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Cuaderno 48

EDMUND HUSSERL

LAS CONFERENCIAS DE PARÍS


INTRODUCCIÓN A
LA FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL

Presentación, traducción y notas


de
A N T O N I O ZIRIÓN

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES


FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRA*
OBECCIO« G€ HW.IÖ1BCA*

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS

Colección: CUADERNOS
Director. D R . LEÓN OLIVÉ UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA OEIUÉXICO
Secretaria: M T R A . CORINA YTURBE MÉXICO 1988
Título original:

Die Panier Vorträge


Publicado en Oartesianische Meditationen und Pariser Vorträge,
Huuerliana (Edmund Husserl Gesammelte Werke), Band I.
© Martinus Nijhoff Publishers B. V., 1973.

PRESENTACIÓN

Si bien de manera parcial, el público de lengua española co­


noce desde 1942, gracias a la traducción incompleta de José
Gaos, las Meditaciones cartesianas de Husserl, obra en que
su autor se proponía ofrecer una exposición comprensiva de
los problemas fundamentales de su fenomenología trascen­
dental y de los objetivos filosóficos de esta ciencia, y de
la cual quiso hacer su "'principal obra' sistemática". En
1979 apareció por vez primera una traducción completa de
la obra, basada en la edición alemana citada, y todavía en
1986 se publicó una segunda edición de la versión de Gaos,
esta vez completada con una nueva traducción de la Medi­
tación Quinta. Sin embargo, hasta ahora se había dejado
Edmund Husserl, Meditaciones cartesianas, Prólogo y traducción de
José Gaos, El Colegio de México, 1942. Falta en esta edición la Medi-
Primera edición en alemán: 1950. tación Quinta (y última), que Gaos perdió después de haber traducido.
Véase la Introducción de Strasser en Edmund Husserl, Cartesia-
*
nitcke Meditationen und Pariser Vorträge, Edición e introducción del Prof.
Primera edición en español: 1988. Dr. S. Strasser: Husserliana, Tomo I, Martinus Nijhoff, La Haya, 2a.
edición, 1973. Ésta es la edición sobre la que está hecha la traducción;
nos referiremos a ella en estas notas como H I.
DR © 1988. Universidad Nacional Autónoma de México Véase Karl Schuhmann, Husserl-Chronik (Husserliana, Dokumente, To-
m o I), Martinus Nijhoff, La Haya, 1977, p. 355.
Circuito Mario de la Cueva
E s t a traducción es Meditaciones cartesianas, Introducción, traduc-
Ciudad de la Investigación en Humanidades ción y notas de Mario A. Presas, Ediciones Paulinas, Madrid. Además
del t e x t o de las Meditaciones, incluye las "Observaciones" que Roman
Ciudad Universitaria, 04510 México D.F. Ingarden envió a Husserl, incluidas también en H i. Hay otra edición
de la versión de Presas en Editorial Tecnos, Madrid, 1986.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS Meditaciones cartesianas, Prólogo de José Gaos, Traducción de José
Gaos y Miguel García-Baró, Fondo de Cultura Económica, 2a. edi-
Impreso y hecho en México
ción, aumentada y revisada, México, 1986. ("Segunda" edición res-
ISBN-968-36-0455-2 pecto de la citada en la nota 1.)
vi PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN VÜ

de lado el texto de las conferencias que Husserl dio en París cisamente p a r a anunciarle la posibilidad de realizar, con
en 1929 con el título "Introducción a la fenomenología tras­ la fenomenología, la idea cartesiana (y por ello, en cierto
cendental" , cuyo éxito lo impulsó a tomarlas como base p a r a modo, "francesa") de u n a filosofía como ciencia universal
redactar las Meditaciones y que constituyen por ello el ger­ que p a r t e de u n a fundamentación absoluta. Las Conferen­
men mismo de esta obra. cias, en efecto, presentan a la fenomenología como u n a cien­
Estas Conferencias de París, que se publican ahora por cia que se apoya en u n a suerte de radicalización del m é t o d o
primera vez en español, fueron reconstruidas a partir de los cartesiano de la d u d a universal, y llegan a llamarla un "car­
manuscritos originales de Husserl por el Dr. Stephan Stras- tesianismo del siglo XX ", a la vez que señalan cuál es el
ser y publicadas como texto inicial en el ya citado primer paso decisivo que la a p a r t a de Descartes, cuál es la "nove­
tomo de la colección Husserliana en 1950. La ocasión p a r a d a d " fundamental de la fenomenología. Así pues, Husserl,
darlas surgió de la invitación que Husserl, como miembro que "a los ojos del gran público no era a la sazón t a n t o el
correspondiente de la Académie Frangaise, recibió del Ins- autor de las poco comprendidas Ideas relativas a una feno-
titut d'Etudes germaniqv.es y la Société Frangaise de Philo- menología pura y una filosofía fenomenológica como el de
sophie. Las Conferencias (dos conferencias "dobles", cada los 'Prolegómenos a la lógica p u r a ' y como tal el victorioso
u n a compuesta de dos lecciones) tuvieron lugar los días 23 y contendiente del psicologismo", aprovechó la o p o r t u n i d a d
25 de febrero de 1929 en el Anfiteatro Descartes de la Sor- que se le ofrecía p a r a resumir las ideas que conducen a la
bona. Husserl se sirvió p a r a darlas de la lengua alemana, fundación de la fenomenología trascendental, dar u n a visión
pero había redactado u n a sinopsis cuya traducción francesa panorámica de su contenido, sus métodos y su problemática,
(el "Sommaire des legons") se repartió al público. El primer y aclarar su papel fundamental en el campo de la filosofía
volumen de Husserliana reproduce también, "por razones y de la ciencia. Con ello, la fenomenología alcanzaba u n a
de integridad", dicha sinopsis, t a n t o en su texto original trascendencia y u n a universalidad de las que carecía en las
como en su versión francesa. Nosotros publicamos aquí la primeras y más conocidas obras de Husserl, y que p a r a mu­
traducción al español de ambas versiones de la sinopsis, pero chos, por lo t a n t o , resultaban novedosas. Como quiera que
no solamente por razones de integridad: entre ellas se ad­ sea, las Conferencias concentraron desde luego el interés del
vierten diferencias que vale la pena considerar, sobre todo público filosófico, y la visita de Husserl a París (y días más
si se tiene en cuenta la importancia de la ocasión y el hecho tarde a Estrasburgo) suscitó discusiones e intercambios de
de que muchos de los asistentes no tuvieron más acceso a
las palabras de Husserl que el que ese "Sommaire" podía edición citada en la nota 1, p. xvii.
brindarles. Ésta es la primera obra en que Husserl expone global y siste-
máticamente la fenomenología, la. edición alemana: 1913. Versión
La ocasión fue i m p o r t a n t e porque en ella se dirigía al española: F.C.E., México, 1949; 3a. edición, 1986. Traducción de
público francés ilustrado (y en especial filosóficamente ilus­ José Gaos.
trado) el máximo representante de la filosofía alemana con­ Los "Prolegómenos a la lógica pura" forman la primera parte
t e m p o r á n e a y fundador de la fenomenología, y porque se de las Inve$tigacionei lógicaí, obra escrita antes de que Husserl alcán-
dirigía a él (y desde él, como dice Gaos, al mundo) pre- tara una definitiva determinación de la fenomenología. Los "Pro-
legómenos" fueron publicados en 1900; su leitmotiv es la célebre crítica
del psicologismo lógico y la defensa de una lógica "pura9. Las ¡nveiti-
8
H i, p. xxiii. faetones lógieai se publicaron en español en 1929 (Revista de Occidente,
7
Una diferencia, y quizá no la menos considerable, es por ejemplo Madrid) en traducción de Manuel G. Morente y José Gaos. Las pala-
•1 énfasis tipográfico que la versión francesa concede a la palabra bras que entrecomillamos son de Strasser, H i, p. xxii.
"•«o*. También en Estrasburgo dio Husserl, a iniciativa de Jean Hering,
Véate «1 prólogo de Gaos (titulado "Historia y significado") a la dos conferencias dobles. Aparentemente, su contenido, aunque empa-
viii PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN ix

ideas que tuvieron u n a gran significación para la difusión de de la estrechísima relación que, como se ve, existe entre las
la fenomenología fuera de Alemania. Conferencias y las Meditaciones, es decir, a pesar de que
De la posterior revisión de las Conferencias, de la t a r e a aquéllas pueden considerarse como u n a primera versión de
de subsanar sus deficiencias, llenar las lagunas de sus argu­ éstas, no creemos que haya razones que hagan que u n a t r a ­
mentaciones, apuntalar y desarrollar sus breves exposicio­ ducción de las Conferencias no sea bienvenida. Es cierto que
nes esquemáticas, desatar sus elipsis, surgieron finalmente todos los temas t r a t a d o s en éstas se encuentran expuestos
las Meditaciones cartesianas, obra que aspiraba a ser u n a in­ en las Meditaciones en forma más detallada y sistemática.
troducción sistemática y definitiva a la fenomenología tras­ No obstante, las Conferencias no están incluidas "textual­
cendental. Apenas viene al caso mencionar que Husserl no mente" en las Meditaciones14 (aunque muchos de sus pasajes
quedó enteramente satisfecho con su trabajo, y que ésta fue lo estén), de tal m a n e r a que pudiera hacerse u n a edición de
u n a de las razones de que no apareciera durante su vida una las Conferencias sólo identificando y señalando en el texto de
edición alemana de las Meditaciones. 3 El hecho es que esta las Meditaciones los fragmentos que pertenecían a aquéllas.
obra, por su carácter introductorio, por su virtud sintética Debemos citar aquí las palabras de Strasser:
o sinóptica, por la situación histórica y sistemática en que
coloca a la fenomenología, h a sido y quizá sigue siendo hoy Lo que ha llevado al editor a este trabajo [el de reconstruir
en día la m á s conocida y estudiada de las obras de Husserl, el texto original de las Conferencias] no ha sido solamente un
interés histórico, sino también el hecho de que las Conferencias
por lo menos entre estudiantes y profesores de filosofía no
de París son ricas en formulaciones claras, concisas y fáciles
especializados. de retener en la memoria, que vale la pena conservar. Quien
No me adentraré más en el t e m a de la significación his­ esté poco familiarizado con la terminología, el lenguaje y el
tórica y filosófica de las Meditaciones (y su antecedente: las estilo de Husserl, hará bien en leer primero las Conferencias
Conferencias de París) ni en el de su lugar dentro del pen­ de París, antes de enfrascarse en las estructuras proposición ales
samiento y la producción filosófica de Husserl, y t a m p o c o más completas, y por ello con frecuencia prolijas e intrincadas,
haré mayores referencias a su contenido doctrinal. Lo que de las "Meditaciones cartesianas". 15
aquí cabría decir al respecto está dicho en los prólogos de
Gaos y Presas en sus respectivas versiones de las Meditacio- Husserl mismo afirmó que en las Conferencias de París se
IR
nes citadas arriba. Cabe señalar, sin embargo, que a pesar
propuso "eludir exposiciones difíciles", y aunque ésta haya
rentado con el de las de París, no fue idéntico a éste. En particular, sido p a r a él u n a de las causas del carácter "fragmentario" y
es probable que los pasajes sobre la experiencia del otro, la "intra- en última instancia "insatisfactorio" de las Conferencias, sus
fección", el alter ego, la intersubjetividad, etc., no formaran parte del oyentes pudieron —así como nosotros podemos ahora— be­
texto original de las Conferencias de Paris y que hayan sido incorpo­
rados a él en Estrasburgo. Véase la Introducción de Strasser en H i, neficiarnos de ese propósito. Las Conferencias representan,
p. xxiv, y, mas adelante, la nota 104 del Apéndice critico. pues, en comparación con las Meditaciones, u n a introducción
Escucharon a Husserl en París o Estrasburgo —o, si no, al menos a la fenomenología mucho más breve, relativamente más sen­
participaron en las discusiones en torno a las conferencias durante cilla y accesible, ligeramente m á s provocativa, si bien menos
la visita de Husserl— Lévy-Bruhl, Lichtenberger, Andler, X. Léon, E.
Meyerson, Jean Cavaillés, Emmanuel Levinas, Gabriel Marcel, Eugene Aunque así lo afirme Mario A. Presas en su edición de las Medi-
Mínkowiki, J. Patoíka, A. Koyré, J. Hering, Émile Baudin, Émile tacionei (p. 25). Refiriéndose a las Conferencias de París, Presas es­
Goblot, Albert Schweitser, Leon Chestov. (Véase Schuhmann, op. cribe: "Estas conferencias no fueron traducidas en la presente edición,
cil.. pp. 341-343.) por cuanto las mismas se encuentran textualmente en las Meditación»
En vida de Husserl sólo apareció la versión francesa, en tra­ carteiianat, sólo que ampliadas y profundizadas."
16
H I, p . XXÍV.
ducción d« E. Levinas y G. Pfeiffer: Méditation$ earténennei, A. Colín,
París, 1031. Citado por Schuhmann, op. ctí., p. 345.
X PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN xi

elaborada y completa. La traducción de la versión francesa de la Sinopsis es de


Es innegable, sin embargo, que también las Conferen­ Claudia Martínez U. Las dos "Notas del Traductor" que se
cias son u n texto muy exigente. No estaban dirigidas a un hallan en ella se deben, obviamente, al autor de esa versión
público sin preparación filosófica, y difícilmente podrá se­ francesa.
guirlas sin tropiezos un estudiante que se inicie con ellas Quiero agradecer a Elizabeth Corral su amistosa cola­
en la fenomenología si no cuenta con ayuda. Sin habernos boración en la redacción definitiva del texto y a Constance
propuesto como tarea sistemática la aclaración de la obra, Kolka su entusiasmo, su ejemplar generosidad y la inmensa
esperamos que las notas que insertamos en algunos luga­ cantidad de horas dedicadas a una revisión exhaustiva de la
res sirvan para facilitar la comprensión. En todo caso, esta traducción.
traducción se propone empezar a remediar la falta de este
tipo de obras breves e introductorias entre las traducciones
de Husserl al español, falta que, principalmente en medios
académicos, era demasiado sensible.
Lo que tenemos que decir acerca de nuestra traducción
está expuesto en el Glosario que incluimos al final del vo­
lumen. Todas las "notas del traductor" están indicadas con
asteriscos. Las llamadas numeradas remiten a las notas del
Apéndice crítico; éstas constituyen una selección de las no­
tas del Apéndice crítico (Textkritischer Anhang) de la edición
alemana, notas cuyo cometido es consignar todas las añadi­
duras, supresiones, sustituciones o anotaciones de cualquier
índole hechas o autorizadas por Husserl sobre el manuscrito
original, o bien las divergencias entre el mismo manuscrito
y el texto publicado debidas al editor.
Al margen se encontrarán, entre corchetes, las referen­
cias de la parte de las Meditaciones cartesianas que corres-
ponde al pasaje de las Conferencias señalado (el número
romano es el número de "Meditación", y el arábigo es el
número de parágrafo), y entre diagonales, el número de
página del tomo I de Huss er liana, en el cual se basa la tra­
ducción (el trazo diagonal dentro del texto marca aproxima­
damente el principio de la página). Por otra parte, hemos
respetado los paréntesis angulares que enmarcan a algunas
palabras en el texto original, aunque no encontramos indi­
cación alguna acerca de su significación o finalidad.

E s t a correipondencia, así como la ya mencionada división de las


conferencias en cuatro "lecciones", están tomadas de H i.
Una observación sobre la tipografía: ponemos en VERSALITAS lo H i está en cttrrivas. No ponemos en cursivas las palabras extranjeras
que H i trae en c o m p o s i c i ó n e s p a c i a d a ; en cursivas, lo que en (latinas) que en H i no se encuentran así.
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS
(I)
/Por razones particulares me llena de alegría poder ¡§ 1] / 3 /
hablar sobre la nueva fenomenología en esta venera­
bilísima sede de la ciencia francesa. Ningún filósofo
del pasado ha influido tan decisivamente en el sen­
tido de la fenomenología como el más grande pen­
sador de Francia, Rene Descartes. A él tiene ella
que honrarlo como su verdadero patriarca. Hay que
decir expresamente que el estudio de las meditacio­
nes cartesianas ha intervenido muy directamente en
la renovación de la fenomenología naciente y le ha
dado la forma de sentido que ahora tiene y por la
pual está casi permitido llamarla un nuevo cartesia­
nismo, un cartesianismo del siglo xx.
En estas circunstancias, bien puedo estar seguro
de antemano del interés de ustedes, si me refiero a
aquellos motivos de las Meditationes de prima philo-
8ophia a los que, según creo, corresponde una sig­
nificación eterna, y señalo a continuación la trans­
formación e innovación en que se origina lo carac­
terístico del método y la problemática fenomenoló-
gicos.
Todo principiante en filosofía conoce el notable
curso de pensamientos de las meditaciones. Su meta
es, como recordamos, una reforma completa de la
filosofía, comprendida en ella la de todas las cien­
cias. Pues éstas son solamente miembros dependien­
tes de la ciencia universal única: de la filosofía. Sólo
en su unidad sistemática pueden ellas alcanzar una
racionalidad genuina —de la cual carecen tal como
4 LAS CONFERENCIAS DE PARIS (LECCIÓN I) 5

hasta ahora se han desarrollado. Se requiere una hoy, se efectúa en él de inmediato un RETROCESO AL
reconstrucción radical que SATISFAGA la idea de la fi­ EGO FILOSOFANTE en un segundo y más profundo sen­
losofía como UNIDAD UNIVERSAL DE LAS CIENCIAS en tido. Es el conocido y memorable retroceso al ego de
la unidad de una FUNDAMENTACIÓN ABSOLUTAMENTE las cogitationes puras. Es éste el ego que se encuen­
RACIONAL. En Descartes esta exigencia de recons­ tra como lo único apodíctica y ciertamente existente,
trucción se traduce en una filosofía vuelta hacia la mientras que pone fuera de validez la existencia del
subjetividad. Este giro subjetivo se lleva a cabo en mundo, pues no está asegurada contra una duda po­
dos etapas. sible.
I\¡ / E n primer término: todo aquel que seriamente Ahora este ego lleva a cabo ante todo un filosofar
quiera llegar a ser filósofo, tiene que retraerse en sí seriamente solipsista. Busca caminos apodícticamen-
mismo una vez en la vida e intentar, dentro de sí te ciertos, por los cuales se haga accesible en la in­
mismo, el derrocamiento de todas las ciencias pre­ terioridad pura una exterioridad objetiva [ob].* Ello
ciadas y su reconstrucción. La filosofía es un asunto ocurre en Descartes de la conocida manera consis­
enteramente personal de quien filosofa. Se trata de tente en inferir primero la existencia y veracitas de
su sapientia universalis, esto es, de su saber que as­ Dios, y luego, por medio de ellas, la naturaleza ob­
pira a lo universal —pero de un saber genuinamente jetiva [ob], el dualismo de las sustancias, en suma,
científico, del cual él pueda desde el comienzo y en la base objetiva [06] de las ciencias positivas y éstas
cada paso responder absolutamente con sus razones mismas. Todas las inferencias se realizan siguiendo
absolutamente intelectivas.* Sólo puedo llegar a ser el hilo conductor de principios que son inmanentes,
filósofo genuino mediante mi libre decisión de dirigir innatos en el ego.
mi vida hacia esta meta. Una vez que me he deci­ Hasta aquí Descartes. Preguntamos ahora: ¿Vale [§ 2]
dido a ello, y elegido por ende el derrocamiento y el realmente la pena inquirir críticamente si estos pen­
comienzo a partir de la pobreza absoluta, lo primero samientos tienen una significación eterna? /¿Son / 5 /
es naturalmente examinar** cómo podría encontrar apropiados para infundir fuerzas vitales a nuestro
el comienzo absolutamente seguro y el método de la tiempo?
marcha, faltándome todo apoyo de la ciencia pre- Es grave en todo caso que las ciencias positivas,
dada. Las meditaciones cartesianas no pretenden que debían experimentar mediante estas meditacio­
ser, pues, un asunto privado del filósofo Descartes, nes una fundamentación absolutamente racional, se
sino el prototipo de las meditaciones necesarias para hayan preocupado tan poco de ellas. Ciertamente,
todo filósofo que de nuevo comience.*** en nuestro tiempo dichas ciencias se sienten, a pe­
Si ahora nos fijamos en el contenido de las medi­ sar del brillante desarrollo de estos tres siglos, muy
taciones, tan extraño para nosotros, los hombres de entorpecidas debido a la falta de claridad de sus fun­
damentos. Pero en la renovación del conjunto de sus
Intelectivas* = einsichtigen. Véase el glosario bajo Einsicht. conceptos fundamentales no se les ocurre, sin em­
** Examinar" = besinnen. Véase el glosario. bargo, echar mano de las meditaciones cartesianas.
In la ambigüedad de esta formulación (que puede referirse al co- Por otro lado, tiene desde luego mucho peso el que
izo ie la filosofía y al comienzo del filósofo) puede quizá advertirse
mielizo las meditaciones hayan hecho época en la filosofía
uno] de los contenidos de las meditaciones de Descartes que Husserl en un sentido enteramente único, y justamente en
qui re rescatar y asumir: a m b o s comienzos coinciden: sólo puede em-
pez ir genuinamente a filosofar quien decida comenzar de nuevo la * "Objetiva" = objektive. Véase el glosario bajo Objekt.
filo lofía.
6 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN I) 7

virtud de su retroceso al ego cogito. Descartes inau­ I« ciencia aspira. 5 Según su propósito, no debe valer
gura en efecto una filosofía de especie completamen­ romo realmente científico nada que no esté funda­
te nueva. Modificando todo su estilo, ésta da un giro mentado mediante evidencia perfecta, esto es, que
radical desde el objetivismo [ob] ingenuo hacia un no pueda acreditarse MEDIANTE RETROCESO A LAS
SUBJETIVISMO TRASCENDENTAL, el cual, en tentativas OOHAS [Sachen]* o ESTADOS DE COSAS MISMOS EN LA
siempre nuevas y, no obstante, siempre insuficientes, KXI'KRIENCIA Y LA INTELECCIÓN PRIMIGENIAS. Guia- [§ 5]
procura alcanzar una configuración final pura. ¿No ilon por ello, nosotros filósofos que comenzamos, nos
entrañará esta continua tendencia un sentido eterno, Imponemos el principio de juzgar sólo con eviden­
y para nosotros una gran tarea que nos es impuesta cia y de revisar críticamente la evidencia misma, y
por la historia misma y en la que estamos todos lla­ nulo también, como se comprende de suyo,** con evi­
mados a colaborar? dencia. Si al comienzo hemos puesto fuera de vali­
Nos da que pensar la dispersión de la filosofía ac­ dez a las ciencias, estamos entonces en la vida pre-
tual en su desconcertada laboriosidad. ¿No hay que clnntffica, y en ella no faltan tampoco^claro está, evi­
atribuirla al hecho de que en ella las fuerzas motri­ dencias, inmediatas y mediatas. Eeto^y nada más,
ces que irradian las meditaciones de Descartes han M lo que de momento tenemos.
perdido su primigenia vitalidad? ¿No sería el único De ahí surge la primera cuestión para nosotros:
renacimiento fructífero el que reanimara estas me­ ¿No podemos ofrecer evidencias inmediatas y apo-
ditaciones, no para adoptarlas, sino ante todo para <l(<ticas, y, por cierto, primeras en sí, es decir, de
descubrir el sentido más profundo de su radicalismo tal índole que tengan que preceder necesariamente a
en el retroceso al ego cogito y los valores eternos que (odas las demás evidencias?
de ahí brotan? Entregándonos a esta cuestión en la meditación, [§ 7]
En todo caso, con ello se indica el camino que ha parece ante todo presentarse como de hecho la pri­
conducido a la fenomenología trascendental. mera en sí de todas las evidencias, y como apodíctica,
Vamos ahora a recorrer juntos este camino. A la de la existencia del mundo. Todas las ciencias, y ya
untes que ellas la vida activa, se refieren al mundo.
la manera cartesiana, llevemos a cabo meditaciones
ANTES QUE TODO, LA EXISTENCIA DEL MUNDO ES
como filósofos que comienzan radicalmente: natural­
ÍIOMPRENSIBLE DE SUYO —tanto, que naHie puede
mente, transformando de modo constante y crítico
primar en enunciarla expresamente en una propo­
las viejas meditaciones cartesianas. Lo que en éstas
rción.*** Tenemos ciertamente la continuada expe­
era mero proyecto germinal, debe ser libremente des­
riencia del mundo, en la cual este mundo está ante
plegado. hiiftHtros ojos existiendo ininterrumpida e incuestio­
[I, § 3] Empezamos, pues, cada uno para sí y en sí, con nablemente. Pero, ¿es esta evidencia de experien­
/ 6 / la /decisión de poner fuera de validez a todas las cia, a pesar de ser comprensible de suyo, realmente
ciencias que nos son pre-dadas. No renunciamos a Mpodíctica, y es realmente la primera en sí, la que
la meta rectora de Descartes de una fundamentación precede a todas las demás? Tendremos que negar
absoluta de la ciencia, pero por el momento no debe
presuponerse como un prejuicio ni siquiera su posibi- ' Véase el glosario bajo Sache.
[§ 4] lidad. Nos conformamos con colocarnos en el interior " "Como te comprende de suyo" = $tlb$tvtr$iinilich. Véase el glosario.
del proceder de las ciencias y extraer de él su ideal * " Huiserl aligeró, esta frase en las Mcditacionct cartetianat: "tanto, que
de cientificidad como aquello a lo que ella, a lo que liad I« pensará e n . . . " .
LAS CONFERENCIAS DE PARIS (LECCIÓN i)
8

ambas cosas. ¿No se muestra en algunos de sus de­ toda filosofía radical.
talles como ilusión de los sentidos? ¿No ocurre que Reflexionemos: como filósofos que meditamos ra­
aun el nexo entero de experiencia que puede abar­ dicalmente no tenemos ahora ni una ciencia válida
carse con la vista unitariamente,* resulte desvalori­ para nosotros ni un mundo existente para nosotros.
zado como mero sueño? No vamos aquí a tomar en En lugar de existir pura y simplemente, esto es, de
consideración el intento que hizo Descartes por pro­ tener validez para nosotros de un modo natural en la
bar la posibilidad de pensar el no-ser del mundo —a creencia en el ser propia de la experiencia, el mundo
pesar de que éste sea experimentado constantemen- es ahora para nosotros solamente una mera preten­
¡11 te—, intento guiado por una crítica demasiado /des­ sión de ser. \ Esto concierne también a todo otro yo,
cuidada de la experiencia sensible. Nosotros man­ de manera que, bien mirado, no podemos hablar legí­
tenemos solamente que con vistas a una fundamen- timamente en el plural comunicativo. Los otros hom­
tación radical de la ciencia, la evidencia de_la expe­ bres y animales rae son dados solamente en virtud
riencia requiere primero, en todo cas% de una crítica de la experiencia sensible, de cuya validez no puedo
de su validez y su alcance, y que por ende no nos está servirme, puesto que también está en cuestión. Na­
permitido tomarla como incuestionable e inmediata­ turalmente, con los otros pierdo también, íntegras,
mente apodíctica. De acuerdo con ello, no basta po­ las formaciones de la socialidad y de la cultura; en
ner fuera de validez a todas las ciencias que nos son suma, el mundo concreto entero es para mí, en
pre-dadas y tratarlas como prejuicios; también te­ vez de existente, sólo fenómeno de ser. Pero sea cual
nemos que despojar de su validez ingenua a su base fuere el resultado de la pretensión de realidad de este
universal: la de la experiencia del mundo. El ser fenómeno de ser^ el ser o la ilusión, él mismo, como
del mundo no puede ser ya para nosotros un hecho ¡^fenómejnc^mío, no es ciertamente una nada, sino
comprensible de suyo, sino solamente, él mismo, un ¡precisamente lo que hace „por todas partes, pnsihle.
PROBLEMA DE VALIDEZ. para mí el sei -yJalhisioa, Y de nuevo: si me abs-
¿Acaso nos sigue quedando ahora una base de ser, ¡tengo, como libremente podría hacer y como hice, de
una base para juicios y evidencias cualesquiera, para toda creencia de experiencia, d^jnanera^uejpara mí
poder fundamentar sobre ella —y apodícticamente— el ser del mundo de la experiencia quede fuera de va­
una filosofía universal? ¿No es el mundo el título lidez, entonces ciertamente este abstenerme es lo que
para el universo de lo existente en general? ¿No re­ es en sí junto con la corriente entera de la vida experi­
sultará finalmente que el mundo no es en modo al­ mentante y todos sus fenómenos singulares, las cosas
guno la base de juicio primera en sí, sino que más que aparecen, los prójimos que aparecen, los objetos
bien con su existencia ya está presupuesta una base [ob] culturales, etc. Todo permanece como era, sólo
de ser anterior en sí? que yo no lo tomo simplemente como existente, sino
[§ \ Aquí damos ahora, siguiendo enteramente a Des­ que me abstengo de toda toma de posición respecto
cartes, el gran giro que, correctamente efectuado, deTser y la ilusión. También tengo que abstenerme
conduce a la SUBJETIVIDAD TRASCENDENTAL: el giro del resto de mis„menciones^*_juicios, dermis tomas
hacia el ego cogito como BASE DE JUICIO ÚLTIMA y de posición valorativas referentes al mundo, puesto
apodícticamente cierta, sobre la cual ha de fundarse que presuponen el sex del mundo, y tampoco para

