Imperio
Jéróme Carcopino
ÍNDICE
PREFACIO...................................................................................
11
PRÓLOGO...................................................................................
13
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO II
LA ANTIGÜEDAD............................................................... 43
SECCIÓN SEGUNDA
EL MEDIO MORAL
CAPITULO III
CAPÍTULO IV
Y VICIOS................................................................................
109
CAPÍTULO V
LUCES Y SOMBRAS.............................................................
139
SEGUNDA PARTE
EL EMPLEO DEL TIEMPO
CAPÍTULO VI
ASEO.......................................................................................
187
Los días y las horas del calendario romano, 187.—El amanecer, 196.
—El aseo del romano: el tonsor, 203.—El aseo de la matrona
romana: la ornatrix, 211.
CAPÍTULO VII
LAS OCUPACIONES.................................................................
221
CAPÍTULO VIII
LOS ESPECTÁCULOS................................................................
257
CAPÍTULO IX
PREFACIO
Raymond BLOCH
Jefe de Estudios de la Escuela Práctica de Estudios Superiores
PRÓLOGO
PRIMERA PARTE
SECCIÓN PRIMERA
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
LAS CASAS Y LAS CALLES; GRANDEZAS Y
MISERIAS DE LA ANTIGÜEDAD
SECCIÓN SEGUNDA
EL MEDIO MORAL
CAPÍTULO III
VIRTUDES Y VICIOS
Feminismo y amoralidad
CAPITULO V
LA EDUCACIÓN, LA CULTURA Y LAS
CREENCIAS:
LUCES Y SOMBRAS
Síntomas de descomposición
Lecticariola est...
CAPITULO VI
mediodía a 12,44
VII. Hora séptima de horas
El amanecer
CAPÍTULO VII
LAS OCUPACIONES
Deberes de la clientela
Comerciantes y artesanos
La justicia y la política
Panem et circenses
Las carreras
CAPÍTULO IX
EL PASEO, EL BAÑO Y LA CENA
Las termas
La cena
PRÓLOGO
1 2
Juvenal, XI, 78-79. Ibid,., XI, 99.
CAPÍTULO I
CAPITULO II
2
Tito Livio, XXI, 62.
96.
4
Vitruvio, II, 3, 63-65.
23; TÁCITO, Hist., 2, 71; AULUS GELLIUS , XV, 1,2; M ARCIAL, Ep.,
I, 117, 7.
6
Estrabón, XVI, 2, 23.
8
Aulus Gellius, XV, 1, 9.
9
Aelius Aristides, Or., XIV, 1, p. 323. Dindorf.
IU
Sobre la legislación de Tra-jano, cf. AURELIUS VICTOR,
Epitome, 13, 13. Statuens ne domo-rum altitutudo exsuperaret
pedes lx. Cf. Dig. XXXIX, I, 1, 17, y Código Just., VIII, 10, 1.
11
Tertuliano, Adv. Val., 7.
13
Cf. Cicerón, Pro Caelio, VII, 17.
14 Acerca de las bellas villas de las afueras, cf. MARCIAL, I, 108, 2-
4; VII, 61, 1-6. El encantador epigrama de Marcial, X, 79, prueba
que sus propietarios no siempre lograban aislarse.
20
ULPIANO, en Dig., I, 15-2.
24 Sobre la riqueza del mobiliario romano, cf. MARCIAL, VI, 94; XI,
26 PLINIO EL J OVEN, Ep., II, 17, 16 y 22; cf. VII, 21, 2, y IX, 36,
1, y APULEYO, Met., II, 23.
29
PLAUTO, Cas., I, 30, y passim.
31
Juvenal, VI, 332.
32
PABLO, en Dig., Ill, 6, 58; cf. PAPINIANUS, en
Dig., XXXIII, 7, 12, 42.
33
Pablo, en Dig., I, 15, 3, 3-5.
38
Sobre el lacus, ver Tito Ll-VIO, XXXIV, 44, 5;
LUCRECIO, VI, 1022; J UVENAL, VI, 602, y mi artículo
publicado en Mémoires de la Société des Antiquaires de 1928
(cf. Cumont, Egypte des Astrologues, p. 187, n. 1).
39
Juvenal, III, 271.
40
Ulpiano en Dig., IX, 3, 5 y 7. Consultar, asimismo, la
jurisprudencia de la época de los Antoninos: CAIUS, en Dig.,
LIV, 7, 5, 18.
