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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno.

Rodolfo patricio Andaur Zamora

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

INSTITUTO DE CIENCIAS RELIGIOSAS

PRESENCIA EDUCATIVA DE
LOS

HERMANOS DE LAS
ESCUELAS

CRISTIANAS

EN LA IGLESIA CHILENA

Profesor Guía : Pedro Garcés Troncoso


Alumno : Rodolfo Andaur Zamora

Memoria para optar al Título de Profesor de Religión.


1985

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

1° Edición.
Temuco Chile 2018

8 RODOLFO PATRICIO ANDAUR ZAMORA


Av. Ejército Libertador 238
CP 8370056 Santiago
Chile
Teléfono: +56 226710698
Correo: hrodolfo@lasalle.cl
Web: www.lasalle.cl

lSBN- en trámite
Depósito legal: en trámite

Edición sin fines comerciales


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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

A mi madre y a mi
Congregación Religiosa

Vayan mis más sinceros agradecimientos


al Sr. Pedro Garcés, profesor guía de ésta
memoria, por su acertada y exigente
dirección y a los Hermanos de mi
Congregaci6n que me apoyaron y
cooperaron con ideas y materiales.

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

En el año 1985 fue aprobada la presente Memoria de titulación de profesor de Religión, en la


Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. En ese tiempo la titulé PRESENCIA
EDUCATIVA DE LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS EN LA IGLESIA CHILENA.
El tema elegido fue inspirado por un co-hermano de Congregación, el Hno. Sergio Moreno,
quien me hizo notar que no existía, pasado más de ciento ocho años, una mirada seria sobre nuestros
orígenes institucionales en Chile y que deberíamos iniciarlos a un nivel más académico.
El tiempo, hasta hoy, ha ido cambiando el panorama de la Congregación en Chile, tocándome
presidir, como Presidente, a un antiguo Distrito (1901-2008) que habían los Superiores decidido que
fuera Delegación (2009-2011).
Por lo demás, los mismos Superiores habían iniciado los pasos para fusionarla naciente
Delegación con los Distritos de Sao Paulo y Porto Alegre, ambos de Brasil, lo cual concluiría con el
nuevo Distrito o Provincia llamada Provincia Lasallista Brasil-Chile.
Ante la eminencia del aparecer de una nueva experiencia, en mi calidad de Presidente pedí al
Hno. Enrique García Ahumada, en el 2010, que se preocupase de investigar y poner por escrito lo que
había sido nuestra experiencia lasallista chilena. Así en el año 2013, ya viviendo la vida de la nueva
organización, vió la luz la obra llamada Historia de los Hermanos de la Salle en Chile, A lo anterior
se unió, en el año 2017, la obra manuscrita de recopilación de datos históricos, publicada en el 2017
bajo formato pdf, efectuada por el Hno. Gabriel González González, titulada De La Salle Chile 140
años.
Hoy me ha parecido pertinente el poner a disposición lo publicado anteriormente, la cual no
había tenido una mayor difusión.
Esta primera edición, fuera de asumir otro título más acorde de como toca los temas, es copia
cuidada de la publicada originalmente y que se encuentra en los archivos de la PUCV. Es por ello que
los números en corchetes y negrilla indican la numeración original y se destacan en cursiva las citas
directas. Lo que va entre comillas los títulos de obras o información destacada. Y se han agregado
imágenes, que un trabajo universitario no lo permitía en la época.
Soy consciente que las tres publicaciones nombradas son los inicios de un trabajo, y que aún
faltan nuevas monografías u obras críticas en donde se siga profundizando las luces y sombras de la
historia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en Chile, y de su aporte a la educación y a la
sociedad que se han cristalizado en tantos y tantos exalumnos que, desde sus profesiones o
consagración religiosa, han ido aportando a la construcción de la Iglesia y de Chile.

Hno. Rodolfo Patricio Andaur Zamora f.s.c


Licenciado Canónico en Ciencias Religiosas (PUCV-Chile)
Magister en Desarrollo Cognitivo (UDP-Chile)
Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales (UFV-España)

En Temuco a 21 de octubre de 2018, en la fiesta de los HH. en Chile del Santo Hno. Miguel Febres-
Cordero M.

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

INDICE

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN……………………...…………………………6

INDICE……………………………………………………………………………………..8

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………9

PRIMERA PARTE
ORIGENES DE LOS HERMANOS D E LAS ESCUELAS CRISTIANAS…………..11

CAPITULO I LA FRANCIA DEL SIGLO XVII Y SU SISTEMA EDUCACIONAL..12


a) La situación rural................................................................................................ 12
b) La situación de la urbe. ...................................................................................... 13

CAPITULO II: JUAN BAUTISTA DE LA SALLE: FUNDADOR DE ESCUELAS


GRATUITAS Y FORMADOR DE MAESTROS CRISTIANOS ................................... 17

CAPITULO III: LA ESCUELA LASALLISTA ............................................................ 23

SEGUNDA PARTE
LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS EN CHILE…………………50

CAPITULO I: EL CHILE QUE LOS ACOGE ............................................................... 51

CAPITULO II: LOS COMIENZOS EN CHILE ............................................................ 58

CAPITULO III: LA OBRA LASALLISTA EN EL PAÍS ............................................. 68

CONCLUSIÓN ………………………………………………………………………….78

BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………………...80

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[01] INTRODUCCIÓN

Esta memoria nació de la inquietud por investigar y dar a conocer en nuestro medio
el aporte que han efectuado los Hermanos de las Escuelas Cristianas a la educación de
nuestro país,

Debido a que no se encuentran estudios previos entre nosotros con este objetivo, no
fue tarea fácil el diseñar el temario que permitiese llegar a lograr esta meta. Finalmente opté
por dividir el material en dos partes: los orígenes de la Congregación en Francia y su
desarrollo en Chile.

La primera parte se encuentra dedicada a exponer en grandes líneas -enmarcando en


su contexto histórico- el proceso de formación de una comunidad religiosa laical, cuya única
misión es la educación de la niñez y de la juventud preferentemente pobre, lo que incluye,
por supuesto, la organización escolar y la metodología que emplean estos maestros-
religiosos, que con criterios nuevos se dedican a ejercer la docencia para un sector
prácticamente abandonado de Francia.

La segunda parte, es en cierta manera la reedición del mismo proceso en nuestra


patria, por lo cual presento una breve relación de la realidad política, social y educativa que
existía en la segunda mitad del siglo XIX. Ello permite explicar la presencia de estos hijos
de San Juan Bautista De 1l Salle que llegan a atender a los niños pobres de nuestra nación,
por medio de escuelas populares. El último capítulo presenta los frutos que arroja su sistema,
que al igual que en Francia del siglo XVII, logra también en Chile un éxito peculiar, afectando
al desarrollo [2] de los criterios educativos. En esta segunda parte, me pareció oportuno un
seguimiento más cronológico de los acontecimientos, mirando los primeros cuarenta y cinco
años desde su llegada a nuestro país.

El método seguido consistió en reunir la mayor cantidad posible de fuentes de


información, ordenarlas y presentarlas sistemáticamente.

En lo que se refiere a las fuentes consultadas, en la primera parte del trabajo fueron
relativamente fáciles de encontrar: la Congregación lasallista ha dedicado notables esfuerzos
a investigar el pensamiento y la obra de su fundador, lo que se ha traducido en trabajos
divulgados profusamente en las comunidades religiosas del Instituto lasallano. Otro tanto
sucede con las obras del Fundador: los textos por él escrito se han publicado numerosas veces,
algunos de ellos con traducciones al castellano y se ha editado todos los textos manuscritos
e impresos originales conocidos, en una excelente colección llamada Cahiers lasalliens, a la
cual haré referencia numerosas veces.
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

Lamentablemente no encontré esta misma situación en los textos consultados para la


segunda parte. Hasta el momento no se ha emprendido un trabajo serio de clasificación e
investigación crítica sobre los escritos de la Congregación en Chile. El material bibliográfico
se encuentra disperso en diferentes bibliotecas de comunidades y en algunos casos, en los
archivos de la casa Provincial de los HH.EE.CC. de Chile. Esta realidad dificultó bastante el
trabajo de documentación que requería esta parte de la memoria.

[03] La bibliografía que proporciono al final, incluye todos los textos consultados en
el presente trabajo. Las traducciones de textos franceses son de mi exclusiva responsabilidad.

Este esfuerzo, aunque modesto, quiere ser un aporte al conocimiento de la labor


lasallana en nuestro país, que al mismo tiempo resulte provechoso a las comunidades
educativas de la congregación que desean conocer su propia historia educacional en Chile.

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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

PRIMERA PARTE

ORIGENES DE LOS

HERMANOS D E LAS ESCUELAS CRISTIANAS

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CAPITULO I
LA FRANCIA DEL SIGLO XVII Y SU SISTEMA EDUCACIONAL

El contexto socio-político en el cual se va a originar el aporte de La Salle es el del s.


XVII, donde el absolutismo alcanza en Francia su período de esplendor, siendo su máximo
exponente el rey Luis XIV, más conocido como el rey-sol.1

Es un país en donde la población ha aumentado excesivamente. Tiene, a mediados de


la década del 50, unos veinte millones de habitantes, constituyéndose en el país más poblado
de Europa.2

El poder político se concentra en Versalles y en el Parlamento. Es el Rey quien tiene


la autoridad de nombrar a los intendentes, que son los funcionarios encargados de velar por
que se respeten las leyes y de procurar el desarrollo económico de una zona del país.3 Es el
Rey quien también propone a consideración del Papa una lista de nombres de sacerdotes que
podrían ser promovidos a la posesión de un obispado. Sólo el Parlamento tiene la posibilidad
de limitar el poder del Rey, ya que cualquier decreto real necesita obligatoriamente su
aprobación para tener el carácter de fuerza de ley.4

La vida económica se fundamenta en dos pilares: el trabajo rural y el trabajo urbano.


Presentaré brevemente una visión de cada uno:

a) La situación rural.

La tierra pertenece a unos pocos señores.


Se impide el parcelamiento de la propiedad,
manteniendo los privilegios hereditarios que
tienen los hijos mayores de las familias. No
ocurre [06] lo mismo en la explotación de la
tierra. En este caso, sí que se acude al sistema de
parcelado de la misma, trabajando el terreno en
forma muy primitiva. Las herramientas o
instrumentos de campo, como palas metálicas,
La pobreza rural francesa- Tomado de
arados acerados, etc. que se encuentran en esta época https://www.elpensante.com/la-miseria-en-la-vida-rural-
francesa/. 01-09-2018

1
Cf. ED. ESPASA-CALPE S.A - Enciclopedia Universal Ilustrada Europea-Americana" - Madrid 1978; Tomo XXIV pp. 954; GAXOTTE, Pierre
- Histoire des France - Ed. Flammarión, Francia 1951; volumen II pp. 140
2
Cf. POUTET, Yve-PUNGIER, Jean - Un educador y un santo frente a los desafíos de la sociedad de su tiempo - Ed. Mulcograf S.A.; Lima
1980; pp. 16
3
Cf. GAXOTTE, Pierre op. cit.; pp. 140
4
Cf. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pp. 18
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bastantes popularizados en otros países, aún no son ocupadas por el campesino francés. Como
la quinta parte del terreno pertenece a pequeños propietarios (constituyendo los cuatro
quintos de la población), un francés sobre siete no tiene terreno suficiente para alimentar a
su familia, quedándole a éste la solución de "alquilar" su fuerza de trabajo a los terratenientes.
Es te sistema afecta también la poca diversificación de los cultivos, que trae como
consecuencia que un mal año agrícola sea ocasión de hambre irremediable.5

b) La situación de la urbe.

Los trabajadores se agrupan alrededor de las "cofradías de oficios"; especies de sindicatos


o colegios profesionales como los que conocemos hoy. Estas cofradías cuentan con
reglamentos, en donde se encuentran
mezclados aspectos profesionales y
religiosos, y en los cuales se
especifica el número de
establecimiento de un rubro,
el número de miembros que
podía tener, .las condiciones
para mantener un
establecimiento, la cantidad de
aprendices que se podía tener, etc.
Cada cofradía se encuentra reconocida por
Rue de L' Étape (Reims) tomado de A History of
Champagne (Henry Vizetelly, 1882) "letras patentes reales", el equivalente a nuestra
personalidad jurídica. Todas las cofradías se
caracterizan por el celo con que cuidan su campo profesional.6 Mención aparte merece el
mundo de los pobres: Es considerado pobre quien no pudiera procurarse el mínimo de
comodidad accesible a los obrer6s que han de con tentarse con lo peor.7 Se observa un
intento por diferenciar el 'estado de pobreza con el estado de miseria. Esta sutileza de
vocabulario es menos clara en la vida real de la época. Richelet, en su Diccionario, publicado
en 1680 señalaba que los artesanos son casi todos infelices [07] en este tiempo, porque no
trabajan.8

La característica más notable del pobre la constituye el estado de inseguridad de vida.


Se diferencia el pobre del miserable, en que al primero se le plantea la inseguridad en forma
intermitente, mientras que al segundo vive en permanente inseguridad. De cualquier modo,
ya sea inseguridad permanente o pasajera, los miserables y los pobres constituyen alrededor

5
Cf. Ibid.
6
Cf. RIGAULT, George - Histoire Genérale de L'Institut des fréres des écoles chrétiennes - Ed. Librairie Plon; París 1947; Tomo I pp. 33 ss.
7
POUTET, Yve-PUNGIER ; Jean op. cit. pp. 26
8
Ibid
13
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de un tercio de los trabajadores dedicados a labores .manuales, quedando, por lo mismo, su


trabajo a merced de diversas circunstancias, como sería las estaciones, las lluvias, heladas
producidas y la posibilidad de no poder trabajar debido a una enfermedad crónica que
reaparece.

Se dejan sentir voces que protestan y tratan de atenuar las desigualdades: Vauban
escribe:
Me ha parecido que nunca se han tenido bastantes consideraciones
en Francia para el pueblo humilde…
Es la parte más arruinada… del reino; sin embargo ella es la más
considerable por su número y por los servicios reales y efectivos que
le rinde…. Es también la parte más baja del pueblo que, por su
trabajo y su comercio… lo enriquece…
Es ella (la clase baja), que le proporciona (a la clase alta)… los
mercaderes… las artes y oficios… los agricultores, viñateros y
braceros o peones..., que hace todos los grandes y pequeños trabajos
del campo y de las ciudades…
Los reyes… nunca harían demasiado por cuidar la conservación y el
aumento de este pueblo que debe serles muy querido.9

[08] Por otra parte, una burguesía generosa busca la prosperidad de la nación y el
alivio de la miseria. Es común que familias pudientes reserven en sus banquetes o fiestas la
parte del pobre. Todos los habitantes no indigentes, pagan un impuesto de los pobres. Los
jueces imponen como pena a los ricos, fuertes multas que se destinan a las Oficinas de Pobres,
Hospitales para los mismos, etc… Y un edicto real hace de obligación estricta el recibir
gratuitamente en las escuelas que mantienen el gremio de los "maestros de escuelas" a los
niños pobres.10

A nivel eclesial, las parroquias mantienen un registro de sus pobres, percibiendo


fondos del erario real para ellos. Los monasterios se constituyen, en los momentos de carestía,
en verdaderas despensas, en donde, junto con distribuir pan o sopa a los menesterosos, dan
albergue con facilidad a los pobres viajeros que pasan.11

Con todo, no se debe interpretar lo anteriormente descrito, como que los pobres son
aceptados y atendidos. Lo concreto es que las familias pudientes tratan de evitar que sus hijos
se mezclen con los hijos de los pobres, que se caracterizan por el vestir andrajoso, el lenguaje

9
Ibid, pp. 25; Vauban es un sacerdote francés, que organiza un grupo de oración para pedir por escuelas para pobres.
10
POUTET, Yve-PUNGIER ; Jean op. cit. pp.27
11
Cf. Ibid.
14
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inculto y un cuerpo con parásitos. Esto también se observa en las relaciones entre los
mayores. A los pobres se les mira con desprecio, considerándolos como seres inferiores.
Baste como ejemplo el recordar las repugnancias que tiene San Juan Bautista de La Salle al
tratar de vivir junto a los maestros.12

En el plano educativo, existía la enseñanza primaria, la enseñanza secundaria y lo


equivalente a una enseñanza superior. No se carece de colegios ni de escuelas gratuitas; sin
embargo los niños pobres [09] no las frecuentaban. Estas escuelas primarias o populares se
establecieron por obra de obispos, párrocos y monjes que celosos por dar educación a los
niños, las crearon desde muy antiguo en la Iglesia. Y gracias al espíritu renovador del
Concilio de Trento, los establecimientos educacionales aumentan en el siglo XVII.
Lamentablemente no es una situación extendida o generalizada, ya que los maestros que
estaban a cargo de las escuelas, se interesaban más en los alumnos que le podían reportar
algunas entradas pecuniarias, no deseando, por lo tanto, la presencia de pobres en sus aulas.13

En cuanto a las escuelas populares, se encontraban de tres estilos: las llamadas


escuelas menores, las escuelas de escritura y las escuelas de caridad. Las dos primeras
enseñaban a los niños sólo a escribir y los maestros aceptaban retribución de sus alumnos.

La familia en el siglo XVII Tomado de https://goo.gl/C5FVei 08-09-2018

Las de tercer tipo, que atendían a los indigentes, eran raras, ya que con frecuencia faltaban

12
Cf. BLAIN, Jean Baptiste - La Vie de Monsieur Jean - Baptiste de La Salle, Instituteur des Fréres des Ecoles chrétiennes, par Monsieur -
Rouen, 1733; Tomo I pp. 169, publicado en Cahiers Lasalliens N° 7.
13
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp. 41; BABEAU, Albert - La Ville sous l'ancien régime - París 1884; Tomo II pp. 284 ; Cf. SAUVAGE, Michel,
f.s.c - Catéchése et laicat - Ligel; París 1962; pp. 407-409
15
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recursos que aseguraran un sueldo al maestro. 14 En suma es posible deducir el grado de


marginación escolar al que estaban sometí dos los niños pobres. Por otra parte la metodología
usada también prese~ taba deficiencias, ya que consistía en instruir a los alumnos
individualmente, repitiéndole a cada niño la lección, quedando el resto de los educandos
libres de una ocupación que les formará educativamente, dedicándose en dicho tiempo al
juego de dinero, o simplemente iban y venían de la escuela, sin orden ni disciplina.15 Tal
situación se agrava cuando se adopta el sistema llamado de enseñanza mutua, en donde los
mismos alumnos instruían a otros alumnos de su nivel.16

Los programas de estudio daban un puesto preponderante al latín, desplazando a la


lengua vernácula. La preparación de los maestros [10] era poco seria, pues tenían unas pocas
nociones adquiridas en algún establecimiento del mismo nivel en el cual enseñaban o en una
casa hospitalaria.17

Esta visión sinóptica sobre la situación francesa, tanto en sus aspectos generales como
en relación con algunas realidades que afectan al aspecto educativo, resulta significativo para
explicar y valorar mejor el aporte que la visión y la sensibilidad de San Juan Bautista de La
Salle hará a la educación cristiana de su época, como una manera de mejorar la situación
descrita.

14
Cf. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit. pp. 9-14 ; BABEAU, Albert op. cit, pp. 284
15
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías - La vida del Sr. Juan Bautista De La Salle, sacerdote, doctor antiguo canónigo de la Catedral de Reims,
fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas - Ed. Stella; Bogotá 1977; pp. 17
16
Cf. PROCURE GEBNERAL F.S.C. - Compendio de la Historia del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas - versión castellana,
France 1937; pp. 11
17
Cf. Ibid., pp. 12
16
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[11] CAPITULO II
JUAN BAUTISTA DE LA SALLE: FUNDADOR DE ESCUELAS GRATUITAS Y
FORMADOR DE MAESTROS CRISTIANOS

A mediados del s. XVII, los intentos por fundar una congregación de maestros
cristianos en favor de la niñez desvalida, no habían tenido éxito. Un párroco de París, el padre
Bourdoise, decía estas célebres palabras: En cuanto a mí, de
buenas ganas iría de puerta en puerta pidiendo limosna para
asegurar la subsistencia de un verdadero maestro de
escuela… Me parece que si San Dionisia (el primer apóstol
de la región parisiense) y San Pablo volvieran a este mundo,
se dedicarían a la profesión de maestros de escuela con
preferencia a cualquier otra… Creo que un sacerdote que
El hotel de la Cloche, Reims. Casa en tuviese la ciencia de los Santos, se haría maestro de escuela
donde nació el Santo.
y así lograría hacerse canonizar.18 Incluso se pedía a Dios
con fervientes oraciones para que enviara los maestros que se necesitaban.19 Poco después
estos ruegos eran escuchados y el 30 de abril de 1651, nacía en Reims, San Juan Bautista de
La Salle.

Juan Bautista era el mayor de diez hermanos, tres de los cuales murieron
prematuramente. Su padre, Luis de La Salle, era consejero de la Audiencia de Reims, y su
madre, Nicolasa Moet de Brouillet, provenía de una noble familia. Ambos eran cristianos
muy devotos y educaron a sus hijos tan cristianamente que tres de ellos se ordenaron
sacerdotes y una hija profesó de religiosa.

