No debe ser confundida con Dios ni con el cuerpo al que está Capaz de subsistir aparte
debe ser, seguramente, incorruptible; pues Dios no
unida del cuerpo
condenaría a la nada a un alma hecha a su semejanza
1 Su inmortalidad no es la de una sustancia simple que no puede dividirse en partes (como se pretendía en la filosofía tomista); y tampoco, tiene la natural necesidad de continuar
existiendo para siempre (tal como se lo atribuía Sto. Tomás).
2 Para Sto. Tomás, hablar de pluralidad de formas, es hablar de pluralidad de seres. Lo que existen son distintas funciones.