Desconocido para la gran mayoría de la gente, el nervio neumogástrico, conocido como “ nervio vago”,
es el décimo nervio cerebral, el más largo de su clase; empieza en la caja craneal; se origina en la
médula, una parte del tronco encefálico, que está localizado en la parte posterior inferior del cerebro y
desciende por el cuello y el tórax hasta llegar al abdomen.
El nervio vago, es un nervio craneal que tiene varios brazos que se separan en dos ramas (nervio vago
izquierdo- nervio vago derecho) que bajan hacia las vísceras del abdomen pasando por los diferentes
órganos que halla en el camino.
Suministra bras nerviosas a la zona de la garganta, los pulmones, el corazón y los órganos digestivos.
Es el nervio que con ere sensibilidad a las mucosas respiratorias (faringe, laringe, esófago, tráquea,
pulmones y bronquios) y transmite el ritmo, la fuerza y la frecuencia en la respiración. También recibe
las señales de los órganos internos y las envía de vuelta al cerebro.
Además, es el nervio que pone en comunicación el diafragma con el cerebro, la psique con el soma
(cuerpo físico) y transmite nerviosismo o sosiego, ira o calma.
Es el décimo de los nervios craneales, a menudo llamado el "Nervio de la compasión", porque cuando
está activo, ayuda a crear las "ondas calurosas" que sentimos en nuestro pecho cuando nos dan un
abrazo o nos conmueve algo.
El Nervio vago envía continuamente información sensorial sobre el estado de nuestros órganos al
cerebro. Como todos los nervios craneales, el nervio vago está relacionado con actividades motoras y
sensoriales de la cabeza. Pero su función no se limita a esta parte del cuerpo, pues es uno de los nervios
más largos del cuerpo, ya que va desde el cerebro hasta el colon. En el intestino tenemos el mayor
número de células del sistema inmunitario, por eso la activación de este nervio aumenta las funciones
inmunitarias y también las antiin amatorias, reduce la frecuencia cardíaca por la liberación de la
acetilcolina (neurotransmisor).
Nuestro sistema nervioso autónomo está formado de dos sistemas opuestos que envían información
constantemente a nuestra mente. El sistema nervioso simpático se alimenta de adrenalina y cortisol y
es parte de la respuesta de lucha o huida; nos prepara para la acción; estimula las glándulas
suprarrenales y la sudoración.
El sistema nervioso parasimpático, regula los órganos internos del descanso, de la digestión y de lo que
nos pasa cuando nuestro cuerpo está tranquilo.
Estos dos sistemas crean un tira y a oja en nuestra mente. El sistema nervioso simpático está orientado
a hundir el pie en el acelerador ya que se nutre de adrenalina y cortisol y es parte de la respuesta de
lucha o huida. El sistema nervioso parasimpático es el polo opuesto. El nervio vago es el eje central del
funcionamiento del sistema nervioso parasimpático. Este está orientado a reducir la velocidad y utiliza
neurotransmisores como la acetilcolina para aminorar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y
ayudar al corazón y órganos a ir más despacio.
El protagonista del sistema parasimpático juega un papel muy importante en la regulación de los
órganos internos, así como en el peristaltismo gastrointestinal y la sudoración. Además, se encarga de
estimular la producción de ácido gástrico y regula los movimientos gastrointestinales durante la fase de
la digestión. No solo está relacionado con los músculos, sino que desde el cráneo y hasta el abdomen,
incluso pasando por el corazón y el estómago, el nervio vago cumple una función muy destacada dentro
del funcionamiento de nuestro organismo.
El nervio vago ayuda a regular los latidos del corazón, controla el movimiento muscular, mantiene
nuestra respiración y transmite una variedad de sustancias químicas a través del cuerpo.
Es responsable de mantener el tracto digestivo en buen funcionamiento, contrayendo los músculos del
estómago y los intestinos para ayudar a procesar los alimentos, envía información sobre lo que se
digiere y lo que sale del cuerpo.
Este nervio hace que podamos relajarnos después de un estado de alteración, tener una buena digestión
o recuperar el sueño. Los mensajes que envían los neurotransmisores también van de la mente a través
del nervio vago hacia los órganos para indicarles que estamos en calma o en una situación de peligro,
para prepararnos para afrontar o huir de la situación.
Cuando hay un desequilibrio o disbiosis intestinal, se producen una serie de alteraciones, que van desde
la in amación de la mucosa, permeabilidad intestinal, hasta enfermedades como la obesidad, alergias,
intolerancias, enfermedades autoimunes, así como diversos tipos de trastornos mentales. En de nitiva,
son una serie de acontecimientos patológicos, que originados en el propio intestino, se correlacionan
con otra serie de trastornos a nivel global, y que son causados principalmente por una dieta moderna
alta en calorías, cereales, azucares y grasas trans.
