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CONSTRUYENDO

SIGNIFICADOS

LIC. PROF. MARIELA BEATRIZ ILLANES


Gracias a Dios. A mis padres Efraín y Carmen,
A Reynaldo, mi marido, y a mis hijos Facundo,
María Milagros y María Victoria.
1
Introducción

La incidencia de las habilidades lectoras en la


comprensión
Muchos procesos en la comprensión de los textos tienen
lugar en forma automática, sin necesidad de que el lector les
dedique recursos mentales. Existen, sin embargo, actividades
de procesamiento que requieren control deliberado, ya que no
se resuelven de manera automática, y que resultan necesarias
para alcanzar una comprensión exitosa. En el caso del texto
escrito, el lector puede decidir con qué velocidad lo leerá, a qué
conceptos dedicará más atención y cuántas relecturas serán
necesarias para que la comprensión sea satisfactoria. Las
estrategias de lectura consisten en un conjunto de actividades
de regulación deliberada, que varían según los objetivos de la
tarea y la complejidad del texto. El lector inhábil, por el contrario,
no toma conciencia de las diferencias que puede presentar la
tarea y generalmente no dispone de variadas estrategias de
lectura. No sabe que la comprensión lectora puede regularse
voluntariamente y la encara de manera pasiva.
Uno de los aspectos más importantes que pueden ser
regulados es la atención. El lector experto destina mayor
atención a los conceptos principales, de modo que garantiza su
comprensión adecuada y su fijación en la memoria. Puede
incluso usar focalizadores de la atención, como el subrayado y
los resaltadores. El retroceso visual también es voluntariamente
controlable. El lector hábil retrocede hasta un segmento ya leído,
para profundizar la comprensión o resolver una ambigüedad de
sentido. En cambio, los lectores inhábiles no usan este recurso
ante un problema de incomprensión, retroceden al azar o se
paralizan. Otra actividad que favorece la comprensión es la
relectura. Cuando el texto es complejo, el lector hábil utiliza este
recurso de manera parcial o total. Pero esta relectura no es una
mera repetición de procesos, sino que cada nueva relectura
asume una función diferente. Por ejemplo, cuando el texto aporta
mucha información novedosa, en la primera lectura tienden a
resolverse los aspectos microestructurales, mientras que en la
segunda tienen lugar los procesos de integración de información
más complejos. Además, la relectura está relacionada con la
fijación de la información en la memoria: a mayor cantidad de
relecturas, mayor es la probabilidad de que la información se
consolide de manera estable.
El lector experto puede discriminar cuándo son necesarias
estas estrategias. Por ejemplo, no son requeridas en una
situación informal de lectura de entretenimiento, con un texto de
baja dificultad. En cambio, en el otro extremo se ubican tareas
como el estudio de textos, que resulta altamente exigente en
materia de implementación de estrategias deliberadas. Durante
la lectura, el lector monitorea sus procesos de comprensión y
evalúa si se están llevando a cabo adecuadamente. Cuando
advierte que algo falla, puede aplicar una actividad para
subsanar el problema. Para esto, es necesario que evalúe
correctamente cuál fue el problema. Por ejemplo, si se trata de
un texto científico con abundante terminología específica que el
lector desconoce, tendrá que contar con un diccionario al lado o
en línea, para consultarlo, e incluso confeccionará un glosario de
palabras nuevas, para favorecer su memorización. O, en el caso
de un texto de ciencias sociales que se refiera a un episodio
histórico desconocido, el lector suspenderá la lectura hasta
averiguar en otra fuente de qué se trata. Para tomar estas
decisiones, él debe reconocer qué problemas lo afectan: en este
caso, el desconocimiento léxico y la falta de suficiente
conocimiento previo, respectivamente.
En los lectores inexpertos pueden advertirse dos niveles de
inhabilidad estratégica. El nivel más bajo es el del lector que no
logra evaluar correctamente si comprendió el texto. En este caso
se produce un fenómeno denominado “ilusión de conocimiento”:
el lector cree haber comprendido, pero si se aplica alguna
prueba para evaluar su comprensión, se pone en evidencia que
ello no ha sucedido. Un segundo nivel se observa en los lectores
que sí advierten que no han comprendido, pero no saben por
qué se produjo el problema de comprensión ni disponen de
estrategias para solucionarlo.
Adaptado de Adriana Silvestri, “La escritura y la lectura”, en
Maite Alvarado (coord.), 2004. Problemas de la enseñanza de la
lengua y la literatura, Buenos Aires, Universidad Nacional de
Quilmes.
Justificación

Este material de lectura, reflexión y actividades ha


sido elaborado con el propósito de ofrecer un conjunto de
contenidos que permitan ingresar al nivel superior con el
dominio de herramientas básicas que utilizará en su
desempeño como estudiante: la lengua escrita.
Se presentan conceptos esenciales que sean de
utilidad para desarrollar la competencia comunicativa que el
estudiante debe poseer para transitar con éxito el ámbito
académico.
Está destinado a los alumnos que van a dar sus
primeros pasos en los estudios de la lengua luego de haber
cursado el nivel secundario.
Los objetivos generales son:
1. Reflexionar sobre la importancia de la
gramática en la construcción de significados.
2. Reconocer el rol del lenguaje en la
producción y recepción de textos que circulan
en la vida cotidiana y en el universo
académico.
3. Conceptualizar texto, analizar sus
componentes y reconocer los rasgos del tipo
de texto expositivo.
4. Leer y escribir con eficacia y eficiencia textos
de circulación en el ámbito académico.
Los contenidos que se desarrollan son los
siguientes:
Unidad N° 1.

Texto. Concepto. Tipos de Textos. Trama de los Textos.

El paratexto: recursos.

Propiedades de los textos: Coherencia. Cohesión.


Corrección. Adecuación.

Cohesión:

* El Léxico. Relaciones de significado: sinonimia, antonimia,


campo semántico, hiperonimia, hiponimia, palabras
generalizadoras, nominalización y paráfrasis.

*Estructuras sintáctico-semánticas : deixis


(pronominalización). Conectores. Elipsis.

Contextos de la lectura: contexto Social. Contexto


situacional. Intertextualidad.

Etapas de la lectura: Pre- lectura. Lectura . Pos -lectura.

Unidad N°2.

Texto expositivo- explicativo.

Nivel Pragmático: intencionalidad y contexto. Textos


Académicos.

Nivel global del discurso expositivo: estructura o modo de


organización. Descripción. Seriación. Organización Causal.
Problema/ Solución. Comparación.
Nivel Local: procedimientos explicativos: definición,
analogía, ejemplificación, paráfrasis.

Texto argumentativo. Concepto. Estructura. Estrategias


argumentativas.

Unidad N° 3.

Estrategias para expresar lo comprendido: Titulación de


párrafos, resumen, síntesis. Cuadro sinóptico. Mapa
conceptual.

Etapas de la escritura: Planificación. Textualización.


Revisión y reescritura.

El Informe: estructura.

El currículum Vitae.
UNIDAD N° 1
El uso del lenguaje pone en juego no sólo una actividad
comunicativa, sino también cognitiva y reflexiva. Por medio
de él, todos participamos de la vida social y, a su vez
construimos nuestra individualidad: expresamos ideas,
defendemos nuestros derechos, estableceos relaciones
afectivas, trabajamos, influimos sobre otros, nos
informamos, organizamos nuestro pensamiento.
Hablar una lengua y ser consciente del hecho social
que se protagoniza al hablar, escribir y leer constituye una
tarea apasionante en el camino de la comprensión de
nuestra identidad individual y su correlato como miembro de
una sociedad y una cultura particular.
A lo largo de la historia, “la lengua”, ha sido objeto de
estudio de varios investigadores. Éstos, han elaborado
teorías que constituían aportes enriquecedores y que
derivaron en la actual teoría lingüística.
A continuación veremos un cuadro de doble entrada
que permite conocer la evolución de los estudios
gramaticales.
GRAMÁ LINGÜÍS GRAMÁTI LINGÜÍS
TICA TICA CA TICA
TRADIC ESTRUC GENERATI TEXTUA
IONAL TURAL VA L
Concepto Palabra Signo Oración Texto/dis
Clave curso

Centro de Partes Funcione Categoría/ Proceso


análisis de la s/ proceso comunic
oración paradigm ativo
a
Daniel Cassany
El Componente Fonológico

Es el nivel que se ocupa de los sonidos, de su


representación mental a la que se denomina fonema. Así,
los sanjuaninos pronunciamos la “r” de dos formas distintas
(arrastrada con o sin un silbido), y de un modo bien diferente
de cómo la pronuncian los porteños. Sin embargo, cuando
decimos /tierra/, tanto sanjuaninos como porteños sabemos
que nos referimos al mismo elemento. Nuestras
representaciones mentales del sonido /r/ coinciden, aunque
la pronunciación sea distinta.
Según van DijK (1983):
“En primer lugar, una enunciación lingüística se
puede caracterizar en un nivel puramente físico como una
serie de ondas sonoras, o bien fisiológicamente, como una
serie de movimientos de los órganos fonadores y auditivos,
que provocan, o bien tienen como consecuencia las
manifestaciones físicas del habla. Tales investigaciones son
el objeto de la fonética, una ciencia que tiene una ligazón
más bien débil con la lingüística, es decir con la gramática.
La gramática se ocupa en niveles de enunciados
que tienen un cierto carácter abstracto y convencional a la
vez. Esto significa que la mayoría de los hablantes conocen
las reglas que caracterizan estos niveles y, mientras hablan,
suponen que el otro hablante conoce (casi) las mismas
normas y que, por lo tanto, sabrá actuar en consecuencia,
mediante, por ejemplo la contestación a una pregunta. Así la
fonología estudia el nivel de las formas del sonido en una
gramática. Su tarea consiste, por ejemplo, en describir qué
características distintivas diferencian una /a/ de una /e/,
cómo esas formas de sonido(fonemas) pueden unirse entre
sí para formar combinaciones y las variaciones que por ello
pueden experimentar.”
El principio de organización de nuestra lengua está
basado en un intento de correspondencia uno a uno entre el
sonido (mejor dicho su representación mental, el fonema) y
la letra que se escribe (el grafema), esto sería: pronuncio /a/
y escribo[a]; pero este intento sólo se cumple en muy pocos
casos. El paralelismo se desvía en distintos aspectos. Así
a. A un fonema le corresponden varios grafemas (esto se
denomina poligrafía);

