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Medita, que algo queda (El mundo.

es 5/12/2011)
 La meditación cambia el funcionamiento de algunas áreas cerebrales

Aproximadamente el 50% del tiempo que uno está despierto tiene el cerebro distraído, sin centrarse en
nada concreto, con ensoñaciones. Podría pensarse que esos momentos son relajantes, pero algunos
estudios han demostrado que cuanto más deambula el cerebro, menos feliz es la persona. El área que se
activa en esos instantes 'inactivos' es la Red Neuronal por Defecto (DMN, según sus siglas en inglés) y se
sabe que está relacionada con el déficit de atención y los trastornos de ansiedad, entre otros. Un nuevo
trabajo indica que la meditación altera esta zona y beneficia el estado general.

Investigadores de la Universidad de Yale han observado mediante resonancias magnéticas las áreas del
cerebro que se activan cuando se medita. El estudio evaluó a gente que llevaba una década meditando y la
comparó con individuos menos expertos en esta práctica.

Se centraron en tres tipos distintos de meditación: la concentración -basada en la respiración y en las


sensaciones que provoca en el cuerpo-; la meditación del amor/amabilidad -que consiste en evocar ciertos
sentimiento hacia alguien y utilizarlo para uno mismo y para sentirse mejor y recurre a la repetición de
frases como ‘Soy feliz’, etc.-, y la de conciencia sin elección -que pide centrar la atención en aquello que
pase por la mente, sin tratar de cambiarlo o pensar en otra cosa-.

En todas estas modalidades, los meditadores mostraron un descenso de la actividad en la Red Neuronal
por Defecto (DMN) en favor de la Red orientada a las tareas (TPN, en inglés), que es aquella que se pone
en marcha cuando se quiere conseguir un objetivo. Además, cuando entraba en funcionamiento la DMN
se activaban a la vez otras áreas que no entraban en juego en aquellos que no meditaban.

Este efecto se vio tanto durante la meditación como en los periodos de descanso, lo que para los
investigadores indica que "las personas que meditan durante muchos años desarrollan una nueva red
neuronal en la que hay una mayor conciencia de uno mismo y del presente, y menos ensoñación".

Futuras implicaciones

"La meditación ya había mostrado sus capacidades para ayudar a dejar de fumar o a sobrellevar mejor
ciertas enfermedades, pero conocer su funcionamiento en el cerebro amplia el rango de implicaciones
clínicas que puede tener", admite a ELMUNDO.es J. A. Brewer, psiquiatra y coordinador del estudio. A
la vista de sus resultados, Brewer tiene claro el consejo que daría a sus pacientes: "que empiecen a
meditar ya. Incluso con dedicarle unos minutos al día podrán comprobar sus beneficios a largo plazo".

Meditación contra el dolor (El mundo.es 3/12/2012)


 Especialistas y pacientes cuentan a ELMUNDO.es los beneficios de esta terapia
 Es una forma de hacer frente a múltiples patologías como el cáncer

Santa aparece la primera. Menuda y de mediana edad, llega desde Barcelona exclusivamente para asistir a
lo que va a ocurrir en aquella sala. Está allí porque padece fibromialgia y fatiga crónica. A su lado toma
asiento Maribel. En su caso es la hepatitis C la que le ha llevado hasta aquella habitación. Algo más tarde,
llegará uno de los pocos varones que poblará la sala, José María, que se muestra asombrosamente
tranquilo ante la operación a la que se someterá el martes debido a su cáncer de esófago.

A primera vista parece que no tienen nada en común: ni años, ni enfermedad, ni siquiera procedencia.
Pero la incógnita de por qué se han dado cita a la misma hora en el MD Anderson Cancer Center de
Madrid pronto queda resuelta. Todos ellos, y unas 30 personas más que abarrotan una de las salas de este
centro, van a recibir una terapia que les ayude a afrontar y gestionar el dolor de sus enfermedades. Allí
están para acercarse por primera vez, o realizar sus ejercicios habituales en grupo, a un taller de
meditación.