* Kslo es, en palabras más simples, el conjunto de todo lo percibido


(exp<|¡mentado) en un momento dado. "Menciones" = Meinungen. Véase el glosario bajo meine».
(LECCIÓN I) 11
10 LAS CONFERENCIAS DE PARIS

eUosi3. el„abstenerme significa su desaparición, 14 a modo universal; no como /el yo hombre aislado, sino / 9 /
saber, como meros fenómenos,* como el yo en cuya vida de conciencia precisamente
el mundo entero y yo mismo como objeto [ob] del
Así pues, esta inhibición universal de toda toma de
mundo, como hombre que existe en el mundo, recibe
posición sobre el mundo objetivo [06], que llamamos
jnicialmente su sentido y su validez de ser.
EPOJÉ FENOMENOLÓGICA, se convierte precisamente
en el medio metódico mediante el cual me aprehendq Nos encontramos aquí en un punto peligroso. Pa- [§ 10]
puramente como aquel yo y aquella vida de concien­ rece muy fácil aprehender, siguiendo a Descartes,
cia en los cuales y mediante los cuales** el mundo el ego puro y sus cogitationes. Y sin embargo es
objetivo [ob] en su totalidad es para mí y es como como si estuviéramos en la escarpada cresta de un
precisamente es para mí. Todo lo mundano^Jodo risco y avanzar sobre ella con calma y seguridad de-
ser espacio-temporal es para mí gracias a que yo pidiera sobre la vida filosófica y la muerte filosófica.
To experimento, lo percibo, lo recuerdo, pienso de Descartes tuvo la voluntad más pura de liberarse
cualquier modo en él, lo juzgo, lo valoro, lo deseo, radicalmente de prejuicios. Pero gracias a nuevas in­
etc. Como es sabido, Descartes designa todo ello vestigaciones, y especialmente a las bellas y profun­
con el título cogito. El mundo no es para mí en gene­ das de los señores Gilson y Koyré, nosotros sabemos
ral nada más que el que en tales cogitationes existe cuánta escolástica se desliza en secreto y como pre­
concientemente y vale para mí. EXCLUSIVAMENTE juicio no aclarado en las meditaciones de Descartes.
POR TALES COGITATIONES TIENE EL MUNDO TODO SU Pero no sólo eso; ante todo tenemos que mantener­
SENTIDO Y su VALIDEZ DE SER. En ellas transcurre nos a distancia de los prejuicios, apenas visibles para
toda mi vida mundana. 1 Yo no puedo ponerme a nosotros mismos, que se originan en el hecho de di­
vivir, a experimentar, a pensar, a valorar y actuar, rigir la mirada hacia la_de^|ajMturaLjm.a.temilJ£a,
dentro de ningún otro mundo, dentro de un mundo como si bajo el título ego cogito se tratara de un
que no tenga en mí 1 y por mí mismo sentido y va­ axioma fundamental apodíctico, que en unión con
lidez. Si me sitúo por encima de esta vida entera y otros (que habría que derivar de él) tuviera que su­
me abstengo de todo llevar a cabo cualquier creen­ ministrar el fundamento de una ciencia deductiva
cia en el ser que tome directamente al mundo como del mundo, una ciencia ordine geométrico. En co­
existente —si dirijo mi mirada exclusivamente a esta nexión con esto, no puede admitirse en modo alguno
misma vida como conciencia DEL mundo—, me ob­ como algo comprensible de suyo que en nuestro ego
tengo como el ego puro con la corriente pura de mis apqdícticamente puro hayamos salvado un pequeño
cogitationes. paMllp del mundo,* que sería para el yo filosofante lo
No me obtengo acaso como un fragmento del mun­
do, pues he puesto fuera de validez al mundo de un * En la frase "en nuestro ego. ..", traducimos literalmente el in ale-
mán, que Gaos y Presas en sus sendas versiones de las Medttactonet
* La lectura de las notas 13 y 14 del Apéndice critico resulta indis- cartenanm traducen como con. El con pretende tal vez impedir que
pensable para la correcta comprensión del texto. se lea el en con el sentido de dentro de, y eludir así la seguramen-
te errónea interpretación del texto (también posible sobre el texto
** En el original ambos relativos están en singular; la frase dirí»
alemán), según la cual Husserl estarla refiriéndose (para rechazarlo)
literalmente: "en el cual y mediante el cual..." Además de qu« «n al salvamento de un cabo o trozo del mundo dentro del ego. La inter-
alemán Ich (yo) y Leben (vida) tienen el mismo género (neutro), te pretación correcta es la que identifica, gramaticalmente y según la
advierte en las Conferencias la intención de tratar —al menos grama- intención de la frase, al ego mismo con ese cabillo del mundo; según
ticalmente— ambos sustantivos ("yo" y "vida de conciencia" o "vida ella, Husserl estaría precisamente negando que esa identificación deba
de yo") como uno solo.
12 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS LECCIÓN i) 13
único incuestionable del m u n d o , y que ahora se t r a t e mundo o se decida sobre ello como se decida. 2 1 Si en
justamente de inferir el resto del mundo mediante la vida natural digo: "Yo soy, yo pienso, yo vivo",
conclusiones bien dirigidas conforme a los principios eso quiere decir: yo, esta persona h u m a n a entre otros
innatos en el ego. hombres en el mundo, que está mediante mi orga­
Esto es lo que por desgracia ocurre en Descar­ nismo corporal en el nexo real [real]* de la n a t u r a ­
tes con el giro aparentemente insignificante, pero fa­ leza, en el cual están entonces también incorporadas
tal, que convierte al ego en la substantia cogitans, mis cogitationes, mis percepciones, recuerdos, jui­
en el animus h u m a n o separado, en el miembro ini­ cios, etc., como hechos psicofísicos. Así concebidos,
cial de inferencias sometidas al principio causal, en soy yo y somos nosotros, hombres y animales, t e m a s
suma, el giro por el cual se convirtió en el padre del de las ciencias objetivas [ob]: de la biología, la an­
absurdo realismo trascendental. Todo ello quedará tropología y la zoología, y también de la psicología.
lejos de nosotros si permanecemos fieles al radica­ La vida anímica, de la que t o d a psicología habla,
lismo del autoexamen y por ende al principio de la está entendida como vida anímica en el m u n d o . 2 2 La
intuición pura, es decir, si no dejamos valer n a d a que epojé fenomenológica que el curso de las meditacio­
no tengamos dado realmente, y ante todo de modo nes cartesianas depuradas exige de mí, el filosofante,
enteramente inmediato, en el campo del ego cogito desconecta de mi campo de juicio la validez de ser del
que se nos abrió por medio de la epojé, es decir, si mundo objetivo [ob] en general, 2 3 así como también
no hacemos enunciaciones sobre n a d a que nosotros las ciencias del m u n d o e incluso ya en cuanto hechos
mismos no veamos. En ello h a fallado Descartes, y del m u n d o . PARA M Í 2 4 P O R ENDE NO HAY NI YO
/ 1 0 / así ocurre que se encuentra ante el más grande / d e NI ACTOS PSÍQUICOS, 25FENÓMENOS PSÍQUICOS EN EL
todos los hallazgos, que en cierta forma lo ha hecho SENTIDO DE LA PSICOLOGÍA; así, para mí t a m p o c o hay
ya, y sin embargo no aprehende su sentido propio, el yo en cuanto hombre, < t a m p o c o > mis propias cogi­
sentido de la subjetividad trascendental, y no cruza tationes como fragmentos integrantes de un m u n d o
entonces la puerta de entrada que conduce al interior psicofísico. Pero, a cambio, me he ganado a mí, y
de la filosofía trascendental genuina. ahora a mí únicamente, como aquel yo puro con la
[§ 11] La libre epojé respecto del ser del m u n d o que apa­ vida p u r a y las capacidades puras (por ejemplo, la
rece y que p a r a mí en general vale como real —co­ evidente capacidad: puedo, al juzgar, abstenerme),
mo real en la actitud natural anterior— muestra en POR EL CUAL PARA MÍ EL SER DE ESTE MUNDO26 y el
efecto este hecho, el más grande y el más maravilloso respectivo ser-así, tienen en general sentido y posible
de t o d o s , a saber, que yo, j u n t o con mi vida, perma­ validez. Si llamamos al mundo TRASCENDENTE, ya
nezco intacto* en mi validez de ser, sea o no sea el qjue su eventual no-ser no suprime mi ser puro, sino
Q^eTo~pres_up one;( llamamos entonces TRASCENDEN­
admitirse como algo "comprensible de suyo", negación clave para la
fundamentación de la fenomenología trascendental. El en debe enten-
TAL a este mi ser p u r o o mi yo p u r o . Mediante la
derse, según esto, en el sentido que tiene, por ejemplo, en la frase:
"tienes en mí a un amigo". Por su parte, el con, en mi opinión, no rresponde a la primera persona del plural. Traducida literalmente, la
consigue evitar otra posible mala interpretación (pero imposible sobre oración diría: "que yo y mi vida permanece intacta en mi valide* de
el texto alemán): en la que se caería al leerlo como junto con. ser". La nueva versión de este texto en las Meditacione» cartetianai lleva
* Hay una falta de concordancia en la oración alemana: daß ich und el verbo en plural: "... permanecemos intactos en mi valides de ser".
mein Leben in meiner Sein$geliung unberührt bleibt.. . El verbo está en ter- Véasela nota "* de la página 10.
cera persona del singular y el sujeto es un sujeto compuesto que CO- Real. Véase el glosario.
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN II)
14
/ll/ epojé fenomenológica / s e reduce el yo h u m a n o natu­ ellas mismas en la subjetividad trascendental, y to­
ral, y, ciertamente, el mío, al trascendental; y esto das las verificaciones que p u e d a n referirse al m u n d o ,
es lo que hay que entender cuando se habla de la tienen su medida en el mundo mismo, tal como él
reducción fenomenológica. mismo se d a y se verifica en la experiencia. No es que
queramos tachar de falso el gran pensamiento carte­
siano de buscar la fundamentación más profunda de
(II)
las ciencias objetivas [06] y del ser del mundo obje­
[II, § 12] Aquí se necesitan, sin embargo, nuevos pasos me­ tivo [ob] mismo en la subjetividad trascendental. Si
diante los cuales pueda obtenerse el debido provecho así fuera, no seguiríamos la vía de su meditación, ni
de lo que aquí se h a puesto de manifiesto. ¿Qué siquiera sometiéndola a crítica. Pero quizá con el
puede emprenderse filosóficamente con el ego tras­ hallazgo cartesiano del ego también se inaugura u n a
cendental? Sin duda, en el orden del conocimiento, NUEVA IDEA DE FUNDAMENTACIÓN, 2 8 A SABER, LA
su ser precede evidentemente — p a r a mí, el que filo­ FUNDAMENTACIÓN TRASCENDENTAL.
sofa— a todo ser objetivo [ob]. E n cierto sentido, él De hecho, en lugar de utilizar el ego cogito como
es el fundamento y la base sobre los cuales se desarro­ u n a mera proposición apodíctica y como premisa ab­
lla todo conocimiento objetivo [ob], bueno y malo. solutamente fundamentante, dirijamos la atención al
Pero este preceder y estar presupuesto en todo co­ hecho de que la epojé fenomenológica nos h a (o me
nocimiento objetivo [ob], ¿quiere por tal razón decir ha a mí, el filosofante) puesto al descubierto, con
que el ego es en el sentido corriente fundamento cog­ el yo soy, apodíctico sin d u d a , u n a esfera de ser
noscitivo de este conocimiento objetivo [06]? Es muy nueva e infinita, y, por cierto, como u n a esfera de
natural el pensamiento, la tentación; es precisamente u n a nueva experiencia, de u n a EXPERIENCIA TRAS­
la de t o d a teoría realista. Pero la tentación de bus­ CENDENTAL. Pero precisamente con ello se h a puesto
car en la subjetividad trascendental premisas p a r a la al descubierto también la posibilidad de u n conoci­
puesta en existencia del m u n d o subjetivo,* desapa­ miento experimental trascendental, esto es, de una
rece si pensamos que todas las inferencias que lle­ ciencia trascendental.
vamos a cabo, p u r a m e n t e consideradas, transcurren
Aquí se abre un horizonte de conocimiento suma­
* Puesto que puede fácilmente parecer que aquí debería decir "mundo mente notable. / L a epojé fenomenológica me re-
objetivo" en lugar de "mundo subjetivo", creo que será útil aclarar duce a mi yo trascendental puro, y por lo menos
que, de acuerdo con el sentido del problema que aquí discute Husserl, de m o m e n t o soy yo por ende en cierto sentido solus
el mundo no sería "objetivo" mientras no se efectuara esa "puesta
en existencia" (Exirtenztetzung), que sería la conclusión de una infe­ ipse: no en el sentido corriente, en el cual lo sería,
rencia que tomara a la subjetividad trascendental como premisa (y digamos, el < ú n i c o > hombre que quedara, tras un
entre tanto el mundo seguiría siendo "subjetivo"). Ahora bien, este hundimiento de todos los astros, en el mundo a ú n
planteamiento (que es el que da lugar al llamado "realismo trascen­ existente. Si he desterrado de mi campo de juicio
dental") es el que Husserl expresamente rechaza: según él, resulta
imposible otorgarle "objetividad" a ese mundo "subjetivo" mediante al m u n d o en cuanto que recibe sentido de ser de mí
inferencias "en sentido corriente"; dicho de otro modo: la existencia, y en mí, entonces soy yo, el yo trascendental que lo
la objetividad del mundo no puede concluirse a partir de la existencia precede, LO ÚNICO JUDICATIVAMENTE SUSCEPTIBLE DE
de la subjetividad, por las razones que en seguida expone. Lo que SER P U E S T O Y LO ÚNICO P U E S T O . Y ahora debo al­
puede hacerse es aclarar el sentido de esa existencia y esa objetivi­
dad mediante una funiamentación tratcendtntal basada en la experiencia
canzar u n a ciencia, u n a ciencia inauditamente pecu­
trmceniental (nociones que Husserl introduce abajo). liar, pues, creada exclusivamente por mi subjetividad
LAS CONFERENCIAS DE PARIS (LECCIÓN I I )
16
trascendental y en ella, debe valer 3 0 también —por cia de ello. El título ego cogito tiene que ampliarse
lo menos de m o m e n t o — solamente p a r a ella: u n a en un miembro: todo cogito lleva en sí, como algo
ciencia solipsista-trascendental. No es por lo tanto mentado [vermeint],* su cogitatum. La percepción
el ego cogito, sino u n a ciencia del ego, u n a EGOLOGÍA de la casa, a u n cuando me abstenga de poner en
pura, lo que tendría que ser el fundamento ínfimo de acción la creencia propia de la percepción, es, to­
la filosofía en el sentido cartesiano de la ciencia uni­ mada como yo la vivo, precisamente percepción de
versal, y lo que tendría que a p o r t a r por lo menos el esta y exactamente de esta casa que aparece así y
terreno para su fundamentación absoluta. De hecho asá y se muestra exactamente con estas determina­
esta ciencia existe ya como la fenomenología trascen­ ciones, de lado, de cerca o de lejos. Igualmente, el
dental ínfima; la ínfima, es decir, no la completa, recuerdo claro o vago es recuerdo de la casa clara
a la cual, como es comprensible de suyo, pertenece o vagamente representada; el juicio, por falso que
en efecto el ulterior paso del solipsismo trascendental sea, es mención judicativa de tal o cual estado de co­
sas m e n t a d o [vermeint], etc. L A CARACTERÍSTICA
a la intersubjetividad trascendental.
FUNDAMENTAL DE LOS MODOS DE CONCIENCIA EN LOS
P a r a hacer que todo esto sea comprensible, se re­
CUALES YO VIVO COMO YO, ES LA DENOMINADA IN­
quiere ante todo despejar el campo infinito de la au-
TENCIONALIDAD; es el respectivo tener conciente algo.
toexperiencia trascendental del ego, tarea que Des­
A este qué de la conciencia pertenecen también los
cartes descuidó. La autoexperiencia, incluso estima­
modos de ser, como existente, conjeturalmente exis­
d a como apodíctica, juega como es sabido u n papel
tente, nulamente existente, pero también los modos
en el mismo Descartes, pero lejos de él quedó el hacer dej parecer-existente, ser bueno,,ser valioso, etc. La
accesible al ego en la entera concreción de su existir y experiencia fenomenológica como reflexión tiene que
vivir trascendentales y contemplarlo como un campo mantenerse alejada de t o d a invención constructiva
de trabajo que hay que recorrer sistemáticamente en y, como experiencia genuina, tiene que ser t o m a d a
[§ 14] sus infinitudes. P a r a el filósofo tiene que estar colo­ exactamente en la concreción, exactamente con el
cada en el centro, como u n a intelección fundamental, contenido de sentido y de ser, en que ella precisamen­
la de que él puede, en la actitud de la reducción tras­ te se presenta.
cendental, reflexionar de modo consecuente sobre sus Es u n a invención constructiva del sensualismo [
cogitationes y sobre su contenido p u r a m e n t e fenome- interpretar la conciencia como complejo de datos de
nológico, y con ello descubrir por todas partes su ser los sentidos y, eventualmente, hacer intervenir des­
trascendental en su vida temporal-trascendental y en pués cualidades figúrales** p a r a que ellas provean
sus facultades. Manifiestamente se t r a t a aquí de u n la integración. Esto ya es absolutamente falso en
paralelo de lo que la psicología en su m u n d a n i d a d la actitud psicológico-mundana, y con mayor razón
llama experiencia interna o autoexperiencia. nn la trascendental. Si bien el análisis fenómeno-
De mayor importancia, y en verdad de impor- lógica, al progresar, tiene también que ofrecer algo
/ 1 3 / t a n c i a decisiva, es luego / d a r s e cuenta de que no bajo el título de datos de sensación, ello no es en
p u e d e pasarse por alto a la ligera —lo que incidental- U)do caso algo primero en todos los casos de "per­
m e n t e también advirtió Descartes— que, por ejem­ cepción externa", sino que en u n a descripción fiel
plo, la epojé relativa a lo m u n d a n o no cambia en
n a d a el hecho de que la experiencia es experiencia "Algo mentado" = Vermeintet. Véase el glosario bajo meinen.
de ello, y así la conciencia de que se t r a t e es concien- ** "Cualidades figúrales" = Gestaltqualititen. Véase el glosario.
18 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN II) 19