43
Consultar los excelentes artículos via y vicus, de M.
BES-NIER y A. GRENIER, respectivamente, Dictionnaire
des Antiqui-tés, de SAGLIO y POTTIER (citado más abajo,
D.A.).
46 Sobre la anchura exigida para los maeniana, cf. Cód. Just., VIII,
10, 12.
47 La costumbre de tirar la basura en la puerta de los edificios ha
subsistido en Roma hasta 1870.
50 M ARCIAL, ibid.
54
Petronio, Sat., 79.
55
Sobre el ajetreo diurno de Roma, cf. SÉNECA, De clem.,
I, 6; M ARCIAL, I, 41, y XII, 57.
CAPÍTULO III
XII, 10.
15 Liberalidades testamentarias de Plinio el Joven en C.I.L., V, 5.262.
16 PLINIO EL J OVEN, Ep., II, 4,
3.
17
Petronio, Sát., 71.
18
Sobre el final de la segunda guerra contra los dacios, cf.
el artículo de Degrassi, en los Ren-diconti dell’Accademia
pontificia, 1937.
20
Marcial, XII, 97.
21
Juvenal, III, 167.
24
Petronio, Sat., 47 y 37.
25
Para la ley Fufia Caninia, cf. Gaius, I, 47.
28
Para más información sobre sueldos y rangos, ver las
memorias ya clásicas de VON Domas-ZEWSKI, Der
Truppensold der Kaiserzeit, en los Neue Heildel-berg Iabrb.,
de 1900, y por supuesto, Die Rangordmung im ró-
29
Marcial, IV, 46, y V, 56,
30
Marcial, VI, 8.
31
Marcial, X, 47.
CAPÍTULO IV
3
O devorados por los perros vagabundos, cf. CUMONT,
Egyp-te des Astrologues, 187, n. 2.
7
Marciano, en tiempos de Alejandro Severo, en
Dig., XLVIII, 9, 5.
lü
PLINIO EL J OVEN, Ep., IV,
2, 3.
13
Acerca de la relación entre el anillo y las arras, cf.
PLINIO, N. H., XXXIII, 28.
14
En Juvenal, VI, 25 y ss., sólo la prometida recibe el
anillo. Cf. Tertuliano, Apol., 6.
15
Aulus Gellius, X, 10.
36
Plinio el Joven, Ep., 1,16,
6.
44
Catón, Aulus Gellius, X, 23; cf. QUINTILIANO, V,
10, 104. Acerca de la lex Iulia de adulteriis, cf. PABLO, Sent.,
II, 26, 4 y 14; MODESTINUS en el Dig., XXIII, 2, 26;
ULPIANO en el Dig., XXV, 7, 1, 2; Collatio, IV, 12, 3 y 7;
Marcial, II, 39, y Juvenal, II, 70.
46
Juvenal, Sat., II, 29-31.
49
Acerca de AnTONIUS, eliminado del album senatorial
por los censores del año 307, cf. Val. MÁX., II, 9, 2.
50 Acerca de Sp. Carvilius Ruga, cf. VALERIANO M ÁXIMO, II, 1, 4 y
64
Juvenal, VI, 460.
69 M ARCIAL, VI, 7.
70 JAVOLENUS, en el Dig.,
XXIV, 3, 64.
2.
75 M ARCIAL, VI, 7, 5.
CAPÍTULO V
2 Acerca del concubinato de Marco Aurelio, cf. CASS. Dio., LXXI, 29,
3
Punió el Joven, Ep., III, 14, 3.
4
Marcial, VIII, 71, 6; VII, 64, 1-2; VI, 39, y XII, 58.
5 Acerca de las «lobas», cf. JUVENAL, III, 66; M ARCIAL, I, 35, 8,
etc.
6
Sobre Catón, cf. PLUTARCO, Cato mai., XX, Dig., XL, 30,
3, 5: decretis divi Pii optinuit mater ut sine deminutione patriae
potes-tatis apud eam filias moraretur.
9
Sobre Ummidia, cf. PLINIO el Joven, Ep., VII, 24.
11
Acerca de la retribución de los pedagogos, cf.
HORACIO, Sát., I, 6, 75; OVIDIO, Los fastos, III, 829; C. I. L.,
X, 3, 969.
