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Índice
1Ocultismo
2Ejemplos de ciencias ocultas
3Desarrollo histórico
o 3.1Renacimiento
o 3.2Siglo XIX
3.2.1Eliphas Levi
3.2.2Sociedad Teosófica
o 3.3Siglo XX
3.3.1Rosacruz
3.3.2Magia ritual
4Las ciencias ocultas y la nueva era
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
Ocultismo[editar]
El ocultismo es el estudio de las artes, prácticas o ciencias ocultas como la magia, la alquimia,
la percepción extrasensorial, la astrología, el espiritismo y la adivinación, entre otras.
adivinación (llamadas con el nombre de «artes inciertas» por el médico suizo Teofrasto
Paracelso):
aeromancia
alectomancia
auspicio
cartomancia (véase también: tarot).
fisiognomía
geomancia
hidromancia
horoscopía
litomancia
metoposcopia
necromancia o nigromancia
oniromancia
ornitomancia
piromancia
presagio
quiromancia
tarot
alquimia
espagiria
astrología
herbolaria
teoría de las signaturas
lapidario
magia
brujería
mediumnidad
mitología
angelología
demonología
numerología
gematría
La interpretación del ocultismo y sus conceptos puede encontrarse en las estructuras de
creencias de ciertas filosofías y religiones como el gnosticismo, el hermetismo, la teosofía,
la wicca, el thelema, el satanismo, el neopaganismo o ―en realidad― cualquier religión.9 El
historiador británico Nicholas Goodrick-Clarke ofrece una definición más amplia:
El ocultismo tiene sus bases en una forma religiosa de pensar, cuyas raíces se remontan a la
Antigüedad y pueden ser descritas como la tradición esotérica de Occidente. Sus principales
ingredientes pueden identificarse como el gnosticismo, los tratados herméticos sobre alquimia y magia,
el neoplatonismo y la cábala; todos ellos originarios del área del Mediterráneo oriental durante los
primeros siglos de nuestra era.Nicholas Goodrick-Clarke10
Desarrollo histórico[editar]
La historia del Ocultismo es muy antigua, no se conoce a ciencia cierta su origen, pues
muchas culturas alrededor del mundo tuvieron prácticas misteriosas y esotéricas desde el
inicio de la humanidad. Históricamente ha tenido relaciones estrechas con ciertas religiones o
doctrinas puesto que su concepto se ha confundido. Los ocultistas divulgan la noción de un
sólo Dios, un sólo poder y energía. Esta energía, Dios, es el dador, el recibidor y el mismo don
en sí.
Renacimiento[editar]
En el Renacimiento, el filósofo, médico, astrónomo, abogado, teólogo y mago alemán Cornelio
Agrippa (1486-1535) realizó una obra ocultista y esotérica con influencias judeocristianas y
cabalísticas. En su obra principal, De occulta philosophia libri tres (1531), recogió todo el
conocimiento medieval sobre magia, astrología, alquimia, medicina y filosofía natural y lo
respaldó teóricamente. Erudito de fama y protegido por distintas casas reinantes o nobles, fue
amigo de gran parte de los filósofos y grandes figuras de su tiempo.
También en el ocultismo se ha mencionado a Leonardo Da Vinci,[cita requerida] personaje que se
vio involucrado por abrir cuerpos y realizar cosas que en este tiempo no debían ser realizadas.
Siglo XIX[editar]
Eliphas Levi[editar]
A mediados del siglo XIX el ocultismo tuvo un período de gran apogeo en Francia, de la mano
del cabalista Eliphas Lévi, quien produjo una decena de obras esotéricas de importancia, entre
las que se destaca Dogma y ritual de alta magia.
Sociedad Teosófica[editar]
Poco tiempo después (1875), Helena Blavatsky y Henry Olcott fundan la Sociedad
Teosófica en Nueva York para el estudio de los fenómenos inexplicados de la naturaleza y de
las religiones comparadas. Tras la publicación de Isis sin velo y La Doctrina Secreta, el
ocultismo se difundió rápidamente por todo Occidente, reapareciendo escuelas de
la rosacruz, herméticas y de magia, relacionadas con la masonería.
Siglo XX[editar]
Tras la muerte de Helena Blavatsky, el movimiento teosófico se fracturó y surgieron varios
grupos, de la mano de Annie Besant, William Judge y posteriormente Rudolf Steiner(fundador
de la antroposofía) y Alice Bailey.
La Escuela Arcana de Alice Bailey puede ser considerada el más inmediato antepasado del
fenómeno de la Nueva Era y la supuesta canalización de entidades que enseñan las doctrinas
del nuevo tiempo, como los maestros ascendidos, entre ellos Djwhal Khul. Del tronco teosófico
también surgen otras sectas como Nueva Acrópolis.
Rosacruz[editar]
Aparecieron grupos de tendencia masónica, como la Fraternidad Rosacruz (de Max Heindel),
la Fraternidad Rosacruz Antigua (de Arnold Krumm-Heller) y AMORC (sigla de la Antigua y
Mística Orden Rosae Crucis, de Harvey Spencer Lewis).
Magia ritual[editar]
El moderno movimiento de la magia ritual se inspiró en las doctrinas del grupo esotérico Orden
Hermética de la Aurora Dorada, el cual fue fundado por MacGregor Mathers, quien afirmaba
que estaba continuando el legado de una orden rosacruz alemana conocida como Orden de la
Rosa Oro Rubí y de la Cruz de Oro. Actualmente la magia ritual pone un particular énfasis en
los continuadores del británico Aleister Crowley.
Dentro del movimiento denominado nueva era (o new age), se ha desarrollado el interés por el
conjunto de diversas creencias y de prácticas que no necesariamente excluye el interés por
las anteriores. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con
la medicina holística, las medicinas alternativas o tradicionales y el misticismo. También se
incluyen numerosas ciencias ocultas y pseudociencias, perspectivas generales
sobre historia, religión, espiritualidad, estilos de vida y ciertos tipos de música. Algunos de los
temas relacionados son:
acupuntura.
aromaterapia.
ayurveda.
cábala.
calendario maya.
cerealogía (círculos de ovnis).
civilizaciones perdidas.
espiritismo.
karma.
flores de Bach.
iridología.
lectura de auras.
musicoterapia.
niños índigo.
piramidología.
radiestesia.
reiki.
reencarnación.
yoga.
Véase también[editar]
Alquimia
Antroposofía
Esoterismo
Gnosticismo
Hermetismo
Iniciación
Lista de prejuicios cognitivos
Magia
MC-14 (método científico en 14 etapas)
Sociedades secretas
Supersticiones
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Real Academia Española: «Ocultismo», definición publicada en el Diccionario de
la lengua española. Madrid: Espasa Calpe, 2001.
2. Volver arriba↑ «Oculto», definición publicada en el sitio web Wikcionario.
3. Volver arriba↑ Underhill, E. (1974): Mysticism. Nueva York: Meridian, 1974.
4. Volver arriba↑ Blavatsky, H. P. (1897): Occultism of the secret doctrine. Whitefish (MT):
Kessinger Publishing, 1897.
5. Volver arriba↑ Sociedad Biosófica: «¿Por qué la biosofía?», artículo publicado en la Revista
Biosofía (España), edición n.º 1.
Desde una postura no académica, y sí más vivencial, el verdadero esoterismo no tiene nada que ver con supersticiones,
creencias y fenómenos milagreros, posturas que ―juntamente con las del fanatismo, el sectarismo y la intolerancia― se
colocan entre los grandes obstáculos para la madurez evolutiva del ser humano, y para el crecimiento para una
conciencia más amplia y más libre. El esoterismo propugna por el reconocimiento de una sabiduría universal que
atraviesa múltiples tiempos y latitudes (con sus peculiaridades civilizatorias y culturales), y que ha ido (y continuará)
manifestándose a través de las más diversas formas y tradiciones ―religiosas, filosóficas y científicas― capaces de
contribuir a su comprensión. Entiende el espíritu y la materia como los dos polos (o el padre y la madre, de cuya relación
nace la conciencia individual) de la vida universal que los sintetiza, y por eso sustenta la posibilidad de una conciencia del
espíritu o ciencia esotérica ―incidente sobre el mundo interno de causas, valores y significados― de la misma manera
como se considera posible una ciencia de la materia ―el mundo externo de los efectos fenoménicos, de los objetos y
significantes.
6. Volver arriba↑ Houghton Mifflin Company (2004): The American Heritage College
Thesaurus (pág. 530). Boston (Estados Unidos): Houghton Mifflin (2004).
7. Volver arriba↑ Wright, C. F. (1895): An outline of the principles of modern theosophy. Boston
(Estados Unidos): New England Theosophical Corporation, 1895.
8. Volver arriba↑ «¿Por qué la gente cree en las pseudociencias y el esoterismo? Muchos
investigadores se han preguntado por qué la gente se siente tan fascinada con la astrología,
las casas encantadas y cosas por el estilo»
22/11/2013 http://www.diarioveloz.com/notas/109875-por-que-la-gente-cree-las-
pseudociencias-y-el-esoterismo Consultado el 25 de noviembre de 2017 Diario Veloz
9. Volver arriba↑ Drury, Nevill: The Watkins dictionary of magic (pág. 3). ISBN 1-84293-152-0.
10. Volver arriba↑ Goodrick-Clarke, Nicholas (1985): The occult roots of nazism (pág. 17),
1985. ISBN 0-85030-402-4.
Esoterismo (del griego ἐσώτερος [API /e'so:teros/]: «de dentro, interior, íntimo»; unido
al sufijo «–ismo») es un término genérico usado para referirse al conjunto
de conocimientos, doctrinas, enseñanzas, prácticas, ritos, técnicas o tradiciones de una
corriente de pensamiento que utiliza secretos, símbolos incomprensibles o de difícil acceso y
que se transmiten únicamente a una minoría selecta denominada iniciados, por lo que no son
conocidos por los profanos. El esoterismo busca entender el mundo y al hombre a través de
sus causas internas, a diferencia del conocimiento exotérico, que busca los efectos y las
causas externas.
Por extensión, el esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto grado de
iniciación para estudiarla en su total profundidad. En contraste, el conocimiento exotérico es
fácilmente accesible para el público común y se transmite libremente.
Índice
1Terminología
2Historia
3Esoterismo y ciencia
4Corrientes esotéricas
o 4.1Corrientes esotéricas orientales
o 4.2Corrientes esotéricas occidentales
5El esoterismo en la cultura popular
6Véase también
7Referencias
o 7.1Bibliografía
o 7.2Enlaces externos
Terminología[editar]
Antoine Faivre, en su estudio sobre el esoterismo, Espiritualidad de los movimientos
esotéricos modernos, señala que antes del siglo XIX no existía un término que pudiese
clasificar y reunir en una sola palabra a las diversas corrientes y prácticas esotéricas. La
expresión existía sólo como adjetivo: esotérico (έσωτερικóς), «de dentro, interno» y
posteriormente se acuñó el vocablo esoterismo para denotar la cualidad de esotérico.1
Historia[editar]
En la Antigüedad, algunas escuelas cultivaban, junto a una doctrina accesible a todos, otras
doctrinas ocultas, reservadas a los iniciados. En algunas culturas el saber era custodiado
celosamente por castas sacerdotales y algunos conocimientos fueron solamente patrimonio de
círculos restringidos. El problema de su transmisión a través de la historia ha dado lugar a
tradiciones parciales o fundadas en otros contextos desligados de sus fines primordiales.
La esotérica era una de las formas en que en la Grecia antigua se administraba la enseñanza,
que sólo podía ser recibida en el interior de las escuelas, y que se oponía a la que se
destinaba al público y era impartida al aire libre.
Los discípulos de Pitágoras se habrían dividido en exotéricos y esotéricos: los primeros eran
simples aspirantes sin investiduras, los segundos estaban completamente iniciados en la
doctrina real del maestro.
Para Platón y Aristóteles, los caracteres exotéricos o esotéricos se aplican sólo a las
doctrinas. Habría existido en Platón una doble filosofía: una accesible a todos, expuesta en
sus diálogos, y otra más técnica, reservada sólo a los iniciados. Aristóteles divide sus obras en
esotéricas o acroamáticas, y exotéricas. Los comentadores admiten que esta distinción no se
basa en las cuestiones ni en sus soluciones, sino en la forma y los procedimientos de
exposición. En las obras exotéricas sólo se dan los argumentos más claros y para las
esotéricas se reservan los más oscuros y decisivos.
Sería semejante, pues, a los actuales y metódicos estudios científicos de las academias con
relación a las divulgaciones que de tales disciplinas pueden hacerse. La idea de una doctrina
misteriosa reservada a los iniciados se observa en numerosas sociedades tales como el
movimiento Rosacruz o la Francmasonería.
Según René Guénon, todas las religiones poseen un núcleo esotérico, que por su complejidad
simbólica permanece oculto para la mayoría de los creyentes, y el significado real de
los rituales religiosos sería sólo comprendido por los iniciados.
El deseo de una síntesis de todos los saberes de la humanidad ha impulsado a algunas
doctrinas sincréticas, como la sinarquía de Saint-Yves d'Alveydre y la teosofía de Helena P.
Blavatsky, a intentar recuperar y unificar las tradiciones de todas las culturas y de todos los
tiempos.
Las escuelas cultivaban, junto a una doctrina accesible a todos, otras doctrinas ocultas,
reservadas a los iniciados. En algunas culturas el saber esotérico se aplica sólo a las
doctrinas. Habría existido en Platón una doble filosofía: una accesible a todos, expuesta en
sus diálogos, y otra más técnica, reservada sólo a los iniciados.
Esoterismo y ciencia[editar]
La ciencia moderna es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante observación,
razonamiento y experimentación, con base en un método científico. En la Antigüedad, sin
embargo, el término ciencia (del latín scientia 'conocimiento, hecho de saber algo') tenía una
significación diferente, y se refería también a un saber esotérico. Parte de este conocimiento
esotérico sería el producto de la mente trascendental o de una intuición intelectual.2
René Guénon, en su obra La crisis del mundo moderno hace una fuerte crítica a las ciencias
modernas que, al despreciar el saber esotérico, habrían caído en una suerte de cáscara o
exoterismo que se limita sólo al estudio de los fenómenos pero desconocen lo que él llama
la verdad trascendente. En el capítulo IV de su obra dice:
Por eso es por lo que la «ciencia profana», la de los modernos, puede ser considerada, a justo título, así
como ya lo hemos dicho en otra parte, como un «saber ignorante»: saber de orden inferior, que se
queda todo entero en el nivel de la realidad más baja, y saber ignorante de todo lo que le rebasa,
ignorante de todo fin...
René Guénon
La crisis del mundo moderno (Cap. IV: Ciencia Sagrada y Ciencia Profana)
Aunque para las ciencias modernas el término esotérico tiene frecuentemente un carácter
peyorativo, no es menos cierto que algunas ciencias se desarrollaron en parte del quehacer de
las "prácticas tradicionales". Así, la química debe parte de su desarrollo a la práctica de
la alquimia, y la astronomía estuvo en sus inicios relacionada con la práctica de la astrología.
Ouspensky, hacia 1911, clasificó las manifestaciones sobrenaturales en magia y misticismo.
La primera la relacionó con la acción y la segunda con el sentimiento. Ouspensky comparaba
el método psicológico con el método esotérico en la adquisición de conocimiento; consideraba
que la mente psicológica puede ver las limitaciones de la mente lógica al poder distinguir entre
diferentes niveles de pensamiento y comprender el hecho de que las percepciones cambian
según las facultades y propiedades del aparato perceptor; el método esotérico además
siempre conecta las partes con el todo.3
Para el maestro tibetano Djwhal Khul, el esoterismo es el entrenamiento para obtener la
capacidad de actuar libremente en el mundo de los significados, implica comprender la
relación que existe entre fuerzas y energías.4
Corrientes esotéricas[editar]
Existen numerosas expresiones espirituales que pueden ser clasificadas dentro del esoterismo
debido a sus características. Eduardo Schure, en su obra Los grandes iniciados, identifica dos
grandes corrientes o raíces culturales de las que derivarían todas las mitologías y religiones,
artes, ciencias y filosofías de la historia: las corrientes semítica y aria. La primera sería
originada con Moisés en Egipto, y la segunda, con Rāma en India.
Encontramos además numerosos tipos de esoterismo dependiendo de la corriente que se siga
o de la ideología que se practique. Así pues, algunas de las más importantes son:
Esoterismo Masónico
Esoterismo Egipcio
Esoterismo Maya
Esoterismo Cristiano.
Haciendo una división entre corrientes orientales y occidentales, encontramos:
Corrientes esotéricas orientales[editar]
cábala
sufismo
tantra
taoísmo
vajrayāna
yoga
Corrientes esotéricas occidentales[editar]
Véase también: Cultos mistéricos
alquimia
antroposofía
francmasonería
gnosticismo
hermetismo
martinismo
orfismo o sistema órfico
pitagorismo
rosacrucismo
teosofía
Thelema
El interés despertado por las sociedades secretas y las tradiciones esotéricas desde finales
del siglo XIX ha convertido al esoterismo, al menos en un nivel superficial, en un elemento
característico de la cultura de masas.[cita requerida]
La astrología, la geomancia, la magia y el tarot son ejemplos de elementos originalmente
esotéricos que se han comercializado y se han incorporado a la vida cotidiana occidental. Con
el calificativo de "supermercado de la nueva era", se han referido a ella ciertos núcleos
sociales, como la comunidad científica y la Iglesia, que se han opuesto formalmente a todo lo
relacionado con el esoterismo popular, ya que se ha convertido en una moda con los métodos
propios de venta de una mercancía.[cita requerida]
Se encuentra de todo: I Ching, velas, perfumes, inciensos e imágenes del Buda o de Cristo,
libros de oraciones, mantras, decretos, mandalas, todo tipo de
recetas vegetarianas y naturistas, pulseras, productos audiovisuales con mensajes y clases
de sanación y liberación, libros, hipnosis, psicoterapias de todo tipo, ejercicios para conocer
el karma y las vidas pasadas, contactos con los ángeles, sus órdenes y mensajes, todo tipo de
objetos atractivos, decorativos y llamativos, entre otros artículos de consumo. Además, los
símbolos ocultistas también ofrecen una gran afición entre los creyentes de lo esotérico.
Algunos de los más populares, por su gran relación y representación del esoterismo, son: la
estrella de David, el Tetragramaton, el Rosacruces, la Escuadra y el Compás, que es un
símbolo masón y el Pentagrama Esotérico5.
Véase también[editar]
espiritualidad
iluminación
iniciación
misticismo
ocultismo
sociedades secretas
tradición
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Faivre, Antoine y Needleman, Jacob; comps. (ed. 2000): Espiritualidad de los
Movimientos Esotéricos Modernos. Paidós Orientalia Nº 70. Barcelona. ISBN 84-493-0900-X
2. Volver arriba↑ Guénon, R. (1946). La crisis del mundo moderno. París: Gallimard.
3. Volver arriba↑ P. D. Ouspensky. Un nuevo modelo del universo. Buenos Aires: Kier. 1996.
4. Volver arriba↑ Alice Bailey. Tratado sobre los siete rayos. Tomo I. Psicología esotérica. Buenos
Aires: Fundación lucis. 1999.
5. Volver arriba↑ «https://www.mundoesoterico.online/».
Bibliografía[editar]
Jean-Paul Corsetti, Historia del esoterismo y de las ciencias ocultas (1992), Buenos Aires:
Larousse Argentina, 1993, 302 págs. [1]
Antoine Faivre, El esoterismo en el siglo XVIII (1973), Madrid: EDAF, 1976, 230 págs.
Esoterismo en la España del siglo de oro, Barcelona: Ediciones Obelisco, revista « La
Puerta », 1990, 136 págs. (Dulcinea del Toboso, La Cueva de
Montesinos, Góngora, Quevedo, Ramón Llull, Juan de Herrera...)
Antoine Faivre y Jacob Needleman (comps.), Espiritualidad de los movimientos esotéricos
modernos (1992), Barcelona : Paidós, « Orientalia », 2000, 548 págs. [2]
René Guénon, Apercepciones sobre la iniciación (1946), Madrid: Editorial Sanz y Torres,
colección “Ignitus”, 2006, 398 págs. [3]
Carlos Alberto Moreyra, Esoterismo religioso del siglo de oro español, Córdoba, 1965, 67
págs.
Pedro A. Quiñones Vesperinas, Introducción al estudio del esoterismo, Buenos Aires: Kier,
1980, 476 págs.
Pierre A. Riffard, Diccionario del esoterismo (1983), Madrid: Alianza editorial, “El libro de
bolsillo”, n° 1237, 1987, 449 págs.
Pierre A. Riffard, ¿Qué es el esoterismo?: Las doctrinas metafísicas y sus máximos
exponentes en la historia (1990), México: Editorial Diana, 2001, 446 págs.
Édouard Schuré, Los grandes iniciados: Rama, Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo,
Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro, Buda (1889), Madrid: Editorial Dilema-Manakal, 2001,
404 págs.1
Jean Servier (dir.), Diccionario crítico de esoterismo (1998), Madrid : Akal Ediciones, 2006,
2 vo1úmes, 1728 págs.
http://esoterismo-guia.blogspot.com.es/2014/01/esoterismo-introduccion-estudio-
inicio.html
Religión mistérica
(Redirigido desde «Cultos mistéricos»)
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Se califica como religión mistérica o religión de misterio a aquella que intenta transmitir el
conocimiento a través de la experiencia. Presenta entonces ciertos misterios que no se
plantea explicitar, toda vez que los detalles doctrinales han de conocerse a través de la
experiencia iniciática ritual y no mediante la palabra o la razón. Las razones para escoger esta
vía pueden ser varias. Desde la defensa de la propia comunidad ante represalias de colectivos
mayoritarios, protección de intereses personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad
exclusiva, o simplemente la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados
con la religión.
Por lo tanto, más que una religión es un modo de vivir una religión, existiendo a lo largo de la
historia de las religiones muchas que pueden encajar en este tipo. El secretismo y
exclusivismo de algunas de estas religiones mistéricas conlleva una serie de ritos iniciáticos, y
frecuentemente un periodo de preparación y de pruebas, antes de aceptar a un nuevo adepto
en la comunidad. Estas ceremonias recibían el nombre de misterios.
Índice
1Historia
2Misterios
3Referencias
4Bibliografía
5Enlaces externos
Historia[editar]
Sus orígenes parecen remontarse hasta el neolítico. Y en cuanto a la procedencia, tampoco
es seguro que sea oriental. Se ha afirmado que las religiones mistéricas parecen surgir en
la Antigüedad egipcia, en relación con los dioses Isis, Serapis y Anubis. También se observa
su existencia en religiones frigias, como el mitraísmo, así como en el culto a Atis y Cibeles.
Los misterios egipcios parecen ser los más antiguos, y los de Isis y Osiris llevados
a Roma bajo este nombre, dieron sin duda nacimiento a las tres grandes iniciaciones
llamadas misterios órficos, misterios eleusinos y misterios samotrácicos.
Se observa en la cultura helenística de la Antigua Grecia, siendo ya evidente su existencia
antes del 600 a. C. en los cultos mistéricos de Eleusis (Démeter: hermana/esposa
de Zeus y Perséfone: hija de Démeter y esposa de Hades) y en los de Dioniso y las bacantes.
En Grecia comenzaron a tener muchos seguidores las religiones mistéricas del Oriente
Próximo, como los dioses frigios (Cibeles, Atis, Sabacio, Mitra) o los egipcios (Anubis). Sin
embargo, algunos expertos puntualizan que el culto a estas divinidades no muestra
características mistéricas en sus lugares de origen, sino que parece adquirir estas
carecterísticas al llegar a Grecia. Algunos autores opinan que el éxito y la expansión de las
religiones mistéricas se debían a que la mitología grecorromana clásica no implicaba al
individuo en sus creencias, mientras que las religiones mistéricas acogían al creyente,
proporcionándole protección y promesa de felicidad.
Las religiones mistéricas se extienden desde Grecia hacia la totalidad del Imperio romano, a
pesar de los esfuerzos de varios emperadores por evitarlo, entre los que destacó Augusto.
Poco después, con Tiberio, el protagonismo de las religiones mistéricas era una realidad
inevitable.
Durante la época imperial romana ocurrió un fenómeno de sincretismo religioso entre los
cultos latinos y los de divinidades procedentes de África y Oriente. En Roma, por ejemplo,
los misterios eleusinos, cuyo origen se remonta a la Antigua Grecia, fueron introducidos bajo
el nombre de misterios de Ceres o de la buena diosa, tomando otros nombres particulares
según los lugares en que se celebraban. Asimismo prosperaron los cultos de Hermes
Trismegisto y de Asclepio, con antecedentes egipcios aunque helenizados.
Misterios[editar]
El término "misterio" deriva del latín mysterium, del griego musterion (por lo general, como el
plural musteria μυστήρια), y en este contexto significa "secreto, rito o doctrina". Una persona
que siguiese tal "misterio" era un mystes, "uno que se ha iniciado" (de myein, cerrar), una
referencia al secreto (el cierre de "los ojos y la boca"),1 ya que sólo al iniciado se le permitía
observar y participar en los rituales.2 Los misterios son a menudo suplentes de la religión civil,
y por eso se habla de cultos mistéricos en lugar de religiones.3
Se llaman misterios al conjunto de pruebas y ritos que el aspirante debía cumplir para ser
aceptado como miembro de derecho de la religión. Los misterios son formas de pedagogía
primitiva que parten de la premisa de que el verdadero conocimiento o comprensión es el
resultado de la asimilación de la información a través de la totalidad del ser humano. En esta
representación mistérica, el iniciado recibe información simultánea de tipo intelectual,
emocional y física, al ser el personaje activo de dicho drama. Así, el iniciado se convierte en el
dios o héroe.
Misterios órficos: iniciación al orfismo, secta que pone en tela de juicio la religión oficial de
la ciudad griega.
Misterios eleusinos: ritos de iniciación anuales al culto a Deméter y Perséfone que se
celebraban en Eleusis. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, éstos eran
considerados los de mayor importancia, y se extendieron posteriormente al Imperio
romano.
Misterios samotracios: pertenecientes al culto a los Grandes Dioses introducido
por Dárdano en Samotracia.
Misterios báquicos: fiestas de Baco, más generalmente llamadas Dionisíacas u Orgías.
Misterios pitagóricos: iniciación en la doctrina secreta del pitagorismo.
Misterios platónicos: tentativa hecha por los valentinianos y
los neoplatónicos de Alejandría para imitar las iniciaciones de Eleusis. Los secretos
cosmogónicos, los fenómenos astronómicos y el dogma moral y religioso despojado de las
supersticiones vulgares eran el fondo de la doctrina que se revelaba a los iniciados.
Estos misterios se llevaban a cabo con frecuencia en la oscuridad profunda en grutas y sitios
similares. El que asistía a los misterios sin tener derecho a ello y el que revelaba sus secretos
era castigado con la muerte. Por ello la información de que disponemos actualmente acerca
de los diferentes cultos mistéricos es escasa. Platón fue criticado duramente por revelar el
secreto de los principios filosóficos de los Misterios.4
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Newberg, Andrew (2001): Why God Won't Go Away, Ed. Ballantine, pág. 56
2. Volver arriba↑ Harper, Douglas, ed. (2001): Mystery, Online Etymology Dictionary.
3. Volver arriba↑ Iles Johnson, Sarah (2007): Mysteries, en su obra Ancient Religions, Ed.
Belknap Press/Harvard UP, pág. 99, ISBN 978-0-674-02548-6
4. Volver arriba↑ Hall, Manly P. (1928): The Secret Teachings of all ages, San Francisco: pág. 21
<http://www.sacred-texts.com/eso/sta/>
Bibliografía[editar]
Álvarez de Miranda, Ángel, Religiones mistéricas. Revista de Occidente: Madrid, 1961.
Burkert, Walter, Cultos mistéricos antiguos. Traducción de María Tabuyo y Agustín
López. Editorial Trotta: Madrid, 2005. ISBN 978-84-8164-725-9
Dodds, Eric R. (1968): Los griegos y lo irracional, Alianza Editorial: Madrid, 1986.
Frazer, James G. (1957): The Golden Bough: A Study in Magic and Religion Editorial
Macmillan.
Kirk, Geoffrey S. (1970): Myth: Its Meaning and Function in Ancient and Other Cultures,
Editorial Cambridge UP.
Virgili, Antonio (2008): Culti Misterici ed Orientali a Pompei, Gangemi, Roma, ISBN 978-
88-492-1409-3
Espiritualidad
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Índice
1Prácticas espirituales
2En la filosofía
3En las artes
4Referencias
5Enlaces externos
Prácticas espirituales[editar]
En cierto sentido es posible hablar de prácticas espirituales sin estar específicamente bajo lo
que habitualmente consideramos una religión organizada, aunque generalmente no dejan de
ser prácticas tradicionales.5
En el occidente se relacionó habitualmente el término con doctrinas y prácticas religiosas,
especialmente en la perspectiva de la relación entre el ser humano y un ser superior (Dios),
así como con las doctrinas relacionadas con la salvación del alma, aunque actualmente se ha
ampliado mucho su uso, y no son éstas las únicas formas en que se hace uso del término.
Se dice también de estilos o formas de vida que incluyen perspectivas relacionadas con el
ámbito espiritual y sus prácticas, buscando, por ejemplo, la liberación. Otros enfoques
diferentes también son posibles: (iniciación, rito).6
Igualmente, puede entenderse sin referencia alguna a ningún ser superior o exterior al ser
humano, utilizándose el término para referirse a una "espiritualidad atea", o "sin dios".789
En la filosofía[editar]
Hombre orando.
Algunos puntos de vista filosóficos, utilizan el término para hacer referencia a la oposición
entre materia y espíritu, o entre interioridad y exterioridad.10
Sin embargo, por el contrario, la postura filosófica de los practicantes del budismo Zen concibe
la "unidad" de los opuestos:
Un filósofo, Nishida Kitaro (...) también se entregó a la práctica Zen, de la que destiló su concepción
filosófica de la "unidad" de los opuestos (espacio y tiempo, espíritu y materia, autoconciencia y
conciencia objetiva, individuo y mundo). Michiko Yusa, Religiones de Japón, 2006 11
En las artes[editar]
A veces también, en el ámbito literario, el término obedece sólo a aspectos estéticos y
estilísticos.12
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Adriaanse, H. J. (1991). Penser la religion: recherches en philosophie de la
religion (en francés) 15. Beauchense. p. 292. «le terme spiritualité est un terme relativement
nouveau dont la significativamente esta d’ailleurs largement fluctuante».
2. Volver arriba↑ Joël Demay. Brandonu.ca, ed. «Spiritualité, individu, et analyse théorique de la
communication : les études indiennes et la psychologie à la rescousse» (en francés). Archivado
desde el original el 11 de agosto de 2011. Consultado el 24 de octubre de 2010.
3. Volver arriba↑ «Definición de "espiritualidad", en Referendario». Diccionario online
Wordreference.
4. Volver arriba↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2014). «espiritualidad». Diccionario de la lengua española(23.ª edición).
Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7.
5. Volver arriba↑ Yusa, Michiko (2006). Religiones de Japón. Ediciones AKAL.
p. 104. ISBN 9788446018544. «...la tradición del ascetismo de montaña.»
6. Volver arriba↑ Foucault, C.; Mongeau, S. (2004). Presses de l’Université de Montréal, ed. L’art
de soigner en soins palliatifs (en francés). p. 200.
7. Volver arriba↑ Comte-Sponville, A. (2006). L'esprit de l'athéisme: introduction à une spiritualité
sans Dieu. Albin Michel.
8. Volver arriba↑ Louis Sonier (2005). Maison De Vie, ed. Une spiritualité sans dieu.
9. Volver arriba↑ Costa-Lascoux, J.; Lombard, P.; Levaï, I.; Houziaux, A. (2006). Peut-il y avoir
une spiritualité sans Dieu?. Éditions de l’Atelier. p. 15. «la notion de spiritualité est neutre par
rapport à celle de foi en Dieu».
10. Volver arriba↑ Richard, R.; Dézé, C. (1992). Psychologie et spiritualité: à la recherche d'une
interface (en francés). Presses de l’Université Laval. p. 17.
11. Volver arriba↑ Yusa, Michiko (2006). Religiones de Japón. Ediciones AKAL.
p. 102. ISBN 9788446018544.
12. Volver arriba↑ Roger Marchal. L'écrivain et ses institutions. p. 497. «La notion de spiritualité,
quand elle rencontre la production et l’activité des écrivains, implique outre les enjeux religieux,
philosophique et anthropologique, [...] des dimensions proprement littéraires et esthétiques».
Cábala
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Para otros usos de este término, véase Cábala (desambiguación).
La cábala (en hebreo: [ ַקבָּ לָּ הQabbaláh], ‘recepción’)? es una disciplina y escuela de
pensamiento esotérico, relacionada con los esenios y el judaísmo jasídico. Utiliza varios
métodos para analizar sentidos recónditos de la Torá (texto sagrado de los judíos, al que los
cristianos denominan Pentateuco, y que representa los primeros cinco libros de la Biblia).
La definición de la cábala varía de acuerdo a la tradición y los objetivos de aquellos que la
siguen y así, su definición difiere desde sus orígenes religiosos como parte integral del
Judaísmo o las versiones expuestas por las más recientes adaptaciones esotéricas que
indican que forma parte del Cristianismo o la Nueva era (New Age) o
el Ocultismo/Esoterismo Occidental.
La cábala se refiere a una serie de enseñanzas esotéricas que intentan explicar la relación
entre un infinito (Ein Sof) que es inmutable, eterno y misterioso y el universo perecedero y
finito (creado por Dios). La cábala no podría considerarse como una denominación religiosa, si
bien es la base de interpretaciones religiosas de carácter místico. La cábala busca definir la
naturaleza del universo y del hombre, la base y propósitos de su existencia y otras cuestiones
relacionadas con la Ontología. También presenta métodos para ayudar a entender estos
conceptos y, por tanto, lograr un crecimiento espiritual.
En la antigua literatura hebrea, la cábala era el cuerpo total de la doctrina recibida y las
veintidós letras del alfabeto hebreo están relacionadas con el tarot. Así pues, incluía a
los Profetas y los hagiógrafos de las tradiciones orales, incorporadas posteriormente al Texto
de la Mishná.
Índice
1Orígenes
2Tradiciones
3Cábala Judía y no judía
4Historia del misticismo judío
o 4.1Términos
5Explicación de la cábala
6Dos tipos de cábala
o 6.1La cábala simbólica o artificial
o 6.2Gematría
o 6.3El notaricón
o 6.4La temurá
7Estructura de las sefirot
8Véase también
9Referencias
10Bibliografía
11Enlaces externos
Orígenes[editar]
La cábala se desarrolló dentro de la esfera de las tradiciones judías y los cabalistas
frecuentemente utilizan las fuentes clásicas del judaísmo para explicar y demostrar sus
esotéricas enseñanzas. Estas enseñanzas son utilizadas por los seguidores del judaísmo para
definir el significado esencial de la Biblia hebrea y la literatura rabínica tradicional, así como el
significado de las observancias religiosas judías.
Los seguidores tradicionales de la cábala afirman que ésta surgió antes que cualquier otra
religión en el mundo y que sirvió de base para elaborar la filosofía primordial de la Creación,
las ciencias religiosas, las artes y los sistemas políticos. La Historia, sin embargo, indica que la
cábala apareció como una forma temprana del misticismo judío en los siglos XII y XIII en el sur
de Francia y en España (específicamente en Guadalajara y Zaragoza) siendo re interpretada
en el renacimiento del judaísmo místico en el siglo XVIII en la Palestina Otomana.. Fue
popularizada en la forma de Judaísmo jasídico desde el siglo XVIII hasta hoy en día. El interés
despertado por la cábala en el siglo XX ha inspirado a la denominada Renovación Judía y ha
contribuido a una más amplia espiritualidad no judía contemporánea, así como la emergencia
de nuevas investigaciones académicas.
La cábala originalmente se desarrolló dentro de la esfera de las tradiciones judías y los
cabalistas frecuentemente utilizan las fuentes clásicas del judaísmo para explicar y demostrar
sus esotéricas enseñanzas. Estas enseñanzas son utilizadas por los seguidores del Judaísmo
para definir el significado esencial de la Biblia hebrea y la literatura rabínica tradicional, así
como el significado de las observancias religiosas judías.
Los seguidores tradicionales de la cábala afirman que ésta surgió antes que cualquier otra
religión en el mundo y que sirvió de base para elaborar la filosofía primordial de la Creación,
las ciencias religiosas, las artes y los sistemas políticos. La Historia, sin embargo, indica que la
cábala apareció como una forma temprana del misticismo judío en los siglos XII y XIII en el sur
de Francia y en España (específicamente en Provenza y Cataluña) siendo re interpretada en
el renacimiento del judaísmo místico en el siglo XVIII en la Palestina Otomana.
El rabino Isaac Luria es considerado como el padre de la cábala contemporánea. Fue
popularizada en la forma de Judaísmo jasídico desde el siglo XVIII hasta hoy en día. El interés
despertado por la cábala en el siglo XX ha inspirado a la denominada Renovación Judía y ha
contribuido a una más amplia espiritualidad no judía contemporánea, así como la emergencia
de nuevas investigaciones académicas.
Se atribuye una importante contribución a la cábala a Abraham Abulafia (nacido
en Zaragoza en 1240). Una de las fuentes más importantes de la cábala es el Zóhar (‘Libro del
esplendor’), escrito por Shimon bar Yojai. La idea básica allí expuesta es que, del seno mismo
de la Divinidad Oculta o Infinito (el Ain Sof), surgió un rayo de luz que dio origen a la
nada (ain), identificada con una esfera (sefirá) o región, que recibe el nombre
de kéter (‘corona’). De esta corona suprema de Dios emanan otras nueve esferas (las sefirot).
Estas diez esferas constituyen los distintos aspectos de Dios, mediante los cuales se
manifiesta.
Según el escritor italiano Pico della Mirandola (1463-1494), el filósofo cabalístico
alemán Johannes Reuchlin (1455-1522) y el matemático alemán Wilhelm Schickard (1592-
1635), la cábala es una sabiduría ancestral anterior a todas las religiones, que Yahveh había
revelado primero a Adán (el primer hombre), después a Abraham y luego a Moisés en
el monte Sinaí, al tiempo que le hacía entrega de las Tablas de la Ley, suceso que los judíos
situaban alrededor del siglo XIII a. C.
También se pretende que Dios enseñó sus verdades y misterios a través del ángel Raziel tras
la caída de Adán.
Tradiciones[editar]
De acuerdo con el Zohar, un texto fundamental del pensamiento cabalístico, el estudio
del Torá puede llevarse a cabo de acuerdo a cuatro interpretaciones (Exégesis). Estas son:
Peshat (simple en hebreo) - interpretación directa del contenido
Remez (insinuaciones) - el significado alegórico
Derash (investigar) - analizar con una comparación imaginativa de otras palabras o versos
Sod (secreto) - el significado esotérico y metafísico expresado en la cábala
La cábala es considerada por sus adeptos como una parte esencial del estudio del Torá - el
estudio del Torá es un deber inherente para quienes practican la religión judía.
De acuerdo a las creencias tradicionales, el antiguo conocimiento cabalístico fue transmitido
oralmente por los patriarcas, profetas y sabios, para eventualmente introducirlos en las
escrituras y cultura religiosa judía. Afirman que diez siglos AC, la antigua cábala la practicaban
abiertamente más de un millón de personas. Las conquistas extranjeras obligó a los líderes
espirituales judíos (Sanedrín) a ocultar su conocimiento y hacerlo secreto, temiendo que fuera
mal interpretada o usada si caía en manos inapropiadas.