Su abuela, Petra L’espagnol, se encargó de enseñarle sus primeras letras y a


garabatear sus primeras palabras. Era ella quién [12] le leía vidas de santos cuando, en las
fiestas familiares, el niño sentía cierto aburrimiento para escuchar las conversaciones de los
mayores. A los nueve años, el 10 de octubre de 1661, ingresa, ya bien provisto de
conocimientos básicos, al colegio universitario Bonorum Puerorum. Allí aprendió gramática,
letras, retórica, poética y filosofía. El 11 de marzo de 1662, a los 11 años, es admitido en la
clerecía, recibiendo la tonsura.

Nacido en noble cuna, no sufrió privaciones durante su niñez, situación que lo


marginó de los males que le rodeaban. Francia, su patria, era devastada por el hambre, la
guerra, la peste y la carestía.

18
Ibid., pp. 17
19
Cf. Ibid., pp. 18
17
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Gracias a sus excelentes virtudes, Juan Bautista fue nombrado canónigo de la catedral
de Reims cuando sólo contaba con quince años. En 1669 se gradúa de Maestro en Artes. Da
comienzo a sus estudios de teología en Reims, prosiguiéndolos luego en París, en el
Seminario de San Sulpicio. Allí, como seminarista, compenetrado en la oración y en las
virtudes eclesiásticas, comprende paulatinamente la realidad que le rodeaba: la pobreza
ignominiosa de muchos y el espíritu decadente de algunos dignatarios eclesiásticos como
también la inmensa renovación espiritual que comenzaba a forjarse en el interior de la Iglesia;
hombres como el noble Francisco de Sales y el plebeyo Vicente de Paul, mostraban con sus
vidas la importancia de la oración y el amor real hacia los pobres, como Cristo lo había hecho.
Y siendo el Seminario de San Sulpicio también un centro de renovación, Juan Bautista llevará
en él una vida, que le permitirá prepararse mejor para el papel que Dios le reservaba en la
Iglesia.20

[13] Dos grandes golpes recibiría el seminarista en París: la muerte de su madre en


1671 y la de su padre, a menos de un año, en 1672. Estos dos hechos le obligan a hacer
abandono del Seminario, para volver a Reims con el fin de cumplir sus deberes de
primogénito. Se hace cargo de la educación de sus hermanos menores, como de la
administración de los bienes familiares, efectuando ambas labores sin descuidar sus estudios
que le preparaban para el sacerdocio, los cuales continúa en la Universidad de Reims. Así
llega a ordenarse de sub-diácono en 1672, de diácono en 1676, licenciándose en Teología en
1677 y finalmente doctorándose en la misma disciplina en 1680.21

A la edad de 27 años, el Sábado Santo 9 de


abril de 1678, es ordenado sacerdote en la catedral
de Reims. Celebra su primera misa, en una capilla
de la Iglesia metropolitana, en presencia de
algunos f~ miliares y asistido por su gran amigo y
pariente, el padre Nicolás Roland, que por
entonces era uno de sus consejeros espirituales. El
padre Roland muere muy pronto, dejándole
encargada la escuela para niñas que él había Encuentro entre el Sr. Nyel y de La Salle. Imagen
fundado y la congregación que había instituido tomada del film “El Señor de La Salle” del año 1964 y
producido en España
para el mismo fin, llamada Hermanas del Niño
Jesús. Gracias a su celo logra en 1679 que a dicha institución se le otorguen las letras patentes
de parte del Rey Luis XIV. Es este el primer contacto conocido que tiene con la educación
de los niños. Poco después, al dejar la dirección de esta Congregación, se encuentra en Reims

20
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 10 ; PROCURE GENERAL DE LOS F.S.C. op. cit.; pp. 20; GALLEGO, Saturnino - San Juan Bautista
De La Salle - BAC; Madrid 1984; pp. 22-25
21
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 10-23 ; PROCURE FENERAL DE LOS F.S.C. op. cit.; pp. 20-21
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con un maestro muy activo, llamado Adrien Nyel, que venía llegando desde Roan con el fin
de repetir la experiencia que en esa ciudad había efectuado, la de abrir escuelas gratuitas para
niños pobres. Este maestro roanés solicita y obtiene que el Pbro. de La Salle le secunda en
su proyecto. Ambos logran abrir el 15 de abril de 1679 la primera escuela, acudiendo a ella
una gran cantidad de alumnos. Este buen comienzo [14] se ve empañado al poco tiempo,
pues los maestros carecen de una dirección acertada. El Sr. Nyel, llevado por un excesivo
espíritu multiplicador de sus obras, abandona con mucha facilidad a los maestros de Reims
para viajar a otros lugares en donde existe la posibilidad de crear otras escuelas. Esto obliga
a Juan Bautista a sustituirlo en la dirección de los maestros y para ello los junta primeramente
en una casa cercana a la suya, y en donde pretende instruirlos y ayudarles a adquirir una vida
más ordenada. El siguiente paso es sentarlos en su mesa, lo que hace el 24 de junio de 1680.
Esta es la fecha que el Instituto, en nuestra época, ha tornado corno el momento de su
fundación, ya que entre los biógrafos no existe acuerdo para señalar alguna circunstancia
especial que marque el comienzo de la Congregación Lasallista. Como es posible notar, de
La Salle ha comenzado un proceso que ni él mismo percibe en todas sus consecuencias.22 Al
año siguiente da un paso más, hospedándolos en su casa, pero a causa de las quejas que se
levantan en el seno de su familia, emigra junto a sus discípulos a una casa de la calle Neuve
(24 de junio de 1682).23

Ha comenzado la misión de Juan Bautista de La Salle corno formador de maestros,


labor que lo convertirá, con el paso de los años en maestro por excelencia. La respuesta de
su nuevo director espiritual, el religioso de la Orden de los Mínimos, el padre Barré, ante su
consulta de a quién confiar la formación de los maestros, se va encarnando en su vida. Barré
le había contestado que debe formarlos Ud. mismo. Es esta la misión que Dios le confía…
formé una familia con ellos y sea firme para descartar a los que no se adapten. Sus maestros
deben servir a Cristo presente en los pobres.24

[15] La obra está comenzada. Como el objetivo de este trabajo no es la vida del
Presbítero de La Salle, a continuación destaco sólo los grandes momentos de su peregrinar,
según aparecen consignados en la publicación del Hno. A. Morales, Desde la mañana a la
noche, poniendo énfasis en los datos más significativos del personaje, su obra y las
vicisitudes de su afianzamiento.25

22
Cf. GALLEGO, Saturnino, op. cit.; pp. 48; Sobre el punto de ser llevado De La Salle imperceptiblemente por Dios; Cf. BLAIN, Jean Baptiste,
op. cit.; Tomo I pp. 169; Hno. BERNARD f.s.c; - Conduite admirable de la divine Providence e la personne du Vénérable Serviteur de Dieu,
Jean Baptiste De La Salle. - En Cahiers Lasalliens 4. ; CAMPOS. Miguel f.s.c; - L' itineraire évangelique de Saint Jean Baptiste De La Salle et
le recours á 1' Escriture dans les Méditations pour le temps de la retraite- Cahiers Lasallines 45; Roma 1974; Tomo I pp. 87, 91,
117 ss.
23
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 23
24
MERLAUD, André - Juan Bautista De La Salle - Ed. Stella; Buenos Aires; pp. 33
25
MORALES, Alfredo f.s.c - Desde la mañana hasta la noche - Ed. Bruño; Multieráficas Ltda. Boeotá: DD. 154-156
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 1683 Renuncia a sus funciones de canónigo. Los maestros de quienes


se ocupa son pobres; rehúsa mantener una situación segura (para sí). 1684 A
lo largo del invierno riguroso, distribuye su fortuna entre los pobres. Es el
salto definitivo al mundo de los pobres.

 1686 Algunos Hermanos se consagran a Dios (junto a él) por el voto


de obediencia.

 1688 (De) La Salle deja Reims a fin de no limitar su acción a una sola
diócesis.

 1690 Muchos Hermanos desertan. Los recursos son exiguos. La


enseñanza es penosa. Mueren algunos maestros excelentes. Los maestros
calígrafos y los maestros de las escuelitas (26) manifiestan su oposición. El
desaliento reina en la naciente comunidad.

 1691 Con Nicolás Vuyart y Gabriel Drolin, de La Salle pronuncia el


voto heroico. De seguir trabajando juntos mientras estén vivos para establecer
el Instituto de los Hermanos.

 1694 Invierno desastroso. La Comunidad sufre el hambre. El Fun-


dador y doce Hermanos se consagran a la Santísima Trinidad prometiendo
obediencia al cuerpo de la Sociedad así como a los superiores. A este voto
fundamental añaden el voto específico de mantener juntos y por asociación
las escuelas gratuitas aunque para ello les fuera necesario pedir limosna y
vivir sólo de pan.

 1698 Jaime II, Rey de Inglaterra, refugiado en Francia, confía a (de)


La Salle cincuenta jóvenes irlandeses cuyos padres están en la miseria.
Madame de Maintenon interviene en favor de las escuelas lasallistas, que los
maestros calígrafos querían destruir a causa de la competencia.

 1701 (De) La Salle envía dos Hermanos a Roma para testimoniar su


misión al Papa.

 1704 Los maestros calígrafos de París exigen la clausura de las


escuelas lasallistas.

20
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

La justicia civil les da la razón. El director diocesano de educación condena


igualmente a los Hermanos. Motivo: se niegan a que se controle el estado de
pobreza de las familias que les envían las familias.

 1705 (De) La Salle presencia con dolor la oposición de su hermano


Luis, canónigo de Reims, al Papa por ideales jansenistas.

 1709 Invierno riguroso y gran hambre. El Seminario de maestros


para el campo - especie de escuela normal fundada por de La Salle en San
Dionisio – debe cerrar por falta de víveres. Mientras en Roma, Gabriel Drolin
obtiene la dirección de una escuela del Papa.

 1713 En París, el cardenal de Noailles, jansenista, descarga parte de


su rencor sobre de La Salle y sus Hermanos, indefectiblemente fieles al Papa.
De La Salle, creyéndose un obstáculo deja París. La Congregación
experimenta un desconcierto total. Los novicios se van. Entonces, los
principales Hermanos redactan una especie de requerimientos a su Fundador
y le recuerdan los términos de su voto de 1694. Es conveniente que gobierne
a la Congregación. De La Salle vuelve a París; desde entonces toda su
preocupación será la de preparar un sucesor elegido entre los Hermanos.

 1716 En Calais, el gobernador militar promete su ayuda para ampliar la [17]


escuela gratuita de los grumetes de la Marina.

 1717 En San Yon, cerca de Ruan, reunión del primer capítulo General de los
Hermanos. 26 El Hermano Bartolomé es elegido primer Superior de la
Congregación. Es un laico, no un sacerdote. En el mundo jerarquizado del
siglo XVII, la dignidad sacerdotal supone privilegios sociales: La Salle quiere
que Hermanos y alumnos estén al mismo nivel.

 1719 El 7 de abril, en San Yon, Juan Bautista de La Salle muere, a la


edad de 68 años. Sus últimas palabras: Adoro en todo la voluntad de Dios para
conmigo.

26
Los llamados "maestros calígrafos", eran una cofradía de maestros, que se dedicaban a la enseñanza de la escritura de niños pequeños.;
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp.25 ss
21
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

Esta afirmación parece señalar, que el fundador del Instituto de los Hermanos, insertó
la interpretación de su obra y de su vida en el contexto de la respuesta de Dios a los problemas
referentes a la educación de los niños pobres, que comprometían a la Iglesia y a la sociedad
francesa del siglo XVII. Sin embargo, no bastaba con iniciar un Instituto. Se requerían unos
cimientos más sólidos para sostener la obra: había que modelar una nueva escuela.

22
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

[18] CAPITULO III


LA ESCUELA LASALLISTA

Todas las transformaciones pedagógicas que el Señor de La Salle impulsa son fruto
de la importancia que él concede al niño, al cual constituye en el centro de interés de toda la
labor escolar. Sal ir conociendo los diversos matices que caracterizarán a la escuela lasallista,
será posible descubrir una pedagogía que se centra en la persona del educando, en la línea de
lo que hoy llamaríamos educación personalizada. Es, a mi parecer, lo novedoso que trae de
La Salle en su experiencia. La raíz de donde surgirá todo el trabajo educativo, lo constituye
el hacer de la escuela un lugar en donde se vive un real espíritu de comunidad27 En este
ambiente se podrá desarrollar la responsabilidad personal y el saber compartir en los niños.
Como de La Salle no es un teórico de la educación, sino un hombre que de la experiencia va
deduciendo los principios educativos, es necesario conocer la organización que le va dando
a la escuela para lograr vislumbrar los principios que le animan.

He afirmado más arriba, que la escuela lasallista incentiva la responsabilidad del


alumno y el saber compartir. Lo primero se logra cuando en las escuelas cumplen varias y
diferentes funciones que los maestros no pueden o no deben hacer por si mismo: presidentes
de oraciones, preparador de material, vigilantes, portero, encargados de llaves, encargado
de la limpieza, visitador de enfermos,… El encargado tiene una verdadera responsabilidad.
Su función [19] encomienda teniendo en cuenta las cualidades del alumno y las
consideraciones educativas que requiere cada alumno.28

El otro pilar por medio del cual se logra el espíritu de comunidad, lo constituye el
compartir fraternalmente lo que cada uno de los alumnos pueda tener. El crear el ambiente
necesario para lograr hacer surgir la solidaridad en los educandos, es responsabilidad del
maestro. El, sin obligarles, pondrá una cestilla en un lugar determinado de la clase en la
cual los niños podrán dejar el pan que les sobre cuando tengan disposición para ello, con el
fin de distribuirlo a quienes son pobres ...29 Este principio práctico, se encontraba normado
ya en una de las primeras ediciones de la "Guía de las Escuelas",(ver apéndice bibliográfico),
en donde se pedía que el profesor designara en cada clase un escolar encargado de recoger
las limosnas, es decir los trozos de pan que se darán para los pobres durante el desayuno y
la merienda.30

27
Cf. CAMPOS, Miguel-SAUVAGE. Miguel - Juan Bautista De La Salle – Anunciar el Evangelio a los Pobres - Ed. Bruño; Lima (Perú) 1977;
pp. 222; M. SAUVAGE; op. cit.; pp. 670
28
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité des ecoles chrétiennes divisé en trois parties - Manuscrito en la Biblioteca Nacional de Fran cia
(ms.fr. 11 759) de 300 pp.; fechado habitualmente en 1706; pp. 205. Tomado de Cahiers Lasalliens N° 24
29
LA SALLE, Juan Bautista de – Conduité des ecoles chrétiennes divisé en deux parties - Ed. Joseph-Charles Chastanier; Avignon 1720; Cap.
II. Tomado de Cahiers Lasalliens N° 24
30
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- de 1706; Cap. II
23
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

La escuela debe también aprovechar al máximo el tiempo que el alumno está en sus
aulas. La experiencia ha enseñado a de La Salle que la situación de las familias de los alumnos
no permite que puedan los niños dedicar un período más o menos extenso a frecuentar la
escuela. Por lo mismo es importante que la educación que se les entrega les permita
prepararse para el mundo laboral que pronto deberán asumir. La escuela lasallista logra unir
así el aspecto temporal al de la trascendencia espiritual, ya que se enseña gratuitamente y
sólo por la gloria de Dios, y donde los niños se hallan recogidos durante casi todo el día, y
aprenden a leer y a escribir, y sobre todo la doctrina cristiana. (De este modo)
acostumbrados a estar siempre ocupados, se hallarán muy bien [20] preparados para
cuando sus padres quieran dedicarlos al trabajo. 31 El compromiso de la escuela con la
realidad temporal no se circunscribe sólo a prepararles para el trabajo, sino que se extiende
hasta lograr formar un buen ciudadano. Se le exige al Hermano que enseñe todo lo necesario
en cuanto a los deberes ciudadanos, juntando en su labor el celo (por el) bien de la Iglesia
(con) el celo (por) el bien del estado... sin lo cual su trabajo sería poco útil.32

Los tres aspectos presentados conducen a los principios que van a inspirar la acción
educativa. Estos principios se plasmarán en diferentes criterios pedagógicos, llegando, en
ciertos casos, a constituirse en elementos característicos de los establecimientos
educacionales de los Hermanos. Sin afán de jerarquizarlos, los he formulado del modo que
sigue, a partir de los elementos encontrados en todos los autores investigados:

1. El educador lasallista debe tener un trato afable y amoroso con sus alumnos: El
Santo, afirma un biógrafo, instruía a los niños en los principios de la vida cristiana,
les hablaba con dulzura y les inspiraba la docilidad, la atención y' la modestia por
su afabilidad.33 Esta forma de trato que tiene .De La Salle para con los niños, se lo
pide asimismo a los maestros de escuelas. Al menos el educador debe:
2.
a) Conocer individualmente a cada alumno a él confiado. De no ser así, el
profesor no podrá "discernir como se ha portar respectos a ellos".34 El
lograr conocer implica para de La Salle otra actitud del maestro, sin la cual
la primera carecería de sentido: es el tratar personalmente a cada uno de
sus pupilos, pues con unos necesitará más bondad y con otros más
firmeza; con unos empleará [21] la paciencia, y a otros conviene que les
estimulen y animen. A algunos es preciso reprenderles y castigarlos para

31
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones de San Juan Bautista De La Salle - Procure Générale (versión castellana); Madrid 1930; Med.
194, pto. 1
32
Ibid., Med. 160, pto. 3
33
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 53
34
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 33, pto. 1
24
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

que se corrijan de sus defectos y quizá hayan otros sobre los cuales deban
vigilar para impedir que se perviertan o se pierdan.35

b) El segundo elemento es amar a cada uno de los niños, ya que debe


observarse gran ternura para con las almas que les están confiadas,
(evitando todo) cuanto pueda molestar o herir a sus ovejas.36 Los más
necesitados de sus alumnos, necesitan sentir de parte del maestro, su
especial afecto. Esto sin perder la perspectiva de la justicia con todos. Juan
Bautista les escribe que amarán tiernamente a todos sus alumnos.
Manifestarán a todos los alumnos igual afecto, y más aún a los pobres que
a los ricos, 37 poniendo atención especial a los menos dotados, los
mediocres. 38 Este aspecto del amor tiene una tercera característica: el
amar con firmeza de padre y ternura de madre, En el educador cristiano se
deben presentar ambos aspectos pues si usan con ellos firmeza de padre
para sacarlos y alejarlos del desorden, deben sentir por ellos ternura de
madre para acogerlos y procurarles todo el bien que esté en sus manos.39

2.- En la escuela lasallista debe reinar el orden en todas sus actividades: El orden que se
logra en la escuela tiene su génesis en un horario riguroso que respetan maestros y alumnos.40
Con esto se vive una calma que proviene del silencio habitual que mantienen los docentes41
y en donde el alumno habla cuando le concierne hacerlo. Las clases pretenden solamente la
enseñanza de la lectura y la escritura, no buscando el complicar la educación con
explicaciones etéreas ni enseñar nociones que no fuesen prácticas para la vida futura del
alumno.

