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MEMORANDUM SOBRE TRES

EXPERIENCIAS DE POLITICA
PETROLERA

Fabián Gustavo Dall'O

Abril 2012
El presente trabajo describe someramente las experiencias en materia de política
petrolera, durante el desarrollo de sus gestiones, de los presidentes: Gral. Juan
Domingo Perón -al tratar de llevar adelante el contrato con la California -, Dr.
Arturo Frondizi, -y su “Batalla del Petróleo” - y Dr. Raúl Alfonsín- con la
implementación del Plan Houston-.

1. El Contrato con la Standard Oil de California:

Hacia mediados de 1953 el presidente Juan Domingo Perón comenzó a replantear


su política acerca de las inversiones extranjeras.

En el caso concreto del petróleo empezó a analizar la posibilidad de incorporación


de capital privado para su extracción.

El fin principal era el ahorro de la sangría de divisas a que se veía obligada la


nación por efecto de los elevados niveles de importación de combustibles ante el
sostenido avance del consumo.

Así Perón manifestaría “…YPF no tiene capacidad organizativa, ni capacidad


técnica, ni capacidad financiera para un esfuerzo de esa naturaleza… “refiriéndose
a la posibilidad de que YPF por sí sola alcanzara el autoabastecimiento. Al tiempo
que señalaba “…los costos de YPF son absolutamente antieconómicos…”, y que
“…sostener hoy que la argentina sola puede realizar el esfuerzo es simplemente
sostener un soberano disparate…”, a la vez señalaba “…queda un recurso como
único viable en las actuales circunstancias que es el de la inversión de capitales
extranjeros…”. (LA FUERZA ES EL DERECHO DE LAS BESTIAS, Bs. As., 1958).

De esta forma el 25 de Abril de 1955 el presidente de la nación firmaba junto al


ministro de industria, ad referéndum del Congreso, el contrato con la STANDARD
OIL de CALIFORNIA.

Dicho Convenio permitía a la California explotar y desarrollar una superficie de


50.000 km2 en el flanco sur de la provincia de Santa Cruz.

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Las principales características del contrato eran las siguientes:

 El petróleo y gas extraído lo compraría YPF.


 Una vez satisfechas las necesidades internas la California podría
exportar el excedente.
 YPF le abonaría por metro cúbico de petróleo el precio internacional
menos un 5%.
 YPF recibiría el 50% de las ganancias de la California a lo largo de los
cuarenta años de vigencia del contrato.

Luego de una primera presentación en el Congreso el 6 de Mayo de 1955, tras


furibundas críticas de la oposición e inclusive de algunos partidarios, se le
recomendó al Poder Ejecutivo renegociar algunos puntos del contrato. Las
Cámaras jamás volvieron a tratarlo.

2. La Batalla del Petróleo:

La Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) estableció en su plataforma electoral


a instancias de Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio y como pilar básico del programa
de desarrollo económico y social propuesto, la inmediata y acelerada explotación
de nuestros recursos petroleros para lograr el autoabastecimiento en el menor
tiempo posible.

Estos lineamientos pudieron ser anunciados por el Dr. Arturo Frondizi en su


mensaje inaugural el 1 de mayo de 1958 al asumir la presidencia de la Nación,
cuando dijo “… debemos alcanzar el autoabastecimiento energético, basado en la
explotación de los yacimientos de petróleo y carbón y la utilización de la potencia
hidroeléctrica. Ello nos permitirá ir sustituyendo gradualmente las importaciones
de combustibles que en 1957 han insumido la cantidad de U$S 318 millones…”.

En el año 1957 el país produjo 5,4 millones de m3 de petróleo y debió importar 10


millones de m3, con erogaciones superiores a los U$S 270 millones. Es decir que
importó aproximadamente las 2/3 partes de su consumo al igual que lo había
hecho en el año 1922 (año de la creación de YPF).

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La incapacidad que YPF había demostrado por alcanzar por sí sola el
autoabastecimiento del país, más la circunstancia adicional de que las existencias
de oro y divisas llegaba al 1/5/1958 a U$S 250 millones, y que los compromisos
exigibles con el exterior entre mayo y diciembre de 1958 alcanzaban los U$S 650
millones, determinó que se decidiera recurrir a la colaboración privada –
económica, técnica y empresaria –con el objetivo de alcanzar el
autoabastecimiento en el menor tiempo posible, y al mismo tiempo redestinar las
divisas ahorradas en importación de combustibles al reequipamiento industrial de
la nación.