Es difícil aclarar con cierto grado de seguridad los conceptos exactos de la cábala. Existen
diferentes escuelas de pensamiento con diferentes definiciones y contenido. Los modernos
expertos en este tema, han tratado de reducir su alcance y diversidad, limitando su estudio a
ciertos textos, particularmente los realizados por Isaac Luria Isaac y Hayim ben Joseph Vidal.
No obstante, este estudio no ha logrado limitar el alcance del entendimiento y expresión de
algunos eruditos, quienes han combinado el fervor con el misticismo. Es por tanto importante
tomar esto en cuenta cuando se discuten ciertos conocimientos de la cábala, dado que se
tratan de conceptos altamente abstractos y que solo pueden ser entendidos intuitivamente.
La cábala explica diez esferas (sefirot), enumeradas habitualmente en el orden en que el rayo
de Dios desciende para crear el mundo, que es la misma numeración utilizada por la
europeizada cábala hermética.
Se encuentran listados a continuación sus nombres y el significado traducido del hebreo. Las
sefirots de Zeir Anpin (el deseo de recibir con la intención de otorgar) comprenden desde la 4
hasta la 10:
Véase también[editar]
Árbol de la Vida
Cábala cristiana
Séfer Ietzirá
Zohar
Merkaba
Emanacionismo
Nahmánides
Sufismo
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Índice
1Contexto
2Definiciones
3Etimología
4Hermandades o cofradías (turuq)
5Desarrollo histórico
o 5.11. Etapa de pre-desarrollo
o 5.22. El periodo temprano
o 5.33. El periodo formativo y de desarrollo literario
5.3.1Irak
5.3.2Asia central
5.3.3India
5.3.4Al-Andalus y el Magreb
o 5.44. Periodo moderno o de las turuq
5.4.1Egipto
5.4.2Anatolia
5.4.3Cáucaso
5.4.4Jorasán
5.4.5Occidente islámico
o 5.55. El desarrollo de las órdenes
6Prácticas sufíes
o 6.1Prácticas comunes
o 6.2Prácticas específicas
7Chiismo y sufismo
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Contexto[editar]
El término sufismo se usa en Occidente para referirse, por un lado a la espiritualidad islámica
denominada tasawwuf, que incluye diferentes movimientos ortodoxos y heterodoxosdel islam.
También es usado para definir grupos esotéricos desvinculados del islam, como algunas
formas de sincretismo Nueva Era. En el ámbito de algunas universidades islámicas hace
referencia a la psicología islámica (el conocimiento del alma y su purificación, donde también
se denomina tazkiyyat al-nafs) y en ocasiones se confunde con el ajlāq, que se suele entender
como moral, pero que en su concepción clásica indica la nobleza de carácter.
En las primeras décadas de existencia del Islam, el «sufí» no fue reconocido como una rama
del islamismo, y desde el punto de vista de la mayoría de los investigadores, fue desarrollado
por personas que eligieron la ascesis y la vida espiritual. Pero algunos de los sabios sufíes
creen que el sufismo era una realidad sin nombre, y luego fue un nombre sin realidad. Los
sabios sufíes eligieron el tariq (‘camino’), argumentando que fue inaugurado por el
propio Mahoma, y citan numerosos antecedentes en el Corán y en el Hadiz.12
En el ámbito tradicional islámico, el tasawwuf al-islami denomina la espiritualidad islámica, es
decir, aquella faceta, conocimientos, métodos, formas y ritos que, dentro del contexto del
islam, se han dedicado a las cuestiones del espíritu, la purificación del alma, a la metafísica, a
la interpretación interior de los preceptos islámicos, y la relación de Dios con el Cosmos.
Mientras que la filosofía islámica se centró en objetivos parecidos desde el punto de vista de
un conocimiento especulativo y racional, el tasawwuf incide en la práctica y la experiencia
intuitiva, para así conseguir un conocimiento directo de las realidades espirituales (tahqīq) a
través del desvelamiento (kashf) y la inspiración (ilham).
Por otro lado, el tema principal del sufismo es la consecución (o realización) de la proximidad
a Dios (qurba) o la santidad (walaya), lo cual lo diferencia de otras formas de espiritualidad
islámica.3
Definiciones[editar]
Desde la aparición del término en el siglo segundo de la Hégira ha servido para denominar a
un conjunto de diversas formas de espiritualidad dentro del Islam, incluyendo ciertas formas
de ascetismo (zuhd), de fervor religioso (ubbād), ciertos movimientos de caballería
espiritual (futuwa) o militares como las rábitas (ribāt), y también formas como la gnosis ('irfan),
también como sufismo popular y veneración por los santos o morabitismo, o como
espiritualidad sin ninguna manifestación externa (malamiyya).
También ha llegado a ser considerado una más de las ciencias tradicionales islámicas, con las
que ha tenido importantes relaciones, como con la filosofía islámica (falsafa), la
jurisprudencia (fiqh), la teología (kalām), la cosmovisión ('aqida) o la exégesis coránica (tafsir).
Esto hace que las definiciones sobre lo que es el sufismo sean muy variadas e imperfectas.
Algunos ejemplos de ellas son:
El sufismo es cortesía espiritual (adab): cortesía con cada instante, en toda circunstancia y en todo
momento.
En el inicio [en tiempos del profeta Mahoma] era una realidad sin nombre, y ahora es un nombre sin
realidad.4
El famoso sufí argelino Mustafa al-'Alawi ha dicho sobre el tema: «El tawhid (la realización de
la Unicidad Divina, o el objetivo último del sufismo), no es lo que está escrito en las hojas de
papel o lo que pronuncian los charlatanes. El tawhid son las huellas que dejan en los amantes
y lo que brilla de su luz en los horizontes»; o también «El sufismo no es algo que se pueda
expresar con palabras, sino una certidumbre absoluta y realización. Cuanto ignorante se
regocija en su ignorancia y cuanto conocedor sufre por su conocimiento».
Para Al-Ghazali en su autobiografía, es la cumbre de todas las ciencias islámicas, porque su
objetivo es Dios Mismo, es un camino de Conocimiento y es ante todo una vía práctica y
experimental, donde los conocimientos y los estados del alma deben ser saboreados (dawq) y
experimentados para conocer a Dios en todas sus manifestaciones: en el universo, en las
criaturas, en los seres humanos y sobre todo en la propia alma (nafs), depositaria del
secreto (sirr) del Espíritu (ruh).
También se dice que el sufismo es el «camino que pretende purificar el corazón», que es el
órgano donde se concentra el espíritu, siguiendo el dicho profético que dice «en el ser humano
hay un trozo de carne que si está sano, todo él está sano, y si está corrupto, todo él está
corrupto, y ese órgano es el corazón». Es el camino del amor profundo a Dios.
Idries Shah, maestro contemporáneo, autor de Los Sufíes y de otros 35 libros, involucrado en
empresas humanísticas, académicas, científicas y destacado socio fundador del Club de
Roma escribió «Si das lo que puede ser tomado, no estás dando realmente. Toma lo que te
dan, no lo que quieres que te den. Da lo que no puede ser tomado».
Un maestro actual, Shaij Nazim al-Qubrusi, ha dicho «es otorgar a cada cosa su realidad», o
como dicen otros, «vestirse con las más nobles características (makarim al-ajlaq)».
Etimología[editar]
El término taṣawwuf, derivado de la raíz ṣ/w/f, desde su aparición se le han asociado varias
etimologías.
La primera de ellas parece relacionarse con la ‘lana’ (ṣūf), debido a que los primeros en ser
descritos como sufíes vestían solo prendas simples de lana, que era considerada un tejido
humilde y barato.
Otra de las etimologías lo asocia a pureza (ṣafā), pues consideran que ese es el elemento
distintivo del sufí.
Otra relaciona al sufí con la «gente del sofá» (ahl al-ṣufa), que eran los compañeros del
Profeta que se aposentaban en una estructura cercana a su casa mezquita en Medina, donde
permanecían en adoración separados del mundo durante largos periodos.
Por encima de estas denominaciones Huŷwiri (f. 1077), autor de uno de los tratados de
sufismo persa más antiguos, comenta:
Para los sufíes el significado de taṣawwuf está más claro que la luz del sol y no necesita ninguna
explicación o indicación. Como sufí no admite ninguna explicación, todo son conjeturas, tanto si
reconocen la dignidad del nombre como si no, cuando tratan de comprender su significado. Los
perfectos de entre ellos son llamados sufíes, y los aspirantes de rango inferior (šalibūn) entre ellos son
llamados mutaṣawwif; porque taṣawwuf pertenece a la misma forma de tafa'aul, que implica ‘afrontar los
problemas’ (takalluf), y es una rama de la raíz original. La diferencia entre ambos en significado y
etimología es evidente. La pureza (ṣafā) es una santidad con un signo y una relación (riwāya), el
sufismo es una resignada imitación de pureza. La pureza, entonces, es una resplandeciente y evidente
idea, y el sufismo es una imitación de esa idea. Sus seguidores en este nivel son de tres tipos:
los sufíes, los mutaṣawwif, y los mustaṣwif. El sufí es aquel que está muerto para sí mismo y vive por la
Verdad; ha escapado de las ataduras de las características humanas y realmente alcanzado (a Dios).
El mutaṣawwif es aquel que trata de alcanzar este rango mediante el esfuerzo (muŷahada) y en su
búsqueda rectifica su conducta de acuerdo con su ejemplo (de los sufíes). El mustaṣwif es el que trata
de hacerse pasar como uno de ellos persiguiendo el dinero y la riqueza y el poder y la prosperidad
material, pero no tiene conocimiento de estas dos cosas.
A. Hujwiri5
El concepto de Sufi ha derivado de la palabra Suf, y esta palabra significa Lana, y como los
sufíes llevaban ropa de lana, era sido famoso a Sufi. También ellos la usaban como señal de
desprecio hacia la vestimenta lujosa y símbolo de la sumisión del cordero, análoga a la
sumisión, un musulmán verdadero. Los más grandes de los sabios del Sufismo
como Muhyedin ibn Arabi, hacen derivar la palabra de la raíz árabe Safa, significa blanquear o
purificar; destacando así un aspecto esencial y común del Camino: la purificación del corazón
para convertirlo en digno asiento de la Presencia Divina.
Algunos han dicho que Sufí se ha derivado de la palabra Sofía que es una palabra griega.
También se ha dicho que es de la palabra sabiduría o incluso e Ahl Al-Suffah, con que se
conocía en periodo de Mahoma a un grupo de sus compañeros que estaban en la mezquita y
vivían en un lugar, apartados de mundo y vivían de la caridad de la sociedad, completamente
dedicados a la devoción y a aprender del profeta del Islam.6
Desarrollo histórico[editar]
Siguiendo las etapas que propone M. Sells7 los periodos históricos del islam se pueden dividir
en:
1. La fase pre-sufí, que incluye la espiritualidad inicial, basada en el Corán, los elementos
esenciales del islam y el viaje nocturno del profeta (miraŷ);
2. el periodo temprano, que incluye las narraciones de las primeras generaciones como
Hasan al-Basrī (f. 728), Dhu l-Nun el Egipcio (f. 864), Rabia al Adawiyya (m 801), Abu
Yazid al-Bistami, al-Muhasibi, Yunayd, Abu Talib al-Makki, al-Hakim al-Tirmidhi (no
confundir con el transmisor de hadices). Sus palabras y sus textos han sido
transmitidos de manera masiva a través de referencias en textos posteriores. Para
Sells este periodo incluye desde Hasan al-Basra hasta Niffari (f. 965);
3. luego le sigue la época formativa de la literatura y la ciencia sufíes, que abarca desde
al-Sarrāŷ (f. 1273) hasta Ibn 'Arabī (f. 1240), que marca el final del periodo clásico o
de formación, y que abre las puertas al
4. periodo moderno, en el cual se estructuran las diferentes escuelas o
hermandades (turuq).
5. periodo contemporáneo, desde el fin de la formación de los turuq mayores hasta la
actualidad.
Esta clasificación de las diferentes etapas coinciden con las que exponen otros autores como
D. Gril y E. Geoffroy,8 que hace más hincapié en el periodo de formación de los turuq, o
Annemarie Schimmel.9 Pero siempre este tipo de clasificaciones son inexactas, y no deben
ser más que un guion o herramienta para entender el discurrir histórico del sufismo.
De las hermandades místicas del Islam están los Qadiriya, discípulos de Abd al-ghader al-
Yilani (1077-1166); los Rifaiya, construido por Ahmad Ibn Ali Al-Rifaí (1106-1182); los Chistiya,
fundada por Muoin Al-Din Hasan Al-Chisti (1142-1236); los Kubrawiya, construido por Naym
Al-Dín Kubra (1145-1221); los Suhrauardiya, fundada por Shihab Al-Dín Abu Hafs omar (1145-
1234); los Shadiliya, fundada por Abu-l-Hasan al-Shadili (1196-1258); los Qalandariya,
construido en Siria por Yamal Muhammad Ibn Yunos al-Safawi en 1219; los Mawlawiyya,
construido por Yalalu Al-dín Al-Rumí (1207-1273); los Badawiya, construido por Ahmad Al-
Badawi (1199-1276); los Bektashiya, construido por Hayi Bektach Wali (en siglo XIII); los
Safaviya, construido por Safi Al-dín (1252-1334), que daría origen a la dinastía safavi en Irán;
los Naqshbandiya, construido por Muhammad Baha Al-Din al-Naqshbandi (1318-1388); los
Isawiya, construido por Muhammad ibn Isa Al-Fihri (1524); los Jalwatiya, antigua orden por
Mustafa Al-Bakri (1749); la Tijaniya, brote de la Yalwatiya en África, construido por Ahmad al-
Tijaní (1737-1815); los Idrisiya, construido por Ahmad Ibn Idrís (1760-1837); y los Sanusiya,
construido por Muhammad Ibn Alí Al-Sanusí (1787-1859).10
1. Etapa de pre-desarrollo[editar]
El término árabe taṣawwuf apareció en el siglo segundo de la Hégira, coincidiendo con la
formación del resto de ciencias islámicas. Hasta ese momento si es cierto que habían existido
cierto número de personas que habían seguido una serie de prácticas dentro del seno del
islam, sin recibir denominación alguna, donde destacaban la ascesis (zuhd), la intensidad de
los actos e oración ('ubbād), que en ocasiones se habían organizado en ciertos lugares, como
fondas (funduq) o rábitas (o rábida en árabe ribāt). En esta época de pre-formación los
ejemplos de espiritualidad presentes son relativamente pocos: el Corán y las palabras de
Mohammed tratan de algunos asuntos espirituales, pero otros elementos como la
conceptualización de la yihad como una "lucha interior" son un desarrollo contemporáneo de
parte de apologistas musulmanes que intentan evitar que se relacione al islam con los actos
violentos que cometen diversos grupos e individuos musulmanes hacia personas de otras
religiones.
En el desarrollo del sufismo es importante prestar atención a la ubicación geográfica de los
primeros centros de surgimiento de las cofradías y maestros: Persia, Siria y zonas del norte
africano. Esto no es casualidad, ya que en esos lugares se encontraban fuertemente
arraigados el monaquismo cristiano oriental (Siria, Palestina y Egipto) y las ideas del
misticismo zoroástrico (Persia y el Kurdistán). Es significativo que el desarrollo del sufismo
coincida, precisamente, con la puesta en contacto del islam con estas antiguas tradiciones, y
no antes ni en otros entornos como la Península Arábiga. También se afirma que pudo haber
cierto influjo de algunas creencias budistas e hinduistas, ya que los ejércitos musulmanes
ocuparon regiones como el Hindu Kush, Asia Central y el actual Afganistán, en las que los
monasterios budistas y los templos hinduistas eran muy comunes.
Existen evidencias posteriores de la cercanía entre la disciplina practicada por las cofradías
sufíes y el monaquismo cristiano: en las regiones cristianas que caían bajo el dominio turco
otomano, las cofradías sufíes fueron un elemento clave para la conversión de muchos
cristianos de extracción campesina al islam, ya que, una vez prohibidos o diezmados los
monasterios cristianos en esas tierras, el pueblo solía encontrar similitud en la espiritualidad
sufí. Esto se vió en extensas áreas de Anatolia y muy especialmente en Albania y Bosnia. El
único ejemplo similar al sufí de sincretismo musulmán-cristiano podría hallarse entre los
alauitas de Siria, pudiéndose agregar quizá, el culto de los morabitos en el Magreb, que
derivaría del antiguo culto a santos cristianos en esas mismas regiones, antes del islam.
En los dos primeros siglos de la historia del islam se diferenciaron progresivamente las
diferentes ciencias islámicas; con las crisis política del conflicto de sucesión del califato y la
transformación en un imperio, quienes creyeron que el espíritu original del islam se veía
traicionado tendieron a generar movimientos que pretendían conservar los valores espirituales
de la revelación. Así, de manera paralela al desarrollo de todos las ciencias religiosas, que
tendían a conservar el legado y a enfrentarse a las nuevas cuestiones que se presentaban con
la expansión del islam, muchos de aquellos de las primeras generaciones que se habían
caracterizado por su gran espiritualidad transmitieron sus enseñanzas junto con otras ciencias
accesorias como el hadiz y el Corán. De ahí que las primeras líneas iniciáticas tengan como
eslabones a personajes célebres en otras ciencias.11
2. El periodo temprano[editar]
Con Hasan al-Basri, se considera que el sufismo empieza a tener un carácter diferencial
dentro del resto de ciencias islámicas, aunque en ese momento no exista designación para
ese movimiento. En estas generaciones, dentro del sufismo, se considera que existían todas
las posibilidades del sufismo de manera realizada, sin necesidad de una existencia
diferenciada de las prácticas islámicas comúnmente entendidas.
Así, junto a la formación de las diferentes ciencias islámicas, comenzó a aparecer una ciencia
dedicada al estudio y conocimiento de los estados espirituales y las realidades contenidas en
la revelación, el papel de los Profetas y el concepto de santidad (walāya) en el islam. Autores
como Ŷa'far al-Siddīq (f. 765), considerado como imam por los chiíes, será uno de los
primeros en dejar constancia escrita de una interpretación espiritual del Corán en su
hermenéutica coránica. Otra de las figuras cruciales será una mujer, Rabia al-
Adawiyya (f. 801), que en cierta manera trasciende el concepto de ascesis que marca más al-
Basri, y que incide en el camino del Amor (mahabba e išq) y la Sinceridad (ijlāṣ) con Dios,
como principales motores del camino espiritual, al hacer más hincapié en algunos aspectos
del Corán y las narraciones proféticas.
También Al-Muhasibi (f. 857) desarrollará otros de los elementos del sufismo más importante:
la vigilancia de los actos y movimientos del alma humana en su famoso al-Ri'ayya li-huquq
Allah, La vigilancia de los derechos divinos, que define los conceptos y los métodos de
estados espirituales tan importantes como la muhasaba o el examen de los propios actos,
pensamientos y estado, o la muraqaba, la atención interior, que consiste en la conciencia de la
vigilancia divina sobre el siervo.
Además de estas figuras destaca Sahl al-Tustari (m 896), famoso sufí iraquí que marcó los
desarrollos posteriores del la hermenéutica sufí del Corán, y que influyó en autores
posteriores, como la escuela salimiyya -cuyo principal representante será Abu Talib Al-Makki
(f. 998), autor del 'Qut al-Qulub', 'El alimento de los corazones', uno de los tratados sufíes más
antiguos- o el más famoso de los sufíes de las primeras generaciones al-Yunayd (f. 910). Al-
Yunayd, juntos con otros sufíes de la llamada Escuela de Bagdad —como Abu Yazid al-
Bistami, Abu Hasan al-Nuri y otros— son los que comienzan a desarrollar unos elementos y
un lenguaje técnico diferenciado.
Coincidiendo, además, con el periodo de desarrollo de la teología especulativa en el islam y
los inicios de la filosofía islámica, el sufismo comienza su desarrollo de una teología,
cosmovisión e interpretación más diferenciada de los textos islámicos. Es el periodo en el que
el tawhid es definido desde una perspectiva sufí, no solo como un concepto teológico, sino
también como una estación o meta de realización espiritual (que toma como ejemplo el hadiz
que dice: «Cuando mi siervo se acerca a Mí a través de las prácticas obligatorias y
voluntarias... Yo soy el oído con el que oye...»). Es también el periodo de la incorporación de
diferentes prácticas como la recitación de recuerdos (aḏkār) específicos, o de sesiones de
audición espiritual.
Es también el momento en el que en el Jorasán (entre Irán y Afganistán), se desarrolla otro
movimiento sufí, que se suele remontar a Abu Yazid al-Bistami (f. 875), en el que se
compensa la formalidad de la escuela de Bagdad, que incide en la Unicidad absoluta, que
sobrepasa las clasificaciones, y que pretende reducir cualquier manifestación de alteridad
(entre ellas el alma), al mínimo. Esto dará lugar a un movimiento dentro del sufismo que se
conocerá como la malamiyya o malamatiyya, que insistirá en la realización interior de esta
Unicidad sin que su exterior sea percibido, o que se les consideres como creyentes vulgares,
sin que se aprecie nada en su exterior. Posteriormente Huŷwiri o Ibn 'Arabi considerarán que
estos son los más altos estadios de la jerarquía iniciática del islam12
Otro autor influyente en este periodo será al-Hallaŷ (m., conocido por haber muerto mártir
(véase las obras que dedicó L. Massignon a este autor, al que además de estudiar aprecia,
pues por su «intermediación espiritual» se salvó de la pena de muerte en Siria). Sus poemas y
textos son conocidos por su efusión del amor divino y la unión con el amado.
También es al-Niffari (f. 965), cuyas sentencias recogidas en el K. Al-Mawaqif (el Libro de las
paradas), influyeron notablemente en muchos autores, y que han definido junto a otros
aforismos el vocabulario técnico del islam.
al-Hakim al-Tirmiḏi (f. 942), en muchos aspectos será un precursor de la mayoría conceptos
desarrollados por Ibn 'Arabi, entre los que destacan el concepto de santidad (walaya) -es
célebre su famoso K. Jatm al-walaya, el Libro del Sello de la Santidad-, los rangos de la
santidad o las diferentes relaciones entre conocimiento humano, divino y los órganos que los
perciben, que expone en su K. Bayan al-farq bayna al-qalb..., el Libro sobre la diferencia entre
el corazón, el pecho, el secreto...13
3. El periodo formativo y de desarrollo literario[editar]
Con Al-Sarraŷ (f. 988) y su K. Al-Luma, un tratado de sufismo, se abre una nueva fase dentro
del desarrollo del sufismo: se revisa el desarrollo del sufismo en los dos siglos anteriores, se
sistematiza, se investiga en las fuentes las diferentes enseñanzas, y se trata de armonizar las
fracturas producidas por el periodo anterior, contextualizando las palabras de los sufíes en
estado de éxtasis, y proporcionando una base a tales visiones y alusiones. También intenta
conciliar las aparentes divergencias que surgieron entre realidad espiritual y ley religiosa,
aunque esa labor no se verá completada hasta la llegada de Al-Ghazali.
Otros de los continuadores de esta línea será Abd al-Rahman al-Sulami (f. 1021), donde
realiza la síntesis de las diferentes narraciones sobre espiritualidad (el ascetismo, la futuwa, la
sabiduría y la malamiyya), que encabeza genéricamente como sufismo, integrándolas dentro
de una vía que pretende alcanzar el modelo profético -no hay que olvidar que para transmitir
las palabras de los sufíes acudirá a utilizar las mismas técnicas de narración que se hace con
los hadices proféticos).
Dentro de esta misma tendencia destaca al-Isfajani (f. 1038), que recopiló la vida y ejemplo de
numerosos sufíes en su Hilyat al-awliya, la Vida de los Santos.
Otro de los sucesores de al-Sulami fue al-Qušayri (f. 1072), que constituye uno de los
manuales de sufismo esenciales, que se sigue estudiando en la actualidad, y que aporta las
definiciones técnicas del sufismo. En este periodo también se escribieron otros manuales,
como el Kašf al-mahŷub, el Develamiento de lo velado de al-Huŷwiri (f. 1076), donde además
de una completa historia del sufismo, de sus corrientes en su época, de la vida de los primeros
maestros, también explica la terminología y conceptos básicos.
También en la zona del Jorasán se estableció Abd Allah al-Ansari, que escribió sus Manazil al-
sairin, Las estaciones de los caminantes, una manual donde se narran las diferentes etapas
del camino sufí.
Pero quizás la figura que marca un punto de inflexión sea Abu Hamid al-Ghazali (f. 1111) y su
hermano Ahmad (f. 1126). Con Abu Hamid se conseguirá la reconciliación del sufismo y la ley
religiosa. Su obra más monumental, la Revivificación de las Ciencias del islam, no es solo un
tratado de las diferentes ciencias islámicas; es la legitimación del sufismo como ciencia
islámica y como parte característica del legado profético. Es la «ciencia de la profecía» en
cuanto a sus características interiores. Con Al-Gazali el sufismo comienza su sistematización y
su organización en corrientes o ramas, que recibirán la denominación de jirqa, el manto, que
simboliza la transmisión de una influencia o modelo profético.
Tras Al-Gazali tiene lugar el fenómeno de la sucesiva organización alrededor de figuras y
maestros concretos. El primer periodo es el de la jirqa, donde la transmisión de la influencia
espiritual de una determinada línea o sucesión se realizan a través de unas determinadas
líneas de sucesión, que progresivamente se van limitando a las más importantes.
Irak[editar]
Las diferentes cadenas que se forman se hacen alrededor de Yunayd. Una de las más
influyentes, y que ha sobrevivido como una tariqa es la que procede de Abdul Qadir al-Yilani
(f. 1166). Este gran santo musulmán, conocido como Al-Gawz, el intercesor divino, es uno de
los más reputados maestros del sufismo oriental. A él se remiten la mayor parte de las
cadenas iniciáticas, y sus enseñanzas, recogidas por sus discípulos, todavía son estudiadas.14
Alrededor de Ahmad al-Rifai se organizó otra de estas cadenas, que se consolidó rápidamente
y que es la primera tariqa en formarse. Se extendió rápidamente por Oriente Medio, y todavía
hoy día pervive.
Shihab al-Din al-Suhrawardi (f. 1234) fue uno de los maestros del siglo XIII que más asentó el
sufismo, aportando metodología y un equilibrio entre Ley y realidad. Su awarif al-ma'arif sigue
siendo un manual plenamente vigente.15 Además jugó un importante papel político al ayudar al
califa abbasí al fortalecimiento de la caballería espiritual o futuwa.
Asia central[editar]
En Asia central la mayoría de las líneas iniciáticas se remiten a Abu Yazid al-Bistami. Entre
estos hubo renombrados maestros que restauraron la vía malamiyya, como Abu Said Abi-
lJayr, Abd al-Jaliq al-Guydawani, que son los cimientos de la orden Naqshbandi. De esta rama
surgieron algunos movimientos, como los qalandaríes, o algunas ramas yasavíes, muy
influidas por ritos budistas e incluso chamánicos del Turkestán.
Otra rama importante es la kubrawiyya, que parte de Nay al-Din al-Kubra (f. 1221), bajo cuya
tutela se iluminaron maestros como Baha al-Din al-Walad, padre de Rumi. Desarrolló la
percepción de fenómenos suprasensibles, de los centros sutiles del cuerpo humano y su
relación con los colores.
India[editar]
La jirqa principal proviene de Muin al-Din al-Shisti (f. 1236). A su alrededor se formaron la
mayoría de las turuq del subcontinente indio.
Mausoleo del santo sufí Shah Rukn-e-Alam, en Multan (Pakistán).
Al-Andalus y el Magreb[editar]
En esta región no habían aparecido ni los turuq ni las jirqa-s, aunque si existían modelos en
los que se seguía a un maestro, aunque no había un rito iniciático. No había una transmisión
formal, y en pocas ocasiones se denominaban sufíes. La mayoría de los seguidores lo hacían
a título individual.
A pesar es conocida la presencia de santos y de maestros notables en Al-Andalus y
el Magreb desde tiempo muy temprano. Una de las primeras escuelas que se creen que se
formaron fue alrededor de Ibn al-'Arif, un sufí almeriense m. en 1141. Sus enseñanzas y
discípulos se extendieron e influyeron en numerosos maestros.
El primer maestro con una resonancia real como núcleo de una serie de cadenas iniciáticas es
Abu Madyan de Cantiliana (m 1198). Tuvo tanto maestros occidentales como orientales, y su
sufismo es «una síntesis del sufismo marroquí, andalusí y oriental».16 Su influencia fue
notable, tanto en Ibn 'Arabi, como en los iniciadores de la Shadhiliyya.
Con la emigración de los hispano-andalusíes llegó a Oriente una oleada de maestros de
Occidente. En Egipto se facilitó la confluencia tanto de alumnos de Abu Madyan, de Ibn al-Arif.
Pero especialmente de entre estos destaca la figura del gran maestro revivificador del
islam (Muhyi al-Din) Ibn ’Arabi (f. 1240). Este, aunque no formó una tariqa, dejó una impronta
en el lenguaje, la expresión y pensamiento del sufismo posterior a su obra, tanto en sus
defensores como entre sus detractores.
Otros sufíes importantes de esta época fueron Ibn Sab῾īn (f. 1270), nacido en el valle
de Ricote, y uno de sus sucesores, al-Shushtari, famoso poeta andalusí, cuyas obras han
perdurado hasta la actualidad en el cancionero popular magrebí.
4. Periodo moderno o de las turuq[editar]
Desde finales del siglo XIII a principios del XIV se fueron formando diversos focos iniciáticos,
que eran una renovación de las diferentes jirqa-s que se habían originado en el siglo anterior.
Además, muchas de ellas se veían influenciadas por los movimientos demográficos
ocasionados tanto por la entrada de los mogoles por Oriente, como el empuje de los reinos
cristianos en al-Andalus.
Egipto[editar]
Una de las zonas donde este desarrollo tuvo mayor importancia fue Egipto, donde las
diferentes jirqa-s dieron lugar a numerosos maestros que dejaron su huella imborrable en
forma de diversas turuq. Este es el caso de Abu Hasan al-Shadhili (f. 1258), maestro fundador
de la orden shadhilí.17 A través de sus sucesores, como Abu al-Abbas al-Mursi(f. 1287), de
origen andalusí, y sobre todo de Ahmad Ibn Ata'Illah (f. 1309), se establecerá un prototipo
de turuq que ha legado hasta nuestros días.
Egipto también dio lugar a otras turuq, entre ellas la hanafiyya y la wafaiyya (ramas de la
shadhiliyya), aunque también aparecieron otras de orígenes distintos, como la ahmadiyya
(rama de la rifaiyya) o la Burhaniyya, que se origina en Burhan al-Din al-Dasuqi (f. 1288).
Anatolia[editar]
Prácticas sufíes[editar]
Prácticas comunes[editar]
Las prácticas de los sufíes no se diferencian en muchos aspectos de la del resto de los
musulmanes, puesto que en casi todos los turuq se hace hincapié en las prácticas comunes a
todos los musulmanes como son la plegaria ritual, la limosna, el ayuno o la peregrinación entre
los ritos obligatorios, aunque también se insiste en otro aspectos que son considerados como
beneficiosos, como son la recitación del Corán, el recuerdo de Dios (dhikr), el consejo
espiritual, la solidaridad, la compañía espiritual, la enseñanza de los principios de la religión,
entre otros.
En este sentido la diferencia es en todos los casos una diferencia de grado, tanto cualitativo
como cuantitativo. Aunque existen diferencias según la tariqa, lo que caracteriza a los sufíes
son, por ejemplo, la insistencia en los actos de adoración obligatorios (fara'id) y la práctica y la
insistencia en aquellos que son voluntarios (nawa'fil).
Así se prodigan en las plegarias voluntarias, como son las oraciones nocturnas (qiyam al-layl),
el recuerdo de Dios en todo estado, los ayunos voluntarios, la búsqueda de conocimiento, etc.
Pero, junto a ello tiene también importancia que tales actos se hagan con una sinceridad
absoluta (ijlas) y que se correspondan con un trabajo interior de atención (muraqaba), de
entrega a Dios (tawakkul), de contentamiento (rida), de presencia (hudur), que conduzca a
estados interiores de progresiva purificación del alma (nafs) y de conocimiento de la Realidad
divina (haqiqa).
Prácticas específicas[editar]
Keşküls (grandes cuencos). Los derviches usan estos cuencos cuando mendigan, proceso por el cual
intentan superar su vanidad personal y arrogancia, una de las prácticas más comunes del sufismo.
Dentro de estas prácticas hay unas que son de carácter individual, como pueden ser la
recitación de una determinada letanía o modelo de recuerdo de Dios característico,
denominado wird, que es la base de la mayoría de los turuq y uno de los elementos más
importantes de las prácticas de los iniciados. Por otro lado existen prácticas comunitarias que
incluyen a los miembros de una misma tariqa. Entre las prácticas que caracterizan a las
órdenes sufíes están las sesiones de recuerdo (dhikr), las de audición espiritual (sama') y las
de danza espiritual (hadra o imara).
Las sesiones de recuerdo o dhikr, también conocidas como maylis, son reuniones en las que
la comunidad de iniciados recuerdan mutuamente a Dios de diferentes métodos que pueden
variar, aunque básicamente incluyen la recitación del Corán, la invocación de diversos
nombres divinos, una exposición o enseñanza sobre algún aspecto religioso o espiritual o
incluso la lectura compartida de algún texto, como, por ejemplo, la historia de Mushkil Gusha.
Otro tipo de práctica es la audición espiritual (sama'), que en muchas ocasiones se incluye en
la anterior. Consiste, en la mayoría de las ocasiones, en la recitación de poesía de temática
espiritual o sagrada, que tiene como ánimo permitirle al alma un grado de apertura a los
significados sutiles (lata'if). Estas prácticas suelen hacer uso de poesía sufí tanto en árabe
como en otros idiomas como el persa o el turco, de autores como Hafiz, Sanai, Ibn al-
Farid, Rumi, Shushtari, Abu Madyan, Mustafa al-'Alawi, etc. Dependiendo de la tariqa incluye o
no instrumentos de música, o simplemente percusión, aunque el elemento más importante no
deja de ser nunca la voz humana.
MENÚ
0:00
Sama sufí.
La danza espiritual, conocida como hadra o imara es un tipo de danza ritual. Aunque varía de
modo según la tariqa, desde una recitación del Nombre con movimiento entre los qadiríes, la
danza con respiración profunda y rítmica, las danzas rituales de África o la conocida danza de
los derviches giróvagos de la tariqa mevleví.
Chiismo y sufismo[editar]
La realidad del chiismo y el sufismo como aspectos integrantes de la revelación islámica es de
una claridad demasiado deslumbrante como para hacer caso omiso de ella o justificarla sobre
la base de un tendencioso argumento histórico.
Aunque el chiismo y el sufismo en exotérica tienen parecido pero en sus esotéricas tienen
profundas diferencias. También el sufismo en la esotérica tiene parecido a sunismo, y se
puede decir que la gnosis islámica cristalizó en la forma del sufismo en el mundo suní,
mientras llenó toda la estructura del chía, especialmente durante su primer tiempo.
Según la opinión de algunos sunníes, el sufismo presenta parecidos con el chiismo e incluso
ha asimilado aspectos de este. Asimismo un sabio como Ibn Jaldun dice: " los sufies se
empaparon de las teorías de la chiita. Dichas teorías penetraron tan profundamente en sus
ideas religiosas que basaron su propia práctica de usar manto en el hecho de que Alí revistió a
Al-Hasan al-Basri con esa prenda e hizo que se adhiriera solemnemente a la senda mística.
La tradición fue continuada, según los sufies, por Al-Junaid, uno de los sabios sufies". Los
chiitas creen que, el chiismo es la base de lo que luego llegó a conocerse como sufismo.19
La secta de sufismo no tiene Shariah (Ley) particular, solo es una vía espiritual se llama
Tariqah (Camino), y es como el secta suní el Maliki o el Shafei. Pero los chiitas creen que
Shariah y Tariqah, los dos son importantes en Islam, y además la creencia del chiismo sobre
Tariqah es diferente, los chiitas dicen que tenemos que aprender la manera de la vida del
profeta Mahoma y los imames.20
Tantra
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Hinduismo
Doctrinas
Nyāya • Vaiśeṣika
Sāṃkhya • Yoga
Mīmāṃsā • Vedānta
Āgama • Tantra • Sūtra
Stotra • Advaita
Vedas
Rigveda • Yajurveda
Sāmaveda • Atharvaveda
Upanishad
Épica
Mahābhārata • Rāmāyaṇa
Otras escrituras
Smṛti • Śruti
Sūtras • Pañcaratra
La diosa Parvati escucha las enseñanzas de su esposo, el dios Shiva; pintura de acuarela, oro y plata
sobre papel (20 × 14 cm); hecho en Datia (Madhia Pradesh, India), aprox. en 1750.
El tantra o tantrismo es una de las variadas tradiciones esotéricas orientales que enseñan a
utilizar el deseo material con el propósito de espiritualidad.
Existe en variantes hinduistas, budistas, yainas y bon. El tantra en sus variadas formas, existe
en países como Bután, Corea, China(especialmente
en Tíbet), India, Indonesia, Japón, Mongolia, Nepal.
Índice
1Nombre
2Historia
3Tantra en el hinduismo
4Tantra en el budismo
5Neotantra
6La filosofía tántrica en sus símbolos
o 6.1La energía femenina, La Diosa Kali
7Véase también
8Referencias
9Bibliografía adicional
10Enlaces externos
Nombre[editar]
En escritura devánagari se escribe तततततत. y en sánscrito significa ‘tejido’ (así como ‘telar,
urdimbre, la parte esencial, el rasgo característico, armazón, doctrina, regla”, etc.). El
equivalente tibetano, rgyud, tiene el sentido de 'continuidad', y puesto que en el budismo se
asocian los términos tantra y prabhanda, el término tibetano se puede entender en el sentido
de 'continuidad de la luminosidad'.
Historia[editar]
Esta doctrina se basa en un conjunto de escritos llamados Tantra que ―según una tradición―
fueron escritos por Buda (480-400 a. C.). Sin embargo, la escuela Ñingmapa del budismo
tibetano, aunque afirma que los tantras provienen del budismo, señala que no fueron escritos
por el propio Buda, sino por mahasiddhas (grandes maestros) posteriores, que los recibieron
del dharma-kaia a través del sambhoga-kaia (de modo que provienen del propio Buda, en la
medida en que el dharma-kaia y el sambhoga-kaia son dos de los cuerpos del Buda en cuanto
budeidad).
Otros afirman que la religión tántrica y el metachamanismo tántrico ya existían antes del
budismo y posiblemente en relación con la religión bon (del Tíbet) y con las semillas
del taoísmo (que apareció en China).
Tantra en el hinduismo[editar]
El tantra es una de las tendencias en el hinduismo contemporáneo y constituye la práctica
principal en todas las escuelas del budismo tibetano.
En el hinduismo existen dos tantras: el sendero de la mano derecha (dakshina marga) y el de
la mano izquierda (vama marga).1 Este último incluye técnicas de meditación y ritualización a
través del acto sexual. (Véase también taoísmo y yoga) mediante las cuales se integran las
energías femeninas y masculinas. Los seguidores del sendero de la mano derecha afirman
que su método es más «elevado».