[22] 3,- La repetición frecuente, asociada a la progresión, es un tercer criterio, esta


produce un efecto de reciclaje de materia para todo el grupo de alumnos. El método que
experimentan pide que se interrogue primeramente a los más avanzados, para posteriormente
hacerlo con los alumnos que son de un nivel levemente inferior, quedando al final los niños
que tienen tendencia a olvidar o los más distraídos. De esta manera ayudan a estos últimos a
conocer y memorizar lo que les cuesta. El ciclo se repite, encontrando a los más adelantados

35
Ibid.
36
Ibid., Med. 33 pto. 2
37
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles communes des Fréres des Ecoles chrétienne - Manuscrito de 1718 de 114 pág. Tomado de Cahiers
Lasalliens N° 25
38
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- de 1720; pp. 118
39
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Meditación 101, pto.
40
Cf. PAUL, Frere - Las cartas de San Juan Bautista De La Salle - (edición Crítica); Colección Sinite; Madrid 1962; carta 98, pto. 6
41
Cf. Ibid., carta 87, pto. 3; carta 35, pto. 13 "Regles..."; Cap. IX
25
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

preparándose para contestar la nueva serie de preguntas, lo que con vierte la clase en un
momento muy activo.42

Es destacable el respeto por el ritmo de maduración de cada alumno que se pide que
tengan los maestros. La "Guía de las Escuelas Cristianas" de 1706, dice que es muy
importante y de graves consecuencias el no poner a ningún alumno en un curso para el cual
no está todavía preparado, puesto que se le pondrá en una situación de no .poder-se superar;
con el peligro de dejarlo en la ignorancia. Por eso no debe contar la edad, estatura, ni el
tiempo que lleva un alumno en la misma lección a la hora de señalar el curso para el alumno,
sino solamente su capacidad.43

4.- La Uniformidad y constancia del método que tienen los educadores: Se logra así
organizar la escuela hasta en sus más mínimos detalles, preocupándose de la marcha de la
enseñanza en forma minuciosa, como lo atestigua toda la "Guía de las Escuelas Cristianas",
texto redactado a partir de las experiencias pedagógicas renovado constantemente. Como el
niño es el centro de la escuela se procura protegerlos de una posible desadaptación ante un
nuevo procedimiento que ocupe un maestro. Esta uniformidad que da la "Guía" no pretende
encasillar [23] todo el sistema educativo sin posibilidades de perfeccionarse. Se evita dicho
peligro revisando periódicamente el método, pues como se encuentra formado a partir de las
experiencias pedagógicas, tenidas como positivas por la "comunidad de maestros", se permite
a los Hermanos más experimentados que, con mucha prudencia y reflexión junto a su
comunidad, hagan experiencias innovadoras, para corregir o añadir nuevos aspectos a las
mismas.44

5.- Los programas de estudio buscan responder a las necesidades que tienen los hijos del
pueblo. No entregan en ellos materias que no les serán útiles en el día de mañana, sino
pretenden que lo aprendido les sirva en la vida. Es ésta una razón para acentuar las técnicas
básicas, como es la lectura y escritura de su lengua vernácula (en este caso francés), cálculo
y ortografía. Se destierra la enseñanza del latín como asignatura primera y obligatoria, ya que
el latín es prácticamente inútil a las profesiones manuales y comerciales… Al contrario, la
lectura en francés ocupa el primer lugar (pues si el alumno…) sabe al menos leer bien
cuando deja la escuela… puede instruirse por sí mismo en la doctrina cristiana…45

Es esta la forma en que se hace práctica la escuela para la vida. Si enseña lectura, se
lee en francés, impresos y manuscritos. Si enseña a calcular, usa fichas y monedas. En una

42
Cf. J. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - de 1706; passim.
43
Ibid., pp. 274
44
Ibid., en el Prólogo dice: Nada se ha puesto que no haya sido antes analizado y bien probado; que no se hayan sopesado debidamente
las ventajas e inconvenientes; y que no se hayan previsto, en la medida de lo posible, las buenas o malas consecuencias...
45
POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pp. 78 Cf. BLAIN, Jean Baptieste op. cit.; Tomo I; pp. 375-376
26
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

clase de escritura, da a copiar cosas que necesitarán los niños, tales como compromisos,
recibos, arrendamientos de obreros, contratos de notario, etc.46 Por otra parte se simplifican
las reglas complicadas que mantienen los maestros calígrafos.47 Como se observará se trata
por todos los medios que el niño del pueblo tenga acceso más fácil a la escritura y lectura, ya
que teniendo en cuenta la realidad concreta [24] que vivirá el niño, hay que prepararlo a ser
un buen aprendiz en cualquier cofradía. Es una educación en la vida práctica (se llega a
enseñar elementos de navegación en Calais) de manera que, sin pretenderlo, Juan Bautista se
constituye en pionero de la enseñanza profesional.

Maestro de escuela del siglo XVI

El preparar a los alumnos para la vida no se reduce en los programas de estudio a sólo
considerar el trabajo que ejercerán en el fu turo. La formación social es también considerada
dentro de ellos. Con este fin, de La Salle escribe las "Reglas de Urbanidad y de cortesía
cristiana".48 Al niño pobre se le prepara para que se comporte correctamente en un medio
civilizado, estudiando las formas de buena educación en uso, coma las normas de aseo y
limpieza. Lo estudiado se refuerza por la vigilancia y revisión constante que los maestros
efectúan a la presentación de los niños.

Finalmente, los programas contemplan la formación del alum no en el campo


religioso. La vocación del Hermano educador adquiere aquí su pleno sentido, ya que su fin
se encuentra en el lograr que los niños que (le) están confiados, consigan la salvación
eterna… (y) que aquellos que les enseñan a salvarse lo hagan de modo tan sencillo, que

46
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité…; Introducción del Frere Anselme a la edición de 1951 (París).
47
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- passim.
48
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles de la bienséance et de la civilité chrétiennes - Cahiers Lasalliens N° 19
27
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

todas las palabras que les digan sean clarísimas y fáciles de comprender... a fin de que
puedan contribuir… (a) la salvación de aquellos que les han sido confiados.49

Como cabía esperar, la formación religiosa del niño aparece como una de las
preocupaciones centrales de la escuela diseñada por de La Salle. La indagación en sus escritos
permite destacar los siguientes [25] cuatro medios que él mismo señala para lograr este
objetivo de indo le espiritual:

a) La oración frecuente, que habitualmente se efectúa al iniciar el día de labor, como


al comenzar cada hora de clase. El maestro y el alum no viven de una manera especial,
la riqueza de ser hijos que se dirigen a su Padre Dios, haciendo así patente el carácter
de la iglesia que ora fraternalmente. Lo que vendrá a ser el meollo del carisma
lasallista, el ESPIRITU DE FE, 50por medio del cual el maestro y el alumno mira a
los acontecimientos como puestos por el mismo Dios para el propio crecimiento
espiritual, se plasma en la sala de clases en lo que se vino a llamar el "recuerdo de la
presencia de Dios". En la "Guía" de 1706, escribe:

Los que leen en la segunda tablilla aprenderán y repetirán los actos de presencia de
Dios, invocación al Espíritu Santo, adoración y agradecimiento… 51 repetirán la
oración de esta manera: un alumno dice una frase, y el otro la siguiente. El primero
dirá, por ejemplo: "Acordémonos que estamos en la presencia de Dios"…52 Cada
hora se harán algunas cortas oraciones que servirán al maestro para renovar su
atención sobre él mismo y a la presencia de Dios; y a los escolares, para habituarlos
a pensar en Dios cada cierto tiempo durante el día.53

b) La reflexión al iniciar las clases, práctica hoy tan difundida en nuestro medio
escolar, es también un aporte lasallista. En ella el profesor invita cada día a sus
alumnos a meditar sobre sí mismos, ya sea proponiéndoles valores, recordándoles de
manera sugestiva sus deberes, estimulándoles en fin al crecimiento humano y
espiritual. Dura el [26] tiempo de un "miserere", unos cinco minutos 54
desarrollándose en una amplia gama de posibilidades: morales, analizando la
actualidad, sobre las actitudes que van conformando el carácter, las máximas del
evangelio, etc.

49
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 193, pto. 3
50
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles communes… - Cap. 2
51
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- ed. de 1706; Cap. 2, art. 2
52
Ibid.
53
Ibid., Cap. 7, art. 1
54
Ibid., art. 2
28
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

c) Las máximas del evangelio, pequeñas frases dichas por Jesús es otro medio que
busca "procurar a los niños el espíritu del cristianismo… (Se pretende dar) a conocer
las máximas de la vida práctica contenidas en el Santo Evangelio".55 El fin que busca
es ayudar al niño a introducirse en el "misterio cristiano" ya que ellas nos conducen
a Dios, nos dan a saborear a Dios, nos ayudan a juzgar las cosas con los criterios
de Dios y también a conservar en nosotros el gusto de Dios.56

d) Finalmente encontramos la enseñanza del catecismo, y la práctica de la vida


sacramental. Los Hermanos deben explicarles todos los días el catecismo,
enseñándoles los artículos fundamentales de nuestra fe… (que) pongan atención
especialísima en que se acerquen a los sacramentos, que los preparen a recibir
debidamente la Confirmación… velar porque se confiesen a menudo, después de
haberles enseñado la manera de hacerlo bien y en fin disponerlos a recibir
santamente la Primera Comunión y a comulgar luego con frecuencia…. No basta
instruir sobre los misterios y verdades de nuestra Santa Religión, si no pusieran
particular empeño en hacérselas practicar, y de igual modo todas las buenas obras
de que son capaces a sus años.57

Es interesante descubrir que en la mente del Fundador de los Hermanos está él concepto
de una escuela que brinda al educando una formación religiosa integral. Es por ello que la
experiencia religiosa [27] se entrega en una triple dimensión: se sitúa en el campo del
conocimiento, la celebra en la liturgia y se proyecta a la vida, en forma simultánea. No se
descuida el aspecto de progresión que debe tener toda buena catequista, ya que se debe exigir
a los alumnos sólo "las buenas obras que son capaces a sus años".

6.- La manera de ejercer la disciplina es otra característica que aparece en la pedagogía


lasallista. Para de La Salle, toda corrección nace del interés que tiene el maestro por la
salvación de las almas de los niños.58 La corrección es el medio efectivo a través del cual se
les infundirá (a los niños) cordura… (y evitará que) se conviertan en hábitos (las faltas), de
las que después les costará mucho corregirse, pues los hábitos… vienen (con el tiempo) a
ser como una segunda naturaleza.59 Como el corregir es para el bien de los niños, el maestro
que la efectúa debe hacerla dejando de lado toda aversión, todo resentimiento personal, o
arrebato de cólera, o si no se pueda llegar a injuriar al alumno.60 Para evitar estos males,
elabora de La Salle algunas condiciones que deben acompañar a la corrección,

55
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 197, pto. 2
56
LA SALLE, Juan Bautista de - Explication de la Méthode d'oraison - Cahiers Lasalliens N° 14 (Versión española: - Explicación del Método
de oración mental - Madrid 1950); pp. 115
57
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 200, ptos. 1-2-3
58
Cf. Ibid., Med. 203, pto. 1
59
Ibid., Med. 203, pto. 2
60
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición de 1706; pps. 141, 145, 153, 157
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especificándolas tanto para el que la da como para quien la recibe. Por parte de quién la da,
ha de ser: pura, caritativa, justa, conveniente, moderada, sosegada y prudente.61 Si es tas
condiciones están presente, tendremos la mitad del camino recorrido para que se efectúe una
corrección bien hecha.62 Complementa esta primera parte, y la completa, la actitud de quien
la recibe. El alumno la debe aceptar en forma voluntaria, respetuosa y silenciosa.63 Si no se
encuentra en él estas disposiciones, la corrección no se debe efectuar, siendo mejor esperar y
'disponer (al joven a ello. 64 Finalmente indica que es mejor utilizar penitencia [28]
"medicinales" que castigos simplemente aflictivos, 65 y con el afán por individualizar la
relación educativa, de La Salle aconseja actitudes diversas, según se trate de jóvenes
viciosos o ligeros, insolentes o tímidos, menores de edad o recién llegados a la escuela.66

La inspiración en el amor que tiene la corrección se encuentra manifestado en el


maestro con el interés y cariño al corregirlos (a los niños) los cuales lejos de irritarse contra
vosotros, no conservan ni manifiestan sino gratitud por el bien que les habréis hecho.67 El
Hermano debe tener presente en su vida a Dios para efectuarla. De esta manera se logra
conciliar en el acto correctivo la dulzura y la firmeza necesaria que logrará la "conversión"
del alumno.

7.- Conocer al alumno y su entorno, es el último criterio educativo que vislumbró. El


maestro debe conocer la familia del alumno que estará a su cargo, 68 como también el
ambiente y las circunstancias que rodean al mismo. No sólo los aspectos más cercanos
interesan, sino que a la filiación del alumno y datos complementarios, se le añade su historial
escolar, su historial psicopedagógico, su historial religioso, su historial moral, el aspecto
médico y su vida profesional. Son los primeros esbozos de lo que con el tiempo vendrá a ser
la ficha escolar.69

61
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de – Colección de varios trataditos - Procure Genérale; Barcelona 1914 (versión original: - Recuil de différents
petite traite... – en Cahiers Lasalliens n° 15; pp. 22)
62
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 204, ptos. 1 y 3
63
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección de... - pp. 22
64
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 204, pto. 1
65
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición de 1706; pp. 153, 174, 179
66
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel p. 223; Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - ed, de 1706; pp. 160-167
67
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 204, pto. 3
68
DE LA SALLE dice en - Conduité...- edición de 1706: Cuando el Hermano Director inscriba a un alumno, se informará de:
- la persona que lo presenta.
- del nombre y del apellido.
- del nombre de su padre y de su madre o de la persona que lo tiene a su cargo.
- Si está confirmado y si ha hecho la Primera Comunión.
- Si ha estado en otra escuela, en cual, y porque motivo la ha dejado.
- Si es un muchacho mayor, que quieren los padres que sea su hijo, si quieren que aprenda un oficio, y en cuanto tiempo.
- La capacidad que tiene para leer y escribir.
- Cuáles son las buenas o malas costumbres que tiene y las cualidades que tiene.
- Si tiene alguna dificultad o enfermedad corporal"; pp. 132-134
69
Al respecto véase: C. ALCALDE, Carlos f.s.c; - El maestro en la pedagogía de San Juan Bautista De La Salle - Colección SINITE; Madrid
1961; pp. 368-398
30
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Se enriquece esta visión del alumno por medio de verdaderas fichas de seguimiento
que tiene el alumno,70 por medio de la cual el religioso educador a cargo de ese joven podrá
discernir si está maduro para ser cambiado de lección.71

[29] Los registros que en total se deben llevar son seis:72


 Registro de admisión
 Registro de cambios de lección
 Registros de las órdenes de lección
 Registro de las cualidades buenas y malas de los escolares
 Registro de los primeros de banco
 Registro de los visitadores de ausentes

Todo busca que el maestro conozca al niño en su realidad viva y existencial y por ende,
mejor educarlo, a lo que contribuye el orden de las escuelas.

Historiadores de la pedagogía73 reconocen en de La Salle al hombre que impulsó, junto


a su Instituto, del método simultáneo de la enseñanza, que no significa el descuidar la
indispensable individualización de la misma, Un germen de lo que hoy conocemos como
"enseñanza personalizada", se encuentra también presente en cierta manera en la pedagogía
lasallista. Los programas, escalonados en asignaturas, permiten que un alumno avance más
rápidamente en una materia, en la cual tiene mayor facilidad, que en otra en donde encuentra
mayor dificultad. Este avanzar en una asignatura más que en otra, se puede efectuar cada
mes, sin esperar el fin del año escolar. Sin embargo, la prudencia aconseja dejar al alumno,
al menos por un período de tiempo, en la práctica de los conocimientos adquiridos.74 Existen
razones de índole psicológico que afirman esta postura, pues lo fácilmente adquirido, con
facilidad también se olvida. A los más niños, y que tienen generalmente mayor capacidad
para el aprendizaje, se les motiva para profundizar más en una [30] misma etapa, logrando
de esta manera, retardar su ingreso al mundo laboral, que debido a su inmadurez, podría serles

70
A modo de ejemplo sirve este catálogo de un escolar de 4a. cía se, del año 1706, conteniendo sus buenas y malas acciones (tomado
de Y. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pág. 70):
Lambert Dulong, de 12 años y medio, viene a la escuela desde hace 4 años. Está en 4o orden de escritura desde 6 meses, en 5o orden de
registros, y en 4o de aritmética desde el 4 de mayo último.
Es de conducta ligera y disipada; pero aprende y retiene fácilmente.
Tiene poca piedad en la Iglesia y las oraciones; frecuenta poco los sacramentos. Su vicio particular es el orgullo, y se disgusta mucho
cuando se le humilla. Algunas veces le es útil la corrección.
Ordinariamente es asiduo, se aplica mucho al catecismo, la escritura y la aritmética. En el tiempo fijado siempre ha sido cambiado de
lección. Es dócil si encuentra a su maestro; si no, es desobediente. Los padres no se disgustan porque se le corrija. Ha sido recitadro de
oraciones y primero de banca (+); desempeña bien estos empleos.
(+) El 1° de banca tiene a cargo controlar el catálogo de asistencia a la escuela: alumnos atrasados, ausentes con permiso o sin él...
71
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- edición de 1706; Cap. IV, art. 3
72
Ibid., pp. 132
73
Véase: COMPAYRE, Gabriel - Histoire de la pédagogie - Paris 1901, pp. 214-231 ; PIERRE, F - L'Eglise et 1'enseignement des disciplines
profanes - Ed. Du Cerec, 2; Lyon 1958; pp. 68-69 ; BUISSON Ferdinand, - Dictionnaire de pédagogie et d'instruction primaire - Ed.
Nachette; París 1887; Tomo I. la. parte; pp. 1109-1115
74
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - ed. de 1706; Cap. IV; art. 3o
31
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

nocivo. En cambio, a los muchachos mayores, que lógicamente sus padres llevarán pronto al
mundo del trabajo, se les exige tan sólo que cumplan con el dominio mínimo necesario para
seguir avanzando de clase.75

La formación y afianzamiento de su modelo de escuela le exige a de La Salle el elaborar


ciertas obras educativas. Ven la luz a partir de su pluma: "Ejercicios de piedad que se hacen
durante el día en las escuelas Cristianas" (compuesto hacia 1702); “Las reglas de urbanidad
y de cortesía cristiana" (hacia 1703); "Instrucciones y oraciones para la Santa Misa, la
confesión y la comunión" (hacia 1702); "Los deberes de un cristiano" (hacia 1703) y la "Guía
de las Escuelas Cristianas" (hacia 1706), más otras obras de espiritualidad dedicadas a los
maestros religiosos.

Es de destacar algunas actitudes que tiene de La Salle ante la escuela y los que las dirigen:
·Es notorio su preocupación por que la escuela "vaya bien",76 manifestando su complacencia
cuando así acontece. Consulta constantemente sobre el número de alumnos que atienden los
Hermanos, contentándose cuando dicho número es importante. Se preocupa de la marcha de
la escuela, poniendo en alerta a los directores ante los procedimientos desacertados que
puedan perjudicar el normal desarrollo del establecimiento. 77 Analiza las causas que
producen el ausentismo escolar, procurando buscar medios para remediar ese mal.78 Y anima
a trabajar constantemente a los Hermanos por "el progreso de los escolares", evitando
cualquier pérdida de tiempo, y teniendo con ellos paciencia, seriedad y vigilancia.79

[31] Ante la magnitud de este proyecto de escuela diseñado por de La Salle cabe
preguntarse por sus fuentes de inspiración. Por una parte la situación existente, ya descrita y,
por otra, el valor interpelador del Evangelio, son sin duda sus pilares fundamentales. Pero
¿no habrá además de ellos otros modelos educativos de alguna vigencia en el siglo XVII que
puedan haber influido en el proyecto lasallista? ¿Qué teóricos de la educación estaban
vigentes en esa época?

Convencido de que nadie es un innovador absoluto, indagué en la Historia de la


Pedagogía y me parece necesario presentar brevemente algunos pedagogos que iluminaron
la situación educativa de la época con sus teorías, y que de alguna manera pudieron haber
influido en la visión de La Salle. No pretendo hacer un análisis in extenso sobre el asunto,
dejando este punto a otros estudiosos de la situación.