S ante a, e, i, o, u Ej. saco

/s/ se escribe c ante e, i, Ej. Celeste

Z ante a, o, u Ej. zapato

b. Existe un grafema al que no le corresponde ningún


fonema: h Ej. Hueso
El Componente Morfológico
Según Gaspar y Otañi,
“[…] la morfología es el campo de la gramática que se
ocupa de estudiar la estructura interna de la palabra (las
partes que la constituyen) y las reglas que orientan la
combinación de esas partes llamadas morfemas, en la
formación de las palabras de una lengua.
Cuando pensamos en las partes de una palabra
cualquiera, supongamos biblioteca, podemos decir que la
misma está compuesta por la articulación de diez fonemas
/biblioteka/, por la articulación de cuatro sílabas /bi- blio- te-
ka/ o bien por la articulación de dos morfemas: /biblio-/ con
el significado de “libro” y /teka-/ con el significado de caja o
lugar donde se guarda X.”
La articulación que interesa a la morfología es la última,
dado que esta rama de la gramática se ocupa de signos
lingüísticos mínimos. ¿Qué es un signo lingüístico mínimo?
Pues aquel que no puede ser dividido en unidades menores
que también sean signos lingüísticos.
Para van Dijk (1983):
“ La morfología es la parte de la gramática que se ocupa
de las formas de las palabras (morfemas). Los morfemas
son las unidades significativas más pequeñas de un sistema
lingüístico; por ello constituyen la base de todos los demás
niveles de descripción, a saber, de las funciones
gramaticales (sintaxis) y los significados (semántica).”
Los conocimientos derivados del componente
morfológico nos ayudan también en la dimensión notacional
en cuanto a resolver casos de poligrafía.
El Componente Sintáctico

Gaspar y Otañi presentan la sintaxis como el


componente de la gramática que estudia las relaciones que
mantienen las palabras entre sí para formar construcciones.
Consideran que la diferencia entre un conjunto de palabras
que son oraciones y aquel conjunto de palabras que no lo
son está dada por el hecho de que el conjunto de palabras
que constituyen una oración se organiza en construcciones.
Esto quiere decir que las palabras no están sueltas en una
oración sino que se organizan en torno a núcleos con los que
establecen lazos fuertes.

Van Dijk:

“Así como las formas de los sonidos pueden enlazarse


(linealmente) hasta crear forma de palabras, también las
formas de las palabras pueden ligarse formando unidades
mayores. Una unidad fundamental que crean es la oración.
Por regla general, en la gramática se describen los
enunciados exactamente desde esta perspectiva: se
describe la estructura de las oraciones. La sintaxis (teoría de
la construcción de la oración) indica qué combinaciones de
palabras forman oraciones inteligibles de una lengua y
cuáles no los hacen. Esto tiene lugar a través de las
categorías de orden y reglas (sintácticas). Las posibilidades
de combinación de las palabras en una oración vienen
determinadas por las posibilidades de combinación de las
categorías a las que pertenecen las palabras grupos de
palabras. De esta manera y por regla general le puede
seguir un sustantivo a un artículo como el hombre, pero
también un adjetivo como en el caso de “el pequeño
hombre”, y también un adverbio “el muy pequeño hombre”,
siempre que los tres grupos de palabras aplicados al artículo
pertenezcan a la misma categoría, a saber, a la de una frase
nominal. Cuando la categoría de palabras de este grupo es
conocida, también se puede indicar la categoría siguiente en
el mismo nivel, tal y como lo conocemos de la articulación
clásica de la oración. Sin embargo, una gramática analiza
con categorías y reglas explícitas, es decir, se sabe
perfectamente bajo qué condiciones unas formas de
palabras/palabras y grupos de palabras determinados
corresponden a una categoría y según qué reglas unas
categorías pueden combinarse con otras.

El Componente Semántico

Gaspar y Otañi definen la semántica como el subcampo


de la gramática que se ocupa del significado de las palabras
y de las construcciones; es decir del significado oracional.
Se llega a este significado a partir de aspectos relacionados
con el léxico y de las relaciones que establecen las palabras
en la oración. Entonces, la semántica se ocupa de aquellos
conocimientos que les permitan a los hablantes saber:
a. Que las siguientes dos oraciones son contradictorias
María Moliner es la autora del Diccionario de uso del
español.
María Moliner no es la autora del Diccionario de uso
del español.
b. Que la primera de estas oraciones implica la
segunda
Juan dejó de beber.
Juan no bebe.
c. Que las siguientes dos oraciones describen la
misma situación
Juan llega siempre antes de Pedro.
Pedro llega siempre después de Juan.
d. Que las siguientes oraciones tienen más de un
significado posible, esto es, son ambiguas:
Se rompió la muñeca
Juan insiste en que le dé su libro.
Esto quiere decir que en tanto hablantes el español
tenemos conocimientos implícitos (guardados en la
conciencia sin verbalizar) acerca de los efectos de
significado que producen ciertas palabras en cada par de
oraciones, conocimientos que volvemos explícitos y por lo
tanto verbalizables. El significado de una palabra se define,
en buena medida, por sus relaciones con otras palabras.
Ahora bien esas relaciones pueden ser de muy diverso tipo,
desde la semántica interesan los casos de sinonimia,
repetición, oposición, hiperonimia, metáfora, etc. A estas
relaciones se las denomina relaciones de sentido.
Si retomamos a van Dijk (1983):
“Finalmente, la semántica aporta una descripción en el
nivel de los significados de palabras/ grupos de palabras y
del papel de las categorías y sus combinaciones en el
significado de la frase. En un diccionario se especifican los
significados generales y convencionales de las palabras. En
esta descripción de significados convencionales se intenta
emplear clasificaciones. Una posible clasificación de
significados de, por ejemplo, “andar”, “correr”, “viajar”,
”trasladarse, etcétera es el Movimiento. La clasificación de
“hombre”, “piloto”, “chica”, “héroe”, etc. será Humano.
Algunas palabras como “el” no pueden derivar su significado
de un concepto general, sino que sólo poseen una función
en las relaciones de significado de un grupo de palabras o
una oración, o bien determinada función pragmática.
Los enunciados lingüísticos “tienen” un determinado
significado en tanto que, debido a un acuerdo (convención),
los hablantes de una comunidad lingüística les asignan un
significado. También, las estructuras y los procesos
psíquicos concretos al asignar significados a enunciados
lingüísticos, tanto en la expresión como en la comprensión
quedan afuera del ámbito de la gramática. Desde un punto
de vista abstracto, la semántica describe, en todos los
posibles “conceptos de significado”(estructuras
conceptuales) que se pueden expresar mediante oraciones.
Hasta aquí y para simplificar diremos que la gramática
resulta ser un sistema de reglas que une las formas de
sonido (a través de formas de oraciones) con los
significados.
En resumen, se ha estudiado la gramática como
modelo teórico que propone un lingüista para dar cuenta de
la estructura inmanente que subyace en cualquier lengua.
Luego se enumeraron los niveles o subcomponentes, esto
es, las partes en que la gramática es organizada por los
investigadores para facilitar su estudio. Se distingue el
conocimiento implícito y subconsciente que un hablante
tiene de la gramática de su lengua de la explicación teórica
que los científicos hacen acerca de su funcionamiento. Ese
conocimiento implícito se adquiere a partir de la
manipulación real de la lengua, esto es a partir del uso, de
la comprensión y producción de textos.
EL LENGUAJE

Como primera aproximación, diremos que el lenguaje


es una facultad humana que sirve para la comunicación. El
lenguaje es la capacidad del hombre para expresar su
interioridad por medio de signos (expresión) cargados de
intencionalidad (significación o representación) y dirigidos a
otros con quienes desea comunicarse o interactuar
(comunicación).
El signo permite que el hombre reconozca en él una
diferencia y una relación entre significante y significado
(expresión y contenido, respectivamente)
El lenguaje humano es una herencia que el hombre
recibe ya elaborada, y, sin embargo es permanentemente
enriquecida con nuevos aportes que ensanchan su caudal y
se adecua a situaciones nuevas, dejando de lado formas en
desuso y haciendo ingresar otras útiles para expresar la
evolución de su mundo (interior y exterior).
Existe en el lenguaje humano, la intención manifiesta
de comunicarse a través de signos a los que se reconoce
como tales y se usan como representaciones del pensar,
decir, sentir, hacer.
La originalidad humana está precisamente en tener
conciencia del signo y de su posibilidad de comunicación. El
lenguaje permite al hombre múltiples posibilidades de
conocimiento acerca de sí mismo, de los demás y del mundo
que lo rodea. Como consecuencia se establece una íntima
relación entre lenguaje y pensamiento.
Coseriu, distingue tres planos del lenguaje en general:
• El hablar en general: lenguaje como actividad
humana universal, considerada
independientemente de sus determinaciones
históricas,

• Las lenguas: las determinaciones históricas


del hablar, que valen para comunidades
lingüísticas históricamente constituidas, y

• El texto: acto de habla concreto, serie conexa


de actos de hablar de un individuo en una
situación determinada, ya sea en forma oral
o escrita.
Es el texto concebido como una unidad compleja de
comunicación. Nos comunicamos mediante textos, leemos y
escribimos textos de diferentes tipos, entre los que se
estudiarán particularmente los textos académicos.
Para ser un comunicador competente es importante
tener siempre presente la producción del texto en relación
con un contexto. Se puede definir a este último como:
- El espacio físico y simbólico en el que se encuentran
los interlocutores y

- El factor determinante para que el texto se organice


de una u otra forma, según sea la intención del
hablante o escritor.
Así, para lograr la comprensión lectora, se pueden
reconocer dos niveles:
-el de lectura o recepción- que se actualiza en el
momento de la interacción con el texto y que incluyen
las competencias socioculturales del lector y
- el de escritura o producción- que corresponde a las
circunstancias históricas, sociales y culturales en las
que la obra se produjo.
Dejar de lado el contexto equivale a eliminar un factor
clave para la construcción del significado, ya que causa un
profundo impacto en el proceso de interpretación. Lo que el
lector “sabe” del mundo proviene de su contexto (lingüístico,
situacional, cultural) y determina lo que “puede hacer”
durante la lectura.
De lo expuesto se deduce que para ser un comunicador
competente es importante tener siempre presente la
producción del texto en relación con un contexto. De estas
relaciones se ocupa la pragmática, entendida como una
dimensión de la lingüística que tiene como finalidad analizar
las características y funciones de los enunciados en los
procesos de comunicación; en particular, se ocupa de
investigar los actos de habla.
Existen numerosas acciones que se llevan a cabo por
medio de la lengua, tales como: prometer, amenazar,
informar, denunciar, pedir, exigir, confirmar, desmentir,
criticar, etc. a través de las cuales se persigue un
determinado objetivo o propósito. A estas acciones se las
denomina actos de habla.
Los hablantes orientan intencionalmente sus actos
de habla con el propósito de modificar la actitud del receptor,
quien quedará informado de algo, invitado a hacer algo,
culpado por algo, etc., como consecuencia de la
comunicación.
El lenguaje, además de representar el
pensamiento y de constituir un instrumento de
comunicación, funciona como regulador de las relaciones
humanas. La pragmática considera entonces que el uso de
la lengua no se reduce a producir un enunciado sino a
realizar una determinada acción social; además, explica
cuales son las condiciones para que un enunciado sea
aceptable, apropiado u oportuno.
Por eso estudia las relaciones entre texto y
contexto, vale decir, las que se dan entre la estructura textual
y los elementos de la situación comunicativa que se vinculan
con ella en forma sistemática.
Se podrá usar como sinónimo del mismo concepto
las siguientes palabras: contexto, situación comunicativa o
acto de habla.
Los componentes del acto de habla son:
• Marco: lugar, tiempo, y rol que desempeñan
los interlocutores, es decir los marcos
sociales que determinan las relaciones entre
los participantes: la casa, el estudio jurídico,
los tribunales, el club, etc.