La permeabilidad intestinal es una patología en la que se generan espacios entre las células de la pared
intestinal. Cuando esto sucede, principalmente por una alteración de la microbiota intestinal, la
función de barrera intestinal encargada de permitir el paso nutrientes y desechar las partes inservibles o
tóxicas, deja de realizarse correctamente; supone que muchas de las sustancias que deberían abandonar
el cuerpo, no lo hacen y penetran en la circulación sanguínea, llegando al hígado, a través de la vena
porta. Pero éste no es el único órgano afectado. Hemos de pensar que nuestro sistema inmunológico al
encontrarse con una serie de sustancias desconocidas, como proteínas extrañas y antígenos, puede
reaccionar con la formación del anticuerpo correspondiente (IG), como en el caso de las intolerancias
(IGG) o las alergias (IGE). Aunque también podría signi car el inicio de una Enfermedad Autoinmune;
como hemos visto la gran mayoría de los anticuerpos se crean ante proteínas desconocidas, esto podría
propiciar que en un momento determinado, y como consecuencia de su labor desbordada, el sistema
inmunológico confunda esas proteínas extrañas, con partes propias del cuerpo, como ocurre con La
Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa, Artritis Reumatoide, Diabetes, Parkinson, Tiroiditis de
Hashimoto, etc. Hoy en día se calcula que puede haber hasta 80 enfermedades autoinmunes, y otras
tantas sospechosas de serlo.
Ante una patología a nivel intestinal se genera una serie de citoquinas (proteínas) in amatorias, como
el interferón, interleuquinas, y factor de necrosis tumoral alfa, que actuarán a nivel local, afectando
igualmente a los tejidos adyacentes, sin embargo algunos pueden entrar en el ujo sanguíneo, siendo
capaces de transmitir señales a órganos distantes, incluyendo el cerebro donde podrían producir la
activación de microglías; estas células del sistema inmunológico podrían transformarse en macrófagos
cerebrales que actuarían como células fagocíticas, secretando además moléculas pro-in amatorias y
radicales libres como forma de defensa ante una posible lesión, pero por contrapartida también podrían
causar la destrucción de tejidos y neuronas sanas; este podría ser el caso de enfermedad como el
alzheimer, el parkinson o el autismo pero además estas citoquinas in amatorias podrían disminuir los
niveles de serotonina contribuyendo a la aparición de la depresión. Lo que parece claro es que la
activación de los macrófagos ante cualquier ataque puede tener claras implicaciones en los estados
depresivos.
En resumen, los problemas de origen intestinal pueden causar diversos trastornos en otras
partes del organismo, incluyendo el cerebro, favoreciendo la aparición de diversas patologías
como puede ser la depresión. Pero en sentido inverso, se puede a rmar también que los
problema de tipo psicológico podrían ocasionar diversos trastornos de tipo gastrointestinal
como puede ser síndrome del intestino irritable, la úlcera péptica, la enfermedad in amatoria
intestinal, enfermedad de Crohn, etc, etc.
Efectivamente, nuestras vivencias o, mejor dicho, la forma de entender o asumir los problemas del día a
día, pueden llevarnos a padecer lo que actualmente se conoce como estrés crónico. Es cierto que
mantener cierta tensión puede ser positivo para tratar de solucionar los problemas cotidianos a los que
todos nos podemos enfrentar, pero nuestra incapacidad para desactivar esta respuesta siológica hará
que los problemas no tarden en aparecer. Esto supone la activación de dos vías que parten del cerebro:
Eje Hipotalámico-Pituitario-Adrenal / Eje Cerebro-Intestino.
El estrés crónico (producido por grandes tragedias o sobrecargas mantenidas en el tiempo, incluidas las
de origen físico), puede in uir, y mucho, en nuestro sistema inmune, aunque los mecanismos no están
del todo claro, suponen la activación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal. La principal respuesta del
cerebro frente al estrés es el aumento en la producción de hormonas (CRF) que viajan desde el
hipotálamo hasta la glándula pituitaria en donde induce la liberación de otra hormona (ACTH) que, a su
vez viaja por el torrente circulatorio hasta las glándulas adrenales para liberar cortisol -y adrenalina-,
que es un supresor potente del sistema inmune y precursor de la in amación.
