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EDUCACION RESEÑAS

sar que , s ie ndo los coe d ito res gru-


pos con mucha solvencia. n o hubi e-
sen hech o el esfuerzo por algo m ás
o riginal.

M AR IO J URSIC H D URAN

Escisión entre
operaCIOnes hig1énicas que el hombre la más d e las veces, co n m ayor fre~
s ue le prac11caren forma cotidiana, es pe- • 1 •

c ue nc1a y co n mas p rec!Slon que


• 1

el discurso
cialmente en las primeras ho ras del día.
cualquier elemen to d e la tiran ocra-
lmciaban asilos bolivi anos una nue va
era d e libe rta des públicas. democracta
cia. ¿Có mo pasar por alto las cá rce- pedagógico y la
e impeno del d e recho y la JUSltcta. les, las torturas. el inferna l a parato
En Pal a c10 e mpezaron a c eleb rarse fes- inquisitivo (y coe rci tivo) de un dicta- práctica cotidiana
tines)' jo l gorio~ desaforados que presi- dor? ¿Cómo pasa r po r alto la mue rt e,
dían el ge ne ral Melga rejo y s u conc u-
la sangre, los ríos c ubiertos de c uer-
btna J uana Sánchez. El P nmer Manda-
tariO ) :.u) tnvllados bebían c ataratas
pos hi nchados?
de brand) , ce rveza , y en ah as horas e l lriarte no los pasa por alto. Sólo El saber pedagógico del profesor en Medellín
co nsabtd o anis con pó lvo ra que M elga- que da a ese punt o una dimensió n Rafael Flórez Ochoa. Flor A Iba Franco. Rocío
rejo) ~us con mt111 o nes li ba ban pnnc i- Galvis.
di stinta. H ay ob ras que analizan el
palme ntc para acred itar s u fo rtaleza y Copiyepcs, M edel lín. 1985 , 129 páginas.
fenóme n o de la di ctadura con rigo r
viril1dad tndecltnableí.. Pero lo más
1nsóllto en e stas jaranas era la presencta
in negable ( H umanism o y terro r , de
en ella~ de Holofernes. el ca ballo favo - Me rlau - Ponty, po r eje mp lo) y hay
rit O del P rc rdente. a qu1en s u amo, co n pe riódicos o personas q ue lo hacen El pr opós ito de la investigación que
rnfin11a pac 1cnc1a, hab ía e nseñado a co n realismo exec rable (fotos de los aquí se rese ña ha sido establecer qué
beber ha!>ta embriagarse de la manera
So mozas o de lo que imaginaria- modelos pedagógicos ha n guiado en
rmi~ aparatosa M1entras los co n vida-
dos bebían y le e ntraba n a dentelladas
mente quedó de los Somozas mu e r~ el fo ndo a los p ro feso res de las siete
al condu m1 0 en medio de estrep itosos tos). Ambos cae n por un lad o. O por facultades de educación - tanto pú-
regueldos. Holofernes. en un á ngulo exceso de abstracció n - y la sangre blicas co mo pr ivadas- existentes e n
del s aló n . ago taba toneles de cerveza en abstracta es, como e n el ci ne, anilina M edellí n. Se co nside ra que, entre los
un a brevadero es pecial que los edeca-
pintada- o por exceso d e co ncre- sect o res docentes, éste es uno de los
nes de Su E xce lencta habían apa rejad o
para e l d1choso corcel. De tod os los