En el hinduismo, a menudo están redactados como un diálogo en el que el
dios Shivá responde a las preguntas de su esposa Devī en los papeles de maestro y discípula.
En dicha tradición habitualmente están estructurados en cuatro apartados:
jñana (‘conocimiento’).
yoga (‘práctica’).
kriya (‘acción’).
charya (‘conducta’, culto).
Uno de los grandes divulgadores del tantrismo hinduista (en particular Shakta) en Occidente
fue el juez británico John Woodroffe, quien a principios del siglo XX escribió numerosos libros
sobre dicha doctrina, muchos de los cuales aún hoy se utilizan como referencia bibliográfica.
Hoy en día existe una extensa literatura sobre el budismo tántrico, que se ha conservado en el
Tíbet; una gran cantidad de maestros tibetanos y occidentales (incluyendo al Dalái Lama)
enseña estas doctrinas en Occidente.
El objetivo del tantra es la reintegración del individuo en la pura conciencia primordial (que en
el hinduismo sería Shivá, la fuente original). Para alcanzar ese objetivo es necesario recorrer,
en sentido inverso, el sendero de la manifestación. Y en la misma tradición Śakti, la energía,
es el vehículo mediante el cual la consciencia individual se une con la conciencia pura o
divinidad. El final del camino de regreso es conocido como el despertar, un estado de
«superconciencia».
Tantra en el budismo[editar]
En el budismo tántrico, los tantras inferiores (entre los sarmapa) o externos (entre los
ñingmapa) excluyen el acto sexual, mientras que los tantras superiores o internos pueden
incluirla (y de hecho estas tradiciones afirman que sin el acto sexual es imposible alcanzar la
realización).
En el budismo, el tantrismo se conoce como «la vía rápida» o «el vehículo del resultado»,
dado que un practicante de tantra aprende a hablar, sentir y conducirse como si ya fuera un
Buda que alcanzó la iluminación. Este enfoque es radicalmente diferente al resto de los
caminos del yoga.
Los textos que recogen las enseñanzas del tantra (llamados Tantras) están escritos en clave
simbólica, en forma de poemas, lo que dificulta su comprensión sin la ayuda adecuada.
Neotantra[editar]
Artículo principal: Neotantra
Véase también[editar]
Ástika y nástika
Budismo e hinduismo
Camino de la Mano Izquierda y Camino de la Mano Derecha
Chogyal Namkhai Norbu
Cultivo en solitario (taoísmo)
Meditación
Qi
Yoga
Zen
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ «El sendero de la mano izquierda», artículo en el sitio web Círculo Dorado.
2. Volver arriba↑ Eliade, Mircea (1972). «El yoga y el tantrismo». En FCE. El Yoga. México: FCE.
p. 194.
3. Volver arriba↑ Preciado Solís, Benjamín. «El Hinduismo». Revista.
Bibliografía adicional[editar]
Alemany Bolufer, José (traducción): Panchatantra. Buenos Aires: Partenón, 1949. Texto
gratuito en línea.
Fremantle, Francesca (1971): A critical study of the “Guhyasamaja Tantra”. Ficha
bibliográfica.
Jiménez Rueda, Julio (1945): «Los orígenes del tantrismo en México hacia el año 1600»,
artículo basado en el ensayo publicado en el tomo XVI, numeral 1 del Boletín del Archivo
General de la Nación de México, 1945.
Pandit, Madhav Pundalik (1965): Kulārṇava tantra. Delhi: Motilal Banarsidass, 1980. Ficha
bibliográfica.
Kularnava tantra. El rito de las cinco cosas prohibidas. Traducido del inglés por
Govinda. Madrid (España): Eyras, 1980. ISBN 84-85269-16-0.
Yeshe, Thubten: Introducción al tantra. Una visión de la totalidad.
Taoísmo
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Taoísmo
Fundador(es) Lao-Tse
Índice
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una pasiva, otra activa y una tercera,
conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir
que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son
el yin(fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda...) y el yang (fuerza activa/concreta, masculina,
seca...). La tercera fuerza es el tao, o fuerza superior que las contiene. (Véase yin-yang).
El significado más antiguo que existe sobre el tao dice: «Yi yin, yi yang, zhè wei tao», es decir,
"un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao".
Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras:
literalmente, yang significa ‘la ladera luminosa (soleada) de la montaña’, y yin ‘la ladera oscura
(sombría) de la montaña’; entiéndase la idea de montaña como símbolo de unidad. Así,
aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única
naturaleza.
La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones
consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida a la muerte, no
otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a
lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.
Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que
nosotros le damos.
El gran taoísta Lin An define el camino de la felicidad de la siguiente manera:
La gran mayoría de las personas
qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para
disfrutar de las cosas.
El tao es algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento humano. Es así
que casi en su inicio, el Tao te king reza:
El tao que puede ser denominado tao
no es el verdadero tao.
Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente, y
por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó tao, que significa ‘camino’ o
‘sendero [recto o virtuoso]’ que conduce a la meta.
Cuando Lao-Tse habla del tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de
algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo.
Porque el tao es como el espacio vacío para que se manifieste el todo. «Existía antes del
Cielo y de la Tierra», dice, y, efectivamente, no es posible decir de dónde proviene. Es madre
de la creación y fuente de todos los seres.
El tao engendró la unidad.
La unidad dio origen a las dos facetas
las cuales dieron el ser a la tríada
y la tríada produjo los diez mil seres.
Del mismo modo, las cosas hermosas llaman a otras cosas en la clase de las hermosas, las repulsivas
llaman a otras en la clase de las repulsivas. Esto proviene del modo complementario en que se
corresponden las cosas de la misma clase. Las cosas se llaman unas a otras, lo igual con lo igual; un
dragón trayendo lluvia; un abanico apartando el calor; el sitio donde ha estado un ejército, llenándose de
zarzas... Las cosas, hermosas o repulsivas, tienen todas un origen. Si se cree que construyen el destino
es porque nadie conoce dónde está su origen. No hay ningún suceso que no dependa para su inicio de
algo anterior, a lo que responde porque pertenece a la misma categoría, y por eso se mueve.
Tao es el nombre global que se da al orden natural. El objetivo del tao es enseñar al hombre a
integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en concordancia y
armonía. El tao no es un creador porque nada en el mundo se crea ni el mundo es creado.
Enseñar a compenetrarse con esta naturaleza y armonía de tal modo que llegue a
experimentar en su propio cuerpo sus ritmos vitales. Sintonizándose el cuerpo humano
mediante una serie de ejercicios con estos ritmos, ganando así serenidad mental
y energía física.
A principios del siglo IV a. C. los filósofos chinos escribían sobre el yin y el yang en términos
relacionados con la naturaleza.
Observando de la perspectiva del tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven
grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir[cita requerida]. Las
fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el tao. El camino del no-ser lleva a la
quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al uno. Para poder recorrer ese camino
hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual[cita requerida], la perseverancia, el
recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación[cita requerida] que debe ser tan sereno
que posibilita la contemplación del ser interior, el alma[cita requerida], y así se logra ver lo invisible,
escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.
Una historia representativa del pensamiento taoísta sería la siguiente: (Adaptado a partir
de Las religiones del mundo, de Huston Smith).
El caballo de un campesino se escapó. Ante la conmiseración de su vecino, el campesino le
dijo: «¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y tuvo razón, porque al día siguiente el caballo
regresó acompañado de caballos salvajes con los cuales había trabado amistad. El vecino
reapareció, esta vez para felicitarlo por el regalo caído del cielo, pero el campesino repitió:
«¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y otra vez tuvo razón, porque al día siguiente su hijo
trató de montar uno de los caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna. El vecino
volvió a mostrar su pesar, y recibió nuevamente la anterior pregunta: «¿Quién sabe si es
bueno o malo?». Y el campesino tuvo razón una cuarta vez, porque al día siguiente
aparecieron unos soldados para reclutar al hijo, pero lo eximieron por encontrarse herido.
Lejos de una amoralidad o de una moralina latitudinaria, el taoísmo preconiza la armonía, allí
está el equilibrio, un absoluto sobre las relatividades.
Esta ética se refleja en el arte.
Al llegar el budismo a China, el contacto entre el budismo y el taoísmo produjo entre otros
efectos la escuela religiosa y filosófica budista Chán (sinización de la palabra
sánscrita dhyana, que significa: meditación) y, esta, al pasar a Japón originó el zen.
El taoísmo influyó en numerosas áreas del conocimiento como la medicina y ciertas escuelas
de meditación, e incluso las artes marciales. Existe un paralelismo en ciertas concepciones del
taoísmo con el Tantra, en especial la visión del mundo como un ecosistema, y la
consideración de una vía de iluminación dentro del acto sexual.
Historia[editar]
Siglo IV-II a. C.: influye en la alquimia, la medicina tradicional china, la magia y la
adivinación, por lo que se convierte en culto popular. Posteriormente influyó en las artes
marciales, con sus conceptos de chi aplicados tanto a la salud como al combate,
surgiendo así diversos estilos de kungfú taoísta (principalmente en la montaña Wudang), y
también disciplinas como el chi kung y el taichí.
Siglo II d. C.: el sacerdote imperial Zhang Daoling es el primer pontífice del taoísmo como
religión; sincretiza la religión tradicional china con el taoísmo, para renovar el culto
religioso imperial e imponer su forma de taoísmo teísta como doctrina de culto, a pesar de
que esta interpretación religiosa es contraria a la ideología taoísta original netamente
filosófica que proponían Lao-Tse y Zhuangzi.
1927: El pontificado imperial, es abolido por el gobierno chino.
Promete la inmortalidad, en su sentido religioso como forma de vida eterna, pero en su
sentido filosófico como alegoría de un concepto ontológico impulsor de la autosuperación.
Observación fundamental: Alcanzar la inmortalidad, longevidad en plenitud, las personas
que viven en armonía con la naturaleza son inmortales.
Lao-Tse es deificado como inmortal taoísta (héroes folclóricos, generales famosos y
sabios), tomándose como tal esta idea de las deidades solo por los seguidores del
taoísmo religioso, siendo tales alegatos rechazados por el taoísmo filosófico.
Se mezcló con elementos del confucionismo, budismo y creencias locales, formando
un sincretismo religioso que no es compatible con los conceptos originales del Tao te
kingde Lao Tse.
Lo nuevo: adoración de los antepasados, solo es aceptado por el taoísmo religioso; pero
no está asimilado por el taoísmo filosófico.
Véase también[editar]
Acupuntura Go Qi (energía china)
Artes marciales Hanshan Sun Tzu
Budō I Ching Tai Chi Chuan
Chi Kung Lao-Tse Tao te ching
Daodejing Lie Yukou Tao
Desapego Lie Zi Richard Wilhelm
Dō Meditación Zen
El arte de la guerra Música taoísta Zhuangzi
El secreto de la Flor de Oro
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2014). «taoísmo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7.
2. Volver arriba↑ Adriana Bielba, Igor Zabaleta, ed. (2005). Taoísmo: La religión del equilibrio (en
inglés). Edimat Libros. ISBN 8497646819.
3. Volver arriba↑ Jean Delumeau, ed. (1997). Hecho religioso. Siglo XXI Editores. ISBN 9682320631.
4. Volver arriba↑ Antoni Prevosti i Monclús, Antonio José Doménech del Río, Ramon N. Prats, ed.
(2005). Pensamiento y religión en Asia oriental. Editorial UOC. ISBN 8497881311.
5. Volver arriba↑ "Lexus Diccionario enciclopédico Color" ISBN 9972-0625-01-3 pág. 883, 1.ª
columna
6. Volver arriba↑ Tao te king, capítulo 18.
Vajrayāna
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El Budismo Vajrayāna1 (pronúnciese /ʋɐdʒɻɐ'jaːn̪ɐ/) se refiere a las diversas tradiciones
budistas de tantra y "mantra secreto" que son una extensión del Budismo Mahāyāna que se
diferencia de este en la adopción de técnicas adicionales (upaya, o medios hábiles). Fundado
por los Mahāsiddhas indios, Vajrayāna se suscribe a la literatura conocida como los tantras
budistas.2 Incluye prácticas que hacen uso de mantras, dharanis, mudras, mandalas y la
visualización de deidades y budas. Algunos de estos upaya son prácticas esotéricas que solo
pueden ser iniciadas y transmitidas por un maestro espiritual (lama o guru) competente.3 La
tradición se desarrolló en la India medieval y se extendió al Tíbet y Asia oriental. En el Tíbet, el
Budismo Tántrico se denomina “Vajrayāna”, mientras que en China se conoce generalmente
como Tángmì (唐 密) o Mìzōng (密宗), y en Japón se lo conoce como Mikkyō.
Índice
1Historia
o 1.1Movimiento Siddha
o 1.2Tantras
o 1.3Influencia del Shivaísmo
2Filosofía
3Relación con la tradición budista
4Características únicas
o 4.1Meta
o 4.2Transmisión esotérica
o 4.3Afirmación de lo femenino, antinómico y tabú
o 4.4Votos y comportamiento
5Técnicas del Budismo tántrico
o 5.1Yoga de deidades
o 5.2Otras prácticas
6Símbolos e imágenes
o 6.1El Vajra
o 6.2Imágenes y ritual en la yoga de deidades
7Textos
8Escuelas de Budismo tántrico
o 8.1Budismo tibetano
o 8.2Budismo Newar nepalés
o 8.3Budismo esotérico indonesio
o 8.4Budismo esotérico chino
o 8.5Milgyo Coreano
o 8.6Japón
8.6.1Shingon
8.6.2Tendai
8.6.3Shugendō
o 8.7Theravada tantrico
9Véase también
10Referencias
11Enlaces externos
Historia[editar]
Pintura Tibetana de mahasiddhas, monasterio de Palpung.
Movimiento Siddha[editar]
Los elementos del budismo tántrico se remontan a grupos de yoguis errantes
llamados mahasiddhas (literalmente: “grandes adeptos”).4 Según John Myrdhin Reynolds,
los mahasiddhas datan de la época medieval en el norte de la India (3-13 cen. EC), y utilizaron
métodos que eran radicalmente diferentes de los utilizados en los monasterios budistas, como
la vida en bosques y cuevas y la práctica de la meditación en campos crematorios.5 Estos
círculos yóguicos se reunían en fiestas tántricas (ganachakras) a menudo en sitios sagrados
(pitha) que incluían bailes, cantos, ritos sexuales y la ingestión de sustancias tabú como el
alcohol, la orina, la carne, etc.6
Los mahasiddhas obtenían siddhis, poderes mágicos como el vuelo y la percepción
extrasensorial, así como la liberación.7 Ejemplos incluyen Saraha, Virupa y Tilopa.
Tantras[editar]
Mandala del Reino Diamante, basado en el Vajrasekhara tantra, y que simboliza la realización final del
Buda Vairocana en Shingon.
Vajrayana adoptó deidades tántricas indias como Bhairava, una forma feroz de Shiva, conocida como
Yamantaka en el budismo tibetano.
Los sutras anteriores del Budismo Mahayana ya contenían algunos elementos que se
destacan en los tantras, como las mantras y dharani.8 El uso de mantras y versos protectores
en realidad se remonta al período védico y los primeros textos budistas como el canon Pali. La
práctica de visualización de Budas como Amitabha también se ve en textos pretántricos como
el Largo Sukhāvatīvyūha Sutra.9 Hay otros sutras Mahayana que contienen material
"prototrátrico" como el Gandavyuha sutra y el Dasabhumika sutra que podrían haber servido
como una fuente central de imágenes visuales para textos tántricos.10
Vajrayana desarrolló un gran corpus de textos llamados tantras budistas, algunos de los
cuales se remontan a al menos el siglo VII EC, pero podrían ser más antiguos. La datación de
los tantras es "una tarea difícil, de hecho imposible" según budologo David Snellgrove.11
Algunos de los textos más antiguos, los kriya tantras como el Mañjuśrī-mūla-kalpa (siglo VI),
se centran en el uso de mantras y dharanis para fines mundanos que incluyen curar
enfermedades, controlar el clima y generar riqueza.12
El Tattvasaṃgraha tantra, clasificado como un "yoga-tantra", es uno de los primeros tantras
budistas que se enfoca en la liberación en oposición a los objetivos mundanos y en
el Vajrasekhara tantra se desarrolla el concepto de las cinco familias de Buda.13 Otros tantras
tempranos incluyen el Mahavairocana tantra y Guhyasamāja tantra.14 El Guhyasamāja
presenta nuevas formas de práctica ritual consideradas "mano izquierda" (vamachara) como el
uso de sustancias tabú como el alcohol, la práctica de yoga sexual y prácticas que evocan
deidades iracundas y campos crematorios.15 De hecho, Ryujun Tajima divide los tantras en
aquellos que fueron "un desarrollo del pensamiento mahayanista" y aquellos "formados en un
molde popular hacia el final del siglo VIII y declinando en el esoterismo de la izquierda",16
principalmente, los yogini tantras y trabajos posteriores asociados con los yoguis errantes
antinomianos. Posteriormente, los budistas monásticos de Vajrayana reinterpretaron e
internalizaron estas prácticas transgresoras y tabú como metáforas y ejercicios de
visualización.
Los tantras posteriores, como el Hevajra tantra y el Chakrasamvara tantra, se clasifican como
"yogini tantras" y representan la forma final del desarrollo de los tantras budistas indios en los
siglos IX y X.17 El Kalachakra tantra se desarrolló en el siglo X. Es más alejado de las
tradiciones budistas anteriores, e incorpora conceptos de mesianismo y astrología que no
están presentes en ninguna otra parte de la literatura budista.
Según Ronald M. Davidson, el surgimiento del budismo tántrico fue una respuesta a la
estructura feudal de la sociedad india en el período medieval temprano (alrededor de 500-
1200 EC) que vio a los reyes divinizarse como manifestaciones de los dioses. Del mismo
modo, los yoguis tántricos reconfiguraron su práctica a través de la metáfora de ser
consagrado (abhiśeka) como el señor supremo (rājādhirāja) de un palacio mandala de
vasallos divinos, una metáfora imperial que simboliza fortalezas reales y su poder político.18
Influencia del Shivaísmo[editar]
Varias clases de literatura Vajrayana se desarrollaron como resultado de las cortes reales que
patrocinan el budismo y el shivaísmo.19 De acuerdo con Alexis Sanderson, los yogini-tantras
extraen extensamente de los tantras de Bhairava clasificados como Vidyapitha. Una
comparación de ellos muestra similitud en "procedimientos rituales, estilo de observancia,
deidades, mantras, mandalas, vestimenta ritual, atavíos de Kapalika, terminología
especializada, gestos secretos y jergas secretas. Incluso hay un préstamo directo de pasajes
de textos de Shiva".20 Sanderson también nota que el Mañjusrimulakalpa, que más tarde se
clasificó bajo kriya tantra, establece que los mantras enseñados en los tantras de
Shiva, Garuda y Vishnu serán efectivos si los aplican los budistas ya que todos fueron
enseñados originalmente por el bodhisattva Manjushri.21
Mientras tanto, Ronald M. Davidson argumenta que las afirmaciones de Sanderson sobre la
influencia directa de los textos Shivaísta Vidyapitha son problemáticas porque "la cronología
de los tantras Vidyapitha no está tan bien establecida"22 y que "la evidencia disponible sugiere
que los tantras shaíva recibidos evidentemente surgen en los siglos IX y X con su afirmación
por eruditos como Abhinavagupta (c 1000 d.C.)"23 Davidson también observa que la lista de
pithas o lugares sagrados "ciertamente no son particularmente budistas, ni son lugares únicos
de los shivaístas, a pesar de su presencia en las listas empleadas por ambas tradiciones ".24
Davidson añade que, al igual que los budistas, la tradición shivaísta también participó en la
apropiación de deidades, textos y tradiciones hindúes y no hindúes.25 Davidson agrega que
budistas y kapalikas, así como otros ascetas (posiblemente pasupatas) se mezclaron y
discutieron sus caminos en varios lugares de peregrinación y que hubo conversiones entre los
diferentes grupos. Davidson también defiende la influencia de las religiones tribales no
brahmánicas y sus deidades femeninas (como Parnasabari y Janguli).26
Filosofía[editar]
Abhayākaragupta (c. Siglo XII), un maestro tantrico (vajracarya) y filósofo de Tantra. Su magnum opus,
el Vajravali, es una "gran síntesis de la liturgia tántrica" que desarrolló un sistema ritual tántrico
armonizado que podría aplicarse a todos los mandalas budistas tántricos.27
Según los budologos Louis de La Vallée-Poussin y Alex Wayman, la visión del Vajrayana se
basa en la filosofía budista Mahayana, principalmente en las
escuelas Madhyamaka y Yogacara.2829 La principal diferencia vista por los pensadores de
Vajrayana es la superioridad del Tantra debido a que es más rápido para la liberación porque
contiene muchos métodos hábiles (upaya).
La importancia de la teoría de la vacuidad (shunyata) es fundamental para la visión y la
práctica tántrica. Esta teoría budista ve el mundo como algo fluido, sin base ontológica o
existencia inherente, y en última instancia una estructura de construcciones. Debido a esto, la
práctica tántrica, como la auto-visualización como deidad, se considera no menos real que la
realidad cotidiana, y es un proceso de transformación de la realidad misma, que incluye la
identidad del practicante como la deidad. Como nota Stephan Beyer, "en un universo donde
todos los eventos se disuelven ontológicamente en la vacuidad, el contacto ritual a la vacuidad
es la recreación del mundo en realidad".30
La doctrina de la naturaleza búdica, como se delinea en el Ratnagotravibhāga de Asanga,
también fue una teoría importante que se convirtió en la base de las visiones tántricas.31 Tal
como lo explica el comentarista tántrico Lilavajra, este "secreto intrínseco atrás de las
manifestaciones diversas" es el máximo secreto y objetivo del Tantra. Según Alex Wayman,
este "embrión de Buda" (tathāgatagarbha) es una "sabiduría no dual de origen propio, una
fuente de buenas cualidades sin esfuerzo" que reside en la corriente mental pero que está
"oscurecida por el pensamiento discursivo".32
Otra teoría fundamental de la práctica tántrica es la de la transformación. Los factores
mentales negativos como el deseo, el odio, la codicia, el orgullo no se rechazan, sino que se
utilizan como parte del camino espiritual. Como señaló la indologa francesa Madeleine
Biardeau, la doctrina tántrica es "un intento de colocar el kama, el deseo, en todo el sentido de
la palabra, al servicio de la liberación".33 Esta visión se resume en la siguiente cita del Hevajra
tantra:
Esas cosas por las cuales los hombres malvados están atados, otros se convierten en medios
y ganan por lo tanto la liberación de los lazos de la existencia. Por la pasión, el mundo está
atado, por la pasión también se libera, pero por los budistas herejes esta práctica de
inversiones no se conoce.34
El Hevajra declara además que "al conocer la naturaleza del veneno se puede disipar el
veneno con veneno".35 Como señala Snellgrove, esta idea ya está presente en el Mahayana-
sutra-alamkara-karika de Asanga y, por lo tanto, es posible que él conocía técnicas similares,
como el yoga sexual.36 Éste es el camino seguido por el budismo tántrico o Vajrayāna, que
transmuta los venenos en amrita, el jugo de la vida, el néctar de nuestra auténtica naturaleza.
Es evidente que, para poder asimilar realmente el veneno y llevar a cabo esta clase de
transmutación, se precisa mucho entrenamiento y preparación. Ésta es, precisamente, la
función de la meditación. Según el Vajrayana, cuando aprendemos a abrirnos a los venenos
de nuestra mente y reconocemos que todos ellos son fijaciones que emergen de la
desconexión con nuestra auténtica naturaleza, comenzamos a sustraernos a su poder. Este
tercer camino es el único que nos permite acceder a la energía vital contenida en los venenos,
una energía que puede ayudarnos a mantener nuestra conexión con la tierra, nuestra pasión y
nuestra vida cotidiana. Para el Vajrayāna, en la medida en que dejamos de vernos obligados a
rechazar nuestras tendencias neuróticas, aumenta también nuestra compasión y comprensión
hacia los demás, lo cual nos permite trabajar más directa y hábilmente con ellos.37
Según el tantra budista, no existe una separación estricta de lo profano o samsara y lo
sagrado o el nirvana, sino que existen en un continuo. Se considera que todos los individuos
contienen la semilla de la iluminación que está cubierta por las impurezas. Douglas Duckworth
señala que Vajrayana ve la Budeidad no como algo externo o un evento en el futuro, sino
como presente inmanente.38
Los filósofos budistas tántricos indios
como Buddhaguhya, Vimalamitra, Ratnākaraśānti y Abhayakaragupta continuaron la tradición
de la filosofía budista y la adaptaron a sus comentarios sobre los principales Tantras.
El Vajravalimandopayika de Abhayakaragupta es una fuente clave en la teoría y la práctica de
los rituales tántricos.39 Después de que los monjes como Vajrabodhi y Śubhakarasiṃha
trajeran Tantra a China (716 a 720), la filosofía tántrica continuó desarrollándose en chino y
japonés por pensadores como Yi Xing y Kūkai.
El estado de la visión tántrica continuó siendo debatido en el Tíbet medieval. Por ejemplo, el
pensador Nyingma Rongzom Chokyi Zangpo (1012-1088) sostuvo que las opiniones del sutra
como Madhyamaka eran inferiores a las del tantra.40 Tsongkhapa (1357-1419), fundador de la
escuela Gelug, por otro lado sostuvo que no hay diferencia entre la visión filosófica de
Vajrayana y otras formas de Mahayana en términos de prajñaparamita (perfección de la
sabiduría), solo que Vajrayana es un método que funciona más rápido.41
Características únicas[editar]
Meta[editar]
El objetivo de la práctica espiritual dentro de las tradiciones Mahayana y Vajrayana es
convertirse en un Sammāsambuddha (un Buda completamente despierto), los que están en
este camino se denominan Bodhisattvas. Al igual que con el Mahayana, la motivación es un
componente vital de la práctica Vajrayana. El camino del Bodhisattva es una parte integral del
Vajrayana, que enseña que todas las prácticas deben llevarse a cabo con la motivación de
lograr la Budeidad para el beneficio de todos los seres. Esta intención se llama bodhicitta.
En la práctica de Sutrayana, se toma el "camino de la causa", mediante el cual un practicante
comienza con su potencial de despertar o naturaleza búdica y lo nutre para producir el fruto de
la Budeidad. En el Vajrayana se toma el "camino del fruto" por el cual el practicante toma su
naturaleza innata búdica como el medio de práctica. La premisa es que, dado que poseemos
una mente iluminada de manera innata, practicar viendo el mundo en términos de la verdad
última puede ayudarnos a alcanzar nuestra plena naturaleza búdica.44
Transmisión esotérica[editar]
Empoderamiento tántrico (iniciación, Tib. wang) de Chenrezig, Su Santidad Jigdal Dagchen Sakya lee el
texto a sus alumnos, Monasterio Sakya, Seattle, Washington, EE. UU.
Algunos rituales de Vajrayana incluyen el uso de ciertas sustancias tabú como ofrendas
rituales y sacramentos. Estas incluyen la sangre, el semen, el alcohol y la orina, aunque a
menudo se reemplazan por sustancias menos tabú en su lugar, como el yogur. Las fiestas
tántricas y las iniciaciones históricamente a veces empleaban sustancias como la carne
humana, tal como lo señala el Yogaratnamala de Kahha.49 El uso de estas sustancias está
relacionado con la naturaleza no dual (advaya) de la Budeidad. Como el estado último es, en
cierto sentido, no dual, un practicante o tantrika puede acercarse a ese estado "trascendiendo
el apego a categorías duales como lo puro e impuro, permitido y prohibido". Como dice
el Guhyasamaja tantra, "el hombre sabio que no discrimina logra la Budeidad".50
Los rituales de Vajrayana también pueden incluir el yoga sexual, la unión con un consorte
físico como parte de las prácticas avanzadas. Algunos tantras van más allá, el Hevajra
tantra dice: "Debes matar a los seres vivos, decir palabras mentirosas, tomar lo que no se da,
consagrarte con las mujeres de otros".51 Si bien algunas de estas declaraciones fueron
tomadas literalmente como parte de la práctica ritual, otras, como matar, se interpretaron en
un sentido metafórico. En el Hevajra, "matar" se define como el desarrollo de la concentración
al matar el aliento de vida de los pensamientos discursivos.52 Asimismo, aunque se practica la
unión sexual con un consorte físico, también es común usar un consorte mental visualizado.
Alex Wayman señala que el significado simbólico de la sexualidad tántrica está en última
instancia enraizado en el bodhicitta y la búsqueda del bodhisattva por la iluminación se
compara con un amante que busca la unión con la mente del Buda.53 Judith Simmer-Brown
señala la importancia de la experiencias psicofísicas que surgen en el yoga sexual,
denominado "gran dicha" (mahasukha): "La dicha derrite la mente conceptual, aumenta la
conciencia sensorial y abre al practicante a la experiencia desnuda de la naturaleza de la
mente".54 Esta experiencia tántrica no es la misma como la pasión sexual gratificante común,
ya que se basa en métodos meditativos tántricos que utilizan el cuerpo sutil y las
visualizaciones, así como la motivación para la iluminación (bodhicitta).55 Como dice el tantra
de Hevajra:
"Esta práctica [de unión sexual con un consorte] no se enseña por el placer, sino por el
análisis del propio pensamiento, ya sea que la mente esté firme o agitada".56
Deidades y fuerzas femeninas también son más prominentes en Vajrayana. En los yogini
tantras en particular, las mujeres y las figuras femeninas se les da un alto estatus como la
encarnación de deidades femeninas como Vajrayoguini, una yogui desnuda y salvaje.57 Por
ejemplo, el Candamaharosana Tantra dice:
Las mujeres son el cielo, las mujeres son la enseñanza (dharma)
Las mujeres son la mayor austeridad (tapas)
Las mujeres son el Buda, las mujeres son el Sangha
Las mujeres son la perfección de la sabiduría.
- Candamaharosana Tantra viii: 29-305258
En India, existe evidencia que muestra que las mujeres participaron en la práctica tántrica
junto a los hombres y que también fueron maestras, adeptas y autoras de textos tántricos.59
Votos y comportamiento[editar]
Los practicantes del Vajrayana necesitan cumplir con varios votos tántricos llamado “samaya”
de comportamiento. Estas son extensiones de las reglas de los votos de Prātimokṣa y
Bodhisattva para los niveles inferiores del tantra, y se toman durante las iniciaciones para el
empoderamiento de un Anuttarayoga tantra en particular. Los votos tántricos especiales varían
según la práctica de mandala específica para la que se recibe la iniciación, y también según el
nivel de iniciación. Ngagpas de la escuela Nyingma mantienen una ordenación especial no
célibe.
Se espera que un gurú tántrico o maestro mantenga sus votos de samaya de la misma
manera que sus alumnos. La conducta apropiada se considera especialmente necesaria para
un gurú de Vajrayana calificado. Por ejemplo, el Ornamento para la Esencia de
Manjushrikirti dice:60
Distanciate de los Maestros de Vajra que no cumplen los tres votos
que continúan con la caída de la raíz, que son mezquinos con el Dharma,
y que participan en acciones que deben abandonarse.
Aquellos que los adoran van al infierno y así sucesivamente.
Un video de la danza Cham, una práctica tradicional en algunas sectas del budismo tibetano.
Ruedas de oración con el mantra "om mani padme hum"
Mientras que Vajrayana incluye todas las prácticas tradicionales usadas en el budismo
Mahayana como la meditación samatha y vipassanay las paramitas, también incluye una serie
de prácticas únicas o "medios hábiles" (sánscrito: upaya) que se consideran más avanzados y
efectivos. Vajrayana es un sistema de linajes, por el cual aquellos que reciben con éxito un
empoderamiento o iniciación comparten la corriente mental de realización de un medio hábil
particular del maestro. Vajrayana enseña que las técnicas tántricas proporcionan un camino
acelerado hacia la iluminación, que es más rápido que otros.61
Una característica central de la práctica tántrica es el uso de mantras, sílabas, palabras o una
colección de sílabas que se entiende que tienen poderes especiales y, por lo tanto, es un
"enunciado performativo" utilizado para una variedad de fines rituales. En la meditación
tántrica, las sílabas semilla se usan durante la evocación ritual de las deidades que se dice
que surgen de las sílabas emitidas y visualizadas. Una vez establecida la deidad, los mantras
se visualizan como parte de la contemplación en diferentes puntos del cuerpo de la deidad.62
Según Alex Wayman, el esoterismo budista se centra en lo que se conoce como "los tres
misterios" o "secretos": el adepto tántrico afilia su cuerpo, habla y mente con el cuerpo, el
habla y la mente del Buda a través de mudra, mantras y samadhi respectivamente.63
Padmavajra(siglo VII) explica en su Comentario Tantrarthavatara, que el Cuerpo secreto, el
Habla y la Mente de los Tathagatas son:64
Secreto del cuerpo: cualquier forma que sea necesaria para domesticar a los seres vivos.
Secreto del habla: Habla exactamente apropiada para el linaje de la criatura, como en el
lenguaje de los yaksas, etc.
Secreto de la mente: conocer todas las cosas como realmente son.
Yoga de deidades[editar]
Amitayus Mandala
Una ilustración tibetana del cuerpo sutil que muestra el canal central y dos canales laterales, así como
cinco chakras.
Símbolos e imágenes[editar]
La mano de Dagchen Rinpoche sostiene un vajra que dibuja líneas que cierran el Mandala de Hevajra,
después de un empoderamiento, Katmandú, Nepal.
El Vajrayana usa una variedad de símbolos, términos e imágenes que tienen múltiples
significados según un complejo sistema de pensamiento analógico. En Vajrayana, los
símbolos y los términos son multivalentes, reflejando el microcosmos y el macrocosmos como
en la frase "Como es Adentro es Afuera" (yatha bahyam tatha 'dhyatmam iti)
del Nispannayogavali de Abhayakaragupta.79
El Vajra[editar]
El término sánscrito "vajra" denotaba el rayo, un arma legendaria y atributo divino que estaba
hecho de una sustancia adamantina o indestructible, y que, por lo tanto, podía perforar y
penetrar cualquier obstáculo u ofuscación. Es el arma de elección de Indra, el rey védico de
los devas. Como significado secundario, "vajra" simboliza la naturaleza última de las cosas
que se describe en los tantras como translúcida, pura y radiante, pero también indestructible e
indivisible. También es un símbolo del poder de los métodos tántricos para lograr sus
objetivos.80
Un vajra es también un objeto ritual parecido a un cetro (en tibetano, རྡོ་ རྗེ་ dorje), que tiene una
esfera en su centro, y un número variable de radios, 3, 5 o 9 en cada extremo (dependiendo
de la sadhana), envolviendo cualquier extremo de la varilla. El vajra a menudo se emplea
tradicionalmente en rituales tántricos en combinación con la campana o ghanta;
simbólicamente, el vajra puede representar tanto el método como la gran dicha y la campana
representa la sabiduría, específicamente la sabiduría que realiza la vacuidad. Se dice que la
unión de los dos conjuntos de radios en el centro de la rueda simboliza la unidad de la
sabiduría (prajña) y la compasión (karuna), así como la unión sexual de las deidades
masculinas y femeninas.81
Imágenes y ritual en la yoga de deidades[editar]
Tantrikas practicando un ritual de Chö (corte, ruptura), demostrando el uso del tambor (damaru) y la
campana de mano (ghanta), así como el kangling (trompeta de fémur).
Las representaciones de la deidad, como las estatuas (murti), las pinturas (thangka) o el
mandala, a menudo se emplean como una ayuda para la práctica de visualización. El uso de
ayudas visuales, particularmente diagramas microcósmicos-macrocósmicos, conocidos como
"mandalas", es otra característica única del Tantra budista. Los mandalas son
representaciones simbólicas del espacio sagrado de los Budas y Bodhisattvas, así como del
funcionamiento interno de la persona humana.82 El simbolismo macrocósmico del mandala
entonces, también representa las fuerzas del cuerpo humano. El Vajramala un explicativo del
Guhyasamaja tantra, establece: "El cuerpo se convierte en un palacio, la base sagrada de
todos los Budas".83
Los mandalas también son recintos sagrados, arquitectura sagrada que alberga y contiene la
esencia incontenible de una deidad central o yidam y su séquito. En el libro “El mundo del
budismo tibetano”, el Dalai Lama describe los mandalas así: "Esta es la mansión celestial, la
residencia pura de la deidad". Los Cinco Tathagatas o "Cinco Budas", junto con la figura del
Adi-Buda, son fundamentales para muchos mandalas de Vajrayana, ya que representan las
"cinco sabidurías", que son los cinco aspectos principales de la sabiduría primordial o de la
naturaleza búdica.84
Se puede considerar que todo ritual en la práctica de Vajrayana ayuda a este proceso de
visualización e identificación. El practicante puede usar varios implementos de mano como
vajra, campana, tambor de mano (damaru) o una daga ritual (phurba), pero también se
pueden hacer gestos de mano rituales (mudras), se pueden usar técnicas especiales de canto,
y en forma elaborada ofreciendo rituales o iniciaciones, se usan muchos más instrumentos y
herramientas rituales, cada uno con un significado simbólico elaborado para crear un ambiente
especial para la práctica. Por esta riqueza simbólica, el Vajrayana se ha convertido en una
gran inspiración en el arte tradicional tibetano.
Textos[editar]
Artículo principal: Textos_budistas#Tantras
Academia budista Larung Gar, en el condado de Sêrtar, Garzê, Sichuan, China. Es la comunidad
budista tibetana más grande del mundo.
El budismo tibetano se estableció en el Tíbet en el siglo VIII cuando Śāntarakṣita fue al Tíbet
desde India por instigación del rey Trisong Detsen, antes de 767. El budismo tibetano refleja
las etapas posteriores de los desarrollos budistas tántricos indios, incluidos los Yogini tantras,
traducido al idioma tibetano. También incluye desarrollos tibetanos nativos, como el
sistema tulku, nuevos textos de sadhana, obras escolásticas tibetanas, la
literatura Dzogchen y Termas.
Las escuelas budistas tibetanas, basadas en los linajes y las tradiciones textuales
de Kangyur y Tengyur de Tíbet, se encuentran en el Tíbet, Bután, norte de India, Nepal,
sudoeste y norte de China, Mongolia y varias repúblicas constituyentes de Rusia adyacentes a
la zona, como Amur, Buriatia, Chita, Tuvá y Jabárovsk. El budismo tibetano es también la
religión principal en el sujeto federal de Rusia, Kalmykia.
Budismo Newar nepalés[editar]
Budismo Newar es practicado por Newars en Nepal. Es la única forma del budismo Vajrayana
en el que las escrituras están escritas en sánscrito y esta tradición ha conservado muchos
textos Vajrayana en este idioma. Sus sacerdotes no siguen el celibato y se
llaman vajracharya("portadores del vajra").
Budismo esotérico indonesio[editar]
Una pintura de G.B. Hooijer (c.1916-1919) reconstruyendo la escena de Borobudur durante su apogeo.