• Propósitos: objetivos y resultados de cada


situación comunicativo.

• Estructura de la interacción: secuencia de


acciones que constituyen el acto de habla.

• Tono de la interacción: grado de formalidad o


informalidad de la interacción.

• Instrumentos: canal y elementos (lingüísticos


o no) que intervienen en la comunicación.

• Normas: reglas que rigen la interacción y la


interpretación en el habla. Este componente
incluye todas las convenciones que regulan
la relación: normas, leyes, códigos,
costumbres, etc. Los interlocutores deben
conocer estas normas y saber aplicarlas para
lograr no solo la corrección y adecuación del
acto a la circunstancia, sino también la
eficacia de su acción comunicativa.

• Géneros: formatos discursivos o tipologías


textuales que se actualizan durante la
interacción comunicativa.
Hacia la noción de texto

Cuando recorremos los estudios lingüísticos en el siglo


XX (eje 1), observamos que el objeto de la ciencia del
lenguaje se ha ido desplazando desde el concepto de lengua
hacia el de habla, materializado en unidades de lenguaje en
uso, producidas en una situación comunicativa determinada.
Paulatinamente, los lingüistas pasaron de estudiar el código
(la lengua) a investigar el texto.
Texto es una palabra de raíz latina que proviene del
vocablo “textum” y significa “tejido”. Este origen remite a la
idea de algo interrelacionado, interdependiente, lo cual
implica el concepto de trama, tela o entrelazado.
Es una unidad de lenguaje, cargada de sentido en una
situación comunicativa determinada. Puede estar formada
por uno o muchos vocablos.
Martín Menéndez dice que un texto es básicamente una
unidad de lenguaje en uso. Esto supone que el lenguaje
tiene una función dominante que puede cumplir: la función
comunicativa. No es una unidad que se defina por su
extensión ni por la gramaticalidad de sus partes. Un texto es
fundamentalmente una unidad semántica en relación con su
organización interna, y pragmática en relación con su
posibilidad de ser interpretado en una situación
determinada.
El texto tiene dos propiedades: cohesión y coherencia.
El texto es una unidad semántica porque pueden
reconocerse en su interior una serie de relaciones de
significado, (planteadas a nivel interoracional), relaciones
que se conocen como cohesión.
El texto es una unidad pragmática porque es una
unidad comunicativa que responde al uso que los hablantes
hacen de la lengua. Esta propiedad del texto se conoce
como coherencia y tiene que ver con las variables
extralingüísticas que intervienen en una situación
comunicativa determinada y que permiten la producción e
interpretación del texto.
Niveles y Dimensiones
El texto es una construcción que presenta
simultáneamente dimensiones (aspectos de superficie,
visibles y observables) y niveles (esquemas conceptuales,
no visibles, que son reconstruidos por el lector o el escritor
en los momentos de la recepción o producción textual).
Las dimensiones son las siguientes:
a. Dimensión notacional: corresponde a los signos y
características propias de la oralidad y la escritura. En
el caso de la escritura, hay normas más estrictas, tales
como la ortografía, puntuación y diagramación que
deben respetarse con cada tipo de texto.
b. Dimensión morfológica: corresponde a los accidentes
gramaticales: género, número, persona, tiempo, modo,
caso, etc.
c. Dimensión Sintáctica: corresponde a las reglas que
rigen la construcción de oraciones respetando el orden
de las palabras con que se ha construido la oración,
siguiendo reglas estrictamente establecidas (sujeto-
verbo- objeto directo- objeto indirecto- circunstancial)
d. Dimensión Semántica: corresponde al significado de
las palabras y a las relaciones entre esos significados
y la realidad a la que se refiere el texto.
e. Dimensión Pragmática: corresponde a las relaciones
entre el texto y los usuarios en un contexto
determinado y se manifiesta en el tipo de acto que se
realiza mediante la producción textual.
Los niveles del texto son los siguientes:
a. Nivel Superestructural: corresponde al formato y
organización global del texto de acuerdo del con los
tipos de textos circulantes. Es aquel esquema
conceptual que permite al lector distinguir a una novela
de un historieta, una sentencia de una ley, un texto
publicitario de una nota periodística, etc.
b. Nivel Macroestructural: corresponde a la
representación abstracta del significado global de
texto. Permite que el lector pueda reconocer el tema o
asunto del que habla todo el texto.
c. Nivel Microestructural: corresponde a la estructura
interna del texto, es decir a la organización de las
oraciones y a las relaciones entre estas, al interior de
los párrafos y respecto del texto como totalidad. Es en
este nivel en donde se evidencia el uso de mecanismos
de cohesión.
d. Nivel Estilístico: corresponde a la elección de medios
léxicos, gramaticales, fonéticos y gráficos que cada tipo
de texto requiere para ser reconocido como
perteneciente a un estilo particular. Se correlacione con
el nivel súper estructural.
e. Nivel Retórico: corresponde a los usos persuasivos del
lenguaje mediante los cuales se legitima el estilo del
texto. Se refiere al empleo de determinadas estrategias
por parte del emisor (escritor o hablante) para lograr la
eficacia de su intención comunicativa

La cohesión y coherencia

La cohesión es la propiedad que se refleja en una


cadena sintagmática mediante la cual el lector puede darse
cuenta de que el texto está hablando de lo mismo.
Esta propiedad se refiere a relaciones de significado
que se dan dentro de un texto y se expresa a través del
léxico (vocabulario) y de la gramática. De ahí que se habla
de cohesión léxica y cohesión gramatical para referirse a las
relaciones que se dan entre oraciones o párrafos por medio
de conectores.
En este curso, importa darse cuenta de cómo las
palabras, van “arrastrando” la referencia, o sea de lo que se
habla en el texto, y van estableciendo relaciones entre sus
partes para conformar el sentido.
Los mecanismos de cohesión que aparecen con más
frecuencia pueden agrupare en las siguientes categorías:
referencia, elipsis, conectores y cohesión léxica.

El primer mecanismo de cohesión que se definirá es la


referencia. Como dice Martín Menéndez la referencia es un
tipo de relación en la que uno de los ítemes que entran en
ella siempre necesita de la presencia explícita de otro para
poder ser interpretado. Se entiende por ítem cada una de las
palabras o construcciones de palabras que, siendo
portadoras de significación, aparecen en el texto para
referirse a un tema. De lo dicho se infiere que esos ítemes
no significan por sí mismo, sino que cumplen la función de
indicar al lector en qué parte del texto debe recuperar la
información. Son los pronombres personales, posesivos y
demostrativos.
Ejemplo:
“Los estudiantes llegaron temprano. Ellos
estaban felices por las nuevas instalaciones. Los invitaron a
pasar y pidieron permiso a sus profesores para quedarse en
la biblioteca. Estos no tuvieron inconvenientes para
otorgarles la autorización.”
En el ejemplo anterior puede observarse cómo el
significado de “estudiantes” es recuperado a través de los
pronombres “ellos”, “los”, “sus”, “les”. Por otra parte,
“profesores” es co-referido por “estos”.
Otro mecanismo es la elipsis, que puede definirse como
una sustitución por cero. Esto quiere decir que la referencia
(un elemento léxico que ya se hizo presente en el texto) no
vuelve a aparecer, sino que se debe recuperar a través de
una operación de interpretación.
Por ejemplo:
“Los estudiantes llegaron temprano. () Estaban
felices”.
No se encuentra en el segundo enunciado al sujeto
oracional, pero sin embargo puedo entender que quienes
estaban felices eran los niños. En este ejemplo, se enfrenta
a un caso de sustitución de “estudiantes” por cero, en una
oración de sujeto tácito. En este caso se puede hablar de
elipsis nominal por que el elemento elidido es un sustantivo
o una construcción nominal.
Además de este tipo de elipsis, se puede encontrar otra
que se denomina elipsis verbal. Esta se da cuando el
elemento elidido es un verbo o construcción verbal.
Ejemplo:
“Los varones asistieron a la reunión con un libro verde.
Las niñas, ( ) con una carpeta azul.”
En este caso, lo que se elide en la segunda oración es
el verbo “asistieron”. Generalmente, cuando se dan casos de
elipsis verbal, el lector encontrará una “coma”, como signo
gráfico de pausa durante la cual, mentalmente se puede
reincorporar el verbo que se ha omitido o elidido, para evitar
su repetición.
Otro ejemplo puede advertirse en el siguiente diálogo:
-¿Te gustó la película?
-No ( ), en realidad me aburrí bastante.
Para completar el sentido que expresa la palabra “no”,
debemos incorporar lo que no aparece explícitamente ( o
aparece como un vacío o un cero), en este caso: “no me
gustó la película”.
Entre los elementos del texto hay algunos enlaces que
conectan una cláusula con otra, señalando de qué manera
se debe entender lo que está a continuación, en relación con
lo que le precede. Las palabras que tienen como función
marcar relaciones entre las oraciones de un texto se
denominan “marcadores textuales o discursivos”,
“operadores discursivos”, “ordenadores del discurso”,
“operadores pragmáticos”, etc. Estos elementos poseen los
siguientes rasgos:
a. Son invariables morfológicamente.
b. Constituyen en general frases lexicalizadas.
c. Poseen una multifuncionalidad textual, por lo que
su valor debe ser inferido del uso particular y
contextualizado.
A continuación, se incluye una clasificación posible de
marcadores discursivos (Bosque 1999). La lista no es
exhaustiva, y su inclusión en este cuadernillo tiene por objeto
brindar una guía al alumno para la identificación de
marcadores en los diferentes textos.

