y al que todos llegan, pero lo más importante es "cómo llegan" a esta etapa de la vida.
Una vez analizado este punto debemos ver "qué hacer..." para llevarla de la mejor forma posible
mejorando la calidad y esperanza de vida de nuestro fiel compañero.
Los perros y los gatos, que forman una parte importante de nuestra vida, viven cada vez más y mejor.
Una de las razones por las que viven ahora más tiempo se debe, por un lado, al gran avance que se ha
producido en la medicina veterinaria tanto en conocimientos como en medios diagnósticos y nuevos
tratamientos; pero quizás la razón más importante del aumento de la expectativa y calidad de vida de
nuestros pequeños amigos es el conocimiento que tienen sus dueños sobre la importancia de la
alimentación, manejo y aplicación de medidas de prevención (vacunas, desparasitaciones, chequeos,
diagnósticos preventivos...).
Se considera que perros y gatos entran en la 3ª edad según razas y tamaños como podemos ver en la
tabla adjunta. Pero el envejecimiento no aparece a una edad concreta ni con un tamaño concreto, sino
que está relacionado con unas variables como son el origen genético, el régimen de vida y cuidados que
ha recibido y especialmente la alimentación.
En general se acepta que un perro de raza grande entra en edad geriátrica a los 7 años y un perro de
raza pequeña o un gato a partir de los 10 años.
Queda por tanto claro que además de la variabilidad de la especie y el tamaño de la raza, "el cuidado de
las mascotas viejas empieza desde el nacimiento" ya que la alimentación y las medidas preventivas de
salud que adoptemos desde la infancia de nuestra mascota influirán definitivamente en la esperanza y
calidad de vida de sus últimos años.
Perros
Gatos
En definitiva, la vejez no es una enfermedad en sí, sino que es un periodo de la vida en el que los
órganos empiezan a manifestar las consecuencias del desgaste progresivo ocasionado por un
funcionamiento durante años.
A parte de estar en estrecha relación con tu veterinario, conviene que conozcas medidas prácticas para
ayudar a tu viejo amigo:
- Evita su acceso a superficies deslizantes en las que pueda patinar y caer.
- Si es posible coloca rampas en vez de escaleras.
- Aliméntale con la dieta comercial recomendada por tu veterinario.
- Eleva el plato de comida un poco por encima del nivel del suelo para facilitarle el comer y tragar.
- Divide la ración diaria en porciones más pequeñas y ofréceselas de forma más frecuente.
- Estimule a tu perro a dar paseos cortos pero frecuentes evitando las horas de más calor (ejercicio
moderado).
- Ayuda a tu perro a subir al coche o las escaleras si le cuesta hacerlo.
- No des de comer a los gatos en superficies altas si les cuesta subir.
- Presta mucha atención al estado de los dientes y la boca.
- Asegúrate de que tu mascota no pase en casa mucho tiempo y dale la oportunidad de hacer sus
necesidades más a menudo (a lo mejor algún amigo o vecino te puede ayudar).
- Si ha perdido vista y oído, los perros se adaptan bien siempre que no hagamos grandes cambios en su
entorno. Hay que sacarlo siempre atado a la calle (no dejarle nunca suelto para evitar accidentes).
- Cepilla regularmente el pelo y comprueba su aseo.
- Vigila el sobrecrecimiento de uñas para evitar roturas o que se encarnen.
- Lleva las vacunaciones y desparasitaciones al día ya que las defensas del animal viejo están
disminuidas.
Este conjunto de pruebas dará una visión global del estado de tu mascota que debe quedar detallado en
el informe que te entregará el veterinario. En dicho informe se detallan:
- Las conclusiones sobre el estado general del paciente.
- El régimen de vida que se le recomienda llevar desde esa fecha.
- La dieta alimenticia que debe seguir.
- El tratamiento médico o quirúrgico si fuera necesario.