El budismo esotérico indonesio se refiere a las tradiciones del budismo esotérico encontradas
en las islas indonesias de Java y Sumatra antes del ascenso y el dominio del Islam en la
región (siglos XIII-XVI). El imperio budista de Srivijaya (650-1377 CE) fue un importante centro
de aprendizaje budista esotérico que atrajo a monjes chinos como Yijing y eruditos indios
como Atiśa.86 El complejo del templo en Borobudur en el centro de Java, construido por la
dinastía Sailendra, también refleja fuertes influencias tántricas o al menos prototántricas,
particularmente del culto de Vairocana.8788
Recientes descubrimientos arqueológicos y escasas referencias en los registros históricos de
otras naciones muestran que el Budismo Vajrayana de Srivijaya existió en Filipinas desde
aproximadamente el siglo IX.8990
Budismo esotérico chino[editar]
Mandala del reino de la matriz usado en las enseñanzas de Śubhakarasiṃha del Mahavairocana Tantra.
Buda Vairocana está ubicado en el centro.
Las enseñanzas esotéricas y tántricas siguieron la misma ruta hacia el norte de China que el
budismo, llegando a través de la ruta de la seda y las rutas comerciales marítimas del sudeste
asiático durante la dinastía Tang en la primera mitad del siglo VII y recibieron la aprobación de
los emperadores. Durante este tiempo, tres grandes maestros llegaron desde la India a
China: Śubhakarasiṃha, Vajrabodhi y Amoghavajra, que tradujeron textos clave y fundaron la
tradición de Zhenyan (真言, "palabra verdadera", "mantra").91 Zhenyan también fue traído a
Japón como Shingon durante este período. Esta tradición se centró en los tantras como
el Mahavairocana tantra, y a diferencia del budismo tibetano, no emplea el tantrismo
antinómico y radical de los Anuttarayoga tantras.
El prestigio de esta tradición influyó en otras escuelas del budismo chino
como Chan y Tiantai para adoptar prácticas esotéricas..9293
Otra forma de budismo esotérico en China es el azhaliismo, que se practica entre los
pueblos Bai de China.9495
Milgyo Coreano[editar]
Las prácticas budistas esotéricas (conocidas como milgyo, 密 教) y sus textos, llegaron
a Corea durante la introducción inicial del budismo a la región en 372 CE.96 El budismo
esotérico fue apoyado por la realeza de Silla unificada (668-935) y la dinastía Goryeo ( 918-
1392).97 Durante la dinastía Goryeo, las prácticas esotéricas eran comunes en las sectas
grandes como la escuela Seon (Zen) y la escuela Hwaeom, así como en sectas esotéricas
más pequeñas como las escuelas Sinin (mudra) y Ch'ongji (dharani). Durante la era de la
ocupación mongola (1251-1350s), el budismo tibetano también existió en Corea, aunque
nunca se afianzó allí.98
Durante la dinastía Joseon, las escuelas budistas esotéricas se vieron obligadas a fusionarse
con las escuelas Seon y Kyo, convirtiéndose en especialistas en rituales. Con el declive del
budismo en Corea, el budismo esotérico se extinguió en su mayoría, salvo algunas huellas en
los rituales de la Orden Jogye y la Orden Taego.99
Hay dos escuelas budistas esotéricas en la Corea moderna; el Chinŏn (眞 言) y el Chin'gak (眞
覺). Según Henrik H. Sørensen, "no tienen ningún vínculo histórico con la tradición budista
coreana, pero son construcciones modernas basadas en grandes medidas sobre el
budismo Shingon japonés".100
Japón[editar]
Shingon[editar]
La escuela Shingon Japónesa incluye prácticas conocidas en Japónes
como Mikkyō ("Enseñanza Esotérica” o “Misteriosa"), que son similares en concepto a las del
Budismo Vajrayana. El linaje del budismo Shingon difiere del Vajrayana tibetano, que surgió
de la India durante los siglos IX-XI en la Dinastía Pala y Asia Central (a través de China) y se
basa en versiones anteriores de los textos indios que en el linaje tibetano. Shingon comparte
material con el budismo tibetano, como los sutras esotéricos (llamados tantras en el budismo
tibetano) y los mandalas. Los textos principales del budismo Shingon son el Mahavairocana
Sutra y el Vajrasekhara Sutra. El fundador del budismo Shingon fue Kukai, un monje japonés
que estudió en China en el siglo IX durante la dinastía Tang y trajo consigo las escrituras
esotéricas, las técnicas y los mandalas que eran populares en el budismo tántrico chino. La
escuela china casi se extinguió o se fusionó con otras escuelas en China hacia el final de la
dinastía Tang, pero floreció en Japón. Shingon es una de las pocas ramas restantes del
budismo en el mundo que continúa usando la escritura siddham del idioma sánscrito.
Tendai[editar]
La escuela de Tendai Japonesa emplea prácticas esotéricas, y sobre el tiempo estos rituales
llegaron a considerarse de igual importancia que las enseñanzas exotéricas del Sutra del loto.
Cantando mantras, manteniendo mudras o practicando ciertas formas de meditación, la
escuela Tendai sostiene que uno puede comprender las experiencias sensoriales tal como las
enseña del Buda, y tiene fe en que uno es innatamente un ser iluminado, y que uno puede
alcanzar la iluminación dentro de la vida actual.
Shugendō[editar]
La religión sincrética llamada Shugendō fue fundada en el siglo VII en Japón por el asceta En
no Gyōja. Con sus orígenes en los solitarios hijiri en el siglo VII, Shugendō evolucionó como
una especie de amalgama entre el budismo esotérico, el sintoísmo y varias otras influencias
religiosas, incluido el taoísmo. El budismo y el sintoísmo se fusionaron en shinbutsu shūgō, y
la religión sincrética de Kūkai tuvo gran influencia hasta el final del período Edo, coexistiendo
con elementos sintoístas dentro de Shugendō.101
Theravada tantrico[editar]
El Theravada tántrico o "budismo esotérico del sur" es un término para las formas esotéricas
del budismo del sudeste asiático, donde el budismo Theravada es dominante. Los
monjes cingaleses de Abhayagiri vihara una vez practicaron formas de tantra que eran
populares en la isla.102 Otra tradición de este tipo fue el budismo Ari, que era común
en Birmania. La tradición budista esotérica llamada 'Yogāvacara' era una importante tradición
budista en Camboya, Laos y Tailandia hasta bien entrada la era moderna.103 Esta forma de
budismo declinó después del auge del modernismo budista del sudeste asiático.
Véase también[editar]
Mahayana
Escuelas budistas
Bön
Shivaísmo de Cachemira
Budismo e hinduismo
Yoga
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Hinduismo
Doctrinas
Niaia • Vaisheshika
Sankhia • Yoga
Mimamsa • Vedanta
Agama • Tantra • Sutra
Stotra • Adwaita
Vedas
Rig-veda • Iáyur-veda
Sama-veda • Atharva-veda
Upanishad
Aitareia • Brijad-araniaka
Chandoguia • Gopala-tapani
Isha • Kali-santarana
Katha • Kena
Mandukia • Mukhia
Muktika • Yoga-tattwa
Épica
Mahābhārata • Rāmāyaṇa
Otras escrituras
Smṛti • Śruti
Bhagavad-guita • Puranas
Sutras • Pañcharatra
Divia-prabandha • Dharma-shastra
El yoga (del sánscrito yoga ‘unión’) se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se
originó en la India. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo,
el budismo y el jainismo.
Según sus practicantes, el yoga otorga como resultado:
La unión del alma individual con la divinidad (Brahman, Shiva, Visnú, Kali, etc.), entre los
que tienen una postura religiosa de tipo devocional.
La percepción de que el yo es espiritual y no material, entre los que tienen una
postura espiritualista.
El bienestar físico y mental, entre los que tienen una
postura racionalista (atea o agnóstica).1
Índice
Fotografía del libro Mohenjo Daro and the Indus Civilization (del arqueólogo británico sir John Marshall;
Londres, 1931) que muestra un sello de esteatita del 1600 a. C. Se puede ver la imagen de una persona
sentada sobre una mesa baja. Marshall creyó que podría ser el dios indio Shivá sentado en meditación,
por lo que afirmó que el yoga había sido creado en el II milenio a. C.
El arqueólogo británico sir John Marshall descubrió en Mohenjo-Daro (Pakistán) un sello con
figuras, datable hacia el siglo XVII a. C., de la cultura del valle del Indo. En 1931 publicó su
interpretación,2 imaginando una supuesta criatura antropomorfa con cuernos, en una posición
sentada con las piernas cruzadas. Marshall elaboró cuatro hipótesis, aún no confirmadas:3
Tipos de yoga[editar]
Un sadhú (asceta hinduista) según una litografía del libro Illustrations de les hindous. París: F. B.
Solvyns et H. Nicolle. Hacia el año 1812.
El raja yoga (lit. ‘yoga regio’ o ‘el rey entre los yogas’ donde rashá: ‘rey’) se suele identificar
con el astanga yoga descrito por Patañjali.
Ocho etapas[editar]
Artículo principal: Aṣṭāṅga yoga
1. iama (‘prohibiciones’):
1. ahimsa (‘no violencia’, sensibilidad hacia otros seres).
2. satia (‘veracidad’, no mentir).
3. asteia (‘no robar’).
4. brahmacharia (‘conducta brahmánica’, aunque en la práctica
significaba celibato y estudio de los Vedás)
5. aparigraja (‘no apegarse’ al hogar, etc.).6
2. niyama (‘preceptos’):
1. saucha (‘limpieza’ física y mental)
2. santosha (‘completa satisfacción’).
3. tapas (disciplina, ‘consumirse por el calor’).
4. swadhiaia (‘recitar [los Vedás en voz baja,] para sí mismo’).
5. íswara-pranidhana (‘ofrecerse al Controlador [Dios]’)7
3. asana (‘postura’): la columna vertebral debe mantenerse erecta y el cuerpo estable en
una postura cómoda para la meditación. El hatha yoga se enfoca en este miembro.
4. pranaiama (‘control de la respiración’; prana: energía mística presente en el aire
respirado; y yama: ‘control’)
5. pratiajara (‘poco comer’, control de los sentidos; prati: ‘poco’; ahara: ‘comer; implica el
retraimiento de los sentidos de los objetos externos).8
6. dharana (‘sostenimiento’; dhara: ‘sostener’; implica la concentración de la mente en un
pensamiento).
7. dhiana (‘meditación’).
8. samadhi (‘completa absorción’).9
Gñana yoga[editar]
Artículo principal: Gñana yoga
Un grupo de mujeres practicando vriksa-asana (‘postura del árbol’).
El gñana (‘conocimiento’) se aplica tanto en contextos sagrados como laicos. Vinculado con el
término «yoga», se puede referir al aprendizaje o conocimiento conceptual, y a la más elevada
sabiduría, visión intuitiva o gnosis; es decir, a una especie de conocimiento liberador o
intuición. Ocasionalmente, el gñana se equipara incluso con la Realidad última. el término
griego gnōsis, el latino cognōscere y el sánscrito gñana son cognados de derivados de la
misma raíz indeouropea *gnō(s)-.
Karma yoga[editar]
Artículo principal: Karma yoga
El karma yoga, ‘yoga de la acción’ o, más bien, ‘yoga del servicio’, es la dedicación completa
de las actividades, las palabras y la mente a Dios. El karma yoga no es la actividad dedicada
al bien. Según el hinduismo, las buenas obras (el buen karma) no llevan a Dios, sino a una
siguiente reencarnación en mejores condiciones de vida; mientras que las actividades
pecaminosas (el mal karma) llevan a una reencarnación en peores condiciones de vida.
El karma yoga no produce reacciones materiales, sino que libera al alma y le permite, en el
momento de la muerte, volver con Dios.
El hatha yoga es el yoga más difundido en todo el mundo, y es conocido por sus asanas (o
posiciones corporales). Se trata de un sistema de posturas físicas cuyo propósito es lograr que
el cuerpo esté apto para la meditación. Las asanas generan serenidad física y mental; de tal
forma que un yogui devoto pueda sentarse durante varias horas en una postura de meditación
sin sufrir fatiga o inquietud. Una de sus asanas principales es padmāsana (o ‘posición de loto’)
y el «saludo al sol» (Suria namaskar).
Por otro lado tenemos el shat karma, un conjunto de prácticas corporales purificatorias,
llamados kriyas, siendo los más conocidos:
yala neti: limpieza del tracto faríngeo nasal con agua salada.
sutra neti: limpieza del tracto faríngeo nasal mediante un cordel endurecido con cera.
jrid dhauti: limpieza de la garganta mediante un trozo muy largo de tela, normalmente lino
o muselina. Se va tragando un extremo hasta que llega al estómago.
nauli: limpieza del estómago mediante una serie de movimientos abdominales rotatorios.
kunyar: limpieza del estómago mediante el vómito provocado de agua salada previamente
ingerida.
agnisar: limpieza del estómago mediante una serie de movimientos abdominales rápidos
de tipo expansión-contracción.
kapala bhati: respiración puramente diafragmática donde las exhalación es forzada y
activa, mientras que la inhalación es lenta y pasiva.
basti: enema rectal.
Finalmente, enseña el pranaiama, palabra que proviene de prana (fuerza vital)
y ayama (liberar). Consiste en un conjunto de prácticas de tipo respiratorio orientadas a
purificar los nadis (canales de fuerza vital, similar a los meridianos del taichi) y despertar los
distintos pranas del cuerpo sutil, o vaius (vientos), haciendo fusionar mediante la ayuda
de bhandas(cierres), el prana vayu (prana que gobierna la región torácica) y el apana
vayu (prana que gobierna la región pélvica), dando lugar así al despertar del poder sagrado
central, llamado kundalini, haciéndolo ascender por el nadi central sushumna. Esto último
conduce al yogui a estados de éxtasis y unión con lo divino.
Entre los distintos pranaiamas destacarían los siguientes:
mula (raíz): ligera contractura del músculo bulbocavernoso (perineo central) en los
hombres, y del cérvix (vagina) en las mujeres.
uddiana: contractura y retirada hacia el interior de los músculos abdominales tras exhalar
el aire.
yalandhara: unión entre el mentón y el esternón.
maja (gran): práctica de los tres anteriores de manera simultánea.
Bhakti[editar]
Artículo principal: Bhakti
El bhakti es el yoga devocional. La diferencia con el karma yoga es muy sutil: aunque ambos
tipos de practicantes dedican sus actividades al Absoluto, a los practicantes de la
devoción (bhaktas) les interesa un conocimiento más esotérico de la naturaleza de Dios (en su
personalidad como Krisna) y de sus actividades, provenientes de escrituras puránicas,
especialmente del Bhagavata-purana (siglo XI d. C.).
El bhakti fue popularizado en los años 1970 por el movimiento Hare Krishna.
Ashtanga viniasa yoga[editar]
Artículo principal: Ashtanga viniasa yoga
Según el Bhágavata-purana (4.13.3), el Yoga-sūtra (2.1) y el Kriyā yoga sāra (una sección
del Padma-purana), el kriiá-yoga es la forma práctica del yoga, un tipo de devoción activa:
unión con la divinidad mediante la debida práctica de los deberes cotidianos.
El kriyá yoga fue popularizado en Occidente por Paramahansa Yogananda en su
libro Autobiografía de un yogui. Según este autor, el yoga kriiá acelera la evolución espiritual y
genera un profundo estado de la tranquilidad. Las técnicas del kriyá yoga fueron popularizadas
por el yogui Lajiri Majashaia. Se trataría de una forma mística del pranaiama, o sea, el control
de la energía respiratoria.
La palabra sánscrita kriiá significa:
avidiá: ignorancia
asmitá: egoísmo
raga: deseo
duesha: odio
abhinivesha: tenacidad por la existencia mundana.
Mediante la respiración calmada del kriyā yoga, los latidos del corazón se aquietan. Como
resultado, la energía vital se desconecta de los cinco sentidos y la mente adquiere entonces el
estado consciente de pratiajara, o sea, el retraimiento de los sentidos de los objetos externos
(siendo prati: ‘poco’ y ajara: ‘comer’).
Kundalini yoga[editar]
Artículo principal: Kundalini yoga
Fue introducido en Occidente en los años setenta por Yogui Bhajan. El kundalini
yoga incluye asanas (posturas), pranaiama (control de la respiración), canto
de mantras, mudrás(gestos rituales) y kriyās (ejercicios).10 Es un Ashtanga Yoga.
Las posturas son sencillas y, en ocasiones, acompañadas de una respiración dinámica,
conocida como «respiración de fuego». No requiere una gran forma física y su práctica genera
tranquilidad mental y vitalidad. Trabaja sobre los sistemas osteo-muscular, circulatorio,
glandular, nervioso, respiratorio y digestivo.
Kundalini Yoga comprende varios aspectos, entre otros:
Escuelas modernas[editar]
Otros tipos de yoga creados en la segunda mitad del siglo XX (presentados en orden
alfabético):
Mimansa yoga.
Natha yoga (‘yoga del baile’, yoga terapéutico, sistema que integra varios métodos de
yoga, apuntando a la educación).
Purna yoga (‘yoga completo’, síntesis moderna de varios métodos de yoga).
Sajayá yoga es un método creado en 1970 por Sri Mátayi, cuyo objetivo es el desarrollo
integral del ser humano o, lo que es lo mismo, conseguir la consciencia plena del
verdadero ser espiritual. Para llegar a este objetivo es necesario despertar una energía
que reside en nuestro hueso sacro, conocida por los hinduistas con el nombre de
Kundalini. Con el método propuesto por el sajaya-yoga, este despertar ocurre de manera
espontánea y natural, sin forzar nada en ningún momento.
Sarva yoga (‘yoga de todo’, integración moderna del haṭha yoga y el bhakti).
Swásthya yôga es el nombre de la escuela fundada por el maestro brasileño DeRose en
el siglo XX. Según el autor, el suasthia-yoga es la codificación y sistematización de un tipo
de yoga estrictamente práctico, preclásico, pre-védico y pre-ario, de linaje tantra-
samkhia (por lo tanto matriarcal, sensorial, desrepresor, naturalista y técnico). Su nombre
erudito sería dakshina-achara-tántrika-niríshwara-samkhia-yoga (yoga ateo tántrico).
Según sus seguidores, el suasthia yoga es la sistematización del yoga original y más
antiguo. Consideran que el yoga clásico (de Patanyali) es una forma posterior.12
El tantra no se considera un tipo de yoga [cita requerida] (a pesar de que algunos lo llaman tantra
yoga), sino que es otra doctrina hinduista.
Yoguis famosos[editar]
Artículo principal: Yoguis notables
Véase también[editar]
Aura • Chakras • Contorsionismo • Entrenamiento
autógeno • Gimnosofistas • Éxtasis • Iantra • Kundalinī
yoga • Mandala • Mantra • Meditación • Mudrás • Nadis • Paz interior o shanti • Postura inversa
de hatha-yoga • Pranaiama • Qì • Samādhi • Tantra • Yoga sutras de Patañjali • Zazen
Alquimia
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Para otros usos de este término, véase Alquimia (desambiguación).
El alquimista de Pietro Longhi.
Índice
1Visión general
o 1.1La alquimia como investigación de la naturaleza
o 1.2La alquimia como disciplina espiritual y filosófica
o 1.3Alquimia y astrología
o 1.4La alquimia en la época científica
o 1.5La alquimia como objeto de investigación histórica
2Etimología
3La alquimia en la historia
o 3.1La alquimia en el Antiguo Egipto
o 3.2La alquimia china
o 3.3La alquimia india
o 3.4La alquimia en el mundo griego
o 3.5La alquimia en el Imperio romano
o 3.6La alquimia en el mundo islámico
o 3.7La alquimia en la Europa medieval
o 3.8La alquimia en la era moderna y el Renacimiento
o 3.9El declive de la alquimia occidental
4Alquimia en la época moderna
o 4.1Transmutación nuclear
o 4.2Afirmaciones de transmutación no verificadas
o 4.3Psicología analítica
5Obras clásicas de alquimia
6La alquimia en la cultura popular
7Véase también
o 7.1Otros artículos relacionados con la alquimia
o 7.2Filosofías relacionadas
o 7.3Conexiones científicas
o 7.4Sustancias de los alquimistas
8Referencias
9Bibliografía
o 9.1Bibliografía citada
o 9.2Bibliografía recomendada
10Enlaces externos
Visión general[editar]
La alquimia como investigación de la naturaleza[editar]
La percepción popular y de los últimos siglos sobre los alquimistas, es que
eran charlatanes que intentaban convertir plomo en oro, y que empleaban la mayor parte de
su tiempo elaborando remedios milagrosos, venenos y pociones mágicas.
Fundaban su ciencia en que el universo estaba compuesto de cuatro elementos clásicos a los
que llamaban por el nombre vulgar de las sustancias que los representan, a saber: tierra, aire,
fuego y agua, y con ellos preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los
cuatro en su máxima exaltación y equilibrio.
La mayoría eran investigadores cultos, inteligentes y bien intencionados, e incluso distinguidos
científicos, como Isaac Newton y Robert Boyle. Estos innovadores intentaron explorar e
investigar la naturaleza misma. La base es un conocimiento del régimen del fuego y de las
sustancias elementales del que tras profundas meditaciones se pasa a la práctica,
comenzando por construir un atanor u horno alquímico. A menudo las carencias debían
suplirse con la experimentación, las tradiciones y muchas especulaciones para profundizar en
su arte.
Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes: mercurio, azufre y sal, siendo
estos los nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar
al espíritu, alma y cuerpo, estas tres partes eran llamadas principios. Por manipulación de las
sustancias y a través de diferentes operaciones, separaban cada una de las tres partes que
luego debían ser purificadas individualmente, cada una de acuerdo al régimen de fuego que le
es propicia, la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con destilaciones recurrentes y
suaves. Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar mucho tiempo, y
durante el cual debían vigilarse los aspectos planetarios, las tres partes debían unirse para
formar otra vez la sustancia inicial. Una vez hecho todo esto la sustancia adquiría ciertos
poderes.
A lo largo de la historia de esta disciplina, los aprendices de alquimista, se esforzaron en
entender la naturaleza de estos principios y encontraron algún orden y sentido en los
resultados de sus experimentos alquímicos, si bien a menudo eran socavados
por reactivos impuros o mal caracterizados, falta de medidas cuantitativas
y nomenclatura hermética. Esto motivaba que, tras años de intensos esfuerzos, muchos
acabaran arruinados y maldiciendo la alquimia. Los aprendices por lo general debían empezar
por trabajar en el reino vegetal hasta dominar el régimen del fuego, las diversas operaciones y
el régimen del tiempo.
Para diferenciar las sustancias vulgares de aquellas fabricadas por su arte, los alquimistas, las
designaban por el mismo nombre de acuerdo a alguna de sus propiedades, si bien procedían
a añadirle el apelativo de «filosófico» o «nuestro». Así, se hablaba de «nuestra agua» para
diferenciarla del agua corriente. No obstante, a lo largo de los textos alquímicos se asume que
el aprendiz ya sabe diferenciar una de otra y, en ocasiones, explícitamente no se usa, ya que
de acuerdo al arte hermético «no se debe dar perlas a los cerdos», razón por la que muchos
fracasaban al seguir al pie de la letra las diferentes recetas. La «iluminación» solo se
alcanzaba tras arduos años de riguroso estudio y experimentación. Una vez que el aprendiz
lograba controlar el fuego, el tiempo de los procesos y los procesos mismos en el reino
vegetal, estaba listo para acceder a los arcanos mayores, esto es, los mismos trabajos en el
reino animal y mineral. Sostenían que la potencia de los remedios era proporcional a cada
naturaleza.
Los trabajos de los alquimistas se basaban en las naturalezas, por lo que a cada reino le
correspondía una meta: al reino mineral la transmutación de metales vulgares en oro o plata,
al reino animal la creación de una «panacea», un remedio que supuestamente curaría todas
las enfermedades y prolongaría la vida indefinidamente. Todas ellas eran el resultado de las
mismas operaciones. Lo que cambiaba era la materia prima, la duración de los procesos y la
vigilancia y fuerza del fuego. Una meta intermedia era crear lo que se conocía
como menstruo y que lo que ofrecía era una multiplicación de sí mismo por inmersión de otras
substancias semejantes en fusión/disolución (según su naturaleza) con estas. De modo que
se conseguía tanto la generación como la regeneración de las substancias elementales. Estos
no son los únicos usos de esta ciencia, aunque sí son los más conocidos y mejor
documentados. Desde la Edad Media, los alquimistas europeos invirtieron mucho esfuerzo y
dinero en la búsqueda de la piedra filosofal.
La alquimia como disciplina espiritual y filosófica [editar]
Los alquimistas sostenían que la piedra filosofal amplificaba místicamente el conocimiento de
alquimia de quien la usaba tanto como fuera posible. Muchos aprendices y falsos alquimistas,
tenidos por auténticos alquimistas, gozaron de prestigio y apoyo durante siglos, aunque no por
su búsqueda de estas metas ni por la especulación mística y filosófica que se desprendía de
su literatura, sino por sus contribuciones mundanas a las industrias artesanales de la época: la
obtención de pólvora, el análisis y refinamiento de minerales, la metalurgia, la producción de
tinta, tintes, pinturas y cosméticos, el curtido del cuero, la fabricación de cerámica y cristal, la
preparación de extractos y licores, etc. La preparación del aqua vitae, el «agua de vida», era
un experimento bastante popular entre los alquimistas europeos.
Los alquimistas nunca tuvieron voluntad para separar los aspectos físicos de las
interpretaciones metafísicas de su arte. La falta de vocabulario común para procesos y
conceptos químicos, así como también la necesidad de secretismo, llevaba a los alquimistas a
tomar prestados términos y símbolos de la mitología bíblica y pagana, la astrología, la cábala y
otros campos místicos y esotéricos, de forma que incluso la receta química más simple
terminaba pareciendo un obtuso conjuro mágico. Más aún, los alquimistas buscaron en esos
campos los marcos de referencia teóricos en los que poder encajar su creciente colección de
hechos experimentales inconexos.
A partir de la Edad Media, algunos alquimistas empezaron a ver cada vez más estos aspectos
metafísicos como los auténticos cimientos de la alquimia y a las sustancias químicas, estados
físicos y procesos materiales como meras metáforas de entidades, estados y
transformaciones espirituales. De esta forma, tanto la transmutación de metales corrientes en
oro como la panacea universal simbolizaban la evolución desde un estado imperfecto,
enfermo, corruptible y efímero hacia un estado perfecto, sano, incorruptible y eterno; y
la piedra filosofal representaba entonces alguna clave mística que haría esta evolución
posible. Aplicadas al propio alquimista, esta meta gemela simbolizaba su evolución desde la
ignorancia hasta la iluminación y la piedra representaba alguna verdad o poder espiritual
oculto que llevaría hasta esa meta. En los textos escritos según este punto de vista, los
crípticos símbolos alquímicos, diagramas e imaginería textual de las obras alquímicas tardías
contienen típicamente múltiples capas de significados, alegorías y referencias a otras obras
igualmente crípticas; y deben ser laboriosamente «descodificadas» para poder descubrir su
auténtico significado.
Alquimia y astrología[editar]
Artículo principal: Astrología y alquimia
De la alquimia occidental surge la ciencia moderna. Los alquimistas utilizaron muchas de las
herramientas que se usan hoy. Estas herramientas eran a menudo fabricadas por ellos
mismos y podían estar en buen estado, especialmente durante la Alta Edad Media. Muchos
intentos de transmutación fallaban cuando los aprendices de alquimia elaboraban sin conocer
compuestos inestables, lo que se veía empeorado por las precarias condiciones de seguridad.
Hasta el siglo XVII, la alquimia fue en realidad considerada una ciencia seria en Europa: por
ejemplo, Isaac Newton dedicó mucho más tiempo y escritos al estudio de la alquimia que a la
óptica o la física, por lo que es célebre. Otros eminentes alquimistas del mundo occidental
son Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Tycho Brahe, Thomas Browne, Ramon
Llull y Parmigianino. El nacimiento de la química moderna surgió con los aprendices de
alquimia desencantados de su nulo progreso alquímico y con los críticos resentidos de la
alquimia; tanto unos como otros lograron progresos en varios campos de la naturaleza en
el siglo XVIII, con el que proporcionaron un marco más preciso y fiable para las elaboraciones
industriales y la medicina, libres del hermetismo propio de la alquimia (pues la alquimia nunca
se prodigó como ciencia de multitudes), y entrando en un nuevo diseño general de
conocimiento basado en el racionalismo. A partir de entonces, todo personaje que entroncaba
con la alquimia o que «oscurecía» sus textos fue despreciado por la naciente corriente
científica moderna.
Tal es el caso, por ejemplo, del barón Carl Reichenbach, un conocido químico de la primera
mitad del siglo XIX, que trabajó sobre conceptos parecidos a la antigua alquimia, tales como
la fuerza ódica, pero su trabajo no entró en la corriente dominante de la discusión científica.
La transmutación de la materia, disfrutó de un momento dulce en el siglo XX, cuando los
físicos lograron transformar átomos de plomo en átomos de oro mediante reacciones
nucleares. Sin embargo, los nuevos átomos de oro, al ser isótopos muy inestables, resistían
menos de cinco segundos antes de desintegrarse. Más recientemente, informes de
transmutación de elementos pesados —mediante electrólisis o cavitación sónica— fueron el
origen de la controversia sobre fusión fría en 1989. Ninguno de estos hallazgos ha podido ser
aún reproducido con fiabilidad.
El simbolismo alquímico ha sido usado ocasionalmente en el siglo XX por psicólogos y
filósofos. Carl Jung revisó el simbolismo y teoría alquímicos y empezó a concebir el significado
profundo del trabajo alquimista como una senda espiritual. La filosofía, los símbolos y los
métodos alquímicos han gozado de un cierto renacimiento en contextos postmodernos tales
como el movimiento Nueva era.
La alquimia como objeto de investigación histórica [editar]
La historia de la alquimia se ha convertido en un vigoroso campo académico. A medida que el
oscuro lenguaje hermético de los alquimistas va siendo gradualmente «descifrado», los
historiadores van haciéndose más conscientes de las conexiones intelectuales entre esa
disciplina y otras facetas de la historia cultural occidental, tales como la sociología y la
psicología de comunidades intelectuales, el cabalismo, el espiritualismo, el rosacrucismo y
otros movimientos místicos, la criptografía, la brujería, y la evolución de la ciencia y la filosofía.
Etimología[editar]
La palabra alquimia procede del árabe al-khīmiyaˀ ()الخيمياء, que podría estar formada por el
artículo al- y la palabra griega khumeia (χυμεία), que significa «echar juntos», «verter juntos»,
«soldar», «alear», etc. (de khumatos, «lo que se vierte», «lingote», o del persa kimia, «oro»).
Un decreto de Diocleciano, escrito en griego sobre el año 300, ordenaba quemar «los antiguos
escritos de los egipcios, que trataban sobre el arte de fabricar oro y plata»1
la khēmia transmutación. La palabra árabe kīmiyaˀ, sin el artículo, ha dado lugar a «química»
en castellano y otras lenguas, y al-kīmiyaˀ significa, en árabe moderno, «la química».
Se ha sugerido que la palabra árabe al-kīmiyaˀ significaba en realidad, originariamente, «la
ciencia egipcia», tomando prestada del copto la palabra kēme, «Egipto», así alquimia era el
«arte de Keme» (o su equivalente en el dialecto medieval bohaírico del copto, khēme). La
palabra copta deriva del demótico kmỉ, y este a su vez del egipcio antiguo kmt. Esta última
palabra designaba tanto al país como al color ‘negro’ (Egipto era la ‘tierra negra’, en contraste
con la «tierra roja», el desierto circundante), por lo que esta etimología podría también explicar
el apodo de «magia negra egipcia». Sin embargo, esta teoría puede ser solo un ejemplo
de etimología popular.
En la Edad Media se solía usar la expresión ars chimica para aludir a la alquimia.
A veces, se considera a la palabra crisopeya sinónimo de alquimia, pero esta es mucho más
que la mera búsqueda del método para fabricar oro. La palabra crisopeya viene del griego
χρυσoσ, «oro», y πoιεω, «hacer». El prefijo criso entra en la formación de palabras en que
interviene el oro, como crisoterapia (tratamiento de ciertas enfermedades por medio de sales
de oro).
La alquimia en la historia[editar]
Extracto y clave de símbolos de un libro sobre alquimia del siglo XVII. Los símbolos usados tienen una
correspondencia unívoca con los usados en la astrología de la época.
La alquimia comprende varias tradiciones filosóficas abarcando cerca de cuatro milenios y tres
continentes. La general predilección de estas tradiciones por el lenguaje críptico y simbólico
hace que resulte difícil trazar sus mutuas influencias y relaciones «genéticas».
Pueden distinguirse al menos dos tendencias principales, que parecen ser ampliamente
independientes, al menos en sus primeras etapas: la alquimia china, centrada en China y su
zona de influencia cultural, y la alquimia occidental, cuyo centro se desplazó a lo largo del
tiempo entre Egipto, Grecia y Roma, el mundo islámico, y finalmente de nuevo Europa. La
alquimia china estaba íntimamente relacionada con el taoísmo, mientras que la alquimia
occidental desarrolló su propio sistema filosófico, con relaciones solo superficiales con las
principales religiones occidentales. Aún está abierta la cuestión de si estas dos ramas
comparten un origen común o hasta qué extremo se influyeron una a la otra.
La alquimia en el Antiguo Egipto[editar]
El origen de la alquimia occidental puede situarse en el Antiguo Egipto, a partir de la
confluencia de la ciencia sacerdotal con la filosofía helenística en la época ptolemaica.2 No
obstante, a pesar de que el corpus simbólico clásico pertenezca a esta última etapa, la
cosmogonía y la idea de naturaleza del Egipto antiguo están en el origen de muchas ideas
alquímicas, ya que la metalurgia y el misticismo estaban inexorablemente unidas en el mundo
antiguo. La alquimia, la medicina e incluso la magia eran aspectos de la religión en el Antiguo
Egipto3 y, por tanto, del dominio de la clase sacerdotal. Según la tradición egipcia,
el faraón Keops fue el más antiguo alquimista y el autor del primer tratado de alquimia.4
La alquimia egipcia es conocida principalmente a través de los escritos de antiguos
filósofos griegos (helénicos), que a su vez han perdurado a menudo solo en traducciones
islámicas. Prácticamente no se ha conservado ningún documento egipcio original sobre la
alquimia. Estos escritos, si existieron, probablemente se perdieron cuando
el emperadorDiocleciano ordenó la quema de libros alquímicos tras sofocar una revuelta en
Alejandría (292), que había sido un centro de alquimia egipcia.
No obstante, recientes expediciones arqueológicas han desenterrado evidencias de análisis
químico durante los periodos Naqada. Por ejemplo, una herramienta de cobre fechada en esta
época tiene rastros de haber sido usada de esta forma.5 Además, el proceso
de curtir pieles animales ya se conocía en el Egipto predinástico en tiempos tan antiguos como
el VI milenio a. C.
Otras evidencias indican claramente que los primitivos alquimistas del Antiguo Egipto habían
ideado pastas de yeso ya en el 4000 a. C., morteros cimentantes hacia el 2500 a. C. y
el vidrio en el 1500 a. C. La reacción química implicada en la producción del óxido de calcio es
una de la más antiguas conocidas: CaCO3 + calor ⇒ CaO + CO2 En el Antiguo Egipto se
produjeron cosméticos, fayenza y también pez para la construcción naval. El papiro también
había sido inventado hacia el 3000 a. C.
La leyenda cuenta que el fundador de la alquimia egipcia fue el dios Tot, llamado Hermes-Tot
o Hermes Trimegisto («Tres veces grande») por los griegos. Según la leyenda, escribió los
llamados cuarenta y dos Libros del Saber, abarcando todos los campos del conocimiento,
alquimia incluida. El símbolo de Hermes era el caduceo o vara con serpientes, que llegó a ser
uno de los muchos símbolos principales de la alquimia. La Tabla de
Esmeralda o Hermética de Hermes Trimegisto, conocida solo por traducciones griegas
y árabes, es normalmente considerada[cita requerida] la base de la filosofía y práctica alquímicas
occidentales, llamada filosofía hermética por sus primeros seguidores.
El primer punto de la Tabla de Esmeralda cuenta el propósito de la ciencia hermética: «en
verdad ciertamente y sin duda, todo lo que está abajo es como lo que está arriba, y todo lo
que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de una cosa» 6. Esta es
la creencia macrocosmos-microcosmos principal para la filosofía hermética. En otras palabras,
el cuerpo humano (el microcosmos) se ve afectado por el mundo exterior (el macrocosmos),
que incluye los cielos a través de la astrología y la tierra a través de los elementos, aunque
cuando uno logra el dominio sobre el mundo interior, comienza a ser capaz de controlar el
mundo exterior de formas poco convencionales 7.
Se ha especulado[cita requerida] con que un acertijo de la Tabla de Esmeralda («fue llevado en el
vientre por el viento») alude a la destilación de oxígeno a partir de salitre, un proceso que era
desconocido en Europa hasta su (re) descubrimiento por Sendivogius en el siglo XVII.
En el siglo IV a. C., los macedonios grecoparlantes conquistaron Egipto y fundaron la ciudad
de Alejandría en 332. Esto los puso en contacto con las ideas egipcias (véase «La alquimia en
el mundo griego» más adelante).
La alquimia china[editar]
La alquimia china está relacionada con el taoísmo, consecuentemente, sus practicantes
utilizan conceptos tales como: los Cinco Elementos; el Tao, la relación entre el Yin y el Yang;
el Qì; el I Ching; la astrología china; los principios del Feng Shui, la Medicina Tradicional
China, etc. Mientras la alquimia occidental terminó centrándose en la transmutación de
metales corrientes en otros nobles, la alquimia china tuvo una conexión más obvia con la
medicina. La piedra filosofal de los alquimistas europeos puede ser comparada con el gran
elixir de la inmortalidad perseguido por los alquimistas chinos. Sin embargo, en la visión
hermética, estas dos metas no estaban desconectadas y la piedra filosofal era con frecuencia
equiparada a la panacea universal. Por tanto, las dos tradiciones pueden haber tenido más en
común de lo que inicialmente parece.
La pólvora puede haber sido una importante invención de los alquimistas chinos. Descrita en
textos del siglo IX y usada en fuegos artificiales en el siglo X, fue empleada en cañonessobre
1290. Desde China, el uso de la pólvora se extendió a Japón, los mongoles, el mundo árabe y
Europa. La pólvora fue usada por los mongoles contra los húngaros en 1241 y en Europa a
partir del siglo XIV.
La alquimia china estaba estrechamente relacionada con las formas taoístas de la medicina
tradicional china, tales como la acupuntura y la moxibustión, y con artes marciales como el Tai
Chi Chuan y el Kung Fu (aunque algunas escuelas de Tai Chi creen que su arte deriva de las
ramas filosófica o higiénica del taoísmo, no de la alquímica). De hecho, al principio de
la dinastía Song, los seguidores de esta idea taoísta (principalmente la élite y la clase alta)
ingerían cinabrio, que, aunque tolerable en bajas dosis, llevó a muchos a la muerte por su
elevado contenido en mercurio (85%), que inducía el envenenamiento por mercurio. Creyendo
que estas muertes llevaría a la libertad y el acceso a los cielos taoístas, las consiguientes
muertes animaron a la gente a evitar esta forma de alquimia en favor de fuentes externas (el
antes mencionado Tai Chi Chuan, el dominio del Qi, etc.).
La alquimia india[editar]
Poco se conoce en Occidente sobre el carácter y la historia de la alquimia india. Un
alquimista persa del siglo XI llamado al-Biruni informó que «tienen una ciencia parecida a la
alquimia que es bastante característica de ellos, a la que llaman Rasayāna, en
persa Rasavātam. Significa el arte de obtener y manipular Rasa, néctar, mercurio, zumo. Este
arte está restringido a ciertas operaciones, metales, drogas, compuestos y medicinas, la
mayoría de los cuales tienen mercurio como ingrediente principal. Sus principios devuelven la
salud a aquellos enfermos que estaban desahuciados y la juventud a los marchitos ancianos.»
