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CAPÍTULO IV

ETAPAS DEL NUEVO PROCESO PENAL


1. INTRODUCCIÓN
El derecho procesal penal es el conjunto de normas legales, necesarias, para la aplicación de
las consecuencias jurídicas previstas en el derecho penal material. De esta forma, el derecho
procesal penal regula la actividad procesal para la determinación en concreto de la
responsabilidad penal y la imposición de las penas.
Por lo tanto, el proceso penal, como único instrumento para imponer una resolución penal,
no debe desarrollarse de cualquier modo, sino ordenadamente0325, pues como señala BINDER,
muchas de las garantías y principios que pueden presentarse en las bases del proceso penal
podrían verse distorsionadas por la estructura incorrecta de las mismas, ya que la organización
y principios básicos, muchas veces sucumben ante las reglas de organización procesal.
Es así que, dentro del proceso penal implementado por el NCPP 2004, encontraremos
etapas que cumplirán, respectivamente, una finalidad específica; en primer lugar,
podemos encontrar a la etapa de investigación preparatoria cuya función principal es
asegurar todo cuanto condujere a la comprobación de un hecho presuntamente ilícito y a
la identificación de quienes hayan participado, para que el órgano público de persecución
penal pueda decidir si formula acusación en contra de una determinada persona o solicita
sobreseimiento; como segunda etapa, encontraremos a la fase intermedia donde se critica,
analiza y controla el resultado de la investigación y se realiza el control de la acusación o
del sobreseimiento; y, como tercera etapa tenemos al Juicio Oral, etapa central del
proceso, donde se lleva a cabo la audiencia central y se evidencia en todo su esplendor
los principios del sistema acusatorio y del juicio oral propiamente dicho.
Pero por qué el NCPP ha decidido implementar 3 etapas bien definidas como estructura
del proceso, cuál es la causa de esto. Pues bien, la respuesta nos la proporciona BINDER,
quien señala que toda organización del proceso penal responde a una lógica, que es la
lógica de la organización del proceso, la cual no es una mera racionalidad guiada por el
principio de eficacia administrativa, ni mucho menos una simple tramitación de
expedientes, sino que la lógica del proceso penal responde al tratamiento de conflictos
humanos y como tal está orientada a sus consecuencias "prácticas", es decir, a las
consecuencias que se producen en la solución o en la "redefinición" de ese conflicto(334\
Es en ese sentido que el NCPP ha diseñado una estructura de procedimiento penal en
consonancia con las garantías y principios que exige un Estado de derecho y teniendo en
cuenta que el proceso penal debe ser estructurado de tal manera que se provoque la menor
lesión de los derechos fundamentales de las personas sujetas a la persecución penal, y que
a lo largo del proceso se deben encontrar amparados por el principio de presunción de
inocencia. Encontrando por fin el legislador, con el NCPP 2004, un equilibrio armónico
entre la tan mentada eficacia y la garantía que tanto se anhela en un sistema democrático
y que ha sido adoptado por nuestro modelo acusatorio adversarial.
2. LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
Uno de los grandes cambios que ha traído el proceso de reforma lo constituye la etapa de
Investigación Preparatoria. En la estructura del Nuevo Proceso Penal, la etapa de
investigación dejará de estar en manos del Juez Instructor y pasará a constituirse en la
función esencial del Ministerio Público'335', quedando el juez como un tercero imparcial
que controlará los actos de investigación, de ahí que se le denomine juez de garantías.
Esta fase procesal comienza cuando la Policía o el Ministerio Público tienen
conocimiento de la presunta comisión de un delito. En general la denuncia proviene de la
víctima o de un tercero, pues, no es frecuente que la policía tenga conocimiento del hecho
por otro medio distinto de la denuncia, aunque es posible, por ejemplo, cuando presencia
la comisión de un delito.

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Esta etapa, a su vez, presenta dos sub-etapas:(336) las diligencias preliminares y la
investigación preparatoria propiamente dicha. En ese orden de ideas, establece la
Casación 02-2008 La Libertad, que la investigación preparatoria tiene un plazo de 120
días naturales, prorrogables por única vez hasta por un máximo de 60 días simples,
mientras que las diligencias preliminares, a pesar de formar parte de la investigación
preparatoria tienen un plazo distinto, esto es, de 20 días naturales, sin perjuicio de que el
fiscal pueda fijar un plazo distinto según las características, la complejidad y
circunstancias de los hechos objeto de investigación.
Finalmente, tratándose de investigaciones complejas se establece un plazo de ocho meses
y la prórroga del plazo es por igual tiempo y deberá concederla el Juez de la investigación
preparatoria; pues, como veremos más adelante, si bien se le otorga la dirección de la
investigación al Fiscal y este a su vez es parte en el proceso, como equilibrio a esa facultad
de investigación que se le otorga, se crea la figura del juez de garantías, quien es el
encargado de velar por el respeto y protección de los derechos fundamentales, así como
de la legalidad de la investigación
2.1. Generalidades
2.1.1 Finalidad de la Investigacion Preparatoria
Según lo señalado por el inciso Io del Art. 321° del NCPP, la investigación preparatoria
persigue reunir los elementos de convicción, de cargo y de descargo, que permitan al
Fiscal decidir si formula o no acusación y, en su caso, al imputado preparar su defensa.
Al respecto, es precio aclarar, tal como señala MONTERO AROCA(338), que la finalidad de la
investigación preparatoria no es preparar sólo la acusación sino que la actividad
preliminar debe servir tanto para lo que determina la inculpación como para lo que la
excluye, es decir, debe servir para preparar tanto la acusación como la defensa.
Y, si bien el NCPP ha regulado en este sentido la finalidad de la investigación, existe aún
una norma que sería contraria a la finalidad descrita por el legislador, nos referimos a la
acusación directa. Esta contradicción se manifiesta al analizar el Art. 336° inciso 4 del
NCPP, que posibilita al Ministerio Público formular directamente acusación cuando
considere que las actuaciones realizadas en las diligencias preliminares establecen la
suficiencia de la existencia de la comisión de un delito. Es decir, que ni siquiera se ofrece
al acusado la posibilidad de alegar que su defensa no está preparada para oponerse a la
acusación porque en el procedimiento preliminar no se han practicado las diligencias
tendentes a averiguar lo que le favorece.
El legislador, en este supuesto, limita la finalidad de la investigación preparatoria a
"preparar sólo la acusación", olvidando que las actuaciones del Ministerio Público se
rigen por el principio de objetividad; es decir, que el fiscal investiga "los hechos
constitutivos del delito, los que determinen la participación culpable y los que acrediten
la inocencia del imputado".
En conclusión, el fiscal no sólo está obligado a indagar aquellos hechos relacionados con
su propia estrategia de investigación^39', sino también los solicitados por el imputado y
su abogado defensor con el objetivo de excluir su responsabilidad penal.
En resumen, podemos señalar que la investigación preparatoria persigue dos finalidades
principales: preparar el juicio oral(340) y/o evitar juicios innecesarios(34,), a través de una
actividad investigativa, esto es, indagando para tratar de llegar al cabal conocimiento de
los hechos y de las personas que en ellos participaron, consignando todas las
circunstancias tanto adversas como favorables al imputado.
Finalmente, tal como señalan DUCE y RIEGO(342) cuando explican los objetivos que se
pretenden alcanzar al término de esta etapa con el nuevo modelo acusatorio, la
investigación preparatoria cumple también otros propósitos, los cuales son: la
racionalización de la carga de trabajo del sistema y la protección de la víctima.

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En cuanto a la racionalización de la carga de trabajo, es un objetivo que debe cumplir la
etapa de investigación preparatoria, entendiéndose por ello la necesidad de seleccionar
casos más complejos y más variados que un sistema moderno pueda investigar
razonablemente y en donde se hace necesario el proceso penal para dirimir el conflicto y
cuando no es posible adoptar salidas alternativas de solución de conflictos compatibles
con el nuevo modelo procesal penal. En conclusión, esta finalidad no es más que una
exigencia del modelo acusatorio para que pueda funcionar razonable y eficazmente un
sistema penal.
En ese sentido, debemos ser conscientes que si bien el juicio oral representa la etapa
estelar del proceso penal acusatorio, el sistema no puede pretender que todos los casos
que lleguen a los órganos de administración de justicia alcanzarán instancia, pues
pretender sostener ello va contra la capacidad del sistema, además que resultaría un costo
excesivo para el Estado y un sufrimiento innecesario para el imputado, si existen casos
en los que se puede legítimamente acceder a otros medios alternativos de solución de
conflictos, como la aplicación del principio de oportunidad o los acuerdos reparatorios; y
utilizar los recursos del Estado para perseguir delitos de mayor envergadura.
El otro objetivo que se pretende alcanzar en esta etapa es la protección de las víctimas, es
decir, proteger sus intereses en el delito y, esto solo será posible mientras más se les
permita participar en el proceso, lo que corresponde principalmente a los fiscales porque
si bien ellos tienen el ejercicio de la acción penal en los casos de delitos perseguibles
públicamente, esto no quiere decir que las víctimas no participan en el proceso, en este
nuevo sistema la víctima tiene derecho a estar informada de los avances de la
investigación, a constituirse en parte civil y participar en todas las actuaciones e impugnar
las resoluciones que le causen agravio(343).
Pero esencialmente el objetivo central de la investigación preparatoria es, como ya lo
señalamos, la preparación del juicio y de la defensa para lo cual debemos obtener pruebas
suficientes que permitan sostener una acusación o de lo contrario un sobreseimiento, es
la etapa donde se debe recopilar toda información que permita acreditar la acusación en
el juicio oral y la correspondiente defensa del imputado, es más que nada una etapa que
prepara a los actores para el juicio oral, sin olvidar también otros objetivos centrales de
esta etapa como son la selección de casos que van a permitir funcionar al sistema dentro
de los parámetros de eficiencia y calidad mínimamente razonable.
2.1.2 Direccion de la investigacion preparatoria
En el C de PP de 1940 la dirección de la investigación estaba en manos del Juez, quien
era un Juez instructor, pero esto cambia radicalmente con el NCPP, pues el director de la
investigación es el Ministerio Público, teniendo el juez la verdadera función que le
corresponde, esto es, el ser un tercero entre las partes y controlar la constitucionalidad de
la actividad de investigación.
Los actos de investigación y su respectiva regulación dependen de cada código procesal
penal y del sistema que adopte cada uno(344), lo que a su vez tiene que ser acorde con los
principios recogidos por su correspondiente Constitución. Así el NCPP y su
correspondiente sistema acusatorio, han colocado en manos del Ministerio Público la
investigación del delito y el ejercicio de la acción penal. Este papel protagónico del
Ministerio Público concuerda sin duda alguna con la idea de un proceso contradictorio,
imparcial y con igualdad de armas(345), acorde con el inciso 4 del Art. 159° de la
Constitución Política del Perú que atribuye al Fiscal la conducción de la investigación
desde su inicio; garantizando de esta forma una separación de funciones y la vigencia del
principio acusatorio, respetuoso del debido proceso y el derecho defensa.
Ahora bien, es importante tener en claro que, la dirección de la investigación, ahora en
manos del Ministerio Público y ya no en el Juez de Instrucción, no se trata de un mero

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cambio de actores, tal como lo señala MENDAÑA(346), debemos tener en claro que los
fiscales no pueden hacer lo mismo que antes hacían los jueces, sino que deben investigar
de manera distinta, pues la transformación del modelo debe implicar además de
lasustitución de actores, un cambio en la concepción de la investigación. En ese sentido,
la investigación del nuevo modelo pasa necesariamente por darle a la investigación un
verdadero carácter preparatorio de juicio, lo que exige concretarla con mayor rapidez y
agilidad que en la actualidad, asumiendo que sus resultados tienen principalmente un
valor informativo y no un carácter probatorio dejando atrás la actividad lineal, ritualista,
rígida y muy formalizada.
Asimismo, siendo que la persecución de los delitos es de capital interés y trascendencia
para la colectividad, las personas jurídicas, individuales o colectivas, tienen la obligación
de cooperar con el Ministerio Público, con lo que se obtendrán mejores resultados en
beneficio de la sociedad(347).
Finalmente, es necesario acotar que el Ministerio Público debe realizar la investigación
del delito siempre de manera objetiva y completa, es decir, no puede por razones
estratégicas, ocultar hechos relevantes que hubiere descubierto, ni tampoco pruebas que
den resultados diversos a su acusación o que afecten su teoría del caso.
Esto se sustenta porque si bien el Ministerio Público es el que tiene la dirección de la
investigación y el monopolio del ejercicio de la acción penal, en los delitos de persecución
pública, lo que está enjuego es el interés general y no de un particular como podría ser el
caso del abogado defensor y porque si bien los medios que ha dispuesto el Estado en pro
del interés general son para alcanzar la verdad y la aplicación de la ley penal, esta se debe
alcanzar respetando los derechos constitucionales del imputado; en el caso en concreto,
el derecho de defensa regulado expresamente en el Art. 139° inciso 14° de la Constitución
Política del Perú, así como en el Art. IX del Título Preliminar del NCPP.
En resumen, la investigación estratégica del fiscal, ya no debe ser nunca más selectiva,
su papel de defensor de la sociedad implica una tarea de inclusión en su trabajo, de
recabando las pruebas de la inocencia del imputado.
2.1.3 Función del Juez de la investigación preparatoria
El Juez de la investigación preparatoria tiene la función de controlar la investigación,
atender ante la afectación de un derecho fundamental y prestar tutela cuando lo requieran.
Así, el Juez de esta etapa, actúa a solicitud del fiscal, cuando se requiere una decisión
jurisdiccional, es decir, interviene cuando el Ministerio Público requiere la adopción de
una medida coercitiva'348'.
Pero su intervención no solo se limita a este acto, sino que también interviene a petición
de parte, por ejemplo, para controlar el cumplimiento del plazo en las condiciones fijadas
por el NCPP; es decir, cuando en el caso de delitos complejos - entiéndase por ello delitos
contra una pluralidad de procesados o delitos en los que exista una pluralidad de
agraviados y delitos que demanden más de 20 días para su investigación- considere que
el Fiscal ha fijado un plazo excesivo e irracional y pese a habérsele solicitado el término
de la investigación preliminar o la disposición que corresponda, el fiscal no acepta la
solicitud del agraviado, entonces este puede recurrir al Juez de la investigación
preparatoria en el plazo de cinco días instando su solicitud, y el Juez resolverá previa
audiencia con la participación del Fiscal y del solicitante, en esta etapa el juez actúa como
garante y si es necesario realizará la audiencia de control de plazo.
Como se aprecia, en esta etapa, el juez de la investigación preparatoria puede intervenir
para tutelar los derechos fundamentales, su actuación está encaminada a actuar como
órgano de garantía y tutela de la persona afectada ante cualquier vulneración. Tal corno
lo señala BINDER(349), un sistema acusatorio por más extremo que sea, siempre va establecer
un control del juez, todos los sistemas establecen eso, la etapa preparatoria no es sólo la

