La educación es el instrumento imprescindible para formar individuos capaces de resolver
problemas de su vida diaria desde el planteamiento de alternativas de solución coherentes con la realidad en la que vivimos en medio del desarrollo tecnológico aplicables en todas las áreas. Individuos con conductas inclusivas, tolerantes, que ayuden a la transformar la sociedad. Esta realidad es posible con profesores responsivos que tengan altas metas personales y grandes expectativas con sus estudiantes, tal como lo describe Graham, Berman & Bellert (2015) “al ofrecer una enseñanza significativa, los profesores responsivos ayudan a todos los estudiantes a desarrollar las habilidades que necesitan para alcanzar sus metas y para regular su propio aprendizaje”
Como ciudadanos del siglo XXI y profesionales encargados de la formación de seres
humanos, debemos estar conscientes de cuáles son las habilidades importantes que enmarcan nuestra labor en este contexto. Para que esto sea posible debemos acudir siempre a la auto formación para poder comprender las exigencias de la sociedad actual y así nuestra práctica educativa orientarla a los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser, planteados por la UNESCO. En consecuencia es deber desarrollar en nuestros estudiantes habilidades y destrezas, desde la educación básica hasta la universitaria, desde contenidos generales hasta la profundización de conocimientos de un pequeño número de materias; con el uso de las herramientas tecnológicas y así aprender a aprender que les será de vital importancia para sacar el máximo provecho a la educación en su vida. Lo que les permitirá ser autónomos y vivir en armonía con los demás.
Con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación a los
colegios, han surgido tanto nuevas metodologías de enseñanza como nuevas versiones de metodologías ya existentes, ahora revisadas para las generaciones digitales. Una de las más utilizadas en clase actualmente es el Aprendizaje basado en proyectos.
-En su esencia, el ABP permite a los alumnos adquirir conocimientos y competencias
clave a través de la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. - Partiendo de un problema concreto y real, en lugar del modelo teórico y abstracto tradicional, parecen evidentes las mejoras en la capacidad de retener conocimiento por parte del alumnado así como la oportunidad de desarrollar competencias complejas como el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración o la resolución de problemas. -Partiendo de un problema concreto y real, en lugar del modelo teórico y abstracto tradicional, parecen evidentes las mejoras en la capacidad de retener conocimiento por parte del alumnado, así como la oportunidad de desarrollar competencias complejas como el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración o la resolución de problemas. Son estas algunas de las aptitudes denominadas por los expertos como “Competencias del siglo XXI”, las cuáles parecen importantes para garantizar una carrera -académica o profesional- exitosa. Bibliografía ww.minedu.gob.pe/pdf/ed/marco-de-buen-desempeno-docente.