75
Ibid., passim.
76
Cf. PAUL, Frere op. cit.; cartas 75, pto. 8; 58, pto. 20
77
Cf. Ibid., cartas 56 pto. 8; 99, pto. 4
78
(Cf. LA SALLE, Juan Bautista de -Conduité... - ed. de 1706; pp. 183-191
79
Cf. PAUL, Frere op. cit.; cartas 11 pto. 14; 57 pto. 10; 55 pto. 16; 34 ptos. 7 y 8
32
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

En el plano teórico, la necesidad de la enseñanza popular se encuentra generalmente


aceptada. Es una idea admitida en los comienzos del s. XVII. 80 Ayudan a crear esta
mentalidad, fuera de algunas congregaciones religiosas, como las iniciativas de la Compañía
del Santísimo Sacramento, el grupo de oración establecido por Adrien Bourdoise, y otros;81
dos discípulos de Bacón, Ratke y Komensk. Ellos, a igual que filólogos y grandes escritores
humanistas del siglo XVI, impulsan conceptos más bien antropocéntricos, tomando al
hombre como centro de perspectiva sobre la existencia, dejando paulatinamente atrás el
teocentrismo que domina toda la Edad Media.82

Este proceso, que busca formar al hombre por sí mismo, llevará a abrirse paso a un
realismo objetivo ante la educación, como a la [32] aceptación de las ciencias positivas de la
naturaleza en este campo.83

Ratke (Ratichius, 1571-1653), plantea el método natural, que apunta a cambiar los
procedimientos de la educación, más que los programas educativos. En su plan solo da cabida
a la enseñanza de las lenguas y a las matemáticas. Para el estudio de las lenguas, se opone a
la enseñanza de las lenguas antiguas antes que la lengua materna. Por lo mismo, propone con
su método natural que primeramente se enseñe la lengua vernácula, posteriormente hebreo,
del hebreo al griego y del griego al latín. El método que aconseja usar consiste en no enseñar
más que una cosa a la vez, repitiéndola a menudo; ocupando cada día para un solo y mismo
asunto, sin ocupar la memoria y dando frecuentes recreos entre las lecciones. Finalmente,
insiste en la uniformidad en todas las cosas, aplicando el mismo método en todas las
disciplinas, como también en los libros dedicados a la enseñanza de la lengua, arte o ciencia
(a modo de ejemplo, los libros dedicados a la enseñanza de diferentes lenguas, deben estar
hechos siguiendo el mismo plan).84

De esta manera, el niño no perderá tiempo, ya que el espíritu humano está hecho de
tal manera - declara Ratke - que debe captar con placer todo lo que debe retener.85 La
presión para aprender queda relegada solo a lo que hace referencia a la disciplina de las
costumbres y a la formación de la virtud, pero sin llegar a ejercer la violencia.86

Juan Amos Komensk (Comedio, 1592-1671), considerado el primer gran pedagogo


de los tiempos modernos, es, sin lugar a dudas, un [33] hombre que influirá en el pensamiento

80
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp. 18
81
Ibid., pp. 18-24
82
Cf. HUBERT, René - Historia de la pedagogía - Ed. Kapelusz; Buenos Aires 1957 (2da. Edición); pp. 211
83
Ibid., pp. 212
84
Cf. Ibid., pp. 212-213; HERMENT, Jules - Manuel d'histoire de la pédagogie - La procure Générale; Bruxelles 1930; pp. 193-194
85
HUBERT, René op.cit.; pp. 213
86
Cf. Ibid., pp. 213; HERMENT, Jules op. cit.; pp. 194
33
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

de su época, y por ende en de La Salle.87 Su principio fundamental pedagógico es que el


hombre debe formarse en atención a la vida espiritual, sin olvidar la vida temporal y civil.88

La educación debe procurar formar al hombre en la totalidad de su ser, de manera


que esté a la altura de las funciones que le incumben en esta vida y preparado para la vida
eterna (Didáctica Magna XVIII, II). 89 Es, sin lugar a duda, una educación que se basa
primeramente en la naturaleza del niño y a su posterior desarrollo, orientada a su vez, hacia
el conocimiento de las cosas con miras a su utilización.90

Por otra parte, la teoría de Comenio une lo moral a la disciplina de la escuela,


subordinando la cultura del espíritu a la formación moral. 91 El alumno debe aprender a
dominarse, a dirigir su voluntad, a amar el bien por ser solo bien. Plantea que la enseñanza
religiosa es la cumbre de toda la educación, y que parte por la piedad que se debe enseñar a.
los niños, expresada por medio de la reflexión o meditación, la plegaria y el examen interior.92

En cuanto a las asignaturas, no está del todo claro la preponderancia que dé a las
ciencias y la cultura científica por sobre los estudios clásicos, o mis bien si quiere lograr unir
armónicamente lo clásico con lo moderno, la cultura literaria a la formación científica. Al
menos los autores consultados no se encuentran plenamente de acuerdo en este punto,93 pero
sí son enfáticos en afirmar la preponderancia que otorga a la escuela popular generalizada,
ya que todos los [34] hombres son llamados a un mismo destino: la sabiduría, la moralidad,
la santidad (Didáctica Magna cap. XIII).94 Esta escuela popular dictará sus clases en lengua
vernácula, ejerciendo la enseñanza un solo maestro, el cual procurará de no diversificar sus
métodos y de cambiar el espíritu. En los programas, indica que se tendrá que enseñar la
lectura de manuscritos y de impresos, la escritura, la ortografía, el cálculo, la medición, el
canto de las melodías usuales, el conocimiento de salmos de memoria, como de cantos
religiosos, el estudio de pasajes recomendables de las Sagradas Escrituras y de hechos
notables de la cosmografía y de la geografía".95

En suma, hay coincidencias de inquietudes, de metodología y básicamente de


filosofía educacional cristiana. Sin embargo, este hecho, lejos de opacar el mérito de La Salle,

87
Cf. RIGAULT, George; op. cit.; pp. 24-26
88
Cf. HUBERT, René op. cit.; pp. 214
89
Ibid., pp. 214
90
Ibid., pp. 215; Cf. HERMENT, Jules op. cit.; pp. 195
91
Cf. HUBERT René op. cit.; pp. 216
92
Cf. Ibid.; HERMENT, Jules op. cit.; pp. 197
93
Cf. HUBERT, René op. cit.; pp. 216 y HERMENT, Jules op. cit.; pp. 196
94
HERMENT, Jules op. cit.; pp. 195
95
Ibid., pp. 199
34
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

muestra su permeabilidad al discurso educativo intelectual de la época y permite admirar el


empeño que puso en la realización de un modelo que vemos proyectarse aún hoy día.

El rápido desarrollo que tuvieron las escuelas lasallistas se debió el éxito de sus
aciertos pedagógicos;96 sin embargo, ello aún no era suficiente para afianzar la obra de La
Salle. El Fundador tendrá su principal preocupación en preparar y formar a un estilo de
maestro con un espíritu nuevo, el único capaz de llevar a la práctica todo lo anterior. Su
esfuerzo en tal sentido merece un capítulo aparte.

96
Cf. MAILLEFER, Francisco Elias op. cit.; pp. 11, 218; BLAIN; op. cit.; Tomo I pp. 296-299; Tomo II pp. 15 y 51
35
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

[35] CAPITULO IV
UN MAESTRO DE NUEVO CUÑO

Tal como presenta la escuela de La Salle, exige de un tipo de maestro hasta ese
momento desconocido. Un pedagogo de estilo nuevo, aparece como la condición de "ser" de
este proyecto. Antes de entrar a analizar algunos aspectos que debe presentar este hombre,
dedicado a la educación de los pobres y artesanos, sería necesario conocer el concepto social
que se manejaba en esos años sobre el maestro. Esto ayudará a entender mejor las
consideraciones que hace de La Salle sobre el mismo.

En la época del Fundador de los Hermanos, el ocuparse del oficio de maestro era
sinónimo de un hombre ordinario, falto de preparación intelectual, moral y profesional.97

El desconocido autor de la "Escuela parroquial" 98 nos hace llegar sus quejas. La


función de maestro elemental es una función desprestigiada y despreciada; sin brillo y que
no produce satisfacciones, ni cuenta con atractivos 99 y tan sólo produce disgustos sin
consuelos.100 Por lo tanto concluye un hombre de bien, un buen eclesiástico no se dignan a
rebajar (se) a dirigir las escuelas elementales.101 Otro texto, del siglo XVIII, guardado en la
biblioteca de Lyon, afirma con un dejo de amargura y desprecio: nada más repugnante ni
que exija tanta constancia y paciencia como la profesión de maestro de las escuelas
elementales; el cual de continuo ha de estar en contacto con la hez de la población.102

[36] Bastaría con analizar la reacción de la familia de La Salle para percibir lo mismo.
Sus biógrafos relatan cómo al llevar a comer a los maestros a su casa, se encuentra con el
rechazo de sus hermanos carnales, pues a ellos, que vivían con él, tal género de vida les era
molesto.103 Lo que es en un primer instante rechazo, con el devenir de los acontecimientos
se convierte en escándalo al momento de ir a vivir los maestros en la casa de La Salle,
constituyéndose tal hecho en una deshonra a su familia y a su posición sacerdotal (al
encargarse) de unos sujetos de baja condición y sin ninguna cultura.104

Las categorías que la sociedad de la época establece, ubica en lo más alto, lo más
digno socialmente hablando, al presbiterado, y en el lado opuesto, lo más bajo, el magisterio

97
Usó los términos de maestro, educador, pedagogo, profesor, entendiéndolos por el maestro de escuela elemental popular.
98
Cf. M.I.D.B. - Instrucción méthodique pour l'Ecole Paroissiale - Paris 1685; pp. 28 (este texto es atribuido a Jacques de Batencour
sacerdote francés que vivió en el siglo XVII quien se preocupó de la enseñanza y pedagogía. Esta obra tuvo como destino a las escuelas
gratuitas (escuelass parroquiales) que estaba ubicada para niños pobres de Saint-Nicolas-du-Chardonne, París.
99
Ibid., Prefacio. *
100
Ibid., pp. 27
101
Ibid., pp. 28-29
102
Citado por COMPAYRE, Gabriel - Carlos Demia y los orígenes de la enseñanza primaria - Ed. De la Lectura; Madrid 1928; pp. 61-62
103
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 24
104
Ibid. pp. 26
36
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

elemental. Esta realidad social ya había golpeado a otros. En 1597, San Pedro Fourier se
había propuesto formar como maestros a un grupo de jóvenes seminaristas. En sólo tres
meses el proyecto aborta por deserción de los jóvenes seminaristas. Otro intento es el
emprendido por César de Bus, que junto a su "Congregación de la Doctrina Cristiana"
pretende educar a la clase humilde de Cavaillón y las zonas limítrofes a ésta; a finales del
siglo XVI logran abrir las escuelas que prontamente diluyen su objetivo. Sus maestros,
sacerdotes y latinistas, pronto se inclinan hacia la enseñanza secundaria, emulando así a
jesuitas y Oratorianos.105

Ante este cúmulo de antecedentes negativos sobre tal profesión es


fácil comprender que de La Salle dedique sus esfuerzos, en forma prioritaria
a la formación de un maestro de nuevo cuño. La fuerza para emprender una
obra pedagógica, de esta envergadura, y teniendo en contra [37] a la
sociedad, se encontrará en el hombre capaz de descubrir su misión como una
vocación eclesial. Es el mismo Dios (que) en su Providencia ha establecido
las escuelas cristianas.106 Por lo mismo, poco a poco se va perfilando la
llave maestra de solución del problema: ser educador y religioso a la vez.
Dos aspectos que en la mente de La Salle son inseparables. Y dicha labor de
alguna manera es la de to dos los maestros cristianos: unir la vocación
religiosa con la del magisterio a nivel elemental. Estas ideas encuentran su expresión en las
"Meditaciones para el tiempo de retiro", que encierra la doctrina pedagógica-cristiana
fundamental de La Salle. El la dedica a todas las personas que se consagran a la educación
de la juventud en primera instancia, y en forma especial a los Hermanos de las Escuelas
Cristianas. Lo que allí expone conviene, en líneas generales, a todas las personas que se
consagran a la educación cristiana de la juventud, a todo maestro que desempeña su misión
con espíritu cristiano, aunque no ostente la condición de religioso o sacerdote. Con esta
"solución", De La Salle logra crear en el maestro, al margen de las concepciones sociales, la
conciencia clara de la trascendencia de su misión, considerada a la luz de los fines de la
misma. El oficio de maestro pasa a ser una de las funciones más importantes y necesarias en
la iglesia,107 con lo que logra asignar un rango compatible con la condición de religioso. En
este contexto se ha de entender las características del maestro que a continuación desarrollaré.

l.- La misión de un educador es respuesta a una vocación sobrenatural:

105
Cf. ALCALDE, Carlos, f.s.c; op, cit.; pp. 31-39
106
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 193 pto. 1
107
Ibid. Med. 199, pto. 1
37
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

En la concepción de de La Salle, el ejercer la profesión


de maestro no corresponde solo a una forma de ganarse el
pan. No basta, tampoco, [38] contar con el agrado de ejercer
una actividad para lo cual se tiene las aptitudes necesarias, lo
que sería suficiente para otras profesiones. Sin negar dichos
aspectos, el ser maestro trasciende todo lo anterior, pues es,
en el más puro sentido, una vocación divina. Es el mismo
Dios quien elige al hombre que ejerce dicho ministerio.
Continuamente hace referencia a esta situación y en su obra
escrita topamos a cada paso con frases como... han sido elegidos
por Dios; (Jesucristo) los ha elegido para hacer su obra; 109 al llamarles Dios a este
108

ministerio;110 Dios misericordiosamente les ha llamado a tan elevado ministerio.111 To das


ellas manifiestan el carácter de convocación divina que tiene el ser maestro.
Como toda vocación eclesial, el servicio magisterial tiene un fin muy específico: se
ejerce la función de "cooperador":

Adoren la Providencia paternal de Dios sobre Uds. al haberlos


retirado del mundo para disponerlos a adquirir la virtud que
necesitan para desempeñar su empleo y para educar gran cantidad
de niños en el espíritu del cristianismo.112

Se define así La Educación Cristiana del Niño113 como una actividad misional. Por
ello el maestro se constituye en "ministro",114 "embajador",115 "cooperador"116 de Jesucristo
y que tiene corno fin descubrir la Verdad, que no es otra que el mismo Jesús.117 Con todas
estas denominaciones que acusan su misión, sólo falta determinar el medio en donde se
realizan. Y este medio es la Iglesia; en ella es posible plenificar y realizar el objetivo [39]
último del ministerio magisterial: el introducir a los niños en la estructura del edificio
eclesial,118 santuario en el que Dios vive por el Espíritu Santo.119 De esta forma se logra que
los niños vivan la vida del espíritu. 120 Tomando este punto de vista, no deja de ser

108
Ibid. Med. 87, pto. 2
109
Ibid. Med. 196, 1; Cf. Ibid., Med. 196, pto. 2; 200, pto. 1; 203, pto. 3; 205, pto. 1 207, pto. 3; 177, pto. 1
110
Ibid. Med. 201, pto. 1
111
Ibid. Med. 193, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 193, pto. 3; 206, pto. 1; 3, pto. 3; 7, pto. 1; 61, pto. 1; 79, pto. 1; 131, pto. 2; 140, pto. 2; 146,
pto. 2 148, pto. 3; 154, pto. 1; 177, pto. 1; 194, pto. 1
112
Ibid., Med. 131, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 2 pto. 2; 197; 198
113
Cf. Ibid., Med. 201, pto. 1; 193, ptos. 1 y 3; 206, pto. 1; 87, pto. 2; 157, pto. 1
114
Cf. Ibid., Med. 195, pto. 2; 202, pto. 2; 206, pto. 3; 199, pto.3
115
Cf. Ibid., Med. 195, pto. 2; 201, pto. 2
116
Cf. Ibid., Med. 195; 196
117
Cf. Jn. 14,6; 18,6-7
118
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 200, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 201, pto. 1; 205, pto. 3
119
Ibid. Med. 205, pto. 3
120
Cf. M. SAUVAGE; op. cit.; pp. 834 ss.
38
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

significativo que de La Salle, tan opuesto a que sus maestros fueran sacerdotes, llegue a
decirles, ponderando la excelencia de su misión, que ejercen un ministerio que por las
funciones se asemeja más que ningún otro al de los sacerdotes, 121 viniendo a ser el
magisterio una especie de sacerdocio: al ser llamado a colaborar en la obra de Cristo,122 se
convierten en ministro de la Iglesia.123
Las raíces de su vocación se encuentran en la experiencia particularmente fuerte que
ha tenido el maestro, descubriendo que es el mismo Dios quien se ha hecho presente en su
vida personal, en su propia historia. 124 Tiene también la certeza de que no quedará
abandonado a sus propias fuerzas, sino que se verá favorecido con los dones espirituales
necesarios para llevar a buen término la obra de quien lo envió.125

La mano de Dios que toca su corazón, convirtiéndolo y otorgándole los dones del
Espíritu, le concede al maestro el poseer la libertad de los hijos de Dios, lo que le aleja del
pecado,126 lo estabiliza y le afianza su ser en el bien,127 que le da a conocer y le hace saborear
el mensaje por medio del cual se obtiene la verdadera inteligencia de Cristo,128 que le da los
talentos necesarios que necesitará como ministro de Dios para cumplir la misión
encomendada, 129 que le da confianza, el entusiasmo necesario y la intrepidez [40] para
anunciar el evangelio de Jesucristo a pesar de sufrir persecuciones,130 y que finalmente le
hace poseer el don divino de llegar a "tocar los corazones de los niños" a él encargados.131

El maestro ya puede comunicar a otros lo que por experiencia ha vivido. En su vida


ha sentido la transformación interior que el Espíritu de Dios produce, y lo que debe comunicar
a otros hombres es nada más la irradiación de lo que en él ya es carne. Es - en palabras de La
Salle - por el movimiento del Espíritu de Dios que to dos los que anuncian su Reino hablan
aún hoy.132 Como se ve, no es un tesoro que se particulariza, sino que es bien de salvación
que el maestro descubre actuante en la historia y que debe ser compartido con otros.133

Otra característica que tiene la vocación de ser maestro es el profetismo. Es "profeta"


quien "anuncia el Reino" y por medio del cual Dios habla en (él), cuando habla de Él y de

121
ALCALDE, Carlos op. cit. pp.130
122
Cf. La Salle, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 199, pto 1
123
Ibid. Med. 199, pto. 1; 201, pto 2
124
Cf. ibid. Med. 193. Pto. 1
125
Cf. ibid. Med. 201 pto. 1
126
Cf. ibid. Med. 45 pto. 1
127
Cf. ibid. Med. 4 pto. 3
128
Cf. ibid. Med. 191 pto. 2
129
Cf. ibid. Med. 205 pto. 1; 207 pto. 1
130
Cf. ibid. Med. 42 pto. 2
131
Cf. ibid. Med. 43 pto. 3; 204 pto. 2
132
Cf. ibid. Med. 2 pto. 2
133
Cf. ibid. Med. 189 pto. 1
39
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

lo que a Él se refiere.134 Esta facultad transciende lo netamente pedagógico, convirtiéndose


al educador en maestro de lo espiritual.

Una vez sondeado en los escritos del fundador este carácter vocacional del ministerio
educativo cristiano, se hace necesario abordar dos campos en los cuales el maestro tendrá
que cultivarse: a nivel de su interioridad, como en las perspectivas que se manifiesten en la
acción concreta a realizar.

2. El maestro, un hombre interior.

El crecer en la interioridad es un imperativo que se impone suavemente [41] con el


solo hecho de sentir el llamado del Padre a ejercer una función considerada santa. Al maestro
se le pide crecer en tres diferentes aspectos, que en sí constituyen uno solo. Estos aspectos
interiores son:

a) La fe. Lo más característico, que anida en la profundidad del corazón del maestro, es
el "espíritu de fe", prisma bajo el cual debe mirar toda su actividad magistral. La fe
que debe tener el maestro no queda en el nivel intelectual, sino que se expresa
fundamentalmente en su propia vivencia, De no hacerlo, advierte de La Salle, el vivir
una fe sin obras equivale a un cuerpo sin alma.135 Este espíritu de fe es un espíritu
que se regula y se conduce en todo por máximas y sentimientos… tomados
particularmente de la Sagrada Escritura. 136 De esta manera, para el maestro
cristiano, vivir la fe, es sobre todo, acoger la presencia del Dios vivo, entregarse sin
reserva a su amor, apoyarse con filial confianza en su fidelidad.137 Y en este aspecto
vivencial, De La Salle insiste una y otra vez, en no mirar nada sino con los ojos de
la fe, a no hacer nada sino con la vista puesta en Dios, a atribuirlo todo a Dios …138

Y una fe vivencial, por lógica consecuencia, encuentra su sentido vinculada a


la forma de vida del maestro, a su ministerio. De La Salle hace un simple y sencillo
razonamiento: si la misión del maestro consiste en educar a los niños para que estos
logren asumir una vida cristiana, y el alma de la vida cristiana es la fe; los educadores
deben poseer el espíritu de fe que pretenden comunicar.139 Queda de esta manera,
expresado el doble componente [42] de la espiritualidad de un maestro lasallista: el
espíritu de fe y el celo ardiente en la instrucción de los niños.140

134
Ibid. Med. 188 pto. 2
135
Cf. ibid. Med. 194 pto. 3; 197 pto.2; 200 pto.3; 84 pto. 3; 175 pto. 2
136
LA SALLE, Juan Bautista de – Colección… - pp. 76-77
137
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel op. cit. pp. 66
138
LA SALLE, Juan Bautista de – Regles… - Cap. 2 arts. 2
139
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 67
140
LA SALLE, Juan Bautista de – Regles… - Cap. 2 arts. 2 y 9
40
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

La misma labor del maestro será exitosa con la fe que lo sostiene. La fe es


fundamento de la esperanza de que sus alumnos se conviertan. 141 El maestro
lasallista, que es un neto evangelizador,142 se comporta ante sus alumnos como un
misionero.

