¿Y en la
piel?
En el tejido óseo:
La falta de estrógenos eleva la paratohormona y desciende la calcitonina, resultando
de aquí una movilización de calcio y una tendencia a la disminución de la masa
ósea. La masa ósea aumenta en ambos sexos hasta los 20 o 30 años. En el caso
del hombre, decrece lentamente con la edad, pero se mantiene en un nivel más alto
que el de la mujer, en ella, permanece estable hasta la menopausia y decrece en
forma súbita. Si al llegar a esta etapa capital óseo es modesto o la pérdida de masa
ósea es muy rápida, el riesgo de sobrepasar el umbral de fractura es mucho mayor.
Las mujeres son entonces las principales víctimas de la osteoporosis cuando, a
partir de la menopausia, ya no tienen la protección de sus estrógenos. La deficiencia
de estrógeno está asociad a una pérdida de hueso significativa.
Existe evidencia `e la presencia de sitios de unión y efectos agudos a estrógeno en
osteoblastos y osteoclastos, entre ellos están, aumentos de Ca intracelular, inositol,
trifosfato y diacilglicerol, cAMP, cGMP, así como la activación de la Kinasa de
Proteínas Activadora de Mitogenesis o MAPK
Se conocen dos tipos de osteoporosis: Aquella que afecta la trama ósea, y
sobreviene entre las 60 y 65 años, y la osteoporosis cortical, que llega a una edad
mas avanzada. La primera se deriva sin duda de la deficiencia de estrógenos.
Puede provocar compresión de las vértebras, dolor, reducción de talla y fracturas
de la muñeca. El segundo tipo afecta el contorno de los huesos. Ocurre a partir de
los 75 años y se caracteriza sobre todo por fracturas en la cabeza del fémur, lo que
disminuye la autonomía de la persona, lo que ocasiona accidentes de fractura.
En la piel:
Con la menopausia, tras el cual se acelera el envejecimiento de la piel. Si bien es
ocasionado por una deficiencia hormonal, es el resultado, ante todo, del fototipo, es
decir de la exposición previa al sol y a diferentes climas, del exceso de tabaco o de
alcohol y de la predisposición hereditaria.
Desde la perimenopausia, la piel se adelgaza, se reseca, se marchita, su elasticidad
disminuye sobre todo en la piel del rostro, zona rica en receptores estrogénicos, lo
cual deriva en consecuencias psicológicas evidentes. Las modificaciones
hormonales favorecen a las manifestaciones de hiperandrogenia cutánea, que es el
exceso local de hormonas masculinas, desde la premenopausia como la seborrea,
caída del cabello, pilosidad aguda.
En el transcurso de la menopausia confirmada aparecen otros cambios fisiológicos
como la concentración de plasma en progesterona disminuye, los ciclos son más
bien anovulatorios, o la progesterona posee un efecto anti androgénico. A esta
disminución de progesterona le sigue la disminución de estrógenos, lo que se inició
desde la perimenopausia. Y aumentan la concentración de plasma en las hormonas
androgenas del ovario. Paralelamente se muestran modificaciones en los cabellos,
uñas, un indicador de desequilibrio entre estrógenos y andrógenos.
Enfermedad de Alzheimer(E.A.)
Los estrógenos estimulan las neuronas colinérgicas, las cuales sintetizan una
proteína antiamiloidea. Por otro lado, estimulan directamente la síntesis una
proteína que inhibe el depósito de amiloide en las neuronas.
Vasomotores
Vaginales
La incontinencia urinaria es un
problema complejo y multifactorial,
cuya prevalencia aumenta con la
edad. Aunque la disminución de los
estrógenos podría contribuir a la
incontinencia urinaria y a la presencia
de síntomas urinarios, otros factores
tienen un papel más relevante
(paridad, traumatismos del parto,
prolapso uterino y ciertos fármacos). La asociación entre la incontinencia urinaria y
la disminución de estrógenos es controvertida. Algunos estudios han mostrado una
asociación, mientras otros no. Por otra parte, diversos estudios muestran un
aumento de la incontinencia de urgencia y mixta (de urgencia y de esfuerzo) y una
disminución de la incontinencia de esfuerzo en la postmenopausia. No se ha
encontrado asociación causal entre la menopausia y las infecciones del tracto
urinario recurrentes (ITU). Los cambios fisiológicos (acortamiento de la uretra distal,
alcalinización del pH vaginal y desaparición de los lactobacilos) podrían aumentar
la susceptibilidad de contraer una infección urinaria en algunas mujeres.
Mamarios
Estado de ánimo
Durante la peri menopausia, entre 70% y 90% de las mujeres experimentan cambios
en su esfera psíquica que incluyen irritabilidad, depresión, alteraciones de la
memoria reciente, gran variabilidad en el estado de ánimo y pérdida del interés
sexual. En estos trastornos parecen estar implicados receptores para estrógenos
localizados en el hipotálamo, la hipófisis, el sistema límbico y la corteza cerebral.
Los factores sociales, familiares, laborales y las alteraciones previas del estado de
ánimo se han mostrado más determinantes.
Sexualidad
A medida que aumenta la edad, generalmente existe una pérdida del interés sexual.
Las diversas revisiones disponibles concluyen que existe una asociación entre
determinados aspectos de la sexualidad (disminución del interés sexual, la
frecuencia del coito y la lubricación vaginal) y la menopausia, pero los factores que
influyen en esta pérdida del interés son complejos y múltiples. De estos factores, los
más importantes son los psicosociales, y entre ellos, la experiencia sexual previa de
cada mujer, su personalidad, el nivel educativo, el nivel de estrés, la situación física
y psicológica, los cambios en la relación de pareja y los sentimientos hacia la misma.
BIBLIOGRAFIA.