Este tipo de estrés crónico podría tener efectos desastrosos en el cuerpo y cerebro. La exposición a la
adrenalina y el cortisol de forma crónica, podría estar relacionada con enfermedades cardiovasculares,
obesidad visceral, la hipertensión arterial, cáncer, problemas del sistema inmune, diabetes,
osteoporosis, deterioro de la ora intestinal e incremento de la permeabilidad intestinal. En un
principio los niveles de cortisol, inhiben la activación de los macrófagos bloqueado la producción y
acción de las citoquinas in amatorias que inician la respuesta inmunológica, algo fundamental para
"cortar" la cascada in amatoria que se inicia como respuesta a una agresión, pero una exposición
permanente a altos niveles de cortisol podría inducir una desensibilización de estos receptores de
glucocorticoides en las células inmunitarias alterando el control sobre la in amación y aumentando la
producción de citoquinas in amatorias.
Pero fuese por el motivo que fuese, el aumento de éstas moléculas pro-in amatorias que llegan al
cerebro, podría dañar a las neuronas, pudiendo estar detrás de una series de trastornos psicológicos,
como ya se ha dicho. También el estrés crónico provoca un aumento de glutamato en el cerebro. El
glutamato es un neurotransmisor que, en exceso, se sabe que causa migrañas, depresión y ansiedad. Por
otro lado niveles altos de cortisol de forma crónica, reducen el hipocampo (parte del cerebro encargada
de la formación de nuevos recuerdos de los acontecimientos experimentados).
Disminución del ujo sanguíneo esplénico, propiciando una menor oxigenación de los tejidos.
Cuando envejecemos, nuestro sistema inmune causa más in amaciones y el sistema nervioso genera
estrés, es la forma en que el sistema inmune responde a la mente. Nuestro sistema inmune es
controlado por el nervio vago.
El nervio vago controla las células de nuestra médula que pueden convertirse en células del hígado, el
intestino, los pulmones o la piel.
La estimulación “selectiva” del nervio vago se utiliza en algunos tratamientos médicos, para personas
que tienen depresiones, o en algunos casos para tratar la epilepsia.
Trabajar nuestra mente y emociones con prácticas positivas, como la meditación o equivalentes, ayudan
a la salud y la longevidad. Si sentimos una ansiedad aguda o tenemos mucho estrés, aprender técnicas
de estimulación del nervio vago nos puede ser de mucha ayuda.
La diabetes es una causa común de daño en el nervio vago. El mecanismo por el que esta enfermedad
lesiona el nervio no se conoce del todo. Cualquier nervio del cuerpo puede verse afectado por la
diabetes. Otra causa de daño en el nervio vago es que se produzca un traumatismo en él. Esto puede
estar causado por un golpe recibido por el cuerpo (a consecuencia, por ejemplo, de un accidente de
automóvil) que ejerce una presión en parte del nervio vago. Una intervención quirúrgica también puede
provocar esta presión sobre el nervio y dañarlo. Enfermedades crónicas, como el VIH o la enfermedad de
Parkinson, también pueden ocasionar lesiones en el sistema nervioso, incluido el nervio vago.
Teniendo En cuenta la estrecha relación entre sistema nervioso central y sistema nervioso entérico, se
puede sospechar de problemas en este eje cerebro-intestino, cuando además de diversos tipos de
trastornos gastrointestinales (gases, in amación, estreñimiento, diarrea, dolor de tipo abdominal)
nuestra respuesta emocional sea desproporcionada. Puede ser el caso de conductas agresivas, de
ansiedad, de enojo, de tristeza, de depresión, de miedo, etc., aunque en muchas ocasiones la causa o el
motivo no exista como tal. Pero además la falta de motivación, la apatía, la desgana y la di cultad para
recordar ciertos acontecimientos también podría estar detrás de los procesos mencionados. Si éstos
comportamientos no desaparecen rápidamente, conviene actuar para evitar que, por el mecanismo de
retroalimentación mencionado, la cosa acabe en algo más grave.
Como el nervio vago pasa por la garganta, si se daña puede producirnos problemas para hablar y tragar.
También nos puede causar problemas digestivos, pérdida del apetito o su contrario, sentirnos llenos por
poco que comamos.
Si el nervio vago se in ama, podemos tener náuseas, ardor de estómago, mareos, dolor de cabeza,
taquicardia, dolor y rigidez en el cuello, vómitos o lo que se llama “crisis vagal”, que se exterioriza con
síntomas como una gran sudoración, tez pálida, malestar general e incluso, desmayos.
Los síntomas de daño dependen de la gravedad de la lesión, su ubicación y de si los vasos sanguíneos
cercanos también han sido afectados.
