PRÁCTICA 03
MEDIOS DE CULTIVO
I. INTRODUCCIÓN
En la actualidad se pueden cultivar, fuera de su hábitat normal la mayoría de
microorganismos heterótrofos (a cuyo grupo pertenecen los gérmenes patógenos). Por eso
hay que destacar la importancia de la preparación y selección adecuada de los medios de
cultivo.
Un medio de cultivo es un sustrato o solución de nutrientes, en la que crecen y se
multiplican los microorganismos en el laboratorio, con el objeto de aislar las diferentes
especies bacterianas, para luego proceder con su identificación y llevar a cabo una serie
de estudios complementarios.
Los medios de cultivos empleados para la propagación de microorganismos, deben
prevalecer en condiciones adecuadas de humedad para un buen crecimiento de las células
vegetativas.
De igual manera el pH del cultivo es extremadamente importante para el crecimiento de los
microorganismos. La mayoría de éstos se desarrollan en medios que sean
aproximadamente neutros, mientras que otros prefieren un medio que sea más o menos
ácido.
La temperatura normalmente adecuada para el crecimiento de microorganismos mesófilos
está entre los 15 y 43ºC. En cambio, los microorganismos, psicrófilos se desarrollan a 0ºC,
y otros como los termófilos pueden crecer a 80ºC. Los microorganismos, patógenos en
general, están limitados por una escala de temperatura, comparativamente estrecha,
alrededor de los 37ºC, mientras que los saprófitos normalmente la tienen mucho más
ancha.
Medios de cultivo granulados:
Los medios de cultivo deshidratados se preparan, salvo excepciones, como granulados.
A partir de las correspondientes materias primas y mediante molienda y mezclado se
prepara en primer lugar una mezcla homogénea, finamente pulverizada. Esta mezcla se
somete después a procesos de granulación. Ello supone aglutinar la mezcla polvorienta en
pequeños grumos, consiguiendo simultáneamente reducción de un gran contenido de
humedad.
Los medios de cultivo de forma granulada ofrecen una serie de ventajas frente a los
tradicionales medios de cultivo en polvo:
- La escasísima liberación de partículas (producción de polvo) durante la manipulación,
reduciendo considerablemente a la alergenización o respiración de sustancias tóxicas.
- La mayor fluidez del producto impide su adherencia a las paredes del recipiente o
aparatos. La pesada resulta más fácil.
- Buena humectabilidad del granulado con agua, lo cual acelera el proceso de
humectación o de disolución. No se forman grumos difícilmente solubles.
- La distribución física homogénea de los componentes de la fórmula y el mantenimiento
de dicha distribución en el granulado también es valiosa cuando el almacenamiento
haya de ser prolongado. Gracias a ello no se producen en ellos efectos indeseables de
“desmezclamiento”.
- Mejor conservación, favorecida por:
El escaso contenido de humedad
El envase de vidrio como protección frente a la entrada de vapor de agua.
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Curso de Microbiología Ambiental Docente: Dr. César Julio Cáceda Quiroz
Ajuste del pH
Cuando se usa agua neutra para su preparación los medios de cultivo deshidratados
muestran el valor de pH indicado para cada uno de ellos, a la temperatura de incubación
prescrita para cada caso. A pesar de todo, se recomienda comprobarlo, sobre todo en
casos de lotes no recientes, y proceder a su corrección en caso de ser necesario.
El valor del pH depende mucho de la composición del medio de cultivo, de la temperatura
que tenga este medio de cultivo en el momento de su medición y al tratamiento a que se
haya sometido dicho medio de cultivo para su obtención (disolverlo, esterilizarlo). Por este
motivo la medición del pH se hace después de la esterilización. Para realizar esta medida,
lo mejor es utilizar un aparato medidor de pH (“peachímetro”) (sin olvidar la compensación
de temperatura en el aforo del electrodo), o bien utilizar el indicador especial en varillas de
pH 4,0 – 7,0 y el de pH 6,5 – 10.0
En los medios de cultivo sólidos, la medición del pH (y eventualmente la corrección que
fuese precisa) se realiza a 45 – 50 °C (medio de cultivo líquido) y en los medios nutritivos
líquidos se hace a temperatura ambiente.
