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El bienestar subjetivo es un término psicológico y sociológico que indica la valoración que los seres

humanos tienen respecto a la satisfacción con la vida, la felicidad y sus capacidades afectivas[1] en la
medida que las características positivas de estos factores superen a las negativas, se estará hablando
de bienestar subjetivo en la población.
Este enfoque refiere que el crecimiento económico no es el único elemento para evaluar el bienestar de
las personas, diferentes estudios al medir la felicidad que sentían los ciudadanos en el mundo,
coincidieron en señalar que los habitantes pertenecientes a economías más prosperas no eran
necesariamente los que exponían un grado de felicidad mayor, es decir, un mayor ingreso no significa
necesariamente una mayor felicidad de los individuos[2]. Ejemplo de ello es el caso de Colombia quien
de acuerdo con el Barómetro Global de la Esperanza y la Felicidad 2012 realizado por la empresa Gallup
es el país donde más entrevistados (75%) dijeron sentirse felices con su vida[3] aun cuando los índices
de la inseguridad y desigualdad económica de este país son importantes.
¿Qué es el bienestar psicológico? El modelo de Carol Ryff
El bienestar psicológico es un concepto amplio que incluye dimensiones sociales, subjetivas y
psicológicas, así como comportamientos relacionados con la salud en general que llevan a las personas
a funcionar de un modo positivo.
Está relacionado con cómo la gente lucha en su día a día afrontando los retos que se van encontrando
en sus vidas, ideando modos de manejarlos, aprendiendo de ellos y profundizando su sensación de
sentido de la vida
La psicóloga Carol Ryff, desarrolló un modelo de bienestar psicológico formado por seis dimensiones,
 Autoaceptación. Es una de las características principales del funcionamiento positivo. Las
personas con una alta autoaceptación tienen una actitud positiva hacia sí mismas, aceptan los
diversos aspectos de su personalidad, incluyendo los negativos, y se sienten bien respecto a su
pasado. Las personas con baja autoaceptación se sienten insatisfechas contigo mismas y
decepcionadas con su pasado, tienen problemas con ciertas características que poseen y
desearían se diferentes a como son.
 Relaciones positivas. Consiste en tener relaciones de calidad con los demás, gente con la que
se pueda contar, alguien a quien amar. De hecho, la pérdida de apoyo social y la soledad o
asilamiento social aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad y reducen la esperanza
de vida.
Las personas que puntúan alto en esta dimensión tienen relaciones cálidas, satisfactorias y de confianza
con los demás, se preocupan por el bienestar de los otros, son capaces de experimentar sentimientos de
empatía, amor e intimidad con los demás y entienden el dar y recibir que implican las relaciones.
Las personas que puntúan bajo tienen pocas relaciones cercanas, les resulta difícil ser cálidos, abiertos
o preocuparse por los demás, están aislados o frustrados en sus relaciones y no están dispuestos a
tener compromisos o vínculos importantes con los demás.
 Propósito en la vida. Es decir, que tu vida tenga un sentido y un propósito. Las personas
necesitan marcarse metas y definir una serie de objetivos que les permitan dotar a su vida de
sentido. Quienes puntúan alto en esta dimensión persiguen metas, sueños u objetivos, tienen la
sensación de que su vida se dirige a alguna parte, sienten que su presente y su pasado tienen
significado, y mantienen creencias que dan sentido a su vida. Quienes puntúan bajo tienen la
sensación de que la vida no tiene sentido, de que no van a ninguna parte, tienen pocas metas y
no tienen creencias que aporten sentido a sus vidas.
 Crecimiento personal. Consiste en sacar el mayor partido a tus talentos y habilidades, utilizando
todas tus capacidades, desarrollar tus potencialidades y seguir creciendo como persona. Las
personas con puntuaciones altas en esta dimensión consideran que están en continuo
crecimiento, están abiertas a las nuevas experiencias, desean desarrollar su potencial y
habilidades, consideran que han ido mejorando con el tiempo y van cambiando de modos que
reflejan un mayor autoconocimiento y efectividad.
Quienes puntúan bajo tienen la sensación de estar atascados, no tienen una sensación de estar
mejorando con el tiempo, se sienten aburridos, desmotivados y con poco interés en la vida, e incapaces
de desarrollar nuevas actitudes, habilidades, creencias o comportamientos.
 Autonomía. Consiste en tener la sensación de que puedes elegir por ti mismo, tomar tus propias
decisiones para ti y para tu vida, incluso si van en contra de la opinión mayoritaria, mantener tu
independencia personal y tus convicciones. Las personas con mayor autonomía son más capaces
de resistir la presión social y regulan mejor su comportamiento desde el interior (en vez de ser
dirigidos por otros), son más independientes y se evalúan a sí mismas en función de estándares
personales. Las personas con baja autonomía están preocupadas por las evaluaciones y
expectativas de los demás y se dejan influir o guiar por ellas, toman sus decisiones en base a las
opiniones de los demás y se conforman ante la presión social, actuando y pensando en base a lo
que los demás esperan de ellos.
 Dominio del entorno. Hace referencia al manejo de las exigencias y oportunidades de tu
ambiente para satisfacer tus necesidades y capacidades. Las personas con un alto dominio del
entorno poseen una mayor sensación de control sobre el mundo y se sienten capaces de influir
en el ambiente que las rodea, hacen un uso efectivo de las oportunidades que les ofrece su
entorno y son capaces de crear o escoger entornos que encajen con sus necesidades personales
y valores. Las personas con bajo domino del entorno tienen problemas para manejar los asuntos
de la vida diaria, se sienten incapaces de mejorar o cambiar su entorno, no son conscientes de
las oportunidades de su entorno ni las aprovechan y piensan que no tienen ningún control sobre
su ambiente.
El bienestar psicológico en diferentes culturas
La definición de bienestar psicológico puede variar de una cultura a otra. Por ejemplo, en Estados
Unidos, como ocurre en occidente en general, se da un mayor énfasis a las emociones positivas y se
espera que la gente sienta y exprese muchas más emociones positivas que negativas, considerando las
emociones negativas como algo de lo que hay que librarse. En Japón, en cambio, ambos tipos de
emociones se expresan de forma moderada y la sociedad no empuja a las personas “a sentir
principalmente emociones positivas y no sentir muchas emociones negativas. En todo caso, se enseña a
sentir ambas, como hebras de una cuerda que están tejidas juntas”, explica Ryff.
Por este motivo, en Japón, la mezcla de emociones positivas y negativas predice una mejor salud que
en Estados Unidos. Y en Estados Unidos, las emociones negativas predicen una peor salud que en
Japón. Es decir, tanto el modo de expresar las emociones como su impacto en la salud están
determinados culturalmente.
Definición de Bienestar Social
En términos generales, la palabra bienestar permite designa aquel estado que atraviesa un individuo y
que se caracteriza por la satisfacción y la felicidad.
También es habitual que se use el concepto de bienestar para referirse a la situación económica cómoda
y holgada que dispone una persona y que por caso le permite mantenerse sin problemas y además por
ejemplo realizar viajes, compras de bienes, entre otros.
Ahora bien, en este sentido es importante destacar que en la percepción del bienestar tendrá mucho que
ver la subjetividad, es decir, no todos disponemos de los mismos gustos e inclinaciones y por tanto lo
que a alguien le reporte bienestar a otro puede no significarle lo mismo.