y puramente intuitiva lo primero es el cogito, diga­ cindimos por el momento del yo idéntico, aunque en
mos la percepción de la casa como tal, que hay que cierto modo se encuentra en todo cogito, entonces
describir más de cerca por lo que respecta al sentido en la reflexión se destaca más fácilmente lo distin­
objetivo y a los modos de aparición. Y lo mismo tivo del cogito mismo, y se distinguen en seguida
para toda especie de conciencia. tipos descriptivos, indicados muy vagamente en el
Dirigido yo directamente al objeto [ob] de concien­ lenguaje <como> percibir, recordar, tener-justo-to-
cia, lo encuentro como algo que está experimentado davía-en-la-conciencia después de percibir, esperar
/ l 4 / o /mentado con tales y cuales determinaciones, en el anticipadamente, desear, querer, enunciar predicati­
juzgar como portador de predicados judicativos, en vamente, etc. Pero si tomamos esto como la reflexión
el valorar como portador de predicados valorativos. trascendental lo ofrece concretamente, se somete en
Mirando hacia el otro lado, encuentro los cambiantes seguida a la consideración la ya tocada diferencia
modos de la conciencia, lo perceptivo, lo recordativo, fundamental entre sentido objetivo y modo de con­
todo lo que no es de suyo objeto y determinación ob­ ciencia, eventualmente modo de aparición: es decir,
jetiva, sino modo de darse subjetivo, modo de apa­ la bilateralidad —considerada en lo típico—, gene­
rición subjetivo, como la perspectiva o las diferencias rada precisamente por la intencionalidad, por la con­
de la vaguedad y la distinción, de la atención y la ciencia como conciencia de esto y aquello. Ello ofrece
desatención, etc. siempre direcciones de descripción dobles.
Examinarse a sí mismo continuamente como filó­ En esto se puede advertir, por tanto, que la epojé
sofo que medita y que por ello ha llegado a ser ego trascendental relativa al mundo existente con todos
trascendental,* quiere decir, por tanto, entrar en la los objetos [ob] respectivamente experimentados,
experiencia trascendental abiertamente ilimitada, no percibidos, recordados, pensados, creídos judicativa-
conformarse con el vago ego cogito, sino perseguir el mente, no altera en nada el hecho de que el mundo,
flujo constante del ser y la vida cogitativos, inspec­ de que todos estos objetos [ob] como fenómenos de
cionarlo según todo lo que en él hay que ver, pene­ experiencia —pero sólo puramente como tales, pu­
trar en él explicitándolo, captarlo descriptivamente ramente como cogitata de las respectivas cogitatio-
en conceptos y juicios, y puramente en conceptos y nes—, tienen que ser un tema principal /de la des- / 1 5 /
juicios sacados de modo enteramente primigenio de cripción fenomenológica. ¿Pero en qué consiste en­
estos componentes intuitivos. tonces la diferencia abismal entre los juicios feno-
Así pues, es incluso triple, como ya dijimos, el menológicos sobre el mundo de la experiencia y los
título que nos guía como esquema de las exposicio­ juicios objetivos[ot]-naturales? La respuesta puede
nes y descripciones: ego cogito cogitatum. Si pres- darse así: como ego fenomenológico me he conver­
tido en espectador puro de mí mismo, y no tengo
* La traducción: " . . . h a llegado a ser ego trascendental...'', es li- como válido nada más que lo que encuentro insepa­
teral. Esta forma de expresarse no va de acuerdo, sin embargo, con
el genuino pensamiento de Husserl sobre este punto (manifestado con rable de mí mismo, nada más que mi vida pura y lo
claridad, por ejemplo, dos párrafos más abajo, en el que comiema: que encuentro inseparable de ella misma, y por cierto
"En esto se puede advertir...", y en el siguiente). Según éste, el yo exactamente del modo como la reflexión primigenia,
no llega a ter ego trascendental mediante la reducción fenomenológica, intuitiva, me descubre para mí mismo. Como hom­
sino que lo es también antes, cuando se encuentra "en actitud natu- bre en actitud natural, como era yo antes de la epojé,
ral". La reducción me da acceso a mi ego trascendental, del cual antes
yo no sabía nada, pero no lo crea o lo produce. me encontraba ingenuamente viviendo en el mundo;
20 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN 11) 21
al experimentar valía para mí, sin más, lo experi­ en general con mi ego trascendental.
mentado, y conforme a ello llevaba a cabo mis otras Así, con la reducción fenomenológica se lleva a
tomas de posición. Todo ello, sin embargo, ocurría cabo una especie de escisión del yo: el espectador
en mí sin que yo estuviera entonces dirigido a ello; trascendental se sitúa sobre sí mismo, se mira, y se
mi interés era lo experimentado por'mí, las cosas, los mira también como el yo entregado antes al mundo,
valores, las metas, y no empero mi vida experimen­ se encuentra por ende en sí, en cuanto cogitatum,
tante, mi estar-interesado, tomar posición, lo subje­ como hombre, y encuentra en las cogitationes corres­
tivo mío. Yo era trascendental también en cuanto yo pondientes el vivir y el ser trascendentales que com­
que vivía naturalmente, pero no sabía nada acerca ponen <lo> mundano en su totalidad. Si el hombre
de ello. Para percatarme de mi absoluto ser pro­ natural (incluido en él el yo que es en última ins­
pio, tuve precisamente que practicar la epojé feno- tancia trascendental, pero que no sabe nada de ello)
menológica. Mediante ella no voy, como Descartes. tiene un mundo existente en ingenua calidad de abso­
a practicar una crítica de validez para saber si me luto y una ciencia del mundo, entonces el espectador
esjtá.pejaniüdfl„¿xin^^ trascendental, vuelto conciente de sí como yo tras­
riencia_y^px.ejadßjaajElssijdfil mun.dQí_^injctílue_voy cendental, tiejie^jjmyadja^fi^^ esto
a aprender que eljniindo jes para mí, j>ero^también es, como cogitatum de la respectiva cogitatio, como
cómo el mundomesMj>arjt„mí^^ostbalum. de .mis ca- lo que aparece en las respectivas apariciones, como
gjtationes. No voy solamente a establecer en ge­ mero correlato.
neral que el ego cogito precede apodícticamente al Si la fenomenología tiene temáticamente obje- [§ 17]
ser-para-mí del mundo, sino a conocer de un modo tos de conciencia, de cualquier especie que sean, rea­
plenamente comprehensivo mi ser concreto en cuanto les [real] o ideales, los tiene sólo como objetos de
e
8°> y P o r e ll° a v e r : m i s e r e n cuanto ser que ex­ los respectivos modos de conciencia; la descripción,
perimenta y vive de modo natural dentro del mundo que quiere aprehender los fenómenos concretamen-
consiste en un vivir trascendental particular, en el te-plenos de las cogitationes, tiene que volver cons­
cual llevo a cabo, con ingenua credulidad, el expe­ tantemente la mirada desde el lado objetivo hacia el
rimentar, pongo sin cesar en marcha mi convicción lado de la conciencia y perseguir las corresponden­
del mundo ingenuamente adquirida, etc. Así, la ac­ cias que se hallan aquí de cabo a cabo. 40 Si tengo
titud fenomenológica, con su epojé, consiste en QUE como tema, por ejemplo, la percepción de un hexae­
gONQUTKTO F,T, HJ-TTMO PUNTO FlF. VISTA PF.NSARI.F, T?K dro, advierto en la reflexión pura que el hexaedro
LA EXPERIENCIA Y EL CONOCIMIENTO, EN EL_CJJAL está continuamente dado como unidad objetiva en
ME CONVIERTO EN EL ESPECTADOR NO P^LRTÍCIPJE DE una multiforme multiplicidad de modos de aparición
MI YO Y MI yipA-Dfc.YO--NATURALES-MUNDANOS, l a que le pertenece determinadamente. El mismo he­
cual por ello es solamente un fragmento particular xaedro —lo mismo que aparece, ya por éste, ya por
o una capa particular de mi vida trascendental des­ aquel lado, ya en éstas, ya en aquellas perspecti­
cubierta. Soy no partícipe en la medida en que me vas, ya en apariciones cercanas, ya en apariciones
"abstengo" de todos los intereses mundanos que de lejanas, ya con mayor claridad y determinación, ya
/ 1 6 / todos modos tengo, en la medida en que yo —/el con menor. Aun si consideramos cualquier superficie
que filosofa— me sitúo sobre ellos y los contemplo, vteta del hexaedro, cualquier arista o esquina, cual­
los tomo como temas de la descripción, como hago quier mancha de color, en suma, cualquier momento
32 LAS CONFERENCIAS DE PARIS (LECCIÓN II) 23
del sentido objetivo, advertimos lo mismo para cada ees se abren verdaderas infinitudes y resaltan he­
uno de ellos: es unidad de una multiplicidad de mo­ chos siempre nuevos y nunca sospechados. A ellos [§ 18]
dos de aparición que alternan incesablemente, de sus pertenecen las estructuras de la temporalidad feno-
perspectivas particulares, de las diferencias particu­ njenjolégica. Así ocurre ya cuando permanecemos
lares del aquí y allá subjetivos. Visto directamen­ dentro del tipo de conciencia llamado percepción de
te encontramos el color constantemente idéntico e cosa. Esta está en cada caso viva como un estar
inalterado, pero reflexionando sobre los modos de durando, un temporal estar corriendo del percibir
/ 1 7 / aparición, /nos damos cuenta de que no es de nin­ y lo percibido. Este continuo extenderse que corre,
guna otra manera, no es en absoluto pensable de esta temporalidad, es algo esencialmente inherente
otra manera, sino exhibiéndose ya en éstos, ya en al fenómeno trascendental mismo. 42 Cualquier di­
aquellos matices del color. Siempre tenemos unidad visión que pensemos en él, da por resultado de nuevo
solamente como unidad mediante exhibición, que es una percepción del mismo tipo; de cada trecho, de
la exhibición del exhibirse-a-sí-mismo del color o de cada fase, decimos lo mismo: el hexaedro está perci­
la arista.* bido. Pero esta IDENTIDAD es un rasgo descriptivo
El cogitatum sólo es posible en el modo particu­ Inmanente de una vivencia intencional semejante y
lar del cogito. Si empezamos, pues, a tomar la vida de sus fases, es un rasgo en la conciencia misma.
de conciencia de un modo enteramente concreto, y Los fragmentos y fases de la percepción no están
a mirar constante y descriptivamente hacia ambos extrínsecamente pegados uno al otro; están unidos,
lados y sus correspondencias intencionales, enton- tal como está unida la conciencia a la nueva concien­
cia, y unida por cierto en la conciencia de lo mismo.*
Para aclarar el sentido a primera vista oscuro de la oración subordi- No están primero las cosas y son luego introducidas
nada, vale la pena dar la traducción del pasaje correspondiente de las en la conciencia, de tal suerte que esté introducido lo
Meditadoact eartetianat (§17; Hutttrliana I, p. 78, lineas 24-26). Tomo
la traducción de Presas (p. 86), cuya terminología es aquí mas afín a mismo aquí y allá,** sino que conciencia y concien­
la nuestra que la de Gaos. Subrayo el pasaje que interesa, trascrito cia, un cogito y otro se vinculan en un cogito que
aquí dentro de su contexto. los une a ambos, el cual, como nueva conciencia, es
Siempre encontramos la nota en cuestión como unidad de mulUplici- de nuevo conciencia de algo, y es por cierto la obra
dadei fluyentes. Visto directamente tendremos, por ejemplo, la forma de esta CONCIENCIA SINTÉTICA el que en ella se haga
o el color que permanecen invariables; en la actitud reflexiva, en cam- conciente "lo mismo", lo uno,como uno.
bio, tendremos los modos correspondientes de aparición, los modos de
la orientación, de la perspectiva, etc., que se suceden unos a otros en
un proceso continuo. Adema», cada uno de tale» modo» de aparición —por
* 'Einig, que aquí hemos traducido por unida y unido i, no es un partici-
ejemplo, el escorzo de la forma o del color (Abschattung)— e» en ti rrátmo
pio, sino un adjetivo que designa la característica de ser algo "acorde"
exhibición de tu forma, de tu color, etc.
o "conforme* con otra cosa (por ejemplo, dos opiniones o pareceres),
Lo que Husserl quiere decir es, pues, lo siguiente: cada modo de apa- o también la de ser "uno" (como bajo ciertas circunstancias se dice,
rición no es solamente exhibición del objeto unitario (por ejemplo, del por ejemplo, de dos personas que son "una"). No se trata, pues, de
color "idéntico e inalterado"), sino también exhibición de sí mismo "•star unidas" dos cosas distintas o separadas, para lo cual se em-
(por ejemplo, del matis de color propio de ese modo de aparición). plearía el verbo vereinigen, sino de volverse «na, de concordar. Por ello,
Más claramente y siguiendo con el ejemplo del color: un matii de otra traducción posible de la oración sería la siguiente: "... son uno
color mediante el cual se exhibe el color unitario, se exhibe también (o son acordes), tal como es una (acorde) la conciencia y la nueva
a sí mismo (su propio color). En un caso concreto: el tono rojiso que conciencia, y una (acorde.) por cierto en la conciencia de lo mismo".
nos presenta en una parte de su superficie un objeto pardo, exhibe el '* Aquí y allá: es decir, en una conciencia y en otra, en un acto de
color pardo del objeto exhibiendo a la ves su propio color rojiso. conciencia y en un nuevo acto de conciencia.
24 LAS CONFERENCIAS DE PARIS (LECCIÓN II) 25

Tropezamos aquí con un ejemplo del carácter sui sal sintética. A ella hay que agradecer profundamen­
generis de la síntesis como característica fundamen­ te el que el ego trascendental no solamente sea, sino
tal de la conciencia, y con ella resalta a la vez la DIFE­ que sea p a r a sí mismo, u n a unidad concreta abar-
RENCIA ENTRE CONTENIDOS REALES [reell] Y CONTE­ cable con la vista, que vive unitariamente en modos
NIDOS IDEALES [ideell], MERAMENTE INTENCIONALES, de conciencia siempre nuevos y que, sin embargo,
DE LA. CONCIENCIA.* El objeto de la percepción, fe- constantemente se objetiva [ob] de modo unitario y
nomenológicamente considerado, no es un fragmento en la forma del tiempo inmanente.
45
/18/ real [reell] en el /percibir y en sus perspectivas y P e r o no sólo eso. Tan esencial como la AC- [§ 19]
demás multiplicidades de apariciones, que están co­ TUALIDAD de la vida es también la POTENCIALIDAD, y
rriendo y que se unen sintéticamente. Dos apari­ esta potencialidad no es u n a posibilidad vacía. C a d a
ciones, que gracias a u n a síntesis se me dan como cogito, por ejemplo u n a percepción externa o un re­
apariciones de lo mismo, están realmente [reell] se­ cuerdo, etc., lleva en sí mismo, como algo susceptible
paradas, y en cuanto separadas no tienen realmen­ de ser descubierto, una potencialidad, que le es in­
te [reell] ningún d a t o común; cuando mucho tienen manente, de vivencias posibles y referibles al mismo
momentos semejantes e iguales. El mismo hexae­ objeto intencional y que pueden ser realizadas a par­
dro visto es intencionalmente el mismo; lo que se da tir del yo. En cada cogito hallamos, como dice la
como espacialmente-real [real], es en el múltiple per­ fenomenología, HORIZONTES, y en diferente sentido.
cibir algo idealmente-idéntico, algo idéntico que le es La percepción progresa y / t r a z a u n horizonte de ex- / 1 9 /
inmanente a la intención, a los modos de conciencia, pectativa como un horizonte de la intencionalidad,
a los actos-del-yo, inmanente no como d a t o real [re- que muestra lo venidero como percibido y, por t a n t o ,
ell], sino como sentido objetivo. El mismo hexaedro muestra series de percepciones futuras. Pero cada
puede luego también, en cuanto que es el mismo ele­ una lleva también consigo potencialidades como el
m e n t o intencional, ser p a r a mí el sustrato idéntico "Yo podría mirar hacia allá en lugar de mirar ha­
de predicaciones, de valoraciones, etc., en diferen­ cia a h P , podría dirigir de otra manera el curso de la
tes recuerdos, expectativas, representaciones claras percepción en lugar de dirigirlo así. Cada recuerdo
o vacías. E s t a mismidad yace siempre en la vida de me remite a u n a cadena entera de recuerdos posibles
conciencia misma y es vista mediante síntesis. Así hasta el ahora actual y, en cada lugar del tiempo in­
LA REFERENCIA DE LA CONCIENCIA A LA OBJETIVIDAD manente, a co-presencias que pueden ser descubier­
ATRAVIESA LA VIDA DE CONCIENCIA ENTERA, y esta tas, etc.
referencia se descubre como una propiedad esencial Todo esto son estructuras intencionales goberna­
de t o d a conciencia: poder pasar sintéticamente, en das por leyes de la síntesis. Puedo consultar a t o d a
m o d o s de conciencia siempre nuevos y de muy dife­ vivencia intencional, y ello quiere decir: puedo pe­
rente especie, a la conciencia unitaria de lo mismo. netrar en sus horizontes, exponerlos, y con ello, por
E s t á en conexión con ello el que ningún cogito sin­ un lado, descubro potencialidades de mi vida, y por
gular está aislado en el ego, a tal p u n t o que finalmen­ el otro, desde el p u n t o de vista objetivo, aclaro el
te se muestra que la vida universal entera, en su fluc­ ücntido m e n t a d o .
t u a r , en su río** heracliteano, es u n a unidad univer- Así pues, el análisis intencional es algo totalmen- [§ 20]
te distinto del análisis en sentido corriente. La vida
* "Reales" e "ideales" = reellen e ideellen. Véase el glosario bajo reell.
** Fluß. En alemán sólo hay esta palabra para río y para flujo. Sólo nn este caso la hemos traducido como río.
26 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN I I ) 27
de conciencia —y esto vale ya p a r a la psicología in­ logia explana constantemente el mentar, la intencio­
terna p u r a en c u a n t o paralela de la fenomenología nalidad respectiva, produciendo tales síntesis cum­
trascendental— no es u n mero nexo de datos, ni plidoras del sentido. Exponer la estructura univer­
un montón de átomos psíquicos, ni u n todo de ele­ sal de la vida de conciencia trascendental en su estar
mentos unidos* mediante cualidades figúrales. EL referida al sentido y en su conformación del sentíctoT
ANÁLISIS INTENCIONAL ES DESCUBRIMIENTO DE LAS ésta es la inmensa t a r e a que le está asignada a. J a
ACTUALIDADES Y POTENCIALIDADES EN LAS CUALES descripción. 4 7
SE CONSTITUYEN OBJETOS COMO UNIDADES DE SEN­ Naturalmente la investigación se mueve en dife­
TIDO, y todo análisis del sentido se lleva a cabo él rentes niveles. No significará un impedimento p a r a
mismo en la transición de las vivencias reales [reell] ella el hecho de que éste sea el reino del flujo subje­
hacia los horizontes intencionales trazados en ellas. tivo y de que sería u n a obcecación querer proceder
E s t a tardía intelección prescribe al análisis y a la aquí con u n a metodología de formación de conceptos
descripción fenomenológicos u n a metodología total­ y juicios como la que sirve de p a u t a en las ciencias
mente nueva; u n a metodología que entra en acción objetivas [ob] exactas.* Ciertamente, la vida de con­
donde haya que acometer seriamente [cuestiones ciencia está en el flujo, y todo cogito es fluente, sin
de]** objeto y sentido, cuestiones de ser, cuestiones elementos últimos ni relaciones últimas que puedan
de posibilidad, cuestiones de origen, cuestiones de fijarse. Pero en el flujo impera u n a muy acusada
derecho. Todo análisis intencional alcanza más allá tipología. La percepción es un tipo general, el re- [§ 21}
de la vivencia momentánea y realmente [reell] d a d a cuerdo es otro tipo, la conciencia vacía, y por cierto
de la esfera inmanente, y por cierto de tal manera retencional, como la tengo de u n fragmento de me­
que, al descubrir potencialidades que están ahora lodía que ya no escucho pero que todavía tengo en el
real [reell] y horizontalmente anunciadas, pone de campo de conciencia, no intuitivamente pero cierta­
manifiesto multiplicidades de nuevas vivencias en las mente este fragmento de melodía** —tales son tipos
que se vuelve claro lo que solamente estaba implíci­ generales, a g u d a m e n t e acusados, que luego a su vez
t a m e n t e m e n t a d o y que de este modo ya era inten­ se particularizan en el tipo percepción de cosa espacial
cional. Si veo un hexaedro, digo de inmediato: Lo y el tipo percepción de un hombre, del ser psicofísico.
veo real y propiamente sólo por u n lado. Y es sin era- A cada tipo semejante puedo yo, describiendo con
/ 2 0 / bargo e v i d e n t e / q u e lo que ahora percibo es más; que generalidad, consultarlo acerca de su estructura, y
la percepción entraña una mención, aunque sea u n a por cierto acerca de su estructura intencional, ya que
mención no intuitiva, por la cual el lado visto tiene precisamente se t r a t a de un tipo intencional. Puedo
su sentido como mero lado. ¿Pero cómo se descubre preguntar cómo se convierte uno en otro, cómo se
e s t a mención-de-más?, ¿cómo llega propiamente a forma, cómo se modifica, qué formas de la síntesis
ser evidente que miento más? Sin d u d a , mediante la Intencional yacen en él necesariamente, qué formas
transición a u n a secuencia sintética de percepciones de horizontes encierra en sí necesariamente, qué for­
posibles, como las tendría si, como puedo hacerlo, mas de descubrimiento y formas de cumplimiento le
diera la vuelta alrededor de la cosa. La fenomeno-
* Una traducción más literal seria: " . . . una metodología de for­
* Einig: véase la nota * de la página 23. mación de conceptos y juicios, que es la que sirve de pauta para las
Lo añadido entre corchetes no »e encuentra en el original, pero nos ciencias objetivas exactas".
parece que el sentido lo exige. ** Anacoluto en el original.
28 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 29

pertenecen. Ello d a por resultado, pues, la teoría ees sujetamos* consecuentemente el tipo sintético
trascendental de la percepción, esto es, el análisis de objeto mundo, n a t u r a l m e n t e como cogitatum y
intencional de la percepción, la teoría trascendental C o m o HILO CONDUCTOR PARA EL DESPLIEGUE DE LA
/21/ del recuerdo y del /nexo de las intuiciones en gene­ ESTRUCTURA DE_ INFINITUDJDE LA J N j r j ^ c j ^ Á X l D A D
ral, pero también la teoría trascendental del juicio, DE LA EXPERIENCIA DEL MUNDO. Con ello tenemos
la teoría trascendental de la voluntad, etc. Se t r a t a que entrar en el detalle de la tipología singular. El
siempre, no < d e > poner en marcha, como las cien­ mundo de la experiencia, p u r a m e n t e en cuanto expe­
cias de hechos objetivas [ob], la mera experiencia y rimentado, siempre en la reducción fenomenológica,
de analizar realmente [reell] el dato de experiencia, He articula en objetos [ob] idénticamente persisten­
sino de seguir las líneas de la síntesis intencional, tal tes. ¿Qué aspecto tiene la particular infinitud de
como están intencional y horizontalmente trazadas, percepciones reales y posibles que pertenecen a un
para lo cual los horizontes mismos tienen que ser objeto [ob]? Y lo mismo para cada tipo general de
presentados, pero luego también descubiertos. objeto [ob]. ¿Qué aspecto tiene la intencionalidad de
49
Euesto_£Ug j¡ra cada cogjltatum singular, gracias horizonte, sin la cual un objeto [ob] no podría ser
a su extensión temporal trascendental-ininaij^ejate^.£s objeto [ob] —pues remite al nexo del mundo, sin el
unamsjhtej¡is_d^^ conciencia de lo que cual, como lo muestra el análisis mismo de la inten­
es continuamente lo mismo,* el objjei¿Iuxu3L-jiiega cionalidad, ningún objeto [ob] es pensable, etc.? Y lo
ya algún papel como hilo cqnductQr_.trascendental mismo para cada tipo particular de objeto [06] que
päraTaTlriuItipIicidades subjetivas que lo consüku.- pueda pertenecer al mundo.
yen. Pero en la visión panorámica de los tipos más La sujeción ideal [ideell] de u n tipo intencional [§ 22]
generales de cogitata y de su descripción intencional de objeto significa, como se verá pronto, u n a orga­
general, es desde luego de nuevo indiferente si estos nización o u n orden / e n las investigaciones inten- / 2 2 /
o aquellos objetos son los percibidos o recordados y cionales. Con otras palabras: la subjetividad tras­
similares. cendental no es un caos de vivencias intencionales^ 1
50
Si t o m a m o s empero como t e m a el fenómeno del «ino una unidad de la síntesis^j„d,e.jana_sin,t£sis de
m u n d o , que también es conciente como unidad en múltiples niveles, en la que están constituidoajüpos
la corriente de las percepciones que está fluyendo de^objeto [ob] y objetos [ob] singulares siempre nue_-
de m o d o sintéticamente unitario, y respectivamente vos. C a d a objeto [ob], sin embargo, indica u n a ES­
este curioso tipo de la percepción universal del mundo, TRUCTURA REGULAR...PAJLiL.LA_S.UBJETIVIDAD TRAS-
y preguntamos cómo puede entenderse intencional- PENT¿ENX&L.
m e n t e que p a r a nosotros esté ahí un mundo, enton-
(ni)
* Esta ú l t i m a frase, traducida literalmente, diría: "una conciencia
de lo c o n t i n u a m e n t e mismo". Por otra parte, nos parece que ella Con la cuestión del sistema trascendental de [III, § 23]
introduce cierta imprecisión en el sentido del párrafo, pues lo que es la intencionalidad, mediante el cual está ahí cons­
"una conciencia de. . ." es un cogito, no un cogitatum. Pero también es
tantemente p a r a el ego u n a naturaleza, un mundo
probable que en la primera línea del párrafo debiera leerse "cogito"
en lugar de "cogitatum". En t o d o caso, está claro lo que Husserl primero en la experiencia como algo directamente
quiere decir: puesto que el objeto es una unidad que se mantiene fija visible, apresable, etc., y luego mediante t o d a otra
o idéntica frente a la multiplicidad de la conciencia, puede servir como
hilo c o n d u c t o r para la descripción de esta m i s m a multiplicidad. * "Sujetar" = feíthalten. Véase el glosario.
30 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 31

suerte de intencionalidad dirigida al mundo—, con te vive el ego en cogitationes, y el objeto respec­
esta cuestión estamos ya propiamente en la fenome­ tivo siempre es o bien intuitivo (si en la conciencia,
nología de la razón. Razón y sinrazoji^ entendidas siendo; si en la conciencia de fantasía, como si fuera)
en el_sentido más amplio, ño - designan facultades o bien no intuitivo, alejado de los hechos.* Y par­
nihfichoAÍácüco-accidentales, sino que pertenecen a tiendo de él, siempre puede preguntarse por los po­
la forma estructural más general de la subjetividad sibles caminos para llegar a él mismo como realidad
trascendental en general. o como posibilidad de la fantasía, y por los caminos
[§ 24] La evidencia en el más amplio sentido de la apa­ por los que se acreditaría consecuentemente como
rición de ello mismo,* del estar-ahí-como-ello-mismo, existente, en que sería asequible en una continuidad
como el de un darse cuenta de un estado de cosas concordante de evidencias, o en que pondría de ma­
mismo, de un valor mismo y similares, no es un su­ nifiesto su no-ser.
ceso accidental en la vida trascendental. Más bien, Un objeto existe para mí, esto es, vale para mí con-
toda intencionalidad o bien es ella misma una con­ cientemente. Pero esta validez es para mí validez so­
ciencia de evidencia, esto es, que tiene el cogitatum lamente en la medida en que presumo que podría
como ello mismo, o bien esencial y horizontalmente confirmarla, que podría producir para mí caminos
tiene puesta la mira en el darse ello mismo,** está transitables, o sea, experiencias y otras evidencias
dirigida a él. Ya toda aclaración es un evidenciar. que puedan recorrerse franca y eficazmente, en las
Toda conciencia vaga, vacía, no clara, es desde un cuales yo estaría a su lado, lo tendría realizado como
principio solamente conciencia de esto y aquello en realmente ahí. Ello sigue en pie también cuando mi
t a n t o q u e REMITE A UNA VÍA DE LA ACLARACIÓN, e n conciencia de él es una experiencia: conciencia de
la que lo mentado [vermeint] sería dado como rea­ que él mismo ya está ahí, él mismo está visto. Pues
lidad o como posibilidad. Puedo consultar a toda también este ver apunta hacia un nuevo ver, hacia
conciencia vaga qué aspecto debería tener su objeto. la posibilidad de verificar y de poder siempre volver
Desde luego, también es propio de la estructura de & instalar en el modo de la verificación progresiva lo
la subjetividad trascendental que se formen mencio­ ya adquirido como existente.
nes que en la transición a la evidencia posible o a la Consideren ustedes el inmenso significado de esta
representación clara, e igualmente, dentro de una ex­ observación, una vez que nos hemos colocado sobre la
periencia realmente en proceso, en la transición real base egológica. Desde este punto de vista último, ve­
de una mención a la situación evidente misma, no mos que para nosotros existencia y ser-así en realidad
pongan de manifiesto lo mentado como un posible sí- y verdad, no tiene otro sentido que el de ser por la
mismo, sino algo distinto. En vez de la confirmación, posibilidad de la verificación que se acredita; 5 pero
en vez del cumplimiento, sobreviene a menudo la de­ también que estas vías de verificación y su transita-
cepción, la supresión, la negación. Pero todo ello bilidad me pertenecen a mí mismo como subjetividad
pertenece, como especie típica de sucesos antitéticos trascendental y sólo así tienen sentido.
del cumplimiento y la decepción, al ámbito entero 66
Lo VERDADERAMENTE EXISTENTE, sea real [real] [§ 26]
/ 2 3 / de la /vida de conciencia. Siempre y necesariamen- O ideal, TIENE POR ENDE SIGNIFICADO SOLO COMO UN