Es el hombre que exhorta a sus discípulos a renunciar a su vida pasada,143


dejando las malas costumbres adquiridas viviendo una vida nueva en Cristo.144 La
palabra del "profeta",145 llega a tocar el corazón de sus alumnos,146 logrando dividir
en ellos lo carnal de lo espiritual, atravesando el ser del alumno como una espada de
doble filo que entra y penetra hasta los repliegues del alma, insinuándose hasta en las
junturas y médula de su espíritu.147

La conversión de sus alumnos no se agota en la acción del maestro, que por la


fe toca el corazón. El mismo espíritu le anima a preocuparse de que los niños tengan
el conocimiento necesario sobre esta misma fe. Es por medio del conocimiento que
el alumno logra acceder a un orden de verdades que la sola razón no puede alcanzar.148
La salvación es posible si se logra creer y saber claramente un cierto número de
misterios (que contengan)… los primeros principios y fundamentos de la religión.149
El maestro, por lo tanto, debe tener una seria competencia doctrinal para lograr ser
"útil a la Iglesia", ·uniendo en su ser la ciencia y la piedad.150 Su ignorancia... sería

141
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 196, pto 1
142
Cf. Ibid. Med. 102 pto. 1
143
Ibid. Med. 198 pto. 3
144
Cf. Ibid.
145
Para ampliar el tema ver SAUVAGE, Michel op. cit. pp.619
146
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 43, pto 3; 81 pto. 2; 139 pto. 3; 148 pto 2
147
Cf. Ibid., Med. 159, pto. 1; 168, pto. 3; 180, pto. 2; 181, pto. 192, pto. 2
148
LA SALLE, Juan Bautista de - Les Devoirs d'un chrétien envers Dieu et les moyens de pouvoir bien s’en acquitter - Tomo 1; (Cahiers
Lasalliens N° 20), pp. 3
149
Ibid., pp. 4-5
150
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 174 pto 1
41
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

criminal, porque no podría menos que tener como consecuencia la ignorancia de


(sus) discípulos.151 [43] Así se completa la labor del maestro, pues logra que los niños
no vivan para ellos, sino para aquel que murió por ellos,152 vida nueva de la cual el
Espíritu es la fuente al consentir (ellos) en morir en sí mismo".153

El encuentro del maestro con un Dios que se compromete en la historia,


conocimiento que le fue comunicado por la fe, logra la adhesión del niño a la persona
divina, llegando a comprometerse plenamente con El, a igual como lo hicieron otros
creyentes.154

Un pasaje de la "Colección" recoge la esencia de lo que de La Salle no cesa


de recordar:

El primer efecto de la fe es el aficionarnos fuertemente al


conocimiento, al amor, a la imitación y a la unión de Jesucristo; al
conocimiento, puesto que en esto consiste la vida eterna; al amor,
puesto que quien no lo ama está condenado a la imitación, puesto
que los predestinados deben ser conformes a Él; a la unión porque
somos respecto de Jesucristo corno las ramas de una vid que se
mueren si se las separa de ella.155

b) La oración. Los biógrafos de Juan Bautista de La Salle constante mente hacen notar
su natural inclinación a la oración y la meditación. Esto se refleja claramente cuando
se hace cargo de los primeros maestros en Reims: Les aconsejó hacer uso frecuente
de la oración y acercarse a menudo a los sacramentos para mantener su conciencia
en paz. 156

[44] En el concepto lasallista del maestro, la oración hace en quien sintiéndose


responsable de "una obra de Dios", acude a Él como administrador que necesita de
orientación para continuar e informar, a su vez, de su misión. Dos ramas se
desprenden del mismo tronco: por medio de la oración el docente obtiene un
perfeccionamiento personal y a su vez, la oración es el medio que perfecciona la
acción que ejerce. La oración, en el docente es ocasión de trabajar en la obra... de
santificación (personal)157 ya que la aplicación interior a la oración, el amor a los

151
Ibid., Med. 153, pto. 1
152
Ibid., Med. 201, pto. 2 (citando a II Co. 5, 14-15)
153
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel op. cit.; pp. 73
154
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 96 pto 1; 139 pto. 1
155
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 156
156
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 27
157
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 3 pto 3
42
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

ejercicios piadosos, la fidelidad en hacerlos bien… ayudarán, sobre todo, a adquirir


la santidad y perfección que Dios desea…158

La oración en el "empleo" del maestro, es ocasión para éste de interceder por


sus discípulos159 que necesiten de la ayuda divina; es también, el ara, en donde se
ofrenda al Señor por los muchachos a él entregado;160 la fuente en donde acude al
necesitar de auxilio en el ejercicio de su ministerio;161 es el aula en donde aprende la
"ciencia sagrada" o la "ciencia de la salvación" 162 ya que, según de La Salle, es
obligación de (los maestros) subir todos los días a Dios por (medio) de la oración,
(en donde) logran aprender de Él cuanto deben enseñar, y bajar luego a (los niños),
poniéndose al alcance de sus inteligencias, para instruirlos en cuanto Dios les haya
comunicado…163

La vida del educador queda definida, nuevamente, a partir de los dos polos de
su preocupación. Todo su tiempo ha de ser dedicado a la oración y a la escuela,
porque éstas son sus principales [45] ocupaciones, y de ellas dará cuenta a Dios más
estrecha.164 En el ideal de educador lasallista se encuentra armoniza da la acción y la
contemplación, que para otros aparecen tan opuestas. En él se logra realizar todas las
acciones en espíritu de oración165 en una vida de oración ininterrumpida, en una vida
en donde existe la contemplación en la acción. Es así fácil de entender la "práctica de
la presencia de Dios" que se le pide al maestro hacer continuamente. Es este el medio
práctico de re coger los sentidos exteriores que llevan a la "curiosidad" que es una de
las cosas que más impiden la piedad,166 lográndose que se desarrollen las potencias
interiores, que son el mejor medio para alejar del espíritu todos los pensamientos
malos e inútiles,167 ejecutando así el maestro las obras de su "estado y empleo" con
atención y espíritu interior.168

c) La virtud. Fuera del espíritu de fe y de oración que el maestro debe cultivar en su


interioridad, para De La Salle no sería completo el panorama interior del educador si
no es complementado con un grado de virtud. Y es ambicioso en su petición. Su
biógrafo, Blain1 relata que él quería para sus discípulos todas las virtudes

158
Ibid., Med. 39, pto. 2; Cf. Ibid. Med. 37 pto. 2
159
Cf. Ibid., Med. 145, pto. 3
160
Cf. Ibid., Med. 197, pto. 1
161
Cf. Ibid., Med. 196, pto. 1
162
Cf. Ibid., Med. 3, pto. 2; 44„ pto. 2
163
Ibid., Med. 198, pto. 1
164
F. PAUL; op. cit.; carta 3 pto. 1
165
Ibid., carta 1 pto. 4
166
Cf. Ibid., carta 103, pto. 4
167
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 124; Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 103, pto. 7
168
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 195
43
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

cristianas, 169 como la humildad, la paciencia, la mortificación, la caridad, la


modestia, La pobreza, la piedad, el espíritu interior, la regularidad, la docilidad, el
olvido, el perdón de las injurias, el recogimiento, el silencio, el retiro, la oración, la
obediencia, la mansedumbre, la gravedad, el dominio de sí, la prudencia, etc.170 Tal
acopio de virtud lo sintetiza De La Salle al especificar las doce virtudes que todo buen
maestro debe cultivar. Ellas son: la gravedad, el silencio, la [46] humildad, la
prudencia, la sabiduría, la paciencia, la mesura, la mansedumbre, el celo, la
vigilancia, la piedad, y la generosidad.171 Al nombrar las virtudes, de La Salle no se
detiene a explicarlas. Su sentido se descubre leyendo la obra escrita ascético-
pedagógica que legó a sus discípulos.

Comentaristas posteriores, han explicado, punto por punto estas "Doce


virtudes del Buen maestro". El orden dado por de La Salle se ha alterado con el fin
de reunir estas virtudes en 3 grupos lógicos. Estos comentarios no han dejado a los
estudiosos de su obra totalmente conformes.172 De toda forma, ellas presuponen las
virtudes teologales y ·cardinales que, como cristiano, ya las tiene presente el maestro
en su diario vivir. A su vez las virtudes específicas del educador buscan convertir su
acción escolar en una educación por el ejemplo.173

3. Los compromisos educativos: Vienen a conformar una suerte de tríptico donde en tres
niveles he reunido algunos aspectos ante los cuales el maestro se siente comprometido. No
pretendo, ni remotamente, agotar el tema que podría ser más desarrollado, sino que sólo
vislumbrarlo en algunas de sus partes. El compromiso educativo lo he perfilado en los
siguientes aspectos:

a) El niño: para quien el maestro es "ángel custodio".174 Él es el ente angelical visible


del alumno, pues la experiencia enseña que no pocos niños se extravían por la malicia
de su corazón, siendo cierto que la mayor parte se corrompen por los malos ejemplos
y ocasiones de pecar que encuentran ... (por lo que los maestros) [47] deben cuidar
sobre todo de alejar de ellos tales peligros (ya que)… la debilidad… de los niños
(ante el pecado) es mayor por la deficiencia de su razón, (por su) naturaleza, (que)
es impresionable y viva y más inclinada a gozar de los placeres de los sentidos.175
Concluye de La Salle incitando a los maestros al aplicarse.. con todo el esmero

169
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; Tomo I pp. 348
170
Cf. Ibid., pp. 178, 225, 145, 289, 290; Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; passim; Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 72, pto. 8
171
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 22
172
El Hno. Agatón desarrolló una explicación de las virtudes del maestro nombradas por de La Salle, pero les da un nuevo orden (H.
Agatón f.s.c.) "Las 12 virtudes del buen maestro según San Juan Bautista de La Salle"; Madrid 1952; Ver: ALCALDE, Carlos op. cit.; pp. 262
173
ALCALDE, Carlos op. cit.; pp. 260-261
174
Cf.. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 194; 197, ptos. 1- 2; 198, ptos. 2-3; 208, pto. 3; 2, pto. 1
175
Ibid., Med. 56, pto. 2 Cf. Med. 115, pto. 1
44
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posible… (a) que se aparten (los niños) de las malas compañías y que sólo frecuenten
las buenas, a fin de que… Recibiendo… saludables impresiones, practiquen el bien
con facilidad.176

El educador es también para el niño "padre"; término que en de La Salle tiene


una doble connotación. El maestro es "padre" cuando suple a los padres carnales del
alumno, los cuales no siempre se encuentran capacitados para asumir la misión que
la naturaleza y Dios les ha confiado: educarles cristianamente y enseñarles la
religión. 177 En este aspecto, el autor remense se adelanta a la
doctrina que posteriormente desarrollarán los Sumos
Pontífices que señalarán este aspecto de paternidad que
tiene el educador. 178 El segundo aspecto de la
"paternidad" del maestro se relaciona en el aspecto
espiritual, El educador es "padre espiritual" cuando logra
engendrar al mismo Jesucristo en el corazón de los
educandos. Así comunica y/o acrecienta en el niño, de
alguna manera, la vida de la gracia. La unidad de ambos
aspectos queda claramente establecida: Al colocarlos Dios en
el empleo que ejercen... los ha destinado a ser los padres espirituales de los niños
que instruyen… Están destinados por Dios a engendrar hijos para Jesucristo y aún a
producir y engendrar, al mismo Jesucristo en sus corazones.179

[48] Finalmente el maestro es "vigilante" y ayuda a la corrección del alumno.


Tres textos nos dan el alcance de lo dicho:

 Si no vigilan la conducta de los niños, deben persuadirse que, como no,


son capaces de gobernarse aún a sí mismo, habrán de responden ante
Dios de las faltas que hayan cometido, como si ustedes mismos las
cometiesen.180

 Si descuidasen el reprender y corregir a sus alumnos cuando sea


necesario… abusarían de la función con que (Dios) les honró al
encargarlos del gobierno de los niños y particularmente del cuidado de

176
Ibid.
177
Ibid., Med. 193, pto. 2
178
Cf. S.S. PIO XI - Divinis Illius Magistri - - Libreria Editrice Vaticana Roma 1929; S.S. PIO XII _Alocución a los maestros católicos italianos-
Del 4-XI-1945; CONCILIO VATICANO II – Declaración Gravissimun educationis - N° 3
179
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 157, pto. 1
180
Ibid., Med. 206, pto. 3
45
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

sus almas, que es lo que principalmente se propone al constituirlos guías


y custodios de esos parvulitos.181

 Al reprender, los maestros no deben dejarse llevar por el impulso, ya que


lo que más debe preocuparles respecto de la cuenta que tengan de dar a
Dios, no es tanto lo que hayan dicho o hecho… sino, sobre todo, la
intención que tuvieron y la manera como obraron.182

b) Con la Iglesia y la Sociedad: El maestro se comporta con respecto a la Iglesia como


un hombre totalmente sumiso en el campo doctrinal. Reconoce en la jerarquía, y en
especial, en el Papa, la voz de Dios que habla, pues le baste saber que una cosa
procede de él para prestarle la mayor atención. 183 Así como en lo doctrinal en
sumiso, debe, el maestro lasallista, ser en lo pedagógico intransigentemente
independiente. Por ello reclama y lucha de La Salle en su momento. Debe tener
libertad ante los representantes jurídicos de los intereses educacionales tradicionales
que pretendan reducir sus innovaciones pedagógicas. Y en esta situación su
planteamiento no reconoce autoridad de Obispos184 ni autoridades civiles.185

[49] El educador, en el terreno estrictamente pedagógico, debe sacudir todo


principio de autoridad que coarte los métodos y procedimientos educativos que
favorecen el desarrollo personal, intelectual, social y religioso del alumno. Junto a lo
nombrado, debe mantener un espíritu de vanguardia en lo pedagógico, que hagan
avanzar progresivamente lo educativo, todo con la debida prudencia. El maestro
lasallista es en este campo un auténtico revolucionario.

Otro elemento que salta a la vista a este nivel, es la exigencia al maestro por
estimar su vocación, dignificándola y dándole honor.186 Y nuevamente esto se logra
si el educador es capaz de comportarse como el "apóstol",187 que tiene la misión de
llevar a los hijos de Dios, sus alumnos,188 a ser ciudadanos del cielo y miembros de
la Iglesia.189

181
Ibid., Med. 203, pto. 3
182
Ibid., Med. 206, pto. 3
183
Ibid., Med. 106, pto. 2; Cf. Med. 106, pto. 3; Carta 109, pto. 2 (op. cit.)
184
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Memorial al Obispo de Chantre - en BLAIN; op. cit.; Tomo I pp. 375-376
185
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; passim; MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; passim
186
Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 87; LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 199, pto. 3; 167, pto. 2; 133, pto. 2
187
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 167, pto. 2
188
Cf. Ibid., Med. 199, pto. 3
189
Cf. Ibid., Med. 133, pto. 2
46
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

Finalmente, el compromiso con la Iglesia y la sociedad de be hacerse patente


en el educador en su actitud desinteresada en lo económico para ejercer su oficio. El
maestro no ejerce su empleo con fines de lucro, sino que más bien se conforma con
lo que pueda asegurar su subsistencia. Es, por lo mismo, poco exigente, contentándose
con poco.190 Sólo así es posible salvar una enseñanza que debe entregarse totalmente
gratuita, entendiéndose como tal cuando no se recibe dinero por el trabajo educativo
de parte de los escolares ni de los padres de éste, como el negarse a aceptar presentes
o regalos, "ni siquiera un alfiler" de los mismos nombrados.191 De La Salle hace de
la gratuidad un asunto capital para el maestro, insistiendo en este punto de diversas
[50] maneras 192 llegando a incluirlo como uno de los puntos del examen de
conciencia que efectúa el maestro el último día del año: ¿No has aceptado donecillos
de parte de los alumnos? Ya saben que esto de ninguna manera les está permitido.,193
Motivan en de La Salle tal actitud ante los donativos aspectos de orden espiritual,
como de orden psicopedagógico y social. Teniendo en cuenta lo primero, el maestro
se debe dar por satisfecho, pues al trabajar con la mira puesta en Dios, El no dejará
sin recompensa el bien que hace en su nombre,194 En el orden psicopedagógico, los
presentes aceptados debilitan la autoridad, ponen ,trabas a la libertad y envilecen al
ministro junto con el magisterio.195 De aceptar los regalos el maestro se compromete
y así ve afectada su acción ante la posible conducta arbitraria del donante.196 En el
campo social, el maestro vería afectada el carácter de su entrega justa y pareja a todos
sus discípulos por igual, tengan o no tengan bienes; en caso contrario, el afecto del
educador podría ser "aprisionado".

c) Consigo mismo: Fuera de las renuncias ya nombradas, el educador lasallista debe


estar dispuesto a asumir otras a nivel íntimo o espiritual, No debe esperar el
agradecimiento por la labor que efectúa, siendo el único agradecimiento que tendrá
por haber instruido a los niños, en especial a los pobres, las injurias, baldones,
calumnias, persecuciones y quizá la misma muerte. 197 Renuncia también el
sacerdocio, que en tiempos de La Salle eran tan estimado como posición social. El
fundador considera el sacerdocio incompatible con la función magisterial, ya que no
se puede ejercer aquel sin menoscabo de éste. 198 Debe también [51] rechazar

190
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; Tomo I pp. 370 - 371
191
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 153, pto. 3; "Reglés..."; op. cit.; Cap. VII; F. PAUL; op. cit.; carta 56, pto. 12
192
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición 1706; pp. 122, 235;237
193
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 92, pto. 3
194
Cf. Ibid., Med. 207, pto. 1
195
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduites... - op. cit. pp. 17
196
Cf. Ibid., pp. 442-444
197
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 155, pto. 3
198
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Reglés... - op. cit.; Cap. I; PAUL, Frere op. cit.; cartas 113, pto. 2; Es interesante hacer notar la mala
experiencia que tiene en este aspecto el Fundador de las Escuelas Pías, San José de Calasanz. Este tiene que permitir que ejerzan como
docentes elementales los religiosos no promovidos al sacerdocio, debí do a "la escasez de sujetos idóneos y (a) la resistencia de los
sacerdotes a abajarse a la enseñanza elemental - SANTHA, Gyorgy-AGUILERA, Cesar-CENTELLES, J. - San José de Calasanz- Su obra: Escritos
47
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

cualquier ocupación que le pueda distraer de sus funciones escolares o que se


encuentren reñida con el carácter y dignidad de su empleo. El centro de su vida lo
constituye dos elementos inseparables: Dios que le encarga el cuidado de las almas
de los niños199 y los deberes y empleos que tiene en la escuela.200

El oficio de educador debe constituirse en un estado permanente de quien lo


ejerce y no en una situación transitoria. Todos los aspectos profesionales y no
profesionales los enfoca el maestro a su oficio escolar, que le exige toda su persona y
actividad. 201 Señalo, a modo de síntesis tres instancias, a las que la vocación de
pedagogo lasallista exige responder. Ellas son:

1.- Ante Dios que le ha confiado la salvación de los niños y que le "pedirá
cuenta". Por lo tanto antepone el maestro los intereses del niño a los propios.202

2.- Ante el niño que espera, en primer término, una instrucción y educación
religiosa que le confiera el logro pleno de la salvación;203 y, en segundo término,
una buena instrucción profana,204 entregada con exactitud, todos los días debidos
y en forma adaptada a su real capacidad.205

3.- Ante su propia formación: Como el maestro debe entregar una buena
educación, y no puede entregar lo que no posee, éste debe prepararse
profundamente, tanto en lo religioso206 [52] como en el aspecto profano,207 no
efectuando diferencias entre los deberes del propio estado y el negocio de su
perfección y salvación.208 De esta manera podrá hacer buen uso de sus talentos
magisteriales, de los cuales dará cuenta al mismo Dios.209

De La Salle ha coronado su obra. Ha fundado una nueva escuela capaz de responder


al desafío histórico de su época y ha asegurada su continuidad ligándola a un Instituto capaz,
a su vez, de formar un nuevo estilo de maestros. Tal solución, no sólo permitirá enfrentar la
situación educacional francesa del siglo XVII, sino que desbordarán sus límites tanto en el
tiempo como en lo geográfico, como intentaré bosquejar en la segunda parte de este trabajo.

- BAC; Madrid 1956; pp. 132


199
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 2, pto. 1
200
Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 33; J. DE LA SALLE, Juan Bautista de - Colección... - pp.76
201
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Memoria sobre el hábito – en BLAIN; op. cit.; Tomo I
202
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 205, pto. 2
203
Cf. Ibid., Med. 60. pto. 3; 206, pto. 1
204
Cf. Ibid., Med. 206, pto. 1
205
Cf. Ibid., Med. 206, pto. 1; FELIX PAUL; op. cit.; carta 57, pto. 10
206
Cf.DE LA SALLE, Juan Bautista- Meditaciones … - o.c. Med. 120, pto. 1
207
Cf. Ibid., Med. 206, pto. 1
208
J. DE LA SALLE, Juan Bautista - Colección...- o.c.; pp. 174
209
Cf. DE LA SALLE, Juan Bautista - Meditaciones...- o.c. Med. 91, pto. 3; 205, pto. 1
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SEGUNDA PARTE

LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS

CRISTIANAS EN CHILE

50
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CAPITULO I
EL CHILE QUE LOS ACOGE

Al llegar a la mitad del siglo XIX, Chile es un país que ha logrado superar la situación
creada por la etapa de emancipación. Es el período llamado por los historiadores de la fase
liberal del régimen portaliano 210 o de Expansión nacional. 211 De toda suerte, el país se
empieza a perfilar en su proceso de organización, siendo también el momento en que se
comienza a gestionar la venida a Chile de los "Hijos de La Salle".

El poder político se concentraba en las manos del Presidente de la República.