Por Bienestar Social se designa al conjunto de factores o elementos que participan a la hora de
determinar la calidad de vida de una persona y que en definitivas cuentas son también los que le
permitirán a esta gozar y mantener una existencia tranquila, sin privaciones y con un constante en el
tiempo estado de satisfacción.
Entre estos factores se incluyen, e incidirán casi de la misma manera, aspectos económicos, sociales y
culturales. Si bien es cierto que lo que se entiende por bienestar posee una importante carga subjetiva
que le imprimirá cada individuo con su propia y singular experiencia, porque es claro, lo que para uno es
bienestar para otro puede no serlo, existen factores objetivos para determinarlo y que son los que nos
permitirán hablar y distinguir cuando hay o no hay una situación de bienestar.
Entonces, básicamente, en la concepción del bienestar social se incluyen todas aquellas cosas que
inciden de manera positiva para que un sujeto, una familia, una comunidad, puedan alcanzar el objetivo
de tener una buena calidad de vida.
Un empleo digno, en el cual se respete la percepción de un salario acorde al trabajo, capacitación y
esfuerzo que se desempeña, más el merecido lapso de descanso que le corresponda a cada cual por ley
y por la tarea que realiza, recursos económicos para poder satisfacer las necesidades básicas como ser
de educación, vivienda, salud, tiempo de ocio y entretenimiento, son las principales cuestiones que nos
hablarán del bienestar o no en el cual vive una persona, una sociedad.
Existen diversas maneras para medir el bienestar, desde un punto de vista estrictamente económico,
porque sin dudas más allá de cualquier tipo de consideración, a favor o en contra, es lo que nos
permitirá acercarnos al logro de una situación de bienestar global en la que se incluyan todos los otros
aspectos, el social, el cultural, entre otros, el Producto Interior Bruto (PIB) de una Nación será el que
asociado con el nivel de distribución de la riqueza al cual haya llegado dicha sociedad, nos dirá si hay o
no bienestar, porque un alto PIB con una real distribución en materia de riqueza, provocará que el
bienestar este extendido en la sociedad, pero si por el contrario, el PIB no es significativo y la
concentración de la riqueza en unos pocos es lo que manda, entonces, no podremos hablar de bienestar
en la sociedad en cuestión.
Asimismo, los índices de precios, las canastas básicas, bien medidos, claro está, no los dibujos que
muchos gobiernos hacen para favorecer sus gestiones y el índice de desempleo de una Nación, nos
permiten saber del bienestar o no que existe en una sociedad. Porque por ejemplo, si en un determinado
país, las estadísticas oficiales, nos dicen que una familia tipo (matrimonio y dos hijos) puede vivir con $
2.000 mensuales, nos permitirá saber cuántas familias disponen de bienestar y cuántas no, porque
fácilmente quienes no dispongan de ese valor en su bolsillo cada mes no dispondrán del mencionado
bienestar, tocando la carencia.
Pero también y ya saliéndonos de lo estrictamente económico, hay otras formas para determinar el
bienestar de una comunidad: la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización, la cantidad de
libros que se publican al año, el número de personas que pueden acceder a la Universidad, la
disponibilidad que existen de algunos bienes de consumo considerados no dentro de las necesidades
básicas, como ser una computadora, un teléfono celular, entre otros.
En tanto, el responsable máximo que tendrá en sus manos que una sociedad logre el tan ansiado
bienestar es el estado, quien, mediante diversas políticas y medidas tendientes a corregir los vicios y las
inequidades que se suscitan, promueva el bienestar para cada uno de los habitantes de la nación y por
eso, además, tendrá la exigencia de él mismo poder generar y multiplicar riquezas.
Distribuir eficientemente la renta y promover el desarrollo de servicios públicos que les garanticen a las
personas la resolución de temas básicos como ser la salud y de manera gratuita, por supuesto que
contribuirán ampliamente a implantar un contexto de bienestar social.
Teoria de Maslow

