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La provincia de Jujuy logró su autonomía e independencia de la provincia de Salta en 1834. El teniente gobernador de Jujuy, José María Fascio, convocó a un cabildo abierto donde el pueblo de Jujuy votó a favor de declarar su absoluta independencia política de Salta. Fascio fue nombrado como primer gobernador provisional de la nueva provincia de Jujuy.
La provincia de Jujuy logró su autonomía e independencia de la provincia de Salta en 1834. El teniente gobernador de Jujuy, José María Fascio, convocó a un cabildo abierto donde el pueblo de Jujuy votó a favor de declarar su absoluta independencia política de Salta. Fascio fue nombrado como primer gobernador provisional de la nueva provincia de Jujuy.
La provincia de Jujuy logró su autonomía e independencia de la provincia de Salta en 1834. El teniente gobernador de Jujuy, José María Fascio, convocó a un cabildo abierto donde el pueblo de Jujuy votó a favor de declarar su absoluta independencia política de Salta. Fascio fue nombrado como primer gobernador provisional de la nueva provincia de Jujuy.
Después de la batalla de Cepeda la provincia de Entre Ríos, unida a la de Corrientes se
constituyó en provincia federal. A raíz del motín de Arequito, en Córdoba, en 1820 se eligió gobernador al coronel Juan Bautista Burgos y se organizó como provincia federal. En 1820 y 1821 todas las provincias que hoy componen la Nación se separaron de sus Intendencias y se gobernaban por sí misma. La Intendencia de Salta del Tucumán comprendía las actuales provincias de Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y Jujuy. El Director Supremo de las Provincia Unidas, don Gervasio Antonio de Posadas, dispuso su división creando la provincia de Tucumán el 8 de octubre de 1814, la misma estaba conformada por las actuales provincias de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero. La revolución del 11 de noviembre de 1819 llevó al gobierno de don Bernabé Aráoz y posteriormente un Congreso de representantes de las jurisdicciones mencionadas sancionaron una constitución, en marzo de 1820, que establecía la llamada “República del Tucumán”, presidida por Aráoz. En agosto de 1821 Aráoz fue sacado del gobierno por un movimiento sedicioso y Tucumán volvio a su condición de provincia con su actual territorio. Santiago del Estero se declaró provincia autónoma, al mando del comandante Juan Felipe Ibarra, quien se convertiría en su gobernante vitalicio. Este jefe adoptó el Reglamento Provisorio Nacional de 1817 y en 1826 la Junta de Representantes provincial dictó un Reglamento de gobierno. Catamarca, a su vez, siguió igual camino el 25 de agosto de 1821, designando como primer gobernador a Nicolás Avellaneda y Tula, dictando su constitución en 1823. Después de la ocupación realista de 1821 Salta logró su organización institucional. El armisticio, que permitia la evacuación de Salta y Jujuy por las tropas españolas, trataba también de la elección de gobernador, debiendo la asamblea electoral dictar una constitución previa a la designacion del mismo. El proyecto fue redactado por el doctor Zuviría, aprobándose definitivamente el 9 de agosto nombrandose gobernador propietario el día 14 al coronel José Antonio Fernández Cornejo. Restaba Jujuy que había formado parte con Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y Tarija de la Intendencia virreinal de Salta como antes lo había sido la Gobernación del Tucumán. En 1810 el canónigo Juan Ignacio de Gorriti, elegido diputado para integrar la Junta de Gobierno (Junta Grande), recibió el pedido del Cabildo jujeño de plantear la necesidad de la separación de Jujuy de la Intendencia de Salta, Gorriti informó al Cabildo jujeño que el pedido resultaba inoportuno dadas las graves cuestiones de organización que afrontaba el país. Con fecha 19 de febrero de 1811 el Cabildo de Jujuy elevo a la Junta Conservadora un notable documento que trataba el problema de la organización institucional de las Provincias Unidas planteando la necesidad de oir la voz de las ciudades subalternas no como una rebelión contra las ciudades principales, sino como un planteo racional en donde se contemple un nuevo sistema de gobierno para la ciudad de Jujuy y su jurisdicción fundado en una Constitucion propia, en donde se jure amistad y mutua cooperación con las las otras ciudades aboliendose la dependencia de la Intendencia de Salta y se restituya la recién formada delegación de Rinconada que paso a depender de la gobernacion de Salta. Gorriti pidió “reintegrar a todas las ciudades la plenitud de sus derechos, la igualdad entre todas las provincias y fomentar la