Al cabo de seis meses de gobierno se firmaron, mediante la fórmula de


negociación directa, 5 contratos petroleros, tres de exploración (ESSO, SHELL y
UNION OIL), y dos de explotación (AMOCO y CITIES SERVICE). Estas empresas
comenzaron a operar en forma inmediata.

A los mencionados convenios se les agregaron otros en el transcurso de la gestión


gubernamental: dos más de exploración (CONTINENTAL OIL y MARATHON)
adjudicados por licitación, al igual que otros dos de desarrollo y explotación
(CADIPSA y LINDERO ATRAVESADO).

En el primer paquete de contratos, existió un sexto convenio (TENESSE) que pese


a negociarse en los primeros meses de gobierno, se firmó después con la
aprobación del directorio de YPF.

Los primeros contratos fueron firmados por el “Delegado Personal del Presidente
de la República en YPF”, Dr. Arturo Sábato, sin aprobación previa del directorio de
YPF.

Adicionalmente se firmaron varios contratos bajo la modalidad de contratos de


perforación con tres empresas privadas, las cuales perforaron 2.100 pozos en el
lapso 1959/1961.

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Paralelamente a la convocatoria al capital privado para que desarrolle actividades
en la industria petrolera, el gobierno incentivo al máximo la extracción por
administración de YPF.

Los resultados de la implementación de estas políticas fueron, entre otros, los


reflejados en las siguientes cifras:

 De 338 pozos que se habían perforado en 1957, se pasaron a 1.613 en


1961. De dicho total YPF perforó 684, contra los 338 que perforó en
1957.
 La producción por administración de YPF, sin el aporte de los
contratistas, pasó de 4,7 millones de m3 a 10, 4 millones de m3 en el
lapso mencionado.
 Los contratistas, en 1962, produjeron 4,7 millones de m3, es decir, a
los cuatro años de funcionamiento producían tanto petróleo como el
que, después de 35 años, había llegado a producir YPF en todo el país.
 Cabe agregar que la producción de los contratistas se logró operando
sobre sólo el 9 % de las reservas de petróleo y gas equivalente
existentes en 1958.
 En total (YPF por administración + Contratos) el país triplicó la
producción de petróleo, a un ritmo del 30 % anual.
 El país logro el autoabastecimiento en 1962, ya que la producción
media diaria de diciembre de ese año fue mayor al consumo medio
diario del mismo año.
 Las reservas comprobadas aumentaron en un 50%.
 De acuerdo a la información presentada a la Comisión Especial
Investigadora de la Cámara de Diputados de la Nación los precios
pagados a los contratistas eran inferiores a los costos de YPF por
administración y de importación.
 El total de crudo extraído durante la gestión del presidente Frondizi
(1958/1962) alcanzó los 52 millones de m3, la mitad de lo extraído por
el país en los 47 años anteriores.

3. El Plan HOUSTON:

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La política petrolera del Gobierno del Dr. Raúl Alfonsín tardó 15 meses en ser
develada, así con el discurso del presidente en Houston (EEUU) en abril de 1985
mostró al mundo petrolero una predisposición favorable a la participación privada
en la actividad.

Dicha política pretendió revertir el deterioro de las reservas de hidrocarburos a


través de lo que se conoció como Plan Houston, un nuevo intento de incorporación
de capitales privados en la exploración que no tuvo mayor impacto.

El Plan Houston dió inicio a través del Decreto presidencial 1.443/85 y la


Resolución 623/87, y estaba dividido en tres facetas:

a. estipulaba un período prospectivo de tres años para la realización de


pozos exploratorios;
b. determinaba que las empresas privadas tenían un plazo de un año
para estudiar las factibilidades de comercialización de las zonas
exploradas y
c. habilitaba a aquellas empresas que decidieran explotar las áreas en
cuestión a hacerlo por el lapso de 20 años mientras los cuales sería
YPF quien se encargaría de abonar las regalías petroleras
correspondientes.

En cinco rondas de licitaciones realizadas entre 1985 y 1990, se concursaron 165


áreas, se adjudicaron 77, y se firmaron 61 contratos, con inversiones pautadas por
US$ 951 millones de las cuales solo llegaron a concretarse US$ 231.6 millones.

Entre 1983 y 1987 la producción de petróleo cayó un 13%, y un 8% las reservas.