* "Aparición de ello mismo" = Sclbitcrickcinung. Véase el glosario Debe entenderse: "alejado de los hechos" (de los objetos, de las
bajo erscheinen. i osas) que ti ton intuitiva, es decir, que sí son intuidos en el momento
** "Darse ello mismo" = Selbttgeiung. Véase el glosario. (Udo de que se trata.
32 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 33

CORRELATO PARTICULAR DE MI PROPIA INTENCIONA­ mi intencionalidad mediata e inmediata, en la cual


LIDAD, de la actual y de la trazada como potencial. por ende todo sentido de ser tiene que estar a su vez
No, 57 desde luego, de un cogito aislado; 58 por ejem­ incluido.
plo, el ser de una cosa real [real] no como mero cogito Con ello nos encontramos ya en los grandes, más,
de la percepción aislada que ahora tengo.* Pero ella Imponentemente grandes problemas de LA RAZÓN Y
misma y su objeto en el cómo del darse intencio­ LA REALIDAD, de la conciencia y el ser verdadero o,
nal me remiten, gracias al horizonte presuntivo, a como la fenomenología los denomina en forma ge­
/ 2 4 / un sistema ilimitadamente abierto de /percepciones neral, los PROBLEMAS ri^N^TUTTT^TVQ^ 6° Al princi­
POSIBLES como tales, que no están inventadas, sino pio aparecen como problemas fenomenológicos limi­
que están motivadas en mi vida intencional y que só­ tados, pues bajo realidad y bajo ser sólo se pensará
lo pueden perder su validez presuntiva cuando una en el ser mundano y con ello en el paralelo fenome-
experiencia antagónica la suprima, y están también nológico de la corrientemente llamada teoría del co­
necesariamente presupuestas como MIS posibilidades, nocimiento o crítica de la razón, la cual, en efecto, se
que yo, si no me veo impedido, podría producir en refiere usualmente al conocimiento objetivo [ob], al
el ir allí, en el ver alrededor, etc. conocimiento de las realidades [real]. Pero en verdad
Pero todo ello está dicho, desde luego, muy tosca­ los problemas constitutivos abarcan la fenomenolo­
mente. Se necesitan análisis intencionales extensos gía trascendental en su integridad y designan un as­
y complicados para exponer las estructuras de posi­ pecto sistemático enteramente general bajo el cual se
bilidad relativas al horizonte específicamente propio ordenan todos los problemas fenomenológicos. Cons­
de cada especie de objeto y hacer así comprensible el titución fenomenológica de un objeto: esto quiere de­
sentido del ser respectivo. De antemano sólo es evi­ cir: consideración de la universalidad del ego bajo el
dente lo único que aquí nos guía: 59 lo que tengo como punto de vista de la identidad de este objeto, o sea,
existente, vale para mí como existente, y toda acre­ abordando la cuestión de la totalidad sistemática de
ditación concebible está en mí mismo incluida, en las vivencias de conciencia reales y posibles que están
trazadas en mi ego como referibles a él y que signi­
fican para mi ego una regla fija de síntesis posibles.
La oración, desde el anterior punto y coma, está traducida literal-
mente: "z. B. Sein eines realen Dinges nicht als bloßes cogito der vereinzelten
El problema de la constitución fenomenológica de [§ 28]
Wahrnehmung, die ich jetzt habe". Esto sólo se ajustaría al pensamiento un tipo cualquiera de objetos es ante todo el pro­
de Husserl si en vez de "cogito" el texto dijera "cogitaium". En efecto, blema de su darse evidente e idealmente perfecto. A
el carácter de ser forma parte del cogitatum o es un carácter de él; recae cada /tipo de objeto le pertenece su especie típica / 2 5 /
sobre el sentido objetivo del acto, no sobre el acto mismo (aunque el de experiencia posible. ¿Qué aspecto tiene esa ex­
acto, por su parte, tenga también ese carácter, y aunque el carácter
de ser del objeto, de la cosa, recaiga sobre ésta gracias al acto, gracias periencia en sus estructuras esenciales, y por cierto
a la tesis del acto o a su carácter tético-ponente). El ser de una cosa pensando que ponga de manifiesto al objeto de modo
real depende del cogito, pero no es el cogito. Lo que Husserl quiere Idealmente perfecto y por todos lados? A ello se
decir es que no basta un acto aislado (una percepción aislada, un »nade la siguiente pregunta: ¿A qué se debe que
"mero cogito") para darle a una cosa real el carácter de ser, es decir,
para "ponerla en existencia". Pensamos, por tanto, que, si no se trata
fil ego posea un sistema semejante como propiedad
de una errata, "cogito" se encuentra en el texto por inadvertencia del disponible, aun cuando no sea actual ninguna expe­
propio Husserl. Manteniendo el "cogito" en el texto, la frase tendría riencia de él?* Finalmente, ¿qué significa para mí
que decir: "... no como correlato del mero cogito de la percepción
aislada... * Véase, desde luego, la nota 57 del Apéndice crítico. La expresión alemana "Erfahrung von ihm" resulta en el contexto
(LECCIÓN 11$
34 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS w
mismo; también su ser, con todo lo existente parti­
que haya objetos que sean para mí lo que son sin que cular que le pertenece, 62 está constituido en él y se
yo sepa ni haya sabido de ellos? sigue constituyendo para él. El ser-para-sí-mismo del
[§ 29] Todo objeto existente es objeto de un universo de ego es ser en constante autoconstitución, que por su
experiencias posibles. En este contexto sólo tene­ parte es el fundamento para toda constitución de los
mos que ensanchar el concepto de experiencia a su llamados trascendentes, de las objetividades munda­
máxima amplitud: el concepto de evidencia, correc­ nas. De tal modo, es el fundamento de la fenome­
tamente entendida. A todo objeto posible le corres­ nología constitutiva crear, dentro de la doctrina de
ponde un sistema posible semejante. Trascendental- la constitución de la temporalidad inmanente y de
mente es, como ya se dijo, índice objetivo progresivo las vivencias inmanentes incorporadas en ella, una
de una estructura universal del ego que le pertenece teoría egológica mediante la cual se haga compren­
de modo enteramente determinado conforme a los sible paso a paso CÓMO ES CONCRETAMENTE POSIBLE
cogitata reales de lo mismo y conforme a las poten- Y COMPRENSIBLE EL SER-PARA-SÍ-MISMO DEL EGO. .,
[IV, § SO] cialidades, a las capacidades. Ahora bien, la esencia /Resalta aquí una multivocidad del tema ego: éste / 2 6 /
del ego es, sin embargo, ser en forma de conciencia es un tema diferente en diferentes capas de la pror
real y posible, y de conciencia posible con arreglo blemática fenomenológica. En las primeras y más ge­
a sus formas subjetivas del yo puedo, del ser capaz, nerales consideraciones estructurales hallamos como
que yacen en él mismo. El ego es lo que es en re­ resultado de la reducción fenomenológica el ego co-
ferencia a objetividades intencionales; siempre tiene gito cogitata, y nos hace frente, por cierto, la multi­
existentes y posiblemente existentes, y de esa suerte plicidad de los cogitata, del yo percibo, yo recuerdo,
es característica esencial suya formar incesantemen­ yo anhelo, etc., y lo primero es lo que en ello se ad­
te sistemas de intencionalidad y tener sistemas ya vierte: que los múltiples modos del cogito tienen ún
formados^ cuyo índice son los objetos por él menta­ punto de identidad, una centralización en el hecho de
dos, pensados, valorados, manejados, fantaseados y que yo, el mismo yo, soy el que lleva a cabo una vez
susceptibles, de ser fantaseados, etc. el acto yo pienso y luego el acto yo estimo ilusorio,
61
[§ 31] Pero el ego mismo es, y su ser es ser para sí etc. Se advierte una doble síntesis, una doble pola­
rización. Muchos, pero no todos los modos de con­
tan ambigua como "experiencia ie éT°. La ambigüedad no concierne ciencia que transcurren aquí, están sintéticamente
al pronombre "él", que se refiere, sin duda, al "sistema", sino a la unidos* como modos de conciencia del mismo objeto.
preposición "de". Según como ésta se interprete, la expresión puede Pero por otro lado, todas las cogitationes y desde
decir: 1) experiencia que forme parte del liitema, o 2) experiencia que tenga
al ti$ tema por objeto. En el primer caso, el objeto de la experiencia
luego todas mis tomas de posición tienen la forma
sería el "objeto" de cuyo correlativo sistema de experiencias se ha- estructural (ego) cogito: tienen la polarización-yo.
bla; en el segundo, el objeto sería ese mismo sistema, y Husserl se Pero ahora hay que notar que el ego centralizador f[§„S2j
estaría refiriendo, por ello, no a una experiencia del "objeto", sino no es un punto o un polo vacío, sino que, en vir­
a una experiencia nueva, reflexiva. Aunque nos parece que la inter-
pretación correcta es la primera —puesto que no vemos raión alguna tud de una legalidad de la génesis, experimenta, con
para introducir aquí esa experiencia reflexiva sobre el sistema de ex- cada uno de los actos que él irradia, una determina­
periencia mismo, y en cambio sí parece oportuno negar que una expe- ción permanente. Si por ejemplo me he decidido
riencia del objeto (experiencia que formaría parte del sistema) tenga en'un acto de juicio por un ser-así, este acto fugaz
que ser actual para que el ego pueda disponer del sistema de expe-
riencias posibles—, el caso es discutible y preferimos dejar intacta la * Einig: véase nota * de la página 23.
ambigüedad del texto.
36 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 37
pasa, pero y» soy ahora el yo que está decidido de ese Tácticamente existente. Mirando alrededor, hallaba
modo; me encuentro a mí mismo, y permanentemen­ «•1 ego múltiples tipos apresables descriptivamente,
te, como el yo de mis convicciones que me son perma­ que podían desplegarse intencionalmente, y pronto
nentes. Y lo mismo para toda especie de decisiones, pudo él mismo progresar en el descubrimiento inten­
por ejemplo decisiones valorativas o volitivas. cional de su ego. Pero no accidentalmente se me
De tal manera, tenemos al ego no como mero polo escapó repetidas veces la expresión esencia y esen-
vacío, sino en cada caso como el yo estable y per­ cial, que equivale a un concepto determinado de lo
manente de las convicciones persistentes, de las ha- a-priori, aclarado por vez primera por la fenomeno­
bitualidades en cuya mudanza, antes que nada, se logía. Está claro: si exponemos y describimos un
CONSTITUYE LA UNIDAD DEL YO PERSONAL Y DE SU tipo cogitativo como la percepción-lo percibido, la
[§ 33] CARÁCTER PERSONAL. Pero de él hay que distinguir retención y lo retenido, el recuerdo y lo recordado,
ahora el ego en concreción plena, que sólo es concreto la enunciación y lo enunciado, la aspiración y aque­
en la fluyente diversidad de su vida intencional y con llo a que se aspira, etc., en cuanto tipo, llegamos a
los objetos ahí mentados [vermeint] y que se consti­ resultados que perduran, como siempre que hacemos
tuyen para él. A éste le decimos también ego como abstracción del hecho. Para el tipo es totalmente
tnónaclaxoncreta. Irrelevante la individualidad del hecho tomado como
Puesto que yo como ego trascendental soy el que ejemplo, verbigracia de la percepción-de-mesa que
puedo encontrarme a mí mismo como ego en uno o en ahora momentáneamente está corriendo; e incluso lo
otro sentido y percatarme de mi ser real y verdadero, general —que yo, este ego fáctico, tenga en general
ése es también, por ende, <un> problema <consti- entre mis vivencias fácticas vivencias de este tipo—
tutivo>, e incluso el más radical. es irrelevante, y la descripción no depende en abso­
/ 2 7 / r / E n verdad, la fenomenología constitutiva, abarca luto de una comprobación de los hechos individuales
la fenomenología entera, aunque ésta no puede em­ y de su existencia. Y lo mismo para todas las estruc-
pezar como tal, sino con una presentación de la tipo­ turas egológicas.
logía de la conciencia y de su despliegue intencional, Por ejemplo, llevo a cabo un análisis del tipo expe­
el cual sólo más tarde hace visible el sentido de la riencia sensible, de cosa espacial; avanzo sistemática­
problemática constitutiva. mente en la consideración constitutiva: cómo tal ex­
En todo caso, los problemas fenomenológicos de periencia podría y tendría que seguir corriendo con-
un análisis esencial de la constitución de objetivida­ cordantemente si en general una y la misma cosa,
des [ob] reales [real] para el ego, y con ello los de una ronforme a todo lo que tiene que estar co-mentado
teoría del conocimiento fenomenológica objetiva [ob] con ella en cuanto cosa, se /mostrara perfectamente; / 2 8 /
jforman por sí mismos un gran dominio. entonces salta a la vista el gran conocimiento de que
'[§ 34] Pero antes de confrontar esta teoría del cono­ a priori, por necesidad esencial, lo que para mí en
cimiento con la corriente, se requiere un progreso cuanto un ego en general debe poder ser cosa verda­
metódico inmenso, que les presento tan tarde por deramente existente, se halla bajo la forma esencial
dejar que primero les hablaran a ustedes las con­ «le un sistema estructural de experiencia posible que
creciones sin esa carga. Cada uno de nosotros, re­ le pertenece de modo determinado, con una multi­
trotraído mediante la reducción fenomenológica a su plicidad apriórica de estructuras que le pertenecen
ego absoluto, se hallaba con certeza apodíctica como específicamente.
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 39
Evidentemente puedo yo con plena libertad fin­ / E n cierta manera, sin embargo, también la po- / 2 9 /
gir transformaciones de mi ego, puedo considerar larización-yo se multiplica en el ego indirectamente
los tipos como posibilidades puramente ideales del mediante sus intrafecciones,* en tanto que aparecen
ego que desde ahora es meramente posible y de un en él, en el modo de la presentificación,** "reflejos"
ego posible en general (como variante libre de mi de mónadas ajenas con polos-yo ajenos. El yo no es
ego fáctico), y obtengo así TIPOS ESENCIALES, PO­ meramente polo de tomas de posición que aparecen
SIBILIDADES APRIÓRICAS Y LEYES ESENCIALES INHE­ y desaparecen; toda toma de posición funda en el
RENTES A ELLOS; igualmente estructuras esenciales yo algo persistente: su convicción, permanente hasta
generales de mi ego en cuanto ego concebible en ge­ nuevo aviso.
neral, sin las cuales no puedo, en general o a priori, Hacer accesible sistemáticamente la esfera tras- [§ 38]
pensarme, pues tendrían igualmente que subsistir de cendental como la esfera absoluta del ser y de la cons­
modo evidentemente necesario para toda libre va­ titución, a la cual está referido todo lo concebible,
riante de mi ego. Nos elevamos así a una intelección presenta inmensas dificultades, y sólo en la última
metódica que, al lado del método genuino de la re­ década se han ordenado claramente los métodos y
ducción fenomenológica, es la más importante de la los niveles jerárquicos de los problemas.
fenomenología: a saber: QUE EL EGO, para decirlo En particular, se ha abierto muy tarde el acceso
con los antiguos antecesores, TIENE UN INMENSO A- a los problemas de la universal legalidad esencial
PRiORriÑÑATO y_üue. tfid¿J¿ii®^™s3fi£^jai^LAU- de la génesis fenomenológica; en lo más bajo, de la
toexamen puro del filósofo conducido rnprtódir.aruen- GÉNESIS PASIVA65 en la formación de intencionalida­
te, es descubrimiento HP pste a-priori innato ejL_au des siempre nuevas y de apercepciones sin partici­
infinita mnH.ifnrmidad. Éste es el genuino sentido pación activa alguna del yo. Aquí surge una feno­
de lo innato, que el viejo concepto ingenuo en cierto menología de la asociación, cuyo concepto y origen
modo barruntó siempre, pero no fue capaz de apre­ reciben un semblante esencialmente nuevo: ya, ante
sar. todo, mediante el conocimiento al principio extraño
A este a-priori innato del ego concreto —para ha­ de que la asociación es un título inmenso para un
blar con Leibniz: de mi mónada—, pertenece desde conjunto de leyes esenciales, un a-priori innato, sin
luego mucho más que lo que hemos podido reseñar. el cual el yo como tal es impensable. Por otro lado,
Pertenece a él, y esto sólo puede insinuarse con UNA la problemática DE LA GÉNESIS DE NIVEL SUPERIOR,
palabra, también el a-priori del yo en el sentido parti­ en la cual surgen formaciones de validez mediante
cular que determina la triplicidad general del título actos-del-yo y a una con ello el yo central adopta
cogito: el yo como polo de todas las tomas de po­ propiedades-de-yo específicas, por ejemplo convic­
sición específicas o actos-del-yo y como polo de las ciones habituales, caracteres adquiridos.
afecciones que, yendo al yo desde objetos ya consti­ Solamente mediante la fenomenología de la génesis [§ 39]
tuidos, lo motivan a volverse prestando atención y a ■e vuelve el ego comprensible como un nexo infi­
toda toma de posición. El ego tiene por tanto una nito de OBRAS sintéticamente correspondientes, y,
doble polarización: la polarización hacia múltiples por cierto, de obras constitutivas, que, en niveles
unidades objetivas y la polarización-yo, una centra­
lización gracias a la cual todas las intencionalidades "Intrafecciones" = Einfühlungen. Véase el glosario bajo Einfühlung.
"En el modo de la presentificación = vergtgenwaTtigungimäßig. Véa-
están referidas al polo-yo idéntico. se el glosario.
40 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III) 41
de relatividades, conceden validez a niveles siempre trascendental en cuanto espectador no partícipe de
nuevos de objetos existentes. Se vuelve comprensi­ mi vida operativa, cobran de nuevo, igual que ya el
ble cómo el ego solamente es lo que es en una génesis mundo de la experiencia, validez, pero puramente
por la cual sin cesar se hacen intencionalmente su­ como correlato constitutivo.
yos, provisional o duraderamente, mundos existen­ Procedemos ahora a poner en relación con la [§ 40]
tes, mundos reales [real] e ideales; se hacen suyos teoría del conocimiento o teoría de la razón corriente
por sus propias creaciones de sentido, suyos bajo co­ esta teoría egológica-trascendental, de la constitución
rrecciones, tachaduras de nulidades, ilusiones, etc., del ser, que pone de manifiesto todo lo existente para
entreveradas y posibles a priori, las cuales surgen el ego como formación de una obra pasiva y activa
inmanentemente como sucesos de sentido no menos originada en las motivaciones sintéticas de su propia
/ 3 0 / típicos. De todo ello el hecho es /irracional; pero vida intencional. Ciertamente, la falta de un frag­
la forma, el inmenso sistema de formas de los obje­ mento básico de la teoría fenomenológica que supere
tos constitutidos y el correlativo sistema de formas la apariencia de solipsismo, se hará muy notoria en el
de su constitución intencional, es a priori una inago­ contexto que sigue; el escándalo quedará eliminado
table infinitud del a-priori, que se descubre bajo el ■ubsanándola adecuadamente.
título fenomenología y que no es nada más que la El problema de la teoría del conocimiento tra­
forma esencial del ego en cuanto un ego en general, dicional es el de la TRASCENDENCIA. Aun cuando se
descubierta y en cada caso por descubrir mediante apoya, en cuanto teoría del conocimiento empirista,
mi autoexamen. en la psicología corriente, no quiere ser mera psico­
A las obras que constituyen el sentido y el ser per­ logía del conocimiento, sino esclarecer en principio
tenecen todos los niveles de la realidad [real] y de la posibilidad del conocimiento. El problema surge
la idealidad; por ello, cuando contamos y calcula­ en la /actitud natural y se sigue después tratando / 3 1 /
mos, cuando describimos la naturaleza y el mundo, en ella. Yo me hallo como hombre en el mundo y
cuando los tratamos teóricamente, formamos propo­ al mismo tiempo me hallo experimentándolo y co­
siciones, conclusiones, pruebas, teorías, modelamos nociéndolo científicamente, incluido yo mismo en él.
éstas como verdades, etc., creamos con ello siempre Ahora me digo: Todo lo que es para mí, lo es gra­
nuevas formaciones de objetos, esta vez de objetos cias a mi conciencia cognoscente, es para mí lo ex­
ideales, que están para nosotros en validez perma­ perimentado de mi experimentar, lo pensado de mi
nente. Si llevamos a cabo un autoexamen radical, pensar, lo teorizado de mi teorizar, lo visto con in­
por ende un retroceso a nuestro —cada uno para telección de mi ver intelectivo. Es para mí 6 9 sólo
sí a su— ego absoluto, entonces todo ello son con­ como objetividad intencional de mis cogitationes. La
formaciones de la actividad-del-yo libremente efec­ Intencionalidad, como propiedad fundamental de mi
tuada, incorporada en los niveles de la constitución vida psíquica, designa una propiedad que me perte­
egológica, y todo existente ideal de esa índole es lo nece realmente [real] a mí como hombre así como a
que es como índice de su sistema constitutivo. 6 6 Por todo hombre respecto de su interioridad puramente
tanto, ahí se encuentran también todas las ciencias, psíquica, y ya Brentano la ha colocado en el centro
a las que yo, en el pensar y el conocer propios, con­ de la psicología empírica del hombre. Para ello no
cedo validez en mí. He inhibido, como ego, su validez necesitamos, pues, de la reducción fenomenológica;
ingenua; pero en el nexo de mi autodescubrimiento estamos y permanecemos sobre la base del mundo
42 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN III)

dado. Y así decimos también, comprensiblemente: na corriente. Preguntamos: ¿Quién es, pues, el yo
TODO LO QUE PARA EL HOMBRE, LO QUE PARA MÍ ES que puede plantear legítimamente cuestiones tras­
Y VALE, LO HACE EN LA PROPIA VIDA DE CONCIEN­ cendentales? 76 ¿Puedo hacerlo yo en cuanto hom­
CIA, que permanece consigo misma en todo tener- bre natural?, ¿y puedo yo en cuanto hombre natural
conciencia de un mundo y en todo obrar científico. preguntar en serio, y por cierto trascendentalmen-
Todas las distinciones que hago entre experiencia ge- te: "¿Cómo salgo de la isla de mi conciencia, cómo
nuina y engañosa, y en ella entre ser e ilusión, trans­ puede alcanzar significación objetiva [ob] lo que en
curren en mi misma esfera de conciencia, e igualmen­ mi conciencia se presenta como vivencia de eviden­
te cuando en niveles superiores diferencio entre pen­ cia?" ¡ TAN PRONTO COMO ME APERCIBO COMO HOM­
sar intelectivo y no intelectivo, también entre lo ne­ BRE NATURAL, HE APERCIBIDO YA DE ANTEMANO EL
cesario a priori y lo contrasentido, entre lo empíri­ MUNDO ESPACIAL, me he insertado en el espacio, en
camente correcto y lo empíricamente falso. Eviden­ el cual tengo por ende un fuera-de-mí! ¿No presu­
temente real, lógicamente necesario, contrasentido, pone ya el sentido de la pregunta la validez de la
lógicamente posible,* probable, etc., todo esto son apercepción del mundo, mientras que solamente su
caracteres que se presentan en mi ámbito de concien­ respuesta debía dar por resultado la validez objetiva
cia mismo adheridos al objeto intencional respectivo. [ob] en general? Se requiere por tanto la realización
71
Toda acreditación, fundamentación de la verdad y conciente de la REDUCCIÓN FENOMENOLÓGICA, PARA
del ser, transcurre total y completamente en mí, y su ALCANZAR AQUEL YO y aquella vida de conciencia A
término es un carácter en el cogitatum de mi cogito.
72 LOS QUE SE PUEDEN PLANTEAR CUESTIONES TRASCEN­
En ello se ve ahora el gran problema. Que yo
DENTALES COMO CUESTIONES SOBRE LA POSIBILIDAD
llegue en mi ámbito de conciencia, en el nexo de la
DEL CONOCIMIENTO TRASCENDENTE. Pero tan pronto
motivación que me determina, a certezas, e incluso
a evidencias irrefutables, es cosa que se comprende. como uno, en vez de efectuar a la ligera una epojé
Pero, ¿cómo puede alcanzar significación OBJETIVA fenomenológica, emprende más bien, mediante au­
[ob] este juego que transcurre completamente en la toexamen sistemático y como ego puro, el descubri­
inmanencia de la vida de conciencia? ¿Cómo puede miento de su campo de conciencia entero, por ende
la evidencia (la clara et distincta perceptio) pretender de sí mismo, conoce que todo lo que existe para el
más que ser un carácter de conciencia en mí? Es el ego está constituido en él mismo- más aún, que toda
problema cartesiano que debía resolverse por medio especie de ser, y entre ellas todas las caracterizadas
de la veracitas divina. como trascendentes, tiene su constitución particular.
[§ 41] / 3 2 / / 7 4 ¿Qué tiene que decir a esto el autoexamen LA TRASCENDENCIA 7 8 ES UN CARXCTER DE SER
trascendental de la fenomenología? Nada más que INMANENTE, QUE SE CONSTITUYE EN EL INTERIOR DEL
esto: que todo este problema es un contrasentido, EGO. Todo sentido concebible, todo ser concebible,
un contrasentido en el que Descartes tuvo que caer dígase inmanente o trascendente, cae en el ámbito
sólo porque erró el sentido genuino de la epojé tras­ de la subjetividad trascendental. Un fuera de ella
cendental y de la reducción al ego puro. Pero mu­ es un contrasentido; ella es la concreción universal,
cho más burda todavía 7 6 es la actitud postcartesia- absoluta. Querer concebir el universo del verdadero
»er como algo fuera del universo de la conciencia po­
* "Lógicamente necesario" = ienknotwendig; "lógicamente posible" = sible, del conocimiento posible, de la evidencia po­
denkmógliek. Véase el glosario bajo ienkmoglieh. sible, ambos referidos recíprocamente de un modo
(LECCIÓN IV)
LAS CONFERENCIAS DE PARIS