civilización en cada una de ellas que mostrábanse capaces de reclamar y practicar la libertad”. El Déan Funes contestó en un escrito la presentación de Gorriti rebatiendo sus argumentos y rechazando su proyecto. El 26 de febrero de 1811 Gorriti comunicaba al Cabildo jujeño que frene a la negativa de las autoridades “juzgaba, por ahora, inoportuna e inútil” la solicitud de autonomía El diputado Pedro Pablo Vidal que representó a Jujuy en la Asamblea Constituyente de 1813 desde su instalación el 31 de enero de 1813 hasta el 29 de agosto de 1814 también solicitó se tratara el pedido jujeño de otorgarnos la autonomía de Salta, argumentando que estábamos en condiciones de practicar el gobierno propio, en igualdad de derechos con todas las provincias y Buenos Aires. Después del triunfo de Quiroga en Ciudadela, en diciembre de 1831, se produce un replanteo político en el noroeste con la caída de la Liga del Interior. El nuevo Gobernador de Tucumán, Alejandro Heredia se entrega al sistema instaurado por los políticos del litoral o, mas concretamente, por Juan Manuel de Rosas. Heredia, estaba decidido a imponer su hegemonia en todo el Norte, intervino en todos los conflictos que ocurrian entre las provincias de la region, además del prestigio extraordinario que llegó a conquistar extendió su zona de influencia hasta las provincias de Santiago del Estero (el caudillo y gobernador Felipe Ibarra secundaba su política), San Juan, La Rioja, San Luis y Catamarca cayeron tambien bajo su influencia valiendose de la fuerza y la astucia. Por ello se afirma que la separación de Jujuy de su capital Salta, fue el fruto de sus maquinaciones. Pablo Alemán, una de las figuras destacadas de Salta, fue aprovechado para servir a los fines del gobernante tucumano. En agosto de 1833 se alzó en armas contra el gobernador propietario, Pablo De la Torre resultando derrotado y prisionero. Heredia prestó asilo a Pablo Alemán y De la Torre contestó amparando a los contrarios de Heredia. En el lapso de siete meses se sucedieron en Tucumán un intento de revolución y dos invasiones organizadas, al parecer, en Salta. Se anunciaba una nueva guerra civil entre los jefes de las dos provincias y los dirigentes políticos de todo el país trataron de evitar el conflicto, o al menos de localizarlo. Ante la constante amenaza de ataques por parte de los emigrados unitarios a jujuy tramados en Bolivia y la falta de ayuda y apoyo por parte de Salta, Heredia alentaba a Fascio, Teniente de Gobernador de Jujuy, a levantarse contra el gobernador de Salta e independizarse. En Salta, el gobernador Pablo de la Torre, deberá afrontar las consecuencias del Pacto de diciembre de 1831, despues del triunfo de Ciudadela, cuyas cláusulas económicas comprometerán los recursos de la provincia por mucho tiempo. Lógicamente, Jujuy, que formaba parte de Salta, quedará también obligada por ese Pacto. Exhaustos los recursos públicos el gobernador salteño se ve obligado a reforzar las cargas impositivas y a recurrir a empréstitos forzosos, lo que originó mas de una queja, especialmente en Jujuy donde el Teniente de Gobernador basó su protesta en la pobreza del vecindarios En la resistencia contra Pablo de la Torre no estaban únicamente comprometidos sus enemigos políticos, sino que contó también con el asentimiento de una población que vio empleado el producto de sus esfuerzos en el pago de una indemnización de guerra que poco entendía. La situación del gobernador salteño comenzaba a tambalear. Su colega tucumano fomentaba convenientemente un descontento que era general en toda la provincia. Tributaría de Salta, la subtesoreria de Jujuy no podia disponer libremente de los fondos provenientes de las recaudaciones y depósitos fiscales. Esto agudizó los reclamos y enemistad con Salta. Por otra parte, durante el gobierno de Pablo de la Torre, los distritos jujeños de Iruya, Santa Victoria y San Andrés fueron anexados ala administracion de la gobernacion de Salta con lo cual La tenencia de gobernacion jujeña se redujo en territorios y entradas fiscales. A mediados de 1834 la situación de La Torre era difícil por los movimientos de sus enemigos internos, apoyados desde afuera de la provincia, los críticos momentos que enfrento el gobernador de Salta a fines de diciembre de 1834 significaban una oportunidad nada despreciable. Precisamente en circunstancias que la campaña salteña se convulsionó con la presencia de tropas tucumanas y catamarqueñas, jujeños aprovecharon para romper con la capital, Jujuy decidió declarar formalmente su emancipación. En la madrugada del 18 de noviembre el coronel José María Fascio, Teniente Gobernador interino desde el 23 de