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94 A C T U A C I Ó N UN EL SISTHMA ACUSATORIO I'l.

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tía descubrir una estrategia que en ese momento no debía tre los medios para efectivizar su comparecencia. Ahora
quedar al descubierto. bien, si estuviesen debidamente notificados, y a pesar de
Toda otra cuestión atinente a la constitución del t r i b u - ello no han comparecido, puede solicitarse que el t r i b u n a l
nal, como la de una causa de recusación que hubiese surgi- que reitere la citación o que sean conducidos por la fuerza
do con posterioridad a la citación a j u i c i o , debe ser plan- pública, en último caso. Es usual que el t r i b u n a l fije el día
teada ahora (p.ej., que de declaraciones a la prensa p o r en que deberán declarar los remisos y que asegure su com-
parte de uno de los jueces, con posterioridad a la citación a parecencia con apercibimientos concretos.
j u i c i o , aparezca explícito el sentido de su voto). Respecto de los documentos -cualquiera que sea su na-
Del m i s m o modo si hubiera cuestiones de competencia turaleza- que, habiendo sido solicitados por las partes, aún
por razón del territorio que, en realidad son altamente i n - no hayan sido presentados, a pesar del requerimiento del
frecuentes en este momento procesal, pero que pueden dar- t r i b u n a l , éste es el momento de reiterar su presentación,
se, como es el caso de la unión y separación de juicios en quedando siempre la posibilidad de insistir durante el trans-
esta etapa. curso del debate. Ésta es la o p o r t u n i d a d f o r m a l de reali-
Distinto es el caso de la admisibilidad de testigos. Si zar el planteo, para luego reiterar el pedido sobre la base
el testigo ha sido a d m i t i d o sin que se cumplan los requisi- de lo que el tribunal resuelva a su respecto en las cuestio-
tos de admisibilidad, la parte tiene esta o p o r t u n i d a d para nes preliminares.
plantear su exclusión. E l caso más común es el del testigo Una vez planteada la cuestión preliminar, el t r i b u n a l
que ha sido ofrecido sin indicación de los hechos sobre los deberá sustanciar brevemente el pedido y dará vista a las
cuales habrá de ser interrogado o que lo ha sido para res- partes para que opinen a su respecto. Como es probable
ponder abstractamente sobre los hechos de la causa. Si así
que haya quien quiera ocupar más tiempo que el necesario
fuere su ofrecimiento, y el t r i b u n a l lo ha aceptado en el
en una incidencia de este tipo, suele ser prudente, por par-
momento de dictar el auto de prueba, las partes pueden pe-
te del t r i b u n a l , fijar el tiempo de exposición conforme a la
d i r ahora que se resuelva su exclusión por haber sido erró-
naturaleza y conTplejidad de la cuestión. Hemos estado en
neamente a d m i t i d o . Esta situación es frecuente; los có-
digos requieren que, cuando se ofrezca u n testigo nuevo debates con gran cobertura periodística, en los que cuestio-
-para medir su pertinencia-, se diga sobre qué se pretende nes elementales, que no podían tener una sustanciación su-
interrogarlo. No es suficiente decir que va a ser investiga- perior a los quince minutos, llevaron horas, exclusivamente
do por los hechos de la causa; lo que es obvio, pues de lo ocupadas por el pretendido lucimiento personal de los abo-
contrario será inadmisible por falta de pertinencia. Es ne- gados ante la prensa.
cesario señalar el o los puntos iniciales, aunque esto no l i - Si fueren varias las cuestiones, el tribunal podrá consi-
mite luego el interrogatorio. Es posible que haya sido m a l derarlas sucesivamente y podrá diferir alguna, especialmen-
a d m i t i d o y la última ocasión para excluirlo es ésta. E n te cuando el i n f o r m e de secretaría respecto de la localiza-
verdad, la mejor ocasión es en el momento en que nos no- ción de un testigo, la contestación de u n i n f o r m e o la
t i f i c a n el auto de prueba, con lo que nos enteramos del remisión de u n documento aún no se haya formalizado por
defecto y el t r i b u n a l puede c o r r e g i r de i n m e d i a t o sin ne- cuestiones burocráticas. E n estos casos el t r i b u n a l de ordi-
cesidad de convocar el testigo al debate. Pero también nario difiere la resolución; sobre todo si el debate se desa-
las cuestiones sobre la comparecencia e i n a d m i s i b i l i d a d r r o l l a en audiencias sucesivas, en cuyo transcurso puede
de los testigos forman parte - p o r lo general- de estas cues- verse satisfecho el pedido de las partes.
tiones preliminares.
Si la cuestión es compleja, o para decidirla el tribunal
E n cuanto a la incomparecencia de testigos, peritos e entiende necesario realizar el debate, va a diferir su resolu-
intérpretes, las partes pueden solicitar al t r i b u n a l que arbi- ción en la sentencia.

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