La frecuencia de aparición de los distintos tipos de


marcadores en un texto depende de la intencionalidad del
mismo. O, al revés, la presencia de determinados
marcadores opera como pista para inferir el tipo y la
intencionalidad de un texto determinado.
Estructuradores Comentadores Pues, pues
de la bien, así las
Información cosas
Ordenadores En primer
lugar, en
segundo lugar,
por una parte/
por otra parte.
Digresores Por cierto, a
todo esto, a
propósito.
Conectores Aditivos Además,
encima,
aparte, incluso
Consecutivos Por lo tanto,
por
consiguiente,
en
consecuencia,
por ende,
entonces, de
ahí.
Contraargumentativos En cambio, por
el contrario,
pero, sin
embargo, no
obstante.
Reformuladores Explicativos O sea, es
decir, esto es,
a saber
De Rectificación Mejor dicho,
más bien,
mejor aún
De Distanciamiento En cualquier
caso, de todos
modos, en
todo caso
Recapitulativos En suma, en
conclusión, en
fin
Operadores De Refuerzo En realidad, en
Argumentativos Argumentativo el fondo, de
hecho
De Concreción Por ejemplo,
en particular.
Marcadores Claro, desde
Conversacionales luego, bueno,
bien, hombre,
mira, oye,
bueno, eh,
este

Por otra parte, dentro de los mecanismos de cohesión


léxica podemos encontrar reiteración y colocación.
La reiteración es una forma de cohesión que supone la
reaparición del mismo concepto o referente, pero mediante
formas léxicas que van desde la repetición literal del término
hasta su representación por medio de sinónimos o palabra
general.
Así, la reiteración se puede dar por repetición de una
palabra (o ítem lexical), por ejemplo:
“Los abogados litigantes acudieron a la audiencia de
conciliación. Esos abogados no contribuyeron para nada a
un desenlace feliz para las partes.”
Se puede encontrar otro ejemplo en el que
reconoceremos el empleo del mecanismo de la sinonimia,
uso de un ítem lexical que pertenece a un campo semántico
común al del término de origen, por tener rasgos
semejantes, como el siguiente caso:
“Los periodistas estuvieron presentes en la audiencia.
Los representantes de los medios de comunicación fueron
testigos de las declaraciones del acusado.”
En el ejemplo, se puede advertir cómo la palabra
“periodistas” ha sido reemplazada (y recuperada) mediante
la expresión “representantes de los medios de
comunicación”, entendida como sinónimo.
Otro caso de cohesión se da mediante el uso de la
palabra general o hiperónimo. Corresponde al uso de
términos que incluyen como clase lo que previamente se
había presentado como miembros de esa clase.
Se puede encontrar un ejemplo cuando se habla de
“perros”, para recuperar el sentido de términos planteados
anteriormente como: “bóxer, dogo, ovejero alemán,” etc.
Otro ejemplo:
Rugbiers, futbolistas y ciclistas sanjuaninos
participaron en la maratón a beneficio del Hospital de Niños.
Los deportistas dieron muestras de solidaridad con su
presencia.
La palabra “deportistas” actúa como palabra general
que incluye a los miembros de la clase, en tanto rugbiers,
futbolistas y ciclistas.
La colocación es otro mecanismo de cohesión. Según
Martín Menéndez, ”es el término que utilizamos para la
cohesión de la co- ocurrencia de ítems léxicos que, de
alguna manera, están típicamente asociados, uno a uno
porque tienden a ocurrir en contextos similares.” Por
ejemplo:
“El recinto de audiencias se encontraba en penumbras.
Sin embargo, en el estrado había una luz extraña. Testigos,
acusado, defensor, fiscal, miembros del jurado y hasta el
mismo juez estaban conmocionados por el raro fenómeno y
no dejaban de mirar fijamente hacia ese lugar de la sala.”
La cohesión se ha logrado, en este caso, por la co-
ocurrencia de términos que pertenecen al mismo campo
semántico.
Tipos de Textos

No existe una sola tipología textual sino varias, y


cualquiera de ellas es un intento de categorización que no
oculta la complejidad del universo discursivo.
Así, Bajtin establece una división de géneros
discursivos en primarios o simples (diálogo, carta, etc.) y
secundarios o complejos (novelas, investigaciones
científicas, etc.), tomando como criterio la situación
comunicativa en la que los textos se inscriben. Considera a
los géneros como organizadores de los discursos, como
modelos internalizados por los hablantes, de tal suerte que
si no existieran de ese modo, la comunicación sería casi
imposible.
Por otro lado, van Dijk parte de las nociones de
superestructura y de macroestructura para referirse a los
distintos tipos y niveles de estructuras textuales. Las
superestructuras se proponen describir esquemas, formas,
estructuras de los textos fuertemente convencionalizadas,
es decir que son reconocidas por la mayoría de los
hablantes.
Van Dijk desarrolla en “La ciencia del Texto” las
superestructuras de los tipos narrativo, argumentativo y
científico, pero señala la imposibilidad de establecer una
tipología que abarque a todos los textos. Es más, indica que
en algunos casos, el criterio de clasificación tiene que ver
con el marco en el que el discurso se produce.
Los distintos textos que circulan en el ámbito
académico, pueden ser llamados textos científicos o
académicos o “de la ciencia”.

Lectura: proceso central

 La lectura: un compromiso
La lectura es un proceso central en la vida del ser
humano. Según el diccionario leer es decodificar un sistema
de signos (palabras) otorgándoles un significado, pero es
fundamental agregar que la lectura exige un esfuerzo “extra”
por parte del lector. Éste no es solamente un “traductor” de
una lengua sino que es el encargado de llenar de significado
cada palabra según lo que se dice literalmente (explícito), lo
que se quiere decir de acuerdo a las diferentes intenciones
(ordenar, criticar, opinar, informar, etc.) y a la situación de
emisión (implícito). Además son fundamentales los
conocimientos previos del lector, sus ideas políticas y
religiosas, su momento histórico, su contexto social, etc.

En otras palabras, para que una lectura sea eficaz


debemos poner en marcha una serie de operaciones
complejas que realizamos constantemente, aunque muchas
veces no somos conscientes de ello.
Existen tres etapas en el proceso de la lectura: prelectura,
lectura y poslectura.

▪ Prelectura:
La prelectura consiste en observar atentamente todo
aquello que rodea al texto, es decir es una actividad que
realizamos antes de comenzar con la lectura (pre = antes
de). Es fundamental para elaborar hipótesis sobre el
contenido del texto a partir de las cuales nos anticipamos a
lo que éste nos dice. Para ello tenemos que prestar atención
al paratexto.

El paratexto es lo que rodea o acompaña al texto (para =


junto a, al lado de). Interviene en el primer contacto del lector
con el material impreso y colabora para concretar la lectura.

1. Paratexto no lingüístico
Está compuesto por la presentación visual del texto y
por las imágenes visuales que acompañan al texto
completándolo y orientando su lectura. Dentro de este tipo
de paratexto podemos diferenciar el diseño gráfico y la
gráfica.

a. Diseño gráfico:
Tiene en cuenta la manipulación del texto (tipo de letra,
márgenes, espacios, etc.) con vistas a su impacto visual. La
segmentación del texto es otro elemento que forma parte del
diseño gráfico (capítulos, apartados, etc.). Tanto los párrafos
como los apartados se encuentran visualmente agrupados
en el texto. En el texto científico, el diseño se vuelve
doblemente significativo, ya que permite jerarquizar la
información según su grado de importancia y facilitar la
comprensión.

b. La gráfica:
Es la representación visual de la información. Los
elementos gráficos son distintos tipos de representaciones
(cuadros, curvas, fotos o ilustraciones) que suelen ir
acompañados de un texto adjunto, llamado “epígrafe”, que
cumple la función de explicar la imagen. Los gráficos tienen
la ventaja de condensar en poco espacio una gran cantidad
de información que, a su vez, es recibida por el lector en
poco tiempo. En general este recurso funciona como un
paratexto auxiliar del texto, reorganizando o simplemente
ilustrando la información.

2. Paratexto lingüístico
Se pueden diferenciar dos grupos según las distintas
funciones:

a. Información orientativa:
I. Títulos y subtítulos:
Cumplen la función de orientar al lector, ya que suelen
referirse al contenido del texto y, por lo tanto, constituyen
una evidencia fundamental para el reconocimiento del tema
y subtemas del mismo.

II. Fuente bibliográfica:

Este elemento paratextual está compuesto por el título


del libro o el artículo y el autor del mismo.

En el desarrollo de las clases no siempre trabajamos


con libros o artículos completos, sino que es común que se
utilicen fragmentos o capítulos de determinados libros. ES
imprescindible citarle al alumno la fuente de la cual fue
extraído este material, así él podrá formarse una hipótesis
de lectura o contrastarlo con otra bibliografía.

III. Índice:
Se organiza como una tabla de contenidos, o sea como
un listado de subtítulos por orden de aparición, con la
indicación de la página correspondiente. Constituyen un
paratexto tan habitual que muchas veces suele restárseles
importancia. Sin embargo, muchas veces, contienen
informaciones útiles para saber si el texto que se está
leyendo es el que se necesita. También es útil para conocer
por anticipado los temas que se tratan en el libro, cómo están
organizados, las distintas partes del libro, etc.

Según Marta Marín y Beatriz Hall “los libros suelen


tener más de índice, porque hay índices de distintas clases
que el lector puede utilizar para distintos fines”. Estos
pueden ser:

 Índice de materias o contenidos: lista de los títulos de


los capítulos de un libro, en el orden en que aparecen,
con indicación de página correspondiente.
 Índice temático: está compuesto por una lista de los
conceptos que aparecen en el texto, en orden alfabético,
con indicación de las páginas en que están
mencionados. Este índice no está en todos los libros.
 Índice de nombres: es muy semejante al temático,
pero se refiere a los nombres de los personajes
históricos y/o autores que están mencionados en el libro.
b. Información adicional:
I. Llamadas, notas y bibliografía:
Las notas se encuentran numeradas e incluyen datos
que se consideran secundarios con respecto a la
información contenida en el cuerpo del texto. Las llamadas,
en cambio, no están numeradas y hacen mención a la
situación comunicativa en vez de remitirse al texto.
La mención a los artículos o libros que se tuvieron en
cuenta para llevar a cabo la investigación varía según su
ubicación espacial en el texto. Por un lado, todos los textos
académicos incluyen una sección denominada “bibliografía”
o “referencias bibliográficas”, que se localiza al final del
artículo y consiste en un listado en orden alfabético de las
referencias bibliográficas de las obras consultadas. Por otro
lado, las citas -que pueden incluirse mediante notas o
paréntesis- se encuentran en el texto mismo y se hallan en
relación con un fragmento determinado.