12 Sobre el plagosas Orbilius, cf. HORACIO, Ep., II, 1, 70;
Teod., VI, 1, 1.
16 QUINTILIANO, I, 3, 1.
17
Sobre los métodos de lectura, cf. Quintiliano, I, 1, 26.
18
Sobre los métodos de escritura, cf. SÉNECA, Ep., 94, 51.
23
Apuleyo, Floride, 20.
24
Aulus Gellius, XV, 11.
25
Ver mi obra César, p. 974, y los tratados de CICERÓN.
31
MARROU, Saint-Augustin et la fin de la culture antique,
París, 1937, cap. II.
36 Acerca del hijo de Delma-tius, cf. C. I. L., VI, 33, 929. Otro ejemplo:
44
QuiNTILIANO, I, 9, 3.
45
SUETONIO, De Gramm., 5: veteres grammatici et
rhetoricam docebant.
46
SUETONIO, Rhet., I.
47
Acerca de esta pretendida actio de moribus, cf.
Mommsen, Droit Pénal, III, p. 88.
51 PETRONIO, Sat., 1.
5’
TÁCITO, Dial, de Or., XXXV, 4-5.
de CUMONT, Les
59
Ver PETRONIO, 44. El equivalente «pieds nickeles»
para pedes lanatos es de ERNOUT. Yo me he permitido
buscar otro para nemo lovem pilifacit en el mismo pasaje.
60
Tácito, Hist., V, 5; Germ., IX.
8.
8.
66
PLINIO EL J OVEN, Pan., XI,
3.
no había domus.
68 Ver, por ejemplo, la oposición entre el formulario de la inscripción de
Rabat, publicado por mí en las Mélanges de Rome, 1931, y el de la
inscripción de Ain el Djémala, también publicadas por mí, ibid., en
1906.
75
Sobre la «simbiosis» de los cultos orientales, cf.
CUMONT, op. cit., pp. 52 y 291, y, más recientemente, Alda
Levi, La patera d’argento di Parabiago, Roma, 1936.
78 Ibid., 511-512.
79 Ibid., 314-317. Se trata de los misterios de Bona Dea,
cuyas reglas están evidentemente influenciadas por el carácter
orgiástico oriental.
80
Juvenal, Sat., 522-529.
83
Tácito, Hist., II, 50; cf. BOISSIER, Tácito, p. 146.
84
Punió el J OVEN, Ep., 1,18; II, 20; VII, 27.
85
Cf. R. P. LAGRANGE, Revue biblique, 1919, p. 480.
87 J UVENAL, X, 350.
104 Sobre la segunda Flavia Domitila, cf. DUCHES NE, op. cit., p. 217,
107
LOISY, Les mystéres paiens et le mystére chrétien, París,
p. 363.
108
Duchesne, op. cit., p. 198.
CAPÍTULO VI
Y EL ASEO
1 Los idus se celebraban el 15 de marzo, mayo, julio y octubre; el
día 13 en los ocho meses restantes; las nonas el día 5 en los meses
en que los idus caían en 13, y los días 7 en los otros meses.
3 Acerca del día civil de los romanos, griegos y babilonios, cf. VARRO,
ap. M ACROBIO, Sat., 1, 3, 2; AULUS GELLIUS , III, 2, 2.
4 Cf. Horologium en el D. A.
8 Sobre el primer cuadrante solar, que no data del año 293, sino de 263 a.
C., cf. PUNIO, N. H„ VII, 213-214.
16 Sobre las diferencias del día civil y del día natural, cf.
20
Plinio el Viejo, H. N.,
pr„ 18.
25
Isidoro de Sevilla, XVIII, 20.
5, 8.
6, 109.
32 M ARCIAL, XIV, •, 9.
37 Sobre los tapetia, cf. MARCIAL, XIV, 147; Dig., XXXIII, 10,
los romanos sólo se acostaban con la toga (VARRO, ap. Non., 13,
p. 540). Tiempo después, se ponía la toga sobre la cama, según el
rito de la noche de bodas (ARNOBE, adv. Nat., II, 68).
47
Quintiliano, XI, 3, 139.
48
Suetonio, Aug., 82.
50
Plinio el Joven, Ep., Ill, 5, 15.
53
Ateneo, V, p. 213 B.
54 TITO LIVIO, III, 26.
60
Marcial, Ep., XIV, 124.