Esta técnica oriental milenaria poco a poco va ganando legitimación dentro de la comunidad científica y
médica. En los últimos años abundan los estudios que evalúan algún aspecto de esta terapia ya sea en
personas sanas como en aquellos aquejados de algún mal. Y los resultados son favorables a la práctica.
Mientras que en los sanos les relaja del estrés del día a día, cada vez son más los médicos que aplauden la
meditación como terapia complementaria por sus nulos efectos colaterales y la reducción de emociones
negativas provocadas por la situación y el dolor.

Pero siempre son los pacientes los que tienen la última palabra. Santa o Maribel, con enfermedades
crónicas, y José María, al que hace cuatro meses le diagnosticaron cáncer, son los que más aplauden los
beneficios de la meditación. Todos ellos practicaban esta técnica antes de conocer su enfermedad, pero
una vez diagnosticada, reconocen que les ha ayudado a llevarlo mejor: "Empecé a meditar hace unos
cinco años y hace dos me diagnosticaron fibromialgia y fatiga crónica. Cuando te lo dicen parece que
todo va a ir mal. Pero seguí con la meditación y, clínicamente, mis médicos me han dicho que mi estado
general es mejor de lo habitual. Aparte de la meditación, no hago nada especial, por lo que estos efectos
lo achaco a esta técnica", relata a ELMUNDO.es Santa.

Su historia es parecida a la de Maribel o José María. Para ellos, el principal beneficio de la meditación es
"la liberación de los miedos y las angustias por la enfermedad, sobre todo al principio, cuando te dicen
qué tienes", coinciden ambos. Ellas ya conocían a Juan Manzanares, psicólogo y profesor de meditación
que será el encargado de guiar a los pacientes por las entrañas de la meditación.

"La meditación es una herramienta que no cura la enfermedad, pero que enseña a gestionar el dolor,
influye en todas las variables que afectan a la enfermedad, entre ellas la parte mental. Hay que quitarse las
ideas rígidas de que el dolor hay que padecerlo y ya está, porque se puede manejar y en esto incide la
meditación, en su interpretación. La meditación ayuda a tomar conciencia del dolor y la enfermedad,
ayuda a verlo desde otra perspectiva más abierta, en la que no existe la exclusividad del 'yo estoy
enfermo', sino que es un dolor que existe en miles de personas", explica.

Durante su curso, este especialista resalta la importancia de librarse de los factores negativos de la
enfermedad, tales como "las emociones negativas, la indefensión o la autoimagen negativa. No hemos
hecho nada para merecernos la enfermedad y hay que eliminar pensamientos como 'ya no valgo para
nada', 'no voy a gustar a nadie', 'merezco estar enfermo'", explica Manzanares. De la misma forma,
subraya que "hay que digerir el dolor, hacerse responsable de él y aprender que es cambiante, no fijo.
Esto ayuda a ser capaz de manejarlo y gestionarlo".

Para Marta de la Fuente, psicooncóloga del MD Anderson Cancer Center de Madrid, la importancia de la
meditación es "que se está comprobando que un ajuste emocional adecuado, un requilibrio emocional que
se ha alterado, sobre todo cuando te diagnostican la enfermedad, hace que tu cuerpo esté mejor preparado
para afrontar los efectos de la patología y, al final, influye en los resultados clínicos, como aquellos que
indican que se controla mejor el dolor o que se aumentan las defensas", indica.

De todas formas, ambos psicólogos añaden que "no hay que olvidar que esta terapia es complementaria,
no curativa, pero te enseña y ayuda a mejorar. La vida es enfermedad y salud, no hay que centrarse sólo
en una cosa. La meditación enseña eso y aprender a vivir de otra manera cuando te enfrentas a momentos
duros".

¿Y qué dicen los pacientes tras el curso? "La meditación enseña a que toda enfermedad es producto de
varios factores y entre ellos está el psicológico. Ahí es donde actúa; te enseña a afrontar esta parte, el
dolor de la mente que la enfermedad te produce, y te terminas dando cuenta de que la vida está compuesta
de otras cosas a las que también hay que dar importancia. Observas que hay millones de personas que
también sufren, no es tu dolor exclusivo y, tomando conciencia de la enfermedad, te liberas de angustias",
resume Maribel. José Manuel, de camino a su habitación para la visita del médico, se despide con una
frase: "Lo difícil es cuando te lo dicen, pero los nervios se pasan cuando aprendes a vivir con la
enfermedad y piensas que vas a salir de ella. Yo estoy convencido".

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