Anda di halaman 1dari 2

ARTICULO VIII- Obligatoriedad de la ejecución.

-
Es deber del Estado, la familia, las instituciones públicas y privadas y las organizaciones
de base, promover la correcta aplicación de los principios, derechos y normas establecidos en
el presente Código y en la Convención sobre los Derechos del Niño.
CONCORDANCIAS:
Constitución Política Art. 38. C N y A. Arts. I y X T.P.

COMENTARIO:
El Estado considerado como la colectividad humana organizada políticamente sobre un territorio, no
tiene una existencia natural propia, es un ser de derecho que resume abstractamente una sociedad
determinada, en tal sentido, es imprescindible que se comprometa su participación de manera
obligatoria, con el objeto que los dispositivos de este cuerpo normativo tengan plena vigencia;
debiéndose asumir dicha acción en forma conjunta, tanto del sector estatal como privado, si realmente
deseamos una niñez y adolescencia plena de garantías, y con derechos debidamente amparados
ARTICULO IX.- Interés superior del niño y del adolescente. -
En toda medida concerniente al niño y adolescente que adopte el Estado a través de los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos
Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la
sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el
respeto a sus derechos.
CONCORDANCIAS:
C.D.N. Art. 2 y 3. - - CNyA. Arts. 25, 32, 41, 67 y 211.

COMENTARIO:
El artículo 3o de la Convención consagra el principio que "el interés superior del niño" será "una
consideración primordial" en todas las medidas que le afectan. El concepto del Interés Superior del
Niño ha despertado algunas inquietudes. Algunos recelan que este principio debilita la fuerza de la
Convención en cuanto afirmación del niño como sujeto de derecho, pues el goce y ejercicio de todos
los derechos enumerado en ella estaría condicionado a eventuales conflictos con los intereses del propio
niño. Otros se preguntan si este principio no permitiría condicionar el contenido de los derechos
reconocidos en la Convención, no tanto con base en supuestos conflictos con el bienestar del niño en
casos concretos, sino para la niñez en general, con base en los valores "superiores" en una sociedad
o cultura.
Este principio tiene su origen en el derecho común, donde sirve para la solución de conflictos de
interés entre un niño y otra persona; esencialmente el concepto significa que, cuando se presentan
conflictos de este orden, como en el caso de la disolución de un matrimonio, por ejemplo, los intereses
del niño priman sobre los de otras personas o instituciones. Interpretado así, este principio favorece
la protección de los derechos del niño, y el lugar central que debe ocupar en la Convención constituye
a nuestro criterio un valioso aporte a la ideología de los derechos del niño. Por cierto la Convención
permite imponer a los derechos del menor de edad límites destinados a asegurar la protección especial
que necesitan los niños debido a su vulnerabilidad y limitada madurez, esa posibilidad no se deriva
exclusivamente del principio de los intereses superiores del niño, sino que está reconocida explícita
o implícitamente en varias disposiciones de la Convención. De todos modos la posibilidad de una
interpretación abusiva, quizás inherente a toda disposición relativa a los límites de los derechos
fundamentales, no invalida al principio mismo que a nuestro criterio es fundado e inclusive
necesario, es un instrumento que pretende definir los derechos de toda persona hasta los 18 años de
edad.
El concepto de los intereses superiores del niño fue recogido del Principio 2o, de la Declaración sobre
los Derechos del Niño de 1959, la Declaración dispone que el interés superior del niño debe ser "la
consideración fundamental" únicamente en cuanto a la promulgación de leyes destinadas a la
protección y bienestar del niño. La Convención amplía el alcance de este principio que, a tenor del
artículo 3, debe inspirar no sólo a la legislación sino también a "todas las medidas concernientes a los
niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas…"
ARTICULO X.- Proceso como problema humano. -

El Estado garantiza un sistema de administración de justicia especializada para los niños


y adolescentes. Los casos sujetos a resolución judicial o administrativa en los que estén
involucrados niños o adolescentes serán tratados como problemas humanos.
Cuando se trate de casos de niños o adolescentes pertenecientes a grupos étnicos o
comunidades nativas o indígenas, se observarán, además los principios contemplados en
este Código, sus usos y costumbres y, en lo posible, se consultará con las autoridades de la
comunidad a la cual pertenecen.
CONCORDANCIAS:
Constitución Política. Arts. 138 y 139 incs. 1), 3), 9) y 11).
C. P. Arts. 10 al 12 y 15.
C. N y A. Arts. II y IV T.P; y numerales 127, 160 y 204,
COMENTARIO:
Al respecto se deberá considerar que las controversias de carácter familiar, deberán ser evaluados y
resueltos desde la óptica humana, toda vez que los conflictos que se suscitan no tienen exclusivamente
contenido patrimonial, sino que prioritariamente se dilucidan cuestiones personalísimas; y por lo tanto se
requiere una administración de justicia especializada; en este sentido, el Estado ha previsto a nivel Fiscal y
Jurisdiccional la intervención tanto del Fiscal Provincial de Familia, como del Juez de Familia, quienes en
forma permanente y constante son debidamente capacitados a fin que cumplan a cabalidad y con eficiencia las
funciones propias de su competencia.
Igualmente, se señala que cuando se resuelvan casos de niños, niñas o adolescentes que pertenezcan a
determinados grupos o comunidades nativas, los operadores jurídicos deberán apreciar los principios contenidos
en este código, asi como los usos y costumbres, tratando en lo posible de consultar a las autoridades de las
respectivas comunidades, significando que las comunidades campesinas y nativas son organizaciones
tradicionales y estables de interés público, cuyos fines se orientan al mejor aprovechamiento de su patrimonio,
para beneficio general de los comuneros, según lo regula en artículo 134 del Código Civil.

Anda mungkin juga menyukai