El pH se ajusta al valor indicado para cada medio de cultivo. A la temperatura de
incubación, el valor del pH quedará dentro de los límites de oscilación previstos. La
corrección se logra por adición de solución 1 N o 1/10 N de HCl o de NaOH, a una muestra
de medio de cultivo exactamente medido. La cantidad de solución correctora necesaria
para la totalidad del producto preparado se calcula fácilmente a partir de la cantidad de
solución correctora empleada para la muestra del medio de cultivo.
Realización de un ajuste de pH
1. Esterilizar el medio de cultivo.
2. Extraer estérilmente una muestra.
3. Medir el pH de esta muestra y, si fuera necesario, ajustar por titulación el pH al valor
correcto.
4. Si procede a hacer la corrección, añadir al medio de cultivo preparado la cantidad
calculada de solución de HCl o de NaOH según el caso; estos líquidos han de ser,
lógicamente estériles. (Las soluciones de HCl y de NaOH pueden hacerse estériles
por filtración, haciéndole pasar a través de filtros adecuados de vidrio o de filtros
especiales de membrana).
Esterilización:
Antes de su esterilización y dentro de lo posible, es conveniente repartir el medio de cultivo
en porciones más pequeñas, por ejemplo, en los recipientes definitivos o en el que
ulteriormente se lleve a cabo el trabajo de investigación de que se trate (excepto placas de
Petri.
Si las normas de preparación no indican otra cosa, la esterilización se lleva a cabo en
autoclave, a 121 °C, durante 15 minutos. Los periodos de calentamiento y enfriamiento,
dependen del tipo de aparato y del volumen del preparado a esterilizar, no se han tenido
en cuenta al indicar la cifra anterior. La esterilidad sólo se consigue con seguridad cuando
se ha desalojado correctamente el aire de la cámara de vaporización de la autoclave y de
los recipientes en ellos contenidos. Con este fin ser deja fluir ampliamente la corriente de
vapor manteniendo abierta la válvula de purga durante el comienzo de la fase de
calentamiento de la autoclave. Tras la esterilización y después de haber alcanzado el
equilibrio de presiones (entre el interior y el exterior de la autoclave) y para evitar la
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sobrecarga térmica del medio de cultivo, deben sacarse enseguida de la autoclave los
recipientes y enfriarlos rápidamente, por ejemplo, a la temperatura de “vertido”. Se
recomienda para ello bañar los recipientes con agua corriente fría.
Temperaturas más altas y calentamiento más prolongado de lo previsto, perjudican la
calidad del medio de cultivo.
La autoclave es la forma de esterilización más segura para los medios de cultivo. Si no se
dispone de autoclave, se puede utilizar una olla grande de cocina.
Vertido en placas
Para evitar considerablemente la formación de gotitas de condensación de agua en la tapa
de las placas de Petri, deben verterse en ellas los medios de cultivo a una temperatura de
45 - 55 °C. Previamente hay que remover bien el medio de cultivo haciendo oscilar en
sentido circular su recipiente, para garantizar el entremezclamiento uniforme de dicho
medio de cultivo. Las burbujas de aire en la superficie de la placa se eliminan abanicando
brevemente la superficie con la llama no luminosa de un mechero Bunsen. Antes de
sembrar las placas puede secarse la superficie húmeda del Agar agar (que podría
favorecer al desplazamiento de microorganismos o el desmembramiento de las colonias)
en estufa a 30 – 40 °C. Para ello se coloca la parte inferior de la placa de Petri con su cara
interna hacia abajo, algo desplazada sobre la tapa que ahora le sirve de apoyo. Este
tiempo de secado alcanza entre 20 y 30 minutos como mínimo. En estufas con circulación
de aire se precisa menos tiempo.
Turbidez, precipitación
- Una turbidez en el medio de cultivo preparado hay que considerarlo como defecto, si
en los recipientes (placas de Petri, tubos, etc.) provocan observaciones deficientes.