En el caso del artículo científico, la referencia a la


bibliografía no sólo sirve para comunicar las obras que
fueron consultadas para la producción del texto sino que
también orienta al lector acerca del marco teórico y
metodológico adoptado por el autor (a partir de los autores
citados) así como el grado de actualización de la
investigación (a partir de las fechas de las obras citadas).

II. Anexos:
Este tipo de paratexto en algunas ocasiones constituye
información accesoria y, en otras, refleja aspectos centrales
de la investigación que por motivos estilísticos o de espacio
el autor los presenta en forma separada del texto.

III. Epígrafes:
Se encuentran debajo del título, de una fotografía, un
texto adicional o los apéndices.

▪ Lectura:

La lectura es un proceso de comprensión / interpretación


que se cumple como una actividad contextualizada. El
contexto o situación comunicativa es el conjunto de
circunstancias en las que se produce un acto lingüístico.
Esas circunstancias incluyen elementos lingüísticos (textos
escritos u orales) y extralingüísticos (sociales, políticos,
históricos, etc.). En este momento verificamos si nuestras
hipótesis fueron acertadas o no.

Cuando leemos debemos ver y comprender las


relaciones entre las distintas ideas que se presenten en él,
estableciendo jerarquías y conexiones de diferente tipo
(adición, oposición, causa - consecuencia, opción, etc.). Por
eso, en algunas oportunidades, es de suma importancia que
realicemos una relectura.

En este proceso es imprescindible construir


significaciones sin pensar en sentidos absolutos e
inmutables, sino en sentidos que se transforman a través de
la historia (nuestra historia), la sociedad y el lector. Por este
motivo es fundamental para leer el compromiso propio con
este acto y, además, el alejamientos de los moldes
prediseñados que nos limitan, nos condicionan,
imponiéndonos el riesgo permanente que exige una lectura
que tenga una intención más profunda que simplemente
entretenernos, distraernos o informarnos.

En otras palabras, para que una lectura sea eficaz


debemos poner en marcha una serie de operaciones
complejas que realizamos constantemente, aunque muchas
veces no somos conscientes de ello.

Este proceso exige de parte del lector el manejo de


diferentes niveles que serán requeridos según los propósitos
de lectura. Estos tipos de lectura son:

▪ Lectura de reconocimiento:
Se utiliza cuando se desea encontrar un dato
determinado o cierta información. Para este tipo de lectura
es una gran ayuda el paratexto lingüístico. Es una lectura
selectiva, ya que se intenta construir el contenido general
con la menor cantidad de detalles posibles.

▪ Lectura de información general:


Se intenta obtener una visión general del texto que se
está tratando. En reiteradas oportunidades se distinguen las
palabras que tienen cierta relevancia y se “pasan por alto”
las demás o aquellas palabras que el lector ignora su
significado.
▪ Lectura cuidadosa:
El objetivo de este tipo de lectura es leer para
aprehender. El lector apunta a manejar la mayor cantidad de
información brindada por el texto. Cada frase es leída desde
el principio hasta el final respetando paso a paso procesos
tales como buscar en el diccionario las palabras
desconocidas, reponer información, subrayar ideas
principales, etc.

▪ Poslectura:

La poslectura es la operación final en el proceso de la


lectura (pos = después, a continuación de), aunque no por
ese motivo es única y acabada. Consiste,
fundamentalmente, en emitir un enunciado breve, un
esquema, un diagrama en el que se exprese el contenido del
texto.

Además, en el momento de la poslectura opinamos sobre


aquello que hemos leído, relacionándolo con otras lecturas
que nos hayan gustado, nos hayan llamado la atención, o
con las que no estemos de acuerdo... Es decir que cada
lector realiza otro texto en el que está en juego su contexto,
sus experiencias lectoras, sus puntos de vista, etc.
Aunque muchas veces no reflexionamos sobre este
proceso de lectura, lo utilizamos constantemente cuando
leemos el diario, una revista, un libro, un artículo en Internet,
etc.

El proceso de producción comienza mucho antes de la


redacción propiamente dicha. El escritor tendrá la
responsabilidad de elegir el tipo textual que considere más
pertinente según el contexto y su intención final. Además es
imprescindible la elaboración de un plan de escritura:

▪ Fijarse una finalidad: este paso es necesario para que


todo lo escrito apunte a un tema central que unifique el
texto en un sentido global (qué se quiere decir y para
qué).
▪ Búsqueda y selección de la información pertinente: en
esta actividad el escritor organiza y prioriza la información
que es importante y aquella que no. De esta manera se
evitan digresiones que desorientan al lector y hacen que
pierda el interés por lo escrito.
▪ Representación del destinatario: el escritor nunca debe
perder de vista para quién está produciendo su texto
(lector modelo).
▪ Jerarquización de ideas: el escritor tiene que tener en
cuenta cuáles son las ideas principales y cuáles las
secundarias, entre las que podrá establecer relaciones de
adición, oposición, causa consecuencia, etc. Es útil en
este paso cuando el texto que se quiere escribir es
extenso realizar un esquema de contenido para evitar
redundancias.
▪ Escritura: es el momento en el que el escritor produce
el texto, teniendo en cuenta su planificación previa.
▪ Revisión: este proceso está compuesto por
operaciones de reducción, supresión, borrado, reemplazo
de elementos, traslado, revisión de ortografía y sintaxis,
etc., a través de las cuales se reformula o reordena el
texto. Es importante que cuando se corrige el texto se lo
haga con la mayor “objetividad” posible para alcanzar una
crítica beneficiosa que se plasme en un texto acabado,
autónomo y lo más cercano posible a la expectativas del
escritor.
UNIDAD N° 2

Texto expositivo- explicativo

Con la denominación de textos informativo, expositivo


y explicativo, en forma alternada, se hace referencia a una
misma categoría textual: el tipo de texto que presenta
distintas formas de transmitir contenidos, es decir, textos en
los que se expone una información para explicar teorías,
fenómenos, predicciones, etc.
Criterio Funcional: los textos expositivos cumplen las
funciones informativa, explicativa y directiva. La función
informativa consiste en presentar al lector información sobre
teorías, predicciones, fenómenos, hechos, fechas, etc.
Además de la información, estos textos incluyen
explicaciones acerca de las causas, consecuencias y
modos de las entidades, fenómenos, hechos, etc. que
exponen. Asimismo, son directivos, pues contienen claves
explícitas - introducciones, títulos, subtítulos, resúmenes-
que posibilitan a los lectores extraer las ideas más
importantes y los fundamentos que las sustentan.
Criterio Contextual: según el marco institucional, los
canales textuales, los participantes y los roles sociales que
están involucrados en la producción y recepción de este tipo
textual, el texto expositivo – explicativo aparece como texto
de divulgación científica, con la escuela como marco
institucional de circulación habitual y con un destinatario: el
alumno.
Se destaca que este tipo discursivo no es el informe o
ensayo que el investigador elabora para explicar su teoría,
sino que el autor la presenta a través de varios “filtros” que
van desde la ciencia especializada hasta el texto escolar –
académico, pasando por las enciclopedias generales y
específicas, por diarios, revistas, etc. se presenta así el
conocimiento científico recortado, con un propósito
pedagógico, y los autores aparecen como mediadores entre
el enunciador – el científico- y el lector escolarizado.
Criterio Estructural: desde este punto de vista se
pueden identificar diferentes estructuras lógico- semánticas
o componentes organizativos de estos textos, con
predominio de una u otra forma de organización de acuerdo
con las áreas de conocimiento a las que pertenecen. No es
lo mismo exponer en un texto conocimientos acerca de la
matemática, de la física, de la astronomía, que de las
ciencias naturales, ciencias sociales, de las ciencias de la
salud, etc. De esta manera observamos una forma diferente
de organización textual según el área de conocimiento en la
que se ubican los textos con predominio de una u otra
organización. ( ver organización de las ideas en textos
expositivos).
Criterio Estilístico: desde este punto de vista se hace
hincapié en los recursos lingüísticos que se usan para
transmitir los contenidos de las partes del texto. Como rasgo
general caracterizador se señala la tendencia a omitir en
estos textos las marcas de enunciación – recursos de
impersonalidad, atemporalidad, etc.- No obstante, se nota
actualmente una inclinación de los autores a usar señales
que buscan un contacto con el lector, al que tratan de
involucrarlo en el tema que están explicando.
Van Dijk, recurre al concepto de superestructura como
tipo de esquema abstracto que establece el orden global de
un texto y que se compone de una serie de categorías (unas
obligatorias y otras optativas), cuyas posibilidades de
combinación se basan en reglas convencionales, así se
puede plantear una superestructura expositiva, constituida
por las siguientes categorías:
• Presentación

• Desarrollo (descripción/ seriación/causalidad/


problema- solución/ comparación)

• Conclusión
La presentación inicia y preside la estructuración textual.
Se encuentra en el primer enunciado del texto y, desde el
punto de vista semántico, presenta el tema que se
desarrollará en el mismo; es decir, es una expresión de la
macroestructura.
El desarrollo despliega el tema, por medio de las
categorías alternativas o predominantes: descripción,
seriación, causalidad, problema / solución, comparación.
La conclusión sintetiza y cierra el tema expuesto.
Retomando la organización global de estos textos
puede adoptar las siguientes formas:
a)Descripción: los diferentes contenidos son
presentados como rasgos o atributos de una entidad, una
zona, un lugar, un concepto, etc. la información podría ser
representada gráficamente de la siguiente manera:
Partes cualidades
objeto Partes cualidades
Partes cualidades
b)Seriación: los contenidos se agrupan siguiendo un
ordenamiento, por ejemplo, una secuencia temporal, o a
través de un vínculo de simultaneidad o mediante diferentes
lazos asociativos. Las ideas relacionadas poseen el mismo
valor. Representación gráfica:

c) Organización causal: este modo organizativo implica una


elaboración mayor que la de los casos anteriores, ya que
incluye vínculos causales en los elementos. Las categorías
con las que se operan son básicamente dos: antecedente y
consecuente, las cuales en algunos casos no aparecen
ambas explicitadas. Gráficamente:
efecto

causa efecto o bien causa efecto


efecto

d)Problema/ solución: este formato está también


relacionado con la estructura causal, pero es más
organizada que la anterior. Las categorías básicas son
problema / solución. Entre ellas se mantiene una relación
temporal y un vínculo causal.
Problema Solución

e)Comparación: se confrontan dos o más entidades,


fenómenos, etc. para destacar sus semejanzas y
diferencias. B. Meyer (1985) considera tres variantes:
• Alternativa: los hechos o fenómenos poseen el
mismo valor.