- Otros procesos diagnósticos recomendados o necesarios que no están incluidos en el chequeo, pero
importantes para confirmar algún diagnóstico o descartar otras patologías sospechosas.
- Recomendaciones a seguir desde el chequeo hasta la próxima revisión.
El desarrollo que se ha producido en veterinaria permite, mediante pruebas diagnósticas precoces (análisis
de sangre, orina, heces, RX, ecografia,...), diagnosticar patologías en fases tempranas antes de que
aparezcan los síntomas asociados a ellas y sacar a la luz signos clínicos ocultos (dolor,..) y pudiendo
actuar de forma preventiva para evitar que estas patologías aparezcan o impedir o parar su avance,
mejorando la calidad y esperanza de vida de estos pacientes
Un buen chequeo geriátrico nos va a marcar el "mapa de ruta" que va a seguir el paciente en el tiempo
Nosotros consideramos por experiencia clínica que la edad ideal se encuentra entre los 7 y los 9 años (8
años), ya que no debemos olvidar el carácter preventivo y de diagnóstico precoz que tienen como
objetivo estos controles
Por regla general en un año de vida a estas edades se pueden producir muchos cambios en un paciente,
por lo que nosotros recomendamos como mínimo una revisión anual.
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El envejecimiento de las mascotas - perros y gatos
El proceso del envejecimiento representa una etapa del natural desarrollo de cada ser vivo. Durante esta
etapa se van consolidando cambios celulares, orgánicos y metabólicos que empiezan ya durante la madurez.
Dejando a parte los problemas de tipo físico y la mayor susceptibilidad a contraer enfermedades, el
envejecimiento se acompaña a cambios de comportamiento que en muchos casos representan un problema
por el propietario que debe saber interpretarlos y aceptarlos para asegurar al animal una calidad de vida
aceptable. Es evidente que los cuidados de un perro mayor deben adaptarse a su nueva condición y suponen
un cambio de mentalidad y hábitos del propietario en relación a las nuevas circunstancias.
Así la reducción de la capacidad auditiva y visiva hace que el perro sea menos seguro de si mismo, que
pueda reaccionar con miedo a algunos gestos porque no oye o ve con claridad lo que sucede. Muchos
animales beben o comen menos en relación a la perdida de olfato o de la percepción del gusto, pero
también en relación a la disminución del ejercicio físico.
Otro punto a tener en consideración es que un animal mayor puede volverse menos tolerante a ser
manejado, a los ruidos, a la presencia de muchas personas, sobre todo a los juegos de niños o de cachorros
demasiado invidentes. Esto, a parte de ser normal por la mayor sensación de cansancio relacionada con la
edad, puede deberse a situaciones de dolor subclínico, es decir, un dolor que el perro puede experimentar
al moverse o al ser manejado, o a un dolor crónico que puede padecer, sobre todo a nivel de huesos y
articulaciones. Por esta razón es importante someter al perro mayor, a chequeos veterinarios al menos
una vez al año, para detectar a tiempo posibles cambios en su salud física y pedir consejo al veterinario
sobre como manejar la situación.
En el animal anciano muchos cambios son progresivos y muy lentos, es probable que sea difícil poderlos
evidenciar y evaluar. Por esta razón es importante, cuando el perro llega a la edad madura o senil, realizar
al menos un chequeo veterinario al año.
Muchos autores han descrito sintomatologías diferentes que hoy en día se han agrupado en el llamado “
Síndrome de Disfunción Cognitiva ”. Se trata de una enfermedad con base degenerativa, con características
que recuerdan a los que en medicina humana pertenecen a la enfermedad de Alzhéimer.
En este síndrome, a parte la reducción del número de neuronas, se asiste a procesos inflamatorios
localizados, falta de riego sanguíneo, reducción de producción de algunos neurotransmisores
como serotonina y dopamiona.