enero de 1833, fue entrevistado en su casa por el comandante Marcelino Sánchez de Bustamante, en representación de los jefes militares de la ciudad, para pedirle su adhesión y acompañarlo hasta la sala consistorial, donde Fascio convocó al Cabildo Abierto. El pueblo jujeño se reunio en la Sala Consistorial y suscribio el acta en la que se expresaba “que a toque de campana y por citación expresa de los jueces de barrio, mandados de orden de la Ilustre Municipalidad y su Presidente se abrió la sesión dando cuenta al pueblo reunido expresando que el Teniente Gobernador coronel José María Fascio era preciso que convocara al pueblo, reuniera los jefes militares para tratar la independencia y separación de este Pueblo de la Capital de la provincia a que estaba decidido el clamor general -como consta en el acta respectiva- proclamandose “la absoluta Independencia política de la ciudad i su territorio de la antigua capital de salta, declarándose desligados de los vínculos que le unían a ella i al jefe que la preside, i que desde hoi era su voluntad decidir por sí de su suerte i arreglar los destinos de esta nueva Provincia, protestando la mejor armonía i amistosas relaciones con las demás de la república Arjentina...”A continuación el Presidente de la Asamblea expresó que su mandato había caducado y que debía, en consecuencia, procederse al nombramiento de nuevas autoridades. Admitida su dimisión, se decidió por aclamación general que ‘continúe el mismo Sr. D. José María Fascio en el empleo de Gobernador Político Militar de esta Provincia, con la calidad de Provisorio, hasta la reunión de la Junta Jeneral’ que sería convocada a la mayor brevedad. De hecho quedaron caducos los poderes de sus representantes a la Junta Provincial de Salta y el nuevo estado comenzó a regirse de acuerdo a los preceptos constitucionales de su anterior metrópoli, principalmente por el Reglamento de 1821. Fascio cumplió con la voluntad del pueblo y el 13 de diciembre de 1834 derrotó a las fuerzas comandadas por Latorre en el Campo de Castañares secundado en la campaña por su jefe de estado mayor el Coronel Mariano Santibáñez y el apoyo del Teniente Coronel Marcelino Bustamante, el Comandante Fermín de la Quintana, Comandante Lorenzo Lizárraga y el Coronel Domingo Arenas. Fascio cumplio con las responsabilidades que le encomendaron los jujeños durante su administracion de velar para que el pueblo jujeño reasumiera todos sus derechos para discutir, resolver y decidir de su suerte; que cada ciudadano podíera exponer su voto y opinión con toda libertad, sin temor, coacción o violencia alguna, dejando en claro que por absoluta unanimidad el pueblo se pronunció por la independencia política de la Capital de Salta declarándose desligado de los vínculos que la unían y el gobernante que la regia. El 15 de marzo de 1835, José María Fascio, Coronel de Ejército, Gobernador Provisorio y Capitán General de la Provincia de Jujuy dio a conocer la siguiente resolución: Terminado el periodo de la administración que me fue confiada, la Honorable Representación Provincial se ha servido nombrar en sesión de 12 del presente mes al ciudadano que debe subrogarme en la silla del gobierno, como aparece del Decreto que se ha dignado comunicarme que tiene valor y fuerza de ley y dice lo siguiente: Queda nombrado Gobernador y Capitán General de la Provincia de Jujuy el Señor Diputado Representante Don Fermín de la Quintana. En su virtud, y en cumplimiento de dicha sanción he debido mandar y mando que sea reconocido en toda la comprensión de la Provincia por Gobernador y Capitán General de ella el ciudadano Coronel Don Fermín de la Quintana con todas las atribuciones y facultades que se confieren al Poder Ejecutivo.Ciudadanos: es llegada la vez de despedirme como Jefe vuestro, para restituirme a vosotros mismos y a los goces de la vida privada como vuestro conciudadano. Sea yo tan feliz que correspondáis con vuestra complacencia a la que yo siento en el último acto de mi vida pública. Debieron transcurrir 24 años para que el ideal de la autonomía, planteado por la provincia en 1810 como una verdadera expresion de federalismo, quedara concretado.
BIBLIOGRAFIA
- BIDONDO, Emilio: Historia de Jujuy. 1535-1950,Ed. Plus Ultra, Bs.As. 1980.
- BIDONDO, Jorge A.: “La Autonomía de Jujuy” - CARRILLO, Joaquin: “Jujuy provincia federal argentina”. Apuntes de su historia Civil. San Salvador de Jujuy. UNJU 1989. - CEBALLOS, Rodolfo: “El Ideal de la Autonomia de Jujuy”. Pregon Cultural 18 /11/2007 - PAVONI, Nonna.: “El Noroeste Argentino en la época de Alejandro Heredia”. Ediciones Fundación Banco Comercial del Norte Colección Historia. Tucuman 1981.