Alejandra Guevara Herrán

TALLER AUDIOVISUAL EL GATOPARDO

1. La aristocracia y la burguesía han desempeñado desde siempre papeles antagónicos, el
surgimiento de la última implicó el entierro de la primera. Sin embargo, en el contexto en el
que se desarrolla El Gatopardo, en el reino italiano de Sicilia del siglo XIX, más
específicamente durante la revolución unificadora de Garibaldi en 1860, se muestra, por un
lado, a una pujante burguesía adinerada como el símbolo del cambio del antiguo régimen que
comienza a tomarse el poder político, pero que carece de la legitimidad y el prestigio del que
gozaba la aristocracia; mientras que, por otro lado, se muestra a una aristocracia decadente,
casi quebrada, que se rehúsa a abandonar su posición como clase privilegiada. Es decir, a
pesar de que la aristocracia y la burguesía representen papeles antagónicos, se necesitan
mutuamente, la burguesía pretende la legitimidad y el prestigio de la aristocracia, mientras
que la aristocracia, al verse casi derrotada, necesita ser asimilada por la burguesía para no
perder su estatus como clase distinguida y diferenciada, no puede permitirse quedar reducida
a una clase media desprestigiada y pobre.
En la película de Luchino Visconte, se ve cómo se entremezcla la religión, la cultura, la
política y la ciencia, se afectan entre sí y esto se ve reflejado en una multiplicidad de hechos
y costumbres presentes en la cinta. Se muestra a una aristocracia fuertemente vinculada con
la iglesia católica, sobretodo ideológicamente, lo cual se traduce en una cultura netamente
religiosa. Es por esto que el clero cumple una función vital en su estrecha relación con la
aristocracia, son los encargados de absolver sus pecados y de dirigir sus vidas mediante el
culto religioso, el cual se convierte en una parte importante del diario de vivir del aristócrata.
La religión penetra tan profundamente en la cultura y las costumbres que el comportamiento
y el pensamiento de los personajes se ve dominado por ella, se ve claro en la concepción del
príncipe acerca de que la Iglesia era la única eterna, y en la contradicción del mismo al
momento de pecar sin remordimientos porque su esposa era demasiado cristiana. De igual
forma, la política cumple un papel determinante en el acontecer de los hechos y en el actuar
de los personajes, el cambiante clima político que se vive durante toda la película afecta
directamente las reflexiones y actuaciones de todos. Por un lado, está la aristocracia
condensada en Alfonso y Fabrizio; Alfonso es un representante de la aristocracia en
bancarrota que pretende ostentar el poder político a toda costa, sin importar cuántas luchas
tenga que dar o con quién tenga que casarse, y cuyo pensamiento desde el principio era “si
queremos que todo quede como está, es preciso que todo cambie”, es la personificación del
ideal de caballerosidad perdido en pos de la conservación de su estatus. Fabrizio, por su parte,
es un representante de la aristocracia de antaño, quien, al principio se mostraba renuente a la
revolución garibaldina, pero que termina cediendo ante la insistencia de Alfonso tras la
instauración de una monarquía parlamentaria, que se concibe como la entrada de Italia en el
mundo moderno; sin lugar a dudas, prefiere la monarquía sobre la república, pero al final, se
da cuenta que las cosas verdaderamente han cambiado, que es el fin de los leones, que ha
llegado el tiempo de los chacales. La ciencia, en contraste, no tiene un protagonismo tan
evidente como la política, pero sí tiene relación con esta, la ciencia se convierte en un medio
para ser “digno” de hacer política, como queda bastante claro al momento de ser ofrecido el
puesto de senador al príncipe Fabrizio.
2. Aunque la película no hace mucho hincapié en los medios de vida de Don Fabrizio Salina,
se hace evidente que es un terrateniente que vive de la renta de lo que se produce en sus
terrenos, después de todo, es un aristócrata con muchos títulos nobiliarios. Además, al
principio de la película se muestran escenas de aparceros arando la tierra cercana al castillo
donde reside el príncipe.
3. La aristocracia tiene unas prácticas culturales bien definidas, comenzando por el culto
religioso que conforma una parte vital de sus vidas, dedican gran parte de su tiempo a rezar,
hacer devocionales, ir a la iglesia, visitar conventos, confesarse, y demás prácticas religiosas.
Tienen un especial gusto por el arte y la caza, por eso también invierten su tiempo leyendo
(sobretodo poesía), pintando cuadros, tejiendo, bailando (especialmente vals). Otra parte
esencial de sus prácticas culturales son las grandes fiestas y elegantes cenas donde reinan la
etiqueta y la danza, y donde, a su vez, se crea el ambiente propicio para hablar de política.
Hay que mencionar, además, la importancia que se le da al veraneo, el cual en la película se
da en Donnafugata y se cumple sin importar la revolución en marcha.
4. La trama principal de la película es, sin lugar a dudas, la decadencia de la aristocracia, la
cual se ve forzada a dar paso a la burguesía en los puestos de poder al entrar en el mundo
moderno. La película narra el ocaso de la estirpe del príncipe Fabrizio, el querer de la
aristocracia de mantener todo igual cambiando todo, pero el fracaso inminente con el que se
encuentra. Muestra la digna rendición total ante el poder económico y político que ahora
empuña la burguesía, y que se oculta bajo la implacable etiqueta característica de los
aristócratas, pero que se traduce en matrimonios hechos por interés, cuyo fin es prolongar la
existencia privilegiada de la aristocracia. Es el paso del reinado de los leones y leopardos, al
reinado de las hienas progresistas, faltas de prestigio y legitimidad ante el pueblo que, en el
caso particular de Sicilia, se encuentra dormido porque se cree perfecto.