¿A quién se va a evaluar?
Corresponde al conjunto de personas en las cuales se manifiestan los efectos, cambios o impactos
que conlleva un programa social. Las manifestaciones son experimentadas por la población objetivo
de diversas maneras y en distintos niveles, como lo es en las variaciones que sufre su forma de vida
cotidiana y se puede expresar materialmente, por ejemplo, en impactos en su ingreso familiar,
cambios en su acceso a bienes materiales, transformaciones en el uso de infraestructura y/o
espacios físicos, etc. La población objetivo, por lo tanto, corresponde al grupo social al cual van
dirigidos los objetivos centrales y específicos de los proyectos, son quienes experimentan de manera
más directa los impactos y consecuencias de éstos, y que dicen relación con los cambios que
pretenden, como objetivo principal modificar, transformar, incrementar o perfeccionar un área o
ámbito de actividad de las personas o grupos sociales.
Tipos de impacto
Las metodologías para la cuantificación del impacto económico son robustas y rigurosas, y se basan
en el empleo de técnicas estándar contrastadas académicamente.
Los métodos permiten valorar todos los impactos derivados de las actuaciones públicas:
1. Impacto directo
Se corresponde con la producción (valor añadido bruto) y el empleo generados en aquellos
sectores que son receptores directos de las inversiones. También se refiere al gasto que atrae
la organización del evento o el despliegue de la nueva infraestructura, así como los que se ven
afectados por la reforma normativa o regulatoria.
2. Impacto indirecto
Se corresponde con la producción y el empleo generados en los sectores que se benefician
indirectamente de las inversiones y del gasto, es decir, aquellos que suministran a los sectores
directamente afectados los bienes y servicios necesarios para su actividad.
3. Impacto inducido
Se corresponde con la producción y el empleo que se genera gracias al consumo de bienes y
servicios que realizan los empleados de los sectores que se benefician, directa o
indirectamente, de las inversiones y gastos.
Para conocer el impacto en su totalidad, es preciso medir los impactos económicos, sociales, fiscales
y medioambientales de la iniciativa objeto de análisis, así como tener en cuenta otras medidas y
variables que le puedan afectar.
indicadores para la evaluación socioeconómica de los proyectos.
Por ejemplo, yo puedo tener $100.000 y tengo la opción de poner una casa de venta de ropa.
También se que la tasa de retorno normal de una casa de venta de ropa es de 30% anual, la de un
Plazo Fijo es de 15%, la de un proyecto de extracción de petróleo es de 50% y la de un negocio de
venta de calzados es de 35%. ¿Cuál de estas tasas tomo?
La respuesta es 35%. ¿Por qué? La tasa del plazo fijo lo descartamos porque tiene mucho menos
riesgo que una casa de venta de ropa. La del proyecto de extracción de petróleo también queda
descartada por dos razones: primero, tiene mucho más riesgo que la casa de ropa y segundo,
probablemente, no sea una opción para el inversor ya que este solo cuenta con $100.000, y para
poder usar la tasa deben ser opciones realmente viables para el inversor.
Nos quedan las tasas de un negocio de venta de calzado (35%) y la tasa de retorno normal de un
negocio de venta de ropa (30%). Se puede decir que estos dos proyectos tienen un riesgo similar y
que ambas son viables para el inversor, por lo que debemos tomar la mayor, que en este caso es
35%.
Hay que aclarar que si en el paso anterior elegimos periodos mensuales para evaluar el proyecto,
To también deberá ser determinada en forma mensual. Si elegimos dividir el proyecto en periodos
anuales, la To deberá ser anual.
Lo que suele ocurrir es que es muy difícil de determinar esta tasa de costo de oportunidad, porque
no tenemos la información necesaria. Entonces lo que se hace es, por ejemplo, tomar la tasa de
retorno normal de un plazo fijo y agregarle un plus por el riesgo asociado al proyecto de que se
trate.
Por ejemplo, si la tasa de retorno de un plazo fijo es del 15%, le sumamos un 10% para algún
proyecto con poco riesgo, o le sumamos un 40% para un proyecto muy riesgoso, obteniendo una
To de 25% o 55% respectivamente.
Cabe aclarar que este método es muy subjetivo y existe el riesgo de que la evaluación final no
refleje la realidad.
4. A continuación se debe determinar el monto de la inversión inicial y de los flujos de fondos
netos de cada período en los que se divide el proyecto. Esto es, el resultado por cada período de
los Ingresos y egresos de fondos. Ej:
El Año 0 se usa para registrar la inversión inicial. Y luego, en cada uno de los años siguientes se
registran los ingresos y egresos que se generan por la operación normal del proyecto. Eso no quite
que puedan existir 2 o más periodos de inversión sin ningún tipo de ingreso, como podría ser, por
ejemplo, en un proyecto de construcción de un edificio. Lo que se vería como sigue:
A la hora de armar los flujos hay que tener siempre en cuenta que son únicamente movimientos
de dinero. No son los mismos Ingresos y egresos que aparecen en el estado de resultados de una
empresa. Por ejemplo, si se prevé que en el periodo 1 se va a realizar una venta a crédito, la cual,
nos la van a pagar en el periodo 3 ¿En qué periodo se registra? La respuesta es en el periodo 3,
que es cuando efectivamente ingresa el dinero. Mientras que en el estado de resultados, la venta
aparecerá en el periodo 1.
5. Finalmente se calculan los indicadores que nos ayudarán a tomar la decisión final. Los
indicadores más usados son el Valor Actual Neto (VAN), la Tasa Interna de Retorno (TIR) y el
Período de recupero (PR):
VAN
El cálculo es muy complejo, por lo que normalmente se realiza con una calculadora financiera o
por computadora (Excel tiene una fórmula predefinida para calcular la TIR).
Los resultados pueden ser:
TIR mayor que To : realizar el proyecto. El proyecto da un retorno mayor a la tasa de costo de
oportunidad.
TIR menor que To : no realizar el proyecto. El proyecto da un retorno menor a la tasa de costo de
oportunidad.
TIR igual que To : el inversionista es indiferente entre realizar el proyecto o no. Significa que el
proyecto me está rindiendo lo mismo que la tasa de costo de oportunidad
Periodo de Recupero
Es el tiempo en el que el inversionista recupera su inversión Inicial. Ej:
En el ejemplo anterior vemos que se invirtieron $1200 y se recuperan 420 en el año 1, 550 en el
año 2 y el resto en el año 3. Con lo que podemos decir que el proyecto permite recuperar la
inversión inicial en 3 años. La decisión, en este caso, depende del inversor y del tiempo que está
dispuesto a esperar para recuperar su inversión. Los tres criterios deben usarse conjuntamente
para tomar la decisión. Si miramos uno solo podemos arriesgarnos a tomar una decisión
equivocada.