Sin embargo, sí es seguro que la alquimia india, como toda su ciencia, se centra en lograr
el mokṣa: la perfección, la inmortalidad, la liberación. Así, concentra sus esfuerzos en hacer
inmortal el cuerpo humano. Son muchas las historias tradicionales de alquimistas aún vivos
desde tiempo inmemorial gracias a los efectos de sus experimentos.
Los textos de medicina aiurvédica tienen aspectos relacionados con la alquimia, como tener
curas para todas las enfermedades conocidas y métodos para tratar a los enfermos mediante
la unción de aceites. El mejor ejemplo de texto basado en esta ciencia es
el Vaisheshika de Kanada (entre el 200 a. C. y el 200 d. C.), quien describe una teoría atómica
parecida a la del griego Demócrito.
Dado que la alquimia terminaría integrada en el vasto campo de la erudición india, las
influencias de otras doctrinas metafísicas como el samkhya, el yoga, el vaisheshika y
el ayurveda fueron inevitables. Sin embargo, la mayoría de los textos Rasayāna tienen sus
raíces en las escuelas tántricas Kaula relacionadas con las enseñanzas de la personalidad de
Matsyendranath.
El Rasayāna era entendido por muy poca gente en aquella época. Dos famosos ejemplos eran
Nagarjunacharya y Nityanadhiya. El primero era un monje budista que, en tiempos antiguos,
dirigía la gran universidad de Nagarjuna Sagar. Su conocido libro, Rasaratanakaram, es un
famoso ejemplo de la antigua medicina india.
En la terminología médica tradicional india rasa se traduce como «mercurio», y se decía que
Nagarjunacharya había desarrollado un método para convertirlo en oro. La mayoría de sus
obras originales se han perdido, pero sus enseñanzas tienen aún una fuerte influencia en la
medicina tradicional india (Āyurveda).
La alquimia en el mundo griego[editar]
La ciudad griega de Alejandría en Egipto era un centro de saber alquímico que retuvo su
preeminencia durante la mayor parte de las eras griega y romana. Los griegos se apropiaron
de las creencias herméticas egipcias y las unieron con las
filosofías pitagórica, jonista y gnóstica. La filosofía pitagórica es, esencialmente, la creencia en
que los números gobiernan el universo, surgida de las observaciones del sonido, las estrellas
y formas geométricas como los triángulos o cualquiera de la que pueda derivarse una razón.
El pensamiento jonista se basaba en la creencia en que el universo podía ser explicado
mediante la concentración en los fenómenos naturales; se cree que esta filosofía fue iniciada
por Tales de Mileto y su pupilo Anaximandro y posteriormente desarrollada
por Platón y Aristóteles, cuyas obras llegaron a ser una parte integral de la alquimia. Según
esta creencia, el universo puede ser descrito por unas pocas leyes unificadas que pueden
determinarse solo mediante cuidadosas, minuciosas y arduas exploraciones filosóficas. El
tercer componente introducido a la filosofía hermética por los griegos fue el gnosticismo, una
creencia, extendida en el Imperio romano cristiano, en que el mundo es imperfecto porque fue
creado de manera imperfecta y que el aprendizaje sobre la naturaleza de la sustancia
espiritual llevaría a la salvación. Incluso creían que Dios no «creó» el universo en el sentido
clásico, sino que el universo fue creado «de» él pero se corrompió en el proceso (en lugar de
corromperse por las transgresiones de Adán y Eva, es decir, por el pecado original). Según las
creencias gnósticas, al adorar el cosmos, la naturaleza o las criaturas del mundo, uno adora al
Dios Verdadero. Muchas sectas gnósticas sostenían incluso que la deidad bíblica sería mala y
debía ser vista como una emanación caída del Elevado Dios a quien buscaban adorar y
unirse. Sin embargo, el aspecto del dios abrahámico como ser malvado no jugó en realidad
papel alguno en la alquimia, pero el aspecto del ascenso al Elevado Dios probablemente tuvo
mucha influencia. Las teorías platónicas y neoplatónicas sobre los universales y la
omnipotencia de Dios también fueron absorbidas (sus principales creencias ven el aspecto
físico del mundo como imperfecto y creen en Dios como una mente cósmica trascendente).
Un concepto muy importante introducido en esta época, concebido por Empédocles y
desarrollado por Aristóteles, fue que todas las cosas del universo estaban formadas por solo
cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Según Aristóteles, cada elemento tenía una esfera
a la que pertenecía y a la que regresaría si se le dejaba intacto.8
Los cuatro elementos de los griegos eran aspectos mayoritariamente cualitativos de la materia
y no cuantitativos como lo son nuestros elementos modernos. «... La auténtica alquimia nunca
trató la tierra, el aire, el agua y el fuego como sustancias corpóreas o químicas en el sentido
actual de la palabra. Los cuatro elementos era simplemente las cualidades primarias y más
generales por medio de las cuales la sustancia amorfa y puramente cuantitativa de todos los
cuerpos se presentaba primero en una forma diferenciada.» 9 Alquimistas posteriores
desarrollaron extensivamente los aspectos místicos de este concepto.
La alquimia en el Imperio romano[editar]
Los romanos adoptaron la alquimia y la metafísica griegas, al igual que adoptaron gran parte
de su conocimiento y filosofía. Al final del Imperio romano la filosofía alquímica se había unido
a las filosofías de los egipcios creando el culto del hermetismo.10
Sin embargo, del desarrollo del cristianismo en el Imperio trajo una línea opuesta de
pensamiento, proveniente de Agustín de Hipona (354-430), un filósofo cristiano temprano que
escribió sobre sus creencias poco antes de la caída del Imperio romano. En esencia, Agustín
sentía que la razón y la fe podían ser usadas para entender a Dios, pero que la filosofía
experimental era nociva: «Hay también presente en el alma, por los medios de estos mismos
sentidos corporales, una especie de vacío anhelo y curiosidad que pretende no conseguir el
placer de la carne sino adquirir experiencia a través de ésta, y esta vacía curiosidad se
dignifica con los nombres de conocimiento y ciencia».11
Las ideas agustinianas eran decididamente antiexperimentales, si bien las técnicas
experimentales aristotélicas no fueron rechazadas cuando estuvieron disponibles en
Occidente. Aun así, el pensamiento agustiniano tuvo fuerte arraigo en la sociedad medieval y
se usó para mostrar la alquimia como contraria a Dios.
Buena parte del saber alquímico romano, como el de los griegos y los egipcios, se ha perdido.
En Alejandría, el centro de los estudios alquímicos en el Imperio romano, el arte era
principalmente oral y en interés del secreto poco se confiaba al papel. (De ahí el uso de
«hermético» para indicar «reservado»)12 Es posible que alguna obra fuese escrita en
Alejandría y que subsecuentemente se perdiese o quemase en los turbulentos periodos
siguientes.
La alquimia en el mundo islámico[editar]
Artículo principal: Alquimia islámica
Tras la caída del Imperio romano, el foco de desarrollo alquímico se trasladó al mundo
islámico. Se sabe mucho más sobre la alquimia islámica porque fue documentada mejor: de
hecho, la mayoría de los primeros escritos que han sobrevivido el paso de los años lo han
hecho como traducciones islámicas.13
Destilación en alambique.
El mundo islámico fue un crisol para la alquimia. El pensamiento platónico y aristotélico, que
ya había sido en cierta medida incluido en la ciencia hermética, continuó siendo asimilado.
Alquimistas islámicos como al-Razi (en latín Rasis) y Jabir ibn Hayyan (en latín Geber)
aportaron descubrimientos químicos clave propios, tales como la técnica de la destilación (las
palabras alambique y alcohol son de origen árabe), los ácidos muriático
(clorhídrico), sulfúrico y nítrico, la sosa, la potasa y más. (De los nombres árabes para estas
dos últimas sustancias, al-natrun y al-qalīy, latinizados como Natrium y Kalium, proceden los
símbolos modernos del sodio y el potasio.) El descubrimiento de que el agua regia, una
mezcla de ácido nítrico y clorhídrico, podía disolver el metal más noble —el oro— habría de
avivar la imaginación de alquimistas durante el siguiente milenio.
Los filósofos islámicos también hicieron grandes contribuciones al hermetismo alquímico. El
autor más influyente en este aspecto posiblemente fuera Abu Musa Jabir ibn Hayyan (en
árabe جابر إبن حيان, en latín Geberus, normalmente escrito en castellano como Geber). El
objetivo primordial de Jabir era la takwin, la creación artificial de vida en el laboratorio
alquímico, hasta e incluyendo la vida humana. Jabir analizó cada elemento aristotélico en
términos de las cuatro cualidades básicas de calor, frío, sequedad y humedad.14 De acuerdo
con él, en cada metal dos de estas cualidades eran interiores y dos exteriores. Por ejemplo, el
plomo era externamente frío y seco, mientras que el oro era caliente y húmedo. De esta forma,
teorizaba Jabir, reordenando las cualidades de un metal, podía obtenerse uno diferente.14 Con
este razonamiento, la búsqueda de la piedra filosofal fue introducida en la alquimia occidental.
Jabir desarrolló una elaborada numerología mediante la que las iniciales del nombre de una
sustancia en árabe, cuando se les aplicaban varias transformaciones, mantenían
correspondencias con las propiedades físicas del elemento.
La alquimia en la Europa medieval[editar]
Debido a sus fuertes conexiones con las culturas griega y romana, la alquimia fue bastante
fácilmente aceptada por la filosofía cristiana y los
alquimistas medievales europeos absorbieron extensivamente el conocimiento alquímico
islámico. Gerberto de Aurillac (fallecido en 1003), quien más tarde se convertiría en el
Papa Silvestre II, fue uno de los primeros en llevar la ciencia islámica a Europa desde España.
Más tarde, hombres como Abelardo de Bath, quien vivió en el siglo XII, trajeron enseñanzas
adicionales. Pero hasta el siglo XIII los movimientos fueron principalmente asimilativos.15
En este periodo aparecieron algunas desviaciones de los principios agustinianos de los
primeros pensadores cristianos. San Anselmo(1033-1109) fue un benedictino que creía que la
fe debe preceder a la razón, como Agustín y la mayoría de los teólogos anteriores a él había
creído, aunque él añadió la opinión de que la fe y la razón eran compatibles y fomentó este
último en un contexto cristiano. Sus puntos de vista sentaron las bases para la explosión
filosófica que habría de ocurrir. Pedro Abelardo continuó el trabajo de Anselmo, preparando
los cimientos para la aceptación del pensamiento aristotélico antes de que las primeras obras
de Aristóteles alcanzasen Occidente. Su principal influencia en la alquimia fue su creencia en
que los universales platónicos no tenían una existencia separada fuera de la consciencia del
hombre. Abelardo también sistematizó el análisis de las contradicciones filosóficas.16
Robert Grosseteste (1170-1253) fue un pionero de la teoría científica que posteriormente sería
usada y refinada por los alquimistas. Grosseteste tomó los métodos de análisis de Abelardo y
añadió el uso de observaciones, experimentación y conclusiones al realizar evaluaciones
científicas. También trabajó mucho para tender en puente entre el pensamiento platónico y el
aristotélico.17
Alberto Magno (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274) fueron dos dominicos que
estudiaron a Aristóteles y trabajaron en la reconciliación de las diferencias entre la filosofía y el
cristianismo. Tomás de Aquino también trabajó intensamente en desarrollar el método
científico. Incluso fue tan lejos como para afirmar que los universales podrían ser descubiertos
solo mediante el razonamiento lógico y, como la razón no puede oponerse a Dios, debe por
tanto ser compatible con la teología.18 Esto contradecía la comúnmente aceptada creencia
platónica en que los universales se encontraban solo mediante iluminación divina. Ambos
estuvieron entre los primeros en emprender el examen de la teoría alquímica y ellos mismos
podrían ser considerados alquimistas, excepto por el hecho de que hicieron poco en cuanto a
la experimentación.
El primer alquimista auténtico en la Europa medieval fue Roger Bacon. Su obra supuso tanto
para la alquimia como la de Robert Boyle para la química y la de Galileo Galilei para
la astronomía y la física. Bacon (1214-1294) era un franciscano de Oxford que estudió
la óptica y los lenguajes además de la alquimia. Los ideales franciscanos de conquistar el
mundo en lugar de rechazarlo le llevaron a su convicción de que la experimentación era más
importante que el razonamiento: «De las tres formas en las que los hombres piensan que
adquieren conocimiento de las cosas: autoridad, razonamiento y experiencia, sólo la última es
efectiva y capaz de llevar de paz al intelecto.»19 «La ciencia experimentalcontrola las
conclusiones de todas las otras ciencias. Revela verdades que el razonamiento de
los principios generales nunca habrían descubierto.»17 A Roger Bacon también se le ha
atribuido el inicio de la búsqueda de la piedra filosofal y del elixir de la vida: «Esa medicina que
eliminará todas las impurezas y corrupciones de los metales menores también, en opinión de
los sabios, quitará tanto de la corruptibilidad del cuerpo que la vida humana podrá ser
prolongada durante muchos siglos.» La idea de la inmortalidad fue reemplazada por la noción
de la longevidad: después de todo, el tiempo que el hombre pasa en la Tierra era simplemente
para esperar y prepararse para la inmortalidad en el mundo de Dios. La inmortalidad en la
Tierra no encajaba con la teología cristiana.20
Bacon no fue el único alquimista de esta época pero sí el más importante. Sus obras fueron
usadas por incontables alquimistas entre los siglos XV y XIX. Otros alquimistas de su misma
época compartieron diversos rasgos. Primero, y más obviamente, casi todos fueron miembros
del clero. Esto se debía simplemente a que poca gente fuera de las escuelas parroquiales
tenía la educación necesaria para examinar las obras derivadas del árabe. Además, la
alquimia en esta época era autorizada por la iglesia como un buen método de explorar y
desarrollar la teología. La alquimia era interesante para la amplia variedad de clérigos porque
ofrecía una visión racionalista del universo donde los hombres apenas estaban empezando a
aprender sobre el racionalismo.21
Así que hacia finales del siglo XIII, la alquimia se había desarrollado hasta un sistema de
creencias bastante estructurado. Los adeptos creían en las teorías de Hermes sobre el
macrocosmos-microcosmos, es decir, creían que los procesos que afectan a los minerales y
otras sustancias podían tener un efecto en el cuerpo humano (por ejemplo, si uno aprendiese
el secreto de purificar oro, podría usar la misma técnica para purificar el alma humana). Creían
en los cuatro elementos y las cuatro cualidades anteriormente descritas y tenían una fuerte
tradición de esconder sus ideas escritas en un laberinto de jerga codificada lleno de trampas
para despistar a los no iniciados. Por último, los alquimistas practicaban su arte:
experimentaban activamente con sustancias químicas y hacían observaciones y teorías sobre
cómo funcionaba el universo. Toda su filosofía giraba en torno a su creencia en que el alma
del hombre estaba dividida dentro de él tras la caída de Adán. Purificando las dos parte del
alma del hombre, este podría reunirse con Dios.22
En el siglo XIV se produjeron cambios importantes. Por una parte, en el año 1317, el
papa Juan XXII prohíbe la práctica de la alquimia a través de la bula Spondent Pariter que
retiró a todos los miembros de la iglesia de la práctica de este arte.23 No obstante, se cree que
este mismo papa estuvo interesado en el estudio alquímico y que también escribió un tratado
titulado Ars transmutatoria en el que narraba cómo fabricó 200 barras de oro de un quintal.
Esto no era nuevo en el seno de la iglesia ya que en 1295 la legislación de los franciscanos
prohibió escribir, leer e incluso poseer libros de alquimia.24 Mientras tanto los filósofos de la
época variaron sus puntos de vista ya que Guillermo de Ockham, un franciscano
de Oxford que murió en 1349, atacó la visión tomista de la compatibilidad entre la fe y la
razón. Su opinión, hoy ampliamente aceptada, era que Dios debe ser aceptado sólo con la fe,
pues Él no podía ser limitado por la razón humana. Por supuesto este punto de vista no era
incorrecto si uno aceptaba el postulado de un Dios ilimitado frente a la limitada capacidad
humana para razonar, pero eliminó virtualmente a la alquimia como práctica aceptada en los
siglos XIV y XV.25 Los cambios climáticos, la peste negra y el incremento
de guerras y hambrunas que caracterizaron a este siglo sirvieron también sin duda de
obstáculo al ejercicio filosófico en general.
Nicolas Flamel tenía estos misteriosos símbolos alquímicos grabados en su tumba en la iglesia de
los Santos Inocentes de París.
La alquimia se mantuvo viva gracias a hombres como Nicolas Flamel, digno de mención sólo
porque fue uno de los pocos alquimistas que escribieron en estos tiempos difíciles. Flamel
vivió entre 1330 y 1417 y serviría como arquetipo a la siguiente fase de la alquimia. No fue un
investigador religioso como muchos de sus predecesores y todo su interés por el arte giraba
en torno a la búsqueda de la piedra filosofal, que se dice que halló. Sus obras dedican gran
cantidad de espacio a describir procesos y reacciones, pero nunca llegan realmente a dar la
fórmula para conseguir las transmutaciones. La mayoría de su obra estaba dedicada a recoger
el saber alquímico anterior a él, especialmente en lo relacionado a la piedra filosofal.26
Durante la baja Edad Media (1300-1500) los alquimistas fueron muy parecidos a Flamel: se
concentraron en la búsqueda de la piedra filosofal y el elixir de la juventud, que ahora se creía
que eran cosas separadas. Sus alusiones crípticas y su simbolismo llevaron a grandes
variaciones en la interpretación del arte. Por ejemplo, muchos alquimistas durante este
periodo interpretaban que la purificación del alma significaba la transmutación del plomo en
oro (en la que creían que el mercurio desempeñaba un papel crucial). Estos hombres eran
considerados magos y hechiceros por muchos y fueron con frecuencia perseguidos por sus
prácticas.2728.
Uno de estos hombres que surgió a principios del siglo XVI se llamaba Heinrich Cornelius
Agrippa. Este alquimista creía ser un mago y poder invocar espíritus. Su influencia fue
insignificante pero, como Flamel, elaboró escritos a los que se refirieron alquimistas de años
posteriores. De nuevo como Flamel, hizo bastante por cambiar la alquimia de una filosofía
mística a una magia ocultista. Mantuvo vivas las filosofías de alquimistas anteriores,
incluyendo la ciencia experimental, la numerología, etc., pero añadió la teoría mágica, lo que
reforzó la idea de la alquimia como creencia ocultista. A pesar de todo esto, Agrippa se
consideraba a sí mismo cristiano, si bien sus opiniones entraron con frecuencia en conflicto
con la Iglesia, en afirmaciones de Edwardes (1977, p. 56-9) y Wilson (1971, p. 23-9).
La alquimia en la era moderna y el Renacimiento[editar]
La alquimia europea continuó por esta misma senda hasta los albores del Renacimiento. Esta
época vio también un florecimiento de los estafadores que usaban trucos químicos y juegos de
manos para «demostrar» la transmutación de metales comunes en oro o que afirmaban
poseer el conocimiento del secreto que (con una «pequeña» inversión inicial) llevaría con toda
seguridad a ello.
El nombre más importante de este periodo es Paracelso (1493-1541), quien dio a la alquimia
una nueva forma, rechazando parte del ocultismo que había acumulado a lo largo de los años
y promoviendo el uso de observaciones y experimentos para aprender sobre el cuerpo
humano. Paracelso rechazó las tradiciones gnósticas pero mantuvo mucho de las filosofías
hermética, neoplatónica y pitagórica; sin embargo, la ciencia hermética tenía tanta teoría
aristotélica que su rechazo del gnosticismo era prácticamente insignificante. En particular,
rechazó las teorías mágicas de Flamel y Agrippa. Paracelso no se veía a sí mismo como un
mago y desdeñaba a quienes lo hacían.29
Paracelso fue pionero en el uso de compuestos químicos y minerales en medicina. Escribió
que «Muchos han dicho que la alquimia es para fabricar oro y plata. Para mí no es tal el
propósito, sino considerar sólo la virtud y el poder que puede haber en las medicinas.»30 Sus
puntos de vista herméticos eran que la enfermedad y la salud del cuerpo dependían de la
armonía del hombre (el microcosmos) y la naturaleza (el macrocosmo). Paracelso dio un
enfoque diferente al de sus predecesores, usando esta analogía no como referencia a la
purificación del alma sino a que los humanos deben mantener ciertos equilibrios de minerales
en sus cuerpos y que para ciertas enfermedades de éstos había remedios químicos que
podían curarlas.31. Mientras sus intentos de tratar enfermedades con remedios tales como el
mercurio podrían parecer contraproducentes desde un punto de vista moderno, su idea básica
de medicinas producidas químicamente ha permanecido vigente sorprendentemente bien.
Alchemik Michał Sędziwój, óleo sobre tabla de Jan Matejko, 73×130 cm, Museo de Artes de Łódź.
En Inglaterra la alquimia en esta época se asocia frecuentemente con John Dee (1527-1608),
más conocido por sus facetas de astrólogo, criptógrafo y «consultor científico» general de la
reina Isabel I. Dee era considerado una autoridad en la obra de Roger Bacon y estuvo lo
suficientemente interesado en la alquimia como para escribir un libro sobre ella (Monas
Hieroglyphica, 1564), influenciado por la cábala. El socio de Dee, Edward Kelley —quien
afirmaba conversar con ángeles a través de una bola de cristal y poseer un polvo que
transformaría el mercurio en oro—, puede haber sido la fuente de la imagen popular del
alquimista-charlatán.
Un alquimista menos conocido de esta época es Miguel Sendivogius (1566-1636), filósofo,
médico y pionero de la química polaco. Según algunas fuentes, destiló oxígeno en el
laboratorio sobre 1600, 170 años antes que Scheele y Priestley, calentando salitre. Pensaba
que el gas resultante era «el elixir de la vida». Poco después de descubrir este método, se
cree que Sendivogius enseñó su técnica a Cornelius Drebbel, quien en 1621 le daría
aplicación práctica en un submarino.
Tycho Brahe (1546-1601), más conocido por sus investigaciones astronómicas y astrológicas,
era también un alquimista. Tuvo un laboratorio expresamente construido para este fin
en Uraniborg, su observatorio e instituto de investigación.
El declive de la alquimia occidental[editar]
La desaparición de la alquimia occidental se debió al auge de la ciencia moderna con su
énfasis en la rigurosa experimentación cuantitativa y su desdén hacia la «sabiduría antigua».
Aunque las semillas de estos sucesos fueron plantadas ya en el siglo XVII, la alquimia aún
prosperó durante unos doscientos años, y de hecho puede que alcanzase su apogeo en el
siglo XVIII. Tan tarde como en 1781 James Price afirmó haber producido un polvo que podía
transmutar el mercurio en plata u oro. Igualmente otro alquimista conocido era el arzobispo
húngaro Jorge Lippay (1600-1666), quien realizó varias investigaciones para el emperador
germánico Leopoldo I de Habsburgo, entusiasta creyente de la teoría de la creación del oro.
Robert Boyle (1627-1691), más conocido por sus estudios sobre los gases (véase la ley de
Boyle), fue uno de los pioneros del método científico en las investigaciones químicas. Boyle no
asumía nada en sus experimentos y recopilaba todos los datos relevantes: en un experimento
típico anotaba el lugar en el que se efectuaba, las características del viento, las posiciones del
sol y la luna y la lectura barométrica, por si luego resultasen ser relevantes.32 Este enfoque
terminó llevando a la fundación de la química moderna en los siglos XVIII y XIX, basada en los
revolucionarios descubrimientos de Lavoisier y John Dalton, que finalmente proporcionaron un
marco de trabajo lógico, cuantitativo y fiable para entender las transmutaciones de la materia,
revelando la futilidad de las tradicionales metas alquímicas tales como la piedra filosofal.
Mientras tanto, la alquimia paracélsica llevó al desarrollo de la medicina moderna. Los
experimentalistas descubrieron gradualmente los mecanismos del cuerpo humano, tales como
la circulación de la sangre (Harvey, 1616), y finalmente localizaron el origen de muchas
enfermedades en las infecciones con gérmenes (Koch y Pasteur, siglo XIX) o la falta de
nutrientes y vitaminas naturales (Lind, Eijkman, Funk et al.). Apoyada en el desarrollo paralelo
de la química orgánica, la nueva ciencia desplazó fácilmente a la alquimia en sus aplicaciones
médicas, interpretativas y prescriptivas, mientras apagaba sus esperanzas en elixires
milagrosos y mostraba la inefectividad e incluso toxicidad de sus remedios.
De esta forma, a medida que la ciencia siguió descubriendo y racionalizando continuamente
los mecanismos del universo, fundada en su propia metafísica materialista, la alquimia fue
quedando despojada de sus conexiones química y médica, pero incurablemente sujeta a ellas.
Reducida a un sistema filosófico arcano, pobremente relacionada con el mundo material, la
alquimia sufrió el destino común a otras disciplinas esotéricas tales como la astrología y
la cábala: excluida de los estudios universitarios, rechazada por sus antiguos mecenas,
relegada al ostracismo por los científicos y considerada habitualmente como el epítome de
la charlatanería y la superstición. Sin embargo, los rosacruces y francmasones siempre han
estado interesados en la alquimia y su simbolismo. Una gran colección de libros sobre
alquimia se guarda en la Bibliotheca Philosophica Hermetica de Ámsterdam.
Estos avances podrían ser interpretados como parte de una reacción más amplia del
intelectualismo europeo contra el movimiento romántico del siglo anterior.
Splendor Solis.
Muchos escritores satirizaron a los alquimistas y los usaron como blanco de ataques satíricos.
Dos famosos ejemplos antiguos son:
Geoffrey Chaucer, The Canon's Yeoman's Prologue and Tale (c. 1380). El protagonista,
un alquimista de camino a Canterbury, afirma que «lo enlosará entero de plata y oro».
Ben Jonson, El alquimista (c. 1610). En esta obra de cinco actos, los personajes montan
un taller de alquimia para estafar a la gente.
En obras más recientes los alquimistas suelen ser presentados bajo una luz más romántica y
mística y a menudo se hace poca distinción entre alquimia, magia y brujería:
Véase también[editar]
Otros artículos relacionados con la alquimia[editar]
Alambique
Alkahest, arcanum, berith, elixir de la vida, quintaesencia
Alquimia operativa
Círculo con un punto en el centro
Cuatro humores
Dualismo
Espagiria
Goldwasser
Hermetismo
Opus magnum
Piedra filosofal
Símbolo alquímico
Transmutación
Vulcano de los alquimistas
Filosofías relacionadas[editar]
Química • Física
Método científico • Protociencia
Historicismo
Pseudociencia • Anticiencia
Teorías científicas obsoletas
Sustancias de los alquimistas[editar]
Metales: oro • plata • plomo • cobre • estaño • hierro • mercurio • zinc • magnesio
No metales: fósforo • azufre • arsénico • antimonio
Ácidos: sulfúrico • muriático • nítrico • acético • fórmico • cítrico
Compuestos: agua regia • amoníaco • alcohol • pólvora • vitriolo
Antroposofía
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Este aviso fue puesto el 30 de octubre de 2013.
Antroposofía en el sentido más general es la obra de Rudolf Steiner. Se puede dividir en tres
partes: el legado intelectual, el legado artístico y el legado disciplinar.
Índice
1Legados
o 1.1Legado intelectual
o 1.2Legado artístico
o 1.3Legado disciplinar
2Rasgos de la antroposofía
3Evolución temática de la antroposofía
4Véase también
5Bibliografía
6Enlaces externos
Legados[editar]
Legado intelectual[editar]
Se compone principalmente de:
Rudolf Steiner cultivó en el ámbito literario la poesía y el drama. Tanto una como otra tienen
un contenido espiritual acorde con su concepción del mundo [cita requerida].
Pedagogía Waldorf
Tripartición social
Euritmia
Agricultura biodinámica
Medicina antroposófica.
Rasgos de la antroposofía[editar]
Este artículo o sección tiene un estilo difícil de entender : la
sección "Historicidad" resulta confusa.
Si puedes, por favor edítalo y contribuye a hacerlo más accesible para el público general,
sin eliminar los detalles técnicos que interesan a los especialistas.
Objetivo: La antroposofía, como filosofía, busca elaborar una comprensión global del
hombre y del mundo. [cita requerida]
Metodología: La antroposofía se basa en una metodología propia para describir lo que su
autor llama los mundos espirituales. Esta metodología está descrita desde un punto de
vista filosófico en su libro La filosofía de la libertad y desde un punto de vista espiritual en
su libro ¿Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores?. La dificultad de
fundamentar una epistemología que avale y respalde el conocimiento
espiritual [cita requerida] concede valor al esfuerzo de Rudolf Steiner para desarrollar durante
toda su vida una metodología apropiada a los objetos y sucesos de carácter
espiritual [cita requerida].
Historicidad: La antroposofía es, sobre todo, el fruto de un encuentro entre las
personas [cita requerida] que en el primer cuarto del siglo XX se interesaron por la obra
de Rudolf Steiner. En ese sentido es un movimiento histórico que lleva en su fisonomía
actual la huella indeleble de la época y el lugar donde ocurrió {el llamado Zeitgeist}. Si
hubiese ocurrido en otro entorno geográfico e histórico, la antroposofía tendría un perfil
diferente [cita requerida]. Así, se puede decir que lo que hoy en día se entiende por
antroposofía, más que la antroposofía en sí, es una perspectiva de la
antroposofía [cita requerida].
Véase también[editar]
Pedagogía Waldorf
Tripartición social
Agricultura biodinámica
Euritmia
Arte de la palabra
Medicina antroposófica
Bibliografía[editar]
Easton, Steward. El hombre y el mundo a la Luz de la Antroposofia
Steiner, Rudolf. La filosofía de la libertad
–. La Iniciación o Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores
–. La Teosofía
–. La ciencia oculta
Francmasonería
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La escuadra (símbolo de la virtud) y el compás (símbolo de los límites con los que debe mantenerse
cualquier masón respecto a los demás) son quizá los dos símbolos masónicos más conocidos. Aquí
aparecen también las letras "G" y "A", que representan al Gran Arquitecto del Universo(abreviado,
"G.'.A.'.D.'.U.'."), concepto utilizado sobre todo en el rito escocés.
Índice
1Orígenes
o 1.1La «masonería operativa»
2Dos corrientes principales
o 2.1Masonería regular anglosajona
o 2.2Masonería regular continental
3El Gran Arquitecto del Universo
4Grados
5Discreción y secreto
6Historia
o 6.1Exclusión/inclusión de la mujer
6.1.1El caso chileno
6.1.2El caso mexicano
6.1.3El caso argentino
6.1.4El caso uruguayo
7Organizaciones e ideologías antimasónicas
o 7.1Poderes religiosos
o 7.2Iglesia católica
o 7.3Otros pronunciamientos de la Iglesia referentes a la masonería
o 7.4Grupos políticos o gobiernos
o 7.5Críticas a la francmasonería
7.5.1Secretismo, esoterismo, ocultismo
7.5.2Disposiciones contrarias al catolicismo y a otras órdenes religiosas
7.5.3La figura de Dios: el Gran Arquitecto del Universo
7.5.4Aspectos sociológicos: acusación de ser una secta
o 7.6La francmasonería moderna
8En la cultura popular
o 8.1Televisión
9Organizaciones similares
10Véase también
11Notas y referencias
o 11.1Notas
o 11.2Referencias
12Bibliografía
13Enlaces externos
Orígenes[editar]
Véase también: Historia de la francmasonería
Francmasón inglés del siglo XIX.
La «masonería operativa»[editar]
Una de las leyendas más importantes de la francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico
arquitecto del Templo de Salomón en Jerusalén, el origen mítico de la orden
masónica [cita requerida]. Algunos textos retrotraen el origen de la masonería a épocas de aún
mayor antigüedad, y llegan a considerar como fundadores a distintas figuras bíblicas,
como Tubalcaín, Moisés, Noé o el mismísimo Adán [cita requerida]. De la antigüedad de la
sociedad hablaría el que las citas del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento sobre: 'Los
arquitectos', pudiesen referirse a algunas personas relacionadas con este grupo iniciático. Más
realistas, pero todavía en el ámbito de lo mítico o de lo pseudohistórico, diversos autores han
atribuido este origen a los constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia
Fabrorum romanos, a la orden de los templarios, la de los Rosacruces o a
los humanistas del Renacimiento [cita requerida].
Se habla de un texto que el príncipe Edwin de Northumberland, sobrino del rey Athelstan,
habría dado a estas corporaciones en Inglaterra en el año 926, denominado Constituciones
de York [cita requerida]. Este manuscrito se habría perdido en el siglo XV y habría sido reescrito de
memoria por los que lo conocían. Por este motivo, su origen más plausible lo encontramos en
la Carta o Estatutos de Bolonia, redactado en 1248, son el documento masónico original más
antiguo que se conoce. Trata de aspectos jurídicos, administrativos y de usos y costumbres
del gremio. Le siguen en antigüedad otros documentos, como el Poema Regius o Manuscrito
Halliwell (1390), el Manuscrito Cooke (1410), el Manuscrito de Estrasburgo (1459), los
Estatutos de Ratisbona (1459), los de Schaw (1598), el Manuscrito Iñigo Jones (1607), los de
Absolion (1668) y el Sloane (1700). Todos estos manuscritos se refieren a la masonería
«operativa» o gremial, de la que especifican sobre todo las reglas del «oficio», y los
historiadores suelen referirse a ellas en un sentido genérico como «constituciones
góticas» [cita requerida].
Que posea una legitimidad de origen; esto es, que su constitución haya sido auspiciada
por alguna otra organización masónica regular. En este sentido, suele considerarse que la
regularidad inicial emana de la antigua Gran Logia de Londres y Westminster.
El respeto a los valores y principios capitales establecidos en los documentos
fundacionales; en concreto, las llamadas Constituciones de Anderson, publicadas
en 1723.
Las dos corrientes discrepan en varios puntos importantes, que afectan incluso a sus
respectivas denominaciones. Ambas corrientes suelen ser conocidas, respectivamente, como
regular, una de ellas, y como liberal o adogmática, la otra. Sin embargo, los representantes de
la segunda mantienen que su corriente es también plenamente regular, mientras que los de la
primera argumentan que la suya es asimismo esencialmente liberal y adogmática. Es
imposible establecer un criterio objetivo sobre este tema. Quizá, lo que se puede afirmar es
que las diferentes corrientes masónicas no se consideran identificadas con términos
como irregular o dogmática. Finalmente, las logias que no se adscriben a los criterios de
ninguna de las dos principales corrientes suelen ser denominadas salvajes, si bien ellas
prefieren referirse a sí mismas como bajo la bóveda celeste.[cita requerida]
Masonería regular anglosajona[editar]
La corriente que se denomina anglosajona está encabezada por la Gran Logia Unida de
Inglaterra y a ella se adscriben las principales obediencias, por lo que a número de miembros
se refiere, de las Islas Británicas, Estados Unidos, los países de
la Commonwealth, Iberoamérica y parte de la Europa continental, incluida España.4
Basándose en su interpretación de la tradición masónica y, en particular, de las Constituciones
de Anderson, las obediencias y logias de esta línea establecen los siguientes criterios
de regularidad:
La creencia en una deidad o en un ser supremo (solo uno), que puede entenderse como
un principio no dogmático, como un requisito imprescindible a sus miembros.
Los juramentos deben realizarse sobre el llamado Volumen de la Ley Sagrada,
generalmente la Biblia u otro libro considerado sagrado o símbolo de lo trascendente por
el que realiza el juramento. La presencia de este Volumen de la Ley Sagrada,
la escuadra y el compásson imprescindibles en la logia.
No se reconocía la iniciación masónica femenina ni se aceptaba el contacto masónico con
las logias que admitan a mujeres entre sus miembros, aunque hay organizaciones
asociadas en los Estados Unidos que están abiertas a las mujeres, pero no son
reconocidas en Gran Bretaña o Irlanda (véase rito nacional mexicano).
Están expresamente prohibidas las discusiones sobre política y religión (a pesar de que sí
se estudian ambos temas), así como el posicionamiento institucional sobre estos
aspectos.[cita requerida]
Masonería regular continental[editar]
La corriente que se denomina liberal o adogmática tiene su principal exponente mundial en
el Gran Oriente de Francia. Es la principal corriente, por lo que a número de miembros se
refiere, en Francia, África francófona y algunos países de la Europa continental, y a ella se
adscriben muchas obediencias en todo el mundo, en especial en Iberoamérica y
la Europa continental, incluyendo, en particular, a las obediencias femeninas y mixtas. No se
basa en un estándar de regularidad establecido, sino que mantiene como referente el
reconocimiento compartido de unos valores, modelos rituales y organizativos que, por
tradición, se consideran esencialmente masónicos. Por este motivo, presenta una mayor
variedad de formas concretas de organización, cuyas principales características, que no tienen
que darse simultáneamente, son:
Grados[editar]
En el siglo XIX, se emitían certificados como éste para que los masones pudiesen demostrar que habían
tomado los tres grados de la masonería en una logia regular, es decir, en una logia reconocida por una
gran logia.
1. Aprendiz – es el primer grado, el de los iniciados, con el que una persona se vuelve
masón; en este grado el masón, se enfrenta consigo mismo y debe de superarse,
empezando a controlar sus pasiones (exceso de los 5 sentidos).
2. Compañero – es un grado intermedio, donde el masón se dedica a aprender; en este
grado el masón ve cómo el mundo exterior lo percibe y aprende a percibir el mundo
exterior.
3. Maestro – es el tercer grado, en el cual se requiere que el masón participe en la mayor
parte de los aspectos de la logia y de la masonería. En este grado, el masón es
enfrentado con la realidad de la muerte, se enfrenta con la inmortalidad del alma y la
vida eterna.
Los tres grados representan tres etapas del desarrollo personal. No hay, para los masones, un
significado único de estos tres grados; conforme un francmasón va trabajando en cada uno de
los grados y estudiando, interpretará estos grados en función de su desarrollo personal, y su
única obligación será cumplir con las normas de la logia para la que trabaja.5 Una estructura
simbólica común y una serie de arquetipos universales le servirán a todo masón para
encontrar sus propias respuestas a las preguntas filosóficas de la vida.
No hay ningún grado en la francmasonería que sea superior al grado de maestro.6 Si bien
algunas órdenes masónicas tienen otros grados con números, estos otros grados se
consideran de perfeccionamiento al grado de maestro y no promociones del mismo.7 Un
ejemplo de ello es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), que confiere grados desde el
número 4 hasta el número 33.8 En el Rito Nacional Mexicano, en cambio, el total de grados es
nueve, equivalentes a los treinta y tres del REAA.
Para alcanzar estos grados adicionales, es necesario ser maestro masón. Su administración
depende de un sistema paralelo al de las logias azules o de artesanos; dentro de cada
organización hay un sistema de oficios, que confiere rangos únicamente dentro de ese grado o
dentro de esa orden.
En algunas jurisdicciones, en particular las de Europa continental, se les solicita a los
masones que elaboren artículos sobre temas filosóficos, y que los presenten en público en la
logia. Hay una extensísima bibliografía de artículos, revistas y publicaciones masónicas, que
incluyen abstracciones y lecciones espirituales o morales de calidad diversa, manuales
prácticos acerca de la organización y el manejo de los ritos, y también artículos históricos y
filosóficos.
