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INTRODUCCIÓN AL DERECHO MINERO

CONCEPTOS BÁSICOS

El significado de la palabra minería designa las actividades que tienen por finalidad extraer
y aprovechar minerales. Es necesario conocer los conceptos de mina, yacimiento, industria
minera, y derecho minero.

MINA.- La doctrina tradicionalmente considera tres acepciones:

1) Excavación por medio de pozos, galerías, socavones o tajos abiertos para la extracción o
explotación de minerales.

2) Lugar donde se acumulan o encuentran los minerales por obra de la naturaleza que
vendría a ser sinónimo de yacimiento.

3) Derecho otorgado por el Estado para la explotación de un depósito minero, o sea


concesión. Concepto eminentemente jurídico.

En el ámbito técnico económico se considera “mina” al conjunto de operaciones e


instalaciones en la superficie y en el subsuelo para la explotación de un yacimiento. Las
instalaciones con todo el personal que labora en ella recibe el nombre de “Unidad
Operativa” que se inicia de una empresa generalmente organizada como sociedad.

YACIMIENTO.- Lugar donde por obra de la naturaleza existen minerales. En la minería,


el hecho de descubrir un yacimiento no constituye información suficiente para decidir
explotarlo. De los yacimientos conocidos sólo algunos aprovechamos, aquellos que reúnan
minerales útiles en proporción suficiente, a tal punto que constituyan riqueza mineral, o sea
que tengan significación económica.

MINERAL.- Es cualquier sustancia inorgánica que se extrae del suelo y del subsuelo para
ser aprovechada en estado sólido (roca. Arena, metales, arcilla, carbón) o en estado líquido
(mercurio) y hasta en estado gaseoso (helio).

MINERIA.- Es el proceso de explotación que va desde la búsqueda de las sustancias


minerales hasta su venta como materia prima al consumidor final; es decir desde la
prospección, la exploración, la explotación, la transformación de los minerales extraídos
desde su valor agregado hasta su consumo final como producto.

CONCEPTO DE DERECHO MINERO

"El Derecho es considerado como una ciencia que nos enseña a distinguir lo que es justo de
lo que no lo es, porque en nuestras relaciones nos comportamos respetando
las normas jurídicas y éticas
podemos definir al "Derecho Minero como aquella parte del ordenamiento jurídico público
y privado que regula lo concerniente al dominio originario de las substancias minerales, las
actividades relativas a la adquisición, constitución, funcionamiento, conservación y pérdida
de la propiedad de las minas y aquellas actividades auxiliares de la industria minera, así
como también las relaciones que de estas actividades derivan". Asimismo, al Derecho
Minero se le denomina también Derecho de Minería o Derecho de las Minas.

IMPORTANCIA DE LA MINERÍA EN EL PERÚ

La Industria minera común desempeña un rol vital en el proceso económico de todo país.
Los minerales son materia prima imprescindible, ya que transformados satisfacen
necesidades humanas primarias, más aún son materia prima indispensable para construir
maquinarias destinadas a elaborar productos que consumimos.

Los minerales suministran los elementos necesarios para generar luz, calor y energía
automotriz. A. Betejtin, confirma que no existe una sola rama de la industria en la que no se
empleen unos u otros recursos minerales en forma de materia prima o de productos
semielaborados. Así también, tenemos que los minerales son también elementos necesarios
en la construcción de armamentos o sea factores decisivos para la destrucción del hombre.
El mineral es, por consiguiente, vehículo de vida y muerte para el ser humano, por tanto de
trascendencia innegable.

En lo que respecta al Perú la industria minera común tiene singular importancia. David
Ballón puntualiza que el hecho que nuestro territorio esté atravesado en toda su longitud
por la Cordillera de los Andes, confirma un área geológicamente adecuada para la
ubicación de yacimientos mineros de toda clase. Durante muchos años la industria minera
constituyó la fuente del 50% de nuestras divisas.

El Perú es un país rico en recursos naturales y en el caso de la minería tiene una tradición
que se remonta desde hace muchos siglos. Por tal razón además de contar con dichos
recursos tiene una gran experiencia empresarial y recursos humanos especializados, que
favorecidos con climas benignos, hacen que la competitividad de nuestro país respecto de
otros países que no cuentan con todas estas ventajas a la vez, no sea desaprovechada.

Estas condiciones de nuestro sector aunados a las nuevas condiciones de estabilidad


económicas, leyes de promoción a la inversión han permitido que el movimiento
empresarial minero haya recobrado un auge en los últimos años, por lo que muchas
empresas nacionales y extranjeras se encuentran invirtiendo en nuestro país. Asimismo, la
privatización de proyectos y operaciones mineras sin duda han contribuido a que los
principales consorcios mineros del mundo vean al Perú como una oportunidad de inversión.

En el proceso minero se ven involucrados una serie de recursos humanos, financieros y


técnicos, que son necesarios para las diversas etapas del proceso minero tales como: la
exploración, la explotación y el beneficio de los minerales y que contribuyen, como pocas
actividades productivas, a elevar el nivel de vida de millones de seres humanos de todo el
mundo.