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investigación a cargo del Ministerio Público, siempre hay control y dirección del juez en
algún sentido.
En el mismo sentido señala GIMENO SENDRA con acierto que otorgarle al Ministerio Fiscal
la dirección de la investigación no conlleva a la desaparición del juez de instrucción, sino
que solo reduce sus competencias a funciones estrictamente jurisdiccionales; de esta
forma señala el autor que, el Juez de la instrucción conserva toda su competencia en todo
lo relativo a la adopción de medidas limitativas de derechos fundamentales, medidas
cautelares y actos de prueba instructora anticipada y preconstituida(350).
En conclusión, se puede señalar que el NCPP 2004 otorga al juez de la investigación
preparatoria una función bien delimitada, como órgano jurisdiccional encargado del
control de la investigación dirigida por el Fiscal y como único autorizado para restringir
derechos y adoptar las medidas coercitivas que el Fiscal requiera, quitándole toda facultad
de intromisión en la investigación cuya dirección corresponde únicamente al Ministerio
Público.
Finalmente, podemos señalar que la actuación del Juez, en esta etapa, encuentra su
fundamento en la necesidad de las decisiones jurisdiccionales, pues solo pueden ser
dispuestas por el Juez de la investigación preparatoria, en tanto suponen la restricción de
derechos fundamentales.
2.1.4 Reserva de la investigacion preparatoria
La investigación, a diferencia del juicio oral no es pública, pues en el juicio oral rige la
publicidad extra-partes, es decir, cualquier ciudadano puede enterarse de cómo se lleva
un proceso, cumpliendo así los fines del principio de publicidad, lo que no sucede en la
investigación preparatoria donde la publicidad es relativa o inter-partes, es decir que el
conocimiento sobre los actos de investigación y sus resultados está limitado sólo a quienes
son parte en ella o en palabras del NCPP, está reservada sólo para conocimiento de las
partes.
En concordancia con el Art. 324° del NCPP 2004, las actuaciones de la investigación
pueden ser examinadas por el imputado, o por la parte que tenga interés en el resultado
de la misma de manera directa o a través de sus abogados debidamente acreditados en
autos, salvo cuando el conocimiento de determinado acto procesal pudiera entorpecer la
investigación, caso en el cual el Ministerio Público puede disponer la reserva parcial de
ellos por decisión de los fiscales y por un lapso no mayor de 20 días. Asimismo, la
decisión que declara la reserva de determinado documento o acto de investigación podrá
ser revisada por el juez de garantía05'^
Es necesario precisar que el Ministerio Público, excepcionalmente, podrá reservar a las
partes procesales algún acto de investigación mas no toda la etapa de investigación esto,
a diferencia de la reserva que se da a terceros, a quienes por considerarse extraños al
procedimiento se les reserva toda la investigación preparatoria. El legislador ha querido
ser cuidadoso en este aspecto, señalando que el abogado que recibe copia de algún acto
de investigación está obligado a mantenerlo en reserva, bajo responsabilidad
disciplinaria; y si reincidiera se notificará al patrocinado para que lo sustituya en el
término de dos días de notificado, si no lo hiciera, se nombrará uno de oficio.
2.1.5 Caracter de las actuaciones de la investigacion
Como ya se señaló, la finalidad de la investigación preparatoria es preparar el juicio oral
siempre que existan elementos suficientes para ello. Es decir, desde la óptica del
Ministerio Público, la investigación preparatoria tiene como objetivo adquirir elementos
de convicción sobre el caso, en cuanto la acreditación de los hechos, la identificación de
sus autores, los elementos de descargo, etc. Y, en el caso del imputado, preparar su
defensa y/o aportar los elementos que puedan acreditar su inocencia.

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De ahí que el NCPP 2004, señala que las diligencias preliminares y de la fase de
investigación preparatoria solo sirven para emitir las resoluciones propias de la
investigación y de la etapa intermedia; es decir, constituyen elementos de convicción para
que el fiscal expida un requerimiento de acusación y se instale una audiencia
contradictoria con el abogado del acusado para que el juez pueda decidir si inicia o no el
juicio oral, pues también se podría resolver el archivo definitivo del proceso por
presentarse una exención de responsabilidad penal del artículo 20 del Código Penal, o
porque no existen elementos de convicción de un delito o de la responsabilidad del
imputado que justifiquen la realización del juicio oral.
En resumen, los actos de investigación no son actos de prueba, entonces no sirven para
condenar, salvo los casos de prueba preconstituida o anticipada, que se acepta por
excepción siempre que quienes las prestaron concurran al juicio oral para examinarlos
(pues el papel no habla, no puede ser interrogado ni se ruboriza, la sola lectura sin que se
pueda interrogar a sus intervinientes, no es suficiente).
Esta regulación por nuestro nuevo código(352) es importante porque antes no se
diferenciaba los actos de investigación de los actos de prueba, habiéndose llegado a
condenar solo con los primeros. Lo que se corrobora al haber examinado 100 sentencias
de las Salas Penales Superiores de Lima del primer trimestre del año 2004 y concluirse
que solo en el 13% de los casos, se produjeron pruebas en el juicio oral, o sea que el 87%
se sentenció sin que la prueba se produzca en dicha fase del proceso, con todas las
garantías que en teoría ello tiene, como son: principio acusatorio, oralidad, inmediación,
publicidad, contradicción, identidad física del juzgador, unidad y continuidad de las
audiencias, concentración y presencia del acusado y su abogado defensor^535.
El proceso penal ordinario, vigente aún en la mayoría de distritos judiciales del Perú,
como Lima, se encuentra dividido en dos etapas: la etapa de instrucción y la de
juzgamiento. En ambas etapas, los sujetos procesales introducen hechos. Así, durante la
investigación, ya sea a nivel preliminar -ante la policía o ante el Fiscal- o a nivel de la
etapa de instrucción, los actos de aportación de hechos tienen por objeto determinar las
condiciones en que se habría realizado el delito e identificar a su presunto autor, en
perspectiva, a reunir y resguardar la información que de fundamento a la acusación y
asegurar la presencia del imputado a juicio. Esta etapa se caracteriza por ser de forma
escrita, secreta, sin inmediación y sin contradicción. En cambio, en la fase de
juzgamiento, la aportación de hechos no tiene dicha finalidad, sino que se reconoce que
ésta debe tener como exclusiva función formar la convicción necesaria para que la Sala
dicte sentencia.
Pese a ello, el Código de Procedimientos Penales no distingue entre actos de investigación
y actos de prueba, incluso existen múltiples disposiciones que confunden dichos
conceptos, por ejemplo los artículos 62°, 72° y 280° otorgan el valor de elementos
probatorios a las actuaciones procesales o diligencias realizadas con anterioridad al
Juicio. Los articulo 62° y 72° otorgan valor probatorio a actuaciones procesales realizadas
en la investigación preliminar, siempre que esté el Fiscal Provincial y el Abogado
defensor y no sean cuestionados judicialmente, mientras que el Art. 280° hace lo mismo
con las actuaciones realizadas a nivel de instrucción, calificándolas como actos de prueba.
La anterior regulación del CdePP 1940 constituye, sin lugar a dudas, una afectación al
orden constitucional porque para que un acto adquiera la calidad de prueba tiene que
haber sido realizado bajo la vigencia de los principios de inmediación, contradicción,
oralidad y publicidad, que son consustanciales a la etapa de juzgamiento. En los sistemas
procesales, como es el caso del modelo adoptado por el código de procedimientos penales,
la conversión automática en "prueba", de los elementos reunidos en la investigación, sin
que estos sean producidos directamente en el juicio y en base a los cuales se dictan

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sentencias, significa, en buen romance, prescindir del juicio previo, es decir, dictar
sentencias inconstitucionales.
De manera más crítica se pronuncian DUCE Y RIEGO cuando señalan que "si nos viéramos
en la necesidad de explicar muy sintéticamente la diferencia entre un sistema inquisitivo
o con componentes inquisitivos importantes, en cualquiera de las modalidades en que
estos se han dado en los países de esta tradición, y uno acusatorio sin estos componentes,
se podría sostener que en el primero siempre existe una marcada importancia del sistema
de instrucción en el conjunto del sistema procesal, en perjuicio de la etapa de juicio o
debate; en tanto que en el segundo podemos observar que la etapa de preparación tiene
muy poca relevancia, es más corta y menos regulada, por cuanto el núcleo del proceso,
su aspecto más relevante y de hecho el que toma más esfuerzos, está constituido por el
Juicio Oral, en cualquiera de las modalidades que estos modelos se haya definido", con
lo que se puede concluir que si se le otorga mayor valor a lo realizado en la etapa de
instrucción (actos de investigación) y se le otorga poco o ningún sentido al Juicio Oral,
las sentencias solo tendrán como base los actos de la etapa que debería ser sólo
preparatoria.
En resumen, como corolario de las consideraciones precedentes, señalaremos las
diferencias que existen entre los actos de investigación y los actos de prueba, tanto en el
ámbito de finalidad, valoración y régimen jurídico, para lo cual nos basaremos en lo
propuesto por ORÉ GUARDIA así:
Los actos de investigacion:
a. Finalidad: Buscar acreditar la existencia de un hecho punible, para poner en evidencia
la necesidad y obligación de la apertura de un Juicio Oral.
b. Valor probatorio: El material reunido solo tiene carácter preparatorio.
c. Eficacia jurídica: Sirven de fundamento para adoptar medidas cautelares, formalización
de la investigación preparatoria, apertura del Juicio Oral, etc.
d. Principios rectores: Regidos por el principio de oficialidad, según el cual las partes no
podrán participar contradiciendo, alegando con la misma amplitud que se le permite en el
Juicio Oral. El órgano encargado de la investigación será quien se encargue de recolectar
estos hechos.
Mientras que los actos de prueba se caracterizan por su:
a. Finalidad: Buscan poner a la luz las evidencias que permitan la formación de la
convicción en el Juez, la misma que se reflejará en la sentencia.
b. Valor probatorio: La prueba como tal solo se constituye en el acto oral y será ésta la
que en el caso concreto funde o no una sentencia condenatoria. Ante su ausencia
corresponderá absolver.
c. Eficacia jurídica: Sirven de fundamento a la sentencia.
d. Principios rectores: Regidos por el principio de aportación, según el cual las partes
(Fiscal, abogados) serán los directamente encargados de presentarlos al juzgador, siendo
que estos no pueden actuar prueba de oficio.
2.2. Actos de iniciacion
El modo como el Ministerio Público tiene conocimiento de la comisión de un hecho
constitutivo de delito será determinante para que se establezca la forma como la autoridad
competente iniciará los actos de investigación.
En ese sentido, ÁNGULO ARANA señala que, puede decirse conforme a los estudios
comparados, que se accede a conocer el delito (caso de la persecución pública), hasta por
cinco modos, los cuales son: modos informales, por acciones funcionales, por denuncia
formal, por delación o por confesión sincera.

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Sin embargo, estos cinco modos, han sido clasificados en dos rubros distintos como
formas de iniciación de la investigación preparatoria:(356) De oficio, o por denuncia del
delito.
2.2.1. De oficio
Los actos iniciales de investigación del delito pueden darse de oficio; es decir, cuando
llega a conocimiento del Ministerio Público la comisión de un delito de persecución
pública. Incluso, el inciso 1 del Art. 329° del NCPP, establece que el inicio de la
investigación es una obligación del Fiscal, cuando éste tenga conocimiento de la sospecha
de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito.
Ahora bien, se pregunta SANCHIS CRESPO(358), cuándo estamos ante una "noticia criminal";
es sólo suficiente el vago rumor de que se ha cometido un delito, o es necesario que exista
una cantidad significativa de gente que presuma la realización del presunto hecho
delictuoso. La misma autora contesta esta pregunta, citando para ello a ARAGONESES(359),
quien establece la siguiente distinción:
a. Voz pública y notoriedad: cuando en un determinado lugar se difunde la noticia que se
ha cometido un delito, ya sea que se individualice o no a su autor. Y los habitantes de ese
lugar admiten como cierta la realización del hecho delictuoso.
b. Flagrancia: cuando el Ministerio Público o la Policía Nacional conocen del hecho
porque prestan asistencia a la perpetración de ese mismo hecho (flagrancia delictiva) o
inmediatamente después de haberse consumado el delito (cuasi flagrancia).
En ese sentido, concluye el autor que cuando se trate de voz pública y notoriedad quedará
a discreción del fiscal si inicia o no investigación.
Para ello, no debe basarse en simples rumores sino que debe hacer una previa constatación
de los dichos de la ciudadanía. Sin embargo, también debe valorar que es una forma de
tranquilizar a la población la noticia que se está investigando sus sospechas acerca de la
comisión de un delito, o mayor aún, que tras la investigación se ha formalizado
investigación contra el presunto autor. En cuanto a la flagrancia delictiva, está demás
señalar que constituye una obligación del Ministerio Público iniciar los actos de
investigación pertinentes para el acopio de prueba.
Se entiende también que, la investigación se puede dar de oficio cuando la policía tiene
conocimiento de la comisión de un delito y debe realizar actos urgentes con la finalidad
de conservar los elementos materiales de la comisión del mismo, avisando
inmediatamente al fiscal para que asuma la dirección.
Al respecto, es interesante la obligación que tiene la Policía de procurar el descubrimiento
de hechos delictuosos0601, a diferencia del Ministerio Público que se limita a una
actuación de oficio cuando llegue a su conocimiento la presunta realización de un delito.
Forma parte pues, de la función policial, la prevención de los delitos y no limitarse
solamente a los descubrimientos o al conocimiento del hecho por una denuncia. De la
misma manera lo ha creído el legislador al regular en el Art. 205° del NCPP que la Policía,
en el marco de sus funciones, y sin previo conocimiento por parte del fiscal, podrá requerir
la identificación de cualquier persona y realizar las comprobaciones pertinentes en la vía
pública, cuando considere que resulta necesario para prevenir un delito.
Entonces, se concluye que, la actuación policial tiene un campo de acción mayor que el
de la actividad fiscal porque su actuación de oficio no está limitada al conocimiento de
los delitos sino que debe, por mandato legal, por propia iniciativa tomar conocimiento de
los mismos en el marco de sus funciones; sin necesidad de solicitar permiso al Ministerio
Público, siempre que no afecten los derechos fundamentales de la persona y no se caiga
en abusos.
2.2.2. Denuncia del Delito

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La denuncia representa el acto formal mediante el cual la autoridad policial o el Ministerio
Público, acceden a conocer la existencia de un hecho que reviste las características
materiales de delito'360. En el mismo sentido, DE LA OLIVA SANTOS señala que, la denuncia
es el acto mediante el cual se pone en conocimiento de la autoridad la perpetración de
hechos que revisten los caracteres de delito perseguibles de oficio(362).
Entonces, la denuncia debe ser entendida como aquella declaración de conocimientos
acerca de la noticia de hechos que podrían ser constitutivos de delito o de falta y que se
realiza ante autoridad competente, ya sea el Ministerio Público o la autoridad policial.
Se entiende que en los delitos de acción privada, la persecución solo puede ser ejercida
directamente por la víctima quien podrá promover la acción de la justicia mediante
querella, a decir de BINDER(363), la querella no es más que una denuncia(364) a la que se suma
una instancia o solicitud de constitución como sujeto procesal; por tal razón, se suele ser
más estricto con los requisitos, solicitándose.a la persona que desea constituirse como
querellante, demuestre todas las circunstancias que legitimen su participación.
En los delitos que son de acción pública pero requieren previa instancia del directamente
ofendido por el delito, no se podrá proceder de oficio, el ejercicio de la acción penal por
el Ministerio Público queda supeditada a la denuncia del ofendido por el delito. Sin
embargo, a causa de la muerte del ofendido podrán denunciar el hecho las personas
indicadas en el Art. 816 del Código Civil (artículo 94.2 del NCPP).
En ese sentido, la denuncia debe ser presentada ante el órgano competente, ante el
Ministerio Público o ante la Policía, si se trata de delitos que requieren el ejercicio público
de la acción penal; o, ante el Juez Penal, si se trata de un delito privado (querella).
En cuanto al denunciado, este puede ser cualquier persona física e inclusive el
representante de una persona jurídica que incurre en la comisión de la infracción o puede
ser por el propio denunciado, es lo que se denomina auto denuncia.
Respecto al contenido de la denuncia el Art. 328° del NCCP establece los datos que ésta
debe contener. En ese sentido, los elementos constitutivos son:
La identidad del denunciante Una narración detallada y veraz de los hechos, de ahí que la
comunicación de un hecho delictivo de modo abstracto o impreciso no constituye una
verdadera denuncia y a lo más, podría constituir un indicio para que luego de una
indagación se concrete o no una denuncia formulada por el propio órgano policial(365).
Siempre que sea posible, la individualización del presunto responsable y, demás datos
que sirvan para su identificación como el alias por el que es conocido, la información
sobre sus características físicas, tamaño, contextura, cabello, color de piel, cualquier
defecto, tatuaje o cicatriz o signo por el cual se le pueda identificar.
Si la denuncia ha sido formulada por persona distinta de la víctima se debe identificar a
esta última, si la conoce, o en la medida de lo posible, sus rasgos físicos, etc.
Finalmente, la denuncia debe contener, siempre que sea posible, la firma del denunciante
y, en su defecto se colocará la impresión digital.
Es necesario establecer que, si bien la policía tiene el deber de recibir cualquier
manifestación que presente una persona sobre la realización de un hecho delictivo, no
está obligada a formular denuncia, pues ello queda supeditado a que se cumpla el requisito
indispensable de este acto formal, el cual es: la formulación verídica de hechos, por lo
que, la Policía, al consignar que de la narración de los hechos es evidente que los mismos
no se encuadran dentro de un tipo penal, no está obligado a realizar diligencia alguna.
Esto se entiende si se tiene claro que lo importante en la denuncia son los hechos
manifestados y no las calificaciones que la víctima o cualquier otro ciudadano realice, por
ejemplo, si alguien manifiesta en la comisaría "María me ha robado porque me ha pedido
dinero prestado y no me ha pagado"(366), lo dicho puede ser reprochable moralmente y a
lo mucho, si se cuenta con las pruebas suficientes, llegar a la vía civil pero no se encuadra