m e r a m e n t e externo en virtud de u n a /ley rígida, es tiano, que por lo menos como concepto límite cree
u n sinsentido. Ambos se corresponden esencialmen­ poder dejar abierta la posibilidad de u n mundo de
te, y lo esencialmente correspondiente es también cosas en sí — S I N O UN J D E A L I S M O QUE NO ES NADA
concretamente uno, uno en la concreción absoluta: MÁS QUE AUTOEXPOSJCIÓN_iLFJiíADA_JIOJipC^UENTE-
la de la SUBJETIVIDAD TRASCENDENTAL. — 7 9 E l l a es el MENTE A CABO EN F0401A_«DE_.CJENfiIA.JGOLÓGI£A
universo del sentido posible; un fuera de ella es pues ^SISTEMÁTICA 6 de todo sentido de ser quej>ara mjj_el
precisamente sinsentido. Pero incluso todo sinsen­ ego, deba precisamente. jíoaex_teiiei^eritido. * r É s t e
idealismo no es empero u n a formación de argumen­
tido es u n modo del sentido y su carencia de sentido
taciones frivolas que / p u d i e r a ganarse como premio
es susceptible de intelección. Esto no vale, empero,
por la victoria en la lucha dialéctica con los realis­
p a r a el mero EGO FÁCTICO y lo que fácticamente le es
mos. Es la exposición del sentido que concierne a
accesible como existente p a r a él. La_auifiejcr¿Qsición
la trascendencia (pre-dada al ego mediante la expe­
fenomenológica es u n a autoexposición apriórica^ y
riencia) de la naturaleza, de la cultura, del mundo
así todo esto_ vals, p a r a töthj e^(TposT5Ie^~concebible
en general, ejecutada en u n trabajo efectivo, y ello
y p a r a todo existente concebÍM.e.,j3or ende p a r a to-
es descubrimiento sistemático de la intencionalidad
dos los mundos rnnr.fihÍb)ftH-.
80
constituyente misma. La prueba de este idealismo es
S e g ú n eso, u n a teoría del conocimiento genuina la realización misma de la fenomenología.
sólo tiene pleno sentido como teoría fenomenológi-
ca-trascendental, que en lugar de tener que ver con
deducciones sin sentido desde u n a presunta inma­ (IV)
nencia a u n a presunta trascendencia, la de cuales­
quiera cosas en sí, tiene que ver exclusivamente con Pero ahora tiene que tomar la palabra el único
el esclarecimiento sistemático de la obra del conoci- reparo realmente inquietante. Cuando yo, el yo
miento, en el cual ésta se hace comprensible de u n que medita, me reduzco mediante la epojé a mi ego
cabo a otro como obra intencional. Precisamen­ absoluto y a lo que en él se constituye, ¿no me he
te con ello se vuelve comprensible t o d a especie de convertido en solus ipse, y no es así t o d a esta filo­
existente, real [real] e ideal, como formación de la sofía del autoexamen u n puro solipsismo, así sea u n
subjetividad trascendental, constituida precisamen­ solipsismo fenomenológico-trascendental? 9 0
te en esta obra. E s t a especie de comprensibilidad Con todo, antes de que se tome aquí u n a decisión
es la m á s elevada forma de racionalidad concebible. o aun se busque ayuda en inútiles argumentaciones
Todas las interpretaciones del ser erróneas tienen su dialécticas, h a b r á que efectuar el trabajo fenómeno-
origen en la ceguera ingenua p a r a los horizontes co- lógico concreto de un modo suficientemente amplio
determinantes del sentido del ser. Así, la autoex­ y de un modo suficientemente sistemático p a r a ver
posición p u r a del ego, ejecutada en la evidencia p u r a cómo el alter ego, por cuanto se da en la experiencia,
y ejecutada por ello en concreción, conduce a u n se manifiesta y se verifica en el ego, y qué especie
IDEALISMO TRASCENDENTAL, pero a un idealismo de de constitución tiene que responder de su existen­
SíA ÄR
cia como existencia en mi círculo de conciencia y en
u n SENTIDO fundamentalmente NUEVO; no un mi m u n d o . Pues yo, por cierto, experimento a los
idealismo psicológico, no u n idealismo que a partir otros realmente y los experimento no solamente
de datos sensibles carentes de sentido quiere derivar al lado de la naturaleza, sino entrelazados en uni-
u n m u n d o pleno de sentido; no un idealismo kan-
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN I V ) 47

d a d con la naturaleza. Sin embargo, experimento a se reflejan mónadas ajenas, y este reflejo es u n a in­
los otros de u n a m a n e r a ciertamente particular: no dicación que se verifica consecuentemente. Pero lo
los experimento sólo presentándose psicológicamen­ que ahí está indicado es, cuando llevo a cabo la au-
te entrelazados en el espacio en el nexo de la na­ toexposición fenomenológica y en ella la exposición
turaleza, sino que los experimento experimentando de lo legítimamente indicado, u n a subjetividad tras­
también este mismo mundo que yo experimento, y cendental ajena; el ego trascendental pone en sí, no
así mismo experimentándome como yo los experi­ arbitraria, sino necesariamente, un alter ego trascen­
mento, etc. Yo experimento en m í mismo, en el dental.
marco de mi vida de conciencia trascendental, todo Precisamente con ello se ensancha la subjetividad
sin excepción, y experimento el m u n d o no mera­ trascendental en la INTERSUBJETIVIDAD, EN LA S O -
mente como mi mundo privado, sino como m u n d o CIALIDAD TRASCENDENTAL-INTERSUBJETIVA, QUE ES
intersubjetivo, dado a cualquiera y accesible en sus LA BASE TRASCENDENTAL DE LA NATURALEZA Y EL
objetos [ob], y dentro de él experimento a los otros MUNDO INTERSUBJETIVOS EN GENERAL y no menos del
como otros y a la vez estando ahí unos p a r a otros, ser intersubjetivo de todas las objetividades ideales.
p a r a cualquiera. ¿Cómo se aclara el hecho —que por El primer ego, al que conduce la reducción tras­
cierto permanece inatacable— de que todo lo que es cendental, carece todavía de las diferencias entre lo
p a r a m í , < s ó l o > en mi vida intencional puede obte­ intencional que le es primigeniamente propio y lo
ner sentido 9 3 y verificación? que es en él reflejo del alter ego. Se requiere primero
94 llevar muy lejos la fenomenología concreta p a r a al­
A q u í se requiere u n a exposición genuinamente
canzar la intersubjetividad en cuanto trascendental.
fenomenológica de la obra trascendental de la intra-
Pero ciertamente en ello se muestra que p a r a el me-
fección, y p a r a ello, en la medida en que ella está en
ditador que filosofa, su ego es el ego primigenio, y
cuestión, u n a puesta-fuera-de-validez abstractiva de
que luego, en u n paso ulterior, la intersubjetividad,
los otros y de todas las capas de sentido de mi mundo en cuanto alter ego, sólo es pensable p a r a todo ego
circundante que / l a validez de la experiencia de los concebible en t a n t o que se refleja en él. E n este escla­
otros me depara. Precisamente con ello se disocia recimiento de la intrafección se muestra también que
en el á m b i t o del ego trascendental, esto es, en su existe u n a diferencia abismal entre la constitución de
á m b i t o de conciencia, precisamente el ser egológico la naturaleza, que ya tiene u n sentido de ser p a r a el
específicamente privado, mi propiedad concreta co­ ego abstractivamente aislado, pero no a ú n u n sen­
m o aquella cuyo análogo intrafecciono yo después tido intersubjetivo, y la constitución del m u n d o es­
a p a r t i r de motivaciones de mi ego. Yo puedo ex­ piritual.
p e r i m e n t a r directa y propiamente como ello mismo
t o d a la vida de conciencia propia, pero n o la ajena: /ASÍ SE REVELA EL IDEALISMO FENOMENOLÓGICO / 3 6 /
el ajeno sentir, percibir, pensar, tener sentimientos, COMO UNA MONADOLOGÍA FENOMENOLÓGICO-TRAS-
querer. Pero esta vida ajena se coexperimenta en CENDENTAL, sólo que ésta no es u n a construcción me­
mí m i s m o en un sentido secundario, en la forma de tafísica, sino u n a exposición sistemática DEL sentido
u n a peculiar apercepción de similitud, y se indica que el m u n d o tiene p a r a todos nosotros ANTES de
consecuentemente, verificándose con ello concordan- todo filosofar, u n sentido que sólo puede ser filosó­
t e m e n t e . 9 5 P a r a decirlo con Leibniz: E n mi origina­ ficamente desfigurado, pero n o alterado.
lidad en cuanto mi mónada apodícticamente d a d a , El camino entero que hemos recorrido debía ser [§ 64]
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN IV) 49

un camino que tuviera la meta cartesiana, que noso­ tencionales desconocidas, practicadas sólo en tosca
tros no hemos desechado, de una filosofía universal, ingenuidad. Eso no sólo vale para las ciencias posi­
esto es, de una ciencia universal de fundamentación tivas especiales, sino también para la lógica tradicio­
absoluta. Podemos decir que realmente ha podido nal con todas sus normas formales. Todo intento por
cumplir este propósito, y nosotros vemos ya que es llegar, a partir de las ciencias históricamente desa­
realmente posible ponerlo en ejecución. rrolladas, a una mejor fundamentación, a una mejor
La vida práctica cotidiana es ingenua; es un po­ comprensión de sí mismas por lo que hace a su sen­
nerse a experimentar, pensar, valorar, actuar dentro tido y a su obra, es un fragmento de autoexamen
del científico. Hay empero solamente UN autoexa­
del mundo pre-dado. En ella se llevan a cabo todas
men radical, esto es, el fenomenológico. Autoexamen
las obras intencionales del experimentar, mediante
radical y autoexamen plenamente universal son co­
las cuales las cosas están pura y simplemente ahí, y
sas inseparables, e inseparables a la vez del genuino
se llevan a cabo anónimamente, sin que el que expe­
método fenomenológico del autoexamen en la forma
rimenta sepa nada acerca de ellas; y nada tampoco
de la generalidad esencial. Autoexposición universal
acerca del pensar operativo: los números, los estados y esencial quiere decir empero dominio sobre todas
de cosas predicativos, los valores, los fines, los tra­ las posibilidades ideales innatas en el ego y en una
bajos, se presentan gracias a las obras ocultas, edi­ intersubjetividad trascendental.
ficándose miembro por miembro, y sólo ellos están a
la vista. No ocurre de otro modo en las ciencias po­ Una fenomenología conducida consecuentemente
sitivas. Son ellas ingenuidades de nivel superior, for­ construye por tanto a priori, pero con necesidad y
maciones del trabajo de una avisada técnica teórica, generalidad esenciales rigurosamente intuitivas, las
sin que hayan sido expuestas las obras intencionales l'ORMAS DE MUNDOS CONCEBIBLES, y é s t a s , a SU v e z ,
por las cuales todo en última instancia se origina. en el marco de toda forma de ser concebible en gene­
ral y de su sistema de niveles. Pero ello de un modo
Es cierto que la ciencia pretende poder justificar
l>rimigenio, es decir, en correlación con el a-priori
sus pasos teóricos, y por todas partes se apoya en la
constitutivo, el a-priori de las obras intencionales que
crítica. Pero su CRÍTICA NO ES CRÍTICA ÚLTIMA DEL
las constituyen.
CONOCIMIENTO, o sea, estudio y crítica de las obras
primigenias, descubrimiento de todos sus horizontes Puesto que la fenomenología en su proceder no
intencionales, únicamente mediante los cuales puede tiene realidades pre-dadas ni conceptos de realidad
ser en última instancia aprehendido el alcance de las l>re-dados, sino que extrae desde un principio sus
evidencias y, correlativamente, apreciado el sentido conceptos de la primigenidad de la obra, ella misma
del ser de los objetos, de las formaciones teóricas, de apresada en conceptos primigenios, y, por la nece­
los valores y los fines. Por eso tenemos, y justamen­ sidad de descubrir todo horizonte, domina también
te en el nivel elevado de las ciencias positivas mo­ todas las diferencias de alcance, todas las relativi­
dernas, problemas de fundamentación, paradojas, in­ dades abstractas, entonces tiene que llegar por sí
comprensibilidades. Los CONCEPTOS PRIMITIVOS que, misma a los sistemas conceptuales que determinan
atravesando la ciencia entera, determinan el sentido el sentido fundamental de toda formación científica.
de su esfera de objetos y de su teoría, se han ORIGI­ Son los conceptos que trazan todas las demarcacio­
NADO INGENUAMENTE; tienen horizontes intenciona­ nes formales de la idea-forma de un mundo posible en
les indeterminados, /son formaciones de obras in- general, y tienen que ser por eso los genuinos concep-
50 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS (LECCIÓN IV) 51
tos fundamentales de todas las ciencias. P a r a tales ABSOLUTA. Toda racionalidad del hecho yace por
conceptos no puede haber paradoja alguna. cierto en el a-priori. Ciencia apriórica es ciencia de
Lo mismo vale p a r a todos los conceptos fundamen­ los principios, a los que tiene que recurrir la ciencia
tales que conciernen a la edificación y a la forma de hechos p a r a ser fundamentada en última instan­
íntegra de la edificación de las ciencias referidas y cia, precisamente por principio —sólo que la ciencia
por referir a las diferentes regiones del ser. apriórica no puede ser ciencia ingenua, sino que tiene
Podemos ahora también decir: en la fenomenolo­ que estar originada en las fuentes últimas fenomeno-
gía apriórica y trascendental se originan en funda- lógico-trascendentales.
/ 3 8 / mentación última, / e n virtud de su investigación de Quisiera indicar finalmente, p a r a no dejar sur­
correlaciones, todas las ciencias aprióricas en gene­ gir ningún malentendido, que con la fenomenología
ral, y, t o m a d a s en este origen, forman parte ellas mis­ queda excluida solamente toda metafísica ingenua y
mas de u n a fenomenología universal apriórica como que opere con absurdas cosas en sí, pero no la me­
sus ramificaciones sistemáticas. Este sistema del a- tafísica en general. El ser primero en sí, el que pre­
priori universal puede también designarse como el cede a t o d a objetividad [ob] m u n d a n a y la soporta,
despliegue sistemático del a-priori universal innato es la /intersubjetividad trascendental, el todo de las / 3 9 /
en la esencia de u n a subjetividad trascendental, y mónadas que se asocia en comunidad en diferentes
por ello también en la de u n a intersubjetividad, o formas. Pero dentro de la esfera monádica fáctica,
el despliegue sistemático DEL LOGOS UNIVERSAL DE y en cuanto posibilidad esencial ideal en t o d a esfera
TODO SER CONCEBIBLE. Diciendo o t r a vez lo mismo: monádica concebible, se presentan todos los proble­
la fenomenología trascendental desarrollada de modo mas de la facticidad contingente, de la muerte, del
sistemáticamente completo sería eo ipso LA ONTO- destino, de la posibilidad de una vida subjetiva y
LOGÍA UNIVERSAL VERDADERA Y GENUIN A; pero no comunitaria reivindicada, en un sentido particular,
m e r a m e n t e u n a ontología vacía, formal, sino a la vez como plena de sentido, por ende también los proble­
u n a ontología tal, que encerraría en sí todas las po­ mas del sentido de la historia, etc. Podemos también
sibilidades de ser regionales, y según todas las corre­ decir: son los problemas ético-relig^iososj^era^itua-
laciones inherentes a ellas. dos sobre la base én la que tiene precisarnentfe.jq,ue
E s t a ontología universal concreta (o también estar situado todo lo que deba poder tener pa¿a_no-
lógica universal del ser) sería por t a n t o el universo sotros un sentido posible,
de ciencia de fundamentación absoluta primero en sí. "*" DE TAL MODO SE REALIZA LA IDEA DE UNA FILO­
Con arreglo al orden, la primera en sí de las discipli­ SOFÍA UNIVERSAL —de un modo muy distinto de lo
nas filosóficas sería la egología circunscrita solipsista- que se figuraron Descartes y su época, guiados por
mente; sólo después, en ampliación, la fenomenología la nueva ciencia natural—, no como un sistema uni­
intersubjetiva, y por cierto en u n a generalidad que versal de teoría deductiva, como si todo existente se
ante t o d o se ocupa de las cuestiones universales, para encontrara en la unidad de un cálculo, sino como UN
sólo después ramificarse en las ciencias aprióricas. SISTEMA DE DISCIPLINAS FENOMENOLÓGICAS CORRE­
Este a-priori universal sería luego EL FUNDAMENTO LATIVAS, sobre el fundamento ínfimo no del axioma
DE CIENCIAS DE HECHOS GENUINAS y DE UNA FILO­ ego cogito, sino de un autoexamen universal.
SOFÍA UNIVERSAL GENUINA EN EL SENTIDO CARTE­ Con otras p a l a b r a s , el camino necesario hacia un
SIANO, UNA CIENCIA UNIVERSAL DE FUNDAMENTACIÓN conocimiento fundamentado en última instancia en
62 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS

el más alto sentido, o, lo que es lo mismo, hacia


un conocimiento filosófico, es el de un AUTOCONO-
CIMIENTO UNIVERSAL, inicialmente monádico y luego
intermonádico. La sentencia deifica: ivúídi aeavróv*
ha cobrado un nuevo significado. La ciencia positiva
es ciencia absorta en el mundo. Hav que perderjpjri-
mero el mundo por medio de la epojé para después
recuperarlo en el autoexamen universal. Noli foras SINOPSIS DE HUSSERL
iré, dlcé^SSíTAgllStíñ, tn te redt^mmteriore homine Traducción del texto original alemán
habitat veritas.** 1 0 4 de la sinopsis.