La minería a lo largo de su existencia como sector productivo se ha caracterizado por tener


una dinámica de desarrollo en las diferentes regiones donde se ha establecido, generalmente
en los lugares más apartados del país, logrando procesos de reconversión en los pueblos
olvidados, ya que es un gran generador de desarrollo y progreso. Por otro lado, es
importante notar que el aporte hacia las regiones, de cristalizarse los grandes proyectos
puestos en marcha por empresas privadas, será cuantioso, aparte del que ahora se transfiere
a las regiones vía Canon Minero y el Derecho de Vigencia.

Sin embargo, es fácil observar las contribuciones adicionales de los proyectos y


operaciones mineras a través de muchos años mediante la construcción de carreteras,
generación de energía, instalaciones portuarias, obras sanitarias, viviendas, escuelas,
recreación y otras múltiples áreas en donde la minería se ha logrado expandir. Por tal razón,
se puede decir que no existe otro sector productivo que tenga una participación tan grande
en el desarrollo social de las regiones como lo hace la minería.

EVOLUCION HISTORICA DE LA MINERIA Y CONCESION MINERA

Jorge Basadre se refiere a un derecho propio de la civilización Inca que se desarrolló entre
los siglos XII y XVI, en cuya virtud las minas eran trabajadas por cuenta del Inca para
extraer los metales preciosos y el cobre, surgiendo después la Mita como trabajo forzado y
personal por un tiempo limitado que, posteriormente "se irradió al Derecho Indiano en un
claro mestizaje jurídico". En el Derecho Indiano se debe considerar como fuentes
principales las Ordenanzas de Toledo de 1574, la Nueva Recopilación, la Novísima
Recopilación de 1680. Las Ordenanzas Antiguas del Perú, también conocidas como las
Ordenanzas de Ballesteros, por el nombre del funcionario virreynal que las recopiló y
publicó en 1752 para su aplicación en nuestro país.

ORDENANZAS DE MINERIA

Con las Ordenanzas de México o Nueva España dictadas por el Rey Carlos III en mayo de
1783 vigentes en el Perú en diciembre de 1785, se inicia propiamente el Derecho como
rama autónoma de las ciencias jurídicas. Las Ordenanzas rigieron en casi todos los
dominios Españoles de América y continuaron vigentes después de la Independencia,
concretamente en el Perú hasta el 31 de diciembre de 1900.

La característica fundamental de las Ordenanzas de Minería es que las Minas se


consideraron como bienes nacionales y los jueces del ramo en nombre del Estado
conceden la propiedad de ellas a los denunciantes y descubridores.
Las Minas se conceden a los particulares en propiedad y posesión, de manera que pueden
venderlos, permutarlos, arrendarlos, donarlos, dejarlos en testamento por herencia,
enajenar, etc. Se podía descubrir, solicitar, registrar y denunciar cualquier tipo de
mineral, metálico o no metálico, incluyendo oro, plata, piedras preciosas, así como metales
básicos.

Durante el régimen legal fijado en las Ordenanzas de Minería las minas eran de propiedad
del Estado que sucedía a la persona del Rey; el Estado podía concederlas en posesión y
propiedad para que fueran explotadas por particulares; el derecho de posesión y propiedad
quedaba asimilado a la propiedad civil toda vez que las concesiones podían ser objeto de
tráfico jurídico como cualquier bien, siempre que se trabajaran; la posesión y propiedad del
concesionario estaba supeditada al pago puntual del Impuesto semestral de 15 soles por
pertenencia, cuyo incumplimiento se consideraba como causal de extinción del derecho
minero.

CÓDIGO DE 1901

Aprobado por el Presidente López de Romaña. Este Código mereció fuertes críticas al
momento de su dación por su carácter privatista. Este Código califica a la propiedad minera
una vez adquirida legalmente de irrevocable y perpetua como la propiedad común, sólo
sujeto a caducidad por falta de pago del impuesto anual de 30 soles por pertenencia.

La propiedad minera confería el derecho de explotación y libre disposición de todas las


sustancias contenidas dentro de los planos verticales trazados por los lados del perímetro de
la concesión. La unidad de medida de las concesiones era la pertenencia que equivalía a
un rectángulo de 2 hectáreas.

Este Código se caracteriza por su espíritu liberal, por su aparente simplicidad y orden, así
como por la preferencia otorgada al concesionario minero para la utilización de los
terrenos superficiales frente a los derechos de sus propietarios. El concesionario recibió
el derecho a expropiar a falta de acuerdo con tales propietarios.

Este Código rige durante 50 años, siendo derogado finalmente por el Código de 1950.

CÓDIGO DE 1950

Este Código señala que "Las sustancias minerales de toda naturaleza que se encuentren en
el suelo y en el subsuelo del territorio nacional son bienes de propiedad del Estado, salvo
los derechos legales adquiridos. Todo lo relativo a su explotación por los concesionarios es
de utilidad pública".