ción . Si lo prime ro produce una co n- que muestra co ncepciones pedagógi-
asistente~. los dos que s 1empre mostra- cie ncia teórica del fenómen o, lo cas más elaboradas, en co nt raste con
ban la ma)Or resistencta a los em bates segundo acaba por producir co mpli- los maestr os de p rimaria y secund a~
del licor ) que. por ende. se e mborra- cid ad (inconscien te) co n el crimen. ría, los cuales aún " no han superad o
cha ban de úl ttmos, eran MelgareJO y
1ria rte escoge una vía distinta. En s u cierta ingen uidad pedagógica'', corno
Ho lo lerne:. C ua nd o los invllados. em-
brut ect d o~. yací a n en el pi so tumbados
libro existe un a co nt raposición e ntre lo se ñalan los tra bajos a nte riores de
po r la gula ) la embnague7. la gran la gravedad d e los dictadores y el Rafae l Fló rez.
dt ve rsrón del M andatano Supremo e ra hum o r excelso con que está narrad a Al abordar un elemento clave en la
dar una orden a Holofernes que. ya dicha gravedad ~ existe un mismo tra- "cad e na transmiso ra educativa d e
beo do)' henchtdo por lo~ coptosos dlu- nuestra sociedad ", han q uerido los
tamie nt o , una misma inte nsidad , un
réucos. a\an 1a ba hacia los c aídos en e l
báqui CO 1afar rancho y los ht~o peaba
mis mo fulgor, para el humor y el autores co ntribuir aJ a nálisis d e as-
con p o tente~} cá lidas mtccio nes. Luego ho rro r, para la risa y la mue rte. pectos partic ulares, de institu cio nes,
de generar estos i nusitados aguaceros. Quizá por eso el texto es tan cálid o, de pequeños grupos sociales, que
H oloferne~ !>C o villaba mans amente y ta n vivifican te, tan vi tal. Y tal vez po r perm ita el conocimiento d e los dis-
dormía la mona j unto con s us ensopa- tintos mod elos que han ido confo r-
eso mismo se intuye (o más bien: se
dos com pañero~ de JUerga.
( Pág:.. 4 7-49)
co mpre nde) que só lo el humor negro mand o los valores culturales y educa-
dis ponga de au ténticas parábo las ti vos d e nuestra sociedad.
Anoto. d e paso. que si Gargantúa mo rales. El estud io, c uyo en foque es de
se hubiese e nterado, quién sa be qué Por último: escuché y sigo escu~ índo le descriptivo-explicativo, parte
no hubie ra ll ovi d o sobre los campos chando elogios so bre La edició n d el de la definición teórica de cinco m ode-
de Francia. libro. Sin dud a, es hermoso. Po r d es- los o paradigmas educativos -defiru ~
Aberrante: si bien las di ctaduras gracia, a mi me recue rd a demasiad o dos co n fundamento e n facto res que
p osee n un flan co folc ló ric o - el de las edicio nes Siruela (la de Borges y les so n co munes, pero que se dife ren~
la~ anécd o tas hilarantes- también franco María Ricci): formato , papel cían e n la imp o rtancia que les co nce ~
poseen un naneo ofe nsivo. Que act úa. y ti po son idénticos. Y da grima pe n- de n y en la fo rma y el grado de inte-