61 H. A. Comm., 16.
62
Marcial, Ep., X, 51, 6.
67
SUETONIO, Vesp., 21, y Dom., 16.
A.
70
SUETONIO, Caes., 45. Cf., más próximo a nosotros está
el aseo de Monsieur de Talleyrand, que se limpia a fondo
rascándose la frente con un cuchillo de plata, pero pasa horas
en manos de su peluquero. (Rev. de Paris, 15 de junio de
1938, p. 884).
73
A menudo se hacían afeitar después del baño y antes de
la cena. Cf. HORACIO, Sat., I, 7, 45.
76
Marcial, VII, 64, 1-2; Juvenal, X, 226. Con
Diocleciano, la tarifa de las sesiones del barbero será de las
más bajas.
77 PLUTARCO, De aud., 8.
78
Acerca de estos términos, cf. PLAUT., Capt., II, 2, 16;
MARCIAL, Ep., XI, 3 q.
85
Acerca de los hombres que se teñían, cf. en MARCIAL,
III, 43, 1-4, el epigrama dedicado a Lae-tinus, quien, en un
abrir y cerrar de ojos, de cisne se convertía en cuervo: Turn
súbito corvus qui modo cycnus eras.
86
Cicerón, In Pis., II.
87
Marcial, Ep., VI, 55.
90
Sobre Catón, cf. HORACIO, Od., II, 15, 10.
95
Plutarco, Cato min., 53.
96
Plutarco, Ant., 48.
97
SUETONIO, Aug., 23.
98
Cass. Dio, XLVIII, 39, 3. Cf. mi artículo en la Revue
His-tonque, 1929, pp. 228-229.
100
SUETONIO, Calíg., 10 y Ñero., 12; cf. CASS. Dio,
LXI, 19, i.
1,2
Plinio, N. H„ XXXVI, 164.
114
Plutarco, Ant., 1, 2. Entre los objetos de tonsor que
aparecen en los bajorrelieves funerarios que han llegado
hasta nosotros, no hay rastro de «brochas» o escudillas. En
vano he buscado la solución al problema en la bibliografía
moderna; ya traten de la vida privada de los romanos o de los
griegos, nuestros libros no se preocupan por investigar
este problema.
115
PETRONIO, 94.
1,9
Marcial, VII, 83.
120
Ibid., VIII, 52.
121
Ibid., XI, 84.
122
Plinio, N. H„ XXIX, 114.
123
Marcial, III, 74, 1-4.
124
Ibid., X, 65, 8.
123
Juvenal, XIII, 51 y SCHOL., h. 1.
126
Plinio, N. H., XXVI, 164; cf. XXIII, 21.
127
Cf. Plinio, N. H., XXIV, 79; XXVIII, 250 y 255; XXX, 132
y 133. Habría que añadir la baba de rana (XXXII, 136) y
una mezcla de elementos de brujería (ibid., 135).
135
Petronio, 77.
136
Petronio, 47.
137
Marcial, Ep., XI, 104, 7-8: Fascia te tunicae
obscuraque pallia celani. At mibi nulla satis nuda puella iacet.
211.
153
Ovidio, Ars Am., Ill, 329.
154
Marcial, IX, 37.
157
Ovidio, Ars. Am., Ill, 109.
163 Sobre las sombrillas, cf. JUVENAL, IX, 50; M ARCIAL, XI,
73, 6, y XIV, 28. Hay una sombrilla plegable en un bajorrelieve del Museo
de Avezzano, cuyo vaciado está expuesto en la sala 62 de la Mostra
Augusta.
CAPÍTULO VII
LAS OCUPACIONES
1 Para la realización de dichas tareas las mujeres tenían que desplazarse a
5 Marcial, I, 49.
6 M ARCIAL, IX, 49; X, 11, 73, 96 y passim. Sobre los regalos
de las Saturnales, cf. Ibid., V, 19 y 84; VII, 53 y supra, pp. 52 y
90.
7 Juvenal, I, 95 y ss.
9
Juvenal, I, 117-126.
13
PETRONIO, 119.
15 Aquí hago un resumen del texto de Ostie, pp. 15-18. Sobre el altar
de las termas, ver PARIBE-NI, Cuida del museo delle Yerme 2,
p. 264.