En el Art. 3 de este Código se define el concepto de concesión, al señalarse que "el Poder
Ejecutivo concederá a las personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras de
derecho privado que lo soliciten, el derecho a explorar hasta por cinco años o para
explotar indefinidamente toda clase de sustancias minerales". Se establece dos tipos de
concesiones, los de exploración por el plazo de hasta 5 años y los de explotación por un
plazo

indefinido, provenientes de la transformación de las anteriores o de un denuncio formulado


directamente para explotación.

La unidad de medida de la concesión minera se define como "un sólido de profundidad


indefinida limitado en el terreno por los 4 planos verticales, correspondientes a un cuadrado
horizontal de 1 hectárea. La extensión de las concesiones podía ser de 1 a 1,000 hectáreas.

Las causales de caducidad estaban referidas exclusivamente a la falta de pago del canon
minero y sobrecanon territorial durante dos años consecutivos. Estableció una
clarísima preferencia a favor del concesionario minero sobre el propietario del terreno
superficial que podía ser expropiado y objeto de toda clase de servidumbres en aras de la
explotación minera y también a utilizar gratuitamente los terrenos eriazos ubicados
fuera del perímetro de la concesión.

El Estado podía explorar y explotar su riqueza minera "directamente por organismos


estatales o por medio de compañías o sindicatos fiscalizados que se establezcan con tal
objeto. Este Código destaca con nitidez el dominio originario del Estado sobre las
sustancias minerales, con excepción de los derechos adquiridos, al mismo tiempo que se
caracteriza por ser un instrumento legal privatista en cuanto que impulsó la actividad
minera privada con exoneraciones tributarias.

LEY GENERAL DE MINERIA DECRETO LEY 18880

Esta ley define que "la concesión minera es un inmueble distinto y separado de la superficie
en donde está ubicada" en virtud de la cual se otorgaba a su titular un derecho real. La
unidad de medida fue definida en los mismos términos que el Código de 1950, teniendo la
concesión una extensión mínima de 1 hectárea y una máxima de 1,000.

Los derechos del concesionario sobre el terreno superficial de la concesión y del derecho a
usar gratuitamente los terrenos eriazos así como establecer servidumbres e incluso a
expropiar predios de terceros, fueron definidos en forma similar o quizás más contundente
de la establecida en el Código de 1950.

El cambio más significativo en el presente Decreto Ley fue la obligación de invertir y


producir para mantener vigente la concesión, sin perjuicio de pagar el canon territorial. La
ley estableció causales de caducidad distinta para las concesiones de exploración y
explotación.
Con relación a la segunda, además de la antigua causal del no pago del canon territorial
durante dos años consecutivos, se establecieron cinco causales adicionales vinculadas al
incumplimiento de las obligaciones de invertir así como de producir.

Durante la vigencia de esta Ley el concesionario se generó un ambiente de inestabilidad


que fue perjudicial para el buen desarrollo de la industria minera, ya que la concesión podía
llegar a caducar por múltiples razones más allá de su control. El papel del Estado en la
Industria Minera toma importancia, ya que se le dedica el Título Segundo de la Parte
Primera de la Ley General de Minería. En dicho título se definió al denominado Derecho
Especial del Estado "como el derecho que éste tiene de ejercer determinada actividad de la
industria minera con excepción de la comercialización".

Así también, se faculta al Estado para decretar la no admisión de denuncios mineros, la


reserva de ciertas sustancias minerales, la creación de áreas de reserva nacional sobre las
que no era posible otorgar concesiones, la constitución de los Derechos Especiales del
Estado sobre áreas de reserva nacional a favor de Minero Perú y también para Planta de
Beneficio, Refinación y Labores Generales.

LEY GENERAL DE MINERIA, DECRETO LEGISLATIVO 109

Nuevo ordenamiento jurídico que aún rige parcialmente y pone de lado los excesos
estatizan tes del Decreto Ley 18880. Las concesiones de exploración y explotación
continuaron con el régimen muy parecido del anterior. La concesión minera otorgaba a su
titular un derecho real, consistente en la suma de los atributos reconocidos por la Ley a
favor del concesionario.

El concesionario mantuvo sus derechos a la utilización gratuita del terreno superficial de


la concesión y también fuera del perímetro de la misma, así como de imponer
servidumbres y expropiar propiedades de terceros, con el único requisito de acreditar la
importancia de la actividad minera y de indemnizar al propietario.

Este Decreto Legislativo fue promulgado con la deliberada intención de disminuir el papel
del Estado en la minería, pero sin eliminarlo drásticamente.

En la actualidad aún subsiste la mayor parte del articulado de este Decreto Legislativo que
no fue derogado por el Decreto Legislativo 708, pero dentro de su contexto marcadamente
distinto en el aspecto técnico de la configuración de la concesión minera y del régimen
procesal para su otorgamiento.

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