• Adversativa: una de las opciones aparece como


preeminente en relación a la otra. Se destacan
más las diferencias.

• Analógica: uno de los elementos sirve como


ilustración de otro previamente establecido y se
subordina a éste.

Objeto Objeto
categoría 1

Categoría 2
Procedimientos Explicativos

Para hacer más claras las explicaciones, los textos


explicativos utilizan diversos procedimientos:

a) Definición: consiste en enunciar de manera breve y


precisa el significado de una palabra o las
características de un objeto que pueden ser
desconocidos para el lector. Los verbos utilizados son:
ser, significar, consistir, designar, en el Presente del
Modo Indicativo. También se pueden emplear los dos
puntos, los paréntesis y los guiones.

b) Ejemplificación: este procedimiento proporciona un


caso concreto para facilitar la comprensión de algún
concepto abstracto o desconocido. Los marcadores
lingüísticos son: por ejemplo, es el caso de, o signos
como los dos puntos, guiones y paréntesis.
c) Reformulación o Paráfrasis: consiste en decir lo
mismo de otra manera para aclarar un término o una
expresión anterior. Los marcadores: es decir, o sea,
dicho de otro modo, en otras palabras.
d) Analogía: establece una comparación o paralelo entre
dos hechos, conceptos, situaciones, para aclarar una
idea. Marcadores: como, como si, tal como.

 Texto Expositivo: presenta y expone información en forma


clara y objetiva, sin que medie la opinión o punto de vista del
autor.

 Estructura

 Introducción: Se enuncia el tema, se narra, se


retoman temas anteriores, etc.

 Desarrollo
 Datos o información
 Utilización de recursos para explicar el tema
 Definición
 Citas
 Ejemplificación
 Paráfrasis

 Conclusión: Resumen, se señalan consecuencias,


etc.
 Formatos

 Científicos
 De divulgación científica
 Didácticos

Texto Argumentativo

El texto argumentativo se produce porque el emisor


presenta su opinión sobre un tema -tesis- e intenta
persuadir, convencer o lograr la adhesión del receptor para
que la comparta o para que realice una determinada acción.

El ser humano permanentemente se comunica con sus


pares. En dicha comunicación se produce un proceso de ida
y vuelta de opiniones diversas: semejantes o diferentes a la
suya. De este modo participa de un juego dinámico en el que
cambiará o reforzará la posición tomada sobre determinado
tema según acepte o rechace las objeciones que se le
formulen. Por esta razón decimos que el ser humano utiliza
continuamente el discurso argumentativo. Saber hablar y
convencer a los demás genera poder ya que supone un
especial rigor de pensamiento lógico y persuasivo.

Se argumenta en todas aquellas situaciones


comunicativas en las que el emisor tenga la intención de
lograr la adhesión del receptor y emita fundamentos para
conseguirlo. Por ejemplo cuando intentamos demostrarle a
un profesor que hemos estudiado, cuando queremos
solicitar un empleo, etc. De acuerdo a la situación
comunicativa -contexto- se selecciona el vocabulario y los
argumentos más adecuados. Por eso es fundamental tener
en cuenta el registro (formal e informal) y las variaciones, es
decir, los idiolectos (cronolectos -edad-, sociolectos -nivel de
educación- y dialectos -lugar de origen o de residencia-).
Estos textos suelen aparecer en las editoriales de diarios o
revistas, en las cartas de lectores, en las críticas de
espectáculo, etc.

El emisor está muy presente en el texto y como marcas de


su presencia encontramos subjetivemas (adjetivos,
sustantivos, adverbios, construcciones que manifiesten una
valoración por parte del hablante, por ejemplo: “una
problemática que origina daños y muertes entre nuestros
adolescentes”).

En este tipo de texto hay también diversas formas de


polifonía (poli = muchas, fonía = voces), es decir, de
inclusión de otras voces en el propio texto. Esto ocurre
porque al expresar su opinión el emisor establece una
especie de diálogo con aquellos que piensan como él y con
aquellos que no, e incluye estas voces en su discurso, ya
sea para refutarlas (por medio de conectores adversativos y
concesivos) o para apoyarse en ellas.

Como todos los textos, estos pueden utilizarse en la


oralidad: está presente el emisor y el destinatario, por
ejemplo como ocurre entre profesor y alumnos; o en la
escritura.

Los géneros de opinión en la prensa escrita tienen la


función de analizar desde el punto de vista del redactor o del
medio de comunicación los acontecimientos que tuvieron
repercusión en la sociedad.

Pueden ser de distintos tipos:

- Artículo de opinión: presenta el punto de vista o el


análisis de un periodista en particular sobre un tema
determinado de actualidad y se relaciona directamente a
través del contenido con un artículo informativo del mismo
diario o revista.

- Editorial: es un género periodístico de opinión que


presenta el punto de vista o postura de la empresa editorial
en su conjunto y no de una persona en particular, por ésta
razón no lleva firma.

- Carta del lector: los editores seleccionan y publican las


opiniones de sus lectores sobre algún tema en particular o
alguna nota publicada con anterioridad donde ellos
participaron.

Los textos argumentativos presentan la siguiente


estructura:

• Introducción: Esta parte está al comienzo del texto. Se


presenta el tema del que se va a tratar. Puede incluir un
comentario, una narración, datos informativos, etc.

• Tesis: Ésta es un enunciado breve que plantea la


opinión del autor sobre un tema. Consiste en la expresión
mínima de lo que se quiere demostrar. A partir de la tesis se
estructura toda la argumentación ya que una vez planteada
el emisor tiene que dar las razones que la justifiquen.
• Desarrollo o cuerpo: En esta parte encontramos las
razones o argumentos a partir de los cuales el emisor
justifica su tesis para convencer o persuadir al receptor de
que ésta es verdadera. Con este fin utiliza técnicas o
estrategias argumentativas. Los más comunes son:
▪ Definición: es un enunciado breve en el que se
delimita el significado de una palabra. No se trata
necesariamente de una definición “del diccionario”,
porque lo importante es el significado que la
palabra en cuestión tiene para el que argumenta.
“La educación es el lugar donde los niños y los
jóvenes asisten para formarse como personas,
es decir que no sólo tienen que adquirir un gran
bagaje de conocimientos sino que,
fundamentalmente, tienen que terminar la
escuela sabiendo quiénes son y qué quieren
para su vida”

▪ Cita de Autoridad: es el enunciado de una


persona prestigiosa o autorizada en el tema que se
trata que con su voz avala la tesis
“(…) Según Adriana Puiggros (Dra. En
Pedagogía) la clásica división en niveles
maternal, inicial, primario, secundario y superior
no es arbitraria, sino que responde a la demanda
de un tratamiento pedagógico e institucional para
cada grupo de edad”

▪ Ejemplificación: se trata de un caso particular y


concreto relacionado con una idea general o algún
concepto abstracto
“(…) Era imprescindible construir un ciclo que
superara el salto brusco de la primaria a la
secundaria. Se aprendió de Santa Cruz que los
preceptores quieren y pueden transformarse en
auxiliares docentes que cumplen muy bien
funciones de orientación de alumnos (…)”

▪ Pregunta Retórica: el emisor finge preguntar al


receptor, pero él mismo se responde o la deja sin
responder. Es decir que es una pregunta que no
espera respuesta. Tiene dos funciones básicas:
por un lado sirve para anunciar un tema, por otro
permite introducir al receptor en el razonamiento
del emisor.

“¿El cambio de la Ley de Educación es positivo


o negativo para los estudiantes?”

▪ Analogía: se compara el tema con otro, con el que


comparte ciertos rasgos. En función de éstos
ambos temas son considerados iguales y la
conclusión válida para uno lo es también para el
otro.

“Los docentes tienen que enfatizar la lectura en


el aula y fuera de ella. Éste pertenece a esos
milagros de una tecnología eterna de la cual
forman parte la rueda, el cuchillo, la cuchara, el
martillo, la cacerola, la bicicleta, etc. El cuchillo
fue inventado muy pronto, la bicicleta mucho más
tarde. Pero por más que los diseñadores se
afanen, modificando alguna particularidad, la
esencia del cuchillo es siempre la misma. Hay
máquinas que sustituyen al martillo pero para
algunas cosas habrá que recurrir a algo que
asemeje al primer martillo aparecido sobre la faz
de la Tierra.”

▪ Refutación: es cuando se rebaten, niegan o


destruyen las razones del adversario.

“La Dirección de Coordinación del Medio


Ambiente de la Municipalidad elabora un
proyecto que apunta a dar respuesta a la
cuestión. Pero debe comprenderse que no
remediará por sí solo el problema”

• Conclusión: Es la última parte de la estructura del texto.


En ella se vuelve a la tesis inicial y se demuestra su validez.
También puede servir para sintetizar las ideas
fundamentales del texto, enunciar cuáles son las
consecuencias de todo lo dicho, proponer una determinada
actitud o plan de acción o señalar cuáles son los puntos que
quedan pendientes con respecto al tema.
 Texto Argumentativo: El autor presenta su opinión y la
justifica. Intenta convencer, persuadir al receptor

 Estructura

 Introducción
 Se presenta el tema
 Se narra
 Se incluyen comentarios, etc.

 Tesis
 Opinión del autor

 Desarrollo
 Utilización de recursos para justificar la tesis
 Definición
 Citas de Autoridad
 Ejemplificación
 Pregunta Retórica
 Analogía

 Conclusión
 Se vuelve a la tesis
 Se sintetizan las ideas principales
Unidad N° 3.

La escritura: Planificación. Textualización. Revisión y


reescritura.