18 Acerca del mercado de Tra-jano, cf. supra, pp. 20-21. Está claro
que su creación fue un golpe mortal para todos los mercados
especializados, /. olitorium, f. cuppedinis, f. piscatorium, de
los que casi exclusivamente nos hablan los textos de la República.
23 C. I. L„ VI, 9.525.
24 Ibid., 9.545.
25 Ibid., 33.892.
26 Ibid., 9.758-9.759.
27 Ibid., 9.737-9.757.
34 Ibid., 9.901.
35 Ibid., 9.801.
36 Ibid., 9.683.
37 Ibid., 9.880.
39 Ibid., 9.497-9.498.
40 Ibid., 9.891-9.892.
41
Ver la obra ya antigua, pero no obstante admirable, de
Paul Gide, Etude sur la condition pri-vée de la femme, París,
1885, p. 152.
43 GAIUS, I, 34.
46 HELBIG, Wandmalereien,
1.502.
49
HELBIG, 1.497, 1.498 y
1.503.
57
PETRONIO, 79.
60 M ARCIAL, IV, 8, 3-4, lo que corrige ibid., XII, 978. Las mismas
conclusiones para los mine
64
XII Tablas, I, 6, según Au-LUS Gellius, XVII, 2, 10.
10.
75 PLINIO EL J OVEN, Ep., VI, 33, 3. Cf. Ibid., I, 18, 3; IV, 24, 1;
II, 14 y V, 9.
76 QUINTILIANO, XI, 5, 6.
78
Cf. Huelsen-Carcopino,
80
Plinio el Joven, Ep., II, 14, 1 y ss., cap. XIV.
81
Plinio el Joven, Ep., VI, 31, passim.
11.
9.
91
Horacio, Ep., I, 20, 1-2.
94
Ibid., I, 1 y 2 y 117.
97
Gaius, II, 73 y 77.
98
Marcial, XI, 3, cf. Ibid., V, 18; XI, 108; XIV, 219.
99
SUETONIO, Tib., 61.
100
SUETONIO, Dom., 10: libran:... crucifixis.
101
Cf. SUETONIO, Caes., 56; Calig., 34, y mi artículo en
el Journal des Savants, 1936, p. 115.
103
SUETONIO, Aug., 89.
104
SUETONIO, CL, 41.
13, 3.
106
SUETONIO, Dom., 2.
14, 3.
108 No me atrevo a hablar del auditorium Maecenatis, de
controvertido destino.
112
Juvenal, VII, 45-47, y Plinio el Joven, Ep., III, 18, 4.
113
Plinio el Joven, V, 17.
114
Juvenal, VII, 39 y ss.
115
Plinio el Joven, III, 18,
4.
117
Plinio el Joven, VIII, 21,
2.
ns pEXRONIO; 90; Plinio el Joven, I, 13, 3; VIII, 21.
119
r- -mío f.l Joven, VI, 17,
3.
120
Plinio el Joven, VIII, 21, 4; III, 18, 4.
121
Plinio el Joven, I, 13.
132
Juvenal, VII, 83-86.
133
Juvenal, I, 52-54.
134
Plinio el Joven, Ep., VII, 17.
135
Plinio el Joven, Ep., VI, 21.
137
Horacio, Sat., I, 4, 76 y siguientes.
138
Ver a este respecto ALBER-TINI, La composition
dans... Séné-que, Paris, 1923, pp. 315 y ss.
CAPÍTULO VIII
LOS ESPECTÁCULOS
1 Juvenal, X, 75 y ss.
2
Frontón, Princip. hist., V.
11.
4 La inscripción de Tebessa
8 Sobre el papel del Estado en los muñera, cf. mi obra César, p. 515.
19
Cass. Dio. LIV, 17.
20
SUETONIO, Aug., 43.
21
Marcial, X, 41.
23
Cass. Dio., LXVI, 10.
51,4.
35
La descripción que sigue está tomada de la excelente
reseña del Top. Diction, de PLAT-ner-Ashby.
36
Para más detalles consultar el artículo Circus de SAGLIO
en el D. A., principalmente documentado en el admirable
capítulo de Friedlánder.
39 Juvenal, X, 36 y ss.
41
Verosímil conclusión de los sondeos llevados a cabo por
G. Chédanne en 1886; a este respecto ver el capítulo I del
libro de De Navenne sobre Le palais Farnése et les Farnéses,
y el artículo de Le BLANT en las Mélan-ges de Rome, 1886.