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dentro de algún tipo delictivo. Aunque esto no impide que este tipo de "denuncias" sean
consignadas de manera aparte no solo para efectos de estadísticas sino para un control
interno posterior.
Respecto al tipo penal que se indique, es preciso aclarar que, aunque en la denuncia de
parte que se presenta ante la Policía o ante la Fiscalía se invoque un tipo penal errado, la
denuncia debe admitirse; pues, es el Ministerio Público quien ostenta la exclusividad del
ejercicio público de la acción penal y como tal le corresponde la calificación jurídica de
los hechos que va investigar y de ser el caso la posible corrección de la calificación a
efecto de proceder a la realización de la investigación preliminar.
Respecto a la forma de la denuncia, a pesar que la Real Academia de la Lengua Española
define a la denuncia como el "documento en que se da noticia a la autoridad competente
de la comisión de un delito o de una falta" limitándola en este aspecto solo al medio
escrito como forma de dar conocimiento de la noticia criminis, el Art. 328° del NCPP
2004, señala que la denuncia puede ser tanto escrita como oral. En este último caso, debe
levantarse un acta en presencia del denunciante quien debe firmarlo.
2.2.3. Facultad de denunciar
Cualquier persona tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos ante la Policía o
el Ministerio Público, siempre y cuando el ejercicio de la acción penal sea público.
La mayoría de veces, son las propias víctimas las que concurren a denunciar el presunto
hecho delictivo, de ahí que existe un deber en las autoridades policiales y fiscales de
prestarles los mecanismos necesarios para una pronta ayuda y evitar así una doble
victimización en el proceso.
La facultad que otorga el legislador a los ciudadanos de poder denunciar algún hecho que
revista los caracteres de delito se traduce en la no obligacion de denunciar el
conocimiento de la noticia criminis; pues tal como señala FERRARA, la facultad es " la
potestad del sujeto para obtener por un acto propio un resultado, independientemente y
sin obligación de otro"*367' de ahí que no es sancionable penalmente el no denunciar el
conocimiento de un hecho delictuoso y prueba de ello es el inciso 2 del artículo 326° del
NCPP que establece quienes sí están obligados a denunciar un delito.
La no obligacion de denunciar encuentra su fundamento en el Estado democrático que
constitucionalmente propugnamos, así señala BINDER que "los ciudadanos no están
obligados a denunciar los hechos presuntamente delictivos, aunque se pueda considerar
deseable que lo hagan, porque en un Estado en el que los ciudadanos tuvieran esa
obligación sería un estado policial en el que cada ciudadano se convertiría en un garante
del orden: tal sociedad totalitaria, no es recomendable, ni respondería a los principios
republicanos de nuestra Constitución"0685.
2.2.4. Obligados y no obligados a denunciar
Si bien cualquier persona está facultada para realizar denuncia penal cuando se trata de
un delito perseguible de oficio, la ley establece la obligación de denunciar a determinados
sujetos que conozcan algún delito por razón de su cargo o función, entre ellos están los
médicos que hayan conocido de un delito en el ejercicio de su profesión, los educadores
cuando hayan tomado conocimiento de la noticia cnminis en el centro educativo, es decir,
en el desempeño de su actividad; así como los funcionarios públicos, que en el ejercicio
de su función o en el desempeño de su cargo hayan conocido del hecho delictuoso
(artículo 326.2 del NCPP). Tal como señalan HORVITZ y LENNON, se trata, en general, de
funcionarios públicos que por razón de su cargo o función se encuentran en una especial
situación de garante, o como señala BINDER, existe una situacion profesional o funcional
de mayor compromiso con el orden publico;(370) de ahí que la ley penal sancione hasta
con dos años de pena privativa de libertad la omisión de la obligación de denunciar
(artículo 407° del CP). Por citar un ejemplo, el juez no penal, cuando en la sustentación

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de un proceso extra penal aparezca indicios de la comisión de un delito de persecución
pública, debe de oficio o a pedido de parte comunicar esto al Ministerio Público para los
fines consiguientes.
Sin embargo, esta obligación encuentra ciertas excepciones, así el
NCPP prevé que no están obligados de denunciar los cónyuges y parientes comprendidos
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, así como las personas
cuyo conocimiento de los hechos está amparado por el secreto profesional. Al respecto
señala HORVITZ LENNON*37^, que esta excepción a la obligación de denunciar prevista por
el legislador sería una consecuencia del principio de no autoincriminacion, en el sentido
que si la persona realizara la denuncia estaría arriesgando la persecución penal de su
cónyuge, pariente, etc.
2.3. Diligencias preliminares
Las diligencias preliminares constituyen la primera sub-etapa(372),pre- jurisdiccional del
proceso(373), en la cual el Fiscal está facultado, en virtud de las atribuciones que le otorga
la ley procesal, de seleccionar los casos en los que debe realizarse una investigación
formal y para ello dispone de una investigación preliminar encaminada a reunir los
requisitos necesarios para formalizar la investigación, entre ellos individualizar al autor
y reunir la prueba mínima.
Entonces, esta fase está a cargo del Ministerio Público, quien puede realizar la
investigación por sí misma o delegarla a la policía, pero de cualquier forma la
investigación está regida por los principios de independencia y objetividad.
Al formar parte, las diligencias preliminares, de la investigación preparatoria, las
actuaciones realizadas en ella no podrán repetirse una vez formalizada la misma (artículo
347.2), sin embargo, procede su ampliación si dicha diligencia resultase indispensable,
siempre que se advierta un grave defecto en su actuación o que ineludiblemente debe
complementarse como consecuencia de la incorporación de nuevos elementos de
convicción.
Esta regulación realizada por el legislador del NCPP 2004 no estaba contemplada en el
CdePP 1940 y, es que en realidad, anteriormente no existía una regulación legal
sistemática sobre las diligencias preliminares y es por ello que los fiscales no sabían a
ciencia cierta cuáles eran sus funciones, de ahí que para cubrir esos vacíos se dieron una
serie de leyes especiales que regulaban la intervención de la Policía y el Ministerio
Público en la investigación preliminar'3741.
Sin embargo, esto no resultó ser una solución, pues como señala CUBAS VILLANUEVA(375),
ello fragmentó la investigación preparatoria introduciendo una etapa más en el proceso
dando lugar a una innecesaria repetición de las diligencias, creando lo que autores
argentinos denominan confusión de roles, pues ni el fiscal, ni el juez podían cumplir las
funciones encomendadas por la Constitución. El fiscal no agotaba la investigación, pues
consideraba que lo haría el juez en la etapa de instrucción, y el juez no investigaba
creyendo que el fiscal ya lo había hecho.
Lo señalado por CUBAS obedece a que la etapa de investigación del delito, en nuestro
proceso penal mixto, aún vigente en Lima con el CdePP 1940, está encargado a dos
órganos distintos, así la investigación judicial en un proceso mixto está a cargo del juez
de instrucción, y la investigación preliminar a cargo del Ministerio Público que representa
en la práctica la mesa de partes de la policía nacional, pues es en realidad la policía es la
que realiza las investigaciones.
Rectificando y dejando de lado el sistema inquisitivo de la investigacióndel delito el
NCPP 2004 en concordancia con lo establecido en el Art.159 de la Constitución de 1993
que establece expresamente en sus inicios 4 y 5 que: "corresponde al Ministerio Público
(...) 4. Conducir desde su inicio la investigación del delito. Con tal propósito la policía

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nacional está obligada a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de su
función. 5. Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte"-; ha otorgado la plena
dirección de la investigación al Ministerio Público y en ese sentido el legislador procesal
ha señalado en el Art. 322: "El fiscal dirige la investigación preparatoria, a tal efecto podrá
realizar por si mismo o encomendar a la policía las diligencias de investigación que
considere conducentes al esclarecimientos de los hechos (...)". Es así que otorgar la
investigación del delito a un solo órgano representa una garantía para la eficacia de la
investigación y para el imputado investigado.
De este modo, una vez sentado que la dirección de la investigación recae en cabeza del
Ministerio Público, vemos como ya lo hemos dicho que esta etapa aparece como la
primera fase no jurisdiccional del proceso, pues una vez acontecido el hecho social que
da origen al conflicto y conocido este por el Fiscal, lo primero que debe hacer él es
enterarse a través de diligencias preliminares si ese hecho ha existido en la realidad, y es
en ese contexto que la fase de investigación preliminar se da.
Finalmente, el plazo para llevar a cabo las diligencias preliminares a diferencia del CdePP
1940 el cual no preveía plazo, está fijado en 20 días, los cuales puede ser prorrogables
por el Fiscal por un plazo razonable. Así, una vez finalizado el plazo o su prórroga, el
Fiscal puede, dependiendo del caso y de los elementos probatorios, formalizar la
investigación y disponer pasar a la fase preparatoria, si aparecen indicios que revelen la
existencia del delito, si se ha individualizado el imputado, si la acción no ha prescrito y
se han satisfecho los requisitos de procedibilidad; antes de esto se puede aplicar el
principio de oportunidad según el caso. Si no existen elementos de juicio sobre existencia
del delito, o ha prescrito o no se ha individualizado al imputado, dispondrá el archivo de
la investigación o denuncia.
2.3.1. Finalidad e importancia
La finalidad de estas investigaciones es la de practicar los actos urgentes o inaplazables
destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de conocimiento y su
delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales de su comisión, individualizar
a las personas involucradas en su comisión, incluyendo a los agraviados y dentro de los
límites de la ley.
Es decir, se busca verificar si el conocimiento que se tiene de la sospecha de un delito, ya
sea de oficio o por la parte denunciante, tiene un contenido de verosimilitud y ver si
existen elementos probatorios suficientes para continuar con la persecución de delitos y
sus autores, se funda en la necesidad de determinar los presupuestos formales para iniciar
válidamente la investigación judicial y por ende el proceso penal(377).
De manera análoga, señala CUBAS VILLANUEVA(378) que: "la investigación preliminar que
realiza el fiscal en su despacho o la policía bajo su supervigilancia, la realiza con el fin
de determinar: i) si el hecho denunciado es delito, ii) si se ha individualizado a su presunto
autor, y iii) si la acción penal no ha prescrito. Si no existe alguno de esos requisitos el
fiscal debe archivar provisionalmente o definitivamente los actuados. Esto determina el
reconocimiento de facultades discrecionales a los fiscales, para que tengan a su cargo la
tarea de selección de casos con el objetivo final que el sistema judicial no este saturada
de causas" De lo dicho, se lo colige ineludiblemente la importancia y trascendencia de las
diligencias preliminares para la eficacia en el resultado de la causa. En otras palabras, las
diligencias preliminares son importantes en tanto asegurar el cuerpo del delito, esto es los
elementos de prueba que por su naturaleza y característica son considerados actos
urgentes e irreproducibles, de ahí que estas diligencias se constituyan luego en prueba
preconstituida que entrará al proceso para ser valorada por el Tribunal. Así viene a
reconocerlo explícitamente DE LLERA SUÁREZ- BARCENEA(379) quien señala que: "El primer
contenido esencial de la investigación criminal lo constituyen los actos aludidos (...) con

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la expresión averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con todas las
circunstancias que puedan influir en su calificación, y la culpabilidad de los delincuentes.
Se trata en suma de una actividad detectivesca (...) que reclama de la policía averiguar los
delitos públicos que se cometieren en su territorio o demarcación, practicar según sus
atribuciones, las diligencias necesarias para comprobarlos y descubrir a los delincuentes,
y recoger todos los efectos, instrumentos o pruebas del delito de cuya desaparición
hubiera peligro. Pero tal actividad realmente envuelve un conjunto de actos de distinta
naturaleza, pues tanto la comprobación de delito como el descubrimiento del delincuente,
además de una labor de búsqueda de información sobre el modo, la ocasión y demás
circunstancias de comisión del hecho, a los que se dirigen, fundamentalmente las
declaraciones del inculpado, en cuanto supone recogida de vestigios del mismo y, por
tanto, de los instrumentos y efectos de su perpetración, implica tambien, en no pocas
ocasiones, una verdadera actividad de preconstitución de prueba(380).
2.3.2. Informe policial
El inicio de la investigación preparatoria puede darse de oficio, por lo que, tanto el
Ministerio Público como la policía están facultados para iniciarla. En el caso de ser la
policía la que inicie la investigación ordenando la realización de algún acto urgente debe
comunicarle inmediatamente al Fiscal(38,) del conocimiento de la noticia de un hecho
criminal; ya sea que se haya enterado del hecho en el ejercicio de sus funciones, o a
instancia de parte denunciante o por investigaciones periodísticas. La comunicación al
Ministerio Público se hará sin perjuicio de poder realizar los actos inaplazables que
permitan asegurar los elementos materiales del delito.
En ese sentido, dentro de las diligencias urgentes que puede realizar la policía en esta
etapa preliminar, están las referidas a las manifestaciones del denunciante, del
denunciado, testigos, así como, los referidos a la identificación personal, las diligencias
referidas a las pericias y las referidas a las actas.
En todos estos casos, la Policía elevará al Fiscal un Informe Policial que contendrá:
1° El motivo y la forma de intervención, es decir, si se inició de oficio la indagación, o
por denuncia de parte o por disposición de la Fiscalía.
2o Las diligencias que se practicaron y que se relacionan con las manifestaciones de las
personas involucradas; las pericias que se realizaron y las actas que se levantaron.
Respecto a las pericias o diligencias criminalísticas que dan un importante sustento a la
investigación preliminar, pueden ser: Pericia médico legal que permite determinar el tipo
de lesión sufrida y los días de incapacidad para el trabajo como los días de asistencia
facultativa, de esta manera se podrá conocer si la infracción constituye falta o delito,
también permite determinar la agresión física de la víctima en los delitos de agresión
sexual.
Pericia médico forense para determinar la edad, esta pericia comprende un estudio
psicosomático de la persona y, de sus características osteológicas y odontológicas.
Pericia de Alcoholemia ó dosaje etílico para determinar el porcentaje de alcohol que tiene
en la sangre de una persona. Este tema lo ha desarrollado la ley 27753 en su (Art. 4):
i. 1er. Período: 0.1 a 0.5 g/I: subclínico. No existen síntomas o signos clínicos, pero las
pruebas Psicometrías muestran una prolongación en los tiempos de respuesta al estímulo
y posibilidad de accidentes. No tiene relevancia administrativa ni penal.
ii. 2do. Período: 0.5 a 1.5 g/1: ebriedad. Euforia, verborrea y excitación, pero con
disminución de la atención y pérdida de la eficiencia en actos más o menos complejos y
dificultad en mantener la postura. Aquí está muy aumentada la posibilidad de accidentes
de tránsito, por disminución de los reflejos y el campo visual
iii. 3er. Período: 1.5 a 2.5 g/1: ebriedad absoluta. Excitación, confusión, agresividad,
alteraciones de la percepción y pérdida de control.