Dice Maite Alvarado, es sabido que la escritura


promueve procesos de objetivación y distanciamiento
respecto del propio discurso. Esto es así porque la escritura
materializa el discurso y le da permanencia, permitiendo una
recepción diferida, en la que el escritor evalúa su propio texto
desde una perspectiva más próxima a la de un lector
externo. Ese descentramiento permite una revisión crítica de
las propias ideas y su transformación. Por eso se ha
caracterizado a la escritura como herramienta intelectual y
se ha insistido en la incidencia que su interiorización tiene
en la transformación de los procesos de pensamiento.
Ahora bien, es necesario contar con el dominio de
estrategias de composición y comprensión propias de
géneros discursivos complejos, que corresponden a
situaciones comunicativas formales y ponen en juego
procesos reflexivos. A través de la resolución de problemas
de lectura y escritura, que plantean desafíos de orden
cognitivo y convocan conocimientos diversos (retóricos,
lingüísticos, enciclopédicos), se desarrollan habilidades de
lectura y escritura y habilidades más generales, vinculadas
a la metacognición y a la flexibilidad que es propia de la
creatividad y del pensamiento crítico.
Como dice M. Alvarado, la mayoría de los modelos del
proceso de escritura o composición coinciden en destacar la
importancia que tienen las instancias de planificación y
revisión, entendidas no como procesos lineales (que se dan
en un orden temporal) sino como procesos recursivos (a
menudo, durante la redacción el escritor puede modificar su
planificación inicial y/o ir revisando y corrigiendo mientras
escribe). Durante el proceso de escritura, el escritor
construye una representación de la tarea o del problema que
enfrenta: sobre qué y para qué escribe, a quién se dirige y
qué relación guarda con ese destinatario o lector, qué
género es el indicado o más adecuado en esa situación
(carta de reclamo, informe, noticia, propagandas, etc.) y
cómo seleccionar y disponer la información según ese
género, qué registro (formal e informal) es el que
corresponde al género y a la relación con el destinatario.
Desde este punto de vista, podríamos decir que enseñar a
escribir, es enseñar a resolver problemas, a los que se ha
denominado “retóricos”. Se intenta que los alumnos
escritores construyan una representación retórica que tome
en cuenta los datos de la situación comunicativa y las
restricciones discursivas o genéricas (qué palabras se
pueden o no usar, qué fórmulas son o no son apropiadas,
cuál es la mejor diagramación, etc.), y la habilidad para
adecuar el texto a esa representación. Los escritores
inmaduros, si bien son capaces de evaluar las
inadecuaciones en textos propios o ajenos, a menudo no
tienen a su disposición un abanico de posibilidades que les
permita seleccionar las palabras, expresiones, géneros más
adecuados. La conciencia de las características de la
situación comunicativa ha movilizado a los alumnos a volver
una y otra vez sobre el conocimiento almacenado en su
memoria en relación con el tema del texto, en busca de
nuevas informaciones que permitan reformular -ampliando o
especificando- su escrito. En este proceso de reformulación,
el alumno escritor aprende o descubre nuevas asociaciones
entre conocimientos que estaban archivados en su memoria,
genera ideas nuevas. Se trata, por lo tanto, de un proceso
de descubrimiento desencadenado por la representación
retórica de la tarea de escritura y por la misma actividad de
escribir. Por eso, cuando el texto está terminado, el escritor
siente que sabe más que antes de empezarlo. La
reformulación del propio texto para ajustarlo al género y a la
situación repercute, sobre el contenido, cuyo conocimiento
se transforma.
Así, los alumnos toman conciencia sobre la tarea de
escritura; es decir, escribir y adecuarse al género y al
destinatario.
En síntesis, los alumnos deben poder concebir un plan
que los lleve a la producción del escrito. Esto es, dividir la
tarea en subtareas (leer tomando notas , fichar información
sobre los temas que abordarán en la entrada, decidir un
orden de presentación de la información, etc.); escribir el
texto, realizando ajustes y reformulándolo cuantas veces
sea necesario; evaluar su propio escrito. Si bien un escrito
en teoría puede no tener nunca una versión final, en tareas
de este tipo los alumnos deben poder decidir en qué
momento el texto que han escrito es la mejor versión que
pueden producir en ese momento con los recursos
disponibles.
De esta manera, el proceso de escritura se vuelve
objeto de reflexión y sistematización a partir de la práctica,
lo cual también constituye un aporte, desde el área de
Lengua, al desarrollo de la capacidad más general de
resolución de problemas. En cuanto a lo específico del área,
se trata de una estrategia particularmente eficaz siempre
que se complemente con la enseñanza de los aspectos
sistemáticos de la lengua y de la normativa y con una
exploración frecuente de distintos géneros discursivos a
través de la lectura y el análisis de textos.
Así la escritura cuenta con los siguientes pasos:
Planificación. Textualización. Revisión y reescritura.

Estrategias para expresar lo comprendido

El Párrafo

Los párrafos expresan una unidad de pensamiento.


Son oraciones vinculadas entre sí que comienzan con
mayúscula y sangría y finalizan en un punto y aparte. Los
párrafos se clasifican según su contenido en narrativos,
descriptivos, argumentativos, expositivos.
 Los párrafos narrativos o cronológicos están formados

por una secuencia de afirmaciones en la que se


exponen hechos en orden gradual o progresivo.
 Los párrafos descriptivos detallan las cualidades de los

objetos y/o sucesos, utilizando imágenes sensoriales.


 Los párrafos argumentativos expresan opiniones o

ideas con la finalidad de persuadir o convencer al lector


/receptor sobre determinados temas.
 Los párrafos expositivos desarrollan aspectos del tema

que se está tratando.


También se clasifican según su función y así pueden ser
de introducción, central, de excepción, transición y de
conclusión.
 Los párrafos de introducción inician un texto, sin

aportar ninguna idea principal, señalan el contenido


de lo que tratará el texto.
 El párrafo central se estructura en torno a una

oración principal.
 En el párrafo de excepción, la oración principal se
encuentra diluida en todo el párrafo o está implícita
en él; esto presenta la alternativa de interpretarlo
uniendo varias oraciones en una sola.
 El párrafo de transición, también llamado de enlace,
es un nexo o tránsito hacia otro. El autor lo utiliza
para reforzar lo que venía tratando o para cambiar
de tema.
 En el párrafo de conclusión o síntesis, el autor cierre
el tema y refuerza lo tratado a lo largo del texto.

Palabra Clave. Idea Principal. Ideas Secundarias

 Palabra Clave es una palabra, vocablo o frase


identificada como lo más importante que tiene el
párrafo. Esta técnica de trabajo intelectual es
utilizada para ubicar la o las ideas principales,
sirve de enlace con ésta, se utiliza como su
identificador, tiene un significado particular; debe
contener la información más apropiada y
contundente. Muchas veces la palabra clave no
suele estar explícita sino implícita, por lo que se
debe deducir.
Modos de reconocimiento de la palabra clave:
✓ Leer atentamente el título.
✓ Leer varias veces el texto.
✓ Aclarar las dudas, utilizando el diccionario.
✓ Preguntar de qué habla el texto.
✓ Buscar la palabra que represente la idea del
párrafo.
✓ Encerrarla en un círculo.
En la web, la palabra clave se refiere a palabras
que utilizan los usuarios en los buscadores para
encontrar algo específico. Mientras más precisa
sea la palabra clave, mayor éxito se logra en el
resultado de la investigación.
 Idea Principal es el concepto más importante de
un texto porque es la que le da sentido a todo el
escrito y alrededor de la cual giran las otras ideas
expuestas. En un texto extenso puede haber una
o más ideas principales. Su ubicación resulta
indispensable para lograr una correcta
comprensión de lo escrito. Modos de
reconocimiento de la idea principal:

✓ Leyendo varias veces el texto.


✓ Aclarando dudas que dificultan la
comprensión del mismo.
✓ Eliminando explicaciones, aclaraciones y
diálogos que puedan estar entre paréntesis
o no.
✓ Ubicando la palabra clave.
✓ Subrayando la oración que se identifica
como idea principal.

 Ideas Secundarias son aquellas que explican y


amplían la idea principal contenida en el texto y le
siguen en importancia. Modos de reconocimiento:

✓ Subrayando con otro color las ideas que


amplían la idea principal.
✓ Marcando aclaraciones y/o ejemplos.

Titulación de Párrafos

La titulación de párrafos o notación marginal es aquella


nota (palabra o frase) que representa el o los conceptos que
tiene cada párrafo, y se escribe al margen del texto. En otras
palabras, es una síntesis de la idea principal. Se puede
elaborar:

✓ Leyendo comprensivamente el texto.


✓ Identificando la palabra clave.
✓ Creando una oración unimembre o utilizando
sustantivos abstractos.

Resumen

Un resumen es un texto abreviado que se construye a


través del subrayado de las ideas principales. Resumir es
transformar un texto produciendo otro sin interpretación
crítica, manteniendo la secuencia de las ideas más
significativas e incorporando las ideas secundarias que
sean necesarias para su mejor comprensión. ¿Cómo se
hace?:

✓ Transcribiendo las ideas principales.


✓ Respetando el orden de desarrollo de los conceptos.
✓ Utilizando el vocabulario del autor.
✓ Respetando la puntuación que presenta el texto
original.
✓ Usando conectores que relacionen las ideas, si fuese
necesario.
✓ Eliminando diálogos, ejemplos, datos anecdóticos,
etc.

Síntesis

Es un nuevo texto que se construye sobre un tema


determinado, donde se expresan los conceptos más
significativos, extraídos de las ideas principales del texto
trabajado, con un lenguaje propio y un estilo personal. Al
realizar la síntesis:

✓ Se refleja lo aprendido.
✓ Utiliza un orden diferente en el desarrollo de las
ideas principales.
✓ Condensa la información desde un punto de vista
personal.

Cuadro Sinóptico

El cuadro sinóptico es un organizador que, a través de


palabras clave, estructura el contenido del texto en un
esquema también llamado cuadro de llaves. Es una
estructura que organiza las ideas principales del texto
ordenándolas jerárquicamente en forma gráfica. Se puede
elaborar:

✓ Buscando la idea central de un texto, que generalmente


está expresada en el título y se la ubica en el centro de
la llave mayor.
✓ Distribuyendo la palabra clave de cada párrafo en las
llaves menores que están del cuadro de izquierda a
derecha.
Con el cuadro sinóptico se logra una estructura visual de
los conceptos, presentados por orden y clasificados
según su importancia. Facilita la fijación del tema y su
repaso porque de un solo golpe de vista, permite fijarlos
mejor en nuestra mente. Ayuda a organizar los conceptos
en las exposiciones orales. Pone en juego la capacidad
de análisis y síntesis, razonamiento lógico, precisión y
concisión en la expresión escrita y oral. Es muy útil para
aquellos textos que presentan muchas clasificaciones.