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RESEÑAS EDUCAClON

rrelación que establecen entre éstos- nantes en el grupo que confo rma la rencia al respecto . Queda abierto así
con el objeto de comprobar la exis- muestra, a partir del análisis de los un interrogante frente a la escisión
tencia de tal o cual de dichos modelos factores. El tercero busca medir la entre el discurso pedagógico y la
en un grupo concreto de educadores. comprensión acerca de los conceptos práctica cotidiana, cuya respuesta
Estos esquemas son: el modelo 'ed ucaci ón'y'pedagogía'. Y el último deberán intentar esfuerzos pos-
lradicionalista, que privilegia la for- apunta a precisar el punto de vista de tenores.
mación del carácter y se vale de un este núcleo respecto a su profesión. Sob re las diferencias entre los con-
método de enseñanza -aprendizaje La muestra se co nstituyó con 146 cep tos 'educación' y 'pedagogía', su r-
academicista y verbalista. El modelo docentes, de los cuales el 58.9% per- gió una amplia gama de acepciones
deltransmisionismo conductista, apo- tenecían al sexo masculino; el 88.4% que ponen de presente un debate aún
yado en la tecnología educativa, que eran licenciados en educación o ade- inconcluso en el ámbito educativo;
se desenvuelve paralelamente con la lantaban estudios de especialización sólo un 6.84% no se ñaló diferencia-
"crecien te racionalización y planea- en este ramo, porcentaje que permite ción entre estos dos concep tos.
ción económica de los recursos huma- afirmar que gran parte de la pobla-
nos" y que se caracteriza por la ción estaba conformada por profe-
''transmisión parcelada de saberes sionales de la educación. Un alto
técnicos mediante un adiestramiento número - 1 14- poseían experiencia
experimental". El modelo del roman- de ocho o más años en el campo edu-
ticismo pedagógico, inspirado en Juan cativo. Sin embargo, su grado de vin-
Jacobo Rousseau , en el que el "des- culación laboral no era muy estable y
arrollo natural del niño se convierte predominaban los profesores de cá-
en la !lleta y a la vez en el método de tedra, excepto en la facultad de edu-
la educación". El modelo del desarro- cación de la Universidad de Antio-
1/ismo pedagógico basado en las teo- quia, donde gran número de sus pro-
rías de John Dewey y Jean Piaget, en fesores tiene vinculación de tiempo
el cual "la meta educativa es que cada completo.
individuo acceda progresiva y se- Con base en los modelos pedagó- En lo que se refiere a la apreciación
cuencialmente a la etapa superior de gicos definidos teóricamente, se for- acerca de la profesión, se hizo hinca-
desarrollo intelectual de acuerdo con muló una $erie de puntos que abarca- pié en la importancia de la prepara-
las necesidades y condiciones de cada ran los presupuestos básicos de cada ción científica, pedagógica y metodo-
uno". Y el modelo socialista que pro- corriente, a fin de hacerlos servir lógica, en oposición al saber pura-
pende a un mayor nexo entre trabajo como instrumento aplicable al estu- mente empírico e improvisado. Se
productivo y educación, y al acceso a dio de la población seleccionada. enco ntró un buen grado de acepta-
esta última de todos los individuos, Partiendo de las respuestas dadas se ción de la actividad docente , pues la
sin di stingo de clase social, (pág. 33). procesó la información con la técnica situación de profesor universitario es
A pesar de la definición previa de del análisis factorial, interrelacio- privilegiada frente a la de otros pro-
estos paradigmas, lo cual arroja luces nando los diversos elementos, proce- fesionales, cuyas condicio nes de tra-
para interpretar la estructura peda- sa miento que arrojó como resultado bajo implican un mayor número de
gógica de los docentes estudiados, se veintiún factores, ocho de los cuales dificultades y por lo tant o de descon-
parte d el supuesto de que dichos se estimaron como de mayor peso e tento frente a la labor realizada. No
modelos no se encuentran en estado importancia para efectos de la inter- obstante ser de gran interés, este pri-
" puro" en nuestra sociedad y que pretación. Estos factores pretenden mer diagnóstico , la metodología uti-
tampoco prevalece un modelo único, explicar "los esquemas pedagógicos lizada deja insatisfacciones, pues de
aunque es razonable encontrar la conceptuales propuestos con el fin de cierta manera se concede prelación al
preponderancia de alguno de ellos, analizar sus repercusiones teóricas y aspecto técnico y cuantitativo en de-
así sea de manera matizada. sus impli caciones e n la práctica trimento del examen crítico de los
So n cuatro los objetivos específi- pedagógica cotidiana" (Pág. 55). problemas. La definición de los mode-
cos propuestos: el primero consiste Los resultados del análisis permi- los teóricos es aún simple y esq uemá-
en identificar en los profesores las tieron estab lecer que el pensamiento tica; la formulación de los puntos del
relaciones de orden conceptual en pedagógico de la població n encues- cuestionario, confusa e imprecisa.
torno a las c uestio nes planteadas por tada era "predominantemente román- Por lo demás, es discutible la indaga-
cualquie ra de las tendencias pedagó- tico-desarrollista y a la vez paradógi- ción e identificación de estructuras
gicas, a sabe r: las metas educativas, camente tradicionalista" ( Pág. 94). mentales basada en la técnica de
la relació n alumno-profesor, los con- Del mismo modo, se evidenció la cuestio narios, en donde ya están pre-
tenidos de aprendizaje, el concepto gran heteroge neidad de las ideas que viamente "definidos" y "dirigidos"
de desarrollo intelectual y los méto- los profesores sus tentaban en torn o a los modelos, si n el complemento, por
dos y técnicas de aprendizaje. El los elemen tos constituyentes d e la ejemplo, de ent revis tas profundiza-
segu ndo o bjetivo atiende a la carac- escuela, al punto que ni siquiera en doras y de la confrontación entre lo
terización d e los modelos predomi- cada enfoque individual existía cohe- que se dice, se piensa y se hace.