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iv. 4to. Período: 2.5 a 3.5 g/I: grave alteración de la conciencia. Estupor, coma, apatía,
falta de respuesta a los estímulos, marcadades coordinación muscular, relajación de los
esfínteres. v. 5to. Período: niveles mayores de 3.5 g/I: Coma. Hay riesgo de muerte por
el coma y el paro respiratorio con afección neumonológica, bradicardia con vaso
dilatación periférica y afección intestinal.
Pericia Toxicológica a través de la cual se permite detectar la presencia de veneno o
sustancias tóxicas y de sus efectos en el organismo de seres vivos o en cadáveres mediante
la aplicación de conocimientos científicos y a fin de establecer las causas de intoxicación
o de muerte por la ingesta de medicamentos o drogas tóxicas.
Pericia de Absorción Atómica, con ella se busca determinar la presencia de rastreos de
disparo por armas de fuego, específicamente de unas sustancias químicas llamadas
plomo, antimonio y bario, ya que tales sustancias se impregnan en el cuerpo cercano a la
zona donde se produjo el disparo.
Pericia de Balística Forense o del arma utilizada, mediante el cual se analiza que tipo de
arma se utiliza, es necesario recabar el informe de DISCAMEC a efecto de determinar si
la misma cuenta con la respectiva licencia y la identidad de la persona autorizada.
Pericia Grafotécnica se realiza a fin de determinar la autenticidad o falsedad de algún
documento, un título, una firma para documentos a manuscritos o mecanografiados.
En cuanto a las actas, el NCPP contempla dos tipos de actas: el acta de incautación y el
acta de hallazgo. El acta de incautación se levanta in situ en el lugar donde se procede la
investigación de la persona, en cambio el acta de hallazgo se levanta cuando se encuentran
objetos relacionados con el delito en determinado lugar, que puede ser el lugar de la
intervención, pero no es posible imputárselo a alguna persona. Las dos tipos de actas
deben suscribirse en el lugar de los hechos y por las autoridades y personas intervinientes
dejándose constancia en caso no se quiera firmar y solo en caso de fundado peligro se
podrá redactar en la dependencia policial dejándose constancia también de ello.
3o El análisis de los hechos que realizó la policía y que serán de utilidad para que el fiscal
pueda realizar la calificación jurídica respectiva.
4o La documentación sustentatoria del informe policial que comprende los documentos
pertinentes, los documentos objetivos de prueba, los elementos utilizados o el lugar donde
se encuentran.
Hay que notar que este informe policial es muy parecido al atestado policial, pero su
diferencia esencial radica en que en el informe la policía no podrá realizar ninguna
calificación jurídica acerca del hecho investigado y que en realidad este no constituye
ningún elemento probatorio, sino que son meros actos de investigación policial. Lo
afirmado no es algo que se sostenga recién sino que anteriormente se ha venido
sosteniendo por el Tribunal Constitucional Español, quien en jurisprudencia del 31/1981,
de 28 de julio declaró que el "atestado" policial posee un mero valor de denuncia y que,
por tanto, nunca se puede condenar al acusado con su sola declaración prestada ante la
policía además de obligar a la policía a ser respetuosa con los derechos fundamentales del
detenido.
2.4. Investigación preparatoria propiamente dicha Esta fase se inicia cuando el Fiscal
emite una disposición para seguir adelante con la investigación formal de los hechos. Así
pues, terminada las diligencias preliminares, el fiscal asume las funciones que con el
CdePP 1940 tenía el Juez instructor, pues con este nuevo código la investigación
propiamente dicha está a cargo del Fiscal y no del Juez instructor dejándose de lado el
auto de apertura de instrucción para dar paso a la Disposición de Formalización de la
Investigación Preparatoria emanada por el Fiscal en virtud de la cual dirige la etapa de
investigación bajo su responsabilidad.

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En cuanto a la finalidad de esta etapa, está referida a la búsqueda y reunión de los
elementos probatorios de convicción, de cargo y de descargo, que permitirán al Fiscal
decidir si formula o no acusación para ir a juicio ya que esta es una investigación mucho
más amplia y complementaria que la anterior, decimos complementaria porque no está
permitido que se repitan las actuaciones realizadas en la etapa preliminar, salvo que
resulten imprescindibles para el esclarecimiento del caso.
En cuanto al plazo, esta fase no tiene una duración indefinida, sino que tiene establecido
un tiempo, el cual es de 120 días naturales que pueden prorrogarse hasta por sesenta días
naturales en caso de delitos simples y para los delitos complejos el plazo es de ocho meses
y la prórroga del plazo es por igual tiempo.
En ese sentido vemos que la investigación preparatoria está sujeta a plazos, los cuales no
son necesarios que se cumplan en su totalidad, sino que una vez cumplido el objeto de la
investigación se podrá finalizar la investigación preparatoria, es decir cuando las
diligencias encaminadas a probar la existencia del delito y a la determinación de los
autores hayan dado un resultado fiable para acusar o cuando por el contrario cuando de
la investigación resulte claro que el delito es inexistente o no puede ser probado o que el
hecho siendo real no es constitutivo de delito o siéndolo el imputado es manifiestamente
inocente o no puede ser enjuiciado porque existe una causa de justificación.
Ahora bien, como se le otorga la dirección de la investigación al Fiscal y este a su vez es
parte en el proceso, se establece como equilibrio a esa facultad de investigación, la figura
del juez de garantías, el cual es el encargado de velar por el respeto y protección de los
derechos fundamentales, así como de la legalidad de la investigación'383'. La función de
los jueces en esta etapa es la de ser garantes de derechos constitucionales y legales, es
decir, cuando se tocan directamente derechos y garantías constitucionales como la
libertad individual, la inviolabilidad de domicilio, la intimidad de las personas,
intervienen en el proceso penal y reafirman la legalidad de la prueba.
2.4.1. Calificacion
El fiscal en el Nuevo Proceso Penal tiene varias opciones al momento de decidir si
formaliza y continúa la investigación preparatoria como veremos:
a. Archivo de lo actuado. En este caso estamos ante una causa para la cual el fiscal
considera que el hecho denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente, o
se presentan causa de extinción previstas en la ley, tal y como lo prevé el artículo 334°.l
NCPP. Con respecto al primer supuesto la norma refiere que no se debe de formalizar la
investigación preparatoria siempre que el hecho que ha sido denunciado no constituya
delito, lo cual quiere decir que existe los medios de investigación suficientes para
acreditar que el hecho no ha existido en grado de certeza, es decir, el hecho denunciado
es típico, pero nunca ha existido. El segundo supuesto "no justiciable penalmente" refiere
que el hecho ha existido o existen indicios de su existencia, pero no es típico, está
justificado, se realizó bajo una causa de inculpabilidad o no es punible, sólo el primer
caso no requiere de un análisis probatorio en grado de certeza, pues basta solo con
comparar el hecho denunciado con el tipo (y aplicar la dogmática jurídico penal) para
emitir un pronunciamiento sobre su tipicidad; en cambio en los demás supuestos se debe
de acreditar, con grado de certeza, que ha existido la causa de justificación, de inculpación
y punibilidad; también el error de tipo de se debe de acreditar en grado de certeza
negativa. El último supuesto refiere a las causas de extinción de la acción penal como la
prescripción, muerte del imputado, amnistía, indulto, etc.
Reserva provisional. Señala el artículo 334°.3 que en caso el hecho fuese delictuoso y la
acción penal no hubiere prescrito, pero faltare la identificación del autor o partícipe,
ordenará la intervención de la policía para tal fin. Este artículo nos remite al supuesto en
el cual falta para la válida constitución de la relación jurídico procesal requisitos de

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procedibilidad que actúan en el proceso penal como elementos del presupuesto procesal
acción, por ello es que la relación jurídico procesal no es válida, al no ser válida la acción.
Esta facultad del fiscal es conveniente en la medida que evita procesos que serán anulados
luego por medio de un medio técnico de defensa como es la cuestión previa.
Principio de Oportunidad. Esta facultad se da en casos de mínima gravedad, así el
Ministerio Público al recibir la denuncia puede abstenerse de ejercitar la acción penal
cuando se presentan dos circunstancias específicamente: Falta de necesidad de pena y
falta de merecimiento de pena de acuerdo con lo previsto en la ley. El criterio de falta de
necesidad de pena, se refiere a los casos en los cuales la pena resulta inapropiada, es decir
cuando el agente haya sido afectado gravemente por las consecuencias de su delito,
culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de cuatro años, y la pena resulte innecesaria. En atención al criterio de falta de
merecimiento no se insta la acción penal -y sí el principio de oportunidad- cuando se trate
de delitos que no afecten gravemente al interés público, salvo cuando el extremo mínimo
de la pena sea superior a los dos años de pena privativa de libertad, o hubieren sido
cometidos por un funcionario público en ejercicio de su cargo; y cuando conforme a las
circunstancias del hecho y a las condiciones personales del denunciado, el fiscal puede
apreciar que concurren los supuesto atenuantes de los artículos 14°, 15°, 16°, 21°,22° y
25° del Código Penal, y se advierta que no exista ningún interés público gravemente
comprometido en su persecución. No será posible cuando se trate de un delito conminado
con una sanción superior a cuatro años de pena privativa de libertad o cometido por un
funcionario público en ejercicio de su cargo. En estos dos últimos casos es necesario que
el agente hubiera reparado los daños y perjuicios ocasionados o exista acuerdo con el
agraviado en ese sentido.
d. Acuerdo Reparatorio. El acuerdo reparatorio si bien está regulado en el artículo 2°.6
del NCPP no es lo mismo que el principio de oportunidad, pues el primero es una forma
de resolución alternativa de conflictos que busca la reparación de la víctima en
determinados supuestos en los cuales es posible (como los delitos tipificados en el Código
Penal: 122°, 185°, 187°, 189° A primer párrafo, 190°, 191°, 192°, 193°, 196°, 197°, 198°,
205°, 215°; así como en los delitos culposos), en cambio el principio de oportunidad es
un forma de simplificación procesal que no necesariamente busca la efectiva reparación
de la víctima. Señala el artículo en mención que esta institución no rige cuando haya
pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito, salvo que, en este último
caso, sea de menor gravedad o afecte bienes jurídicos disponibles.
e. Disposicion de Formalizacion y Continuacion de las Diligencias Preliminares. Si a
pesar de haber hecho el análisis de las posibles alternativas que tiene el fiscal ante la
denuncia realizada, aparecen indicios reveladores de la existencia de un delito, que la
acción penal no ha prescrito, que se ha individualizado al imputado y que se han
satisfecho los requisitos de procedibilidad (si los hubiera), se dispondrá la formalización
y la continuación de la investigación preparatoria. Esta formalización de la investigación
contendrá:
a. El nombre completo del imputado;
b. Los hechos y la tipificación específica correspondiente. El Fiscal podrá, si fuera el caso,
c. consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación, indicando los
motivos de esa calificación;
d. El nombre del agraviado, si fuera posible; y,
e. Las diligencias que de inmediato deban actuarse.
El Fiscal deberá notificar al imputado de esta decisión y de conformidad con el artículo 3
del NCPP comunicará al juez de la investigación preparatoria de la misma, adjuntando
copia de la disposición de formalización.

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Además señala el NCPP en el artículo 336°4 que el Fiscal, si considera que las diligencias
actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la
intervención del imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación, esta
institución la desarrollaremos con mayor detalle junto al proceso inmediato en el capítulo
correspondiente a procesos especiales.
La formalización de la investigación preparatoria produce los siguientes efectos:
Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal.
El Fiscal perderá la facultad de archivar la investigación sin intervención judicial.
2.4.2. Diligencias
En esta sub etapa se realizan un conjunto de diligencias o actos procesales que se inician
desde la referida disposición Fiscal y se extiende hasta el momento de la conclusión de la
investigación.
Se recuerda que si bien en esta fase tienen lugar una serie de actividades encaminadas a
la búsqueda de elementos que determinen los hechos "y los autores y que está a cargo del
Ministerio Público, esto debe hacerse con observancia de los principios de objetividad e
imparcialidad. En cuanto a la naturaleza de las actuaciones ya se señaló que las mismas
son meros actos de investigación sin valor probatorio alguno en atención al Art. 325° del
NCPP, excepto claro está la prueba anticipada y la prueba preconstituida. Señala el NCPP
en el artículo 338°.l. que el Fiscal podrá permitir la asistencia de los sujetos procesales en
las diligencias que deba realizar, salvo las excepciones previstas por la Ley. Esta
participación está condicionada a su utilidad para el esclarecimiento de los hechos, a que
no ocasione perjuicio al éxito de la investigación o a que no impida una pronta y regular
actuación.
3. LA ETAPA INTERMEDIA
La etapa intermedia en el NCPP aparece como una etapa autónoma, bien delimitada y con
funciones definidas, dejándose de lado aquella etapa incierta y confusa que ni siquiera se
preveía en CdePP de 1940 y que la doctrina reconocía como etapa intermedia.
De esta forma el inicio de la etapa intermedia está representado por la conclusión de la
investigación preparatoria, y durará hasta que se dicte el auto de enjuiciamiento o cuando
se decida por el juez de la etapa intermedia - que es el mismo que el juez de la
investigación preparatoria(384)- el sobreseimiento del proceso.
En cuanto a la naturaleza jurídica que puede atribuírsele a esta etapa SÁNCHEZ VELARDE(385)
señala que es una etapa de apreciación, de análisis para decidir la acusación, plantear
mecanismos de defensa contra la acción penal y también para que se analicen las pruebas.
Así pues, es una etapa de filtro que tiene como función, depurar errores y controlar los
presupuestos o bases de la imputación y de la acusación, primero por el propio órgano
acusador y luego por el órgano judicial, a fin de establecer si es viable para convocar
debate penal pleno en el juicio oral, o si resulta el sobreseimiento o preclusión del proceso.
El director de la etapa intermedia es el juez de la investigación preparatoria, el cual
realizará las audiencias correspondientes al requerimiento del fiscal y de las partes, para
finalmente realizar un pronunciamiento final, ya sea emitiendo el auto de enjuiciamiento
o el de sobreseimiento de la causa.
En conclusión, culminada la investigación preparatoria, el Fiscal debe formular acusación
o solicitar el sobreseimiento ante el juez de la investigación preparatoria, según el caso.
Entonces podemos señalar que a partir de la disposición de culminación de la
investigación preparatoria se da inicio a la fase intermedia y culmina cuando el juez de la
investigación preparatoria dicta el auto de enjuiciamiento o dicta el auto de
sobreseimiento, según corresponde.
3.1. El sobreseimiento