43
C. /. L., XV, 6.240.
44
Sobre el mosaico de los baños de Pompeianus, hoy
destruido, cf. Rec. de Constantine, 1880, III, y D. A., figura
1.535.
46
Wilmanns, 2.600, 2.
51
Marcial, V, 25.
52 M ARCIAL, XI, 1.
53
Marcial, X, 50.
55
Ovidio, A. A., I, 147.
65
Juvenal, VI, 67.
68
Cicerón, Tuse., III, 19, 44.
69
Tácito, Ann., XIII, 15.
70
DlOMEDES, p. 491 Keil.
71
Cicerón, De or., I, 29, 251; SUETONIO, Ñero, 20.
72
Suetonio, Tácito, Ann., I, 77; cf. Suetonio, Tib., 37.
77
Quintiliano, XI, 3, 87.
80
Macrobio, Loe. cit.
87
ATHENEO, I, p. 20; cf. SÉNECA, Controv., III, pr. Sobre
el mimo en general, cf. los artículos de G. DALMEYDA y G.
BOISSIER, en el D. A., y el de P. W., XV, c. 1743-1760.
88
Cicerón, Ad. Fam., IX, 26; Ad Attic., IV, 15; Pro Piando,
12.
89
EVANTHIUS, citado por G. BOISSIER, D. A., III, 1093.
91
JUVENAL, I, 35 y ss.; VI, 41 y ss.
92
Valerio Máximo, II, 10,
94
Juvenal, VIII, 185 y ss.; Marcial, De spectac., 7.
95
Cicerón, In Vatin,, XV, 37.
1.
103
Cass. Dio., XLIII, 23.
108
Suetonio, Tito, 7.
110 Cf. H. A., Prob., XIX, 5-8. Acerca de los precios que debieron
alcanzar las fieras salvajes del anfiteatro a finales del siglo III, en la
actualidad estamos informados por el fragmento latino de la tarifa de
Diocleciano, recientemente descubierto en los Abruzos, sin duda
procedente de Pescara, próximamente editado por la señorita
Guarducci. La cifra de 100.000 dinares que figura en esta lista
de precios seguramente era superada antes de que interviniera la ley
del maximum.
115 J UVENAL, VI, 78-113; M ARCIAL, V, 24; DES S AU, Inscr. Sel.,
5.142.
116
Marcial, Spect., 20.
118 CICERÓN, Tuse., II, 20, 46; PLINIO EL J OVEN, Pan., 33.
119 Hecho todavía comprobado en el año 249 de nuestra era por C. I. L.,
X, 6.012.
124 Sobre los Actiaca, cf. el artículo de J EAN GAGÉ en las Mé-
126
Acerca de estos edificios, consultar las reseñas del
diccionario de PLATNER-ASHBY.
127
Plinio el Joven, Ep., IV, 22.
TI. 13.
130 Hecho que han puesto en evidencia las recientes polémicas sobre el
132 H. A., Sev. Alex, 44, y cf. Lugli, op. cit., I, 346.
CAPITULO IX
2 Ibid., X, 5.
3
Juvenal, XIV, 7-34.
4
Marcial, I, 3, 1-10; cf. Juvenal, III, 60-72.
6 A veces a caballo, cf. M ARCIAL, IX, 22, 14. Sobre las muías, cf.
9
Marcial, VI, 80, 1-10.
10
SÉNECA; De provid., V, 4.
12
Marcial, II, 13, 3-1; cf. III, 19.
17 J UVENAL, I, 88-92.
18
Marcial, XI, 6.
19 CICERÓN, Phil., II, 23; Ho RACIO, Od., 3, 24.
20 Dig., XI, 5, 2 y 3.
21
Ver estas palabras en el D. A. (art. de Lafaye).
22
SUETONIO, Aug., 71.
24
Ver el artículo de Lafaye sobre la micatio, en la D. A.,
III, 1.890.
34 Notizie degli Scavi, 1911, pp. 431 y 457. Las «borriquillas» del
establecimiento —el asno era
39
VARRO, L. L., IX, 68. Sobre este dato histórico,
consultar B LÜMNER, Rom. Privataltertu-mer, p. 421.
43 J UVENAL, II, 152. Las mujeres pagaban más que los hombres;
47
Ver las reseñas correspondientes en el diccionario
topográfico de Platner-Ashby.