/PRIMERA LECCIÓN /

Las meditaciones cartesianas y su transformación crí-


tica para abrir el acceso en la meditación al ego tras-
cendental
1. A MODO DE PREÁMBULO. Una introducción a la
fenomenología trascendental se enlaza de modo na­
tural con las Meditationes de Descartes, cuya trans­
formación crítica ha influido en su formación.- La
exigencia de Descartes de una ciencia universal ab­
solutamente fundamentada; tras el derrocamiento de
las ciencias heredadas, su reconstrucción sobre fun­
damento absoluto. Giro subjetivo de esta exigencia
y su carácter ejemplar. La idea del genuino filósofo
en ciernes; su necesario comienzo con meditaciones
del tipo de las cartesianas: cómo puede hallarse el
fundamento primero en sí y absolutamente cierto.
El resultado: el que medita tiene que desconectar la
existencia del mundo como cuestionable y mediante
ello <obtener> su ego puro como absoluto y único.
A partir de ahí, la vía de la edificación del conoci­
miento del mundo y de todas las ciencias objetivas
[ob] puramente bajo la dirección de los principios in­
* "Conócete a ti mismo". Palabras inscritas en el frontón del templo natos en el ego.
de Apolo en Delfos.
** "No quieras ir fuera; vuelve a ti mismo; en el hombre interior habita
Valor de eternidad y efecto histórico de esta con­
la verdad." -De vera religione, 39, 72. sideración meditativa fundamental. Las ciencias po-
54 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS SINOPSIS DE HUSSERL 55
sitivas la han hecho a un lado, pero filosóficamente certeza primera en sí y apodíctica? La primera pero
surgió de ellas el sentido completamente nuevo del superficial crítica de Descartes de la experiencia sen­
desarrollo de la filosofía moderna en dirección a una sible: que ella está desprovista de apodicticidad; y en
filosofía trascendental, cuya configuración última y virtud de ello interviene su gran paso: incluir esta ex­
más radical está representada por la fenomenología. periencia universalmente en el derrocamiento y com­
La decadencia y la dispersión desconcertada de la fi­ probar ahora que el posible no-ser del mundo deja al
losofía desde mediados del siglo XIX exigen un nuevo ego cogito intacto.
comienzo y nuevas meditaciones cartesianas. La fe­ 3. DELIMITACIÓN CRÍTICA DEL PROCEDER CARTE­
nomenología como su asimilación conciente y su re­ SIANO. Todas las ciencias positivas presuponen la
percusión más pura. validez de la creencia en el mundo que yace en toda
2. LAS MEDITACIONES CARTESIANAS CRÍTICAMEN­ experiencia del mundo.- Esta evidencia universal re­
TE TRANSFORMADAS. Yo como filósofo que comienza quiere de crítica; hay que colocarla por ende fuera
/188/ radicalmente, poniendo para mí fuera de /validez de validez. Pero esta abstención de la creencia en el
a todas las ciencias pre-dadas. Tampoco la idea de mundo priva a quien medita del mundo como base
una ciencia universal de fundamentación absoluta, de ser para ciencias referibles a él, pero no de toda
aunque dirige el meditar, está decidida respecto de base de ser y de toda evidencia en general. Más
su posibilidad y consecución. Exposición de su sen­ bien se descubre tras el ser del mundo, como última
tido mediante intrafección de la intención del trabajo presuposición de ser, incluso para la validez o la no
científico; juicios científicos solamente admisibles en validez de la experiencia del mundo y su puesta-en-
cuanto fundamentados perfectamente de modo in­ cuestión, el ser de las experiencias mismas, el ser del
mediato o mediato por la evidencia —apelación a que experimenta y de su vida absoluta entera, me­
las cosas [Sachen], los estados de cosas "mismos". ditativa y de cualquier otra índole. /Con la ¿iroxti / 1 8 9 /
No evidencias ocasionales y juicios verdaderos de la universal como abstención universal de la puesta en
vida cotidiana, sino verdades científicas, que valen marcha natural de la creencia de la experiencia, y
de una vez por todas y para cualquiera. El filósofo con el consiguiente giro de la mirada hacia la vida
que comienza, habiendo "derrocado" a las ciencias, experimentante, en cuanto que en ella el mundo tiene
no tiene semejantes verdades, pero sí evidencias y para mí sentido y ser (lisa y llana realidad), sale a
verdades de la vida. Empieza con el principio del la luz la subjetividad trascendental como el ego que
juzgar con evidencia pura, y con el análisis crítico de medita, que se encuentra como la absoluta y última
la evidencia misma respecto de su perfección y su al­ presuposición para todo lo que en general es, y que
cance; un análisis efectuado a su vez en evidencias de ahora ya no se encuentra como hombre en el mundo,
nivel superior. A partir de ahí plantea la cuestión de sillo como aquel ego en el cual este hombre, así como
si pueden ofrecerse evidencias primeras en sí, esto es, el mundo en general, recibe sentido de ser. En cuanto
que precedieran a todas las demás y a la vez que pu­ este ego, y solamente en cuanto tal, soy yo para mí
dieran ser consideradas como "apodícticas" —como mismo apodícticamente cierto y presuposición de ser
válidas de una vez por todas. última, a la cual es relativo todo existente que tenga
La vida y las ciencias positivas se refieren al mun­ sentido para mí- Aquí queda y tiene que quedar ente­
do que existe de modo comprensible de suyo.- ¿Es ramente fuera de cuestión toda falsa interpretación,
la existencia del mundo, pregunta el que medita, la según la cual este ego sería un último trocito res-
SINOPSIS DE HUSSERL 57
56 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS
meint] (aparentes,* pensadas, valoradas, etc.), exac­
tante del mundo, que en forma extraordinaria estu­
tamente como son concientes. A esta dirección doble
viera dado apodícticamente, y la intención de volver
de la descripción se añade como tercera la del yo de
a probar además el resto del mundo, para luego edi­ las cogitationes mismo. El mundo, pese a la éiroxti,
ficar sobre el viejo suelo de la ciencia del mundo. un tema principal de las descripciones fenomenoló-
La meditación tiene que proseguir en un autoexa- gicas respecto de toda toma de posición referente a
men consecuente del ego puro, para poner en claro él: el mundo como fenómeno. Contraste de la consi­
los problemas con sentido que yacen en él en cuanto deración natural del mundo y la fenomenológica. El
fundamento universal de ser y de conocimiento en ego que medita fenomenológicamente como especta­
general. Así surgió a partir del método cartesiano dor trascendental de su propio ser y vida en situación
el método de la éiroxq fenomenológica-trascendental de entrega al mundo. Yo como yo en actitud natural
y de la reducción fenomenológica-trascendental —de soy también y soy siempre yo trascendental, pero sé
la reducción al ego trascendental. de ello por vez primera llevando a cabo la reducción
fenomenológica. En virtud de esta actitud trascen­
dental veo por vez primera que todo lo que natural­
SEGUNDA LECCIÓN mente existe para mí sólo es como cogitatum de co­
gitationes cambiantes, y al juzgar sólo eso mantengo
INTRODUCCIÓN: ¿Qué puedo yo, el que medita, em­
en validez. Así pues, en general tengo que descri­
prender filosóficamente con el ego cogito trascen­ bir sólo objetos (tanto reales [real] como ideales) en
dental? Interpretación previa de su utilización no correlación con sus modos de conciencia.
como axioma fundamental, sino como esfera univer­
Un fragmento de la fenomenología de la percep­
sal fundamental de experiencia y de ser. Idea de una
ción de cosas como ejemplo de descripción fenome­
nueva especie de fundamentación, de la trascenden­
nológica, presentando la correspondencia correlativa
tal frente a la objetiva [ob]; de un conocimiento de de lo que aparece y el modo de aparecer. Unidad y
experiencia nuevo, trascendental, y una ciencia que multiplicidad —la unidad objetiva como síntesis de
parte del autoexamen puramente egológico —de la la coincidencia identificadora de las apariciones de
fenomenología primera, egológica. lo mismo. La síntesis como hecho fundamental de la
EXPOSICIÓN: Despejo paso a paso del campo de esfera de conciencia, como vinculación de conciencia
la autoexperiencia trascendental mediante reflexión y conciencia en una nueva conciencia de intenciona­
fenomenológica. Autoexperiencia psicológica y tras­ lidad fundada. La unidad universal de la vida de
cendental como paralelas. La psicología sobre la base conciencia en el ego, una unidad de la síntesis, en la
del mundo existente reclama validez objetiva [ob]] la que el ego se vuelve conciente para sí mismo como
/190/ trascendental, sólo egológica.- /Primeras compro­ unidad.
baciones fundamentales: El cogito como conciencia El ego en la potencialidad de la conciencia posible.
de algo (vivencia intencional), el cogitatum qua co- Los horizontes intencionales en cada cogito y su des­
gitatum, un momento descriptivo inseparable en el cubrimiento. Exposición de las implicaciones inten-
cogito. Progresivo autoexamen como autoexperien­
cia coherente y descubrimiento consecuente y des­ * "Aparentes" = ertcheinenden. Tómese an el sentido de "que apare­
cripción pura de los modos típicos de las vivencias cen", "manifiestas", y no en el de "que parecen ser y no son". Véase
el glosario bajo trtchtincn.
intencionales y de sus objetividades mentadas [ver-
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS SINOPSIS DE HUSSERL
58
cionales, la tarea principal del análisis intencional. ciones. Contraste de la polarización-objeto y la po-
Diferencia fundamental del análisis fenomenológico y larización-yo. El yo no es empero un mero polo de
/ 1 9 1 / el análisis en el sentido corriente. En la /fenomeno­ actos fugaces; toda toma de posición funda en el yo
logía siempre una reciprocidad* de análisis real [reell\ una convicción permanente.
e intencional.- La vida de conciencia como río hera- Progreso hacia el método eidético: todos los pro­
cliteano y la posibilidad de la descripción fenómeno- blemas fenomenológico-trascendentales son proble­
lógica como descripción de la tipología de la concien­ mas de esencia; la fenomenología trascendental, una
cia. Transición a la fenomenología de la razón, sus ciencia del a-priori innato de la subjetividad trascen­
actualidades y potencialidades. dental.
Transición a la fenomenología de la génesis. La
fenomenología de la asociación como conjunto de le­
TERCERA Y CUARTA LECCIONES yes esenciales de la génesis pasiva. La génesis activa.
Razón y sinrazón, cumplimiento y decepción de in­ Gracias a la génesis se originan las obras intenciona­
tenciones, como formas estructurales de la subjetivi­ les permanentes, entre ellas la constitución de mun­
dad trascendental. Ser y experiencia posible —evi­ dos permanentes para el ego, de los reales [real] y ios
dencia posible; posibilidad como accesibilidad subje­ ideales (mundo de los números, de las formaciones
tiva, referida a horizontes presuntivos. Las cuestio­ teóricas).
nes constitutivas como cuestiones sobre el sistema de /La teoría de la constitución trascendental del
la experiencia que acredita plenamente, que están** ser y la teoría del conocimiento trascendental. Ex­
trazadas en la subjetividad trascendental como posi­ plicación del problema corriente de la trascendencia
bilidades para cada especie de objeto en su tipología como problema del conocimiento humano natural y
particular. Todo objeto mentado [vermeint] indica referido a la intencionalidad como hecho psicológico.
presuntivamente su sistema. La referencia esencial ¿Cómo puede alcanzar significación objetiva [ob] un
del ego a una multiplicidad de objetos mentados [ver- juego que tiene lugar en la interioridad anímica in­
meint] designa conforme a ello una estructura esen­ manente y en las vivencias de evidencia surgidas en
cial de su intencionalidad real y posible en su con­ ella? Exposición crítica del contrasentido de este
junto. Los problemas constitutivos abarcan la sub­ planteamiento del problema. Todo problema tras­
jetividad trascendental entera, pues también el ser- cendental genuino es un problema fenomenológico.
para-sí-mismo del ego es un problema constitutivo. La subjetividad trascendental en su universalidad
La autoconstitución del yo en el sentido específico de no tiene ningún afuera con sentido. La tarea no
yo personal. Yo como polo de los actos específicos, es inferir el ser trascendente, sino entenderlo como
de los que toman posición, y como polo de las afec- suceso en la subjetividad trascendental mediante el
descubrimiento de la constitución. El idealismo fe­
* "Una reciprocidad" = ein Ineinander; literalmente: un uno en otro o nomenológico como un idealismo de especie radical­
un uno dentro ie otro. Lo que se quiere decir es que la realización de un mente nueva, contrasta con el idealismo berkeleya-
análisis lleva consigo la realización del otro, debido precisamente a la
correspondencia o correlación que la intencionalidad entraña. no-humeano y con el kantiano.
** El verbo en plural hace que el participio "tratadas" se refiera a La objeción de solipsismo trascendental. El pro­
"cuestiones" ; pero el sentido parece exigir que se refiera más bien
a "experiencia" o a "sistema de experiencia". Quita Husserl quería
blema constitutivo del alter ego (intrafección), de la
referirse aquí a "experiencias". intersubjetividad, de la naturaleza y del mundo como
60 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS SINOPSIS DE HUSSERL 61
mundo idéntico para cualquiera. El método de la so­ para la más radical fundamentación de una ciencia
lución: la estratificación metódica de la esfera de de hechos universal, de una filosofía del ser fáctico.
conciencia dada al ego mediante abstracción de to­ Los problemas metafísicos genuinos como los proble­
dos sus componentes que presuponen el alter ego. mas de más alto nivel dentro de una fenomenología.
Elaboración del ego propio, del yo-mismo concreto Contrastación de la ejecución cartesiana y la feno­
como fundamento para la intrafección analogizante. menológica de la idea de una filosofía. La filosofía
Todo lo perceptible y experimentable originalmente fenomenológica como la más universal y la más con­
es determinación del yo mismo. El ego ajeno en la ex­ secuente realización de la idea del autoconocimiento,
periencia s de la iniíafecxiánjio ^.directa­ que no sólo es la fuente primitiva de todo conocimien­
mente perceptibíeJ_,p§j.ojas„jexpfiilmfij^a^,indirecta- to genuino, sino que también comprende en sí todo
genuino conocimiento.
rjf icaciójaxoilfiordante. En mi mónada originalmente
experimentada se reflejan las otras mónadas (Leib-
niz). El descubrimiento de la constitución del alter
ego lo revela como trascendental, y así se amplía la
reducción fenomenológica a la subjetividad trascen­
dental como comunidad trascendental de mónadas.
Ésta es ahora la base trascendental de la constitución
deTTñundo objetivo [ob) corno,idénticamente exis-
tentejpara todas lagjnnnadas.de.laj&cümuudad^-v^ile
l^j^iiá^-S^^MMstixi^á6. i%a^M^|yláaáss_id£iies.
El problema cartesiano de una ciencia universal en
fundamentación absoluta y su solución en la fenome­
nología. Ingenuidad de la vida precientíf ica, ingenui­
dad de las ciencias positivas. Esta ingenuidad como
/193/ falta de una /fundamentación profunda a partir del
descubrimiento de las obras trascendentales. Una
ciencia radicalmente fundamentada tiene que sacar
primigeniamente todos sus principios de investiga­
ciones trascendentales. Entonces ya no puede haber
ninguna paradoja. La configuración sistemática de la
fenomenología apriórica contiene en sí como ramas a
todas las ciencias aprióricas en fundamentación abso­
luta. Ella cjimpjejla idea de una ontología universal,
stlS-YCz,formalj^ material (3e una filosofía primera),
mismo, de una doctrina deja
cienciaj>lena^ radicalmente, fundamentada.
Su primer nivel: la egología circunscrita solipsis-
tamente; esta ontología como fundamento aprióñco
RESUMEN DE LAS LECCIONES

dida por la ciencia positiva, determinó la evolución


de la filosofía moderna hacia la filosofía trascenden­
tal, cuya forma última y más radical está represen­
t a d a por la fenomenología.- La necesidad de renovar
el esfuerzo cartesiano, que es el único que puede ha­
cer salir a la filosofía del estado de decadencia y de
m a r a s m o en el que está sumergida desde mediados
RESUMEN D E LAS L E C C I O N E S D E L del siglo XIX. Éste es j u s t a m e n t e el objetivo que se
P R O F E S O R E. HUSSERL propone la fenomenología.
Traducción de la versión francesa / 2 . LA TRANSPOSICIÓN CRÍTICA DEL MÉTODO CAR- /
de la sinopsis de Husserl. TESIANO.- Es evidente que un filósofo que toma como
p u n t o de p a r t i d a u n a meditación de tipo cartesiano
no puede aceptar como d a d a ni hacer uso de ninguna
/INTRODUCCIÓN verdad científica. Ni siquiera tiene el derecho de ad­
A LA FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL mitir que la idea de u n a ciencia universal absoluta
—aunque guíe su meditación— sea u n a idea reali­
zable o incluso posible. Pero puede, sin embargo,
I . - La meditación cartesiana y su transposición crítica precisar su sentido con la ayuda de un análisis de las
1. I N T R O D U C C I Ó N . - U n a introducción a la fenome­ tendencias y de los ideales del trabajo científico.- Los
nología trascendental debe vincularse con las Me- juicios "científicos" no son aceptados (como válidos)
ditaciones de Descartes. Además, la transposición por la ciencia más que en la medida en que están
crítica de estas Meditaciones h a determinado la for­ —inmediata o mediatamente— fundados en la "evi­
mación de la fenomenología trascendental.- La exi­ dencia"; el juicio científico recurre a las cosas mis­
gencia cartesiana de u n a ciencia universal absoluta.- m a s . - La ciencia no admite las "evidencias" ocasio­
Descartes hace tabla rasa de la ciencia tradicio­ nales de los juicios del sentido común; precisa de
nal y la reconstituye sobre una base absoluta. El "verdades científicas" válidas de una vez por todas
carácter normativo de la exigencia cartesiana y su y p a r a cualquiera.- El filósofo, que ha puesto en
aplicación subjetiva.- El llegar a ser de un verda­ d u d a todo, no posee n a d a semejante; pero por lo
dero filósofo; la necesidad de tomar como punto de menos tiene "evidencias". Admite el principio del
p a r t i d a u n a meditación de tipo cartesiano.- ¿Cómo juicio evidente y del análisis crítico de las "eviden­
encontrar u n a base primera y absolutamente cierta cias" mismas en lo que concierne a su perfección y su
de t o d a v e r d a d ? - La solución cartesiana: el filósofo importancia; un análisis que pone en juego "eviden­
se abstiene de la posición de lo real, y, dejando como cias" de un orden superior. Se plantea entonces el
problema la existencia del mundo, reencuentra por problema: ¿se pueden encontrar "evidencias" abso­
ese mismo hecho su Ego p u r o . - Partiendo de este lutamente primeras, que pudieran ser consideradas
Ego, e m p r e n d e la constitución del saber no emplean­ como "apodícticas", establecidas de una vez por to­
do, p a r a l a elaboración de la ciencia, m á s que los das y que sirvieran de base a todas las demás?
principios innatos al Ego.- El valor eterno y el pa­
La vida y la ciencia positiva son n a t u r a l m e n t e rea­
pel histórico de la meditación cartesiana: desaten-
listas; pero, se pregunta el filósofo, ¿es la existencia
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS RESUMEN DE LAS LECCIONES 65
del mundo una "evidencia" apodíctica? La crítica trar la solución de los que lo tienen. Pues es ahí,
cartesiana de la experiencia sensible intenta mos­ en ese ámbito del Yo puro, donde se encuentra el
trar que le falta esta apodicticidad, pero que el "yo fundamento universal del ser y del conocimiento.
pienso" no está afectado por la no-existencia posible Es así como el método cartesiano se transforma en
del mundo. un método de la éirox*í trascendental y se convierte
3. LIMITACIÓN CRÍTICA DEL MÉTODO CARTESIA­ , en el de la reducción fenomenológica al Ego trascen­
NO.- La ciencia positiva es realista y este realismo dental.
está implicado en toda experiencia. El filósofo que
pone en duda este realismo y practica la énoxtf pierde, II.- El mundo de la experiencia trascendental y el ám-
pues, el mundo como fundamento real de las "eviden­ bito de la descripción fenomenológica
cias" que se refieren a él. Pero no por ello pierde todo 1. El papel filosófico del Ego cogito trascendental.
ser y toda "evidencia". Muy al contrario: detrás del Primeras comprobaciones: el cogito trascendental no
ser del mundo se le revela —como premisa necesaria nos da en modo alguno un axioma fundamental, pero
y como la única que hace posible la aceptación, la nos hace alcanzar una región de ser y de conocimien­
negación e incluso la duda— el ser de la experiencia to que forma la base de todo ser y de todo conoci­
misma, /el ser del sujeto, de su vida en la medi­ miento.- La idea de un método nuevo, de una ciencia
tación, de las otras formas de su vida absoluta. Con fundada en la experiencia trascendental, es decir, en
la éfl-ox»} universal y la transferencia de la atención el análisis egológico puro.
del mundo dado en la experiencia a esta experiencia 2. Delimitación progresiva del campo del análisis
misma, única en la cual el mundo posee para mí un trascendental del Ego (de uno mismo) mediante la
sentido y un ser, aparece la subjetividad trascenden­ reflexión fenomenológica.- El paralelo entre la ex­
tal, que se capta a sí misma como la premisa última y periencia psicológica de uno mismo y la experiencia
absoluta de todo lo que, en general, es para ella. Ella /trascendental. La experiencia psicológica es realista / 1 9 7 /
(el Ego puro) no se capta en modo alguno como un y pretende alcanzar validez objetiva; la experiencia
hombre determinado, parte real de un mundo real, trascendental no plantea ninguna relación real y está
sino como ese Yo puro que es el único para quien confinada a la región del Ego puro.
la existencia de un mundo, y de mí mismo, presenta 3. Primeras proposiciones fundamentales. El co-
un sentido. En tanto que soy este Yo (Ego), pero gito como conciencia de algo (estados o actos inten­
también únicamente como tal, soy para mí mismo cionales) ; el cogitatum como tal es un momento des­
esta última premisa apodícticamente cierta a la cual criptivo esencial de la cogitatio e inherente a ella.- El
se remite todo lo que para mí tiene sentido. Por lo análisis reflexivo del yo como experiencia metódica
tanto, hay que guardarse de ver en este Ego puro y descripción pura de las modalidades típicas de los
un trozo del mundo real, que, por azar, se daría de estados intencionales y de las objetividades corres­
una manera apodíctica; y está claro que no se trata pondientes y correlativas a esos estados o actos.
de servirse de él para obtener la prueba de la exis­
1
tencia del resto del mundo. La meditación crítica El término intentio y sus derivados (intencional, intencionalidad,
etc.) no se toman en el sentido de "intención", sino en la acepción
debe constituirse como un análisis del Ego puro, y escolástica de esta palabra. Retomado por F. Brentano, ha sido acep­
es en y por este análisis como se podrá determinar el tado por E. Husserl para designar la relación del acto con su objeto
sentido de todos los problemas filosóficos y encon- (la relación de la idea con lo ideado).- Nota del Traductor.
66 LAS CONFERENCIAS DE PARIS RESUMEN DE LAS LECCIONES 67'

A esos dos ámbitos del análisis descriptivo se aña­ de sí mismo como unidad.
de aún, como tercero, el del yo mismo, sujeto de las El Ego como sujeto de multiplicidades potencia­
cogitationes.- El mundo, a pesar de la eiroxti gene­ les de estados de conciencia.- Los "horizontes in­
ralizada, forma el t e m a principal de las descripcio­ tencionales" pertenecientes a cada cogito y su des­
nes fenomenológicas, ya que puede ser t o m a d o como cripción. Análisis de las "implicaciones intenciona­
"fenómeno".- Oposición entre la actitud natural y les" que constituyen la estructura inmanente de la
la actitud fenomenológica.- El Ego, sumergido en la conciencia, tarea esencia] del análisis fenomenológi­
meditación fenomenológica, es el espectador trascen­ c o . - La vida de la conciencia entendida como "río"
dental de su propia vida y de su propio ser, los cuales heracliteano y la posibilidad de la descripción fe­
están vueltos hacia el m u n d o . - Como "yo n a t u r a l " , nomenológica como descripción de las estructuras
el Yo es siempre y al mismo tiempo "Yo trascen­ típicas de la conciencia.- La fenomenología de la ra­
dental", pero no lo sabe ni se c a p t a como tal más zón; análisis descriptivo de sus actos y de sus poten­
que efectuando el acto de la reflexión fenomenológi­ cialidades.
ca (la reducción fenomenológica).- Solamente efec­
tuando esta reducción, en mi nueva actitud mental,
III y I V . - Los problemas constitutivos de la fenome-
me doy cuenta de que todo lo que es naturalmente
nología eidética y la idea de una teoría del conoci-
p a r a mi Yo n a t u r a l , ya no es más que cogitata posi­
miento. La refutación del solipsismo trascendental.
bles o reales de cogitationes diversas. Sólo como tales La solución del problema cartesiano de una filosofía
los pongo y hago de ellos materia de juicio. Como absoluta
fenomenólogo, debo, pues, describir los objetos como
correlata de los actos intencionales de la conciencia Razón y sinrazón.- Las formas estructurales de la
y en correlación exacta con ellos. subjetividad trascendental. Las relaciones inmanen­
4. U N E J E M P L O DEL ANÁLISIS DESCRIPTIVO SEGÚN tes de los actos intencionales. Las intentiones "cum-
E s t a descripción se
EL MÉTODO F E N O M E N O L Ó G I C O . - plidas" y "decepcionadas" . - El ser y la experiencia
dedica a hacer ver las relaciones de correlación que posible; la evidencia potencial.- La "posibilidad" co­
existen entre el fenómeno (lo representado) y las mo­ mo accesibilidad subjetiva que se relaciona con "ho­
dalidades de las representaciones. rizontes presuntivos".- Los problemas de la consti­
/198/ /Unidad y multiplicidad.- La unidad del objeto tución del ser son problemas de la experiencia con­
como síntesis de las identidades parciales de los fenó­ firmativa y verificativa, cuya / e s t r u c t u r a , propia / 1 9 9 /
menos, identificados como representaciones del mis­ de todo género de objetividad, está predeterminada
mo [objeto].- La unidad del objeto entendida como la como posibilidad ideal en la subjetividad trascenden­
identidad ideal del sentido de diferentes fenómenos.- t a l . - Todo objeto de un acto intencional es al mismo
La síntesis, carácter general y esencial del ámbito de tiempo un índice (index) de u n a multiplicidad sis­
la conciencia, entendida como la unión de diferentes temática de actos en los que se revela. La relación
actos de conciencia p a r a constituir un nuevo acto
de conciencia, que los engloba y se funda en ellos, El término Erfüllung, difícilmente traducible al francés, evoca a la
y que posee u n a intencionalidad p r o p i a . - La unidad vez la ¡dea de un vacío que se llena y de una promesa que se cum­
ple. La intentio de un acto de pensamiento es, en cierta manera, una
general de la vida de la conciencia en el Ego es u n a promesa vacía que la intuitio correspondiente debe cumplir.- Nota del
l
u n i d a d de síntesis en la cual el Ego t o m a conciencia Traductor.
68 LAS CONFERENCIAS DE PARÍS RESUMEN DE LAS LECCIONES 69

del Ego con una multiplicidad de objetos de la con­ keley y Kant.


ciencia expresa, pues, un momento esencial de su La objeción de solipsismo trascendental. El pro­
"estructura intencional". blema /constitutivo del alter ego (Einfühlung) y de /200/
Los problemas constitutivos de la subjetividad la intersubjetividad de la Naturaleza y del Mundo
trascendental misma: el ser para sí del Ego plantea como idéntico para todos. La delimitación metódica
igualmente un problema de constitución. El carácter de los elementos de la esfera de la conciencia dada al
absolutamente universal y primero de este proble­ Ego por abstracción de todos sus componentes que
ma.- La autoconstitución del "Yo" en el sentido es­ implican el alter ego.
pecífico del "Yo personal". El "Yo" como polo de El Ego propiamente dicho, ese "Yo-mismo con­
los actos específicos (decisiones) y de los estados creto" como base de la Einfühlung aperceptiva y ana-
afectivos.- Dos modos de polarización de los actos: logizante. Todo lo que puede ser objeto de una per­
con relación al objeto y con relación al Yo. Elemen­ cepción y de una experiencia originarias es una de­
tos estables del Yo: el Yo no es solamente el polo de terminación del "Yo-mismo". El txlter ego no es di-
actos pasajeros; toda "decisión" funda en el Yo una rectamente percibido en la experiencia secundaria de
"convicción" que permanece. Cualidades personales. la Einfühlung, pero forma el objeto de una experien­
El método fenomenológico como método "eidéti- cia indirecta, que posee sus modos propios de verifi­
co"; todos los problemas de la fenomenología son cación.
problemas de esencia; la fenomenología trascenden­ En mi propia "mónada", de la cual tengo una ex­
tal es una ciencia del apriori innato de la subjetivi­ periencia originaria, se reflejan las otras mónadas
dad trascendental. (Leibniz). El análisis de la constitución del alter ego
Problema de la génesis y del llegar a ser. Análisis lo hace aparecer como un Ego trascendental. La re­
fenomenológico de la asociación; sus leyes expresan ducción fenomenológica se extiende así hasta la in­
la esencia del llegar a ser pasivo. El llegar a ser tersubjetividad trascendental, conjunto trascenden­
activo. Constitución, en y por el llegar a ser, de tal de las mónadas. Esta es la base trascendental
complejos intencionales estables: de esta manera, la de la constitución del mundo objetivo, idéntico para
constitución para el Yo de un Universo permanente. todas las mónadas del conjunto, y de la validez in­
La teoría de la constitución trascendental del ser y tersubjetiva de las objetividades ideales.
la teoría del conocimiento tradicional. El problema
de la trascendencia interpretado como problema del Retorno al problema inicial y conclusión
sentido común. Su relación con la intencionalidad
como hecho psicológico. Carácter contradictorio del El problema cartesiano de una ciencia universal,
problema tradicional. absolutamente fundada, y su solución en la fenome­
Todo problema trascendental real es un problema nología. Ingenuidad de la vida precientífica y de la
fenomenológico. No hay nada "fuera" de la subjeti­ ciencia positiva. Una ciencia perfectamente fundada
vidad trascendental tomada en su universalidad. La debe extraer sus principios del análisis trascenden­
tarea de la filosofía no es, pues, alcanzar el ser tras­ tal. Una ciencia semejante no puede desembocar en
cendente, sino comprender cómo se constituye como crista y en paradojas. La elaboración sistemática de
elemento inmanente de la subjetividad trascenden­ la fenomenología apriórica abarca el conjunto de los
tal. El idealismo de la fenomenología y los de Ber- conocimientos a priori y confiere un fundamento ab-
LAS CONFERENCIAS DE PARÍS

soluto a la ciencia. Realiza la idea de una ontología


universa], formal y material a la vez (la filosofía pri­
mera) o, lo que es lo mismo, la de una teoría de la
ciencia perfectamente general. Su primer grado está
constituido por la egología solipsista (el análisis limi­
tado al Yo).
La ontología trascendental constituye el funda­
mento a priori /de toda ciencia y de toda filosofía NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO
que se refiere al ser real (de facto). Los verdaderos
problemas metafísicos ocupan en la fenomenología el (Igual que en la edición alemana, damos en cursivas todo lo que se
grado supremo. Descartes y la fenomenología. La fi­ debe a su editor, S. Strasser, y en redondas todo lo que proviene del
losofía fenomenológica es un esfuerzo por realizar el manuscrito original de Husserl. Lo que se encuentra entre corchetes
ideal del conocimiento de sí mismo, ese conocimien­ es añadidura de esta traducción.)
to de sí mismo que no es solamente la fuente última
de todo verdadero saber, sino que incluso lo contiene
por entero.
1. Al margen: (funditus omnia semel in vita esse evertenda
atque a primis fundamentis denuo inelevandum.)*
2. ciencias enmendado por opinión.
3. Al margen: También tienen que ser aclarados y eludidos
muchos extravíos seductores en que han caído Descartes
y las épocas siguientes.
4. De aquí al siguiente punto y seguido, enmendado como
sigue: Empezamos, pues, de nuevo... con la decisión de
filósofos que radicalmente comienzan, de poner fuera de
juego todas nuestras convicciones formadas hasta ahora
y ante todo por tanto todas las ciencias pre-dadas a <?>
nosotros.
5. Al margen: Naturalmente, al saber de fundamentación
universal. Es decir, así podemos exponer:
* "(todo debe ser derribado de raíz una vez en la vida, y debe ser
comenzado de nuevo desde los primeros fundamentos.)" -Palabras de
Descartes casi al principio de su Primera Meditación (véase la p. 17
del vol. VII: Meditationet de prima philosophia, de las OEuvreí, editadas
por Charles Adam & Paul Tannery, Vrin, París, 1983). En lugar de
"inelevandum", palabra que no existe en latín, el texto de Descartes
que dan Adam y Tannery dice "inchonnium"; la sustitución se debe
seguramente a un error en la transcripción del manuscrito de Husserl
para la imprenta.
NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO 73
72 NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO

6. Tras imponemos añadido: a nosotros mismos del mundo, una ciencia "nomológica", una ciencia "or-
dine geométrico", precisamente semejante a la ciencia
7. Al margen: Sin duda, esta evidencia es la primera en sí matemática de la naturaleza.
de la vida mundana y de la ciencia del mundo.
20. Tras del insertado: (como aquí no puede todavía ser
8. Tras para nosotros añadido: con fundamento en la evi­ visible) absurdo
dencia natural de la experiencia
21. Al margen con lápiz, luego repasado con tinta: Este yo
9. en sí enmendado por pura y simplemente y esta vida-de-yo, que para mí, el que filosofa radical­
mente, sólo se hace visible gracias a que pongo fuera de
10. Desde me son en adelante, enmendado por: son para mí juego la validez de ser ingenua-natural del mundo, no
solamente en virtud de la experiencia sensible de sus es un fragmento del mundo, no es el alma, eso que el
organismos corporales hombre, manteniéndose en la mera experiencia interna,
aprehende por sí mismo como su "animus", su "mens"
11. mundo sustituido por: mundo circundante de la vida
pura.
12. A objetos [ob] culturales, etc. añadido: en tanto que
aparecen 22. Tras en el mundo al margen, observación a lápiz, re-
pasada con tinta: y esto vale naturalmente también res­
13. ellos sustituido por: sus contenidos posicionales* pecto de la vida anímica propia, que yo en la experiencia
psicológicamente interna considero puramente por sí.
14. Tras desaparición añadido: sino su permanencia
23. Desde en general hasta hechos del mundo tachado. Al
15. Tras es para mí añadido —es decir: vale para mí, y en
margen, observación ilegible a lápiz, cubierta por el si-
verdad guiente texto escrito con tinta: así pues, tanto la validez
16. Tras vida mundana añadido: de la que también forma de ser de todos los hechos apercibidos objetivamente [ob]
parte mi vida de investigación y fundamentación cientí­ como la de los hechos de la experiencia interna.
ficas. 24. Tras Para mí intercalado: para el yo que filosofa radi­
17. Enmendado: ... mundo más que en el que tiene en mí calmente, que se pone exclusivamente a sí mismo como
base de ser y de validez de todas las razones objetiva­
18. De en a matemática modificado como sigue: en la ad­ mente [ob] válidas
miración por la ciencia natural matemática y que a no­
sotros mismos nos determinan como vieja herencia 25. Tras psíquicos, insertado: ningunos

19. La oración fue modificada desde de un como sigue: de un 26. Tras de este mundo insertado: con todos sus objetos
"axioma" apodíctico, que en unión con otros que habría [ob] y su El siguiente y* del texto está tachado, así que
que mostrar y además eventualmente con hipótesis in­ se leería: y su respectivo ser-así.
ductivamente fundamentadas, tuviera que suministrar 27. La oración probablemente debió de modificarse como si-
el fundamento de una ciencia deductiva "explicativa" gue: Si llamamos trascendente al mundo de mi expe­
riencia, ya que... no podría suprimir a este mi ser puro,
* Es decir, los "objetos" que tales actos (menciones, juicios, tomas
de posición valorativas, etc.) "ponen" (o sea, tienen por existentes, * En la traducción: "y el".
valiosos, etc.).
74 NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO 75

entonces este mi yo y vida-de-yo puro puede ser llamado 39. Al margen con lápiz rojo: Bilateralidad - corresponden­
trascendental. cia
28. Tras fundamentación añadido: frente a las objetivas [ob] fcO. Al margen: Unidad y multiplicidad. Síntesis
o positivas fll. Ambas oraciones están modificadas como sigue: Ella es
29. Desde puro en adelante modificado como sigue: puro, u n a forma universal de la síntesis, perteneciente a la
y por ende yo soy de momento (cómo a todo esto sea vida de conciencia. Así, por ejemplo, t o d a percepción
posible un salir, no lo sé) en cierto sentido de cosa es como un estar d u r a n d o . . . Debajo, al margen:
Síntesis. Identidad
30. debe valer cambiado por parece poder valer
42. Desde Cualquier en adelante, modificado como sigue:
31. Tras trascendental insertado: En todo caso Cualquier división de este continuo extenderse q u e . . .
tipo; de cada trecho parcial s e m e j a n t e . . . decimos lo
32. Tras la ínfima insertado: de hecho, realmente delimi­
mismo, por ejemplo, lo mismo, el hexaedro, está per­
t a d a de momento solipsistamente
cibido. Así p a r a t o d a vivencia. Al margen con rojo:
33. Al margen: Intencionalidad Identidad

34. Tras etc. insertado Por ende 43. Desde Pero esta en adelante modificado y ampliado como
sigue: E S T A IDENTIDAD del cogitatum es u n . . . rasgo
35. El párrafo está tachado en cruz con lápiz. Con señales se de t o d a vivencia intencional, que como cogito perenne,
insinúa que debía ser complementado o sustituido —es- transcurre < c o m o > u n a síntesis continua de identifica­
to no está claro— por el texto del párrafo siguiente. En ción, que no es, desde luego, u n identificar activo en
todo caso los comentarios sobre las "dos direcciones de la el sentido corriente, sino coincidencia continua de las
descripción" debieron de formar parte de la conferencia; múltiples exhibiciones temporales en lo uno
eso sugieren la especie y las "capas" de los subrayados así
como referencias posteriores a este pasaje. Éste lleva al 44. Al margen: Partes reales [reell], contenidos. Contenidos
margen con lápiz azul el encabezado: Dos direcciones de intencionales (no reales [ree//])
la descripción, direcciones de la mirada 45. Al margen: Potencialidad, horizonte.
36. Tras como tal añadido con otra clase de tinta, probable- 46. Al margen: Análisis intencional y análisis real [reell]
mente más tarde: exactamente como ella se presenta in­
tuitivamente en la primera mirada m u d a de la reflexión, 47. Al margen, anotación con lápiz: Sum cogitans como fe-
y luego la tarea es dejar que ella misma se exprese con nomenólogo en un nivel superior. Yo soy lo que soy
la máxima fidelidad como sujeto de obras de sentido. Observarme es obser­
var mi obrar constituyente de sentido y mis formaciones
37. modos de aparición modificado por modos de aparición de sentido y a partir de ellas exponerme como poseedor
o modos de conciencia de sentido en obras de sentido siempre nuevas puestas a
mi disposición Al lado con lápiz rojo y azul: Niveles
38. El párrafo está puesto entre paréntesis angulares rojos,
tachado con lápiz y cancelado en el margen con ceros. 48. Al margen con tinta: Esta tipología que sigue particu­
Puede dudarse si este pasaje fue leído. -Al margen como larizándose dentro de la más general, perteneciente al
encabezado lo siguiente: El m u n d o como cogitatum título triple "Ego-cogito-cogitatum", al que pertenece lo
76 NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO 77

general de que nosotros tuvimos que ocuparnos, como 65. Al margen con lápiz azul: Génesis
por ejemplo lo general de la síntesis.
66. Al margen: Ciencias, lógica trascendental
49. Al margen: Hilo conductor
67. El párrafo está tachado en cruz con rojo y azul. En su
50. Al margen: Transición a los problemas universales margen derecho, la siguiente —quizá posterior— versión
51. Tras intencionales insertado: actuales y potenciales nueva: Con la reducción de la problemática fenome-
nológica al título global unitario < ? > de la constitución
52. Al margen arriba a la derecha: II Segunda conferencia (estática y genética) de las objetividades de la conciencia
doble. Debajo con lápiz azul: Razón, evidencia. posible la fenomenología parece legítimamente caracte­
rizarse también como teoría del conocimiento trascen­
53. Tras en la que insertado: finalmente
dental. Contrastemos la teoría del conocimiento que
54. presumo cambiado por: puedo presumir en este sentido es trascendental con la tradicional: Su
problema...
55. Tras que se acredita insertado: y que siempre de nuevo
se puede producir 68. Al margen en azul: La teoría corriente del conocimiento
56. Al margen con lápiz rojo: Lo verdaderamente existente 69. La oración Es para mí hasta cogitationes enmendada
57. De aquí a me remiten tachado con tinta y sustituido por por: Si se reconoce, siguiendo a Brentano, la intencio­
la siguiente versión, probablemente posterior: No crea_ nalidad, entonces se dice:*
para mí ya cualquier conciencia aislada, así sea uña 70. Y así decimos... modificado como sigue: El hablar-el-yo
conciencia evidente, la realidad del ser; por ejemplo no de este comienzo es y sigue siendo el hablar-el-yo natu­
[crea] * la percepción aislada, aunque sea buena, la rea­ ral; se mantiene, así como más adelante toda la con­
lidad de la cosa. Pero ella me remite a ulteriores per­ ducción del problema, sobre la base del mundo dado. Y
cepciones. así se dice ahora, y de modo enteramente comprensible:
58. Tras aislado insertado: y él mismo evidente 71. De Toda en adelante enmendado por: Toda fundamen­
59. Tras guía insertado: siempre t a r o n , toda acreditación d e . . .
60. Al margen con lápiz rojo y azul: ¡Problemas constituti­ 72. Al margen con lápiz azul: El "problema"
vos, más abajo!
* Pues, en efecto, no toda teoría "corriente" o "tradicional" del
61. Al margen con lápiz azul: Ser-para-sí-mismo del ego conocimiento reconoce la intencionalidad. Husserl señala aquí implí-
citamente la superioridad de la teoría del conocimiento de Brentano
62. Al margen: Aquí constitución del ego personal. (o de la que reconozca la intencionalidad) sobre el resto de las teorías
del conocimiento empiristas (o, mejor dicho, no trascendentales); pero
68. Al margen con lápiz azul: La intuición se vuelve intuición a la ves trasa la frontera que separa todavía a Brentano de su propia
general teoría del conocimiento: la reducción trascendental. Además, y esto
es quisa más importante, se afirma también implícitamente que la
64. Al margen con lápiz azul: Fenomenología estática y ge­ intencionalidad no basta para efectuar la reducción trascendental, o,
nética. más bien, que el reconocimiento de la intencionalidad no lleva consigo
la aceptación de una subjetividad trascendental, pues aquí se incluye
* Esta palabra no se encuentra en el original, pero no puede ser ese reconocimiento entre los ragos de una teoría del conocimiento no
otro, obviamente, el verbo omitido en la frase. trascendental.
78 NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO 79

73. Tras Es el insertado: (haciendo a u n lado la desconexión, fenomenología misma, puede querer separar la fenome­
quizá no t a n indiferente, de la validez de ser del mundo) nología y el idealismo trascendental.
74. Al margen con lápiz azul: Refutación HK Al margen con lápiz rojo, tachado con lápiz: Intersubje-
tividad
75. Tras todavía insertado: precisamente por el completo
menosprecio de la epojé cartesiana, Htt. Tras inquietante insertado: y en conexión con ello a ú n
ser t r a t a d a u n a esfera de problemas particularmente sig­
76. cuestiones trascendentales enmendado por: tales CUMM
nificativa de la fenomenología, sólo mediante la cual se
tiones "trascendentales"
hace accesible el sentido más determinado de este idea­
77. t o d a s . . . como enmendado por: t o d a s . . . en cierto ■nn« lismo
tido como Al margen con lápiz azul, tachado con ldpii\
Trascendencia un Al margen con lápiz rojo, tachado con lápiz: Solipsismo

78. Tras Trascendencia insertado: en t o d a forma 01 Desde y los experimento hasta sino que los experimen­
to tachado con tinta. El pasaje fue —probablemente más
79. Enmendado por: Si ella es e l . . . , entonces u n . . . sinxnn« tarde— sustituido por el siguiente texto anotado al mar-
tido. Esta oración fue quizá añadida más tarde. gen con tinta: y normalmente en series de experiencias
80. Al margen con lápiz azul: Sólo teoría del conocimiento sintéticamente-concordantes, en las cuales se confirma
para mí continuamente su existencia real. Los experi­
fenomenológica.
mento, claro está, de una manera particular: por un
81. se hace enmendado por: tiene que hacerse lado como objetos [ob] del mundo, no como meras cosas
naturales, pero sí, en cuanto organismos, entrelazados
82. Al margen con lápiz azul, tachado con lápiz: Compreiml-
peculiarmente con cosas naturales, y así, como objetos
bilidad
[ob] psico-físicos en el mundo; por otro lado, sin em­
83. Tras ser insertado y cambiado: . . . y para las tarea» cbl bargo, los experimento a la vez como sujetos p a r a este
descubrimiento de la intencionalidad implícita inhcrnn mundo
tes. Si se hacen visibles y se apresan, entonces resulU
como consecuencia u n a fenomenología universal como 09. todo sin excepción modificado por: el mundo
[autoexposición p u r a del ego, ejecutada] en la evidenrU US, De en mi vida intencional en adelante enmendado por:
p u r a y por ello en concreción... sólo en mi vida intencional mediante síntesis constituti­
84. Al margen con lápiz rojo: Idealismo trascendental vas p u e d e n . . .

85. Tras n o insertado: en el de " l El pasaje desde el comienzo del párrafo hasta tener senti­
mientos, querer está tachado y fue sustituido —quizá más
86. Tras sistemática insertado: [autoexposición] de un ngo tarde— por el siguiente texto anotado con tinta: Aquí
como sujeto de todo conocimiento posible, y por cierto sólo puede producir claridad u n despliegue de la inten­
respecto d e . . . cionalidad abierta e implícita que se presenta en la ex­
87. Al margen con tinta la siguiente oración añadida —prob» periencia del otro misma (la "íntrafección"), un descu­
blemente más tarde: Sólo quien entienda mal el sentido brimiento de sus horizontes en experiencias posibles con
m á s profundo del método intencional y con ello el do li» los nexos noético-noemáticos inherentes, en cuyas < ? >
80 NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO NOTAS DEL APÉNDICE CRÍTICO 81

síntesis sale a luz el sentido de otro j u n t o con las refe­ IOS. posibilidad de una vida individual subjetiva y comuni­
rencias de sentido inseparables de él. taria enmendado con tinta, pero con escritura diferente,
El alcance de una teoría trascendental de la intra- como sigue: posibilidad de una vida h u m a n a "genuina"
fección semejante, es, visto más de cerca, mucho mayor
104. Debajo del texto se halla en el manuscrito la siguiente
de lo que al principio parece.
nota a lápiz: sobre reducción intersubjetiva sólo someras
La última oración tiene una escritura diferente y re-
insinuaciones orales, desarrolladas más sistemáticamen­
presenta quizá una adición todavía posterior. te en Estrasburgo.
95. Al margen con lápiz azul: Doctrina de las mónadas

96. Al margen con lápiz azul: El primer ego de la reducción


trascendental no tiene aún distinción alguna.

97. Tras ejecución insertado: en forma de u n a t a r e a infinilu

98. Al margen con lápiz azul: Ingenuidad de las ciencias. Su


crítica no es crítica última.
99. Al margen con lápiz azul: Conceptos fenomenológicoN
primigeniamente producidos;
100. Al margen con tinta, pero en escritura de otro tipo su»
tancialmente distinto, fue —probablemente más tarde
insertado lo siguiente: Así, las investigaciones que en lo
anterior esbozamos a modo de insinuaciones, no son man
que < e l > comienzo de una aclaración radical del sentido
y el origen (o del sentido a partir del origen) de los con
ceptos m u n d o , naturaleza, espacio, tiempo, ser animal,
hombre, alma, cuerpo, comunidad social, cultura, etc.:
E s t á claro que la realización real de las investigaciones
referidas tendría que conducir a todos los conceptos qun
sin h a b e r sido investigados fungen como conceptos fun­
damentales de las ciencias positivas, pero desarrollado*
en la fenomenología con total claridad y primigenidad,
que no dejarían ya lugar p a r a ninguna cuestionabilida<l
concebible.
101. Lo que está entre paréntesis, modificado como sigue: (<>
también doctrina universal y concreta de la ciencia, est/i
lógica del ser)

102. Al margen con lápiz azul: Metafísica


GLOSARIO 83

que fue posible, los criterios de consistencia y uniformidad;


pero no lo he hecho, naturalmente, en contextos en que las
expresiones no son usadas de u n modo "técnico", donde la
traducción puede guiarse por criterios más libres. En gene­
ral, he preferido la fidelidad al texto alemán que la calidad
literaria.
Además de la guía de Cairns citada y de su propia
GLOSARIO versión inglesa de las Meditaciones cartesianas (Cartesian
Meditations. An Introduction to Phenomenology, Martinus
Nijhoff, La Haya, 1977), me ayudaron mucho las dos versio­
nes castellanas de esta obra —citadas en la Presentación— y
tuve a la vista la traducción inglesa de las Conferencias (The
En la traducción he seguido como norma general el con­
Paris Lectures, Trad. Peter Koestenbaum, M a r t i n u s Nijhoff,
sejo de Dorion Cairns en su Guide for Translating Husserl
La Haya, 1964), aunque en varios respectos me parece fa­
(Phosnomenologica 55, Martinus Nijhoff, La Haya, 1973) de
llida. El cotejo con la muy meritoria traducción italiana de
verter siempre la misma expresión alemana por una misma
Filippo Costa (en Meditazione cartesiane e Discorsi parigini,
expresión y diferentes expresiones alemanas por expresiones
lOd. Valentino Bompiani, Milán, 1960) me sirvió para corre­
diferentes. Este principio de "consistencia", que asegura
gir muchos errores en la mía (y p a r a descubrir unos cuantos
u n a comprensión precisa de un pensamiento tan atenido al
en la de él). (Le agradezco al Dr. Manuel Cabrera haber
lenguaje en que se expresa como el de Husserl, no ha sido
llamado mi atención sobre esa obra.) También cotejé en
seguido más que excepcional y esporádicamente por las tra­
muchos casos mis traducciones de términos particulares con
ducciones existentes de Husserl al castellano. Por lo mismo,
las de Gaos y Morente, Gaos, García-Baró, Reuter, Taber-
no me fue posible seguir más que parcialmente el otro princi­
nig y Villoro, en las obras que se listan abajo, y tomé en
pio al que consideraba indispensable someter la traducción:
consideración las observaciones que hace Roberto J. Walton
el de la uniformidad, es decir, la consistencia extendida a
en su reseña de la versión española de Experiencia y juicio
diferentes obras. Sin menoscabo de la excelencia de algu­
(reseña citada abajo como [W]). Ese cotejo no fue exhaus-
nas de ellas, salvo en pocos casos de términos particulares
tivo. Cuando doy abajo la traducción de otro traductor de
las traducciones españolas de Husserl han discurrido cada
Husserl p a r a cierto término, no debe entenderse que esa tra­
u n a por su propio cauce. P a r a subsanar la imposibilidad de
ducción es necesariamente constante en la obra que se cita,
u n a uniformación total, me pareció conveniente incluir un
■Ino sólo que está empleada por lo menos en algún pasaje de
glosario de las traducciones que elegí y empleé, en el que s«
ella.
hicieran constar además las elecciones de otros traductores
sobre las mismas expresiones. Desde luego, mis elecciones Puesto que el sentido en que deben entenderse algunas
no deben considerarse como propuestas definitivas, ni las palabras en las obras de Husserl no es su sentido más común
expresiones rechazadas como malas traducciones —aunque o encierra un matiz que debe tenerse presente, incluyo en al­
no t o d a s ellas me parecen igualmente j u s t a s . En todo caso, gunos casos aclaraciones o precisiones dirigidas, sobre todo,
me interesa más proponer la necesidad de establecer criterios a lectores poco familiarizados con la terminología husser-
consistentes y uniformes para traducir a Husserl, basados en llana. En otros casos expongo también las razones que mo­
la crítica recíproca, que la traducción de términos particu­ tivaron mi elección.
lares. En mi traducción he seguido, pues, en la medida en Las traducciones de otros traductores aparecen entre
84 GLOSARIO 85

paréntesis; la abreviatura de la obra a que pertenecen apa­ Glosario


rece entre corchetes; esta abreviatura aparece al lado de mi
traducción cuando ésta coincide con la de la obra referida. nMioben; Abhebung destacar; destacarse [W]
Utilizamos las siguientes abreviaturas:
ablaufen transcurrir
Bl La idea de la fenomenología, F.C.E., México-Madrid- ni mc.heiden disociar
Buenos Aires, l a . edición, 1982. Traducción de Mi­
Abwandlung variante [Gil, V], (modalidad
guel García-Baró.
[Gi], modificación [P], va­
Bu Meditaciones cartesianas, edición citada como [Gi]. riación [P])
Traducción de la Meditación Quinta de Miguel Gar­
cía-Baró. Almlichkeitsapperzeption apercepción de similitud [P]

Gl Meditaciones cartesianas, F.C.E., México, 2a. edición Allgemein; Allgemeinheit general [Gil, W], (universal
a u m e n t a d a y revisada, 1986. Traducción de las 4 pri­ [P, Gl, Gil]); generalidad
meras meditaciones de José Gaos. [MG, Gl, V], (universalidad
[Gil, Bl, V])
Gil Ideas relativas a una fenomenología pura y una filoso-
fía fenomenológica, F.C.E., México, 3a. edición, 1986. Andeuten insinuar
Traducción de José Gaos. Anfang comienzo
m
MG Investigaciones lógicas, Selecta de Revista de Occi­ Angelegt sein auf
dente, Madrid, 2a. edición (en 2 tomos), 1967. Tra­ tener puesta la mira en
ducción de Manuel García Morente y José Gaos. »nichaulich; Anshauung
intuitivo; intuición
P Meditaciones cartesianas, Ediciones Paulinas, Madrid, Aufbau
edificación
1979. Traducción y estudio preliminar de Mario A. mifhcben; Aufhebung suprimir; supresión, (aboli­
Presas.
ción [Gil], cancelación [V])
R Experiencia y juicio, Instituto de Investigaciones Fi­ Aufklaren esclarecer
losóficas, UNAM, México, 1980. Traducción de Jas
Reuter; revisión de Bernabé Navarro. Auftreten presentarse [V], aparecer [Gil]
T La filosofía como ciencia estricta, Editorial Nova, Bue­ MtiHolnanderlegen explanar, (explicar [V], des­
nos Aires, l a . edición, 1951. Traducción de Elsa Ta- componer [MG])
bernig. mmlflgen; Auslegung exponer [V]; exposición, (ex­
V Lógica formal y lógica trascendental, Centro de Estu­ hibición [Gl], explicitación
dios Filosóficos, UNAM, México, l a . edición, 1962. [P], explicación [Gil])
Traducción de Luis Villoro. ICI contexto en que emplea Husserl estas expresiones debe dar a
W R o b e r t o J. Walton, Reseña de [R], en Revista Latinoa- piitflnder que el "exponer" implica una difícil tarea analítica, y
«in« no es la mera exposición de algo que ya se posee. Evitamos
mericana de Filosofía, vol. X, No. 1, marzo de 1984, IM otras traducciones propuestas porque son necesarias para
Buenos Aires, pp. 87-90. otros términos alemanes.
86 GLOSARIO GLOSARIO 87

ausmachen generar, componer lumtätigen; Bestätigung confirmar; confirmación [Gil,