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Se entiende por sobreseimiento a la resolución firme, emanada del órgano jurisdiccional
competente en la fase intermedia, mediante la cual se pone- fin a un procedimiento penal
incoado con una decisión que, sin actuar el ius puniendi, goza de la totalidad o de la
mayoría de los efectos de la cosa juzgada(386).
En ese sentido se pronuncia ROMERO PRADAS(387) al señalar que no cabe duda que el
sobreseimiento pone fin al proceso penal, constituyendo junto a la sentencia, las formas
previstas en la ley para esta finalización en distintos momentos procesales: el
sobreseimiento es siempre previo a la sentencia, pues constituye la alternativa a la
apertura del juicio con carácter general, no obstante, una vez aperturado el juicio en
sentido amplio, aún se puede sobreseer; por su parte, la sentencia soló tiene lugar tras la
celebración del juicio oral también en sentido amplio. Entonces, el sobreseimiento es la
resolución emanada del órgano jurisdiccional -en la etapa intermedia- mediante el cual se
pone fin al proceso penal iniciado con una decisión, goza de la totalidad o de la mayoría
de los efectos de la cosa juzgada, sin actuar el derecho punitivo del Estado. El
sobreseimiento pese a poner fin al proceso penal reviste la forma de un auto y no de
sentencia, pero este auto debe estar debidamente fundamentado. CORTES DOMÍNGUEZ
explica que el sobreseimiento es una declaración judicial, de que no es posible abrir el
juicio oral porque de antemano se sabe que por unas causas o por otras no es posible la
condena del imputado, por lo que al negarse anticipadamente el derecho de penar del
estado, se exige la misma estructura que estrena la sentencia, sobre todo en lo que se
refiere a hechos probados088'. CLARIA OLMEDO señala que el proceso penal puede agotarse
cognocitivamente antes de llegar a la sentencia, para desincriminar al imputado.
Así ocurre cuando se dicta el sobreseimiento por el órgano jurisdiccional, el que procede
en cualquier momento de la instrucción o investigación penal, o sea como coronamiento
de las investigaciones o de las criticas instructorias, por algunas causales también durante
el juicio, y por extinción de la pretensión penal en cualquiera estado y grado de todo el
proceso.
Continua el autor señalando que este sobreseimiento es definitivo en su eficacia,
favoreciendo al imputado con el ne bis in idem al igual que la sentencia absolutoria, pero
no se trata en realidad de una absolución sino de un truncamiento del proceso que evita
el juicio o su resultado(390). En España, similar regulación al sobreseimiento que se
requiere en la etapa intermedia del NCPP 2004 es el es que se denomina sobreseimiento
libre, los autos que adoptan esta modalidad de sobreseimiento no solo están diciendo la
finalización del procedimiento, sino que también está diciendo al mismo tiempo, bien que
el delito objeto del proceso nunca fue cometido, bien que la acción investigada no es una
acción delictiva, o bien que el sujeto inculpado no es responsable, pronunciamiento
materiales o de fondo todos ellos que, por supuesto, pasan en autoridad de cosa juzgada
e impiden, por consiguiente, que ese mismo hecho no perpetrado o no delictivo, o sea esa
misma persona no responsable del comportamiento que se le había imputado, pueda
ulteriormente constituirse de nuevo en el objeto y en el sujeto pasivo de un segundo
proceso penal(391).
Es necesario también al respecto tener en cuenta la naturaleza jurídica del sobreseimiento,
y sobre el particular hay teorías que sostienen que la naturaleza del sobreseimiento gira
en torno a conceptos como de anormalidad, crisis procesal, suspensión o paralización del
proceso dependiendo si se trata de un sobreseimiento libre o provisional, es decir que con
el sobreseimiento se pone fin al proceso de una forma anormal, porque el termino normal
de un proceso penal esta representado por la sentencia.
Sin embargo, de acuerdo con ROMERO PRADAS(392), la naturaleza jurídica del sobreseimiento
provisional, al igual que la del sobreseimiento libre, es de constituir un modo de
terminación del proceso, si bien no tiene carácter definitivo en tanto no prescriba el delito,

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al permitirse que el proceso se ponga de nuevo en marcha, pero mientras esto no suceda,
la causa sobreseída provisionalmente debe entenderse finalizada, y no solo paralizada
como sucedería si se considerara un supuesto de suspensión del proceso.
El NCPP 2004 ha regulado el sobreseimiento requerido por el Fiscal en la etapa
intermedia ante el Juez de la investigación preparatoria, pero además también ha previsto
en etapas anteriores a la etapa intermedia el sobreseimiento provisional y definitivo en
etapa de la investigación preliminar( 393).
Sin embargo, para que el juez pueda dictar el sobreseimiento requerido por el Fiscal en la
etapa intermedia se ha previsto una audiencia de control del sobreseimiento y en esta se
tendrá que evaluar los presupuestos mínimos necesarios para que el juez pueda dictar el
auto de sobreseimiento. En doctrina se admite que existe dos tipos de presupuestos
esenciales que se debe cumplir para dictar un auto de sobreseimiento, a estos los podemos
clasificar en materiales y formales. En ese sentido señala SAN MARTÍN(394)que son
cuatro los presupuestos de derecho material que se han identificado en la doctrina
procesalita: a)insubsistencia objetiva del hecho, es decir cuando hay una absoluta
convicción de que el hecho que dio origen al proceso nunca ha existido en realidad; b)
inexistencia del hecho punible, cuando si bien el hecho investigado existe es atípico; c)
falta de indicios de responsabilidad penal, es decir faltan indicios racionales de
delictuosidad en el imputado, causa de justificación, legítima defensa, error vencible y,
d) prueba notoriamente insuficiente para fundamentar la pretensión punitiva En cuanto al
presupuesto formal están: que la acción se haya extinguido, que el hecho objeto de la
causa no pueda atribuírsele al imputado por faltar un presupuesto que condiciona la válida
iniciación del proceso penal.
Así, una vez que se de en la realidad uno de los supuestos en los que cabe el
sobreseimiento, el Fiscal enviará al Juez de la Investigación Preparatoria el requerimiento
de sobreseimiento, acompañando el expediente Fiscal. El Juez correrá traslado del pedido
de la solicitud a los demás sujetos procesales por el plazo de diez días.
Los sujetos procesales podrán formular oposición a la solicitud del archivo dentro del
plazo establecido. La oposición, bajo sanción de inadmisisbilidad, será fundamentada y
podrá solicitar la realización de actos de investigación adicionales, indicando su objeto y
los medios de investigación que considere procedentes Vencido el plazo de traslado, el
juez citará al Ministerio Público y a los demás sujetos procesales para una audiencia
preliminar para debatir los fundamentos del requerimiento de sobreseimiento.
Para concluir debemos señalar que el sobreseimiento al igual que toda institución, tiene
su justificación y esta se encuentra en todos los supuestos en donde en la instrucción no
se haya tenido como resultado que el hecho por el que se procede no es constitutivo de
delito penal, o simplemente no se haya descubierto al autor, es decir, que no se hayan
podido reunir todos los elementos necesarios para decretar la apertura del juicio oral,
dicho proceso quedaría en un estado de suspensión, de pendencia indefinida,
incompatible con las normas de seguridad que serían perturbadas por el proceso penal en
lugar de servirlas en cumplimientos de los fines del proceso. La paralización o pendencia
indefinida en que quedaría el proceso se evita con el sobreseimiento y este es el
fundamento de su existencia legal, en el que coincide la doctrina. De este modo, el auto
de sobreseimiento se dicta para poner término o dejar "cerrada" la instrucción en los casos
en los que no es posible pasar a la fase del juicio oral(395).
3.1. L Clases de sobreseimiento
En doctrina se habla de cuatro clases de sobreseimiento, entre ellos tenemos:
En atención a si hay o no suficientes elementos que señalen que el hecho constituye delito:
a. Sobreseimiento libre. Se produce cuando de la investigación se deduce la imposibilidad
de imponer la pretensión, formular la acusación.

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a) Cuando no existen indicios razonables de la comisión del hecho delictivo; b) cuando
el hecho no sea constitutivo de delito, o cuando aparezcan exentos de responsabilidad
criminal los procesados como autores o cómplices. ROMERO PRADAS(396) refiriéndose al
sobreseimiento libre que no puede dudarse que el auto de sobreseimiento libre, que
produce todos los efectos de cosa juzgada, impidiendo tanto la reapertura de la causa en
que se pueda plantear un nuevo proceso entre las mismas partes y por los mismos hechos,
cumple plenamente la función que el proceso penal está llamado a conseguir, de igual
manera que si se hubiera pronunciado una sentencia resolviendo el fondo tras la
celebración del juicio oral, por lo que constituye junto a esta un modo normal de
terminación del proceso.
b. Sobreseimiento provisional. Se produce cuando de la investigación resulta la
insuficiencia de elementos fácticos y probatorios para formular acusación contra una
determinada persona, provocando la suspensión del proceso, a pesar de la existencia del
delito. ROMERO PRADAS(397) señala que el sobreseimiento provisional ha sido dispuesto para
cuando tras la culminación de la instrucción no se consigue reunir los datos necesarios
para pasar al juicio oral, y en estos supuestos el Estado se ha querido reservar la
posibilidad de continuar nuevamente la causa si datos posteriores así lo permiten; y en
atención a ello es que merece también un tratamiento diferenciado respecto al libre en
orden a determinar su naturaleza jurídica, fundamentalmente porque no produce, al
menos de forma inmediata, la terminación del proceso penal, sino que posibilita la
reapertura de la causa cuando nuevos datos permitan continuar el proceso. Produce la
terminación no definitiva, temporal o provisional del proceso, o la suspensión de su curso,
porque en este caso la improcedencia de abrir el juicio se debe aunque a pesar de haber
realizado la instrucción o investigación, no se han reunido los datos necesarios para pasar
al juicio o para sobreseer libremente(398)
En atención a la pluralidad de los imputados, el sobreseimiento puede ser total o parcial:
a. Sobreseimiento total. Cuando existe una pluralidad de imputados, ninguno de ellos
tiene participación alguna en el hecho punible por lo que la solución es el auto de
sobreseimiento para todos.
b. Sobreseimiento parcial. Cuando existe pluralidad de imputados y subsisten indicios de
criminalidad contra alguno de ellos, el juicio oral se abrirá contra quienes no favorezca el
sobreseimiento.
3.1.2. Audiencia de control de sobreseimiento
Una vez finalizada la investigación preparatoria, el fiscal formula el requerimiento de
sobreseimiento - ya sea porque el hecho denunciado no se realizó o no se le puede atribuir
al imputado, porque el hecho no es típico, o porque existe una causa de justificación, de
inculpabilidad o de no punibilidad o, porque la acción penal se ha extinguido o cuando
no existan elementos probatorios que sustenten la acusación-, el juez de la investigación
preparatoria llamará a una audiencia de control de sobreseimiento, para la cual citará a
las partes, las escuchará por su orden y se debatirán los fundamentos del requerimiento y
quedará expedito para resolver.
En caso el juez no esté de acuerdo con el requerimiento de sobreseimiento del fiscal,
dictará auto motivado elevando las actuaciones al Fiscal Superior, a fin de que ratifique
o varíe la solicitud del fiscal provincial, en caso varíe ordenará que otro fiscal formule
acusación.
Otra cuestión que prevé el nuevo código, es que el juez de la investigación preparatoria,
sin expresar estar de acuerdo o en desacuerdo con la solicitud de requerimiento, si
considera admisible y fundado dispondrá la realización de una investigación
suplementaria indicando el plazo y las diligencias que el fiscal debe realizar.
3.2. La acusacion

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Es un acto procesal que le constituye exclusivamente al Ministerio Público, en virtud del
principio acusatorio, pues es una exigencia de este que sin acusación no hay posibilidad
de llevar a cabo el juzgamiento (nullum acusatione sine iudicium) en tal medida el órgano
requirente para formular la acusación deberá tomar en cuenta los fines últimos de la
investigación, contrario sensu deberá de solicitar al órgano jurisdiccional el
sobreseimiento definitivo de la causa, cuando ciertas circunstancias revelan que el hecho
imputado adolece de un elemento componedor de tipicidad, ante la presencia de una causa
de justificación o precepto permisivo, causas extintivas de la acción penal o simplemente
ante una insuficiente prueba de cargo que no puede sostener una acusación.
En ese sentido GIMENO SENDRA señala que el fundamento de los referidos escritos de
acusación descansa en el principio acusatorio, en la vigencia de las máximas romanas ne
procedat ex officio y nemo iudex sine acusatore. Para la apertura del juicio oral es
necesario, en el proceso contemporáneo, que la pretensión penal sea planteada y
mantenida por un sujeto distinto al órgano jurisdiccional, pues en cualquier otro caso, nos
encontraríamos en un proceso inquisitivo. Mediante la interposición de la pretensión
penal por las partes acusadoras se da cumplida respuesta a la referida exigencia del
sistema acusatorio'399'.
Así debemos entender que ante la ausencia de una acusación formal no existe posibilidad
para llevar adelante un juicio, en ese sentido la acusación se convierte en exigencia misma
del juzgamiento.
La acusación penal en sentido amplio consiste en la facultad que tiene el Fiscal, luego de
haber hecho la debida averiguación de los hechos presuntamente constitutivos de delito,
perseguir a los presuntos autores y perseguir a los presuntos partícipes, de presentar contra
éstos una imputación criminal ante el juez de investigación preparatoria para el respectivo
control.
Por su parte CHIESA APONTE señala que el término acusación adolece, en nuestro derecho
procesal penal, de ambigüedad; el término se utiliza en dos sentidos distintos, esto es para
mentar dos conceptos. En un sentido más general -concepto genérico de "acusación" este
se refiere al documento que contiene las imputaciones del delito y que constituye el
conjunto de alegaciones del ministerio fiscal, base para las alegaciones del acusado y la
celebración de procedimientos posteriores, incluyendo el juicio. En este sentido general,
la acusación es el pliego acusatorio que contiene las imputaciones del pueblo contra el
acusado, independientemente de la naturaleza del delito imputado (grave o menos grave)
y de la sección del tribunal de primera instancia ante la cual se halle pendiente el caso.
Justamente, se utiliza el pliego acusatorio para mentar este concepto más general de
acusación y en sentido específico la acusación es una alegación escrita hecha por el Fiscal
al Tribunal Superior, en la cual se imputa a una persona la comisión de un delito. La
primera alegación de parte del pueblo en un proceso iniciado en el tribunal superior será
la acusación.
Al respecto GIMENO SENDRA(401) destaca tres notas esenciales que se infieren de la
acusación: a) Los escritos de calificación provisional o de acusación son, en primer lugar,
actos de postulación, que asisten a las partes procesales, si bien en atención a la posición
que pueden asumir frente al hecho punible, su contenido es muy diverso! De este modo,
cabe distinguir las calificaciones provisionales relativas a la pretensión penal, que han de
deducir el MF, querellante público, particular o privado, de un lado y las defensas de otro,
y las referentes a la pretensión civil que han de formular el actor civil, por una parte y el
tercero civil por otra; b) El contenido esencial de los escritos de calificación consiste en
la deducción de la pretensión penal y, en su caso, de la civil dimanante de la comisión del
delito. Son actos procesales, pues, de interposición de la pretensión, que vienen a cumplir,
tal y como señala la propia "exposición de motivos" de la LECrim y reitera la

21
jurisprudencia; c) Mediante la interposición, pues, de la pretensión penal por las partes
acusadoras y su contestación, en el oportuno escrito de calificación provisional de la
defensa, queda integrado el objeto procesal penal, el cual consiste en una petición de pena,
basada en un título de condena y fundamentada en la presunta comisión de un hecho
punible de carácter histórico por una persona que previamente ha de haber sido imputada.
Vemos que según la LECrim es posible la presentación de los escritos de las
calificaciones provisionales y escritos de calificaciones definitivas y a efectos de
determinar la congruencia, lo decisivo son, las calificaciones definitivas y no las
provisionales. En nuestra legislación peruana el fiscal solo tiene opción a presentar una
acusación fundada en hechos que han sido motivo de investigación, y son estos hechos y
la información recabada sobre éstos, los que en la etapa intermedia, pasarán por un control
y solo será posible complementarla e integrarla en lo que no sea sustancial.
Pues, como señala SAN MARTÍN CASTRO(402), la acusación debe ser precisa y clara, en lo que
respecta al hecho que se considera delictuoso y a la norma legal aplicable, y referirse
únicamente a los hechos en debate y no a otros nuevos, que deberán ser objeto de otro
proceso. Lo contrario sería atentar contra el fundamental principio de inviolabilidad de la
defensa en juicio. En ese sentido el Art. 349 del NCPP señala que la acusación será
debidamente motivada y contendrá:
a) Los datos que sirvan para identificar al imputado.
b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios
hechos independientes, la separación y el debate de cada una de ellos.
c) Los elementos de convicción que fundamenten el requerimiento acusatorio.
d) La participación que se le atribuye al imputado.
e) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que
concurran.
f) El artículo de la ley penal que tipifica el hecho, así como la cuantía de la pena que se
solicite.
g) El monto de la reparación civil, los bienes embargados o incautados al acusado, o
tercero civil, que garantizan su pago y la persona a quien corresponda percibirlo.
h) Los medios de prueba que ofrezca para su actuación en la audiencia.
En este caso se presentará la lista de testigos y peritos, con indicación del nombre y
domicilio, y los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones o exposiciones.
Así mismo, se hará una reseña de los demás medios de prueba que se ofrezcan.
Hay que tener en cuenta que en virtud del principio de congruencia la ley señala que la
acusación solo puede referirse a hechos y personas incluidos en la disposición de
formalización de la investigación preparatoria, aunque se efectuare una distinta
calificación jurídica, pues como ya ha quedado establecido la congruencia se refiere a los
hechos y no principalmente a la calificación jurídica(403).
Vemos también que se ha eliminado la denominada acusación formal que implicaba en
realidad, la ampliación de la instrucción para recoger pruebas que establezcan la plena
responsabilidad del acusado.
En atención al derecho de defensa se establece también que el Fiscal podrá en la
acusación, señalar alternativa o subsidiariamente, las circunstancias de hecho que
permitan calificar la conducta del imputado en un tipo penal distinto, para el caso en que
no resultaren demostrados en el debate los elementos que componen su calificación
jurídica principal, esto como ya se dijo a fin de posibilitar la defensa del imputado.
El Fiscal indicará en la acusación las medidas de coerción subsistentes dictadas durante
la investigación preparatoria y, en su caso, podrá solicitar la variación o que se dicten
otras según corresponda.