En este marco, en 1987 se mejoró la remuneración que Y.P.F. recibía por el crudo y
se intentó dar un nuevo impulso a la explotación de los contratistas de Y.P.F.,
fijándoles una remuneración equivalente al 80% del precio internacional para la
producción incremental que pudieran obtener de los yacimientos. La producción
de crudo de los contratistas creció un 13% entre 1987 y 1989.

A diferencia de otros países petroleros americanos (México y Venezuela) en los


que el petróleo representaba una fuente de ingresos en divisas significativas para
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el fisco, en la Argentina de fines de los ’80 la empresa estatal petrolera requería
sistemáticamente de asistencia financiera del Tesoro.

Todas las transacciones, incluyendo las ventas finales al público, se realizaban a


precios fijados por el Estado, que en general se encontraban muy por debajo del
precio de los hidrocarburos en los mercados internacionales. Esta divergencia
obligaba al Estado Nacional a imponer subsidios e impuestos en las operaciones
de comercio exterior, y a financiar los pagos de regalías a las provincias, que se
calculaban sobre la base de los precios internacionales.

Las estadísticas correspondientes al período 1983/1988 nos muestran los


siguientes resultados:

 La producción de petróleo total del país fue en 1988 un 8,4 % menor


que la del año 1983.
 En el año 1988 se perforaron solo 932 pozos, cuando en el año 1983
se habían perforado 1.027.
 Pese a los bajos niveles de extracción las reservas descendieron en el
período mencionado de 389 a 363 millones de m3.
 Las refinerías argentinas procesaron en el año 1988 24.9 millones de
m3, un 18% menos que 1981.
 El país gastó U$S 500 millones de dólares entre 1984 y 1988,
existiendo un alta capacidad ociosa en destilerías.

En gas el panorama era un poco más alentador: el gas entregado a Gas del Estado
creció de 8.240 millones de m3 de 1981 a 17.424 millones en 1988, gracias a la
ampliación de la capacidad de transporte desde la cuenca neuquina. Las reservas,
por su parte, crecieron de 648.437 millones de m3 a 773.016 millones de m3, con
importantes aportes de la cuenca noroeste y de la austral.

Cabe resaltar que los resultados mencionados precedentemente receptan también


diversas políticas que acompañaron, con iguales resultados, al Plan Houston.

Entre 1987 y 1988, y a través del Decreto 1.758/87 y las Resoluciones 631/87,
39/88 y 50/88, fue instrumentado el llamado Plan Huergo que pretendió hacer

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aumentar la producción de petróleo entre las empresas privadas que operaban en
el país.

Al mismo tiempo, se puso en marcha el Plan Comodoro Rivadavia (1987) - por


como seguían cayendo las reservas y los pozos exploratorios - que tenía como
objetivo fortalecer las tareas de exploración en las áreas donde operaba YPF,
especialmente.

El Decreto 1.812/87 estableció, también en 1987, la creación del Plan Olivos I con
el cual los sectores privados consiguieron que la presión ejercida sobre el Estado
diera como resultado que se fijaran precios para la producción básica equivalentes
a los ya existentes en cada contrato y para los excedentes del 80% del precio
internacional del petróleo.

En marzo de 1988 se lanzó el Plan Olivos II o Petroplan. Dicha propuesta poseía


tres ejes centrales:

1. propiciaba la renegociación de los contratos en las áreas marginales


creando la figura jurídica de las Uniones Transitorias de Empresas
(UTE) para la explotación de las 247 áreas donde YPF extraía el 12%
de la producción total;
2. propiciaba también, la asociación de privados con YPF en 13 áreas
centrales, con una participación de hasta el 49%, debiendo aportar
inversiones de riesgo y tecnología, y;
3. impulsaba la desregulación petrolera.

Estas ideas no llegaron a ponerse en práctica por la finalización anticipada del


mandato del Dr. Raúl Alfonsín en Julio de 1989.

Como resultado final es importante tener en cuenta, como ya se mencionó, que


en el año 1983 existían en el país 389 millones de metros cúbicos de reservas de
petróleo y para el año 1988 esa cifra cayó a 363 millones, un 6,7% menos en un
contexto de baja producción, lo que habla a las claras de las fuertes debilidades
del Plan Houston y sus correctivos.

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El fracaso del mismo estuvo estrechamente ligado a la pobre selección de áreas
petroleras ofrecidas por parte del gobierno, y en relación a esto, la actitud
adoptada por los empresarios privados, tanto nacionales como extranjeros,
quienes prefirieron evitar las inversiones de riesgo que se pretendían conseguir a
partir del Plan.

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