Discreción y secreto[editar]
La masonería no es una sociedad secreta, sino discreta y con algunos secretos que son
revelados a sus miembros a medida que estos progresan. En lo que se refiere a las
actividades de las logias, estas son discretas. Con respecto al secreto, existen dos tipos de
secretos prioritarios, uno de ellos asociado con el reconocimiento, las palabras de pase, los
toques al saludarse y las respuestas a preguntas específicas para poder ingresar a la orden.
Estos elementos forman parte del conocimiento esotérico, que sólo se transmite en el interior
de la institución y a quienes han alcanzado el conocimiento y el reconocimiento de sus iguales
para llegar ahí. El otro tipo de secreto es ritual y es personal: es el conocimiento que cada
miembro de la logia va adquiriendo de sí mismo conforme aprende. Es una experiencia
personal que, por definición, no puede transmitirse a nadie más.
El documento encriptado del siglo XIX, llamado Copiale, descifrado en la Universidad de
Uppsala, en Suecia, contiene las ceremonias de admisión a una sociedad secreta: Los
ocultistas, dedicada a la difusión de las técnicas adecuadas para la extracción de
las cataratas (facólisis), también describe las ceremonias de iniciación a todos los grados
masónicos.9
Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la francmasonería
Exclusión/inclusión de la mujer[editar]
En el siglo XVIII, cuando surgió la masonería especulativa o moderna, la mujer no estaba ni
económica ni social ni políticamente emancipada. En las Constituciones de Anderson,
de 1723, no se la tuvo en cuenta. Pero las mujeres no quisieron permanecer indiferentes a las
realizaciones de las asociaciones masónicas. En 1730, sólo cinco años después de la
aparición de la masonería especulativa en Francia, comenzaron a realizarse gestiones para
que fuesen aceptadas en la institución. El 10 de junio de 1774, el Gran Oriente de
Francia había tomado bajo su protección, en una Asamblea General, la masonería de
adopción. Se trataba de logias formadas por mujeres bajo la tutela de los masones varones.
El 11 de marzo de 1775, el marqués de Saisseval, ayudado por otros hermanos, formó la logia
"El Candor". Su primera Gran Maestra fue la duquesa de Bourbon, a la que siguieron
la princesa de Lamballe (1780), la emperatriz Josefina (1805), madame de Vaudemont (1807)
y madame de Villete (1819), amiga personal de Voltaire.[cita requerida]
Ya en la segunda mitad del siglo XIX, el 14 de enero de 1882, en la localidad de Le
Pecq (Francia), la logia "Los Librepensadores" inició a una escritora y conocida militante a
favor de los derechos de la mujer, Marie Deraismes, quien el 4 de abril de 1893 creó, junto con
el senador Georges Martin, la Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia "Le Droit
Humain" ("El Derecho Humano"). Esta logia daría origen a la Orden Masónica Mixta
Internacional "El Derecho Humano". "El Derecho Humano" extendió rápidamente su acción en
el mundo, y perteneció a la misma Annie Besant, célebre feminista inglesa y secretaria de
la Sociedad Fabiana, antecesora del Partido Laborista de Inglaterra.[cita requerida]
A lo largo del siglo XIX y principios del XX, la masonería de adopción fue desapareciendo y
transformándose en masonería femenina, especialmente con el surgimiento, el 21 de
octubre de 1945, de la Unión Masónica Femenina de Francia, que culminó, en 1952, con la
creación de la Gran Logia Femenina de Francia, que irá extendiendo la masonería integrada
por mujeres en el resto de la Europa continental y de América Latina. Todavía algunas
organizaciones masónicas masculinas siguen considerando «irregular» la presencia de
mujeres en la masonería, si bien hoy existe un alto nivel de integración en la mayoría de los
países, a partir de la existencia de organizaciones masónicas mixtas o femeninas (véase rito
nacional mexicano). Estas organizaciones son, por lo demás, plenamente aceptadas por las
obediencias masculinas de la corriente masónica liberal.
El caso chileno[editar]
Artículo principal: Francmasonería en Chile
En México, el Rito Nacional Mexicano aceptó, desde su creación en el siglo XIX, el ingreso de
las mujeres a logias mixtas. Y algunas pocas logias del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado también son mixtas, aunque la gran mayoría de ese rito son masculinas, y en esos
casos las mujeres trabajan en logias separadas, agrupadas a su vez en grandes logias
femeninas.
El caso argentino[editar]
Artículo principal: Francmasonería en Argentina
la Iglesia católica (encíclicas In Eminenti, del papa Clemente XII; y Humanum Genus del
papa León XIII, entre otras);
el integrismo islámico: por ejemplo, la masonería está prohibida en Irán y en muchos
países islámicos;
el bahaísmo: Shoghi Effendi prohibió expresamente a los bahais pertenecer a la
masonería, a la teosofía y a cualquier sociedad secreta.10
Iglesia católica[editar]
La Iglesia católica ha condenado sistemáticamente la filiación a la masonería en innumerables
documentos, y ha decretado que es incompatible, por sus principios, con la doctrina y la fe de
la Iglesia católica.11121314
Los pronunciamientos papales en este sentido han sido constantes:
Clemente XII, Carta Apostólica: In Eminenti, 24 de abril de 1738.
Benedicto XIV, Constitución Apostólica: Providas, 18 de mayo de 1751.
Pío VII, Constitución: Ecclesiam a Jesu Christo, 13 de septiembre de 1821.
León XII, Constitución: Quo Graviora, 13 de marzo de 1825.
Pío VIII, Carta Encíclica: Traditi Humilitati, 24 de mayo de 1829.
Gregorio XVI, Carta Encíclica: Mirari Vos, 15 de agosto de 1832.
Pío IX, Carta Encíclica: Qui Pluribus, 9 de noviembre de 1846; Alocución: Quibus
Quantisque, 20 de abril de 1849; Carta Encíclica: Nostis et Nobiscum, 8 de diciembre
de 1849; Carta Encíclica: Cuanta Cura, 8 de diciembre de 1864; Alocución: Multiplices
Inter, 25 de septiembre de 1865; Constitución: Apostolicae Sedis, 12 de octubre de 1869;
Carta: Quamquam, 29 de mayo de 1873; Carta: Exortae, 29 de abril de 1876.
León XIII, Carta Encíclica: Humanum Genus, 20 de abril de 1884; Carta
Encíclica: Dall´alto dell´Apostolico Seggio, 15 de octubre de 1890; Carta Encíclica: Inimica
Vos, 8 de diciembre de 1892. Carta Encíclica: Custodi di Quella Fede, 8 de diciembre
de 1892.
San Pío X alude a la masonería en las Cartas Encíclicas: Vehementer Nos, 11 de febrero
de 1906 y Une Foi Encore, 6 de enero de 1907.
Denunciaron ocasionalmente la masonería los papas:
El antiguo Código de Derecho Canónico del año 1917, promulgado bajo el pontificado
de Benedicto XV, condena la masonería explícitamente en los cánones 684, 1349 y 2335.
Los que dan su nombre a la masonería o a otras asociaciones que maquinan contra la Iglesia incurren
en excomunión.
Código de Derecho Canónico de 1917, can. 2335
En la cultura popular[editar]
La masonería ha tenido una relevancia tan grande en la cultura occidental que se han
aparecido referencias a su favor o en su contra tanto en los medios de comunicación como en
obras de arte diversas (novelas, películas, composiciones musicales, etcétera), sobre todo
acerca de sus prácticas y rituales:
En el capítulo Homer the Great, de los Los Simpson, se hace referencia a la cultura
masónica y sus rituales.
En el capítulo 3x06 de Zoey 101, llamado "La Sociedad del Martillo de Plata" se hace
referencia a los masones, y a la gente que quiere ser parte de ella.
En Los Picapiedra se habla de una organización similar a una logia masónica: la "Logia de
los Búfalos".
En Bob Esponja se muestran símbolos similares a los de la masonería, en uno de los
capítulos. Además de la Logia de los Cefalópodos, a la que pertenece Calamardo
Tentáculos.
Organizaciones similares[editar]
Existen otras organizaciones masónicas, como la Orden de la Estrella de Oriente / Eastern
Star (para hombres y mujeres), la Orden Internacional del Arco Iris para Niñas / Rainbow Girls
(para chicas entre 10 y 20 años), Las Hijas de Job / Job's Daughters (para chicas entre 10 y
20 años) / la Orden DeMolay (para los chicos entre 12 y 21 años) / y la A.J.E.F(Asociación de
Jóvenes Esperanza de la Fraternidad) para jóvenes entre 14 y 21 años, organización
masónica que fue creada en La Habana, Cuba. Hay, además, quienes afirman que
el escultismo tiene similitudes con la masonería, pues sus orígenes fueron
masónicos.[cita requerida]
Véase también[editar]
Véanse también: Categoría:Masones, Francmasonería por país y Antimasonería.
antimasonería
cámara de reflexiones
Derecho masónico
Francmasonería en:
Argentina
Chile
Ecuador
España
Francia
Hispanoamérica
Honduras
México
Historia de la francmasonería
Rito masónico:
Rito de emulación
Rito escocés
Rito yorkino
Represión de la masonería por las monarquías
Simbología francmasónica
Notas y referencias[editar]
Notas[editar]
Bibliografía[editar]
Cortijo, E. (coord.). Masonería y Extremadura. Edita Caja de Ahorros de Extremadura,
2008. ISBN 978-84-691-4233-2
Monseñor Dupanloup (Obispo de Orleans). 'Estudio sobre la Francmasonería', Barcelona,
Librería la Anticuaria, 2.ª ed. 1876. Edición Facsímil de: Librerías 'París-Valencia' SL,
2010. ISBN 978-84-8339-405-2
GLE. La masonería abre sus puertas. Atanor Ediciones, 2012. ISBN 978-84-939617-5-6
Guerra Gómez, M. La trama masónica. Styria, 2006. ISBN 978-84-96626-21-8
Jogand-Pagés, G. (Taxil, L.). 'La España masónica'. Imprenta y librería de la Inmaculada
Concepción, Barcelona, 1988. Edición facsímil de Librerías París-Valencia, depósito legal
V 481-1993.
Knight, Ch. y Lomas, R. La clave masónica, Barcelona: Martínez Roca, 2004. ISBN 84-
270-3059-2
Mateos, José María (1884). Historia de la masonería en México: desde 1806 hasta
1884 (2015 edición). Ciudad de México: Herbasa. pp. 9-11.
Reveron, MSC Eloy. Herederos de las Guildas: (Masonería Rituales y Cofradías). Edición
en español. IVEM-Amazon Paperback 17 de diciembre, 2014 ISBN 1505620317 ISBN
978-1505620313
Rodríguez, P. Masonería al descubierto: (Del mito a la realidad 1100-2006). Temas de
Hoy, 2006. ISBN 978-84-8460-595-9
Vidal Manzanares, G. Masones que cambiaron la historia: 18 semblanzas masónicas.
Edaf, 2007. ISBN 978-84-414-1953-7
Lavagnini, A.. Varias obras sobre temas masónicos.
Enlaces externos[editar]
Gnosticismo
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No debe confundirse con Agnosticismo.
Para otros usos de este término, véase Gnosis.
Índice
1Introducción
2Historia y fuentes
3Neognosticismo
4Véase también
5Bibliografía
6Enlaces externos
Introducción[editar]
El gnosticismo cristiano, pagano en sus raíces, llegaba a presentarse como representante de
su tradición más pura. El texto gnóstico de Eugnosto el Beato parece ser anterior al
nacimiento de Jesús de Nazaret.
La enorme diversidad de doctrinas y "escuelas gnósticas" hace difícil hablar de un solo
gnosticismo. Algunos aspectos comunes de su pensamiento, no obstante, podrían ser:
Su carácter iniciático, por el cual ciertas doctrinas secretas del Cristo o el "ungido" estaban
destinadas a ser reveladas a una élite de iniciados. De esta forma, los gnósticos cristianos
reclaman constituir testigos especiales de Cristo, con acceso directo al conocimiento de lo
divino a través de la gnosis o experimentación introspectiva a través de la cual se podía
llegar al conocimiento de las verdades trascendentales. La gnosis era, pues, la forma
suprema de conocimiento, solamente al alcance de iniciados.
El mismo conocimiento de las verdades trascendentes producía la salvación. Según las
diversas corrientes, la importancia de practicar una vida cristiana podía variar, siendo en
cualquier caso algo secundario.
Su carácter dualista, por el cual se hacía una escisión tajante entre la materia y el espíritu.
El mal y la perdición estaban ligados a la materia, mientras que lo divino y la salvación
pertenecían a lo espiritual. Por esa razón no podía existir salvación alguna en la materia ni
en el cuerpo. El ser humano solo podía acceder a la salvación a través de la pequeña
chispa de divinidad que era el espíritu. Solo a través de la conciencia del propio espíritu,
de su carácter divino y de su acceso introspectivo a las verdades trascendentes sobre su
propia naturaleza podía este liberarse y salvarse. Esta experimentación casi empírica de
lo divino era la gnosis, una experiencia interna del espíritu. Aquí se puede ver en
el platonismo un antecedente claro del gnosticismo, tanto en su dualismo materia-espíritu,
como en su forma instrospectiva de acceder al conocimiento superior, siendo la gnosisuna
versión religiosa de la mayéutica de Sócrates. Este dualismo también prefigura el
futuro maniqueísmo.
Su peculiar cristología: Siendo la materia el anclaje y origen del mal, no es concebible
que Jesucristo pudiera ser un ser divino y asociarse a un cuerpo material a la vez, puesto
que la materia es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de
Cristo, según la cual la Divinidad no pudo venir en carne, sino que vino en espíritu
mostrando a los hombres un cuerpo aparentemente material (docetismo). Otras corrientes
sostienen que Jesucristo fue un hombre vulgar que en la época de su ministerio fue
levantado, adoptado por una fuerza divina (adopcionismo). Otras doctrinas afirman que la
verdadera misión de Cristo era transmitir a los espíritus humanos el principio del
autoconocimiento que permitía que las almas se salvaran por sí mismas al liberarse de la
materia. Otras enseñanzas proponían incluso que Jesús no era un ser divino.
Peculiares enseñanzas sobre la divinidad. Entre estas se encontraba la de que todo
espíritu era divino, incluyendo la parte espiritual del hombre (el alma), que no necesitaba a
nadie para salvarse a sí mismo, siendo Cristo enviado a revelar esa verdad. Por otra
parte, el creador/ordenador de la materia (llamado Demiurgo), al multiplicar con su
creación la materia, sería un ser malvado y opuesto al verdadero Ser Supremo del cual
surgió.
Conclusiones éticas muy divergentes: Siguiendo la idea de la condenación de la materia,
algunas corrientes afirmaban que era necesario el castigo y martirización del cuerpo para,
a través del padecimiento de la carne, contribuir a la liberación del espíritu, propugnando
un modo de vida ascético. Sin embargo, otras corrientes afirmaban que, siendo la
salvación dependiente únicamente de la gnosis del alma, el comportamiento del cuerpo
era irrelevante, disculpándolo de toda atadura moral y librándolo a toda clase de goces.
Otras enseñanzas reprobaban la multiplicación de la materia, siendo así la procreación un
acto condenable. También existían corrientes que, al igual que el platonismo y las
filosofías orientales, creían en el retorno cíclico de las almas a la prisión de la materia a
través de la reencarnación. El iniciado, igualmente, buscaba romper este ciclo a través de
la gnosis (a través de la iluminación, en las religiones orientales).
Interpretación alegórica del cristianismo y de las escrituras. Así, se reinterpretan a la luz
gnóstica las historias de la creación, etc. dándoles significados filosóficos.
Establecimiento de jerarquías espirituales: En la cima de los seres existe un Dios, un ser
perfecto e inmanente cuya propia perfección hace que no tenga relación alguna con el
resto de seres imperfectos. Es inmutable e inaccesible. Descendiendo en una escala de
seres emanados de aquél llegamos al Demiurgo, antítesis y culmen de la degeneración
progresiva de los seres espirituales, y origen del mal. En su maldad, el Demiurgo crea el
mundo, la materia, encadenando la esencia espiritual de los hombres a la prisión de la
carne. En este escenario se libra una batalla entre los principios del bien y el mal, la
materia (apariencia) y el espíritu (sustancia). Podemos ver paralelismos claros con
el zoroastrismo.
Establecimiento de jerarquías humanas: En la cima de la jerarquía humana estaban los
iniciados, en los que es predominante el espíritu. Ellos pueden experimentar la gnosis y
acceder así a la salvación. Por debajo está el resto de los cristianos, en los que predomina
el alma sensible y que se pueden salvar siguiendo la guía de los primeros. En la parte
más baja están aquéllos en que predomina el cuerpo y que, por tanto, no alcanzarán la
salvación.
Historia y fuentes[editar]
Algunos cristianos identifican como gnóstico a Simón Mago, personaje que aparece en una
narración en Hechos de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Su personalidad más
relevante fue Valentín de Alejandría, que llevó a Roma una doctrina gnóstica intelectualizante.
En Roma tuvo un papel activo en la vida pública de la Iglesia. Su prestigio era tal que se le
tuvo en consideración como posible obispo de Roma. Otros gnósticos de renombre son Pablo
de Samosata, autor de una célebre herejía sobre la naturaleza de Cristo. Carpócrates concibió
la idea de la libertad moral de los perfectos, en la práctica una ausencia total de reglas
morales.
Finalmente, el amplio rango de variación moral del gnosticismo fue visto con recelo y el
obispo Ireneo de Lyon lo declaró herejía en el 180 d. C., parecer que comparte la Iglesia
católica.
En 1945 fue descubierta una biblioteca de manuscritos gnósticos en Nag Hammadi (Egipto),
que ha permitido un conocimiento mejor de sus doctrinas, anteriormente solo conocidas a
través de citas, refutaciones, apologías y heresiologías realizadas por Padres de la Iglesia.
Neognosticismo[editar]
Artículo principal: Gnosticismo moderno
Véase también[editar]
Abraxas
Deísmo
Demiurgo
Eón (gnosticismo)
Mandeísmo
Manuscritos de Nag Hammadi
Neoplatonismo
Pléroma
Bibliografía[editar]
García Bazán, Francisco (2003-2017). La Gnosis eterna. Antología de textos gnósticos
griegos, latinos y coptos. Obra completa en tres volúmenes. Madrid: Editorial Trotta.
Piñero, Antonio (Editor). Textos Gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi. Obra completa.
Madrid: Editorial Trotta.
Enlaces externos[editar]
Hermetismo
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Para otros usos de este término, véase Hermética (desambiguación).
Hermetismo
Tipo Esoterismo
Índice
1Definición
o 1.1La tríada hermética: Dios, cosmos y hombre
o 1.2El Macrocosmos hermético
o 1.3La Teología Hermética: Dios
o 1.4La Mónada
o 1.5El génesis hermético
o 1.6El Pensamiento (Noûs)
o 1.7La jerarquía del noûs (Asc. 32)
o 1.8La Palabra (Lógos)
o 1.9Pneûma
o 1.10Eternidad (Aión)
o 1.11El Cosmos
o 1.12El movimiento
o 1.13Apocatástasis
o 1.14La jerarquía celeste
o 1.15El microcosmos. El hombre
o 1.16La doctrina del alma en el hermetismo
o 1.17La materia en el hermetismo
o 1.18El dualismo hermético
o 1.19El hermetismo como religio mentis
o 1.20Palingenesia
o 1.21El silencio hermético
o 1.22Teúrgia: la creación de dioses y la atracción de las potencias celestes
2Véase también
3Referencias
4Bibliografía
o 4.1Ediciones de los textos herméticos
o 4.2Bibliografía básica
5Enlaces externos
Definición[editar]
El hermetismo filosófico se erige sobre la base de un conjunto de escritos supuestamente
aparecidos en Egipto bajo el período de dominación romana (entre los siglos I y IV d. C.), y
puestos bajo la advocación de Hermes Trismegisto. Probablemente, el hermetismo sea el
"intento helénico" de sistematizar filosóficamente parte de las doctrinas religiosas y místicas
de la cultura tardo-egipcia (aunque no hay por qué descartar otras influencias "orientales",
como la israelita, por ejemplo). Asimismo, es muy probable que esta sistematización filosófica
o "culta" se llevara a cabo sobre la base de otros escritos anteriores de ciencias ocultas (el
llamado hermetismo técnico o popular). Esta definición se ciñe a estos escritos tardoantiguos,
que servirán de base para toda la vasta producción hermética posterior.
La tradición hermética se "fundiría" con parte del entramado neoplatónico y el cristianismo
incipiente durante la Antigüedad tardía, y con la religión católica, el cisma luterano, y
la cábala cristiana, a través de los filósofos (platónicos, herméticos) y magos
del Renacimiento y el Barroco, pero en ningún caso se difuminaría el esqueleto de su filosofía.
Asimismo, el hermetismo inspiraría, por su potencia seductora, muchas corrientes ocultistas
decimonónicas. Su universo viviente y su exaltación del espíritu humano, servirían en el siglo
XIX tal como sirvieron en el Renacimiento: para que muchos díscolos y extraños personajes
se enfrentaran al mecanicismo, al materialismo y al racionalismo militante impuesto desde la
"pedantería académica" (aristotélica o positivista) y la Ilustración.
Un caso aparte es la tesis (debida en buena parte a Yates) que erige a la filosofía hermética
como uno de los motores propiciadores del advenimiento de la ciencia moderna en el siglo
XVII. Aunque esta aventurada teoría ha recibido diversas críticas, su fundamento más sólido
está en la concepción de magia natural renacentista y barroca, así como en la exaltación del
hombre y su intervención en el mundo físico, que define (por supuesto con muchos matices) la
filosofía hermética.
Es muy difícil deslindar el hermetismo filosófico (místico) del hermetismo técnico (ocultista).
Sin embargo, se puede afirmar con mucha seguridad que los filósofos herméticos estuvieron
vinculados a conceptos comunes a scientias del periodo como la astrología y sobre todo
la alquimia, y a cierta clase de magia ceremonial greco-egipcia. Aunque por encima de todo
hay que considerar al hermetismo como un constructo filosófico (una amalgama de
estoicismo, medioplatonismo, neopitagorismo y algo de aristotelismo), pero con fines
"prácticos" (la meta de todo buen hermetista es alcanzar la comunión con Dios mediante la
revelación teúrgica, la recepción del noûs divino o la palingenesia).
No se ha incidido demasiado en la tesis de Festugière que trata de deslindar la "gnosis
optimista" de la "gnosis pesimista", en el sentido de considerar a la filosofía hermética como
una forma degenerada de filosofía mística griega. Sin embargo, para algunos autores esta
separación y esta supuesta "degeneración" no se sostienen en los textos [cita requerida]. Por otro
lado, es evidente que los filósofos herméticos no pretendían erigir un ensamblaje filosófico
infalible, parangonable al discurso platónico.
La ordenación aquí ofrecida de los filósofos herméticos tardoantiguos tiene un valor
eminentemente didáctico. La finalidad de esta ordenación es facilitar la comprensión de las
doctrinas contenidas en el Corpus, el Asclepio, en los Extractos de Estobeo y en
las Definiciones Armenias. Por lo tanto, la estructura ofrecida a continuación es, en cierto
modo, subjetiva. Se han incluido aquí aquellas cuestiones y conceptos que habría que
destacar del ecléctico constructo filosófico hermético tardoantiguo.
La tríada hermética: Dios, cosmos y hombre[editar]
Primero Dios, segundo el cosmos, tercero el hombre (SH XI, sent. 6).
En cualquier caso, la caída del hombre es el eje esencial del génesis hermético. Y aquí la
diferencia entre la gnosis optimista y la pesimista se muestra con total crudeza: ¿ha caído el
hombre en un tormento de humillaciones o por el contrario ha sido ensamblado en una
creación maravillosa y única? Para los filósofos del Renacimiento no cabía dudar, y en
cualquier caso, no es aceptable considerar que los hermetistas representaron una tierra
eminentemente malvada, una cárcel de hombres más propia de las corrientes gnósticas.
El Pensamiento (Noûs)[editar]
El pensamiento ve todas las cosas, los ojos sólo las corpóreas (DH V 1).
Al hombre, por su excelencia y piedad, le está permitido acceder a los misterios de Dios, pero
no podrá alcanzar semejante conocimiento mediante el pensamiento dialéctico. Será por
medio de la revelación y la recepción del Noûs (véase más abajo el capítulo llamado
“Palingenesia”) por las que el hombre pueda elevarse y atravesar el cielo hasta Dios mismo.
Así, Poimandres, el Noûs del poder supremo, desciende sobre aquel que desea ser instruido
sobre los seres, comprender su naturaleza y llegar a conocer a Dios (CH I 3), y en pleno
éxtasis teúrgico comienza su labor mistagógica.
Lo incorpóreo que sostiene al cosmos es un Noûs total que totalmente se contiene a sí mismo.
Un pensamiento total que se contiene totalmente a sí mismo, libre de cualquier cuerpo,
estable, impasible, intangible, inmóvil él mismo en sí mismo, capaz de contener todas las
cosas y salvaguarda de todos los seres, cuyos rayos son el Bien, la Verdad, el arquetipo del
aliento vital y el alma arquetípica (CH II B 12).
Asimismo, y enlazando con la doctrina de la libertad, el noûs es un don divino: aquellos
hombres que opten por la senda de la sabiduría accederán al Bien, rechazando el mal (CH IV,
3-6). El pensamiento es una recompensa para las almas virtuosas, y aquellos que se sumerjan
en la gran crátera participarán del conocimiento y se convertirán en hombres perfectos, y no
caerán en la ignorancia de los hombres irracionales, dominados por las pasiones y los apetitos
corporales.
La jerarquía del noûs (Asc. 32)[editar]
Esta jerarquía obedece a cuatro momentos de un mismo proceso: Dios, cosmos y hombre.
La palabra es el instrumento del pensamiento, pues la palabra interpreta lo que el pensamiento quiere
(DH V 1).
Se dice que Dios generó el cosmos mediante la palabra, es decir, que el pensamiento se hizo
actividad mediante el Verbo divino. El hombre está dotado de pensamiento y palabra, y ambos
están dotados del mismo valor que la inmortalidad. La palabra es distinta de la voz, porque la
palabra que contiene en sí el valor del pensamiento está llena de sabiduría y poder (dýnamis).
La palabra habita el pensamiento, y por eso es común a todo hombre, y sólo la voz es distinta:
—En efecto hijo, es diferente de uno a otro [la palabra], pero la humanidad es una sola:
igualmente es una palabra y se traduce de una lengua a otra; de modo que, en realidad,
encontramos un solo y mismo concepto en Egipto, Grecia o Persia… (CH XII 13). Si hay
diferentes formas de expresar el pensamiento, aquella lengua que guarde en sus entrañas el
misterio divino será la más alta y bella de todas, la más cercana a Dios; para Giordano Bruno,
siguiendo el pasaje de CH XVI 2, esa lengua era la egipcia, y para Pico della Mirandola la
hebrea, entroncando así con la tradición cabalística. Con todo, lo cierto es que el griego,
lengua bárbara falta de poder, no era la más adecuada para expresar las «opiniones
herméticas».
Considerando lo anterior, no debe extrañarnos que Jámblico defina la teología egipcia como
una «mistagogia oculta en los símbolos» (Sobre los mist. VII 1). El hermetismo, debido a su
raíz egipcia es deudor de un lenguaje simbólico, muy alejado de la «lengua de los filósofos».
Las palabras en el hermetismo deben estar imbuidas de noûs, y si no es así, siempre es mejor
el silencio (véase más abajo el capítulo «Silencio hermético»). Como se ve, este es un
ejemplo claro de la mecánica y nada coherente separación entre el hermetismo llamado
técnico y el filosófico. El hermetismo es una «filosofía de poder», no un saber más con el que
demostrar y enseñar los procesos cósmicos mediante un lenguaje llanamente racional. Los
hermetistas eran teúrgos; si eran o no filósofos depende de lo que se esté dispuesto a aceptar
bajo el término filosofía.
Pneûma[editar]
Por el aliento vital, son suministrados y vivificados todos los seres del cosmos, de acuerdo con las
órdenes del Dios supremo al que obedece como su órgano o instrumento que es (Asc. 16).
El Pneûma es el impulso o energía cósmica que ordena el curso de los astros y vivifica a
todos los seres de la creación. Por lo tanto, los procedimientos mágicos y astrológicos se
valen de este éter, de esta sustancia común de los astros para poder llevar a cabo sus «obras
milagrosas».
Eternidad (Aión)[editar]
Ciertamente la eternidad es la imagen de Dios, el cosmos la de la eternidad, el sol del cosmos y el
hombre, en fin, la del sol (CH XI 15).
Con lo expuesto anteriormente ya deberíamos tener una base lo suficientemente sólida como
para comprender el mecanismo esencial del hermetismo. El cosmos fue formado
jerárquicamente (gracias al Verbo divino, se asienta en el Noûs primordial (lo incorpóreo), se
mueve gracias al soplo divino (pneûma) y extiende su actividad en la eternidad, que se vale de
la providencia (Prónoia), el destino (Heimarméne) y la necesidad (Anánke) para regir y
mantener unido el todo en un orden perfecto, a pesar del azar consustancial a lo material (Asc.
40). La providencia es la razón perfecta en sí misma del Dios celestial, la voluntad y el
proyecto divinos; el destino es la necesidad de que se cumplan todos los acontecimientos,
enlazados unos con otros como los eslabones de una cadena, bajo el gobierno de los astros;
la necesidad es una resolución inquebrantable e inalterable de la providencia (las definiciones
de providencia, necesidad y destino, son las expuestas por Xavier Renau Nebot en Textos
Herméticos, Madrid: Gredos, 1999, pp. 556-557).
Sólo Dios es eterno, mientras que el cosmos, que ha llegado a ser por causa del padre, es
siempre-vivo (aeízoon) e inmortal.
El movimiento[editar]
Pero padre, ¿no te parece inmóvil la tierra? No hijo mío, es precisamente lo único que es a la vez
multimóvil y estable; porque, supuesto que es imposible que un procreador procree sin movimiento, ¿no
sería ridículo pensar que permanece inmóvil precisamente la que es el alimento de todos los seres y la
procreadora y generadora de todas las cosas? (CH XII, 17).
El cosmos está en perpetuo movimiento debido a una causa incorpórea (aliento vital, alma),
en el seno de lo incorpóreo (Noûs), es decir, de un pensamiento total que totalmente se
contiene a sí mismo (CH IIB 12). El movimiento se equilibra debido a la repercusión de los
opuestos. Hay que dejar constancia una vez más que el movimiento no se produce en el
vacío. El vacío no existe para el hermetismo.
El movimiento es el principio del cambio en el cosmos. La totalidad de lo creado se rige por la
irresistible fuerza generadora de la rotación y la desaparición, de la revolución y la renovación.
Apocatástasis[editar]
No existe la muerte en el hermetismo, sólo destrucción y renovación perpetuas, porque
“muerte” es “aniquilación pero nada hay en el cosmos que sea aniquilado. En efecto, el
cosmos es un segundo dios y un ser vivo inmortal y es por tanto imposible que muera parte
alguna de este viviente inmortal, pues todo lo que existe es parte del cosmos y
privilegiadamente el hombre, el ser vivo racional. (CH VIII, 1). Como señala Xavier Renau
Nebot, la apocatástasis es una manifestación de la doctrina del eterno retorno, típica de las
teologías solares y, en particular, de la religión egipcia.
La jerarquía celeste[editar]
El cielo está gobernado por el primer círculo de los treinta y seis decanos (SH VI 1-9), a través
de los arcontes y los planetas, cuyo usiarca es el Pantomorfo. Este primer círculo linda con la
esfera de las estrellas fijas (SH VI 12) y el Zodiaco. A continuación giran las Siete Esferas,
regidas por la Fortuna y el Destino, mediante las cuales todas las cosas cambian según ley
natural en un movimiento perpetuo.
El Noûs demiúrgico, dios del fuego y el aliento vital, fabricó los siete gobernadores (CH I 9),
los planetas, gobernados por el sol, cuyo usiarca es La Luz. El sol es el demiurgo segundo
(CH XVI 4-9), generador de la vida, garante del orden cósmico, luz sensible vehículo de la luz
inteligible y centro del cosmos.
El cosmos sensible está gobernado por el sol y fragmentado por las ocho esferas. El mundo
sublunar está regido por la íntima relación entre la luna y la tierra, y se encuentra sometido al
cambio perpetuo, siendo la morada del hombre y de las almas. Sobre el Hades en el
hermetismo, véase Asc. 17 y la extensa nota sobre esta cuestión en Textos Herméticos.
El microcosmos. El hombre[editar]
A continuación, el Pensamiento, padre de todas las cosas, vida y luz, engendró al hombre a su imagen y
le amó como a un hijo, puesto que, creado a imagen del padre, era hermosísimo. En realidad, pues,
Dios amó a su propia imagen. Y entregó al hombre todas sus criaturas (CH I 12).
La respuesta a por qué el hermetismo fue tan estimado en el Renacimiento es bien sencilla: su
exaltación del ser humano. Frente a las corrientes gnósticas, que depreciaban toda relación
entre el hombre y la naturaleza, el hermetismo enseña que el cosmos ha sido creado para que
el hombre, a través de aquél, pueda contemplar al creador (Asc. 8). El hermetismo es
antropocéntrico porque tiene fe en lo que de divino hay en la naturaleza humana.
La astrología hermética nos enseña que el hombre es un reflejo del cielo (melotesia), es un
microcosmos en simpatía con el macrocosmos. Los influjos decánicos, zodiacales, planetarios
y demoníacos tienen una importante repercusión en el cuerpo y el alma humanos.
La excelencia del hombre que ha realizado la Gran Obra propuesta por la Alquimia es el
núcleo de la antroposofía hermética (véanse Asc. 9-10 y 23, CH I 12-14, CH IV 2, CH X 24,
CH X 25, CH XII 12, DH VI 1, DH VIII 6 y DH IX 6), y precisamente fue un fragmento del
Asclepio el que sirvió a Pico della Mirandola para crear su maravilloso Discurso sobre la
dignidad del hombre:
Ese hombre es por ello, Asclepio, un gran milagro, un ser vivo digno de veneración y honor, un ser que
muda a la naturaleza de un dios como si realmente lo fuera, un ser que se entiende con el género de los
demonios, conocedor de que su naturaleza es congénita a la suya, un ser que desprecia su componente
de mera naturaleza humana fiado en el carácter divino de su otra parte. ¡Oh cuán felicísima es la
naturaleza compuesta del hombre! Está vinculado a los dioses en consanguínea divinidad mientras
desprecia la parte de sí que lo hace terrenal, se hermana con el lazo del amor a todos los otros seres a
los que se sabe vinculado por disposición divina, levanta sus ojos al cielo. Tal es su privilegiado lugar
intermediario, tanto ama a los seres que le son inferiores como es amado por los que le sobrepasan.
Cultiva la tierra, se mezcla con los elementos gracias a la agilidad de su mente y desciende a las
profundidades con la penetración de su espíritu. Todo le está permitido, ni siquiera el cielo le parece
lejano porque lo mide desde muy cerca gracias a su ingenio; ninguna tiniebla del aire ensombrece la
aplicación de su mente, ni obstaculiza su actividad la densidad de la tierra, ni entorpece su mirada la
insondable profundidad de las aguas. Es a un tiempo todas las cosas y está a la vez en todas partes
(Asc. 6).
El hombre puede considerarse en el hermetismo en virtud de una doble naturaleza: una mortal
y otra inmortal. En cuanto mortal está sometido al cambio (SH IIA 11-12), y en cuanto inmortal
está capacitado para elevarse hasta el propio pensamiento de Dios mediante sus propios
méritos.
La doctrina del alma en el hermetismo[editar]
Todo está lleno de alma. Fíjate en cómo se mueven todas las cosas: unas alrededor del cielo, otras en
torno a la tierra… (CH XI 8)
El eje del pensamiento hermético está dominado por el dualismo luz-oscuridad, masculino-
femenino, bueno-malo… Bien y mal confluyen en el cosmos como potencias necesarias para
el orden. Dios es la fuente absoluta del bien, y el mal es una realidad ineludible no achacable
a la voluntad divina, pues dispondremos de lo que procede de Dios, pero es también que lo
que procede de nosotros lo acompañe y no quede rezagado. Por eso sólo nosotros, y no Dios,
somos los responsables del mal, en la medida en que lo prefiramos al Bien (CH IV 8). Por lo
tanto el mal y el sufrimiento fueron sembrados en el mundo para que el hombre, mediante el
pensamiento, la ciencia y el entendimiento, ascienda con humildad hasta el conocimiento de
Dios, la Suma Bondad (Asc. 16). El hermetismo se enfrenta así a las corrientes gnósticas que
consideran el cosmos como una totalidad malvada y tenebrosa, ajena al verdadero Dios (CH
XIV 8).
El bien es voluntario, el mal involuntario (SH XI, sent. 20).
La gnosis pesimista, de probable origen “oriental”, hace hincapié en la maldad del hombre (SH
XI, sent. 19, CH VI 3-6). Sólo mediante la piedad y el conocimiento de lo divino es capaz el ser
humano de elevarse desde su propia esencia malvada. El hombre es libre para rechazar las
pasiones y las vanas ataduras mundanas y encaminarse por la senda de la piedad y la
sabiduría, aunque esté sometido al destino, porque nada en el cielo es esclavo, nada sobre la
tierra es libre (SH XI, sent. 26).
El hermetismo como religio mentis[editar]
Si buscas a Dios, en fin, pretendes también la belleza, pues uno solo es el camino que a él conduce: la
piedad por medio del conocimiento (CH VI 5).
Cuando aprehendas todas estas cosas a la vez, los tiempos, los lugares, las sustancias, sus cualidades
y cantidades, podrás conocer a Dios (CH XI 20).
El hermetismo no es una corriente religiosa, no posee una liturgia común o un libro sagrado
único e inapelable. El hermetismo es una filosofía del conocimiento de Dios, una alianza entre
sabiduría y piedad que se vale de la experiencia revelatoria y el ritual teúrgico para alcanzar la
sabiduría divina. Para los hermetistas, la filosofía sólo consiste en el esfuerzo por conocer a
Dios mediante la contemplación y la santa piedad. La ciencia del conocimiento de Dios lo
ocupa todo, y la filosofía pura, la que sólo está pendiente de la piedad para con Dios,
únicamente deberá interesarse en las otras ciencias en la medida en que, a través de ellas,
podamos maravillarnos de cómo el retorno de los astros a sus posiciones iniciales, sus
estaciones fijadas de antemano y todos sus cambios están regulados por el número, y que, al
conocer las dimensiones, las cualidades y las cantidades de la tierra, las de las profundidades
del mar, las de la potencia del fuego y las actividades de la naturaleza de todos ellos, el
hombre se vea llevado, por la admiración, a adorar y colmar de elogios el arte y la sabiduría
de Dios (Asc. 13).
La excelencia del hombre se cifra ante todo en la piedad, que es el origen de la bondad y ésta
sólo puede ser perfecta si la virtud del desprecio la ha fortificado contra todo deseo de cosas
ajenas; porque ajenas a todo aquello que nos emparenta con los dioses son las cosas de esta
tierra que se poseen por un deseo del cuerpo y a las que se denomina «posesiones», pues no
nacen con nosotros sino que se poseen posteriormente, lo que nos da el sentido de la palabra
posesiones (Asc. 11).