Mapa Conceptual
Es una representación gráfica, es decir, una nueva
forma de presentar los conceptos de manera jerárquica,
según el mayor o menor nivel de abstracción de los
mismos. Fue creado por Joseph Novak en la década del
’60, contiene tres elementos fundamentales: conceptos,
proposiciones y palabras-enlace.

✓ Los conceptos se refieren a acontecimientos y a


objetos. Son pensamientos expresados con
palabras comunes a una categoría de objetos,
eventos o fenómenos, designan la imagen mental
que se tiene de ellos. Nos liberan de la realidad,
pues no necesitamos ver los objetos para
nombrarlos.
✓ Las proposiciones forman una unidad de sentido
que consta de dos o más conceptos unidos por
palabras enlace, llamados también conectores.
✓ Las palabras – enlace son aquellas que se utilizan
para vincular los conceptos y además para
representar el tipo de relación que se establece
entre ellos, lo cual no significa que haya una y
sólo una palabra de enlace correcta para unir los
conceptos. Estas palabras pueden ser verbos,
artículos, preposiciones, conectores, etc.

Características del mapa conceptual:

✓ Jerarquización: los conceptos se ordenan de


mayor a menor según la importancia. Los de
mayor jerarquía, entonces se ubican en la parte
superior.
✓ Selección: antes de construir el mapa conceptual
hay que seleccionar los conceptos más
importantes (palabras clave)
✓ Impacto Visual: se relaciona con las
características anteriores. En la medida en que el
mapa conceptual esté bien elaborado, será más
claro, simple y vistoso. Por tal motivo, la
distribución espacial de los conceptos es
fundamental para su interpretación.

Gráfico:

El Informe: estructura. Escritura.

El informe es una descripción de las características y


circunstancias de un suceso o asunto, es un registro oficial
de lo acontecido en un lugar y momento determinado de la
historia, por lo que se lo encuadra dentro de los textos con
trama descriptiva.
También se lo ubica dentro de los textos
argumentativos, ya que todo informe tiene por finalidad
persuadir, convencer al lector sobre lo que se está
argumentando. Es por ello que cada elemento que se toma
en consideración debe estar claramente explicitado evitando
todo tipo de ambigüedades.
Todo informe debe contener los siguientes elementos:

✓ Título, denominación o tema.


✓ Procedencia y fecha.
✓ Destinatario: a quién va dirigido.
✓ Responsable: identificación del/ de los autor/es.
✓ Fuente bibliográfica.
✓ Objetivo, finalidad o propósito (para qué)
✓ Índice.
✓ Estructura: introducción, cuerpo o desarrollo,
cierre o conclusión.
Además, es necesario tener en cuenta a la hora de
la escritura, el empleo de oraciones cortas,
respetando sujeto-verbo-predicado; la aplicación de
un vocabulario técnico y preciso; el uso de formas
verbales simples y la corrección y reescrituras
necesarias en función de lo que se quiere decir.

Clases de Informe:

✓ Investigación
✓ Visitas
✓ Currículum vitae, entre otras.

El informe de investigación

Es un tipo de texto que brinda información sobre los


resultados de un proceso de investigación, es una actividad
social, una interacción entre el investigador ( alumno) y otras
personas.
Como características se puede citar que tiene una
lógica interior propia; presenta en forma clara y ordenada los
resultados de la investigación; refleja una estructura clara,
manteniendo una secuencia lógica.

Estructura:
 Introducción: se presentan las ideas de una
manera clara y precisa. El tema que se va a
desarrollar, el problema y las preguntas desde
donde partió la investigación, cuáles serán los
objetivos, o sea, el para qué del trabajo, el
destinatario o receptor de dicho informe, la
importancia o relevancia de la temática tratada.
 Cuerpo o desarrollo: es donde el investigador
expone los pasos que ha realizado y los
elementos seleccionados para demostrar su
hipótesis. Allí se plantea el marco teórico o
conceptual, es decir, la bibliografía desde donde
el investigador analizará el problema. Se detalla el
tipo de investigación llevada a cabo, como
también la población seleccionada con la muestra
correspondiente, si la hubiera. Se analiza e
interpreta en un orden coherente todo lo
investigado expresando los instrumentos de
recolección de datos, es decir, entrevistas,
cuestionarios, observación, etc.
 Conclusión: se ponen de manifiesto los resultados
obtenidos, los conocimientos nuevos, verificados
y pendientes para ser analizados en etapas
posteriores, si las hubiera.

Modo de Presentación de un Informe de


Investigación:

✓ Portada, es decir, una hoja que contenga:


nombre de la institución, nombre de la materia
o cátedra, nombre del docente, nombre del
alumno, curso y división, año lectivo.
✓ Título del trabajo. (centrado)
✓ El índice debe contener todos los títulos y
subtítulos del informe con las mismas palabras
y la indicación de la página donde se
encuentran. Suele ubicarse al principio o final
del trabajo.
✓ Introducción.
✓ Desarrollo.
✓ Conclusión.
✓ Bibliografía: es una lista en la cual se escriben
las características de cada una de las fuentes
consultadas por el autor sobre un tema
determinado.
El informe de visita educativa

Es un texto expositivo con trama descriptiva que tiene


como función detallar de manera clara y precisa lo
acontecido en una visita educativa.
Entre las características se puede mencionar que
presenta una forma definida y ordenada de lo sucedido
durante la visita. Refleja una estructura clara, manteniendo
una secuencia lógica y muestra un seguimiento cronológico
de los lugares recorridos.

Estructura:
✓ Introducción: se especifica la fecha y el lugar
físico, la denominación social, características del
lugar, motivo de la visita, especificando quiénes la
realizaron.
✓ Desarrollo: se describen los lugares recorridos
detallando las características propias de los
mismos, su funcionalidad según distintos aspectos
(Histórico, tecnológico, químico, físico, comercial).
Si es una empresa, el proceso productivo, las
normas de seguridad e higiene, normas de
calidad, recursos humanos y desarrollo
institucional.
✓ Cierre: se especifica el impacto que ha provocado
la visita, es decir, si se cumplieron los objetivos
planteados, las críticas tanto positivas como
negativas con las correspondientes sugerencias.
No se especifican los problemas personales que
tuvieron para realizar el trabajo.
Presentación: Idem informe de investigación.
Formato:
✓ Hoja tamaño oficio o A4.
✓ Alineación justificada. Interlineado.
✓ Márgenes: superior 4 cm, izquierdo 4cm, derecho
1,5cm, inferior 2,5cm.
✓ Páginas numeradas.
✓ Fuente 12 o 14.
Currículum Vítae

Currículum vitae o currículo vital es un informe en el que


se presentan de manera breve y exacta los datos
biográficos, estudios y trayectoria profesional, honores o
cargos de una persona.
Se suele presentar de la siguiente manera:

A. Datos Personales
- Nombres y apellido.
- Foto que muestre rostro y hombros,
preferentemente 4x4cm, ubicada en el margen
derecho, con una imagen formal y nítida.
- Lugar y fecha de nacimiento.
- Documento de identificación personal.
- Estado civil.
- Domicilio y código postal, real y legal.
- Teléfono fijo y móvil (identificando el código de
área).
- Correo electrónico.
B. Trayectoria Profesional
- Estudios cursados, grado académico, titulaciones
y universidades de origen (diplomaturas,
licenciaturas, maestrías, doctorados), se
presentan comenzando por el de mayor grado
académico.
- Publicaciones (artículos, ensayos, libros).
- Idiomas conocidos (marcando el nivel de fluidez
de comprensión, expresión y escritura).
- Experiencia laboral, indicando las actividades
desarrolladas, desde el último trabajo realizado
hasta el primero, siempre que guarden relación
con el empleo en cuestión.
- Mención de las posibles actividades a
desempeñar en relación a la formación
profesional.
- Certificación sobre exposiciones en curso,
talleres, seminarios y /o conferencias.
- Referencia de premios, distinciones, becas y/o
subsidios obtenidos, con indicación de fechas y
lugares.
C. Anexo
- Pasatiempos personales.
- Viajes culturales.
- Disponibilidad de tiempo.
- Tipo de movilidad y carnet de conducir.
- Otras informaciones que se consideren de interés
con el fin de que resulte más claro el perfil
personal.
- Participación en ONG.
- Referencias.

Currículo para el primer empleo.

A. Datos Personales

- Nombres y apellido.
- Foto que muestre rostro y hombros,
preferentemente 4x4cm, ubicada en el margen
derecho, con una imagen formal y nítida.
- Lugar y fecha de nacimiento.
- Documento de identificación personal.
- Estado civil.
- Domicilio y código postal, real y legal.
- Teléfono fijo y móvil (identificando el código de
área).
- Correo electrónico

B. Capacitación de Pre-grado

- Asistencia como estudiante a cursos, jornadas,


talleres, charlas, congresos, debates, etc

C. Reconocimientos
- Certificación de abanderado o escolta.
- Certificación de cuadro de honor.
- Certificación de participación en Centros de
Estudiantes.
- Asistencia Perfecta.
- Mejor compañero.
- Participación en concursos, olimpiadas,
torneos, muestras.
- Participación en diversas ONG, voluntariados u
otras.

D. Habilidades Desarrolladas

- Uso de Internet y Office.


- Atención al público.
- Otros idiomas.
- Práctica deportiva.
- Otras.
Bibliografía

• Jimenez de Martín, Alicia y otros . Contextos.


Itinerarios de lectura y escritura en lengua materna,
Editorial Universidad Nacional de San Juan, San Juan
2003.
• Cubo de Severino , Liliana . Leo pero no comprendo.
Estrategias de comprensión lectora. Editorial Comunic-
arte, Córdoba 2005.
• Padilla, Constanza y otros. Yo expongo: taller de
prácticas de comprensión y producción textual. Editorial
Comunic- arte, Córdoba 2007.
• Cano, Amira. Lectoescritura Universitaria, Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan,
San Juan 2012.
• Cassany, Daniel. Describir el escribir. Cómo se
aprende a escribir. Editorial Paidós, Barcelona 1989.
• Castillo, María Dolores y otro . Ahora sí puedo estudiar.
Herramientas para mejorar la lecto- comprensión.
Editorial Comunic- arte. Córdoba 2014.

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