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De esta manera una vez presentada la acusación ante el Juez de la Investigación
Preparatoria, se deberá notificar a los demás sujetos procesales y en el plazo
.Q d j e z ¿j-a s e s t o s p0 C i rán:
Observar la acusación del Fiscal por defectos formales, requiriendo su corrección.
Deducir excepciones y otros medios de defensa, cuando no hayan sido planteadas con
anterioridad o se funden en hechos nuevos.
Solicitar la imposición o revocación de una medida de coerción o actuación de prueba
anticipada.
Pedir el sobreseimiento.
Instar si fuere el caso, un criterio de oportunidad.
Ofrecer pruebas para el juicio, adjuntando la lista de testigos y peritos que deben ser
convocados en el debate con indicación de nombre, profesión y domicilio, precisando los
hechos acerca de los cuales serán examinados en el curso del debate; presentar los
documentos que no fueron incorporados antes, o señalar el lugar donde se hallan los que
deban ser requeridos.
Objetar la reparación civil o reclamar su incremento o extensión, para lo cual se ofrecerán
los medios de prueba pertinentes para su actuación en el juicio oral.
Plantear otra cuestión que tienda a preparar mejor el juicio.
Los demás sujetos procesales podrán proponer los hechos que aceptan y que el juez dará
por acreditados, obviando su actuación probatoria en el juicio.
Asimismo podrán proponer acuerdos acerca de los medios de prueba que serán necesarios
para que determinados hechos se estimen probados.
El juez sin embargo, podrá desvincularse de esos acuerdos; en caso contrario, sino
fundamenta especialmente las razones de su rechazo, carecerá de efecto la decisión que
los desestime. Por otro lado una posibilidad que establece el nuevo código procesal, es
que el Fiscal formule acusación complementaria durante el juicio oral, cuando se trate de
incluir un hecho nuevo o una nueva circunstancia no mencionada, lo que hace cambiar la
calificación jurídica o integra un delito continuado. Sin embargo, hay que tener en cuenta
que se debe informar oportunamente al imputado para su respectivo ejercicio del derecho
de defensa sobre las nuevas calificaciones jurídicas.
En caso que sea el juez el que durante la actividad probatoria en el juicio oral, observa la
posibilidad de una calificación jurídica de los hechos objeto del debate que no ha sido
considerada por el Ministerio Público, deberá advertir al imputado y al fiscal sobre esta
posibilidad. Las partes se pronunciarán expresamente sobre la tesis planteada por el juez
penal, y en su caso, propondrán la prueba necesaria que corresponda. Si algunas de las
partes anuncia que no está preparada para pronunciarse sobre ella, en virtud del derecho
de defensa, el juez penal suspenderá el juicio hasta por cinco días, para dar oportunidad
que exponga lo conveniente (art. 374).
3.3. La audiencia preliminar
Una vez que el Fiscal formula acusación, conocida ésta por las partes, presentados los
escritos y requerimientos de los sujetos procesales o vencidos el plazo de diez días, el
juez de la investigación preparatoria señalará día y hora para la realización de audiencia
preliminar, la que deberá fijarse en un plazo no menor de cinco días ni mayor de veinte
días; con el objetivo de debatir los fundamentos de la acusación.
Asimismo, en la audiencia preliminar las partes podrán observar la acusación del Fiscal
por defectos formales, requiriendo su corrección, deducir excepciones y otros medios
técnicos de defensa, cuando no hayan sido planteadas con anterioridad o se funden en
hechos nuevos, solicitar la imposición o revocación de una medida de coerción o la
actuación de prueba anticipada, pedir el sobreseimiento, instar si fuera posible la
aplicación del principio de oportunidad, ofrecer pruebas para ser actuadas en el juicio,

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adjuntando la lista de testigos y peritos que deben ser convocados al debate, presentar los
documentos que no fueron presentados o señalar el lugar donde se encuentran en el caso
que deban ser requeridos, objetar la reparación civil o reclamar su incremento o extensión,
para lo cual se ofrecerán los medios de prueba pertinentes para su actuación en el juicio
oral.
Entonces, la audiencia preliminar es la etapa donde es posible debatir y contradecir cara
a cara con todas las partes los fundamentos de la acusación, la legalidad de la prueba y la
posible violación de derechos fundamentales y procesales.
Para la instalación de la audiencia es obligatoria la presencia del Fisca y el defensor del
acusado. No podrán actuarse diligencias de investigación o de prueba específicas, salvo
el trámite de prueba anticipada y la presentación de prueba documental.
Instalada la audiencia, el juez otorgará la palabra por un tiempo breve y por su orden al
Fiscal, a la defensa del actor civil, así como del acusado y del tercero civilmente
responsable, los que debatirán sobre la procedencia o admisibilidad de cada una de las
cuestiones planteadas y la pertinencia de la prueba ofrecida(405).
El Fiscal podrá en la misma audiencia, presentando el escrito respectivo, modificar,
aclarar o integrar la acusación en lo que no sea sustancial; el Juez, en ese mismo acto
correrá traslado a los demás sujetos procesales concurrentes para su absolución inmediata.
En resumen, podemos señalar que en la audiencia preliminar, en caso se formalice
acusación, se realiza el control sustancial y no solo formal de la acusación, es aquí donde
se determina qué pruebas de las ofrecidas van a ser admitidas de acuerdo a la pertinencia
y legalidad de estas, en este espacio se van a poder resolver los medios técnicos de defensa
deducidos, es decir, es una etapa de filtro donde lo que se busca es sanear el proceso, y
no solo cuestiones sustanciales sino también cuestiones incidentales para que pueda llegar
muy bien encaminado al juicio oral; en conclusión, podemos decir que es en la audiencia
preliminar donde se va decidir el curso del proceso.
Si los defectos de la acusación requieren un nuevo análisis del Ministerio Público, el Juez
dispondrá la devolución de la acusación y suspenderá la audiencia por cinco días para que
corrija el defecto, luego de lo cual se reanudará la audiencia. En los demás casos, el Fiscal
en la misma audiencia, podrá hacer las modificaciones, aclaraciones o subsanaciones que
corresponda, con intervención de los concurrentes. Si no hay observaciones se tendrá por
modificado, aclarado o saneado el dictamen acusatorio en los términos precisados por el
Fiscal, en caso contrario resolverá el Juez mediante resolución inapelable.
En ese contexto una vez concluida la audiencia preliminar, el Juez deberá resolver
inmediatamente todas las cuestiones planteadas, salvo que por lo avanzado de la hora o
lo complejo de los asuntos por resolver, difiera la solución hasta por cuarenta y ocho horas
improrrogables. En este último caso, la decisión simplemente se notificará a las partes.
De estimarse cualquier excepción o medio de defensa, el juez expedirá en la misma
audiencia la resolución que corresponda. Contra la resolución que se dicte procede
recurso de apelación. La impugnación no impide la continuación del procedimiento.
El sobreseimiento podrá dictarse de oficio o ha pedido del acusado o su defensa cuando
concurran los requisitos establecidos para el sobreseimiento y no exista razonablemente
la posibilidad de incorporar en el juicio oral nuevos elementos de prueba.
La admisión de los medios de prueba ofrecidos requiere:
Que la petición contenga la especificación del probable aporte a obtener para el mejor
conocimiento del caso y, Que el acto probatorio propuesto sea pertinente, conducente y
útil.
En este caso se dispondrá todo lo necesario para que el medio de prueba se actué
oportunamente en el juicio. El pedido de actuación de una testimonial o la práctica de un
peritaje especificará el punto que será materia de interrogatorio o el problema que requiere

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explicación especializada, así como el domicilio de los mismos. La resolución que se
dicte no es recurrible.
Tampoco es recurrible la a resolución sobre las convenciones probatorias.
En el auto de enjuiciamiento se indicarán los hechos específicos que se dieren por
acreditados o los medios de prueba necesarios para considerarlos probados. La decisión
sobre la actuación de prueba anticipada no es recurrible. Si se dispone su actuación, sin
perjuicio de dictarse el auto de enjuiciamiento, podrá dirigirla un juez si se trata de
juzgado penal colegiado.
3.4. El auto de enjuiciamiento
El auto de enjuiciamiento es el resultado de la procedencia de la acusación y como señala
SAN MARTÍN CASTRO citando a GARCÍA RADA, dicha resolución determina, en primer lugar,
lo que va ser objeto de la defensa - tanto el imputado como la parte civil, y el tercero civil
pueden referirse en sus actos postulatorios y de aportación de hechos a lo que es materia
de la acusación- y en segundo lugar, la posibilidad de que las partes puedan precisar sus
pretensiones, ofrecer actos de prueba y deducir diversos medios de prueba(407).
Una vez resueltas las cuestiones planteadas en la etapa intermedia, el juez dictará el auto
de enjuiciamiento. Dicha resolución no es recurrible, en ese sentido el auto de
enjuiciamiento deberá indicar bajo sanción de nulidad lo siguiente:
El nombre de los imputados y de los agraviados, siempre que en este último supuesto
hayan podido ser identificados.
El delito o delitos materia de la acusación fiscal con la indicación del texto legal, y si se
hubiera planteado, las tipificaciones alternativas o subsidiarias(408).
Los medios de prueba, admitidos y, de ser el caso, el ámbito de las convenciones
probatorias.
La identificación de las partes constituidas en la causa.
La orden de remisión de los actuados al juez encargado del juicio oral.
El juez, si resulta necesario, de oficio o según el pedido de parte se pronunciará sobre la
procedencia o subsistencia de las medidas de coerción o su sustitución, disponiendo en
su caso la libertad del imputado. Una vez dictado el auto de enjuiciamiento se notificará
al Ministerio Público y a los demás procesales y dentro de las cuarenta y ocho horas de
la notificación, el Juez de la investigación preparatoria hará llegar al juez penal que
corresponda dicha resolución y los actuados correspondientes, así como los documentos
y los objetos incautados y se pondrá a su orden a los presos preventivos.

4. JUICIO ORAL
El Juicio Oral en el NCPP 2004 ha sufrido cambios sustanciales pues es ahí donde se
manifiesta notoriamente el tránsito del sistema acusatorio mixto al sistema acusatorio
adversarial que tiene un fuerte componente de oralidad y debate contradictorio y, que a
su vez, demanda un desempeño totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados los
jueces, fiscales y operadores de derecho.
Así pues, el juicio se realizará de forma oral, pública y contradictoria ya que representará
la fase central del proceso, y en ella el Juez o Tribunal decidirá, -en base a argumentos y
pruebas actuados en el debate contradictorio, que se realizará utilizando las técnicas de
litigación oral que constituirán una herramienta sustancial-, la solución del conflicto.
Por ello, el Juicio Oral constituye el verdadero debate que presenta el proceso penal, en
donde se ponen de manifiesto todos los principios del sistema acusatorio y en donde se
puede destruir la presunción de inocencia que inspira todo el proceso penal.
Así SÁNCHEZ VELARDE(409) señala que es la parte central del proceso donde las partes
habiendo asumido posiciones contrarias debaten sobre la prueba en la busca de convencer
al juzgador sobre la inocencia o la culpabilidad del acusado.

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En ese sentido EUGENIO FLORIÁN dice que el juicio oral es el momento culminante del
proceso penal y es aquí donde las partes toman contacto directo y es donde se presentan
y ejecutan las pruebas y el contenido del proceso se manifiesta en toda su amplitud. Señala
que es en los debates donde el proceso haya su definición y donde se alcanza sus fines
inmediatos del mismo, para la absolución, condena o medida de seguridad(410).
En un Juicio acusatorio se tiene como bandera a la oralidad que se superpone a la
escrituralidad y que consiste en la posibilidad de apreciar los testimonios a .viva voz sin
que medien intérpretes que puedan desvirtuar el contenido, es así que la oralidad
determina la existencia de la inmediación.
Respecto de ello el NCPP establece en el Art. 361° que la audiencia se realiza oralmente,
sin perjuicio de que se documente en acta, la cual contendrá una síntesis de lo actuado en
la audiencia y será firmada por el Juez o Juez presidente y el secretario. Los Jueces, el
Fiscal, y la defensa de las partes pueden hacer constar las observaciones al acta que
estimen convenientes. Asimismo, la audiencia podrá registrarse mediante un medio
técnico, según el Reglamento que al efecto dicte el órgano de gobierno del Poder Judicial.
En atención al modelo predominantemente oral que adopta el NCPP se establece que toda
petición o cuestión propuesta en audiencia será argumentada oralmente, al igual que la
recepción de las pruebas y, en general, toda intervención de quienes participan en ella, en
ese sentido está prohibido dar lectura a escritos presentados con tal fin, salvo quienes no
puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, en cuyo caso intervendrán
por escrito, salvo que lo hagan por medio de intérprete.
Otro principio vigente en el Juicio Oral es la publicidad erga omnes, esta publicidad se
hace posible gracias al instrumento de la oralidad y se sustenta en la necesidad de que la
ciudadanía conozca como los jueces imparten justicia, lo que es clave para el control
popular y la participación ciudadana en los procesos penales.
Al respecto se reconoce dos excepciones, cuando la publicidad puede dañar el honor de
las personas o las buenas costumbres y cuando pudiera afectar a la seguridad del estado
o la paz pública. Así el Art. 357° del NCPP establece que el juicio oral será público. No
obstante ello, el Juzgado mediante auto especialmente motivado podrá resolver, aún de
oficio, que el acto oral se realice total o parcialmente en privado, en los siguientes casos:
Cuando se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad física de alguno
de los participantes en el juicio; cuando se afecte gravemente el orden público o la
seguridad nacional; cuando se afecte los intereses de la justicia o, enunciativamente,
peligre un secreto particular, comercial o industrial, cuya revelación indebida sea punible
o cauce perjuicio injustificado, así como cuando sucedan manifestaciones por parte del
público que turben el regular desarrollo de la audiencia; o cuando esté previsto en una
norma específica.
Esto trae a referencia la frase célebre de Mirabeau(4,l) "Dadme como juez si queréis al peor
de mis enemigos con la condición de que todas las actuaciones que deban cumplir tenga
que cumplirse en público". Esto tiene sentido, pues la presión que ejerce el público sobre
el juez al momento del juicio, especialmente en jueces profesionales o permanentes que
quieren mantener su cargo, es más incentivadora y fuerza la imparcialidad en su propia
conciencia, de esta forma si los juicios se realizarían a puertas cerradas el pueblo no
tendría ningún control los jueces y no confiarían en la administración de justicia.
En relación al tema si resulta conveniente la presencia de los medios masivos de difusión
en los actos del juicio oral, en sociedades democráticas los beneficios de la intervención
de la prensa en los juicios orales son muchos mayores que los eventuales perjuicios que
pudieran reportar, pues es una amplificación del principio de publicidad y sí resulta
factible su aplicación.