48
Información suministrada por el fragmento de los Fastos
de Ostia publicado en 1932.
49
Acerca de este punto, ver LUGLI, Monumenti, I, 419.
50
Había balneae que permanecían abiertos por la noche
en Pompeya, cuyos baños estaban iluminados por lámparas;
en Vi-pasca (cfr. infra, p. 219, n. 59) y en Roma (JUVENAL,
VI, 419); pero en las termas romanas la apertura nocturna era
una excepción (H. A., Sev. Alex., 24 y Tác., 10).
54
H. A., Sev. Alex., 25.
55
Marcial, III, 36, 6.
56
Marcial, XIV, 143 y 163.
57
Plinio, N. H., XXXIII, 153; QUINTILIANO, X, 9, 14; M ARCIAL,
III, 51 Y 72; VII, 35; XI, 47; J UVENAL, VI, 421.
58
H. A., Adr., 18; cf. Cass. Dio., LXIX, 8, C. I. L., VI,
579. Esta reseña de la H. A. está relacionada con la del
capítulo XXII de la Vita (Cf. supra, n. 53).
59 C. I. II, 5.181, I, 19 y
60
Petronio, 27.
67
Juvenal, III, 421, y Marcial, VII, 67 y XIV, 49.
68
Marcial, VII, 67, 4-5.
69
Marcial, IV, 18; sobre la endromida, cf. E. POTTIER en
el D. A., II, 616.
70
Cf. Lugli, op. cit., I, 425.
72
Plinio el Viejo, XXXVIII, 55.
73
Petronio, 28.
74 M ARCIAL, VI, 42.
76
Petronio, 28.
77 Sobre las bibliotecas de las termas de Caracalla, cf. LUGLI, op. cit.,
80 Dig., Ill, 2, 4, 2.
81
Juvenal, 1,143; cf. Horacio, Ep., I, 6, 61; Persio, I, 3,
93; SÉNECA, Ep., 15, 3, etc.
86 Festus, 54.
91
Acerca de la hora del pran-dium, ver SUETONIO,
Claud., 34. En campaña la hora estaba subordinada a las
necesidades de las operaciones (Tito LlVIO, XXVIII, 15, 7).
92
Marcial, XIII, 31.
93
Séneca, Ep., 83, 6.
96
Séneca, Ep., 83, 6.
97 Cf. Revue de Paris, 1 de junio de 1938 (Souvenirs de Wes-
senberg sur Talleyrand), 885 y ss.
100
Marcial, XI, 52; cf. X, 48.
103
PETRONIO, 70.
110
Marcial, V, 70.
112
Marcial, V, 79.
113
Plutarco, Cato min., 56.
114
Juvenal, VI, 13, 14, 17.
115 Para todos estos detalles, consultar texto y figuras del artículo
Caena del D. A.
116
PETRONIO, 31.
123
Sobre el dentiscalpium o mondadientes, cf. PETRONIO,
33, y Marcial, VII, 53, 3.
124 Acerca de estos términos y los utensilios que se enumeran, cf. las
131
Ibid., 36.
133
Ibid; 59.
134 Ibid., 60. Parece ser que había dos postres; cf. 68.
136
Ibid., 35.
137
Marcial, X, 36 y 45.
vinum y caena. ’
142
Plinio, N. H; XIV, 22.
6.
144
Ibid., VIH, 36, 7; IX, 93; XI, 36, 7.
145
Plinio, N. H., XII, 88.
146
Plinio el Joven, Ep., II,
6.
147
Marcial, IX, 2.
148
Juvenal, V, 24-156.
153
Plinio el Joven, loe. cit.
154
Cicerón, Earn., IX, 22; M ARCIAL, X, 48, 10; J UVENAL, III,
107; PLINIO EL J OVEN, Pan., 49.
156
Marcial, VII, 18; cf. X, 15.
157
Petronio, 47.
163
Juvenal, XI, 79-81.
168 Ibid., V, 2, 1.
172
Marcial, X, 48.
BIBLIOGRAFIA
COMPLEMENTARIA
OBRAS GENERALES
E. ALBERTINI: L’Empire romain, 3.a ed., col. «Peuples et
Civilisations», dirigida por L. Halphen y Ph. Sagnac, París, 1939.
2. El medio moral
1966.
R. B.