TEORÍA DE LA PIRAMIDE DE MASLOW


La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica propuesta
por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human
Motivation) de 1943, que posteriormente amplió. Obtuvo una importante notoriedad, no sólo en el campo
de la psicología sino en el ámbito empresarial del marketing o la publicidad. Maslow formula en su teoría
una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más
básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más
elevados (parte superior de la pirámide
La idea básica es: sólo se atienden necesidades superiores cuando se han satisfecho las necesidades
inferiores, es decir, todos aspiramos a satisfacer necesidades superiores. Las fuerzas de crecimiento
dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las
necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:
Necesidades básicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referentes a la supervivencia):
· Necesidad de respirar, beber agua (hidratarse) y alimentarse.
· Necesidad de dormir (descansar) y eliminar los desechos corporales.
· Necesidad de evitar el dolor.
· Necesidad de mantener la temperatura corporal, en un ambiente cálido o con vestimenta.
Necesidades de seguridad y protección
Surgen cuando las necesidades fisiológicas están satisfechas. Se refieren a sentirse seguro y protegido:
· Seguridad física (asegurar la integridad del propio cuerpo) y de salud (asegurar el buen funcionamiento
del cuerpo).
· Necesidad de seguridad de recursos (casa, dinero, automóvil, etc.)
· Necesidad de vivienda (protección).
Necesidades sociales
Son las relacionadas con nuestra naturaleza social:
· Función de relación (amistad, pareja, colegas o familia).
· Aceptación social.
Necesidades de estima
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.
· La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como
confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.
· La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio,
reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
· La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima e ideas de inferioridad. El tener
satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional, que
tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización.
· La necesidad de autoestima es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye en
el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito que siempre ha soñado, o
en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus propios medios.
Autorrealización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación de
crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías, y es a
través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el
desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido
alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto.

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