Una turbidez que aparezca como consecuencia de un mayor espesor de capa del
medio de cultivo, no hay que considerarlo como un defecto.
- Las precipitaciones que forman pasos hay que considerarlas, por lo contrario, como
defectos de preparación.
- Excepciones: algunos medios de cultivo son inevitablemente turbios. Ejm: Caldo
Tetrationato de Kauffman, Caldo Selenito Cistina
- Agua insuficientemente desionizada.
- Los recipientes en los que se hizo la preparación no estaban lo suficientemente limpios.
- pH incorrecto o desajustado (véase desviación del valor de pH).
- Sobrecalentamiento del medio de cultivo durante la preparación.
- Si los medios de cultivo han sido confeccionados por el usuario la(s) sustancia(s)
empleada(s) contiene(n) impurezas formadoras de precipitado.
- Ocasionalmente por el material de muestra.
- Pérdida de agua por evaporación en el medio de cultivo preparado.
Crecimiento atípico
- Medio de cultivo erróneo, o defectuosamente preparado.
- Medio de cultivo deshidratado muy pasado de fecha (viejo).
- El medio de cultivo utilizado ha permanecido almacenado durante tiempo excesivo,
envejeciendo o deteriorándose.
- Condiciones de cultivo no conforme con las normas.
- Residuos de sustancias extrañas en los recipientes de preparación o de cultivo (por
ejemplo, detergentes), en el agua o en el material de ensayo.
I. OBJETIVOS
Lograr el adiestramiento de los estudiantes en la preparación de los medios de cultivo.
Capacitar al estudiante en la selección del medio de cultivo específico según la
necesidad: aislamiento, cuantificación o diferenciación bioquímica.
Entre las “sustancias inhibidoras” que pueden contener los medios de cultivo se
encuentran:
- Sales biliares
- Antibióticos
- Colorantes
Estas sustancias que pueden afectar el metabolismo o sistema enzimático con carácter
de selección. Comprenden:
IV. PROCEDIMIENTO:
- Los ingredientes de un medio de cultivo deberán ser medidos y pesados en forma
exacta, de acuerdo a las indicaciones que se encuentren en la etiqueta del medio de
cultivo, en recipientes limpios y adecuados. Teniendo cuidado de utilizar espátulas
perfectamente limpias. Siempre comenzar pesando los ingredientes menos
higroscópicos.
- El volumen de agua o diluyente a emplear, agregarlo en 2 partes: primero agregar la
mitad para disolver los ingredientes. Luego agregar el resto. Únicamente emplear agua
destilada o desmineralizada.
- Si el medio contiene agar, calentar en baño María, vapor de agua o sobre una rejilla de
asbesto, hasta su total disolución. Debe evitarse la formación de espuma que
conduzca a un derrame de medio de cultivo. Dejar enfriar y comprobar el pH final
retirando con la bragueta, una pequeña cantidad de medio y colocándolo en una cinta
de pH. De ser necesario corregir dicho pH, utilizando NaOH o HCl 1N según sea el
caso.
- Los medios de cultivo líquidos cuya formulación está completa, es decir, que no
requieren de otros aditivos. Dispersarlos en tubos de ensayo limpios, taponarlos y
prepararlos para esterilización. Realizar lo mismo para medios sólidos a ser contenidos
en tubos de ensayo o en viales de antibiótico.
- Los medios de cultivo a ser empleados en placas de Petri y aquellos líquidos, que
requieren aditivos, llevar a esterilización el matraz o balón en que fueran preparados,
colocándolos tapón de algodón y cubierta de papel kraft.
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AGUA PEPTONADA:
- Peptona … 1,0 g.
- NaCl … 0,5 g.
- Agua destilada … 100,0 ml.
- pH … 7,2 ± 0,1
MEZCLA SULFOCRÓMICA:
- K2CrO4 … 100,0 ml
- H2SO4 … 100,0 ml
- Agua destilada … 1 000,0 ml
Disolver el primer componente en el segundo y a esto agregar lentamente el agua destilada,
agitando o enfriando en forma continua (en agua helada).
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11/IV/2019