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Otro principio informador del juicio oral, es el principio de contradicción, el cual trae
como premisas fundamental la igualdad de armas y el respeto irrestricto al derecho de
defensa, en ese sentido el principio de contradicción implica que las partes puedan
sustentar enjuicio sus posiciones respecto de los cargos de imputación y de prueba. Este
principio está vigente en todo el proceso no solo en el juicio oral.
En cuanto al principio de inmediación, el cual se manifiesta en mayor medida en esta
etapa, implica básicamente el contacto directo que debe tener el juez con los demás
sujetos procesales y con los órganos de prueba y, a partir de ello conocer directamente la
reacción de las partes frente a las pruebas y la personalidad de cada una de ellas, las cuales
le servirán para valorar mejor las pruebas actuadas enjuicio oral.
El principio de concentración, que consiste en el carácter ininterrumpido del Juicio Oral
también forma parte de la gama de principios que informan al juicio oral y es de esta
forma que lo ha entendido el legislador del nuevo código al señalar en el Art. 360° que
instalada la audiencia, ésta seguirá en sesiones continuas e ininterrumpidas hasta su
conclusión. Si no fuere posible realizar el debate en un solo día, éste continuará durante
los días consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusión.
De esta forma el juicio oral debe llevarse a cabo de manera continua, ininterrumpida, esto
quiere decir que el tribunal que está conociendo de un proceso penal en fase de juicio oral
no debe comenzar a conocer de otro juicio hasta cuando termine con el que tiene en curso.
Asimismo también establece que el juicio se debe realizar con la presencia ininterrumpida
de los jueces, del fiscal y de las demás partes, en caso contrario establece soluciones en
caso de que estos se ausenten, así si el acusado no concurre a la audiencia será conducido
compulsivamente al juicio; y cuando el defensor del acusado-, injustificadamente, se
ausente de la audiencia o no concurra a dos sesiones consecutivas o a tres audiencias no
consecutivas se dispondrá la intervención de un abogado defensor de oficio, y al ausente
se le excluirá de la defensa y el abogado defensor de oficio continuará en la defensa hasta
que el acusado nombre otro defensor; en caso sea el que Fiscal, injustificadamente, se
ausente de la audiencia o no concurra a dos sesiones consecutivas o a tres sesiones no
consecutivas, se le excluirá del juicio y se requerirá al Fiscal jerárquicamente superior en
grado que designe a su reemplazo.
La audiencia en este proceso se realizará oralmente y se documentará en acta, tan latente
estará la oralidad en el juicio que toda petición o cuestión propuesta en audiencia será
argumentada oralmente, al igual que la recepción de las pruebas y, en general, toda
intervención de quienes participan en ella, pues está prohibido dar lectura a escritos
presentados con tal fin, salvo quienes no puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma
castellano, en cuyo caso intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por medio de
intérprete. En ese sentido también las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento,
debiendo constar su registro en el acta.
En cuanto al desarrollo del juicio, el NCPP 2004 establece que éste se inicia con la
instalación del juicio que lo realizará el juez y es ahí donde éste deberá expresar la
finalidad específica del juicio, es decir que es lo que se va juzgar.
Y luego se realizará como primera actuación los alegatos preliminares donde el Fiscal
expondrá resumidamente los hechos objeto de la acusa-
En cambio si la respuesta es negativa, el juez dispondrá la continuación del juicio y en
ese sentido la actuación de las pruebas admitidas en la etapa intermedia que tiene como
regla el principio de aportación de parte y solo excepcionalmente podrá disponer de oficio
o a pedido de parte, la actuación de nuevos medios probatorios si en el curso del debate
resultasen indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad.

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Así la prueba actuada en el juicio oral bajo los principios de oralidad, contradicción e
inmediación constituyen única prueba susceptible de ser valorada para condenar, pero
esto no quiere decir que los resultados de las diligencias y los actos de investigación
carezcan de valor, sino que estas tiene como fin sustentar la acusación que dará paso al
juicio oral.
De este modo la función de la prueba en un proceso judicial es precisamente procurar
certeza en el juicio de tales hechos sobre los cuales se debe pronunciar el juzgador, la
función de la prueba tiene también dos aspectos, un aspecto positivo que se refiere a la
comprobación de la certeza de los hechos alegados por cada parte o por su contra parte,
y en un aspecto negativo que consiste en la refutación de los hechos alegados por las
partes, en el proceso penal la prueba de refutación o la contraprueba es una posibilidad
abierta a todo lo largo del proceso.
En la actuación probatoria hay que tener en cuenta los principios que rigen la actividad
probatoria, por ello no son admisibles las pruebas que no sean pertinentes, conducentes,
útiles y las prohibidas por la ley. El NCPP 2004 establece también la institución de las
convenciones probatorias que son acuerdos que realizan las partes sobre los hechos de la
causa o la prueba ofrecida para acreditarlos, así las partes se pueden poner de acuerdo
sobre hechos que ya no podrán ser discutidos enjuicio y así también podrán proponer
acuerdos acerca de los medios de prueba que serán necesarios para que determinados
hechos se estimen probados.
De esta manera en la actuación probatoria también se introducen las técnicas del
interrogatorio directo y del contrainterrogatorio. El interrogatorio corresponde a las partes
que han ofrecido el órgano de prueba y el contrainterrogatorio a la contraparte. En ese
sentido se prohibe las preguntas impertinentes, inútiles, capciosas y las que contengan
respuestas sugeridas, lo que es distinto en el contrainterrogatorio, donde si se admiten
preguntas sugeridas. (Art. 376)
El encargado de conducir la actividad probatoria es el juez quien puede pedir aclaraciones
si así lo requiere y será quien moderará el interrogatorio evitando que el declarante
conteste preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes y procurará que estas se lleven
a cabo respetando la dignidad de las personas.
Después de la actuación de todos los medios probatorios se presentarán los alegatos
finales en donde en palabras de Andrés BAYTELMAN y Mauricio DUCE(4,2) las partes tendrán
que presentar sus argumentos en función del caso propuesto inicialmente y persuadir al
juez sobre la verosimilitud de la solución planteada en los alegatos preliminares.
El código establece que en la discusión final, es decir en los alegatos finales se realizará
primero la exposición oral del Fiscal, los alegatos de los abogados del actor civil y del
tercero civil responsable, luego los alegatos del abogado defensor y finalmente se
concluirá con la autodefensa del acusado.
Una vez terminada la exposición de los alegatos finales y hecho uso, el acusado si así lo
quiere, de la última palabra, el juez o tribunal según el caso, cerrará el debate y pasará de
inmediato y sin interrupción a deliberar en sesión secreta y luego emitirá sentencia
condenatoria o absolutoria según el caso, que deberá estar debidamente fundamentada.
4.1. Principios del juicio oral
En esencia los principios del juicio oral no son nada menos que las líneas o ideas
directrices, es decir la columna vertebral que sostiene e inspira la realización o actividad
del juzgamiento.
En palabras de Andrés BAYTELMAN y otros, los principios del juicio oral son concebidos
como un conjunto de ideas fuerzas o políticas que se deben de tener en cuenta para el
juzgamiento de una persona. Así, expresamente señala "los principios del juicio oral son

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el conjunto de ideas fuerza -ideas políticas- que hemos acordado para el juzgamiento de
una persona.
Las normas no son sino un intento ineludible grueso y general de hacer operativas dichas
ideas y en consecuencia, la interpretación de las mismas debe hacerse enérgicamente en
el sentido que más compatible aparezca con la realización de dichos objetivos. Estos
principios son de aplicación directa en el proceso y deben integrar los vacíos, forzar la
interpretación y erigirse como argumentos últimos de la argumentación jurídica y del
razonamiento judicial"'413).
Estos principios son los que van a guiar el desarrollo del juicio para alcanzar la justicia
penal o la finalidad del proceso penal que es como señala BINDER redefinir los conflictos,
es decir de absolverlos y transformarlos en nuevos conflictos con un menor contenido de
violencia, pues nunca se soluciona un conflicto sino se redefine en términos pacíficos(414).
En efecto, los principios son reglas fundamentales o un conjunto
de indicadores que garantizan el correcto manejo del desarrollo del juicio
oral, desde el inicio hasta la culminación del enjuiciamiento oral, público y contradictorio.
Los principios del juicio oral se desarrollan a la luz de un sistema acusatorio que se vino
a reimplantar con el triunfo de la Revolución Francesa en 1789 y que trajo consigo el
desarrollo de ideas y principios fundamentales como la igualdad, libertad, fraternidad,
etc. Y con el cual se reivindicó el sistema acusatorio surgido en los estados de Grecia y
Roma.
En el Perú desde 1920 se ha adoptado un sistema procesal mixto aunque el código de esa
época se acercó más a la concepción de un sistema mixto con rasgos acusatorio, sin
embargo, esto no duro mucho y en vez de avanzar se retrocedió producto de la presión
coyuntural de la cultura inquisitiva que se trajo abajo la predominancia acusatoria del
sistema mixto implantado en aquel tiempo, instituyéndose un sistema mixto con rasgos
predominantemente inquisitivos con el CdePP de 1940 que obedecía a la cultura
inquisitiva arraigada en la administración de justicia, en este sistema el procedimiento
penal ordinario consta de etapas diferenciadas como el juicio oral que deberá desarrollarse
a la luz del principio acusatorio señalado solo simbólicamente. Así en la exposición de
motivos del anteproyecto de 1939 se aprecia la convicción teórica que tuvieron los autores
del código procesal para establecer este sistema. De este modo párrafos transcritos
evidencian lo afirmado: "En materia criminal es más trascendental y necesaria la censura
del proceso y la distinción de los funcionarios a quienes se da intervención en cada una
de las etapas. El instructor no puede ni debe ser magistrado pasivo e imparcial que se
requiere para el juzgamiento, porque de colocarlo en esa situación peligraría la obra que
estuviera a su cargo. Su labor investigadora debe distinguirse con una efectiva
espontaneidad e iniciativa en la persecución del delito, como representante de la sociedad
y de la parte agraviada". "En estas condiciones si se le llamara a expedir sentencia,
equivaldría tanto como hacerlo crítico de su propia obra, contra producente por lo mismo,
para la última función, las facultades que le otorgan para la primera". "... Juicio oral el
equilibrio del proceso penal que innecesariamente ha perseguido el pensamiento jurídico
a través de las fórmulas inquisitiva llegó a conseguirse el día en que el sistema mixto,
como ya hemos expresado, incorporó aquellas tendencias opuestas en su organismo y
logró, especialmente, reemplazar el antiguo plenario por el juicio oral, pero no para
rehacer en él la investigación como el plenario repetía inútilmente el sumario". Sino que
a través del juicio el Fiscal lleva ante los jueces la palabra de la acusación después de
haber fijado en su requisitoria escrita los límites dentro de los cuales se producirá el debate
contradictorio'415).
Como podemos apreciar en esta exposición de motivos se evidencia la adopción de un
sistema acusatorio, en donde se señala que el proceso tiene dos etapas y cada una de ellas

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encargadas a sujetos distintos en la cual el juzgador no va a investigar y expedir sentencia,
pues como se señaló líneas arriba el juez no sería imparcial si lo convierten en crítico de
su propia obra, se establece también un juicio oral pero no para rehacer la investigación
como bien lo señala sino más bien para que sea esta una etapa estelar donde la prueba sea
actuada bajo la vigencia de todos los principios de sistema acusatorio y como única
manera de fundamentar una sentencia en base a prueba actuada en el juicio.
Pero esto que en principio se sostenía como una regla se convirtió, en el CdePP del 1940,
en algo residual y constantes modificaciones a este código han terminado por convertirlo
en uno esencialmente inquisitivo y con ello produciendo una involución del sistema mixto
adoptado en un principio y retrocediendo los avances que se había podido realizar de
acuerdo con la evolución jurídica procesal que se venía realizando a nivel
latinoamericano.
Posterior a este código sabemos que se elaboro el código procesal de 1991, 1995 y 1997
de corte acusatorio, sin embargo no entro en vigencia debido a la coyuntura política de la
dictadura que nos gobernó una década y que una vez mas iba postergando el inicio de la
implementación de la reforma procesal que tanto se necesitaba, después producto de la
elaboración del código procesal de 1991 se pusieron en vigencia algunos artículos del
código procesal de 1991, sin embargo no entro en vigencia en su totalidad.
Recién como sabemos, el 29 de julio del 2004 se publica con el Decreto Legislativo 957
el Nuevo Código Procesal Penal, que adopta un modelo acusatorio, y presenta como etapa
estelar al juicio oral, el cual debe realizarse bajo la estricta observancia de los principios
que lo informan, y que solo es accesible su realización en un contexto democrático, donde
las libertades son respetadas, y no existe la situación de tratar de controlar todos los
poderes del estado inmiscuyéndose en la administración de justicia para lograr las
finalidades autoritarias que se propongan los gobernantes de turno, en ese sentido,
tomando en cuenta la trascendencia de los actos practicados y debatidos en el juicio oral-
ya que lo que está en juego son libertades fundamentales- surge la exigencia de la
observancia estricta de los principios que vienen a ser líneas directrices que inspiran la
actividad del juzgamiento y que vienen previstos en los pactos internacionales relativos a
los derechos fundamentales de la persona, así como los previstos por nuestra constitución
como: la inmediación, la contradicción, la oralidad, la publicidad y la concentración.
Nuestro nuevo código si acoge un verdadero juicio oral garantista y proteccionista de los
derechos fundamentales del imputado y demás sujetos procesales, en ese sentido reconoce
expresamente los principios del juicio oral señalando además que el juicio es la etapa
principal del proceso penal y que se debe llevar a cabo respetando los principios
procesales señalados en la Constitución y los Tratados Internacionales de Derechos
Humanos aprobados y ratificados por el Perú.
A la luz de lo regulado en nuestro nuevo código procesal penal, realizaremos un análisis
de los principios que informan el desarrollo del juicio oral
4.1.1. Principio de inmediacion
El principio de inmediación consiste básicamente en la exigencia de la existencia de una
relación directa entre el acusado y su juzgador, pues la información oral, como corporal,
que pueden trasmitir ambas personas será de primera mano (sin intermediarios).
Logrando a la vez la presencia directa del sujeto procesado, por el cual el juzgador va
tener la certeza de calificar y examinar si el procesado transpira o se ruboriza ante las
preguntas formuladas, su grado de cultura, su rapidez mental, etc. Es decir, el juzgador
apreciara a quien juzga y el procesado apreciará quién lo juzga y como lo juzga.
Ratificando ello MONTERO AROCA(4,6) señala, la inmediación es la exigencia de que el
juzgador se haya puesto en contacto directo con las demás personas que intervienen en el
proceso, sin que existe entre ellos elemento alguno interpuesto. Esta exigencia es

