Anda di halaman 1dari 7

Fuero de

atracción

Concursos y
quiebras
Fuero de atracción
El fuero de atracción es una figura jurídica de orden público cuya función es
reglar en forma excepcional la competencia, con el objeto de materializar el
principio de universalidad.

En el art. 21 de la Ley de Concursos y Quiebras (LCQ) se regulan los juicios


contra el concursado, y se establecen los siguientes efectos:

 Suspensión del trámite de los juicios de contenido patrimonial por causa


o título anterior.
 Fuero de atracción al juzgado concursal.
 Prohibición de interponer nuevas acciones con fundamento en causa o
títulos anteriores a la presentación, salvo el supuesto de acciones
laborales.

¿Desde cuándo se desencadenan los efectos del fuero de atracción?

Los efectos en el concurso preventivo comienzan desde la publicación de


edictos; mientras que en la quiebra se producen con la declaración de la
quiebra.

Radicación de acciones. Principio general


El principio general asentado en la ley concursal en el art. 21 LCQ, es que todas
las causas de contenido patrimonial por causa o título anterior a la presentación
concursal, deben radicarse ante el juzgado concursal (por ejemplo: procesos
ejecutivos). Sin embargo, este desplazamiento en la competencia originaria
sufre importantes excepciones, a tal punto que se llegó a decir que por esta vía
se ha vaciado de contenido el instituto mismo.

Excepciones
Las excepciones al fuero de atracción están previstas en el art. 21 LCQ, el que
dispone:

a) Procesos de expropiación, ya sea que se tramiten ante la justicia federal o


ante la justicia ordinaria.

b) Juicios fundados en las relaciones de familia: la acción de divorcio; el juicio


de adopción; el de reconocimiento o impugnación de filiación; la rendición de
cuentas por razones familiares; los juicios fundados en la legítima; etcétera.
También, el juicio de alimentos y el proceso de liquidación de la sociedad
conyugal (el síndico no puede iniciar un incidente de liquidación de sociedad
conyugal en el concurso).
c) Procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales: estos procesos
pueden continuarse a opción del actor, y luego de obtenida la sentencia
verificar en los términos del art. 56 LCQ; o bien, suspender el procedimiento y
verificar en los términos del art. 32 LCQ.

d) Procesos en los que el concursado sea parte de un litisconsorcio pasivo


necesario.

Ejecuciones hipotecarias y prendarias


Otra excepción al fuero de atracción en el concurso preventivo, son las
ejecuciones de garantías reales. En este caso, el proceso de ejecución continúa
por ante el juez originario y la cosa asiento del privilegio, podrá ejecutarse si el
acreedor hubiera presentado el pedido de verificación del crédito y su privilegio
por ante el juez concursal.

En cambio, en la quiebra, según el art. 132 LCQ las ejecuciones con garantías
reales sí quedan atrapadas en el proceso falencial, y se ejecutarán por la vía del
concurso especial previsto en el art. 209 LCQ. Esta es una diferencia entre
ambos procesos.

Juicios laborales
Tal como se ha señalado, el art. 21 de la LCQ en su inciso segundo, establece
que quedan exceptuados del fuero de atracción los procesos de conocimiento
en trámite, incluido los laborales. Ahora bien, éstos pueden optar por continuar
la tramitación del proceso ante el juez extraconcursal o bien, suspender el
proceso y procurar la verificación del crédito por ante el juez del concurso de
acuerdo a las previsiones del art. 32 y concordantes.

Asimismo, los acreedores laborales además de estas dos opciones (continuar el


proceso ante el juez natural o verificar en el proceso concursal) pueden también
iniciar (por causa o título anterior a la presentación) acción laboral aunque no la
hubieren iniciado con anterioridad a la presentación concursal o bien, recurrir
también al pronto pago (cuya concesión importa el reconocimiento de la calidad
de acreedor concurrente) y en caso de serles negada tal posibilidad, demandar
a novo en sede laboral.

