petróleo de 1973”. Al aplicar las técnicas de
prospectiva, la Shell pudo vislumbrar este escenario poco deseable y plantear planes contingentes que
fueron empleados en su momento. Con los años, se demostró que el uso de la prospectiva “tuvo un
impacto fundamental en la forma en que la empresa (Shell) en su totalidad atravesó la turbulenta década
de 1970 y principios de la de 1980.
En la actualidad, la mayoría de las grandes empresas internacionales, desde las automotrices hasta las
líderes de la microelectrónica y las telecomunicaciones, así como bancos de inversión y trading
companies, emplean la prospectiva para el planeamiento de mediano y largo plazo de sus operaciones.
En el Perú, el primer estudio de prospectiva diseñado y ejecutado por una empresa privada fue realizado
por TELEFÓNICA en el 2002 y versó sobre el tema de la Sociedad de la Información en el Perú, con un
horizonte al año 2005. Es una buena muestra de lo sencillo y útil que puede resultar aplicar la prospectiva
en nuestro país.
b) ¿Qué es la prospectiva?
El concepto de prospectiva involucra dos palabras clave: una es anticipación, que se establece en un
sentido clásico, y otra es construcción de futuro, que aporta un sentido más contemporáneo. En latín, el
origen de la palabra prospectiva es “prospectare”, que significa mirar mejor y más lejos aquello que está
por venir. Esta es la esencia de la anticipación, sentido que permanece y no ha perdido vigencia, pero
que se ha visto enriquecido por el nuevo sentido (Medina, 2011). Veamos las diferencias entre ambos
conceptos:
La anticipación es la exploración de los futuros posibles, probables y deseables, con el fin de clarificar las
decisiones y las acciones presentes. Esta exploración de futuros tiene un nexo claro con la acción. Se
busca tomar decisiones en el momento presente y analizar las consecuencias de las decisiones
presentes (Cfr. Godet & Durance, 2011).
La prospectiva en el sentido de anticipación tiene un nexo claro con el pensamiento de largo plazo, el
cual se entiende usualmente como diez (10) años hacia adelante. Este es un horizonte temporal normal
en las decisiones públicas en temas como energía, medio ambiente, educación, infraestructura,
seguridad social, entre otros. En este lapso de tiempo se expresan en forma tangible las consecuencias y
los impactos de las decisiones que se toman hoy.
En primer lugar, además de generar una visión de futuro se busca desplegar las capacidades de la
sociedad para realizarla y convertirla en un proyecto viable. Esto significa que una visión de futuro
identifica a dónde se pretende llegar, pero se requiere también recorrer el camino para poderla
materializar. Al elaborar una visión de futuro, una sociedad establece la cuota inicial de un proceso de
cambio, pero el sendero a transitar depende de sus capacidades sociales, técnicas y políticas para
poderla implantarla. Por tanto, el concepto actual de la prospectiva añade el sentido de desarrollo del
potencial humano, esto es, convertir el potencial en capacidad, lo cual es fundamental para América
Latina.
En segundo lugar, por ende, es importante tener en cuenta la impronta humanista fundamental de la
disciplina, que consiste en poner en primer lugar a las personas. La prospectiva no surgió para colonizar
el futuro sino para construir socialmente el futuro y eso es muy importante valorarlo (Masini, 2000). Esto
significa edificar consensos y considerar la interdependencia que tienen todos los habitantes en un
territorio, valorar los bienes públicos y pensar en términos de una ética del futuro común. De este modo,
la visión puede llegar a ser compartida y a facilitar acuerdos vitales para la sociedad. Los consensos no
pueden ser maximalistas, ni buscar el consentimiento sobre todos los aspectos posibles. Se trata mejor
de gestar acuerdos sobre lo fundamental, por lo menos en ciertos elementos básicos, o un mínimo
común que sea inteligible para todos los sectores de la sociedad (Medina, 2003).
En tercer lugar, se busca ampliar las opciones de la sociedad. Una sociedad que se ancla en sus
mismos conflictos y círculos viciosos perennes, no puede generar alternativas de cambio. Repite su
pasado sin agregar nada nuevo, y se queda estática, viendo cómo se amplían las brechas frente a las
corrientes de transformación internacional. A través de la construcción de futuro se pretende sintonizar la
historia y la tradición con las nuevas realidades. Al ampliar las opciones una sociedad es más libre y
recupera su margen de maniobra acerca de su propio futuro.
Como bien señala Eleonora Masini (1994), “construir el futuro” implica dar un paso adelante respecto a la
anticipación. Pues, además “de la voluntad de actuar, añade la necesidad de tomar conciencia y crear
habilidades para definir y proyectar el futuro en la dirección de los objetivos deseados”, éticamente
compatibles con un desarrollo humano y sostenible de la humanidad. Construir el futuro implica llevar a
cabo procesos educativos y de transformación cultural a la vez que se realizan ejercicios de anticipación.
IMPORTANCIA DE LA PROSPECTIVA
Nos ha tocado vivir en una época en la que los cambios se suceden a un ritmo nunca antes visto, por ser
la antesala histórica de un cambio de época, y por lo tanto, la labor de planeamiento se ve seriamente
impactada por los desarrollos que suelen tomar los acontecimientos sociales, económicos, culturales
y políticos.
Si una estrategia logra demostrar que será útil y provechosa bajo escenarios distintos, pero igualmente
probables, la organización podrá estar tranquila al implementarla. Generalmente, las estrategias son
diseñadas para funcionar acertadamente bajo determinadas condiciones del entorno, y si éstas cambian
su nivel de éxito comienza a disminuir y hasta pueden llevar a la organización al fracaso absoluto.
¿Cuántas grandes empresas han dejado de operar o se han fusionado en los últimos veinte años?
IV.- BIBLIOGRAFÍA