Las enfermedades crónicas pueden provocar daños en cualquier nervio, incluido el nervio vago, por lo
que las personas que sufran trastornos como la diabetes deberían hablar con su médico sobre la
posibilidad de que se presenten complicaciones en el sistema nervioso. Fumar y tomar alcohol pueden
agravar la lesión del nervio. Si aparece algún síntoma, será necesario consultar con un médico con el n
de recibir un diagnóstico correcto y determinar cuál puede ser la causa subyacente.
Si se in ama el nervio vago, sus funciones lógicamente se verán afectadas. Es posible que se deba a lo
que se denomina como síndrome vagal, y que se caracteriza por náuseas, ardor de estómago, mareos,
dolor de cabeza, taquicardia, dolor y rigidez en el cuello, vómitos o crisis vagal, la cual implica
directamente al corazón y se mani esta con algunos síntomas incómodos, tales como sudoración
excesiva, palidez, malestar general, náuseas e, incluso, desmayos.
Cambios vocales. Cuando el nervio vago está dañado pueden experimentarse di cultades para mover la
lengua mientras se habla o ronquera si ha sido afectada la rami cación que se dirige a la laringe.
Disfagia. El nervio vago controla muchos músculos del paladar y la lengua que, si se encuentran
dañados, pueden causar di cultad para tragar (disfagia).
Cambios en el re ejo nauseoso. El nervio vago controla el re ejo nauseoso, por lo que el daño puede
hacer que este re ejo se pierda, incrementándose el riesgo de ahogarse con la saliva o la comida.
Pérdida de la audición. Puede ser producto de un daño de la rami cación del nervio vago que inerva la
concha del oído.
Problemas cardiovasculares .El daño de este nervio puede causar efectos secundarios
cardiovasculares, incluso latidos irregulares y arritmia.
Problemas digestivos. El daño del nervio vago puede ocasionar problemas con las contracciones del
estómago y los intestinos, lo que podría producir una constipación. Dado que el nervio vago inerva la
garganta, un daño en él suele conllevar problemas para hablar y tragar. A menudo también se produce
una pérdida del re ejo nauseoso. El nervio vago surte igualmente de bras nerviosas al estómago, por lo
que una lesión en él puede causar problemas digestivos tales como perder el apetito o sentirse lleno tras
comer una pequeña cantidad de comida.
Complicaciones
Un daño en el nervio vago puede causar gastroparesia, una enfermedad en la que los músculos del
estómago dejan de funcionar con normalidad. Un estómago sano se contrae para impulsar los alimentos
hacia el intestino delgado; una lesión en el nervio vago puede interferir en esa función, haciendo que la
comida se mueva lentamente o deje de moverse por completo a través del sistema digestivo. Entre los
síntomas de la gastroparesia se incluyen la sensación de estar lleno tras comer una pequeña cantidad de
comida, la pérdida de peso, el ardor de estómago y las náuseas. La administración de fármacos y algunos
cambios en la dieta pueden ayudar a resolver los síntomas de la gastroparesia.
Cada trastorno, lógicamente, requiere un cuidado especí co. Si la disfunción del nervio vago se debe a
una crisis con desmayos, disminución de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, es posible que el
médico prescriba algún fármaco especí co. En el caso de los problemas que afectan al nervio vago es
muy útil la denominada maniobra de Valsaba, que toma su nombre del médico y anatomista que la ideó,
y que se debe realizar solo por manos expertos para evitar causar más daño que bien. Es una maniobra
de compensación forzada del oído medio que ayuda a estimular los nervios vagos de ambos lados,
derecha e izquierda, de una manera bastante e caz. Recuerde que, si padece cualquiera de estos
síntomas, y para contar con un diagnóstico certero y resolver todas las dudas, debe consultar siempre a
su médico.
Una de las mejore maneras de ayudarnos y prevenir desequilibrios es con una alimentación de tipo
ancestral, que contenga principalmente pescados, vegetales, frutos secos y frutas, evitando la alta
dependencia de los cereales (principalmente los derivados re nados del trigo) de aceites vegetales
oxidados, de azucares, de "lácteos", de comida procesada, dejando períodos de ayuno más o menos
largos, manteniendo una vida activa, implementando incluso entrenamientos intensos (no
extenuantes).
Pero, por la estrecha relación entre el nervio vago y el cerebro, la otra gran forma de estimularlo y
mantenerlo saludable es la respiración consciente, la relajación y la meditación. Hay que señalar la
importancia de una correcta respiración a la hora de realizar prácticas relacionadas con relajación y
meditación. La respiración no sólo nos suministra oxígeno, sino que también nos proporciona prana o
chi, que es la energía vital que mantiene los sistemas energéticos y físicos funcionando, y que es la
representación “terrenal” de las energías sutiles que nuestra alma recibe del universo. La respiración es
la única función del sistema nervioso autónomo que puede ser controlada y regulada por la conciencia,
por lo tanto funciona como vínculo entre la dimensión psíquica y física del ser humano; es un puente de
conexión entre la mente y el cuerpo.