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HISTORIA RESEÑAS

No hay un seguimiento de la tra- Durante demasiado tiempo se ha ese pueblo, las ilumine y fo rtalezca.
yectoria de los docentes, lo que era reservado la cientificidad para aque- Asi, se trata de una verdadera recu-
perfectamente viable, dado el redu- lla historia que se fundamenta en los peración de la historia , de una histo-
cido número de personas incluidas en documentos escritos, supuestamente ria de la cual el pueblo ha sido, en
la muestra , lo que hubiera permitido los únicos portadores de fidelidad a gran medida, desposeído por la his-
ahondar en los temas. Sin embargo, los hechos , de objetividad y rigurosi- toria oficial.
vale la pena destacar la importancia dad, lanzando al limbo de la prehis- Y esa recuperación no puede hacerla
de reconstruir las formas de pensa- toria o de la leyenda a la de las socie- el investigador en forma individual y
miento de los grupos intelectuales dades o sectores sociales ágrafos de solitaria; es preciso que se haga en
que han influido en la difusión de ayer y de hoy. forma compartida con esas clases
modelos culturales en nuestra socie- En concreto y para sociedades como subordinadas. Sin que bas te con que
dad, entre los cuales los estamentos la nuestra, con sus elevados índices aquél se haga el vocero de éstas;
de educadores y de formadores de de analfabetismo entre los secto res ambos lados de la ecuación deben
docentes - maestros de maestros - populares que hacen difícil cuando apo rtar en forma creativa, ambos
desempeñan papel sobresaliente. no imposible su producción, conser- necesitan poner en juego toda la
Empero, hay que señalar la delicada vación , disposición y utilización de especificidad de su propia subjetivi-
tarea que este inventario entraña, y lo materiales escritos, esa clase de histo- dad en aras de un interés común, no
inexplorado de este camino en el ria implica la exclusión del pueblo negando tal subjetividad , no tratando
terreno de la investigación en el país. del campo histórico, convirtiendo utópica y vanamente de dejarla de
éste en exclusivo coto de caza para lado, sino teniendo conciencia clara
M ARTA CECILIA HERRERA CORTES los acontecimientos, personajes, ideas, de ella y sacándole todo el partido
concepciones y juicios de las clases posible, haciéndola elemento central
dominantes , detentadoras plenas de de la metodología de trabajo.
la escritura en todas sus implicaciones.
A rchila acepta que la fuente oral es
Frente a tal situación, se ha ido
subjetiva; ¿pero acaso no lo es tam-
abriendo campo la utilización de la
bién la escrita? Se trata de la subjeti-
tradición o ral en el quehacer histó-
vidad de los poseedores de la palabra
rico. Pero también aquí el debate
frente a la de los poseedores del signo
continúa. Archila deslinda campos
escrito. Es una subjetividad frente a
con aquellos que quieren hacer de la
otra. Citando a Imelda Vega , nos
historia o ral sólo una forma, un
dice que "toda aproximación a la
mecanismo más para "ensanchar la
ve rdad histórica es parcial, parcial i-
base de la historia", utilizándola úni-
zada, hipotética y provisional".
camente como una técnica, una fuente
Aquí se introduce el concepto de
Cultura radical para ello.
circularidad, de intercomunicación
Por el contrario, su propósito es
entre las dos fuentes, la oral y la
a 30 grados abrir el camino para que irrumpa en
escrita, pues cada una de ellas per-
la historia la voz de los humildes,
para que también su historia , la de su mea a la otra, incide e n ella, la tiene
resistencia, sus luchas, sus aspiracio- en cuenta y toma de ellas diversos
nes y sus juicios tenga cabida. En eleme ntos. Es erróneo, pues tomarlas
Aquí nadie es forastero. Testimo n ios sobre la
for mación de una cultura radical: Barra nca- palabras del autor, se trata de "hacer como puras e independie ntes en una
bermeja 1920-1950 la historia de los de abajo" y no só lo sociedad como la nuestra.
Mauricio Archila
la de los de arriba. Pero también en el campo de la
Edaciones Cinep, serie Cont roversia. números
133-134, Bogotá. 1986. Este propósito colorea co n u na luz cultura opera el fenómeno de la cir-
nueva la importancia de la historia cularidad. La cultura popular no es
oral; implica, incluso, un modo dife- tampoco pura, y menos socialista;
rente y nuevo de hacer la historia, a ella está teñida po r la influencia de la
Con sus doscie ntas páginas, este libro tal punto que haya sido necesario cu ltura de las clases dominantes. Esta
del profesor de la Universidad Nacio- advertir al lector, en el coment ario de idea es de gran impo rt ancia para el
nal de Colombia e investigador del la cubierta, que ello se hará "sin pe r- trabajo que nos ocupa, pues para su
Cinep Mauricio Archila se inserta de der el rigor del análisis". autor hablar de formas de resistencia
lleno en un álgido debate, en desarro- Pero Archila inte nta ir más allá, remite de inmediato al campo de la
llo desde hace algún tiempo en el pues su interés no es el de realizar un cu ltu ra como el contexto en el cual se
campo de la historia y, por necesaria trabajo académico en aras de un libran las luchas económicas y políti-
extensión, en el de las ciencias socia- mayor desarrollo de su discipli n a~ cas, siendo necesario definir los con-
les en su conjunto: el de las fuentes, no, su idea y propósito es que la h is- ceptos de 'popular' y de 'cultura
las técnicas y el significado social de toria de la resistencia popular en e l popular' que constituyen el objeto de
ambas. pasado sirva a las luchas p rese ntes de la h isto ria que se hace "desde abajo".

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