Empieza a crearse, como reacción, una tendencia que propugna un nuevo sistema, el gobierno
parlamentario212 que lo obligara al poder ejecutivo a tomar una actitud dicotómica: por un
lado favorecen el parlamentarismo lo que no es congruente con el autoritarismo de que hacen
gala los Presidente de la República.213

La oposición, constituida en sus comienzos por los liberales y los conservadores,


tratan de controlar la generación del congreso o de defender la libertad electoral.214

Por otra parte, los radicales y nacionales de la época dan forma política al reformismo,
que se cristaliza en el "Club de la reforma".215 Se pretende
cambiar la ley electoral, tener tolerancia
religiosa, reglamentar las facultades
extraordinarias, como limitar las facultades
presidenciales, etc.216

El partido conservador se ve influido


por el ultramontanismo francés, tratando de
defender en forma organizada los valores
Liberales siglo XIX, en Memoria
católicos, lo que trae por lógica consecuencia la
Chilena enhttps://goo.gl/BB7Jmh oposición del sector radical.217 Es fácil de observar esta
Consultado el 08.09.2018
situación en los debates que se producen alrededor de la
210
ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo - Resumen de la Historia de Chile - Editorial Zig-Zag; 4ª edición; Santiago 1961; Tomo II pp.
1225
211
VILLALOBOS, SILVA Y OTROS - Historia de Chile- Editorial Universal; Santiago 1976; Tomo IV
pp. 679
212
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 737; cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo op. cit.; pp. 1307-1308
213
VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 742
214
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1104
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 742
215
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; 1779
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 747
216
cf. Ibid.
217
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1096; cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 749
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ley de libertad de culto que se discute en 1865. Se descubre rápidamente las posiciones
antagónicas: Por un lado los círculos doctrinarios liberales y radicales desean la libertad de
culto, dejando así de ser la religión católica la única religión oficialmente aceptada, y por
otro lado los conservadores, con don Joaquín Larraín Gandarillas, Abdón Cifuentes y otros,
que defienden el artículo V e la Carta de la Constitución de la República, vigente entonces,218
y que mantiene a la Iglesia Católica como la única religión oficial del Estado.Todas estas
situaciones debilitan la alianza liberal - conservadora, llegando en 1871 en el gobierno de
Federico Errázuriz Zañartu (1871 a 1876) a producir el quiebre conservador liberal,
formándose una nueva alianza de liberales y radicales.219 Esta situación se mantendrá hasta
el próximo siglo. El liberalismo radical hallará su sentido, en el asunto religioso, manteniendo
una posición de resistencia ante las pretensiones "clericalistas”, propugnando la laicización
de las instituciones, impulsando la supresión del fuero eclesiástico, sustracción de los
cementerios de la jurisdicción de la Iglesia, la eliminación del latín de los estudios de
humanidades, el establecimiento del matrimonio civil, como también la enseñanza primaria
obligatoria y la enseñanza superior220.

Por el otro lado, están los conservadores que toman posiciones en donde priman
criterios de los ultramontanos.221 Adquieren, cada vez más un tinte clerical, al parecer sin la
influencia de la jerarquía eclesiástica.222

La Iglesia chilena de entonces no navega en aguas tranquilas. Encina plantea como


causas, el ultramontanismo que toma fuerza en algunos sacerdotes, como también la
profunda relajación de la disciplina y celo apostólico del clero entre 1810 y 1849,
consecuencia de las nuevas condiciones creadas por la emancipación.223 Sin embargo, no
hay que cargar todas las tintas sobre este aspecto de la situación eclesiástica. Se logran
también notables éxitos en la renovación que se da a mediados del siglo XIX, destacando en
este campo el Arzobispo Valdivieso, quien, con tacto y diplomacia, reforma órdenes
religiosas, impulsa las vocaciones, difunde retiros y alienta la creación de cofradías y
conferencias de San Vicente de Paul, etc.224 Se logra en parte la unidad, pero durante todo el
resto del siglo seguirá latente la pugna entre la Iglesia y el estado, (en especial con los partidos
liberal y radical), situación que en ciertos momentos se tornará fuertemente acida.225

218
Joaquín Larraín Gandarillas sentó las bases en que se apoyaban (ese grupo) los Conservadores: Chile sin religión ni Dios, sería una
Sociedad sin cabeza y sin cimientos sobre que levan tar el edificio social: "¿Qué criterio dejamos al legislador -se preguntaba- para
distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto? - VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 749
219
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 752-753
220
cf. ibid., pp. 754-759
221
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1098
222
VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 759
223
ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1096; cf. VILLALOBOS, SILVA OTROS; op. cit.; Tomo III, pp. 432-437
224
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1096; cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; Tomo III pp. 531-532
225
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1093-1102; cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; Tomo III pp. 566
52
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

En el plano social, encontramos, como es clásico, el mundo rural y el mundo de la


urbe. A nivel rural, la tierra pertenece en general a algunos pocos, los cuales habitualmente
viven en las ciudades. El trabajo agrario
pesa sobre los hombros del campesinado,
que mantiene un papel pasivo, sujeto a
los ritmos que la naturaleza le da. Son los
llamados peones que habitan en rancho,
los cuales dejan mucho que desear. Por
sobre ellos, se encuentran los inquilinos,
los cuales ocupan los puestos de
capataces o mayordomos o vaqueros, y
que tiene derecho a poseer un cerco, y a
Venta de verduras en el Mercado cierto talaje para animales propios.
Central, principios del siglo XX.
Memoria chilena
Finalmente, antes del terrateniente, encontrarnos
en la "Escala social rural" al administrador, el cual gobierna la hacienda a nombre del dueño,
quien aparece por el fundo en ciertas ocasiones, ya sea en vacaciones o en fines de semana,
en caso de vivir cerca de la hacienda. Son los terratenientes, que convierten sus tierras en
"lugares de agrado", construyendo mansiones en el campo, algunas de las cuales todavía son
posibles de ver226.

Mención aparte merece el minero, mucho de ellos campesinos227 que se desplazan


hacia las zonas de Tarapacá y Antofagasta. Se caracterizan por su desarraigo, su extrema
resistencia física y frugalidad, en un sitio en donde es más fácil obtener...alcohol que agua
potable.228

La contrapartida al mundo rural lo constituyen las ciudades, las cuales debido a la


inmigración de la población campesina229 crecen rápidamente. Este hecho es especialmente
notorio en las ciudades de Santiago y Valparaíso.230

El aumento de la riqueza privada unido al espíritu imitativo de la clase alta, logran


imponer un estilo que tipifica el status elevado: hay prácticas, formulismos y prejuicios que
definirán la pertenencia a dicha clase santiaguina. Se copia todo lo extranjero como bueno,
imitando vestidos, casa, carruajes,: etc., como la forma de actividad social, la cual se
desenvuelve en bailes, clubes y recepciones. La misma vida cristiana de las familias católicas,

226
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 695-698
227
cf. ibid., pp. 694
228
ibid., pp. 699
229
cf. ibid., pp. 693
230
cf. ibid., pp. 704
53
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

mayoría de los hogares de ese tiempo, se ve influenciada por este esnobismo de sobrevalorar
lo extranjero: el estilo francés. Llega incluso a afectar a las formas de culto, a las oraciones
y logra hacer su aparición nuevas devociones y manuales de espiritualidad. El mismo arte
sacro nacional se ve desplazado por el llamado "arte de San Sulpicio".231

Lo que vendrá a ser con el tiempo la clase media, constituida por trabajadores de
servicios públicos y otros, se encuentra en ese nivel como un estrato de tránsito, en una
marcha que, hipotéticamente, debería llevar a sus integrantes a la cúspide de la pirámide
social. Sus limitados recursos económicos hacen una obsesión en ellos el legar a sus hijos lo
único que estaba dentro de sus posibilidades: una educación adecuada,232 pensamiento que
se verá ayudado por la gratuidad de la educación liceana como de la universidad estatal. Por
otra parte, el uso que esta clase hace de la política, busca el mismo fin de proyección social,
lo que hace que utilicen a la educación laica y después positivista (que les da el) liceo... (y)
la Universidad de Chile, como trampolín social, (siendo) la afiliación al partido
Radical...casi obligatoria.233 Muy distinta es la vida del obrero, que es el pobre de la época.
Estos viven en ranchos y conventillos que se ubican en el lado sur de la Alameda, cerca del
ferrocarril, como al norte del río Mapocho en Santiago, y en los sectores altos de Valparaíso,

Conventillo o cite en Valparaíso


https://goo.gl/qCUsDq Consultado el 08.09.2018

los cerros. Los conventillos y ranchos son lugares insalubres, oscuros. Carecen de agua
potable como de alcantarillado. Allí viven las familias hacinadas, siendo sus miembros
víctimas fáciles del tifus exantemático, como de la difteria, neumonía y enfermedades
intestinales. Las periódicas epidemias de viruela o cólera que se desatan -basta recordar las
que se producen en los años 1865, 1872, 1888 y 1889, como la tuberculosis y los males

231
cf. ibid.; pp. 702-730
232
ibid., pp. 732
233
ibid., pp. 733
54
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

venéreos, añadido a la mala alimentación, y condiciones ambientales, provoca deficiencias


congénitas, dando, en suma, como resultado, una alta tasa de mortalidad infantil. Al trabajo
del jefe del hogar, se le añade el trabajo que tiene que efectuar la dueña de casa, como el
mismo niño, debido a la escasa remuneración que perciben. Es habitual que estos últimos
jueguen o deambulen en las calles, y que el padre frecuente prostíbulos, lugares de expendio
de bebidas alcohólicas y "chinganas", que son formas de escapar de un hogar que no
constituye una habitación digna234.

En el plano educativo, punto de interés para este estudio, es notoria la preocupación


de los legisladores por desterrar el analfabetismo, como también por tratar de elevar las
posibilidades de cultura de la nación235.

Es así corno se publica en 1860 la Ley de Instrucción primaria, pretendiendo


erradicarse el analfabetismo. 236 Se integran mejor a este proceso las mujeres que los
hombres237.

Administrativamente, el aparato educativo dependía de tres ministerios, lo que hacía


muy compleja su función. Estos eran: el Ministerio de Instrucción, que tenía a su cargo todos
los establecimientos de enseñanza elemental, primaria, normal, secundaria, superior, artística
y los de educación especial, vale decir, comerciales, superior de educación física, de
sordomudos, etc.; el Ministerio de Industria que tutelaba a las escuelas de Arte y Oficios, a
los establecimientos profesionales de mujeres, como las escuelas agrícolas y de la minería; y
los Ministerios de Guerra y Marina, que se encargaban de las escuelas, academias o institutos
que preparaban en el campo de su especialidad, como también de las escuelas primarias que
funcionaban en dichas unidades de guerra.238

La enseñanza privada también hace su aporte educativo; alcanzando en este campo


un fuerte desarrollo. Baste recordar las fundaciones de: "La Sociedad de Santo Tomás de
Aquino" en 1870,239 cuyo fin es contribuir al desarrollo de la instrucción primaria basada
en los principios católicos, bajo la dependencia de la Autoridad Eclesiástica240 y que al año
1907 mantiene 12 establecimientos241; la "Sociedad de Instrucción primaria” y el "Centro
Cristiano" que se crea en el año 1894.242 A esta labor, hay que añadir la efectuada a nivel de

234
cf. ibid., pp. 743-736
235
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp.. 1289-1290
236
En 1865 existía solo un 17% de la población que sabía leer y escribir, cantidades que aumentó a un 50,3% de alfabetos en 1920. cf.
VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 1098
237
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 713
238
cf. ibid., pp. 713-714
239
cf. ibid., pp. 714 cf. "SOCIEDAD DE ESCUELAS CRISTIANAS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO”; Santiago 1907; pp. 9
240
ibid., pp. 3
241
cf. ibid., pp. 111
242
cf. "MEMORIA DEL CENTRO CRISTIANO"; Santiago 1921; pp. 3
55
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

secundaria por los Seminarios, que atienden, fuera de los estudiantes a la vida sacerdotal, a
laicos; y los establecimientos que mantienen las congregaciones religiosas.243

Sin embargo, se mira con reserva las facilidades otorga das a las congregaciones
religiosas para fundar colegios, mientras se aplaude la creación de aquellos que, aunque
privados, no son religiosos.244 Es una posición mantenida por los grupos liberales-radicales,
los cuales, siendo defensores de toda libertad, se oponen tenazmente a la libertad de
enseñanza que piden los conservadores. Los primeros desean una enseñanza laica,
desacralizada, la única capaz, según ellos, de modelar mentalidades hostiles a las sectas y
abiertas al pensamiento científico, y totalmente libre -dicen- de amarras no racionales245. En
los programas de estudio empieza a predominar la enseñanza intelectual y humanista.
Barros Arana, desde el puesto de Rector del Instituto Nacional, reforma la segunda
enseñanza, introduciendo la historia literaria, la historia de la filosofía, la química, la
geografía, la física y la historia natural. Después de una larga y acalorada disputa, se mantiene
el latín dentro de las asignaturas246.

Ve la luz en 1888 la Universidad Católica de Santiago247, y el Instituto Pedagógico


en 1889.248 Finalmente, creo conveniente nombrar algunas publicaciones de difusión amplia,
con el fin de percibir el ambiente cultural y tal vez, intelectual de este período histórico que
nos preocupa. La prensa por ejemplo, viendo aumentar la cantidad de lectores, se amplía: A
los periódicos "El Ferrocarril" y "El Mercurio" de Valparaíso, se le agregan otros, como "La
Libertad"; "El Independiente", de tendencia conservadora; "La República"; "La Patria"; "El
Estandarte Católico"; "La Época", de tendencia extremo liberal; "La Libertad Electoral", etc.
A su vez, los semanarios y publicaciones periódicas se mantienen por bastante tiempo, como
"El Salón" aparecido en 1873; la "Revista de Arte y Letras" en 1884, etc. La prensa con un
marcado sentido ideológico y, político es de vida efímera, a excepción de "El Chileno", diario
católico que aparece en 1884 y tiene una amplia difusión. Y terminó nombrando a las
llamadas "Hojas" y los "Folletines". Los primeros conocen la luz en 1860 y adquieren
bastante aceptación como prensa popular; y los segundos apareciendo junto a los periódicos,
ubicándose entre el género de periódico y de novelas populares, logran ganarse el favor del
público, a pesar de mantener una técnica bastante vulgar, y un claro tinte anticlericalista249.

Tal es la situación histórica de nuestro país que los "Hermanos de las Escuelas
Cristianas" enfrentarían al llegar. Fieles al espíritu del fundador y ante la situación de

243
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 714
244
ibid., pp. 760
245
cf. ibid., pp. 759
246
ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1289-1290
247
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 714
248
cf. ibid., pp. 732
249
cf. ibid., pp. 714-717
56
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

desvalimiento cultural que sufre el pueblo chileno - semejante a la que motivó al mismo de
La Salle en su Francia del siglo XVII - y con la intuición de que cultura es poder, acudirán
en ayuda de los necesitados, incentivados por una consigna precisa: educación popular. Tal
bandera ya era agitada en Chile, como veremos enseguida, por los católicos visionarios que
concretarán la llegada al país de los hijos de La Salle.

57
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

CAPITULO II
LOS COMIENZOS EN CHILE

Hacía ya cerca de veintidós años que las autoridades eclesiásticas, habían solicitado
la venida de los Hermanos de la Salle a Chile, cuando la Sociedad de San Vicente de Paul de
Santiago, preocupada por conseguir una Congregación religiosa que dirigiera el
establecimiento de "Talleres de San Vicente", empieza a preocuparse de traer a los
Hermanos. La primera mención la encontramos en la sesión del 2 de diciembre de 1855 en
donde, el Secretario de las Conferencias, don Emilio Ovalle, pide que se hagan gestiones con
el fin de traer Hermanos. En la sesión del 29 de mayo de 1859, don Wenceslado Vial insiste
sobre la misma moción, lográndose en la sesión del 7 de agosto del mismo año, comisionar
al Pbro. Joaquín Larraín Gandarillas, para que, durante su viaje a Europa, pidiera al Superior
General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas algunos religiosos de su Instituto para
que tomaran la dirección de la Casa de Talleres.250

La campaña por traer al Instituto a Chile, se ve


reforzada por la participación de don Blas Cañas, quien en
su discurso de ingreso corno miembro de la Facultad de
Teología de la Universidad Católica de Chile, el 3 de
noviembre de 1885 y titulado "Enseñanza del Pueblo por el
solo y seguro medio de la Fundación en Chile de la Orden
Religiosa conocida por el título de Hermanos de las Escuelas
Cristianas", logra sensibilizar al ambiente cultural de su época.
Don Blas Cañas
Vale recordar especialmente dos párrafos en su discurso, en donde
se trasluce las esperanzas puestas en esta Congregación:

No participaré jamás en las ideas que reinan en ciertas almas


mezquinas, que cierran para los hijos del pobre las puertas de la
ilustración. No; quiero verlo instruido, pero antes quiero verlo
trabajador, que si el genio fija su mansión en una frente humilde
y obscura, sus destellos entonces se descubrirán de un modo muy
brillante, y ese joven sin fortuna, sin antecedentes, ocupará el
lugar consagrado a la ciencia y al talento. Pero no sucede así
regularmente. El hijo del artesano, muchas veces consume los
productos de la industria de su padre laborioso, en las exigencias
de un colegial bien montado; y si más tarde no es un genio,
resulta que no es literato, ni artesano; ocupa una posición difícil

250
Cf. HISTÓRICO DE LA COMUNIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL - obra manuscrita, archivo de la Casa Provincial de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile"; pp. 233
58
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

y maldice la preocupación de que sin letras no hay posición ni


medios de ganar la vida. He aquí, señores, la principal ventaja
de la institución de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

El discurso termina proponiendo:


Que veamos, pues cuánto antes entre nosotros a los Hijos del
Venerable La Salle, enseñando al pueblo la moral y la religión ante
todo, y al mismo tiempo instruyéndolo en todos los ramos que le
son necesarios para su felicidad social. Que los hijos del proletario
se consideren felices viendo satisfechas completamente sus
necesidades. Que no sólo divisen a la Hermana de Caridad
aliviando sus dolencias, a la del Buen Pastor, reformando sus
extravíos, a la de la Providencia amparándolo en su orfandad, sino
que vean también al virtuoso compañero de su niñez, al religioso
desinteresado, a ese buen Hermano, a su maestro de escuela, que
le dará corazón, vida y felicidad. Su maestro será el delirio de su
alma; y en cualquier estado y circunstancia en que más tarde se
encuentre, el maestro será siempre su consultor, su guía y su
salvaguardia. Dad, señores, buenos maestros a los hijos del
pueblo y serán sumisos a la autoridad y a las leyes; educarlos en
los sanos principios de la religión y la moral y no serán entonces
ciegos instrumentos de miras siniestras y mezquinas, sino hombres
de dignidad y ciudadanos virtuosos y obedientes.251

Según acta de la sesión del Consejo Universitario del 5 de noviembre el Rector don
Andrés Bello había oído con gusto la lectura de su discurso de incorporación, que los
antecedentes del nuevo miembro le hacían esperar que cooperaría eficazmente al principal
objeto de la Universidad, la educación moral del pueblo.252

Con el mismo fin, el Arzobispo de Santiago, Dr. don Rafael Valentín Valdivieso,
solicitó del Supremo Gobierno, la autorización, para los Hermanos, de establecerse en Chile
con aprobación legal y personería jurídica253 lo cual se logra el 27 de diciembre de 1862,
declarando en Gobierno:

251
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE - Anales de la Universidad -; Tomo XVI pp. 1049; FERNANDEZ, Carlos - Don Blas Cañas.
El Vicente de Paul Chileno - imprenta Chile; Santiago 1936; pp. 128-137; ROMÁN, Manuel Antonio - Vida del Señor Presbítero Don Blas
Cañas - imprenta Católica, Santiago 1887; pp. 77-78; Cf. ARANEDA, Fidel - El Presbítero Don Blas Cañas Calvo - artículo de la Revista
"Perfiles sacerdotales de Chile"; dirigida por Alejandro Huneeus Cox; Santiago 1968; pp. 68-69
252
FERNANDEZ, Carlos op. cit.; pp. 137-138 ASTORGA, José Ramón op. cit.; pp. 77-78
253
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
59
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

N° 1.404.Santiago, 27 de diciembre de 1862. Con lo expuesto por


el M. R. Arzobispo de Santiago, Mons. Rafael Valentín
Valdivieso, en la nota que precede, se autoriza el establecimiento
en Chile de la Congregación religiosa denominada Instituto de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a fin de que sus
miembros puedan vivir según las reglas de su institución y para
los efectos legales a que hubiere lugar. Anótese y comuníquese..

Fdo. JOSÉ JOAQUÍN PÉREZ


Presidente De La República

MIGUEL GUEMES
Ministro254

Mons.Rafael Valentín Valdivieso

El mismo Mons. Rafael Valentín, que a la sazón se encontraba en París, apoya a la


gestión.

La petición es rechazada por el Hno. Philipe, Superior General, a pesar del apoyo del
Presidente General de la Sociedad de San Vicente de Paul, M. Baudón, a quien Gandarillas
le dice: creo que hay un gran bien que se puede hace en Chile, porque la fe en este país es

254
BIBLIOTECA CONGRESO NACIONAL DE CHILE - "Boletín de leyes de la República de Chile"; archivo Congreso Nacional; libro XXX; N
191; pp. 383; ASTORGA, José Ramón - Boletín eclesiástico del arzobispado de Santiago - Tomo IX Imprenta de "El Correo"; Santiago 1887;
N 1209 L; pp. 1035. CONSERVADOR DEL ARCHIVO NACIONAL – Libro - Ministerio de justicia, culto e instrucción pública”, Departamento
de Culto.
60
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

muy viva y además los recursos grandes.255

Se hacen nuevas tentativas ante el Hno. Philipe, en los años 1867, 1870, siendo
también negativas. Nuevas gestiones, en 1874, se realizan entre Mons. Valdivieso y el nuevo
Superior General, el Hno. Jean Olympe, las que se ven interrumpidas debido a su
fallecimiento acaecido en 1875.256

Sin embargo, la paciente insistencia, como la gota de agua que de tanto caer en el
mismo lugar, rompe la roca más dura, logra finalmente su fruto.