30
particularmente importante con relación a las pruebas, hasta el extremo que normalmente
se ha venido concibiendo la inmediación solamente como la exigencia de que el juez ha
de pronunciar la sentencia cuando haya asistido a la práctica de las pruebas
Destacando la importancia de este principio Andrés BAYTELMAN señala que: "(...) para
que la información sea confiable -para que satisfaga un mínimo control de calidad- debe
ser percibida directamente por los jueces.
Esto es lo que llamamos principio de inmediación: la idea de que nadie medie entre el
juez y la percepción directa de la prueba, por ejemplo el testigo que esta declarando. Si el
juez no oye directamente la declaración del testigo sino que la lee en un acta o escucha
su sola oralización, entonces simplemente no está en condiciones -por capaz que sea- de
realizar un verdadero juicio de credibilidad respecto de lo que el testigo a dicho. La
información que esa acta contiene -la información del testigo recogida en el acta- es
información de bajísima calidad..."(417>
La inmediación por tanto, permite que el juzgador pueda apreciar la información de
primera mano o de alta calidad, ya que esta es directa. Es por este motivo que la fase de
la instrucción es solo una fase preparatoria, debido a la ausencia de este principio, pues
generalmente todos los actos son escritos, no podemos decir absolutamente porque
nuestro nuevo código establece que será necesario que se realice determinadas audiencias
cuando sea necesario discutir alguna circunstancia que implique afectar un derecho
fundamental en el caso que el fiscal lo requiera o que el imputado solicite tutela ante
alguna afectación, pero esta inmediación que el juez tenga con las pruebas es solo para
efectos de pronunciarse sobre la acusación o el sobreseimiento pero no para efectos de
dictar una sentencia, excepto la prueba anticipada y la prueba preconstituida.
Entonces en ese orden de ideas el juzgador, por falta de inmediación con las pruebas en
la etapa sumarial, no podrá utilizar como pruebas los simples actos o medios que se
encuentren por escrito; sino, por el contrario, toda prueba o fuente de prueba entre otras,
testigos y peritos tienen que estar presentes en la audiencia para que puedan declarar lo
que saben (los testigos en su interrogatorio y los peritos en su examen).
En un sistema acusatorio se da la importancia debida a la inmediación del Juez con la
prueba, razón por la que inclusive si se trata de un testigo clave y no aparece en el juicio
oral, el Fiscal o defensa que lo requiera no podrán presentar como prueba la declaración
que éste prestó en la fase de investigación o instrucción -ya que se realizó de forma escrita
y reservada pues la inmediación solo se realizo con el papel y no con el órgano de prueba-
sino que deberá apersonarse el testigo para el respectivo interrogatorio
Frente a este principio de inmediación en relación a las pruebas, existe una excepción, se
trata de la prueba anticipada y la prueba preconstituida, por razones de urgencia y
necesidad, por ser irrepetible y no pueden esperar la fecha del Juicio Oral porque
desaparecerían.
De acuerdo a ello es que GUERRERO PERALTA(418) señala citando a PFEIFFER "la inmediación
es la posibilidad que tiene el juez del conocimiento de percibir directamente la práctica
de las pruebas para tomar la decisión acertada en el campo de la responsabilidad penal".
Las limitantes que tiene el principio se refieren especialmente a las llamadas pruebas
preconstituidas y pruebas anticipadas. La fase oral es la etapa especialmente predispuesta
para el trabajo probatorio con inmediación del funcionario judicial, teniendo en cuenta
que la práctica probatoria debe desarrollar el objeto del proceso que aparece fijado de
antemano por la acusación y la preparación de la fase oral.
En ese sentido actualmente las reformas procesales hechas a nivel de Latinoamérica han
admitido mayoritariamente que los únicos medios probatorios a ser valorados por el juez
serán los producidos y actuados en el juicio oral, siendo solo estos medios probatorios los

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únicos medios que como regla podrán fundamentar una sentencia, salvo la prueba
preconstituida y la prueba anticipada.
Así por ejemplo el nuevo Código Procesal Penal de Chile señala: "la prueba que hubiere
de servir de base a la sentencia deberá producirse durante el juicio oral, salvo las
excepciones expresamente previstas en la ley".
Nuestro NCPP 2004 también establece una norma en ese sentido señalando dentro de las
normas que deberá tener en cuenta en la deliberación del conflicto solo las pruebas
debidamente actuadas en el juicio; así el Artículo 393 inciso 1 establece: "El Juez Penal
no podrá utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquellas legítimamente
incorporadas en el juicio", en concordancia con ello el art. 325 del citado código procesal
destacando la excepción al principio de inmediación señala: "las actuaciones de la
investigación solo sirven para emitir las resoluciones propias de la investigación y de la
etapa intermedia. Para los efectos de la sentencia tienen carácter de acto de prueba las
pruebas anticipadas recibidas de conformidad con los artículos 242 y siguientes, y las
actuaciones objetiva e irreproducibles cuya lectura en el juicio oral autoriza este código".
Por otro lado, Julio B. J MAIER nos dice que la correcta concepción del principio de
inmediación radica en el respeto del enfrentamiento de intereses entre las partes expresa
así: "...la inmediación es una forma muy distinta, totalmente contraria a intentar obtener
una de las verdades posibles para, sobre la base, después decidir. La forma de la
inmediación es respetar el enfrentamiento de intereses que se produce en todo juicio, ya
sea en un juicio de derecho privado como también en un juicio de derecho público. La
ley legitima a ciertas personas como representantes de ciertos intereses o bienes de los
que son portadores, y estas personas son las que comparecen al juicio, a expresar cada
una su verdad, y contraponerla entre ellas en forma dialéctica"019).
Dentro del abanico de concepciones respetables que hemos desarrollado sobre la
inmediación, ya sea como el contacto directo que tiene el juzgador frente a las partes y
las pruebas, o el respeto en el enfrentamiento adversarial entre ellas, somos de la idea de
que dicho principio tiene una estrecha relación con los principios de identidad del
juzgador, concentración y continuidad en las audiencias, y especialmente logra su
realización máxima con la aplicación del principio de oralidad, pues esta hace que el
principio de inmediación logre su máxima aplicación, ya que es por medio de la palabra
hablada y el contacto directo con testigos que se hace posible la prueba testimonial que
es la prueba por excelencia en un sistema acusatorio y es de esta manera que el juez podrá
realizar correctamente la valoración de la prueba.
Andrés BAYTELMAÍ^420' nos dice: "...lo que interesa destacar aquí es que si los jueces no
perciben directamente la información entonces no pueden estar seguros de que ella sea
seria y creíble y, por lo mismo, van a estar expuestos a equivocarse al utilizar información
de baja calidad. La inmediación no debe ser solamente para el juez sino que debe verse
desde dos ángulos como señala Daniel GONZÁLES ÁLVAREZ, el primer ángulo desde el cual
debe verse la inmediación se refiere a la inmediación subjetiva o formal, la cual exige que
el tribunal que va a dictar sentencia tome conocimiento directo -y en consecuencia se
forme así su convicción -, del material probatorio que ha sido producido en su presencia
junto con todos los demás sujetos del proceso, pues con la inmediación se permite también
la contradicción directa que pueden hacerse las partes, las alegaciones, las preguntas, las
observaciones y cuestiones incidentales que para una solución equitativa requiere la
presencia de las dos partes y en ese sentido poder contradecir directamente el uno con el
otro.
Desde un segundo ángulo se aprecia la inmediación objetiva o material que tiene que ver
mas que nada con el contacto directo con los hechos, según la cual a decir del autor el
tribunal debe obtener el conocimiento y formar su convicción, utilizando el medio

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probatorio más cercano al hecho a probar entre los medios concurrentes y esto se realiza
eficientemente por medio de la oralidad.
Entonces cuando hablamos de la eficacia de la inmediación, debemos decir que esto solo
es posible a través de otros dos principios como la oralidad y la concentración y su vez la
inmediación hace posible la contradicción; sostenemos estas afirmaciones porque a través
de la oralidad, de la asistencia de las partes a las audiencias y de que estas audiencias se
realicen de manera continua sin que medie largos intervalos de tiempo entre una y otra
audiencia, que interrumpe la concentración del juez que a veces se olvida lo que se ha
actuado o se ha presentado en la audiencia anterior y que solo lo valora de acuerdo a
escrito en las actas, es que se logra la verdadera eficacia de la inmediación, y esta a su
vez con el contacto directo de las pruebas y los sujetos hace posible la contradicción.
Resaltando la importancia que otorga el principio de concentración para la eficacia del
principio de inmediación, de acuerdo con BURGOS MARINO, actualmente en la mayoría de
casos las sentencias son consecuencias de la lectura de actas, mas no de las audiencias
orales, ya sea por la excesiva carga y la habitualidad en la suspensión de audiencias que
han convertido al proceso oral en un sin número de mini audiencias que terminan por
desvanecer el aporte del principio de inmediación y hace depender a los jueces del
contenido de las actas(422).
De esta forma la inmediación en el juicio oral debe ser entendida como la obligación de
lograr la presencia directa del sujeto u objeto ante la mente del sujeto cognoscente
(juzgador, acusador, defensor) pues la inmediación permite saber, por ejemplo, si el
preguntado es persona con especial velocidad mental, si es locuaz, si es introvertido, si es
desafiante o es amable, si es esquivo para emitir respuestas o si responde con
espontaneidad voluntad de colaborar en el esclarecimiento del caso, si se ruboriza o
transpira ante el impacto de algunas preguntas ( y a su vez porque razón específica), la
dirección de sus miradas, su grado o clase de cultura, su punto de vista sobre la realidad
objeto de la pregunta, su fanatismo o no, sus frustraciones sus ideales, sus proyectos de
vida, sus sentimientos(423), etc.
En ese sentido la inmediación impone el deber de la presencia física de quienes deben
intervenir en el juzgamiento oral, no es viable pretender usar un medio de comunicación
como el teléfono o el Internet para eludir el deber de estar presente en audiencia, por ello
no se puede tomar como prueba valida a valorarse por ejemplo aquella declaración de un
testigo que sin ninguna justificación y no abarcando ninguno de los presupuestos de la
prueba anticipada grava su testimonio en un casa y se pretende introducir como prueba
en el juicio, e incluso si existiera algún impedimento o ante una dificultad insuperable el
acusado o testigo citado no concurre el juez ira hacia él con la concurrencia de los demás
sujetos procesales respetándose así la inmediación y la contradicción, pues el fiscal podrá
interrogar o contra interrogar al testigo como si estuviera en el juicio y lo propio hará
también el abogado defensor .
En efecto, no podemos dejar de señalar que el instrumento que hace posible que se lleve
cabo con eficacia la exigencia de que el juzgador se ponga en contacto directo con las
demás personas que intervienen en el proceso, sin que exista entre ellos elemento alguno
interpuesto, es principalmente la oralidad, pues solo en un sistema predominantemente
escrito todo se traduce en actas y estas son leídas, el receptor de la prueba no es el juez
sino que este delega a los escribientes, auxiliares y secretarios las que escuchas y los
relatos de los testigos, de los peritos, de la víctima y del acusado, y luego se traduce en
un acta que el juez firma como si hubiera estado presente y en base a eso toma y sustenta
sus conclusiones fácticas y jurídicas sobre el caso;(424) por ello, la inmediación es una
exigencia particularmente importante con relación a las pruebas, hasta el extremo que
normalmente se ha venido concibiendo la inmediación como la exigencia de que el juez

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que ha de pronunciarse sobre la causa del proceso será aquel que haya asistido a la práctica
de todas las pruebas en el juicio oral.
De lo dicho anteriormente podemos resumir que la inmediación supone concretamente la
percepción de la prueba por parte del juez y su participación personal y directa en la
producción del medio probatorio, y en ese sentido CAFFERATA ÑORES establece que la
inmediación es la actuación conjunta, el contacto personal y permanente durante el juicio,
del tribunal, las partes y defensores entre si, con el imputado y los órganos, fuentes y
medios de prueba, esto nos parece que es imprescindible para que la solución del caso sea
equitativa.
Asimismo Alberto BINDER señala "la inmediación se manifiesta como la condición básica
que esos actos y esas relaciones permitan llegar a la verdad del modo más seguro posible,
ya que la comunicación entre las personas y la información - que ingresa por diversos
canales o medios de prueba - se realiza en presencia de todas las partes involucradas, en
especial, con la presencia obligada de quienes deberán dictar una sentencia"*4255.
Así pues sin este principio como lo señala Andrés BAYTELMAN no se podrá evaluar si la
información ostenta una bajísima calidad y si satisface o no un control de confiabilidad
mínimo, pues los jueces no tendrían como evaluar una declaración por escrito y no pueden
aceptar que los obliguen a resolver en base a información sobre la cual ellos no pueden
hace un genuino juicio de credibilidad. Si los jueces no perciben directamente la
información entonces no pueden estar seguros de que ella sea seria y creíble y por lo
mismo van a estar expuesto a equivocarse al utilizar información de baja calidad y no se
llegaría alcanzar, ni siquiera acercarse a la verdad histórica que tiene como finalidad
tradicional el proceso penal. En atención a ello es que BAYTELMAN considera a la
inmediación como la primera y más elemental idea fuerza en torno al juicio oral como
test de calidad de la información y resalta que la producción de esta debe ser directamente
percibida por los jueces, para que puedan hacer sobre ella un genuino juicio de
credibilidad.
En ese sentido, entonces, toda excepción al principio de inmediación debe ser vista con
recelo y con sospechas por parte de los jueces, quienes deben en consecuencia hacer
interpretaciones restrictivas y exigentes respecto de ellas, así pues todas las excepciones
que pueden haber debe ser siempre interpretadas restrictivamente, pues de ello dependerá
seguir afirmando que la práctica de pruebas en el juicio oral es un principio general y por
ello no debemos darle mayor amplitud a esas excepciones.
4.1.2. Principio de contradiccion
El principio de contradicción guía básicamente todo el desarrollo del juicio oral, pero
esencialmente la actividad probatoria, pues otorga la posibilidad a los sujetos procesales
de realizar sus planteamientos, aportar pruebas, discutirlas, debatirlas, realizar las
argumentaciones iniciales, finales y realizar opiniones ante cuestiones incidentales, etc.
Pero esta contradicción que tiene como escenario el juicio oral, no se realiza de manera
arbitraria por una de las partes, sino con el debido respeto a una de las exigencias del
principio acusatorio, es decir, al principio de igualdad de armas que deben tener las partes
en debate contradictorio'427', y que tiene relación directa con el derecho de defensa
reconocido constitucionalmente en el art. 139. Inciso 14. Luigi FERRAJOLI, señala: "... que
se admita su papel contradictor en todo momento y grado de procedimiento y en relación
con cualquier acto Probatorio, de los experimentos judiciales y las pericias, al
interrogatorio del imputado, desde los reconocimientos hasta las declaraciones testificales
y los careos."(428, Cesar SAN MARTÍN CASTRO, lo comprende dentro de las Garantías
Procesales Genéricas: "el derecho de defensa de toda persona nace, según el texto
constitucional, desde que es citada o detenida por la autoridad. Ello significa que surge

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con la mera determinación del imputado: no hace falta que exista una decisión nominal o
formal al respecto, basta que, (...) se le vincule con la comisión de un delito
Julio B. J. MArER, señala: "...se trata del derecho de defender un interés legítimo frente
a la expectativa de una decisión estatal sobre él, sea porque se pretende algo o porque al
contrario, nos oponemos a esa pretensión, requiriendo que ella no prospere...,,(-m)
Alberto BINDER indica: "el derecho de defensa cumple... un papel particular: por una parte,
actúa en forma conjunta con las demás garantías; por la otra, es la garantía que torna
operativas a todas las demás. Por ello, el derecho de defensa no puede ser puesto en el
mismo plano que las otras garantías procesales. La inviolabilidad del derecho de defensa
es la garantía fundamental con la que cuenta el ciudadano, porque es el único que permite
que las demás garantías tengan vigencia concreta dentro del proceso penal.'^430
En una forma conciliadora compartimos la opinión de todos los autores precitados, pero
resaltamos la posición de Alberto BINDER. Ya que no olvidemos que el derecho de defensa
del imputado, más que una garantía primaria o epistemológicas como lo señala Luigi
FERRAJOLI, es un principio o derecho personal fundamental umversalmente reconocido. Y
como respaldo a esta afirmación tenemos los Convenios y Tratados sobre Derechos
Humanos que lo comprenden, como son: Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos en su art. 14.3.d señala: "toda persona acusada de un delito tendrá derecho a
defenderse

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