El hombre debe recoger las semillas divinas: la virtud, la templanza y la piedad, huyendo de la
ignorancia del vulgo con el fin de alcanzar el conocimiento primordial. Pero el conocimiento es
virtud de muy pocos, y la muchedumbre odia a los hombres buenos y sabios (CH IX 4), porque
no todos los hombres disfrutan de la capacidad de pensar, pues hay dos tipos de hombres, el
material y el esencial; el material, que vive entre el mal, retiene, como decía, la semilla
demoníaca del pensar, el segundo, ligado por esencia al Bien, es conservado sano y salvo por
Dios (CH IX 5).
Dios mismo guía al hombre piadoso que desea conocer la esencia divina, ya que tener
esperanza en conseguirlo es el camino [adecuado, derecho] y fácil que conduce hasta el bien;
él te acompañará en cualquier recodo del camino, él se te manifestará en todas partes, donde
y cuando menos te lo esperes, estés despierto o dormido, mientras navegues o cuando
camines, de noche o de día y tanto si hablas como si callas. Pues nada existe que no sea él
(CH XI 21).
Palingenesia[editar]
En el hermetismo la condición indispensable para la salvación es la regeneración. La
regeneración consiste en un segundo nacimiento en el estado divino, en la recepción del noûs.
Para llevar a buen término esta regeneración el hombre piadoso ha de buscar la sabiduría
inteligible en el silencio y la semilla del verdadero Bien, y ha de ser fecundado por la voluntad
divina mediante la determinación inquebrantable, la ascesis y la pureza moral. Esta pureza
moral pasa por vencer los doce vicios constituidos a partir del círculo del Zodiaco, a saber: la
ignorancia, la aflicción, la incontinencia, el deseo, la injusticia, la codicia, la mentira, la envidia,
el fraude, la ira, la imprudencia y la malignidad. Estos doce vicios son dominados por las diez
potencias o virtudes, que son: el conocimiento de Dios, el conocimiento de la alegría, la
templanza, la fortaleza, la justicia, la generosidad, la verdad, el bien, la vida y la luz.
El silencio hermético[editar]
Guardando silencio, comprendes; hablando, hablas. El pensamiento concibe la palabra en el silencio y
sólo la palabra del silencio y del pensamiento es salvación (DH V 2).
Véase también[editar]
Corpus Hermeticum
Esoterismo
Ocultismo
Principios herméticos
Cultos mistéricos
Religión mistérica
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Churton p. 4.
2. Volver arriba↑ "Hermeticism". The Concise Oxford Dictionary of World Religions.
3. Volver arriba↑ Heiser, James D., Prisci Theologi and the Hermetic Reformation in the Fifteenth
Century, Repristination Press, Texas: 2011.
4. Volver arriba↑ Yates, F., Giordano Bruno and the Hermetic Tradition, Routledge, London, 1964,
pp 14–18 and pp 433–434
5. Volver arriba↑ Hanegraaff, W. J., New Age Religion and Western Culture, SUNY, 1998, p 360.
6. Volver arriba↑ Yates, F., Giordano Bruno and the Hermetic Tradition, Routledge, London, 1964,
pp 9–15 y pp 61–66 y p 413
7. Volver arriba↑ Heiser, J., Prisci Theologi and the Hermetic Reformation in the Fifteenth Century,
Repristination Press, Texas, 2011 [ISBN 978-1-4610-9382-4]
8. Volver arriba↑ Fernández Benayas, Antonio. La Historia, los cristianos y el Mundo.
p. 74. ISBN 9781409230366.
9. Volver arriba↑ «Capítulos XXIII y XXIV». La Ciudad de Dios. Imperio Romano. 426 d.c.
10. Volver arriba↑ Copenhaver, Hermetica, p. xlviii
11. Volver arriba↑ Copenhaver, Hermetica, p. xli
Bibliografía[editar]
Ediciones de los textos herméticos[editar]
Hemos seguido en todo momento la excelente edición crítica de Renau Nebot.
Textos Herméticos. Traducción del Griego Francesc Xavier Renau Nebot. Incluye Corpus
Hermeticum [Anexo del Códice VI Nag Hammadi. La Ogdóada y la Enéada], Extractos de
Estobeo, Asclepio [Anexo. Nag Hammadi VI 8: Fragmento del Lógos téleios], Fragmentos
diversos, Definiciones Herméticas Armenias, Apéndices e Índices de nombres propios y
de la doctrina Hermética, 1999 [1ª edición, 2ª impresión]. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-
84-249-2246-7.
Corpus Hermeticum y Asclepio. Edición Brian P.Copenhaver, traducción del Inglés Jaume
Pórtulas y Cristina Serna, 2000. Madrid: Editorial Siruela. ISBN 978-84-7844-490-8.
Obras completas. Corpus hermeticum. Traducción de Núria García Amat. Introducción de
Santiago Jubany, 1998. Barcelona: Ediciones Indigo. ISBN 84-89768-18-8.
Bibliografía básica[editar]
Orden Martinista
(Redirigido desde «Martinismo»)
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Pantáculo Martinista.
La Orden Martinista fue creada hacia 1890 por Papus y Augustin Chaboseau, entre otras
personalidades del esoterismo, para transmitir la iniciación y doctrina de Martínez de
Pasqually y de Louis Claude de Saint-Martin, de quien la Orden toma el nombre.
Siguiendo la obra de Martínez de Pasqually, El Tratado de la Reintegración de los Seres a sus
originales virtudes, poderes y cualidades, la Orden busca la Reintegración del hombre a sus
condiciones anteriores a la caída.
La Orden está dividida en tres grados:
Asociado
Iniciado
Superior Desconocido ("S.I.")
Existe un grado más que es el de “Libre Iniciador” o “L.I.”. Los iniciados de este grado deben
ser “S.I.” y tienen la capacidad de iniciar nuevos Martinistas. Esta es una nota característica
del Martinismo, pues un “L.I.” pueden iniciar libremente sin estar atado a estructura alguna.
Justamente esta peculiaridad hace que existan diversas subórdenes martinistas todas las
cuales pueden atribuirse ser transmisoras de una iniciación legítima.
Los principales linajes de la herencia iniciática son dos, la llamada línea “rusa” y la “francesa”,
siendo ambas apreciadas y reconocidas por igual entre los martinistas.
Bibliografía[editar]
Jean Louis de Biasi. El martinismo. Edit. Manakel, Madrid, España.
Francisco Ferro. El martinismo tradicional . Edit. Triregnum
Orfismo
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Para la tendencia artística, véase Orfismo (arte).
El orfismo (de Orfeo) es una corriente religiosa de la antigua Grecia, relacionada con Orfeo,
maestro de los encantamientos. Al poseer elementos propios de los cultos mistéricos, se le
suele denominar también como misterios órficos.
Orfeo, en El Maestro, de Luis de Milán (1536), tocando una vihuela en vez de la clásica lira.
La iconografíaque lo acompaña, oculta en el paisaje y en el lema tiene mucho de críptica y mistérica,
como era usual en la época. (por ejemplo, en la Hypnerotomachia Poliphili).
Índice
1Introducción
2Credo
3Órficos
4Bibliografía
5Enlaces externos
Introducción[editar]
El movimiento órfico supone un enfrentamiento a las tradiciones religiosas de la ciudad griega
y, en definitiva, una nueva concepción del ser humano y su destino. Bajo el nombre del
mítico Orfeo, cantor y trágico viajero del Más Allá, surgen una serie de textos que predican y
atestiguan esa nueva religiosidad, una doctrina de salvación sobre el hombre, su alma y
su destino tras la muerte.
El orfismo se mueve exclusivamente en un plano religioso. Es una secta que cuestiona
la religión oficial de las ciudades peninsulares helénicas, en particular a dos niveles: uno
de pensamiento teológico, otro de prácticas y comportamientos. El orfismo es,
fundamentalmente, una religión de textos, con las cosmogonías, teogonías e interpretaciones
que estas no dejan de producir. En lo esencial, toda esta literatura parece elaborada contra
la teología dominante de los griegos, es decir, la de Hesíodo y su Teogonía. Al ser
el orfismo una literatura inseparable de un género de vida, la ruptura con
el pensamiento oficial entraña diferencias no menos grandes en las prácticas y en los
comportamientos. Aquel que opta por vivir a la manera órfica, el bíos orphikós, se presenta, en
primer lugar, como un individuo y como un marginado. Es un hombre errante, semejante a
esos Orfeo-telestes que van de ciudad en ciudad, proponiendo a los particulares sus recetas
de salvación, paseándose por el mundo como los demiurgos del pasado. Miembros de
una secta al margen de la política, gente de libros y textos sagrados, y al mismo tiempo
practicantes de sus ritos mistéricos y de un peculiar ascetismo (con preceptos estrictos como
el no comer carne ni derramar sangre animal o vestir tejidos de lino), los órficos dejaron una
larga huella en varios textos, pero también importantes ecos en muy diversos autores,
especialmente en algunos filósofos.
Credo[editar]
El credo órfico propone una innovadora interpretación del ser humano, como compuesto de
un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más
allá de la muerte. Un precedente puede encontrarse en Homero, pero en él era el cuerpo el
verdadero yo del hombre, mientras que para los órficos es el alma lo esencial, lo que el
iniciado debe cuidar siempre y esforzarse en mantener pura para su salvación. El cuerpo es
un mero vestido, un habitáculo temporal, una prisión o incluso una tumba para el alma, que en
la muerte se desprende de esa envoltura terrenal y va al más allá a recibir sus premios o sus
castigos, que pueden incluir algunas reencarnaciones o metempsicosisen otros cuerpos (y no
sólo humanos), hasta lograr su purificación definitiva y reintegrarse en el ámbito divino.
Para expresar su credo, los órficos recurren a una mitología de temas muy definidos: de un
lado, a una teogonía (distinta de la hesiódica) y, de otro, a una teoría soteriológica, de larga
influencia posterior sobre el destino del alma.
Especial relieve tiene un mito dionisíaco que, en la interpretación órfica, explica el carácter
patético de la vida humana, en una condena en que el alma debe purgar un crimen titánico.
Según este mito, los antiguos Titanes, bestiales y soberbios, mataron al pequeño Dioniso, hijo
de Zeus y Perséfone, atrayendo al niño con brillantes juguetes a una trampa. Lo mataron, lo
descuartizaron, lo cocieron y lo devoraron. Zeus los castigó fulminándolos con su rayo (sólo
el corazón del dios quedó a salvo, y de él resucitó entero de nuevo el hijo de Zeus). De la
mezcla de las cenizas de los abrasados Titanes y la tierra surgieron luego los seres humanos,
que albergan en su interior un componente titánico y otro dionísiaco. Nacen, pues, cargados
con algo de la antigua culpa, y deben purificarse en ella en esta vida, evitando derramar
sangre de hombres y animales, de modo que, al final de la existencia, el alma, liberada del
cuerpo, casi tumba y cárcel, pueda reintegrarse al mundo divino del que procede.
El proceso de purificación puede ser largo y realizarse en varias transmigraciones
del alma o metempsicosis. De ahí el precepto de no derramar sangre humana ni animal, ya
que también en formas animales puede latir un alma humana (e incluso la de un pariente). Al
iniciarse en los misterios, el hombre adquiere una guía de salvación, y por eso en el Más
Allá los iniciados cuentan con una contraseña que los identifica, y saben que deben
presentarse ante los dioses de ultratumba con un saludo amistoso, como indican las laminillas
órficas que se entierran con ellos. Las laminillas áureas apuntan instrucciones para realizar
bien la catábasis y entrar en el Hades (no beber en la fuente del Olvido, sí en la de
la Memoria, proclamar 'también yo soy un ser inmortal', etc.).
La teogonía órfica recoge ecos de teogonías orientales y concede un papel esencial a
divinidades marginadas del repertorio hesiódico, como Nix, el Tiempo y Fanes, y habla
del Huevo Cósmico primordial, o del Reinado de Dioniso. Esta mitología está expuesta en
textos de muy diversas épocas, y se compone de fragmentos muy distintos, empezando por
breves restos de muy antiguos poemas y concluyendo con las glosas de época tardía donde
se mezclan ecos filosóficos variados. Hubo una tradición de textos antiguos en verso y
comentaristas en prosa, al margen de símbolos y contraseñas. Los órficos fueron muy
aficionados a escritos y libros de nivel diverso, unos más de proselitismo popular y otros más
refinados. Al final, confluyen con algunos textos de magia.
Órficos[editar]
Los órficos (orphikoi) fueron un grupo que unió creencias procedentes del culto al
dios Apolo con otras relacionadas con la reencarnación.
Creían que el alma se mantiene únicamente si se conserva su estado puro. Por ello usaron
a Dioniso como un elemento purificador y figura central de sus creencias.
Orfeo, por su parte, con sus cualidades de pureza sexual, su facultad de profetizar lo que
ocurriría después de la muerte y sus dotes musicales, aportaba otra figura central para el
anclaje de las creencias órficas.
Estas creencias fueron recogidas de narraciones sagradas (iepoi lógoi) que suelen datarse en
el siglo III a.C. En el siglo V a.C., Heródoto habla de los órficos y de los pitagóricoscomo
participantes activos de ciertos tabúes o prohibiciones. Se sabe también que Platón se vio
vinculado con oráculos y revelaciones órficas. Por otra parte, Aristóteles conoció y manejó las
llamadas Narraciones Órficas.
Puede decirse por tanto que la denominación de órficos en el mundo griego tenía un puesto
importante, pero más en forma sectaria, y no debe confundirse nunca con la percepción griega
sobre la formación de la vida y del universo.
La existencia de las famosas láminas áureas procedentes de tumbas de Grecia y Creta, con
carácter órfico para el tratamiento del alma del muerto, y anteriores al período helenístico,
únicamente demuestran lo antes dicho: la existencia de algún tipo de secta ritual con
creencias religiosas acerca de la vida después de la vida y la transcendencia continua del
alma.
Bibliografía[editar]
Bernabé, Alberto & Casadesús, Francesc (2009). Orfeo y la tradición órfica. Un
reencuentro. Dos volúmenes. Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-1896-4.
Bernabé, Alberto (2004). Textos órficos y filosofía presocrática. Materiales para una
comparación. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-716-7.
Bernabé, Alberto (2003). Hieros Logos. Poesía orfica sobre los dioses, el alma y el más
allá. Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-1377-8.
Herrero de Jáuregui, Miguel (2007). Tradición órfica y cristianismo antiguo. Madrid:
Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-915-4.
Porfirio (1987). Vida de Pitágoras. Argonaúticas Órficas. Himnos Órficos. Madrid: Editorial
Gredos. ISBN 84-249-1234-9.
Pitagóricos
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Índice
1Cosmología pitagórica
2Desarrollo histórico
o 2.1Misticismo y ciencia
o 2.2Biografía de Pitágoras
o 2.3Del Pitagorismo al Neopitagorismo
3Doctrina
o 3.1Números y figuras geométricas
o 3.2Inmortalidad del alma
4El Número como principio de todas las cosas
o 4.1La Tetraktys: el número diez
o 4.2Todo es Número: el número como explicación de la realidad
o 4.3Noción de límite y armonía
o 4.4Crisis del racionalismo numérico
5Véase también
6Referencias
7Bibliografía
8Enlaces externos
Cosmología pitagórica[editar]
Busto de Pitágoras
El pensamiento pitagórico estaba dominado por las matemáticas, a la vez que era
profundamente místico. En el área de la cosmología no hay acuerdo sobre si el
mismo Pitágoras impartía enseñanzas, pero muchos eruditos creen que la idea pitagórica de
la transmigración del alma es demasiado importante para haber sido añadida por un seguidor
posterior a Pitágoras. Por otra parte, es imposible determinar el origen de la doctrina pitagórica
de la sustancia. Parece que la doctrina pitagórica parte de la doctrina de Anaximandro sobre la
última sustancia de las cosas como "lo ilimitado". Un pupilo de Anaximandro, Anaxímenes,
contemporáneo de Pitágoras, dio una explicación de cómo lo "ilimitado" según Anaximandro
tomó forma, por condensación y refracción. Por otra parte, la doctrina pitagórica dice que
mediante la noción de "límite" lo "ilimitado" toma forma.
Pentagrama incluido en el libro De occulta philosophia libri tres(Tercer libro de filosofía oculta)
de Enrique Cornelio Agripa.
Diógenes Laercio (sobre 200 d. C.) cita el libro Sucesiones de Filósofos de Alejandro
Polyhistor (sobre 100 aC). Según Diógenes, Alejandro tuvo acceso a un libro llamado La
memoria pitagórica en su relato de cómo fue construida la cosmología pitagórica:
El principio de todas las cosas es la mónada o unidad; de esta mónada nace la dualidad indefinida que
sirve de sustrato material a la mónada, que es su causa; de la mónada y la dualidad indefinida surgen
los números; de los números, puntos; de los puntos, líneas; de las líneas, figuras planas; de las figuras
planas, cuerpos sólidos; de los cuerpos sólidos, cuerpos sensibles, cuyos componentes son cuatro:
fuego, agua, tierra y aire; estos cuatro elementos se intercambian y se transforman totalmente el uno en
el otro, combinándose para producir un universo animado, inteligente, esférico, con la tierra como su
centro, y la tierra misma también es esférica y está habitada en su interior. También hay antípodas, y
nuestro ‘abajo' es su ‘arriba'.
Diógenes Laercio, Vitae philosophorum VIII, 15.
Esta cosmología inspiró al gnóstico árabe Monoimus, que combinó este sistema con
el monismo y otros aspectos de su propia cosmología.
Desarrollo histórico[editar]
Después de los milesios, el siguiente movimiento filosófico importante (cronológicamente
hablando) fueron los pitagóricos. Tras las luchas políticas de mediados del siglo VI a. C., la
escuela pitagórica fundada en Crotona (Italia) fue destruida y la emigración de los pitagóricos
y de sus doctrinas se realiza hacia la metrópoli, donde hacia esa época comenzaron a
difundirse. A fines del siglo VI a. C. la filosofía se traslada de las costas de Jonia a las de la
Magna Grecia, al sur de Italia y a Sicilia, y se constituye lo que Aristóteles llamó la escuela
itálica.
Misticismo y ciencia[editar]
Pocos rasgos hay que distingan aquí al pitagorismo de una simple religión mística, pero los
pitagóricos figuraban, en el siglo VI, entre los principales investigadores científicos. Pitágoras
se interesó tanto por la ciencia como por el destino del alma. La religión y la ciencia no eran
para él dos compartimentos separados sin contacto alguno, sino más bien constituían los dos
factores indisociables de un único estilo de vida. Las nociones fundamentales que
mantuvieron unidas las dos ramas que más tarde se separaron, parecen haber sido las de
contemplación, el descubrimiento de un orden en la disposición del universo, y purificación.
Mediante la contemplación del principio de orden manifestado en el universo, especialmente
en los movimientos regulares de los cuerpos celestes, y asemejándose asimismo a ese orden,
se fue purificando progresivamente el hombre hasta terminar por liberarse del ciclo del
nacimiento y adquirir la inmortalidad.
Biografía de Pitágoras[editar]
Pitágoras nace en el 570 a. C. proveniente del Asia menor (Isla de Samos). Más tarde se
traslada a Crotona al ser desterrado por Polícrates de Samos. Se le atribuyen varios viajes a
oriente, entre otros a Persia, donde hubo de conocer al mago Zaratás, es decir, a Zoroastro o
Zaratustra. De los egipcios heredó la Geometría y el arte de la adivinación; de los fenicios
aprendió la aritmética y el cálculo, y de los caldeos la investigación de los astros.
Del Pitagorismo al Neopitagorismo[editar]
Véase también: Neopitagorismo
Doctrina[editar]
Pero más que esto interesa el sentido de la liga pitagórica como tal. Constituía propiamente
una escuela (en griego escuela significa ocio). Esta escuela está definida por un modo de vivir
de sus miembros, personas emigradas, expatriadas; forasteros, en suma. Según el ejemplo de
los juegos olímpicos, hablaban los pitagóricos de tres modos de vida: el de los que van a
comprar y vender, el de los que corren en el estadio y el de los espectadores que se limitan a
ver. Así viven los pitagóricos, forasteros curiosos de la Magna Grecia, como espectadores. Es
lo que se llama el bios teoretiós, la vida teorética o contemplativa. La dificultad para esta vida
es el cuerpo, con sus necesidades, que sujetan al hombre. Es menester liberarse de esas
necesidades. El cuerpo es una tumba (soma sema), dicen los pitagóricos. Hay que superarlo,
pero sin perderlo. Para esto es necesario un estado previo del alma, que es el entusiasmo (no
debemos pensar lo que actualmente pensamos por entusiasmo, sino que debemos remitirnos
al término en griego: ἐνθουσιαζόντoς; este término quiere decir estar lleno de Dios, poseído,
pero no en un sentido peyorativo, sino que simplemente la persona presta su ser para que el
dios, generalmente las musas, hablen por medio de él). Aquí aparece la conexión con
los órficos y sus ritos, fundados en la manía (locura) y en la orgía. La escuela pitagórica utiliza
estos ritos y los transforma. Así se llega a una vida suficiente, teorética, no ligada a las
necesidades del cuerpo, un modo de vivir divino. El hombre que llega a esto es el sabio, el
sophós (parece que la palabra filosofía o amor a la sabiduría, más modesta que sofía, surgió
por primera vez de los círculos pitagóricos). El perfecto sophós es al mismo tiempo el perfecto
ciudadano; por esto el pitagorismo crea una aristocracia y acaba por intervenir en política. Los
pitagóricos seguían una dieta vegetariana5 a la que llamaban por aquel entonces dieta
pitagórica.
Números y figuras geométricas[editar]
Véase también: Numeración griega
Pentagrama: los pitagóricos usaron este símbolo como un signo secretopara reconocerse unos a otros.
Representa el número cinco, la vida, el poder y la invulnerabilidad.
La tetraktys, figura que tenían por sagrada, indica que los pitagóricos consideraban así los
números. Esta figura demuestra que el 10 resulta de sumar 1+2+3+4,o sea, que es la suma de
los cuatro primero números enteros. Por ella hacían el juramento transmitido como pitagórico,
hecho en nombre de Pitágoras mismo, pero sin nombrarlo, “por quién transmitió a nuestra
alma la tetraktys”. La tetraktys es el número perfecto y la clave de la doctrina. Es posible que
jugase también un papel en los distintos grados de la metamorfosis del alma.
El diez tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los
nueve primeros números. Para los pitagóricos es la santa tetraktys, el más sagrado de todos
los números por simbolizar a la creación universal, fuente y raíz de la eterna naturaleza; y si
todo deriva de ella, todo vuelve a ella. Es pues una imagen de la totalidad en movimiento.
La tetraktys forma un triángulo de 10 puntos colocados en cuatro líneas, de la forma siguiente:
Para los pitagóricos, el cosmos limitado, o mundo, está rodeado por el inmenso o ilimitado
cosmos (el aire), y aquél lo “inhala”. Los objetos del cosmos limitado, no son, pues, pura
limitación, sino que tienen mezcla de lo ilimitado. Los pitagóricos al considerar
geométricamente los números, los concebían también como productos de lo limitado y lo
ilimitado (por estar compuestos de lo par y lo impar). Identificándose el par con lo ilimitado
y lo impar con lo limitado. Una explicación complementaria puede verse en el hecho de
que los gnómones impares conservan su forma cuadrada fija (limitada), mientras que los
pares presentan una forma rectangular siempre cambiante (ilimitada).
Para los Pitagóricos, la tierra era esférica. La tierra y los planetas giraban a la vez que
el sol en torno al fuego central o “corazón del Cosmos”, identificado con el número uno.
Para ellos la esencia de las cosas era la Armonía de los contrarios lo cual
constituía el límite que determina el ser preciso de las cosas en tanto que todo ser lo es
dentro de determinados acontecimientos figuradores. La forma,
progresión, armonía corporal no son caprichosos sino que son reglas que se ajustan a
determinadas medidas proporcionales, pues el límite es control ante los desmanes, la
cordura frente a las pretensiones desmedidas. Así, de esta manera, el
límite constituía el equilibrio y la armonía, la fuerza que unía los contrarios.
Crisis del racionalismo numérico[editar]
Los pitagóricos crearon los números irracionales,3 se trataba del descubrimiento de lo
irracional, de la raíz cuadrada de dos, aplicable a la relación entre los lados de un
cuadrado y la diagonal.
Véase también[editar]
Anexo:Catálogo de pitagóricos de Jámblico
Afinación pitagórica
Armonía de las esferas
Número triangular
Teorema de Pitágoras
Ecuación pitagórica
Terna pitagórica
Filosofía antigua, misterios y magia
Rosacruz
(Redirigido desde «Rosacruces»)
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Rosacrucismo
Fundador(es) Christian Rosenkreuz
Tipo Esoterismo
El término rosacruz se refiere originalmente a una legendaria orden secreta que habría sido
fundada, según la "Fama Fraternitatis"publicada en 1614, por "(...) el Padre Divino y altamente
iluminado, nuestro Hermano C.R."1 iniciales de Christian
Rosenkreuz,[cita requerida] supuestamente nacido en 1378. Diversas
organizaciones esotéricas modernas, normalmente denominadas fraternidades u órdenes, que
dependiendo de la organización, usan rituales relacionados, cuando menos en sus formas,
con la francmasonería, reivindican ser las herederas de la legendaria Orden Rosacruz, dada a
conocer públicamente en el siglo XVII.
Los símbolos asociados generalmente al término "rosacruz" son bastante heterogéneos,
aunque normalmente en su gran mayoría suelen estar compuestos por diferentes
combinaciones de una o más rosas decorando una cruz. En algunos casos se usa una cruz
envuelta por una corona de rosas; junto al símbolo puede aparecer un triángulo doble o una
estrella. En otros casos es simplemente una cruz, a veces dorada, con una rosa en su centro,
e incluso puede tratarse simplemente de algunos símbolos geométricos como el círculo, el
cuadro y el triángulo, unidos en uno solo. En otras ocasiones la rosa o la cruz pueden estar
adornadas con símbolos cabalísticos y/o alquímicos, e incluso por símbolos egipcios. Por
tanto, podría decirse que el símbolo utilizado para representar el término "rosacruz" varía
dependiendo de la fraternidad que lo utilice, y de su naturaleza.
De la misma forma puede variar su escritura, ya que algunas organizaciones o autores
actuales utilizan el término escrito como si fuera una única palabra ("Rosacruz"), otras como si
fueran dos palabras diferentes ("Rosa Cruz") o bien uniendo estas palabras por un guion o
una cruz ("Rosa-Cruz" o también "Rosa+Cruz") e incluso otras prefieren utilizar el término
latino ("Rosae Crucis"). Para finalizar, algunas organizaciones usan el adjetivo
("Rosacruciana") para definirse.
«Rosacruz» también designa en masonería el séptimo y último grado del Rito Francés y el
grado dieciocho en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en el Rito de Memphis y Mizraím,
denominado "Soberano Príncipe Rosacruz, Caballero del águila y el pelícano,", que tiene
como símbolos principales el pelícano, la rosa y la cruz. La expresión «Rosacruz» puede
designar asimismo al miembro de la masonería o de alguna otra fraternidad de naturaleza
similar que ha alcanzado el grado de "Caballero Rosacruz".
Índice
Fama Fraternitatis
Esta obra fue publicada por una Orden masónica denominada la "Rosa Cruz de Oro del
Antiguo Sistema", fundada en 1776 por varios miembros de la Logia alemana "Las Tres
Espadas". Esta Orden, interesada fundamentalmente en la alquimia, la Cábalay los textos y
enseñanzas atribuidos tradicionalmente a los Rosacruces, adoptó un sistema de estudio
compuesto por nueve grados, a saber: Juniors, Theoricus, Practicus, Philosophus, Adeptus
Minor, Adeptus Major, Adeptus Exemptus, Magistri y por último Magi. Este sistema de grados
fue ratificado en la convención que esta Orden celebró en Praga, en el año 1777.
Posteriormente algunas organizaciones rosacruces modernas adoptarán este mismo sistema
de grados u otros muy similares.4
Zanoni[editar]
Es una novela de carácter iniciático, publicada en el año 1842, cuyo autor, Sir Edward Bulwer-
Lytton (1803-1873), narra las peripecias de dos rosacruces, Zanoni y Mejnour, en su intento
de transmitir la iniciación rosacruz a dos candidatos, Clarence Glyndon y Viola.5 Por tanto,
podría afirmarse que la obra persigue estar ligada, por lo menos en parte, a los principios
originales de la Fama Fraternitatis, ya que esta última describe cómo cada hermano de la
Orden "debería buscar a una persona digna que después de su muerte pudiera sucederle",6
conectando a los protagonistas directamente con la antigua fraternidad del siglo XVII. La
publicación de esta novela marcó un hito importante en la historia y difusión del rosacrucismo,
ya que es a partir de su publicación cuando despierta de nuevo el interés por la Orden
Rosacruz y sus esotéricas enseñanzas, sobre todo en Inglaterra y también en Francia, donde
la novela es traducida y publicada en 1858.7
Fundada en 1888 por el marqués Stanislas de Guaïta, un joven muy dinámico que estaba
relacionado con otros esoteristas de renombre, como por ejemplo Josephin Péladan, al que
admiraba enormemente, o también Oswald Wirth, autor de varias obras esotéricas al que
eligió como Secretario de la O.K.R.C., o el mismo Dr. Gerard Encausse (Papus), que formó
parte de su Consejo Supremo. Este Consejo Supremo estaba compuesto por doce miembros,
y formaron parte de él reputados esoteristas de la época como el citado Papus, Paul Adam o
el mencionado Josephin Péladan. Entre sus miembros podemos encontrar al Dr. Lalande
(Marc Haven), Yvon Le Loup (Paul Sédir), Agustin Chaboseau y muchos otros nombres
importantes en la historia del ocultismo moderno.20
Como su propio nombre indica, esta Orden estaba dedicada al estudio de la kábala, la
alquimia y las antiguas tradiciones ocultistas, en la que el estudio de las obras de Eliphas Lévi,
del que Stanislas de Guaïta se consideraba discípulo, ocupaba un lugar importante, así como
las de Martínez de Pasqualis, Louis Claude de San Martín, Jacob Boheme y otros. Su ingreso
estaba limitado a los miembros de la Orden Martinistaque hubieran alcanzado el tercer grado
de la misma, es decir, el de Superior Desconocido.21
Tras la muerte de su fundador en 1897, la O.K.R.C. tuvo una existencia más teórica que real.
Se realizaron intentos de fusionarla con la Orden Rosacruz del Templo y del Grial, fundada
por Péladan, pero parece que éste no demostró suficiente interés en ello, y finalmente esta
Orden caería progresivamente en el olvido.22
Orden de la Rosa-Cruz del Templo y del Grial[editar]
En junio de 1890 la "Orden Kabalística de la Rosacruz" sufrió un cisma, y uno de sus
fundadores, Josephin Aimé Péladan (1858-1918), presentó su dimisión como miembro del
Consejo Supremo de la misma. Al mismo tiempo dirigió a su antiguo grupo de la O.K.R.C.
un "Mandamiento" anunciando la creación de una nueva Orden comúnmente conocida
como “Rosa Cruz Estética” en razón a sus propósitos de “centrar su esfuerzo de Luz en el
plano artístico”, y dando a conocer los siete miembros que le asistirían en su obra.23
Esta nueva organización recibió el nombre oficial de “Orden de la Rosa Cruz del Templo y del
Grial”, aunque también se la denomina como “Rosa Cruz Católica” por sus tintes pseudo-
religiosos o fuertemente relacionados con ésta religión. De hecho según Péladan esta
organización tenía como objetivo “la realización de obras de misericordia según el Espíritu
Santo, cuyos miembros se esfuerzan en aumentar la Gloria y preparar el Reino. Exige tres
votos: de Idealismo para el escudero, de Fidelidad para el caballero y de Obediencia para el
comendador. Pide a los sabios en absoluto concluir la Fe, pues toda contradicción ha sido
siempre sólo aparente y momentánea".24
Según apuntan algunas fuentes el hermano de Josephin Péladan, llamado Adrien, habría
podido influir en él para fundar esta nueva Orden sobre la base de una posible filiación con la
llamada “Rosa Cruz de Toulouse”, extremos que son meras suposiciones y en absoluto están
confirmados, ya que poco o casi nada se sabe en torno a esta última organización Tolosana.
En 1893 esta Orden organizó en París por primera vez los Salones de la Rosa-Cruz, que
consistían en exposiciones sobre arte de tipo espiritualista o simbólico, y que según algunos
autores tuvieron un éxito considerable. Estos salones acogieron a numerosos estudiosos del
ocultismo y el esoterismo y se realizaron periódicamente hasta el año 1897, año en el que
también muere Stanislas de Güaita en el castillo de Alteville (Francia), aunque realmente no
se puede saber si su muerte tuvo alguna influencia en el cese de estos “Salones de la Rosa-
Cruz”.25
Actualmente otra Orden Rosa-Cruz, la AMORC, es la que ha recogido el legado de los
Salones de la Rosa-Cruz, y bajo esta denominación realiza importantes exposiciones en París,
intentando seguir el mismo espíritu que animaba a los salones originales.26
Academia Rosacruz de Alpha et Omega[editar]
La Fraternidad Rosacruz fue fundada en 1909 en EE.UU por Karl Ludwig Von Grasshoff,
más conocido por el seudónimo de Max Heindel
y actualmente tiene su sede central en Oceanside, estado de California.29
Se definen a sí mismos como “místicos cristianos” y según la propia organización su propósito
es diseminar una enseñanza definida y lógica sobre el origen, evolución y fin último del ser
humano y del universo, intentando actuar como un nexo de unión entre la ciencia y la
religión.30 Paralelamente a la enseñanza de corte cristiano, también transmiten una
enseñanza de tipo astrológico, ofreciendo todo su sistema de instrucción espiritual de forma
totalmente gratuita.
Tienen por lema: “Una mente pura, un corazón noble, un cuerpo sano”.
El cuerpo fundamental de la enseñanza de la Fraternidad Rosacruz, está basado en el libro
que el propio fundador escribió en Nueva York alrededor de 1908, “El Concepto Rosacruz del
Cosmos”31 y que estaría basado en ciertas revelaciones que el autor recibió de los “Hermanos
Mayores” con los habría entrado en contacto, siendo éstos últimos definidos como “gigantes
espirituales de la raza humana”.32
La organización cuenta con nueve grados, estando esta estructura muy ligada a conceptos
derivados de la astrología. Así cada grado está asociado a uno de los planetas astrológicos
tradicionales y a algunas fases lunares.33 También ofrecen cursos por correspondencia sobre
su filosofía y enseñanza.
Al igual que otras organizaciones rosacruces reivindican un lazo tradicional con la Fama
Fraternitatis y la Confessio Fraternitais del siglo XVII, exhibiendo las iniciales C.R.C. (Cristian
Rosen Creutz) en su emblema, el cual está compuesto por una cruz alrededor de cuyo centro
aparece una corona de siete rosas rojas sobre una estrella luminosa de cinco puntas.
La Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz[editar]
Sello de la AMORC
Fundada en 1915 en Nueva York (EE.UU.) por Harvey Spencer Lewis, es probablemente una
de las organizaciones rosacruces modernas más importantes del mundo. Su nombre original
latino es "Antiquus Misticusque Ordo Rosae Crucis", aunque es mundialmente conocida
como Orden Rosacruz AMORC. Según su propia definición la AMORC es una organización
tradicional, filosófica e iniciática, que perpetúa el conocimiento que le ha sido transmitido por
los Rosacruces e iniciados del pasado a través de los siglos.34
Harvey Spencer Lewis se había interesado desde muy joven por el esoterismo en general y
por el Rosacrucismo en particular, y había siendo miembro fundador y Presidente de
la American Society for Psychical Research de Nueva York. En 1909, después de haber
tenido contactos con Mary Banck Stacey se trasladó a Toulouse (Francia) donde contactó con
una rama de la Rosacruz europea que hasta la fecha no ha podido definirse con exactitud,
pero que según algunos historiadores del esoterismo se trataría de la llamada “Rosacruz de
Toulouse", de la que Adrien Péladan, hermano de Josephin Péladan, fundador de la Rosa-
Cruz Estética, habría sido un importante miembro, junto con otros esoteristas de renombre
franceses. Tras haber sido iniciado en la Rosa-Cruz, regresó a América donde promovió
diversas actividades relacionadas con el movimiento rosacruz y finalmente fundó la AMORCen
1915.35
La Gran Logia Suprema de la AMORC se trasladó en 1917 a Tampa (Florida) y después a
San José (California), donde construyó un complejo denominado como Parque Rosacruz,
compuesto de un Museo de Antigüedades Egipcias, un planetario, la Universidad Rosacruz
Internacional y edificios destinados a albergar las actividades propias de la Orden.
Harvey Spencer Lewis murió en 1939, momento en el que Ralf Maxwell Lewis, su hijo, le
sucedió como Imperator, al frente de la AMORC. Bajo el mandato de su segundo Imperator, la
AMORC conoció una expansión mundial y cosechó un gran número de miembros, formando
Logias en muchos países del mundo.
A la muerte de Ralf. M. Lewis en 1987 fue nombrado como Imperator Gary L. Steewart, el cual
fue destituido por acuerdo unánime de la Gran Logia Suprema de la AMORC en 1990, al
parecer debido a cuestiones de tipo financiero que nunca llegaron a aclararse completamente.
Actualmente el Imperator es Christian Bernard, antiguo Gran Maestro de la Gran Logia
Francesa.36
Después de la destitución de Gary L. Steewart, la AMORC sufrió diversas escisiones, de los
cuales surgieron organizaciones rosacruces minoritarias y similares a la AMORC en su
estructura, como la ConFraternitatis Rosae Crucis, fundada en 1996 por el propio Steewart,
la Cenacle de la Rose-Croix en Francia, la Ancient Rosae Crucis en EE.UU. y otras.
Un gran número de importantes personalidades del esoterismo moderno han formado parte de
los miembros de la AMORC y han ocupado cargos de responsabilidad en su seno, como por
ejemplo Raymond Bernard, Nicholas Roerich, Raymond Andrea, Jean Guedson, Francois
Jovillet de Castelot, Edith Piaf, etc. Además la AMORC, como muchas otras organizaciones
rosacruces, reivindica la pertenencia en el pasado de muchas personalidades históricas,
como Benjamin Franklin, Isaac Newton, René Descartes, Sir Francis Bacon, Michael
Maier, Robert Fludd, etc.37
La AMORC reivindica por un lado un lazo tradicional con el Antiguo Egipto y por otro uno de
tipo histórico con los primeros rosacruces del siglo XVII. Está estructurada en doce grados, de
los cuales los nueve primeros se corresponden con los de la Rosacruz de Oro del Antiguo
Sistema, utilizados también por la SRIA (Societas Rosicruciana in Anglia). Sus tres últimos
grados se denominan como de los Illuminati, aunque al parecer no guardan ninguna relación
con la extinta sociedad secreta europea.38
En la actualidad la AMORC cuenta, según sus propias fuentes, con más de 250.000 miembros
en todo el mundo, repartidos en 16 Grandes Logias que, más allá de los países, agrupan a
todos los miembros de un sólo idioma. Cada Gran Logia está dirigida por un Gran Maestro. La
Gran Logia suprema de AMORC reúne a todos los Grandes Maestros del mundo, y está
presidida por el Imperator, título tradicional que recibe el máximo representante de la tradición
rosacruz.39
Orden Rosacruz[editar]
Templo Rosacruz
Como requisitos fundamentales para ser admitidos a la Orden Rosacruz, es necesario ser
mayor de edad, creer en Dios, y cumplir con las leyes del país donde se tenga el privilegio de
vivir. Si un solicitante es admitido a la Orden Rosacruz, ha de pasar un periodo de tres meses
en los que el aspirante llega a manejar algunos principios básicos que le preparan para recibir
los Estudios Graduados.