Pronto pago

El art. 16 regula el instituto del pronto pago, es la vía especial que poseen los
trabajadores para hacer efectivos anticipadamente sus créditos laborales, en
razón del carácter alimentario de tales acreencias. Es decir que se trata de una
tutela legal diferenciada destinada a que el trabajador cobre su crédito, y
permite que los acreedores laborales no se vean forzados, en razón del carácter
alimentario de sus créditos, a esperar el trámite completo de la quiebra o el
concurso preventivo para efectivizarlos, es decir, que se está en presencia de un
especial mecanismo instituido para la rápida cancelación de los créditos
laborales.
De esta manera, como el derecho de pronto pago se manifiesta como una vía
alternativa o sui generis de insinuación de créditos en el concurso, no requiere
verificación ni sentencia previa. Esto es, se alcanza la categoría de acreedor
concursal por esta vía excepcional o sumaria.

A partir de la reforma de 2006, a través de la Ley N° 26.086 (que reforma la Ley


N° 24.522), se distingue:

1) Pronto pago oficioso o automático: para que proceda el magistrado debe


encontrarse frente a remuneraciones que le sean debidas al dependiente del
concursado en razón de la relación laboral habida entre las partes, corroboradas
por la sindicatura a través del informe que debe prestar, en cumplimiento de lo
dispuesto en el art. 14 inc. 11 de la LCQ. Así, presentado el informe respecto del
pasivo laboral denunciado por el concursado y un dictamen, previa auditoría
contable, sobre la existencia de otro pasivo laboral que pueda ser objeto de
pronto pago; el juez dentro de los diez días autorizará de oficio el pronto pago
de aquellos créditos laborales denunciados por el concursado y aquellos no
incluidos, respecto de los que el órgano sindical haya informado y aconsejado la
viabilidad, siempre que fuesen de los incluidos en la nómina del art. 16 LCQ y
que sean privilegiados.

2) Pronto pago dispositivo o a instancia de parte interesada: si el acreedor


laboral fue omitido en el listado sindical y el crédito laboral reúne los recaudos
de ser uno del créditos enumerados en el art. 16 LCQ y goza de privilegio
general o especial, el acreedor podrá pedir su inclusión sin necesidad de
verificación previa del crédito y sin necesidad de contar con una sentencia
dictada en un juicio laboral de pleno conocimiento. Efectuada la solicitud, se
debe correr vista al síndico y al concursado para que opinen al respecto, y luego
de lo cual, el juez estará en condiciones de resolver.

El art. 16 de la LCQ prevé taxativamente cuáles son las únicas razones por las que el
juez concursal puede rechazar total o parcialmente un pedido de pronto pago. Estas
causales son: a) créditos de origen o legitimidad dudosos; b) créditos controvertidos y
c) connivencia dolosa entre el peticionario y el concursado.

La ley concursal en su artículo 16 LCQ, refiere que “en todos los casos la
resolución es apelable”1. Así, de configurarse alguna de las causales previstas de
rechazo, el juez dictará resolución denegatoria de la pretensión del acreedor. En
tal supuesto, el acreedor quedará habilitado para “iniciar o continuar el juicio
de conocimiento laboral por ante el juez natural”2 o bien, apelar dicho
resolutorio. Por su parte, el concursado, sólo podrá apelar en aquellos casos en
los cuales la resolución que admita el pronto pago vaya más allá de lo
denunciado en la presentación del art. 11, inc. 5° LCQ que concede un mejor
derecho.

1
Art. 16 – Ley N° 24.522 (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación.
2
Art. 16. Ley N° 24.522. Op. cit.
Continuación de acciones
Los procesos excluidos del fuero de atracción (ver art. 21 LCQ) luego de
obtenida la sentencia, deben igualmente verificar por ante el juez del concurso.
Así, el art. 56 LCQ, prevé que la sentencia obtenida en el juicio de conocimiento
no atraído y continuado debe ser objeto de verificación, pues vale como
"título verificatorio", o sea, como título que habilita la verificación.