EL PODER DE LA RESPIRACIÓN
Unas respiraciones profundas, hechas conscientemente, sirven tanto para calmar nervios antes de una
presentación, entrevista o charla en público, como para ponernos en un estado de relajación y calma
mental tras una jornada de trabajo. Respirar hondo, llenar los pulmones a tope y luego sacar todo el aire
que uno pueda, varias veces, limpia nuestro cuerpo de aire viciado que se acumula y que nunca sale
cuando respiramos super cialmente, y nos deja una sensación de frescor interna que es realmente
agradable. El hecho de hacer todo esto manteniendo la concentración puesta en el proceso de respirar
provoca que la mente esté ocupada en el momento presente, en la inspiración y la expiración,
consiguiendo, aunque sea por breves momentos, la paz mental necesaria para entrar en estados de
conciencia expandida. Así, respirar y centrarnos en esa respiración, sea con la técnica que sea, ayuda a
controlar los procesos del cuerpo, a calmar la mente, a potenciar la concentración y a focalizar la mente,
y, por supuesto, ayuda a relajarnos.
Cuando se estimula este nervio, se producen los efectos de relajación y tranquilidad mental de forma
más e caz y profunda, lo cual representa una base para poder luego seguir con la meditación con el
formato o propósito que nos hayamos marcado.
El siguiente ejercicio usa la respiración abdominal o diafragmática; cuando se realiza este tipo de
respiración profundamente se lleva aire a la parte más baja de la caja torácica. La respiración se ha de
hacer de forma lenta y profunda, con lo que se efectúa un adecuado uso del diafragma.
Procedimiento:
y expulsarlo de nuevo contando hasta 4, pero al expulsarlo, lo haremos como si estuviéramos echando
vaho a unas gafas para limpiarlas, es decir, contrayendo ligeramente los labios, de forma que al exhalar,
se estimule el nervio vago.
Tanto la inspiración como la espiración deben ser lentas y profundas. Se puede hacer el tiempo que se
desee, el mínimo ideal serían unos 7 u 8 minutos. En lo posible hacerlo todos los días. En una situación
estresante, por ejemplo, antes de un examen o entrevista laboral los resultados pueden ser
sorprendentes.
Esta sencilla práctica, realizada con regularidad, no solo nos instaura de forma natural la respiración
abdominal sino que consigue estimular el nervio vago, permitiéndonos disfrutar y recoger los bene cios
de la relajación mental y del proceso de meditación que hagamos a continuación.
Aguantar la respiración.
Contraer el abdomen.
La relajación y la meditación.
Los resultados de esta estimulación pueden ser asombrosos si lo practicamos cuando nos sentimos
estresados o en un momento de agobio.
Además la estimulación a largo plazo del nervio vago consigue reparar algunos órganos, disminuye la
presión arterial, mejorando el ritmo cardíaco, aumenta el volumen del cerebro, mejora la función
inmune, arregla el sistema nervioso, reduce la ansiedad, el estrés y la depresión.
Mediante la activación del nervio vago, se pueden controlar tus células inmunes e incluso prevenir la
enfermedad y el envejecimiento.
Mediante la creación de estados cerebrales positivos se puede activar el nervio vago y controlar la
in amación. La in amación es uno de los factores centrales de la enfermedad y el envejecimiento.
Ayudará a regenerar los órganos y células mediante la activación de las células madre.
Mejora el rendimiento.
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http://es.sott.net/article/30683-Su-cerebro-esta-in amado-Estimule-el-nervio-vago-y-reduzca-el-
estres[1]
http://davidtopi.com/la-estimulacin-del-nervio-vago-en-la-prctica-meditativa/#.VZWrHlNtejs
http://www.ehowenespanol.com/cuales-son-causas-lesiones-del-nervio-vago-sobre_96991/[4]
http://glosariodigital.blogspot.com/2014/05/nervio-vago.html
Links
1. http://es.sott.net/article/30683-Su-cerebro-esta-in amado-Estimule-el-nervio-vago-y-reduzca-el-
estres
2. http://www.ellahoy.es/salud/articulo/nervio-vago-in amado-sintomas-y-remedios/182119/
3. http://www.naturopatamasdeu.com/el-nervio-vago-y-su-in uencia-en-la-salud/
4. http://www.ehowenespanol.com/cuales-son-causas-lesiones-del-nervio-vago-sobre_96991/
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