La Orden Rosacruz declara que “La Rosa Cruz” es un arquetipo que representa al Ser
Humano en el sentido más elevado del término, y que nadie es un verdadero Rosacruz por el
hecho de estar afiliado a un grupo, sea el que sea, de tal manera que las escuelas
denominadas Rosacruz son solamente “una escuela visible” en la que sus estudiantes se
preparan para ser, algún día, y si lo merecen por su esfuerzo, verdaderos Rosacruces, unidos
al ideal Rosacruz de perfección y bondad.
La Orden Rosacruz proclama que los Rosacruces son herederos espirituales de las Antiguas
Escuelas de los Misterios que florecieron en Babilonia, Egipto, Grecia y Roma y, tal vez,
anteriormente, pero que el movimiento Rosacruz comenzó a partir de 1378, fecha en la que,
según la Fama Fraternitatis, nació su “maestro y fundador” Christian Rosenkreuz.
Han pertenecido al movimiento Rosacruz, y han transmitido sus enseñanzas que son
recogidas y compartidas por la Orden Rosacruz, personajes brillantes y predecesores de la
ciencia actual como Paracelso, Giordano Bruno, Galileo Galilei, Miguel Servet (el apóstol de la
libertad de conciencia), Heinrich Khunrath, Kepler, Tycho Brahe, Francis Bacon, Isaac Newton,
Leibniz, y muchas otras personalidades que han dado a la humanidad multitud de obras llenas
de fuerza, belleza, y sabiduría, como Jacob Boehme, René Descartes, Pascal, Honoré de
Balzac, Beethoven, y muchos otros literatos, artistas, y benefactores.
En la actualidad, la Sede Soberana de la Orden Rosacruz para todo el mundo se halla en la
“Mansión Rosacruz” en Santa Brígida (Gran Canaria), Islas Canarias. La mansión es una
amplia propiedad en la que se encuentran las oficinas administrativas, el Templo del Consejo
Soberano, y los fondos documentales de la Orden Rosacruz, que cuentan con un importante
número de libros antiguos, ediciones originales de antiguos tratados Rosacruces, y
documentos históricos únicos.52
Orden Hermética de la Aurora Dorada (Hermetic Order of the Golden Dawn, HOGD):
fundada en 1888 por los masones Samuel Liddell MacGregor Mathers, William Wynn
Westcott y William Robert Woodman, es la Primera Orden u Orden Externa, dentro del
sistema de la Academia Rosacruz de Alpha et Omega.
Order of the Temple et the Graal and of the Catholic Order of the Rose-Croix (CRC u
Orden del Temple y del Grial y de la Orden Católica de la Rosa Cruz): iniciada
por Joséphin Péladan en 1890.
Rosae Rubeae et Aureae Crucis (R.R. et A.C.): fundada en 1892, es la Segunda Orden u
Orden Interna, dentro del sistema de la Academia Rosacruz de Alpha et Omega.
Ordo Templi Orientis (OTO): originalmente fundada por Carl Kellner y Franz Hartmann en
torno a 1895, en 1902 acabó en manos de Theodor Reuss.
Orden Tradicional Esotérica de San José.[ fundada en Julio del 2010 en Ecuador). Logia
del Ecuador ciudad de Quito.
Academia Rosacruz de Alpha et Omega. Fundada en 1906 por Samuel Liddell MacGregor
Mathers con el nombre de Orden Rosacruz de Alpha et Omega, es una superestructura
para integrar en un sólo sistema coherente de tres órdenes, a la Orden Hermética de la
Aurora Dorada (Primera Orden u Orden Externa), a la Rosae Rubeae et Aureae Crucis
(Segunda Orden u Orden Interna) y a la Tercera Orden u Orden Secreta.53
The Elder Brothers of the Rose-Croix (Los Hermanos Mayores de la Rosa Cruz).
Orden del Templo de la Rosa Cruz (Order of the Temple of the Rosy Cross, OTRC):
fundada en Londres (Inglaterra), en 1912 por Annie Besant, Marie Russak y James
Wedgwood, relacionada con la Sociedad Teosófica.
Antigua y Mística Orden Rosae Crucis (AMORC), fundada por Harvey Spencer
Lewis en 1915.
Antíquus Arcanus Ordo Rósae Rúbea Áurea Crucis (AAORRAC): originalmente surgida
en Austria, tiene conexiones económicas con AMORC.
Ordo Áurea et Rosae Crucis (OARC) o Antique Arcánae Órdinis Rósae Rúbea et Áurea
Crucis (AAORREAC): liderada por un sucesor de Joséphin Péladan, Emille Dantinne, que
inició Ralph Lewis, hijo del fundador de AMORC y su segundo imperator.
Fraternidad Rosacruciana San Pablo (FRC-SP): fundada por Lourival Camargo Pereira y
con sede en São Paulo, Brasil. Está basada en la escuela de Max Heindel (La
denominación San Pablo no se refiere directamente a la ciudad brasileña, sino que es un
homenaje a Pablo de Tarso).
Orden Rosacruz OM Fundada por el V. M. Om Yeo Wams Om (el boliviano Juan Santa
Cruz Torrez) "Conforme al orden del V. S. D. A. V. L. Melkisedec", con sede en Buenos
Aires. Discípulo del igualmente fraudulento Samael Aun Weor.
Societas O.T.O., dirigida por Frater Corvus, Miguel Melo desde 2006.
Véase también[editar]
Teosofía
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La teosofía (del griego: θεός, theós, ‘Dios’, y σοφία, sophía, ‘sabiduría’) es un conjunto de
enseñanzas y doctrinas difundidas bajo ese nombre por Helena Petrovna Blavatsky a fines del
siglo XIX. En su obra La clave de la teosofía, ella explica que el nombre teosofía es uno de los
tantos que se utiliza para designar a una sabiduría sin edad, eterna, que no es otra que el
conocimiento de la verdadera realidad. Del mismo modo que la ciencia no crea las leyes que
rigen la naturaleza sino que las descubre, la teosofía es la realidad, y los seres humanos
vamos aprendiendo progresivamente porciones del conocimiento de esta realidad. A partir de
1875 se crea la Sociedad Teosófica, que tiene como uno de sus objetivos el estudio
comparativo de Religión, Ciencia y Filosofía, con el objeto de descubrir la enseñanza
fundamental en cada una de ellas.
La teosofía propone que todas las religiones surgieron a partir de una enseñanza o tronco
común, que ha quedado oculta bajo el velo de las doctrinas que se fueron elaborando con el
correr de los siglos siguientes, llevando muchas veces a contradecir la enseñanza original. El
estudio comparativo de la Ciencia y la Filosofía son otra forma de acercamiento a esta
enseñanza original, que no es otra cosa que la realidad permanente que subyace por detrás
del mundo sensible sujeto al constante devenir. El movimiento teosófico moderno fue creado
por Helena Blavatsky, Henry Steel Olcott y William Quan Judge, quienes fundaron la Sociedad
Teosófica en Nueva York en 1875. Constituye un movimiento eclécticooccidental que funde
religiones como el cristianismo, el budismo, el hinduismo y está directamente relacionado con
movimientos esotéricos espiritistas de finales del siglo
XVIIIcomo gnósticos, rosacruces y masónicos1. La influencia de la teosofía es claramente
visible en buena parte de otros movimientos de nuestra época, como por ejemplo la
“metafísica cristiana” de Conny Méndez, la Escuela Arcana de Alice Bailey, la Sociedad
Antroposófica de Rudolf Steiner, la Fundación Krishnamurti y corrientes relacionadas con las
doctrinas orientalistas sobre "niveles de ascensión" (Maestros Ascendidos).
Una definición más formal del Concise Oxford Dictionary la describe como:
Una de las varias filosofías que profesan alcanzar el conocimiento de Dios a través del auto-desarrollo
espiritual, la intuición directa, o las relaciones individuales especiales. En particular un movimiento
moderno que sigue las enseñanzas cristianas, hindúes y budistas y que busca la fraternidad
universal.[cita requerida]
Índice
1Fundamentos
2Valores
3Principios fundamentales
4Emblema de la Sociedad Teosófica
5La teosofía en el mundo
o 5.1En Europa
5.1.1En España
o 5.2La Teosofía en Iberoamérica
5.2.1México
6Detractores
7Véase también
8Enlaces externos
9Referencias
Fundamentos[editar]
El cuerpo fundamental de la teosofía moderna es la obra de H.P. Blavatsky La Doctrina
Secreta, de extensión considerable. El texto se trata en su mayor parte de comentarios
sobre: Las Estancias de Dzyan, en el que la autora va aportando material comparativo de
fuentes religiosas varias (bíblicas, mesopotámicas, orientales, etc.). En 1983 el
tibetólogo David Reigle relacionó a las Estancias de Dzyan con los libros secretos de Kiu-
Te que en la actualidad han sido "positivamente identificados" con los Textos Tántricos
Budistas y que los estudiosos de fines del siglo XIX también atribuían a la imaginación
de Helena Blavatsky.2
A diferencia de otros movimientos catalogados de forma similar, las obras de Blavatsky no
tienen un corpus rígido, sino que se presentan como la síntesis final y evolución lógica de
cuantos movimientos religiosos y ocultistas han existido a lo largo de la historia. Su pretensión
es explicar la evolución cósmica, planetaria y humana, fundiendo en un todo armonioso la
religión, ciencia y filosofía.3 El Universo entero constituye una Unidad, por lo que la separación
que existe entre los seres que lo integran es una mera apariencia, una construcción de
nuestra mente, una ilusión. Formando todos esta unidad, no tienen objeto las luchas y
conflictos entre los seres humanos y la naturaleza, pues sería como entrar en conflicto con
uno mismo. Los teósofos mantienen que hay un cuerpo de verdad que constituye la base de
todas las religiones. La Teosofía Cristiana es un término usado para designar el conocimiento
de Dios y de Jesús obtenido a través de la intuición.4
Valores[editar]
La Teosofía tiene un lado doctrinario y un lado eminentemente práctico, ya que la vida del
teósofo debería ajustarse en la mayor medida posible a la doctrina que sostiene. Los valores
que rigen la vida que idealmente tiene que llevar están relacionados fundamentalmente con
una vida Altruista, orientada al Servicio hacia los demás. La acción desinteresada, la
consideración del otro como un sujeto y no como medio, el manejo del propio egoísmo, son
ejemplos de valores que la teosofía fomenta.5
La Escala de Oro formulada por H. P. Blavatsky sintetiza muy bien estos conceptos,
Vida limpia, mente abierta, corazón puro,
intelecto despierto, percepción espiritual sin velos,
afecto fraternal para todos,
presteza para recibir consejo e instrucción,
obediencia voluntaria a los mandatos de la verdad una vez que hayamos puesto nuestra
confianza en ella y veamos que el instructor la posee.
Valeroso ánimo para soportar las injusticias personales, enérgica declaración de principios,
valiente defensa de los que son injustamente atacados, y mirada siempre fija en el ideal de
progreso y perfección humana que revela la Ciencia Secreta. Tal es ‘La Escala de Oro’ por
cuyos peldaños el aspirante puede ascender hasta llegar al templo de la sabiduría divina.
Principios fundamentales[editar]
La Teosofía postula tres principios fundamentales en los que se basan todas sus
enseñanzas:6
1. La Unidad fundamental, fuente y origen de todo. Esta Raíz a partir de la cual surge el
Universo es eterna, y permanece inalterada e igual a sí misma. Por contrapartida, el
Universo manifestado está sujeto al cambio, por lo que su existencia depende de esta
Unidad Fundamental.
2. El Universo, si bien es eterno en su esencia, se manifiesta a partir del Principio Único,
de manera periódica, para luego volver a fundirse en esa Unidad. Esta ley de ciclos de
manifestación y vuelta a la unidad es conocida como ley de necesidad o Karma, pues
cada ciclo es consecuencia del precedente y causa del siguiente. Este proceso no
tiene principio ni fin.
3. El alma humana es una con este Principio Universal. Se desprende como una chispa
de la llama durante el proceso de manifestación, para volver a fundirse en ella al final
del mismo. Sin embargo, la chispa siempre conserva un hilo con la llama (el
"desprendimiento" no es total) y la fusión tampoco es absoluta al final de período,
pues el alma humana no deja de compartir la esencia con el Alma Universal y también
constituye el punto de partida para las manifestaciones futuras.
Detractores[editar]
El movimiento de Blavatsky tuvo un firme detractor en el tradicionalista René Guénon, quien
dedicó al mismo una obra monográfica: El Teosofismo, historia de una pseudoreligión(1921).
A finales del siglo pasado, Peter Washington abordó el teosofismo desde una óptica agnóstica
en su libro El mandril de Madame Blavatsky (1995).
No obstante, algunas de las fuentes acusatorias de Washington como el informe Hodgson de
la SPR (1885) fueron refutadas por la misma institución que las formuló a fines del siglo XIX, la
Sociedad para las Investigaciones Psíquicas (SPR). En 1986 el investigador de la SPR Vernon
Harrison publicó una investigación titulada "H.P. Blavatsky y la SPR: Un examen del informe
de Hodgson de 1885", donde analizaba las incongruencias y la falta de seriedad del estudio
de Hodgson publicado un siglo antes. A raíz de esto, la SPR se retractó públicamente del
informe de 1885.
Thelema
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Thelema
Fundador(es) Aleister Crowley (1875-1947).
Thelema es una filosofía de vida basada en las máximas «haz tu voluntad: será toda la ley», y
«amor es la ley, amor bajo voluntad». El ideal de «haz tu voluntad» y su asociación con la
palabra thelema tiene su antecedente en François Rabelais (1494-1553), pero fue más
desarrollada1 y popularizada2 por Aleister Crowley (1875-1947), quien fundó una religión3
llamada thelema, basada en este ideal. La palabra misma es la transliteración al inglés del
sustantivo en idioma griego koiné θέλημα (/zélema/): ‘voluntad’, que proviene del
verbo θέλω (/zelo/): querer, desear, propósito. Algunos escritos del cristianismo primitivo usan
esta palabra para referirse a la voluntad del dios Yahvé,4 la voluntad humana.5
En el siglo XVI, François Rabelais usó «thélème» ―la forma francesa de la palabra― como el
nombre de una abadía ficticia en su famoso libro Gargantúa y Pantagruel.67 La única regla de
esta abadía era «fay çe que vouldras» (en francés moderno: «fais ce que tu voudras» o ‘haz
aquello que deseas’). Esta regla fue reavivada y usada en el mundo real a mediados del
siglo XVIII por sir Francis Dashwood, quien la inscribió en la puerta de su abadía
en Medmenham,891011 donde sirvió como lema del Club del Fuego Infernal.8
La misma regla fue usada en 1904 por Aleister Crowley111213 en El Libro de la Ley. Este libro
contiene tanto la frase «haz tu voluntad» como la palabra thelema, en griego, la cual Crowley
tomó para el sistema filosófico, místico y religioso que subsecuentemente desarrolló. Este
sistema incluye ideas del ocultismo, yoga, y misticismo tanto oriental como occidental
(especialmente la cábala).14
Shri Gurudev Mahendranath, hablando sobre suechachara ―el equivalente sánscrito de la
frase «haz tu voluntad»,151617 escribió que «Rabelais, Dashwood y Crowley deben compartir el
honor de perpetuar lo que ha sido tan elevado ideal en gran parte de Asia».11
Según afirma Crowley en uno de sus libros principales, el comportamiento humano debe
regirse por la siguiente máxima: «Haz tu voluntad será toda la ley» (Liber Al vel Legis, I:40),
que a menudo se complementa con otra afirmación: «Amor es la ley, amor bajo la voluntad»
(Liber Al Vel Legis, 57). Los seguidores de thelema (que reciben el nombre de telemitas)
utilizan estas frases como eje central de su filosofía vital y su práctica esotérica.
Índice
1Antecedentes históricos
o 1.1Thélème de Rabelais
o 1.2Francis Dashwood y el Club del Fuego Infernal
2Las obras de Aleister Crowley
o 2.1El Libro de la Ley
o 2.2Voluntad Verdadera
o 2.3Escepticismo
o 2.4Cosmología
o 2.5Magia
2.5.1Prácticas y observancias
o 2.6Ética
2.6.1Liber Oz
2.6.2Deber
2.6.3Liber II
o 2.7La Abadía de Thelema
3Thelema como base filosófica de órdenes y sociedades secretas
4Véase también
5Notas
6Enlaces externos
Antecedentes históricos[editar]
La palabra θέλημα (thelema, /zélema/) aparece en el Nuevo Testamento en referencia a la
voluntad humana y a la divina. Un ejemplo bien conocido es la oración del Padre nuestro:
«Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad [θέλημα] en la Tierra como en el Cielo»
(Evangelio de Mateo, 6:10). Otras citas de la Biblia son:
Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la
beba, hágase tu voluntad [θέλημα]
Evangelio de Mateo, 26:42
Pero a todos los que lo recibieron les dio poder de venir a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre; 13. la cual no nació de sangre, ni de deseo [θέλημα] de hombre, sino que nació de Dios.
Evangelio de Juan, 1:12
Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque tú creaste todas las cosas, y por tu
voluntad [θέλημα] tienen ser y fueron creadas.
Apocalipsis, 4:11
En el siglo V, san Agustín de Hipona escribió «Dilige et quod vis fac» (‘Ama, y haz lo que
quieras’) en su sermón sobre el texto 1:7-8 del Evangelio de Juan.18
En el Renacimiento, un personaje llamado «Thelemia» representa la voluntad o el deseo en la
obra Hypnerotomachia Poliphili del monje dominico Francesco Colonna. La obra de Colonna
fue, a su vez, una gran influencia en el monje franciscano François Rabelais, cuya
obra Gargantúa y Pantagruel incluye una ficticia abadía de Thélème.
Thélème de Rabelais[editar]
François Rabelais.
François Rabelais era un monje franciscano y más tarde benedictino del siglo XVI.
Eventualmente abandonó el monasterio para estudiar medicina en Lyon en 1532. Fue ahí
donde escribió Gargantúa y Pantagruel, una serie conectada de libros que cuentan la historia
de dos gigantes ―el padre (Gargantúa) y su hijo (Pantagruel) y sus aventuras― escrito de un
modo extravagante y satírico. Es en el primero libro (capítulos 52-57) donde Rabelais escribe
sobre la abadía de Thélème, construida por el gigante Gargantúa. Se burla de las instituciones
monásticas, ya que su abadía tiene una alberca, servicio de mucamas y ningún reloj a la
vista.6
Uno de los versos de la inscripción en la entrada de Thélème dice:
Gracia, honor, loas, delicia.
aquí se encuentran día y noche.
Sanos cuerpos presentados
con una buena mente
persiguen aquí con entereza
gracia, honor, loas, delicias.
Pero debajo del humor había un concepto muy real de utopía y sociedad ideal.19 Rabelais da
una descripción sobre cómo vivían los telemitas de la abadía, y qué reglas acataban:
Sus vidas iban pasando no en leyes, estatutos, o reglas, sino de acuerdo con su propio libre albedrío y
placer. Ellos se levantaban de sus camas cuando juzgaban conveniente; ellos en efecto comían, bebían,
trabajaban, dormían, cuando lo desearan y estuviesen dispuestos a ello. Nadie les despertaba, ninguno
se ofrecía a limitarlos en su comida, bebida, ni en ninguna otra cosa; pues así lo había establecido
Gargantúa. En todo su dominio y estrictas formas de su orden había tan solo una cláusula a ser
observada: haz tu voluntad.
Porque los hombres que son libres, bien nacidos, bien educados y rodeados de buenas compañías,
tienen ese instinto natural y esa espontaneidad ―que les compelen a las virtuosas acciones y los aleja
del vicio― que se llama honor. Esos mismos hombres, cuando por mero estancamiento y coacción son
oprimidos, se alejan de esa disposición noble por la cual se encontraban inclinados a la virtud, para
romper esas cadenas de servidumbre que tan tiránicamente les esclavizaban; pues le es cercano a la
naturaleza del hombre el anhelar cosas prohibidas y el desear lo que le es negado.6
Muchos académicos piensan que el autor francés escribió desde una perspectiva
específicamente cristiana2021222324252627 mientras apuntando hacia desacuerdos con la
Iglesia.2224 Alexander Pocetto, de la Universidad Allentown de St. Francis de Sales, argumenta
que Martín Lutero influenció a Rabelais. Él traza muchos paralelismos entre Rabelais y Francis
de Sales.4 M. A. Screech enfatizó las opiniones ortodoxas del escritor satírico.20 Otra fuente
tiene a Rabelais burlándose de Lutero y de la Iglesia desde una perspectiva reformista:
La informalidad de las «masas» de Rabelais muestra que está de acuerdo con Erasmo de Rotterdam,
quien denunció el ritual formalizado de la Iglesia romana como «judaico». La mayoría de los humanistas
y reformadores despreciaron la celebración fija y repleta de convencionalismos de la Última Cena,
llamándola idolatría. Las masas de Rabelais por lo tanto, muestran a los compañeros de Pantagruel en
comunión entre ellos, compartiendo el «pan» y el «vino». […] Entre reformadores radicales y
conservadores extremos en la Iglesia, la moderación está en peligro de ser aplastada, y sin embargo
Pantagruel mantendrá sus ideales independientemente del riesgo.27
Erich Auerbach en 1946 rechazó todo esto, escribiendo que lo revolucionario sobre la manera
de pensar de Rabelais
no es la oposición al cristianismo, sino la libertad de visión, sentimiento y pensamiento que produce su
continuo jugar con las cosas, y que invita al lector a enfrentar directamente con el mundo y la riqueza
fenoménica. En un punto, con toda seguridad, Rabelais toma posición, y es una oposición básicamente
anti-cristiana; para él, el hombre que sigue su naturaleza es bueno, y la vida natural, sea de hombres o
cosas, es buena…28
Tenemos poca evidencia directa de lo que el Club del Fuego Infernal de Dashwood hacía o
creía.30 El único testimonio directo proviene de John Wilkes, un miembro que nunca fue
admitido en el círculo interior.3130 Él describe sus orígenes de la siguiente manera:
Un conjunto de honorables, alegres compañeros, felices discípulos de Venus y Baco, se reunían
ocasionalmente a celebrar a las mujeres y el vino y para dar más vitalidad a los festivos encuentros, se
sumergieron en cada lujosa idea de los antiguos y enriquecieron sus propios placeres modernos con la
tradición del lujo clásico.32
El grupo derivó más de Rabelais que la inscripción sobre la puerta, según la opinión del
teniente coronel Towers, quien escribió «Mi interpretación de las cavernas permanece como
he dicho, que ellas eran usadas como templo oracular dionisíaco, basado en la interpretación
de Daswood de capítulos relevantes de Rabelais».29
Nathaniel William Wraxall en sus Memorias históricas (1815) acusó a los monjes de llevar a
cabo rituales satánicos, pero estas acusaciones han sido desechadas como rumores.30Gerald
Gardner y otros como Mike Howard33 dice que los monjes adoraban a «la Diosa». Daniel
Willens argumenta que el grupo probablemente practicaba masonería, pero también sugiere
que Dashwood pudo haber sostenido secretos sacramentos católicos. Se pregunta si Wilkes
hubiera reconocido una misa católica genuina, incluso si la vio él mismo e incluso si la versión
secreta hubiera seguido el modelo al pie de la letra.34 La Gran Logia canadiense de Columbia
Británica y Yukon minimiza la conexión con la francmasonería.30
Las obras de Aleister Crowley[editar]
Aleister Crowley (1875-1947) era un ocultista inglés, escritor y provocador social. Rabelais era
uno de los héroes de Crowley35 y sus libros Gargantúa y Pantagruel pudieron haber dado a
Crowley parte de su base filosófica para la Ley de Thelema,123611131 en particular la frase «Haz
tu voluntad».37 En The Antecedents of Thelema, Crowley se refirió a Rabelais como «nuestro
maestro»,38 y Rabelais también fue incluido entre los Santos de la Ecclesia Gnostica
Catholica junto con Virgilio, Cayo Valerio Catulo, William Blake, Rey
Arturo, Carlomagno y Swinburne.39
En 1904, Crowley afirmó haber recibido Liber AL vel Legis, de una entidad llamada Aiwass,
que iba a servir como la fundación del sistema religioso y filosófico llamado Thelema.740
Crowley resumió su Ley de Thelema41 en estos versículos del Libro:
El Libro de la Ley[editar]
Artículo principal: El Libro de la Ley (Thelema)
El sistema de Thelema de Crowley comienza con El Libro de la Ley, cuyo nombre oficial
es Liber AL vel Legis. Fue escrito en El Cairo, Egipto durante su luna de miel con su nueva
esposa Rose Crowley. Este pequeño libro contiene tres capítulos, cada uno lo escribió en una
hora, comenzando al medio día, en Abril 8, Abril 9, y Abril 10, 1904. Crowley afirmó que tomó
dictado de una entidad llamada Aiwass, a quien más tarde identifico como su Santo Ángel
Guardián.45
Crowley escribió muchos comentarios al El Libro de la Ley (Thelema), el último lo escribió en
1925. Esta breve declaración llamada simplemente "El comentario" advierte contra el estudio
del Libro y la discusión de su contenido, y afirma que toda “cuestión de la Ley debe ser
decidida únicamente apelando a mis escritos " y está firmado por Ankh-af-na-khonsu.46 Los
únicos escritos conocidos de Ankh-af-na-khonsu aparecen en la Estela de la Revelación.
Voluntad Verdadera[editar]
Artículo principal: Verdadera Voluntad
De acuerdo con Crowley, cada individuo tiene una “Voluntad Verdadera”, que debe
distinguirse de los deseos y caprichos ordinarios del ego. La Voluntad Verdadera es
esencialmente el “llamado” o “propósito” en la vida. El concepto de Crowley asume que esto
incluye el objetivo de alcanzar la realización plena por esfuerzos propios y con la ayuda de
ciertas personificaciones (avatares) de, las más de las veces, dioses egipcios, pero sin la
ayuda del concepto judeocristiano de Dios o alguna otra autoridad divina.47 Crowley creía que
para descubrir la Verdadera Voluntad, uno debe liberar deseos de la mente Subconsciente del
control de la mente consciente, especialmente las restricciones dadas a las expresiones
sexuales, que él asoció con el poder de la creación divina.48 Él enseñó que la Verdadera
Voluntad de cada individuo está identificada con el Santo Ángel Guardián, un Daimon único a
cada individuo.49
Véase también: Misticismo Thelémico
Escepticismo[editar]
Crowley enseñó a examinar de manera escéptica todos los resultados obtenidos mediante
la meditación o la magia, al menos por el estudiante.50 Él unió esto a la necesidad de
mantener un registro mágico que trata de enlistar todas las condiciones del evento
(véase prácticas y observancias).51 En Liber ABA (Magick, Book 4) Parte 1 (escrito entre 1912
y 1913), Crowley hace este comentario optimista mientras delineaba similitudes entre varios
maestros religiosos:
Tan diversos como puedan parecer estas afirmaciones a primera vista, todos concuerdan en anunciar
una experiencia de la clase que hace cincuenta años se hubiera llamado sobrenatural, hoy se llamaría
espiritual, y dentro de cincuenta años tendrá un nombre apropiado de basado en el entendimiento del
fenómeno ocurrido.52
Cosmología[editar]
La Thelema de Crowley deriva sus dioses y diosas principales de la Mitología egipcia. La más
alta deidad en la cosmología de Thelema es la diosa Nuit. Ella es el cielo nocturno arqueada
sobre la Tierra simbolizada en la forma de una mujer desnuda. Ella es concebida como la
Gran Madre, la fuente última de todas las cosas.53
La segunda deidad principal de Thelema es el dios Hadit, concebido como el infinitamente
pequeño complemento y consorte de Nuit. Hadit simboliza lo manifiesto, el movimiento y el
tiempo.53 Él también es descrito en Liber AL vel Legis como "la llama que arde en el corazón
de cada Hombre, y en el núcleo de cada estrella."54
La tercera deidad en la cosmología de Thelema es Ra-Hoor-Khuit, una manifestación
de Horus. Él es simbolizado como el hombre entronizado con la cabeza de halcón que lleva
una vara. Es asociado con el Sol y con las energías activas de la magia thelémica.53
Otras deidades dentro de la cosmología de Thelema son:
Prácticas y observancias[editar]
La práctica de magia (k) en Thelema es un asunto individual. Generalmente, las prácticas se
diseñan para asistir en encontrar y manifestar la Voluntad Verdadera, aunque algunos también
incluyen aspectos festivos.59
Crowley integró prácticas Orientales con prácticas mágicas Occidentales de la Golden Dawn60
Recomendó un gran número de prácticas a sus seguidores, incluyendo:
Liber AL vel Legis sí deja en claro ciertas normas de conducta. La más importante de ellas es
“Hacer tu voluntad” que es presentada como “el todo” de la Ley, sin ninguna ley más allá de
ella. Crowley escribió una gran cantidad de documentos adicionales presentando su opinión
personal sobre la conducta de los individuos a la luz de la Ley de Thelema, por ejemplo: Liber
Oz, Deber, y Liber II.
Liber Oz[editar]
Liber Oz enumera algunos de los derechos del individuo implícitos en el derecho superior de
«hacer tu voluntad».64 Para cada persona, estos incluyen el derecho a: vivir bajo su propia ley,
vivir del modo que sea su voluntad, trabajar, jugar y descansar como sea la voluntad de cada
quien, morir cuándo y cómo sea su voluntad; comer y beber lo que sea su voluntad; vivir
donde sea su voluntad; moverse por el mundo según su voluntad; pensar, decir, escribir,
pintar, moldear, construir y vestir según su voluntad; amar cuándo, dónde y con quien sea
según su voluntad; y matar a aquellos que anularían esos derechos.66
Deber[editar]
Deber es descrito como «un apunte en las máximas reglas de conducta práctica a ser
observadas por aquellos que aceptan la Ley de Thelema».67 No es un Liber numerado como
están todos los documentos que Crowley escribió para la A.·.A.·., sino que fue enlistado como
un documento específicamente para la Ordo Templi Orientis.67 Se encuentra dividido en
cuatro secciones:68
A. Tu deber contigo mismo: describe al yo como centro del universo, con un llamado
para aprender sobre la naturaleza íntima de uno mismo. Aboga por desarrollar todas las
facultades de manera equilibrada, establecer la autonomía de sí mismos, y dedicarse al
servicio de la Voluntad Verdadera.
B. Tu deber con otros: llama a eliminar la ilusión de separación entre uno mismo y todos
los demás, a pelear cuando sea necesario, a evitar interferir con las Voluntades de otros,
a iluminar a otros cuando sea necesario y adorar la naturaleza divina de todos los demás
seres.
C. Tu deber con la humanidad: llama a que la ley de Thelema sea la única regla de
conducta. Que las leyes de cada lugar deberían tener el objetivo de asegurar la mayor
libertad para todos los individuos. El crimen es descrito como siendo una violación de la
voluntad verdadera de uno mismo.
D. Tu deber con los demás seres y cosas: aboga por la aplicación de la ley de Thelema
a todos los problemas y afirma que «es una violación de la ley de Thelema el abusar de
las cualidades naturales de cualquier animal u objeto al impedir sus funciones propias» y
«la ley de Thelema ha de ser aplicada implacablemente para decidir cualquier cuestión de
conducta».
Liber II[editar]
En Liber II: El mensaje del Maestro Therion, la ley de Thelema es resumida de manera sucinta
como «Haz según tu voluntad: después no hagas nada más».69 El autor también describe el
ejercicio de la voluntad como una actividad infatigable sin apego al resultado, escribiendo: «La
concepción es, por tanto, de eterno movimiento, infinito e inalterable. Es nirvana, solo que
dinámico en vez de estático; y esto al final resulta siendo la misma cosa».
La Abadía de Thelema[editar]
Crowley no se dedicó de inmediato a la tarea de construir la nueva orden hermética cuya
creación le había sido encomendada, sino que durante algún tiempo siguió con sus
actividades investigadoras en el ámbito de la magia, que a menudo incluía el uso
de alucinógenos, y múltiples aventuras sexuales. No fue hasta 1920 cuando decidió establecer
en las proximidades de Cefalú (Sicilia, Italia) la Abadía de Thelema, con la intención expresa
de que fuese un lugar mágico de experimentación, principalmente en el ámbito de la magia
sexual. Asumiendo una identidad falsa, alquiló una casa, la Villa Santa Bárbara, y las tierras
colindantes. Con los discípulos que reuniese en ese lugar, formaría el núcleo inicial del Nuevo
Eón que le había sido profetizado 16 años antes.
Durante aquellos años, Crowley mantenía una relación con Leah Hirsig, que era tanto su
amante como su colaboradora principal en las artes mágicas. Tenían un hijo en común, Hansi,
y aquel mismo año Hirsig dio a luz al segundo, una niña, lo que retrasó su llegada a Italia.
Además, Hirsig había convencido a una joven viuda, Ninette Shumway, para que fuese
ayudante e incluso amante de Crowley, aunque ella se reservaba el papel de «Mujer
Escarlata».
Crowley y sus acompañantes femeninas restauraron la sala principal de la casa como Templo
para sus prácticas mágicas, pintando sus paredes, puertas e incluso las persianas con
grandes frescos, al parecer en imitación del pintor francés Paul Gauguin, a quien Crowley
consideraba un precursor de Thelema.
Entre las paredes decoradas del Templo se realizaron la mayor parte de las
experimentaciones de Crowley durante 3 años, en las que se entregó a todo tipo de excesos
con Lisa Hirsig y con su amante Ninette. Al parecer, entre las prácticas que se realizaron en la
Abadía, además de ceremonias y encantamientos, hay que incluir numerosos actos de magia
sexual (es decir, uso del sexo y del orgasmo como catalizadores de energías).
Diversas personas visitaron la Abadía entre 1920 y 1923, algunas de ellas con la intención de
quedarse y ser discípulos de Crowley. La muerte de uno de ellos, Frederick Loveday, por
beber agua contaminada de un charco, atrajo la atención de las autoridades italianas que
expulsaron a Crowley de Sicilia.
La prensa sensacionalista británica realizó un gran escándalo apodando a Crowley como «el
hombre más malvado del mundo».
Véase también[editar]
Hexagrama unicursal
Notas[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c Moore, John S.: «Aleister Crowley as guru», artículo en inglés en la
revista Chaos International, n.º 17.
Crowley es malentendido si es visto primariamente como el maestro de un nuevo camino de
liberación, su yoga sexual y la abadía como medio para impartir esto, con la teoría detrás de
esto reducida a la cruda esquematización de caminos a la iluminación, a veces entendida
como una religión. Él era parte de una tradición más grande, más inteligible. El thelema en sí
mismo es un ideal racional inteligible que data desde Rabelais, a través de sir Frances
Dashwood. Crowley dio a esta distinguida tradición occidental un nuevo grado de desarrollo.
John S. Moore
2. ↑ Saltar a:a b Sutin, Lawrence (2002): Do what thou wilt: a life of Aleister Crowley (pág. 126).
Nueva York: St. Martin's Griffin, 2002. ISBN 978-0-312-28897-6.
3. Volver arriba↑ Greer, John Michael (2003): The new encyclopedia of the occult (pág. 478).
Llewellyn Worldwide, 2003. ISBN 1-56718-336-0
4. ↑ Saltar a:a b Pocetto, Alexander T.: «Rabelais, Francis de Sales and the “Abbaye de
Thélème”», artículo publicado en el sitio web De Sales. Consultado el 20 de julio de 2006.
5. Volver arriba↑ Véase
Parte de la serie de
Juan
Literatura joánica[mostrar]
Autoría[mostrar]
Comunidades[mostrar]
Literatura relacionada[mostrar]
Otros temas[mostrar]
12. ↑ Saltar a:a b Skinner, Stephen (ed.): The magical diaries of Aleister Crowley: Tunisia 1923,
n.º 12 (pág. 149). Weiser, 1996. ISBN 0-87728-856-9.
13. ↑ Saltar a:a b c Alamantra, Frater (2004): «Looking into the word: some observations»
Archivado el 6 de febrero de 2009 en la Wayback Machine., artículo en inglés en la
revista Ashé Journal, vol. 3, n.º 4, págs. 39-59; equinoxio de primavera de 2004.
Por lo tanto, podemos decir que ―por la definición de Rabelais― un telemita es una persona
que es libre, biennacida, bieneducada y capaz de interactuar en honesta compañía. Un
telemita tiene un sentido inherente del honor un sentido de la proporción y discreción. [...]
Gran parte de la obra de Crowley es una interpretación y una extensión de este sencillo
resumen.
14. Volver arriba↑ Crowley, Aleister: «Liber XIII vel Graduum Montis Abiegni: A Syllabus of the
Steps Upon the Path», texto en inglés, publicado en el sitio web Hermetic. Consultado el 7 de
julio de 2006. Para confirmar que la orden en cuestión tomó el Libro de la Ley como un
documento oficial de la orden de que «no debe cambiarse ni en el estilo de una letra», A
syllabus of the official instructions of the A∴A∴, por Aleister Crowley. «Este libro es la fundación
del nuevo aeón, y por lo tanto el todo de nuestra obra»; primera sección, lista de publicaciones
clase "A". Consultado el 7 de julio de 2006. Y finalmente, por la parte de llamar «thelema» a la
palabra de la ley, consultar: Crowley, Aleister: Liber AL vel Legis, I: 39-40.
15. Volver arriba↑ «Svecchachara [/swecha-chára/] es un término sánscrito cuyo significado
aproximado es ‘la práctica de seguir la voluntad de uno mismo’ John, Jeffrey (2007): Esalen:
America and the religion of no religion (pág. 430). University of Chicago Press, 2007. ISBN 0-
226-45369-3
16. Volver arriba↑ Singh, Kapur; Singh, Piar; y Kaur, Madanjit (1989): Pārāśarapraśna: an enquiry
into the genesis and unique character of the order of the khalsa with an exposition of the sikh
tenets(pág. 16). Amritasar (India): Department of Guru Nanak Studies, Guru Nanak Dev
University, 1989.
La fuerza guiadora de esta filosofía religiosa es svecchachara, ‘haz como te plazca’, y su
justificación psicológica está basada en las profundas meditaciones psicoanalíticas
hinduistas.
17. Volver arriba↑ Woodroffe, John: Shakti and shakta, capítulo 27. ISBN 1-59547-920-1.
Tal es el svechachari, cuyo camino es svechachara, o ‘haz tu voluntad’.
18. Volver arriba↑ Agustín de Hipona: «Sermón sobre la Primera epístola de Juan (7.8)». Cf.
Augustín sobre Galatians 6:1: «Y si haz de gritarle, ámalo por dentro; tú podrás exhortar,
persuadir, reprender, enojarte; ama, y haz lo que quieras. Un padre después de todo, no odia
a su hijo; y si es necesario, un padre le da a su hijo unos azotes; le inflige dolor, para
asegurarse de su bienestar. Así que ese es el significado de “en espíritu de bondad”» (Gál.
6:1). Sermon 163B:3:1, The Works of Saint Augustine: A New Translation for the 21st
Century(Sermons 148-153), 1992, part 3, vol. 5, p. 182. ISBN 1-56548-007-4