"Constituir" es quizá la traducción más adecuada, pero debe T]
reservarse para konstituieren. Iwlüügen; Betätigung poner en acción, poner en
marcha; puesta en acción,
aussagen; Aussagen enunciar; enunciación [P, Gil],
(afirmar [Gl], enunciado [V]) puesta en marcha, (actua­
ción [Gil], actividad [V])
ausschalten; Ausschaltung desconectar; desconexión
betrachten; Betrachtung considerar [Gil], (contemplar
ausweisen; Ausweisung acreditar, (comprobar [Gil]); [Gil]); consideración [Gil]
acreditación, (comprobación
[V], justificación [P], verifi­ bewähren; Bewährung verificar; verificación [Gil]
cación [Gil], p r u e b a de he­
Un w u ßtseinsweise modo de conciencia [Gil]
cho [Gl])
beziehen; Beziehung referir; referencia [Bl], (re­
befragen consultar lación [Gil])
begründen; Begründung fundamentar, (fundar [Gil]); Inicien formar
fundamentación
besinnen; Besinnung examinar, (considerar [Gl], lUUiung conformación [V]
reflexionar [P]); examen, bleibend permanente [Gl, P ] , (dura­
(reflexión [Gl, P, V]) dero [Gl], constante [P])
Quizá "reflexionar" y "reflexión", o "meditar" y "medita­ Hoden base
ción", se ajustan mejor al significado común de besinnen y
Besinnung; pero en Husserl besinnen parece tener un sentido
de actividad encaminada a un fin, a una meta, que no siem­ darstellen; Darstellung exhibir [Gil], (representar
pre poseen "reflexionar", "meditar" o "considerar". Sobre [Gil]); exhibición [Gil], (ex­
todo cuando'se trata de la Selbstbesinnung (véase), Husserl se posición [MG])
refiere a un auténtico examen de uno mismo, y no a un mero
pensar o reflexionar sobre sí mismo. Además, es necesario dauern; Dasein existir, estar ahí [Gil]; exis­
reservar "reflexionar" y "reflexión" para reflektieren y Refle- tencia [Gil, R, V], (ser [T])
xion, que tienen un sentido distinto (el de un acto reflejo,
no directo). Desde luego, examinar, examen y autoexamen denkbar pensable, (concebible [Gl, P])
no deben tomarse en la acepción de probar y prueba, sino en Véase erdenklich.
el sentido de "inquirir, investigar, escudriñar con diligencia o
cuidado una cosa". dnnkmöglich lógicamente posible [Gl],
(pensado como posible [P])
besonder; besondern particular; particularizar
Bestand componente [V], (contenido Tanto para denkmöglich como para denknotwendig (véase)
adoptamos las traducciones de Gaos, a pesar de su inexacti­
[Gil], elemento [Gil])
tud literal, en vista de su naturalidad. Cualquier construcción
Bestandstück fragmento integrante, (parte castellana más literal resulta también más forzada (si es que
integrante [Gil]) no también imprecisa): "pensado como posible", "posible de
88 GLOSARIO GLOSARIO 89

pensar", "posible según el pensamiento" ("pensado con ne­ einsehen ver intelectivo
cesidad", "necesario de pensar", "necesario según el pensa­ Véase Einsicht.
miento"). Además, el uso normal de esos términos alemanes
se da dentro de contextos relacionados con la lógica, y la razón Einsicht; einsichtig intelección [MG, P, V], (evi­
es fácil de entender: es la concepción tradicional de la lógica dencia [Gl, Gil], evidencia
como la ciencia del pensamiento (del logos). Así, hablar de intelectual [Gil], intuición
una necesidad o una posibilidad "según el pensamiento" o [T], visión [Gil], idea [Gl]);
"para el pensamiento" es hablar de una necesidad o posibi­
intelectivo, (de evidencia in­
lidad «lógica".
telectual [Gil])
denknotwendig lógicamente necesario [Gl], Retomamos con esta traducción el criterio seguido por Mo-
(pensado con necesidad [P]) rente y Gaos en [MG] (la. edición, 1929) y abandonado luego
por Gaos en [Gl]. Dicho criterio se basaba en la necesidad de
Véase denkmöglich, distinguir en la traducción los términos alemanes Einsicht y
Ding Cosa Evidenz (y los adjetivos correspondientes) considerando que,
si bien en el alemán corriente suelen usarse como sinónimos,
Husserl establece entre ellos una distinción clara: la Einsicht
echt genuino [Gl, P ] , (auténtico es sólo una especie de evidencia, a saber, la apodíctica, o en
[Gl, P, Gil, V]) otros términos, la evidencia intelectual. Véase la nota de los
traductores en [MG], tomo I, p. 19. En [Gl], Gaos traduce
eigenartig peculiar [Gil], (sui generis por evidencia tanto Einsicht como Evidenz, quizá pensando
[Gil]) que el contexto no exigía una distinción tan sutil, o acaso con
Einfühlung intrafección [Gil], (empatia el afán de recuperar la connotación "visual" del término Ein-
[R], endopatía [T, Bl, Bll], sieht. Este es, en efecto, como Evidenz, visión, pero no una
visión ocular, sensible, sino intelectual. Por lo mismo, tradu­
impatía [P])
cimos einsehen como ver intelectivo y eingesehen como visto
En la medida en que Husserl acepta el término Einfühlung, con intelección.
proveniente de Theodor Lipps (System der Ästhetik, 1906),
significa para él el peculiar acto de experiencia o percepción einstimmig concordante [P], (concorde
mediante el cual nos es dado —indirecta y secundariamente, [P], coherente [Gil, V])
por la interpretación de su corporalidad—, el otro como su­ einzeln singular [V]
jeto, como "otro yo". Tratamientos más detallados de este
tema que el que se hace en estas Conferencias se encuen­ Einzelphänomen fenómeno singular
tran en las Meditaciones cartesianas (Meditación Quinta),
en el primer anexo del Libro Tercero de Ideen zu einer re- einzigartig «ut generis
inen Phänomenologie... (Husserliana V, Martinus Nijhoff, La Empfindung sensación
Haya, 1971, p. 109), y en la segunda parte de Erste Philo-
sophie (Lección 35; Husserliana VIII, Martinus Nijhoff, La Entdeckung hallazgo, (descubrimiento
Haya, 1959, p. 58 ss.). Entre los neologismos empleados para [Gi, P])
traducir este término, elegimos intrafección por la única razón
de que fue, hasta donde sabemos, introducido o "propuesto" entfalten; Entfaltung desplegar, (analizar [Gl], de-
antes que los demás (en traducciones de Husserl:[Gil], la. edi­ sarrollar [P]); despliegue
ción, 1949). [Gil], (exposición [V])
90 GLOSARIO GLOSARIO 91

enthalten; E n t h a l t u n g abstener [Gil]; abstención mas de traducción presenta, sobre todo por las diversas con­
[Gil] notaciones de la familia correspondiente en castellano. Para
evitar el sentido de "lo que parece ser y no es" o simplemente
enthüllen; Enthüllung descubrir [Gl, P, V], (revelar "lo que parece ser" que tiene aparente, no hemos empleado
[Bu]); descubrimiento [Gl, esta palabra como traducción de erscheinend (salvo en una
P, V], (revelación [Bu]) ocasión en que el contexto lo exigía). Por una razón seme­
Esta traducción, casi generalizada, tiene el inconveniente de jante preferimos aparición como traducción de Erscheinung,
coincidir con la normal de entdecken y Entdeckung ("descu­ en lugar de apariencia, aunque sabemos que diversos contextos
brir" y "descubrimiento" en el sentido en que se dice, por ejem­ en otras obras exigen esta última. Fenómeno debería reser­
plo, que Colón descubrió América). Enthüllen y Enthüllung varse para Phänomen; ademas, este término y su familia tie­
no tienen tanto ese sentido de "hallazgo", sino el de una des­ nen ya suficientes enredos conceptuales por sí mismos, como
tapadura, el de retirar un velo que cubre, de revelar lo que para mezclarlos además con los de Erscheinung. Finalmente,
estaba oculto. una Selbsterscheinung es la aparición de "algo" en sí mismo,
es decir, no mediante una representación, imagen o signo; es
entscheiden; Entscheidung decidir; decisión por ello la "aparición de ello mismo", y no "aparición en sí
misma", como sugeriría por analogía la traducción de [Wj de
Enttäuschung decepción Selbstgebung (véase esta palabra y Selbsterscheinung).
erdenklich concebible [P, V], (imagina­
IOrscheinungsweise modo de aparición [P], (va­
ble [Gl])
riante fenoménica [Gl])
erfahren; Erfahrung experimentar; experiencia
Véase erseheinen.
Erfahrungsevidenz evidencia de experiencia, (evi­
dencia de la experiencia [Gl, Kvidenz evidencia
P], evidencia empírica [Gl], Evidenz der Erfahrung evidencia de la experiencia
evidencia experíencial [P])
Existenz existencia
Erfahrungzusammenhang nexo de experiencia, (com­
plejo de experiencia [Gil]) Existenzsetzung puesta en existencia, (poner
u n a existencia [Gil])
erfassen aprehender [MG, V, Bu]
Véase Setzung.
erfüllen; erfüllend; Erfüllung cumplir; cumplidor; cumpli­
miento
erinnerungsmäßig recordativo Farbenabschattung matiz del color [Gil]

erscheinen; erscheinend; Er- aparecer [Gil, T]; que apa- Faktum hecho
scheinung rece o lo que aparece, (apa­ fnsthalten; Pesthaltung sujetar, (mantener fijo [Gi],
rente [T], fenoménico [Gil]); fijar [P], retener [T], mante­
aparición [Gil, T], (apare­ ner [Gl, P ] , sentar [V]); su­
cer [Gil], apariencia [Gil], jeción
fenómeno [Bl, T])
Parece conveniente reservar retención para Retention, que tie­
El verbo simple erscheinen no presenta mayores problemas: ne un significado muy distinto; fijar para fixieren. El sentido
es aparecer; pero su familia es una de las que mayores proble- de festhalten, que debe aclararse a través de las exposiciones
92 GLOSARIO GLOSARIO 93

de Husserl, es precisamente el de una sujeción, una "inmovi­ Gehalt contenido [Gl, P]


lización" , un prendimiento como con alfileres mentales de un Geltung validez [Gil, P, V], (valor [P,
contenido.
Gl], vigencia [P]j
feststellen; Feststellung comprobar; comprobación Véase Gültigkeit, que hemos tratado como sinónimo de Gel-
[Gil, V], (afirmación [Gil], tung.
consideración [Gil])
gemeint mentado [P, W], (menciona­
Formensystem sistema de formas
do [V], asumido [Gl])
Formidee idea-forma [P], (idea formal
Véase bajo meinen (infinitivo de este participio) y vermeinen.
[Bu])
Fortgang marcha geradehin directo, directamente [Bu]

fortgehend en proceso Gesetzlichkeit conjunto de leyes o leyes [V],


(legalidad [MG])
fortstreben aspirar
Gesetzmäßigkeit legalidad [P], (ley [Gl, M G ,
fortweisen apuntar V], leyes [MG])
gesetzt puesto
ganz entero, enteramente
formación [V], (producto Gestalt configuración [V], (figura
Gebilde
[Gil])
[Gil])
Gegebenheit darse, d a t o [Bl, V, Gil], (dado Gestaltqualitäten cualidades figúrales [Gl],
[Gil], manera de darse algo (cualidades de la figura
[Gil]) [MG], cualidades de ia es­
t r u c t u r a [P])
A pesar de la importancia de este concepto en el pensamiento
de Husserl, no hay manera de poder traducirlo consistente y Adoptamos la traducción de Gaos. En el campo de la psico­
uniformemente. La traducción tiene que atenerse al contexto logía se ha traducido a veces por cualidad formal. Gestalt-
y acudir en muchos casos a circunloquios y construcciones en qualitäten son, siguiendo el Philosophisches Wörterbuch de
torno al dar, darse, ser dado, dato, etc. Véase Selbstgebung. Heinrich Schmidt y Georgi Schischkoff (Alfred Kröner Verlag,
Sttutgart, 1978), propiedades de totalidades, en particular de
Gegebenheitsmodus modo de darse configuraciones, que no se producen o no son resultado de las
propiedades de las partes de estas configuraciones, sino que
Gegebenheitsweise modo de darse [Gil, P, V], son inherentes a la configuración como tal. Por ejemplo, la
(modo de estar dado [V]) vivencia de un acorde es totalmente distinta de la suma de las
vivencias de los tonos parciales. Sobre su descubrimiento, rea­
Gegenstand; gegenständlich; objeto; objetivo; objetividad
lizado por Ehrenfels, se fundó la llamada Teoría de la Gestalt
Gegenständlichkeit o Psicología de la Gestalt.
Acerca de la distinción entre Gegenstand y Objekt, véase bajo
Objekt. gliedern (sich). articular(se)

Gegenstandtypus tipo de objeto Grund razón, fundamento


94 GLOSARIO GLOSARIO 95

G r u n d und Boden fundamento y base [Gi, P], leisten; leistend; Leistung obrar; operativo; obra [Gl,
(terreno [Gl]) P], (acción [Gil], operación
[V], efecto [Gil])
Grundlage fundamento
Gültigkeit validez [Gl, P, Gil, V] Mehrmeinung mención-de-más

herausheben poner de relieve [Gil] Véase meinen; Meinung.

herausstellen poner de manifiesto [Gl, Gil], meinen; Meinung mentar [P, Bl, W], (asumir
(exponer [P, V], revelar [Gl]); mención [V, Bl, W],
[MG]) (asunción [Gl], en contex-
tos no técnicos lo normal es
herstellen producir
opinión.
hervortreten resaltar, (presentar [V])
Uniformamos con la familia de mentar la familia de meinen,
hineinerfahren ponerse a experimentar tratándose de un concepto cuyo sentido debe extraerse de
las propias exposiciones de Husserl y que, así, resulta difícil
hineinleben ponerse a vivir [V] confundir con las acepciones más comunes de esa familia en
español. Meinen (mentar) es, dicho toscamente, lo que hace
ideal ideal un acto de conciencia al dirigirse a un objeto: mienta el objeto,
lo tiene como tal. Cierta dificultad presenta la traducción de
ideell ideal vermeinen y su participio vermeint. Puesto que nos parece
que Husserl emplea, por lo menos en la gran mayoría de los
Para distinguir los términos alemanes ideal e ideell, traducidos casos dentro de contextos "técnicos", ambas parejas (meinen-
ambos por ideal, ponemos siempre entre corchetes [ideell] al gemeint; vermeinen-vermeint) como sinónimas, las hemos tra­
lado de la palabra española, cuando se trata de la traducción
ducido de la misma manera; pero puesto que podría pensarse
de ese término. Véanse bajo real las aclaraciones sobre el
sentido de estas palabras. que vermeinen-vermeint encierra una connotación que está
ausente en meinen-gemeint (la de un mentar "que no se com­
darse cuenta promete con la realidad de su objeto" o que incluso "lo tiene
inne sein
por no existente"), ponemos siempre entre corchetes la pala­
inne werden percatarse bra alemana cuando se trata de vermeinen o vermeint.

Intentionale (das) elemento intencional Mitgegenwärtigkeit co-presencia


klären; Klarheit; Klärung aclarar; claridad [Gil, V, W],
Neubau reconstrucción
(lucidez [R]); aclaración [Gl,
P, MG], (clarificación [V]) Neubildung innovación
körperlicher Leib organismo corporal Neugestaltung renovación

Leib nichtig nulo

Véase körperlicher Leib. Nichtsein no ser


96 GLOSARIO GLOSARIO 97

Objekt; objektiv; Objektivi- objeto; objetivo; objetividad de Welsh J o r d a n ("Inaugural Lecture", pp. 9-17 de Husserl.
tat Shorter Works).
P a r a distinguir esta traducción de la de Gegenstand y su fa­ Objekttypus tipo de objeto
milia, ponemos entre corchetes "06" siempre que se t r a t a de
Objekt o de términos de su familia. La distinción, que es Objekt-Typus tipo de objeto
práctica común en las traducciones de Husserl al inglés, no h a
parecido conveniente a los traductores de Husserl al castellano
original original [W]
—y quizá no sin razón. E n efecto, en ningún lugar de sus originar originario [Gil], (original [W])
obras (hasta donde sé) introduce Husserl expresamente una
distinción de sentido entre ambos términos o familias. E s t a
distinción tendría que hallarse en el uso que hace de ellos,
präsumptiv presuntivo
y éste los t r a t a , aparentemente, como sinónimos. R o b e r t o J.
Walton, [W], cree descubrir u n a diferenciación según la cual ltaumding cosa espacial [Gil]
Objekt sería el "correlato de la conciencia en sentido amplio"
y Gegenstand el "correlato de la captación en que se presta
raumdinglich de cosa espacial, (de cosas es-
atención a algo". Sin poner de ningún modo en d u d a la dis­ p a c í a l e s [P], d e las c o s a s e n
tinción conceptual aquí aludida, es dudoso que ésta acarree c u a n t o e s p a c i a l e s [Gi])
u n a distinción terminológica. Ésta parece contar con cierto real; Realität r e a l [V, R ] , ( r e a l e n s e n t i d o
apoyo en el uso que hace Husserl de ambos términos en el
e s t r i c t o [Gil]); r e a l i d a d [Gil,
§ 37 del Libro Primero de Ideas (ver Husserliana III, Marti-
V, R], (verdadera realidad
nus Nijhoff, La Haya, 1976, p p . 75-77), pero ese uso no es
[Gil], r e a l i d a d e n s e n t i d o es­
consistente ni siquiera en el mismo § 37 (en las líneas 14-24
de la p . 77 Husserl habla de la objetivación por la cual el t r i c t o [Gil])
pleno objeto [Objekt] intencional se convierte en objeto [Ge- Para distinguir real de wirklich y de reell, que también tradu­
genstand] atendido, "representado", y p a r a ello emplea la pa­ cimos por real, damos entre corchetes "real" siempre que se
labra Objektivation y no Vergegenständlichung). Tampoco es trate de real o Realität. Lo real [real] es en Husserl lo que per­
consistente el uso en que nos basamos nosotros p a r a distinguir tenece al mundo espacio-temporal, al mundo de los cuerpos,
ambos términos en esta traducción, pero sí tiene mayor rele­ de lo físico, o está entrelazado con él. Lo real (traducción de
vancia, por lo menos en estas Conferencias: Husserl le d a aquí wirklich) es lo que efectivamente existe, independientemente
a Gegenstand u n a extensión más amplia: es un objeto cual­ del ámbito de ser que le competa. Lo real [ree//] es, por decirlo
quiera, de cualquier especie; Objekt, en cambio, es un objeto aoí, lo que tiene "naturaleza subjetiva", el "ser-de-conciencia",
que no pertenece al ámbito de la subjetividad; u n a vivencia, lo que efectivamente existe en la conciencia, en oposición a lo
por ejemplo, es un Gegenstand o puede serlo, pero no puede que concierne al objeto intencional de la conciencia, a lo que
ser Objekt. (Véase sobre este punto la "Introduction t o 'Hus­ la conciencia mienta. El concepto opuesto de real [real] es lo
serl's Inaugural Lecture at Freiburg im Breisgau (1917)'", de ideal [ideal] o lo irreal; el opuesto de real [reell] es, por lo me­
Robert Welsh J o r d a n , en Husserl. Shorter Works, editado por nos en estas Conferencias, lo ideal [ideell]. Lo ideal [ideal] y
Peter McCormick y Frederick A. Elliston, University of No- lo ideal [tdee//] no coinciden, pues algo ideal [ideell] (es decir,
tre D a m e Press y The Harvester Press, Notre Dame, 1981, algo mentado por la conciencia, pero que es ideal en cuanto
p p . 3-7; y adviértase el empleo de los términos en el texto no tiene "realidad de conciencia"), puede ser sin embargo real
original del mismo discurso inaugural en Friburgo ("Freibur- |reo/]. Así pues, ideal [ideell] viene a ser, en cierto modo,
ger Antrittsrede: 'Die reine Phänomenologie, ihr Forschungs­ sinónimo de intencional.
gebiet und ihre Methode'", Husserliana XXV, Martinus Nij­
hoff, Dordrecht, 1987, p p . 68-81) y en la traducción inglesa rechtfertigen justificar
98 GLOSARIO GLOSARIO 99

reell real [Gil, P, Gi], (ingrediente schlechthin p u r a y simplemente


[Gil, V, Bl])
Schlußweise inferencia
Para distinguir este término de real y wirklich lo ponemos
siempre entre corchetes detrás de la palabra española. Lo schöpfen sacar, extraer
mismo cuando se trata de ideal [ideell] para distinguirla de
ideal |¿deaJ]. Véase bajo real para \as aclaraciones correspon­ seiend que es, que existe, existente
dientes.
[V, Gn, Gi, P]
Regelstruktur estructura regular
Seiende existente, (ente [V, T])
Rückgang retroceso
Seinsanspruch pretensión de ser
Sache cosa [Gil, T, Bi]
Seinsboden base de ser
Para distinguirlo de Ding, ponemos siempre jentre corchetes la
palabra alemana. Sache es "cosa" en su sentido rnás indeter­ Seinsgeltung validez de ser
minado-. es cualquier "cosa". Ding, en cambio, es una cosa
corpórea, física, espacial. Seinsglauben creencia en el ser
sachfern alejado de los hechos Seinsphänomen fenómeno de ser
Sachlage situación, circunstancias
Seinsweise modo de ser
Sachverhalt estado de cosas, (situación
objetiva [V, Bl], hecho ob­ selbständig independiente [MG, Gi]
jetivo [Gi], objeto lógico [P],
relación [Gil], relación obje­ Selbstauslegung autoexposición [Gi, V], (au-
tiva [Gil]) toexplicitaciórv [P], explici-
scheiden; Scheidung distinguir; distinción [V] tación de sí mismo [P])

Schein ilusión [V], en un caso en que Véase auelegen.


el contexto lo exigía: apa­
riencia, (apariencia [Gi, P], Selbstbesinnung autoexamen, (autorreflexión
pura apariencia [Gil]) [V], reflexión sobre sí mis­
Schein es, precisamente, apariencia, como se usa normalmente mo [V], meditación sobre sí
en la frase "ser o apariencia"; significa "lo que parece ser y mismo [Bu, P])
no es". No lo hemos traducido uniformemente por apariencia
para evitar confusiones con los otros sentidos filosóficos (y Véase besinnen.
también fenomenológicos) de esta palabra.
Selbsterscheinung aparición de ello mismo
schein-seiend parecer-existente
Schichtung estratificación Véase erscheinen.
100 GLOSARIO GLOSARIO 101

Selbstgebung; Selbstgegeben- darse ello mismo, (darse-en- loiialität socialidad [P, Bil]
heit sí-mismo [W], acto de darse
las cosas mismas [V]); darse ■tarr rígido
ello mismo, (presencia au­ itthend estable [Gl, P]
téntica [Gi], darse en sí mis­
mo [Gil, Bl], d a t o auténtico Stellungnahme t o m a de posición [P, Gil], (ac­
[Gl], darse las cosas mismas to en que se t o m a posición
[Bl], darse [V], acto de darse [Gil])
[V]) ttreben aspirar
Sirven aquí las observaciones que hacemos para Selbsterschei- Strom; strömen; strömend corriente [Gil]; correr, (fluir
nung (véase bajo erscheinen). Selbstgebung es el darse de algo [Gl, P]); corriente, fluyente
en sí mismo, no a través de representaciones. En el retrato
o la fotografía, por ejemplo, algo se da, pero no se da en sí Htrukturform forma estructural [P], (estruc­
mismo. Véase Gegebenheit. t u r a [Gl])
selbstverständlich comprensible de suyo, que se Htück fragmento
comprende de suyo
Utilizamos esta traducción por haberse generalizado ya en las Tnllung división [Gl, P, V]
traducciones. Otra posibilidad, en algunos contextos mas ade­ Tun proceder, (hacer [Gil])
cuada, sería sobrentendido. Selbstverständlich es para Husserl
precisamente lo que se acepta o se asume sin cuestionamiento,
lo que resulta "natural", sobrentendido. Normalmente lo em­ Übergang transición, (tránsito [V])
plea con el fin de señalar la necesidad de abrir el cuestiona­
miento, de criticar la incuestionabilidad. En algunos casos, überhaupt como calificativo de sustanti-
sin embargo, lo emplea sin ese matiz crítico, refiriéndolo a vos: en general [Gl, V]
sus propias tesis o afirmaciones (que serían entonces "obvias", Evitamos esta expresión ("en general") para allgemein, para
"evidentes", etc.). que pueda distinguirse entre las dos expresiones alemanas.
Setzung posición [Gil, W], pero cuan- Umbildung transformación
do forma parte de una pala-
bra compuesta: puesta e n . . . Umsturz derrocamiento

sich-fort-erstrecken continuo extenderse Umwelt mundo circundante [Gil, P]

Sinnenschein ilusión de los sentidos unbeteiligt no partícipe, (desinteresado


[Gi, P])
Véase bajo Schein.
Dtsinterttado traduce en [Gl] y en [P] tanto a uninteressiert
Sinnesschöpfung creación de sentido como a unbeteiligt.
sinnlich sensible universal universal
So-sein ser-así [P], (ser de u n m o d o Unklarheit falta de claridad, (oscuridad
[Gil], esencia [Gl]) [Gil])
102 GLOSARIO GLOSARIO 103

unselbständig dependiente [Gil], (subordi­ Vtrmeint mentado [Gn, P ] , pero en con-


nado [Gi], no-independiente textos no técnicos: presunto,
[MG, P]) (mencionado [V], significado
[V], presunto [Gl, Gil], asu­
unterscheiden;Unterschei- diferenciar, (distinguir [Gl, mido [Gl], supuesto [Bu],
dung P]); diferencia presumido [Gl])
Para distinguir este participio de gemeint, ponemos entre cor­
Unvernunft sinrazón chetes la palabra alemana detrás de la española. Véase mei-
nen.
Urbegriff concepto primitivo
vermögen; Vermögen ser capaz; capacidad, facul­
Urbild prototipo t a d , (facultad [V], potencia­
lidad [V])
ursprünglich;Ursprünglich- primigenio, (primordial [MG],
vermutlich conjetural
keit primitivo [MG, Gl, Gil], ori­
ginal [V], originario [Gl, P, verweisen remitir
W]); primigenidad, (origina­ Vieldeutigkeit multivocidad [V]
lidad [V])
Vielfältigkeit diversidad
voll pleno
Veränderung mudanza, (mutación [Gi],
transformación [P]) völlig completo
vorgegeben pre-dado
vereinzelt aislado

vergegenwärtigungsmäßig en el modo de la presentifi- Wendung giro


cación wirklich; Wirklichkeit real [MG, Gl, Gn, P ] , (efec­
tivamente existente [V]); rea­
De acuerdo con la traducción de Vergegtnwärtigung (término lidad [Gl, Gil, R], (realidad
que no aparece en las Conferencias) como presentificación [P, en general [Gn], existencia
W], con el propósito de no confundir con Vorstellung = repre- efectiva [V], efectividad [V])
sentación, término mas extenso y más rico en connotaciones.
Vergegenwärtigung es una "presentación", pero, precisamente, Para no confundir las traducciones de wirklich con las de real
la presentación de algo "ausente": la manera, diríamos, como y reell (traducidos los tres como "real"), en estos dos últimos
lo no-presente se presenta (sin dejar de estar ausente). Lo pre­ casos hemos puesto, como ya advertimos, el término alemán
sente, literalmente, es lo presente en la percepción; lo no perci­ entre corchetes detrás del español. Así, cuando "real" o "reali­
bido, lo no presente, se "presentifica" en recuerdos, imágenes, dad" aparecen solos, son traducción de wirklich o Wirklichkeit.
fantasías... "Presentificación" es el género de estas diferentes Véanse bajo real las aclaraciones de sentido correspondientes.
especies de actos que "presentan en ausencia".
Ziel meta
Sug rasgo
verharrend persistente [Gl, P]
ÍNDICA

Proíentación
L u conferencias de París
(Lección I)
(Lección II)
(Lección HI)
(Lección IV)
'.mopsis de Husserl
( 11 aducción del texto original a l e m a n
■ l< la sinopsis.)
I¡< uimen de las lecciones del P r 0 ^ 8 0 1 E"
( 11 aducción de la versión franc^ sa
<l< la sinopsis de Husserl.)
Nulas del Apéndice Crítico
(. • I osario
Las conferencia! dt Pan'», No. 48 de la Co­
lección Cuadernos del Instituto de Investi­
gaciones Filosóficas, se terminó de impri­
mir el 30 de junio de 1988 en los talleres de
Olmeca Impresiones Finas, S. A. de C. V.
Su composición y formación se realizaron en
computadora utilizando el programa TfeX,
con un formato diseñado por Miguel Nava­
rro Saad y Antonio Zirión Q. La edición es­
tuvo al cuidado del traductor y consta de
2,000 ejemplares.

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