De tal modo, el acreedor que transitó por ante otro tribunal distinto al concursal
puede verificar su acreencia en el concurso hasta un plazo máximo de seis
meses desde que quedó firme la sentencia, no considerándose tardía dicha
verificación a los fines de las costas. Es por ello, que a esta vía de insinuación se
la denomina “verificación tardía sin costas”. En orden al plazo de los seis
meses, la doctrina se divide, para algunos se trata de un plazo de
prescripción, para otros de caducidad.

Contratos con prestaciones recíprocas pendientes


El art.20 LCQ establece que el deudor está habilitado para optar por la rescisión
o continuación de los contratos con prestaciones recíprocas, según su
trascendencia para el normal desarrollo de la empresa. Si sólo el concursado
tiene que cumplir sus prestaciones y la contraparte ya cumplió la suya, al
acreedor solo le resta verificar su crédito; y si el concursado ya cumplió su
prestación, debe exigir del tercero por la vía ordinaria que cumpla la que
corresponde.

Las prestaciones que el tercero cumpla después de la presentación en concurso


preventivo, y previo cumplimiento de lo dispuesto en este precepto, gozan del
privilegio previsto por el artículo 240 LCQ.

Finalmente, ante la falta de decisión del deudor concursado de ejercer la opción


continuativa, el tercero contratante in bonis tiene la posibilidad de elegir el
cumplimiento o resolver el vínculo contractual cuando no se le hubiere
comunicado la decisión de continuarlo, luego de los treinta días de abierto el
concurso. Debe notificar al deudor y al síndico.

La caducidad del plazo en el concurso preventivo según el Código Civil y


Comercial (CCyC)

El art. 353 del CCyC prescribe: “… La apertura del concurso del obligado al pago
no hace caducar el plazo, sin perjuicio del derecho del acreedor a verificar su
crédito, y a todas las consecuencias previstas en la legislación concursal”3.
Así, del tenor literal de la norma se desprende que la apertura del concurso de
la deudora no conlleva a priori la caducidad de los plazos en relación a las
deudas pendientes de cumplimiento.

Esta norma generó profusa doctrina la que (en prieta síntesis) por una parte,
postula que la presentación en concurso del deudor no acarrea la caducidad de
los plazos, mientras que otro sector boga por la caducidad automática de

3
Art. 353 – Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.
aquéllos. Así, en comentario al mentado precepto se expusieron tesis
antagónicas, una que sostiene que no caducan los plazos por la apertura del
concurso preventivo (Macagno), y la otra, que entiende que se provoca la
caducidad del plazo de las obligaciones en el concurso preventivo (Graziabile,
2001).

Contratos de trabajo: derogación


La Ley N ° 26.684 derogó todo el sistema referido a los contratos de trabajo
y la suspensión de los convenios colectivos de trabajo, y eliminó los párrafos
4º, 5º, 6º y 7° del art.20 de la LCQ.

Servicios públicos
El art. 20 de la LCQ prevé que no pueden suspenderse los servicios públicos que
se presten al deudor por deudas con origen en fecha anterior a la de la
apertura del concurso; por el contrario, los prestados con posterioridad deben
abonarse a sus respectivos vencimientos y pueden suspenderse en caso de
incumplimiento, mediante el procedimiento previsto en las normas que
rigen sus respectivas prestaciones.

Asimismo, el mencionado artículo prevé que en caso de liquidación en la


quiebra, los créditos que se generen por las prestaciones mencionadas gozan
de la preferencia establecida por el art. 240.
Referencias
Graziabile, D. J. (2001). ¿Se produce el vencimiento anticipado de las obligaciones a
plazo en el concurso preventivo? DJ 2001-2-1163.

Ley N° 24.522 (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación.

Ley N° 26.086 (2006). Ley de Modificación de la Ley 24.522. Honorable Congreso de la


Nación.

Anda mungkin juga menyukai