Es elegido Superior General el Hno. Irlide,257 En ese mismo


tiempo el Revdo. Padre Benjamín Rencoret, perteneciente a la Orden
Mercenaria, chileno, y con el cargo de Visitador de los conventos de
la Orden en el Ecuador, intercede, a nombre de las Conferencias, ante
el Hno. Yon José, Visitador del Distrito de Ecuador. Por carta, el
Hno. Yon José, responde el 20 de octubre de 1875, 258 en donde
informa que no tiene personal disponible ni la facultad para tratar el
asunto relacionado con la nueva fundación en Chile, sugiriendo que
sea el propio Señor Arzobispo quien se dirija al Hno. Superior,
solicitándole Hermanos.

Tal sugerencia es oída y es como se logra finalmente que el Hno. Irlide de


instrucciones al Hno. Yon José para que se traslade a Chile y estudie las condiciones que
presentan las tres obras ofrecidas por el Sr. Arzobispo: Casa de Talleres de San Vicente de
Paul, Escuela de la Esperanza y Escuela del Cabildo Metropolitano para las misas de la
Catedral.259

Llega el Hno. Yon José en el mes de octubre de 1876, acompañado por el Hno. Adrién
of Jesús, norteamericano, hospedándose en la casa de Don Joaquín Monge, Presidente de las
Conferencias de San Vicente de Paul.260

255
En un trabajo mimeografiado, realizado por la "Oficina de Relaciones Públicas del Liceo Blanco Encalada de Talca"; titulado
"Recopilación de datos. Antecedentes históricos: Previos. 25 años de ajetreos para la traída (sic) a Chile de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, 1852-1877"; publicado en agosto de 1976, encuentra la frase citada. El texto donde basa sus afirmaciones están tornados de
la obra de G. RIGAULT; op. cit.; Tomo IX pp. 261-281. Aparentemente, el trabajo de Rigault podría tener equivocaciones históricas, ya que
sitúa la primera carta del Sr. Larraín Gandarillas al Superior General, Hno. Philippe, con fecha de 25 de Octubre de 1852, siendo que la
obra de "Casa Talleres de San Vicente de Paul" se empieza a gestar sólo en la sesión que la Sociedad de San Vicente de Paul efectúa el 20
de Agosto de 1855 (Cf. "Histórico de la Comunidad de San Vicente de Paul"; pp. 231). Este es un punto que podría ser resuelto consultando
los archivos de la Casa Madre de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en Roma.
256
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
257
Cf. PROCURE GENERAL - Compendio...- op. cit.; pp. 121, 124
258
ARCHIVOS DE LAS CONFERENCIAS DE SAN VICENTE DE PAUL.
259
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
260
Ibid., pp. 234-235
61
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

El "Histórico" de Talleres hace mención de dos Hermanos más, también de


nacionalidad norteamericana, que según recuerdos de religiosos ancianos de 1927, habrían
venido en este grupo. Pero no consta por lado alguno su presencia.261

Fruto de esta visita, el Hno. Yon José firma dos contratos en diciembre de 1876: uno
que tiene que ver con la Escuela de la Esperanza262 y el otro relativo a la Casa Talleres de
San Vicente.263 Ambos contratos sujetos a la aprobación del Hermano Superior General.
Por la importancia que reviste este primer documento, ya que en él se clarifican la
forma, modo y metodología que los Hermanos emplearán, lo transcribo en extenso:

El Director de la Casa de Talleres de San Vicente de Paul, de


Santiago de Chile, S.D. Joaquín Monge, suficientemente
autorizado, por una parte, y por otra, el Hermano Yon Joseph,
visitador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, residentes
en el Ecuador y en Colombia, han convenido en el siguiente
contrato, el cual tendrá su debido efecto cuando reciba la
aprobación del H. Superior General de los Hermanos del referido
Instituto.

EL Hno. Superior General del Instituto de los Hermanos de


las Escuelas Cristianas enviará en el transcurso del ler. semestre
del próximo año de 1877 a la Casa de Talleres de San Vicente de
Paul, en Santiago de Chile a lo menos cuatro Hermanos de su
Congregación para la dirección, administración y enseñanza de
los alumnos asilados en dicha Casa; dicho número de Hermanos
será aumentado por convenio nuestro de las dos partes, cuando lo
juzguen necesario y fácil.

Tan luego como lleguen los Hermanos a ésta, el referido


Director, les pondrá en posesión de los edificios, enseres, terrenos
y demás cosas que actualmente posee el Establecimiento.

Los Hermanos seguirán en la enseñanza el método


simultáneo mutuo contenido en el libro titulado, Conducta de
EE.CC.

261
Cf. Ibid., pp. 235
262
Cf. ASTORGA, José Ramón; op. cit.; Santiago 1880; Tomo VI, 606; pp. 332-335; Cf. Ibid., Santiago 1884; Tomo VII, N 69; pp. 262-263
263
"HISTÓRICO..."; pp. 235-239
62
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

1 Las clases deben estar contiguas, a lo menos de dos en dos y la


puerta que les separe debe ser de vidrio, para que los Hermanos
puedan verse.

2 La enseñanza comprende, a más de la instrucción cristiana que es


la base, lectura, escritura, gramática y aritmética, nociones de
historia, de geografía, de dibujo lineal y cultura teórico práctica,
siempre que no haya de parte de los Hermanos algún grave
inconveniente para ello.

3º Los Hermanos gozarán de completa libertad para observar sus


reglas y constituciones, sus reglamentos y usos tanto en su
comunidad como en la Escuela, sin que nadie pueda obligarles a
quebrantarlos, sometiéndose sí a las leyes del país como lo están
todos los extranjeros residente en él.

4º Es evidente que el compromiso del referido Director sobre este


particular no podrá ir más allá de lo que estará en sus facultades.

5º Los Hermanos no están obligados a recibir alumnos menores de


seis años ni admitir más de cuarenta en las clases de escritura ni
más de setenta en las otras; pero si el número de alumnos lo
requieren, podrán establecerse otras clases cuando lo pueden los
Hermanos.

Único. Los Hermanos se emplearán según las reglas y usos de su


Instituto, y sus superiores tendrán entera y plena libertad para
removerlos de sus oficios y transferirlos a otros puntos cuando lo
tuvieron por conveniente. ·

6 El Hermano Director recibirá en la Casa de Talleres, a los


alumnos que la junta directiva le envíe, y cuando alguno de ellos
mereciera expulsión, el referido Director se entenderá con la dicha
junta para esta separación, a la cual no podrá negarse esta Junta,
siendo la falta del alumno una de las que sean juzgadas gravísimas
por el reglamento de la Casa.

7 Cualquier variación, modificación o mudanza que la Junta


63
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

Directiva juzgare conveniente hacer al actual reglamento de la


Casa, o al que hicieran los Hermanos, de acuerdo con es. ta
piadosa Corporación, sólo podrá verificarlo, la Junta referida con
la aprobación de los Hermanos Visitador (si estuviere en Santiago)
y el Director de los Hermanos de la Casa.

8 El Hermano Director tendrá en buen estado los libros de la


administración para que la Junta directiva pueda examinarlos en
el tiempo prescrito por el reglamento de la Casa de Talleres.

9 Cualquier construcción o modificación que sea necesario hacer en


el Establecimiento lo hará la Junta directiva con acuerdo de los
Hermanos Visitador y Director ya expresados.

10 El señor Director de la Casa de Talleres no hará contratos


inamovibles con los maestros de los oficios, para que, cuan do el
Hno. Director juzgue conveniente remover a alguno, por el bien
del Establecimiento, pueda verificarlo, previa consulta con la
Junta Directiva.

11 El material de las clases y útiles de enseñanza tanto para los Hnos.
como para los alumnos, serán suministrados y conservados
perpetuamente por la Junta.

Único. Los textos y útiles de enseñanza para todos los alumnos de este
Establecimiento serán siempre para la uniformidad de ella, de los
que tengan o tuvieren en uso los Hnos. en su Instituto.

12 Los textos y útiles de enseñanza así como todo lo que pudiesen los
Hnos. para la Casa de Talleres, de acuerdo con la Junta directiva
serán costeados por dicha casa, la cual abonará también los gastos
de conducción y otros que hubiere hasta llegar a su destino.

13 La Casa de Talleres abonará a cada uno de los Hermanos doce


pesos cincuenta centavos al mes, anticipado en moneda sonante, o
su equivalente y desde su llegada. A más les dará la comida
abundante y sana y según se acostumbra en su Instituto,
alumbrado, lavado, calzado y el menaje necesario, de modo que
los doce pesos cincuenta centavos que percibirá cada Hermano, al
64
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

mes, son únicamente para que se provea de hábitos y otra ropa de


uso personal y para demás gastos particulares del Instituto.

14º El Establecimiento entregará a los Hermanos las habitaciones


amuebladas que necesiten, y apropiadas a la vida común que ellos
profesan, las que serán conservadas en el estado conveniente por
la Casa, la cual costeará también cualquier reparación que sea
necesaria.

15º Los gastos de viaje y los de travesía de los Hermanos pedidos de


cualquier punto, por la Junta directiva, de acuerdo con el
Hermano Visitador, serán costeados por la Casa, así como la
conducción de sus equipajes hasta llegar a la referida casa.

Los Hermanos llamados de países extranjeros para la Casa de


Talleres, tendrán, además, la suma de veinticinco pesos, cada uno,
para los gastos imprevistos que pueden ocurrir en un viaje
prolongado.

16º Si circunstancias imprevistas demandaren la supresión de esta


Casa de Talleres o la separación de los Hermanos, la Junta
directiva de acuerdo con el Honorable Superior General del
referido Instituto, por sí, o por otro autorizado por él, se
entenderán en los medios de obrar esta separación. Si esta fuese
ocasionada por causa del Instituto de los Hermanos, los gastos de
su remoción correrán por su cuenta; pero si fuese ajeno del
Instituto, no se les podrá obligar a los Hermanos a que salgan de
la Casa de Talleres antes de seis meses, contando desde la fecha
en que se les intimase la orden de salida, durante cuyo tiempo
podrán los Hermanos seguir residiendo en dicha casa y del mismo
modo que antes. Y cuando salgan ellos, la Casa les suministrará
los fondos necesarios para los gastos de viaje y conducción de sus
equipajes, hasta el punto donde fuesen movidos los Hermanos por
su Superior General o por el Hermano Visitador de su provincia,
y en la misma clase de pasaje en que hayan venido a Santiago, los
primeros Hermanos de la Casa de Talleres.

Cesará esta obligación de parte de la Casa de Talleres si los


Hermanos pudiesen sufragar este gasto, con las limosnas o
65
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

donaciones que tuviesen en aquel entonces. En cualquier de los


dos casos de viaje, los Hermanos, al dejar la casa, devolverán al
Señor Director de ella, y en el mismo estado en que entonces se
hallare, todo lo que, siendo de naturaleza permanente hubieran
recibido de la Casa de Talleres.

17 Cualquier Hermano que por enfermedad o vejez se inutilizare para


el servicio en la Casa, se le seguirá abonando la misma subvención
que a los demás Hermanos.

18 Si aconteciere que algún Hermano extranjero enfermare


gravemente por causa del clima, y dos médicos juzgaren necesario
su regreso al país a donde le enviasen sus Superiores, serán
costeados los gastos del viaje, por la Casa de Talleres.

19 Siempre que la carestía de los víveres hiciese insuficiente la


cantidad de mil pesos anuales que disfrutan los tres Hermanos
establecidos en el Escuela de la Esperanza y los tres otros que
residen en la de Venerable Cabildo eclesiástico, la Casa de
Talleres irá aumentándoles esta suma hasta que sea suficiente para
que se sostengan con el debido decoro a menos de que las limosnas
o donaciones que recibiesen los Hermanos pudiesen subsanar esta
falta de recursos.

También la Casa de Talleres agregará a la cantidad de quinientos


pesos con que contribuye cada uno de los expresados la casa, para
el viaje de regreso de los Hermanos la suma que faltare para
completar el costo total de dicho viaje siempre que los Hermanos
residentes en las diferentes casas se viesen obligados a separarse
de ella por causa ajena de su Instituto.

Esta obligación cesará de parte de la Casa de Talleres, siempre


que con las limosnas o donaciones que tuviesen entonces los
Hermanos pudiesen ellos sufragar estos gastos.

20 Este contrato será válido de parte de la Casa de Talleres siempre


que a la llegada a París del referido Hno. Yon Joseph comisionado
para ir a traer a los Hermanos, el señor Adolfo Bihour encargado
por el Imo. y Rmo. Señor Arzobispo de Santiago, de buscar
66
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

Hermanos de otra Congregación, no hubiera contraído


compromiso definitivo.

21 El presente contrato se someterá a la aprobación de Imo. y Rmo.


Señor Arzobispo de esta arquidiócesis.

Para la entera validez de este contrato firmamos dos de un


mismo tenor, en Santiago de Chile a 12 de diciembre de 1876.

Joaquín Monge Hno. Yon Joseph

El Hno. Yon Joseph retorna a Francia para informar al Rvdo. Hno. Superior General,
dejando en Chile al Hno. Adrián de Jesús. El 6 de marzo de 1877, el Superior General envía
a Monseñor Valdivieso una nota en donde le informa del resultado de las conversaciones,
prometiéndoles Hnos. para las casas indicadas, acotando que es necesario fundar un
noviciado a fin de preparar personal para las próximas Escuelas que se abrirán en Chile.264

En 1877, el Hno. Armín-Víctor, Visitador Provincial de América radicado en Quito,


toma a su cargo la nueva fundación, enviando al Hno. Amadeo, que arriba a Santiago el 11
de abril de 1877, luego los H.H. Jucondus, Teófilo y Donatoris, que venían de Liverpool, que
llegan el 19 del mismo mes, instalándose en la Casa de Talleres, quedando el Hno. Jucondus
(llamado Juan en Chile), como Director.265 Las bases están echadas. La obra en Chile ha
comenzado.

264
Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 239
265
Cf. Ibid., pp. 239
67
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

CAPITULO III
LA OBRA LASALLISTA EN EL PAÍS

Al comenzar este tercer acápite, es necesario recordar lo visto en el anterior capítulo.


De los religiosos De La Salle se esperaba su compromiso con los niños y jóvenes pobres y
necesitados de Chile, labor a la que se entregan los primeros Hermanos con todas sus fuerzas.

Aplican desde un comienzo la metodología contenida en la obra "Conduite des écoles


chrétiennes", texto de San Juan Bautista De La Salle, y que sus hijos fueron enriqueciendo
con el paso de los siglos, Baste recordar que en el contrato con las Conferencias de San
Vicente, este aspecto aparece nombrado como importante.

En las siguientes páginas mostraré la procedencia social de los alumnos que les toca
atender a estos Hermanos que se integran a la labor educativa de la Iglesia chilena. A su vez,
destacaré las asignaturas que imparten y los logros y problemas que van apareciendo en el
camino. Debo advertir al lector que lamentablemente no pude contar con toda la
documentación necesaria de la época, por lo que los datos que nombraré, se reducirán a textos
de matrícula del año 1903 hasta 1926, como los "Históricos de algunos establecimientos"
más las "Memorias del Centro Cristiano" y las obras editadas en los aniversarios de la
"Sociedad de Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino", como a otros documentos
hallados en la Casa Provincial de nuestra Congregación, documentación ajena a los rigores
de la publicación científica y que más bien se acerca al género de la crónica.

Entrando en materia, en el histórico de "Talleres de San Vicente”, se encuentra una


descripción de los alumnos: eran comunes entre los niños de ese establecimiento educativo
las peleas en patios, dormitorios o comedores, en donde no se encontraban ausentes los
heridos graves. Era tal el desorden y la falta de disciplina que existía, que fuera de los males
internos de robos en talleres y despensa, como de fugas del establecimiento de día o de noche,
externamente eran mal considerados y temidos por la gente del sector. Cuando salían de
paseo "los huachos de San Vicente", el vecindario circundante al establecimiento se
encerraba en sus casas, la policía se encargaba de vigilar las filas y los profesores e
inspectores, encargados de su cuidado iban armados de pistolas, con el fin de hacerse respetar
por los alumnos. 266 El personal asalariado aumentaba los males. Su primer interés se
encontraba en el ganar sólo más dinero. A esta situación oponen los religiosos lasallistas un
régimen disciplinario, a la vez firme y paternal,267 asegurando el orden en los talleres, como
en los otros sitios del establecimiento. Imparten las asignaturas de lectura, escritura, grama
tica y aritmética, nociones de historia, de geografía, de dibujo lineal y agricultura teórica-

266
Ibid., pp. 240
267
Ibid.
68
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

práctica, siendo la base de toda la instrucción cristiana.268 Esta situación se repetirá en otros
lugares.

El método que se ocupa es el llamado simultáneo o mutuo,269 al estilo de lo creado


en Francia por el Fundador. Esta metodología y trato da pronto sus frutos y es posible notar
su éxito por el aumento en el número de alumnos que ingresan a estas escuelas.

Poco a poco se introduce en los establecimientos todo el sistema propuesto en la

Reunión de exalumnos de la Escuela Industrial Talleres de


San Vicente en 1952

"Conduite". En 1906, produce excelentes resultados el sistema de certámenes mensuales


establecidos en las escuelas de Miguel Rafael Prado, de San Carlos Borromeo y de la
Providencia,270 establecimientos pertenecientes a la Sociedad de Santo Tomás de Aquino, y
dirigida por los Hermanos.

Las profesiones de los progenitores de los alumnos, consignados en los libros de


matrícula nos indican su origen social. Estas van desde las más humildes a las más elevadas.
El libro de matrícula de la Escuela Arturo Edwards de Valparaíso en 1903, contiene las
siguientes profesiones en los padres de alumnos del ler. nivel: aparecen nombrados ocho
empleados, 7 cocineras y 7 comerciantes, 6 lavanderas, 6 chaucheros, 5 costureras, 3
carpinteros, 3 carretoneros, 2 empleadas, 2 cocheros, 2 aparadoras (sic), 2 pintores, 2
cargadores y una vez las profesiones de molinero, guardián, jardinero, parafinero,
pantalonera, albañil, empapelador, escribiente, sastre, fotógrafo, contador, relojero,

268
Ibid., pp. 236
269
Ibid.
270
SOC SANTO TOMÁS DE AQUINO - Bodas de Oro de la Sociedad de Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino, años 1870-1920; -
Santiago 1920; pp. 154
69
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

martillero, músico, sombrerera, maquinista, portero, ingeniero, comisionado (sic), cortador


de ladrillos, vaporino, mecánico, velero (sic), tapicero, panadero, herrero, mayordomo,
botellero, enjuncador y tenedor de libros.271

Otro tanto sucede en el Colegio Agustín Edwards. De los 61 alumnos que recibe al
iniciarse en 1910, 21 son hijos de comerciantes, 7 cuyos padres no tienen profesión, en donde
se incluyen a las madres viudas (5 de ellas) y dos que aparentemente serían madres solteras.
Seis padres son empleados, más otros que son carpinteros, herrero mecánico, sastre, joyero,
carretonero particular, empleado de "Baños del A1mendral", arquitecto, comisario, matrona,
ingeniero ferrocarriles, inspector de policía, corredor de comercio, jefe de imprenta del
Mercurio y abogado.272

De todas formas queda demostrado que los Hermanos son fieles al espíritu de De La
Salle: reciben a todos los niños sin importar su condición social, y con un igual trato les
ayudan a formarse intelectual y moralmente. Las edades de los alumnos fluctúan entre 5 y 14
años, llamando la atención la cantidad de niños que salen del establecimiento. En 1905 se
deja constancia que 21 alumnos no se presentaron, ignorándose razones, 17 alumnos
cambiaron de domicilio, 10 alumnos cambiaron de establecimiento, 3 se retiran por
enfermedad, 1 fallece de viruela a los 7 años, 1 es enviado por sus padres al campo o en otro
caso, a Santiago. Sin embargo hay 9 niños cuya causa de retiro es debido a que encontraron
empleo, contando el menor con tan solo 7 años y el mayor de 14 años. La enfermedad seguirá
presente entre las causales de retirado, como también el encontrar empleo. Son, sin embargo
escasas las expulsiones de niños debido a su mala conducta273. El período de matrícula se
extiende durante todo el año. Se reciben alumnos hasta en el mes de noviembre, antes de
finalizar el año escolar.274

En el aspecto pedagógico, los programas se flexibilizan según la necesidad de los


alumnos. A las asignaturas nombradas, que se imparten en la "Casa Talleres de San
Vicente”, se añade: recitación, composición, dictado, historia patria, gimnasia, canto,
caligrafía, dibujo, historia natural, trabajo manual, análisis, expresión oral, geometría, ed.
cívica, idiomas, dactilografía, más urbanidad y moral. No todas las asignaturas son
impartidas a la vez, sino que en forma progresiva. Es interesante observar este proceso en un
registro de 1922 al 1926.275

271
Libro de Matrícula de la Escuela Arturo Edwards; obra manuscrita, de los años 1903 a 1907, archivo de la Escuela, en Valparaíso.
272
Libro de Matrícula del Colegio Comercial Agustín Edwards dirigido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas; obra manuscrita, de
los años 1910 a 1919, archivo del Colegio De La Salle de Valparaíso.
273
Libro de Matrícula de la Escuela Arturo Edwards; op. cit.; passim
274
Cf. Ibid.
275
Cf. Ibid.
70
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

lª. Sección 2ª. Sección 3ª. Sección 4ª. Sección 5ª. Sección 6ª. Sección

-Dibujo - Lectura y - Lectura y - Lect. y escrít. - Lectura y - Lectura y


Lectura y recitación recitación (sólo en 1922) recitación recitación
escritura - Gramática - Gramática - Lectura objetiva - Gramática - Gramática
- Lectura y - Composición - Composición - Lectura y recita- - - Composición
recitación (año 1926) - Análisis ción Composición - Dictado
- Gramática - Dictado - Aritmética - Gramática - Dictado - Aritmética
- Aritmética (ibid) - Historia - Composición - Aritmética - Geometría
- Geografía - Aritmética patria - Análisis - Geometría - Historia
- Catecismo - 4a. Patria - Geografía - Expresión oral - Historia General
Doctr. Cristiana - Geografía - Historia - Aritmética General - Cartografía
- Caligrafía - Historia natural - Geometría - Geografía - Física y
Bíblica - Historia - Historia patria - Física y Química
- Catecismo Bíblica - Historia General Química - Ed. Cívica
Doctr. - Caligrafía (sólo año 1922) - Historia - Caligrafía
Cristiana - Dibujo - Geografía Bíblica - Dibujo
- Caligrafía - Física y Quími- - Catec - Dactilografía
ca (sólo en 1922) Doctr. - Inglés o
- Historia natural Cristiana Francés
- Higiene - Caligrafía
- Ed. Cívica (sólo - Dibujo
en 1922) - Inglés o
- Historia Bíblica Francés
- Catecismo
Doctr. Cristiana
- Moral
- Urbanidad (sólo
en 1922)
- Gimnasia
- Canto
- Caligrafía
- Dibujo
- Inglés o Francés
(en 1925)

Es fácil de notar cómo las asignaturas están al servicio de las necesidades de los

71
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

alumnos, lo que les hace tener flexibilidad en las mismas. Unas se dan en algún año y luego
desaparecen, para dejar paso a otras. De todas formas, la enseñanza de la lengua vernácula
se mantiene, como el destierro del latín, acentuándose las asignaturas consideradas técnicas,
que preparan para asumir un trabajo a corto plazo.