Desgraciadamente, considerado el carácter degenerativo de la enfermedad, las curas que se pueden proponer
son paliativas y no resolutivas, aunque en algunos casos pueden mejorar la calidad de vida del perro.
Tiene Síndrome de Disfunción Cognitiva si:
• Está desorientado: puede perderse en sitios que frecuenta normalmente.
• Puede volverse agresivo: sobre todo si se intenta forzarlo puede reaccionar de forma agresiva, incluso sin
razones aparentes. Se debe cuidar sobre todo la relación del perro con los niños.
• Es apático: en muchos casos rechaza los estímulos o el juego y salir a la calle.
• Pierde la cognición del espacio: a veces intenta pasar forzosamente en espacios estrechos llegando a
quedar atrapado.
• Orina o defeca en lugares inapropiados.
• Presenta problemas de insomnio: puede dormir todo el día y quedarse despierto por la noche, reduce sus
horas de sueño, presenta sueño ligero o irregular.
• Pierde interés por loa compañía de su dueño: puede volverse indiferente y apático, no responde a las
provocaciones de juego ni obedece a las órdenes básicas.
Tener un abuelito en casa supone un cambio de hábitos de convivencia. Tenemos que cuidarle más, dejarle
mas tranquilo, cuidar más su alimentación y su salud.
¿Qué hacer? - ¿Podemos ayudar a un perro mayor para mejorar su calidad de vida?
La respuesta es sí.
El manejo del perro mayor debe adaptarse a los cambios que el envejecimiento conlleva. Pocos pequeños
gestos pueden ayudar a que la convivencia con nuestro viejo amigo no sufra un desgaste.
Salud
Cuidar al perro mayor implica mayor atención hacia su salud. Será importante aumentar los chequeos
médicos, las analíticas para controlar el funcionamiento de los órganos y aparatos. Será importante evaluar
la funcionalidad de los sentidos para interpretar comportamientos de inseguridad, miedo o mayor apego,
aunque los animales pueden vivir reemplazando la perdida parcial o total de un sentido con la agudeza de
otro.
Un examen neurológico evaluará posibles daños a nivel nervioso y la aparición de dolor que deberá ser
manejado correctamente para asegurar una buena calidad de vida al animal.
Por otra parte cuidar la alimentación es fundamental. Tratándose de procesos crónicos de envejecimiento,
podremos reducir su impacto proporcionando una alimentación equilibrada y rica en
antioxidantes y prebióticos que ayudarán a reducir el envejecimiento celular y en algunos casos a facilitar
la utilización de fuentes de energía más fáciles de captar por las células cerebrales. Podemos asesorarnos
sobre todos estos temas con nuestro veterinario de confianza.
Ejercicio
Un perro senior tiene la tendencia a reducir su actividad: pasa más tiempo durmiendo, se cansa más
rápidamente, a veces rechaza los paseos.
Es importante estimular una actividad física moderada, considerando que algún tipo de ejercicio no se
adapta a un perro senior y evitando un estrés perjudicial.
Correr o llevar al perro a pasear en horas en las cuales no haya un calor o un frío excesivo representan
medidas preventivas importantes, considerando el estado del perro más sensible a golpes de calor y a
resfriarse.
No debemos forzar el animal: si no quiere hacer algunos movimientos como sentarse o tumbarse, no quiere
subir o bajar las escaleras, puede ser que sea porqué tiene dolor y sufre de algún tipo de artrosis. También
podemos notar que se cansa más y en este caso sería oportuno controlar su función cardiaca.
Nutracéuticos y prebióticos se han demostrado útiles. Los más utilizados y estudiados son las vitaminas E
y C, el Beta-caroteno y el Selenio, la L - Carnitina y Ácido Alfa lipoico, vegetales ricos en antioxidantes.
En estos casos sería importante consultar con un experto del comportamiento que indicará las opciones
más adecuadas al caso y a la sintomatología del animal, pudiendo recurrir a terapias de tipo farmacológico.