El viñedo rojo fue uno de los pocos trabajos artísticos de Van Gogh que vendió durante su
vida.
Se exhibió por primera vez en la exhibición anual de Los XX, 1890 en Bruselas, y fue
vendido por 400 francos (el equivalente a 710 € actuales) a Anna Boch, una pintora
impresionista, miembro de Los XX y coleccionista de arte de Bélgica. Anna era la hermana
de Eugène Boch, otro pintor impresionista y amigo de Van Gogh también, que pintó el retrato
de Boch (Le Peintre aux Étoiles) en Arlés, en otoño de 1888.
Al igual que El café de noche, fue adquirido4 por el famoso coleccionista ruso Sergei
Shchukin. La obra fue posteriormente nacionalizada por los bolcheviques con el resto de la
colección de Shchukin y, finalmente, pasó a formar parte del Museo Pushkin de Moscú.
(Alberto Moral. (2014). “El viñedo rojo cerca de Arlés” (1888), de Vincent van Gogh.
2019, de onlinelicor Sitio web: https://onlinelicor.es/el-vinedo-rojo-cerca-de-arles-1888-
de-vincent-van-gogh/)
Observando los componentes de la obra se puede apreciar que la iluminación puede tener un
toque surrealista con la corriente impresionista por la que se inclinaba Van Goh el
impresionismo, a partir de este punto puede entrar la teoría del color en la cual con la
exageración de los tonos cálido aplicados en la pintura logra captar la esencia de la escena
por consiguiente la teoría del lugar puede ir ligada con la de la proporción y el tamaño ya que
el sol que despide el día con el atardecer logra mezclar los tonos de la escena y a pesar de
que puede parecer poco organizada logra tener algo de composición al jerarquizar el sol y
lograrlo captar con la acción en la escena a través de una sinfonía de colores.