Por otra parte; se continúa trabajando con los talleres, ya sea en carpintería,
encuadernación y zapatería,276 que es la forma de prepararles a un empleo futuro. El plan de
estudio trata de ocupar durante todo el día al niño, pues a los padres de los niños, por viciosos
y descuidados que sean en las prácticas morales, les gusta que sus hijos sean de buenas
costumbres y buenos católicos.277 El trabajo escolar comienza a las ocho de la mañana, con
la oración. Hasta las 11 de la mañana continúan en clases. Por la tarde, vuelven a las 13 horas
siguiendo en clases hasta las 17 hrs., despidiendo a los niños con la oración de la noche.278
Se incrementa la vida de piedad, mediante el sacramento de la reconciliación frecuente -
mensual para los mayores y trimestral para los menores - y por la asistencia dominical a la
eucaristía, después de haberles hecho un tiempo de catequesis. Esta catequesis se vuelve a
repetir en las tardes de domingo, con recreo posteriores en la misma escuela, todo vigilado y
llevado por los Hermano. 279 Se incentivan también los grupos selectos como la
"Congregación de Jesús adolescente", 280 la "Congregación de la Inmaculada Virgen
María",281 la "Congregación Mariana" y la "Acción Católica de Jóvenes".282

Esta preocupación por apartar al niño de las posibilidades de mala vida, se extiende
hasta los ya egresados. En la Escuela San Carlos Borromeo, se forma en 1913 un "Centro de
la Juventud y cooperadores de la Salle". En este Centro se da acogida a 100 jóvenes
trabajadores, socorriéndolos pecuniariamente en las enfermedades y en otras circunstancias
apremiantes. Para ser socio de este grupo, se debe hacer una experiencia de aspirantado por
seis meses, a partir de los cuales pueden gozar de médico y botica, del uso de la biblioteca,
de los billares, de las reuniones sociales, paseos campestres y apoyo para gastos funerarios,
como de apoyo espiritual por medio de reuniones formativas, oportunidad del sacramento de
la reconciliación y comunión. 283 Se implementan también, con el mismo fin, secciones

276
Cf. MARTIN Y MAMERO, Vicente - Historia eclesiástica de Valparaíso - Tomo II Imprenta del Comercio, Valparaíso, 1891; pp. 550
277
Ibid.
278
Cf. Ibid., pp. 551
279
Cf. Ibid.
280
Cf. "Carta de aprobación del Arzobispo de Santiago"; texto manuscrito de 1914, conservado en los archivos de la Casa Provincial de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile. Cf. Actas de las reuniones de la "Congregación de Jesús adolescentes", texto manuscrito,
conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
281
Cf. Carta que pide aprobación por parte del Arzobispo, a la "Congregación de la Inmaculada Virgen María"; del 4 de junio de 1920,
texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
Cf. "Actas de las reuniones de la misma Congregación"; texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas de Chile.
282
Cf. Actas de reuniones de cada grupo, texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas de Chile.
283
Cf. "Bodas de Oro..."; op. cit.; pp. 280-281
72
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

musicales, deportivas y cursos nocturnos para aprendices sin conocimientos elementales y


primarios, como para jóvenes obreros que deseen especializarse en aritmética, gramática,
dibujo, etc.284

Los valiosos aportes de la Congregación a la educación chilena no son fáciles de


descubrir. Los Hermanos pecan de modestia y a través de su ejemplo silencioso, pero
efectivo, las prácticas lasallistas van popularizándose y logrando un rol significativo en el
sistema educativo nacional.

Junto con la sugerente información que entregan estos documentos, encontrarnos, en


1919 y con una dirección diferente, cómo se detallan en la "Soc. de Santo Tomás de Aquino"
las virtudes que debe tener el buen maestro: celo, prudencia y discreción, humildad,
paciencia, mansedumbre, firmeza, constancia, gravedad, silencio, vigilancia, cordura, saber
y generosidad. Estas recuerdan a las 12 virtudes del buen maestro285 que detalló de La Salle.
El Hno. Emilio de las Escuelas Cristianas, es miembro de la comisión que en 1907 revisa los

Instituto Arturo Prat de San Felipe. 1931

programas de estudio, a nombre del consejo diocesano de Instrucción Primaria286 sugiriendo


sabios criterios. Los textos pedagógicos propios de los Hermanos también van siendo
tomados en cuenta. Aparece nombrado en 1911 un libro dedicado a la enseñanza elemental

284
Cf. Ibid., pp. 282
285
Cf. Ibid., 320
286
Cf. Ibid., pp. 203-207
73
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

de Geografía, el cual se usará en los establecimientos de la Sociedad Santo Tomás de


Aquino287.

La sociedad cristiana de la época también capta y valora la presencia lasallista en la


educación chilena: lo que es posible de leer en diferentes documentos; así lo atestigua las
actitudes de personalidades que se manifiestan en favor de los Hermanos. Se les entrega la
Escuela Normal de Preceptores católicos, pues una escuela no es verdaderamente cristiana
por ser parroquial; (y) no lo será sino cuando, cualquiera sea su nombre, sus maestros o
directores sean verdaderamente cristianos,288 y los Hermanos son el ideal entre los maestros
y directores de escuelas,289 En la Sociedad de Santo Tomás de Aquino, se dice de ellos que
trabajan con tanta humildad, desinterés y provecho práctico en beneficio de la educación
cristiana de los hijos del pueblo, consagrando todo su tiempo y todas sus facultades a tan
santa obra...jamás les hemos visto desfallecer ni acobardarse en las pesadas e ingratas
tareas escolares, y muy al contrario, parece que aumenta cada día en sus corazones el amor
a la gloria de Dios, y serenos, valientes y audaces para hacer el bien, no esperan por cierto
los vanos aplausos de los hombres, sino las eternas recompensas del cielo.290 El mismo
Presidente de la Institución exclama en 1909: "Los Hermanos de las Escuelas Cristianas de
la Salle, dedican sus generosos esfuerzos y su re conocida pedagogía al desarrollo de nuestra
Institución, y se consagran a las escuelas a su cargo con una abnegación superior a todos
los elogios que de ellos pudiera hacer.291 Se desea poner más escuelas a su cargo, motivado
por el estado sobresaliente en que se encuentran.292 Se hace destacar la actitud amante y
paternal que tienen con los niños, su espíritu constante y esforzado y por ser eximios
pedagogos y verdaderos y ejemplares apóstoles de la educación cristiana 293. El envío de
"Bulletín des Ecoles Chretiennes", editado en la casa de San José, Lembecq-les-Hal, Bélgica,
también es ocasión de demostrar la estima hacia los religiosos: se dice de su contenido que
es utilísimo, tanto por las lecciones pedagógicas que contiene, como para imponerse...del
movimiento de enseñanza católica sostenido por este Instituto religioso en todo el mundo.294

Se llega, en esta sociedad de educación católica a conmemorar y celebrar la fiesta de


San Juan Bautista De La Salle,295 como a recomendarse una especial devoción a este santo.296

287
Cf. Ibid., pp. 253
288
"La Revista Católica”; Tomo I Santiago 1901; pp. 191; Cf. "Carta del Sr. Arzobispo" del 2 de Marzo de 1901; texto manuscrito,
conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
289
"La Revista..."; op. cit.; pp. 225
290
"Bodas de Oro..."; op. cit.; pp. 109
291
Ibid., pp. 229
292
Ibid., pp. 254
293
Cf. Ibid., pp. 268-269
294
Ibid., pp. 278
295
Cf. Ibid., pp. 279
296
Cf. Ibid., pp. 321
74
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

La labor de los Hermanos se extiende, fuera de la enseñanza religiosa-educativa,297


también a paseos-estudios de los niños,298 a las comisiones de exámenes299 corno a otras
situaciones tan especiales, como es ayudar a enterrar muertos, atender heridos o salvar
religiosas en el terremoto de Valparaíso en 1906.300
Todo lo anterior logra que las escuelas de los Hermanos sean las más concurridas301
aumentando continuamente la cantidad de alumnos que reciben, hasta donde más puedan
contener sus aulas302.

Los establecimientos proliferan constantemente. Se solicita a religiosos de diferentes


lugares y el listado de las escuelas regentadas por los Hermanos en Chile se empieza a
extender:303

1877 Casa Talleres de San Vicente de Paul. Fundado en 1855


1878 - 1938 Escuela Nuestra Señora de la Esperanza: Ruiz Tagle.
1878 - 1940 Casa de Noviciado
1885 - 1906 Escuela San Vicente de Paul, Valparaíso. Fundado en 1872
1889 Escuela Arturo Edwards, Valparaíso.
1891 - 1953 Escuela San Luis de Gonzaga: Miguel R. Prado.
1892 - 1953 Escuela San Carlos Borromeo: Eduardo Edwards. Fundado en 1874
1893 - 1893 Casa San Juan Evangelista. Seminario Menor.
1893 - 1909 Escuela San Vicente de Paul, Limache.
1894 - 1895 Escuela San Miguel Arcángel.
1894 - 1916 Colegio San Jacinto: Colegio De La Salle.
1894 Escuela Manuel José Irarrázabal.
1901 - 1925 Escuela Normal Mariano Casanova.
1901 - 1904 Escuela San José de La Calera de Tango.
1904 Instituto San José: Colegio De La Salle, Temuco.
1904 - 1915 Escuela Providencia, Anexa al Noviciado.
1907 - 1916 Escuela de Artes y Oficios. Puerto Montt.
1909 - 1968 Instituto José Ignacio Zambrano.
1909 - 1909 Escuela Agrícola Superior de Macul.
1910 Colegio Agustín Edwards: Colegio De La Salle, Valparaíso.

297
Cf. Ibid., pp. 287
298
Cf. Ibid., pp. 296
299
Cf. Ibid., pp. 298
300
Cf. RODRÍGUEZ Alfredo-GAJARDO, Carlos - La Catástrofe del 16 de Agosto de 1906 en la República de Chile - Imprenta Barcelona;
Santiago 1906; pp. 112, 121, 141. Cf. "Historíque de la Communaute Saint Joseph - Ecole paroissiale del Espíritu Santo - Valparaíso"; texto
manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile; pp. 13 y 15
301
Cf. "Bodas de Oro..."; op. cit.; 287. Cf. MARTIN Y MAÑERO, VIicente; op. cit.; pp. 549-550
302
Cf. "HISTÓRICO...”; op. cit.; pp. 242-244. Cf. Libros de Matrícula Escuela "Arturo Edwards" y Colegio "Agustín Edwards"; op. cit.; passim.
303
GONZÁLEZ, Gabriel f. s.c.; - Cronología del Distrito de Chile - obra manuscrita; 2a. edición; año 1981; conservado por su autor.
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora

1910 - 1930 Instituto Comercial Arturo Prat, San Felipe.


1910 - 1925 Escuela Mercedes Guzmán, Anexa a Escuela Normal.
1911' - 1922 Instituto Cauquenes, Cauquenes.
1912 Liceo Blanco Encalada, Talca. Fundado en 1911.
1917 Instituto La Salle.
1921 - 1970 Editorial La Salle.
1922 - 1932 Escuela Juan Francisco Bravo. Anexa a Casa de Formación.
1932 Escolasticado.
1935 - 1973 Escuela D. Matte Mesías, Puente Alto. Fundada en 1934.
1936 - 1944 Escuela Agrcola San Vicente. Las Condes.
1937 - 1963 Escuela Granja Las Nieves, Puente Alto.
1939 - 1941 Escuela José Cortés Brown. Fundada en 1914, Viña del Mar.
1954 Colegio De La Salle,
1955 Escuela San Lázaro. Fundada en 1894.
1959 Escuela Francia, Temuco.
1962 - 1967 Escuela José I. Cienfuegos, Talca. Fundada en 1947
1962 Casa Provincial.
1981 Casa de Postulantado.

Al llegar a conocer la vida de cada obra que ha existido en Chile, es sin duda toda una
historia por hacer. Es un trabajo que espera.

Los problemas, sin embargo, no estuvieron ausentes en este caminar lasallista en


Chile. Era común, en los comienzos, las muertes prematuras de los Hermanos, debidas al
exigente trabajo, como a una alimentación no suficiente y al sacrificado ritmo de vida.304 Las
salidas de los que no resistían este fuerte estilo de vida, también afecta el desarrollo de la
misión.305 Los ataques anticlericalistas, también rozarán la imagen lasallista. La fracción
radical, a causa de un oscuro hecho, presuntamente acontecido en el Colegio de "San
Jacinto", encuentra un motivo para atacar a las congregaciones religiosas docentes. En una
situación del no todo clara, se acusa públicamente por intermedio de un diario radical de
estupro a un novicio de la Congregación, que este habría efectuado en contra de un alumno
del establecimiento. Es otro motivo de amargura para los religiosos. Tomando este
acontecimiento, el diario "La Ley” trata de crear un ambiente en la sociedad de la época,
desfavorable a toda la Congregación. Es una arma nueva utilizado por el anticlericalismo
para atacar a la Iglesia. El suceso, no estando del todo aclarado, quedando aún la sombra de
la duda de lo acaecido, hace actuar prontamente en contra y con apresuramiento a los

304
Ya en 1880, fallece el Hno. Jundus, siguiéndole en 1881 el Hno, Lázaro, novicio de 18 años y otro hermano en 1885, que tiene sólo 19
años. Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 243
305
Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp.
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encargados de administrar la ley. Es esta la impresión que queda al leer los periódicos de la
época306. Lo único claro, es que a tan solo 4 días de la acusación (la acusación se hace el 5
de enero de 1905 y el decreto de Gobierno en donde se prohíbe el funcionamiento de las
escuelas y colegios de los Hermanos es del 9 de enero del mismo año),307 se trata de prohibir
la labor educativa de la Congregación en el país. Tales actitudes hacen sospechar que todo
responde a una farsa previamente planificada, pues aún no se terminaba el juicio sobre el
caso y ya se sancionaba. Se pretende desconocer toda la labor efectuada por muchos
religiosos, a partir de la presunta acción de unos pocos. Es lo que declaran los Vicarios
Generales de Santiago en nota enviada al Supremo Gobierno.308 Solo el apoyo de numerosas
instituciones logra evitar el descalabro. El objetivo de los enemigos de la Iglesia no logra su
fin y es causal de renuncia de todo el Gabinete Ministerial.309

A todos los sinsabores anteriormente nombrados se añade la poca estabilidad que


tienen algunas obras que dirigen los religiosos lasallistas. Muchas de ellas sé deben cerrar
debido a incumplimiento de los contratos de mantención por parte de las instituciones que
han llevado ahí a los Hermanos, o la deficiencia a los locales que no se reparan o
sencillamente a la carencia de personal religioso necesario para atender adecuadamente cada
obra educativa310.

Tal es la obra de los "Hermanos de las Escuelas Cristianas" en Chile, hasta comienzo
del siglo XX. Mucho falta por investigar, analizar y criticar históricamente. Espero que este
sea un aporte que ayude a otros a seguir profundizando la labor que emprendieron esos
Hermanos hace ya 108 años atrás en nuestra Patria. Es, sin embargo, una obra querida aún
hoy, por los hombres y por Dios, pues las condiciones que hicieron nacer este Instituto en la
Iglesia, como las razones que tenían quienes los trajeron a Chile, siguen vigentes: quedan
muchos que requieren de una educación cristiana en nuestra patria, y son necesarios hombres
generosos, que con el mismo espíritu de fe, tengan la valentía de empren der el camino hacia
todos los rincones de nuestro país, ya sea al norte, al sur o en nuestras urbes, en donde haya
jóvenes que aún no tengan la oportunidad de encontrar la mano amiga y creativa que los
apoye en su crecer. Es este el desafío que nos espera a los Hermanos de las Escuelas
Cristianas de hoy, y al cual debemos responder como nuestros antecesores lo hicieron.

306
Cf. Diario "Ilustrado" del 10 y 11 de enero de 1916. Cf. Diario "El Porvenir" del 10 y 11 de Enero de 1916; Cf. Diario "El Chileno" del 5,
8 y 11 de enero de 1916; Cf. Diario "El Popular" del 8, 10 y 11 de enero de 1916. Tomado de recortes guardados en la Casa Provincial de
los Her manos de las Escuelas Cristianas de Chile.
307
Cf. ASTORGA, José Ramón op. cit.; Tomo XVI pp. 228
308
Ibid., N 416, pp. 227-231
309
Cf. GONZÁLEZ, Gabriel f.s.c. op. cit.
310
Cf. Ibid
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CONCLUSIÓN

El trabajo presentado a lo largo de estas páginas ha consistido en recorrer el camino


emprendido por San Juan Bautista de La Salle - hace trescientos años atrás - y su continuación
en nuestro país. La intención que le motivó a emprender esta aventura, la encontramos en la
necesidad que tenían los pobres de educarse, posibilidad que sin duda les estaba lejana. Por
eso las escuelas lasallistas pretenden poner al alcance de ellos el ámbito escolar,
promocionándolos en el campo humano, ciudadano y cristiano.

La preocupación por dar este servicio educativo a los más necesitados, no se


encontraba ausente en los intelectuales y religiosos franceses del siglo XVII. Sin embargo,
es en la persona de La Salle en donde se aúna la sensibilidad necesaria capaz de captar el
clamor de los pobres, con un espíritu de sacrificio y una fe suficientemente acendrada en
Dios misericordioso que responde al llamado de su Pueblo.

El niño necesitado de educación se constituye en el meollo de toda la labor escolar.


La escuela tiene sentido si se preocupa de sus necesidades de conocimiento, de afectos, de
desarrollo físico y social, todo enfocado en la óptica de formar una persona más consciente
mente cristiana.

El maestro educador no escapa a esta realidad. El niño es tan importante, que obliga
al maestro a poseer en alto grado un espíritu de desprendimiento, desasido de ambiciones, ya
sean materiales o sociales. Esto es posible en él, si es capaz de poseer un gran amor por la
construcción del Reino de Dios, presente en esos muchachos.

La huella comenzada en Francia, abre surco en Chile, en la segunda mitad del siglo
XIX. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas, llenando un vacío similar al que motivó la
acción del Fundador en Francia se dedican, desde su llegada, a atender a los hijos de los
menos favorecidos de fortuna, entregándoles la posibilidad de educarse. No faltaban en la
Iglesia chilena congregaciones religiosas dedicadas a la educación. Pero no existían agentes
pastorales especializados en la educación popular. La obra, que se consolida lentamente,
conoce tanto el reconocimiento de su labor, como los obstáculos siempre necesarios para
templar el espíritu humano. Un trato educativo personalizante, el respeto y la promoción
social de los necesitados, son logros apreciados del espíritu que los anima. Lo hoy tan
evidente, no lo era tanto hace cien años atrás. En este proceso sin duda ha contribuido a crear
conciencia la labor paciente y callada de tantos Hermanos de las Escuelas Cristianas que han
quemado su vida en la educación de la juventud preferentemente pobre de nuestra nación.

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Hoy siguen estando presente en la acción que la Iglesia de Chile dedica a la educación,
donde quiera se den las condiciones que motivaron la fundación de esta Congregación.

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