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UNIDAD II

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS. ELEMENTOS DE LOS CONTRATOS.

Los contratos se pueden clasificar desde dos puntos de vista:

1. Desde el punto de vista jurídico.


2. Por su función económico social.

1. Clasificación de los contratos desde el punto de vista jurídico. En los arts. 1138 a 1143 el C.C. hace una clasificación técnica
jurídica de los contratos. La clasificación, ¿tiene carácter normativo? Tener carácter normativo implica tener imperio, es decir, cuando
se ordena algo. En este sentido, la clasificación no tiene carácter normativo. Las clasificaciones y las definiciones deben quedar en
manos de la doctrina, ya que esa labor no es propia del código. Pero es dable aclarar que la única clasificación que tiene carácter
normativo en el Código es las de los arts. 1140 y 1141 sobre contratos consensuales y reales.

A) Unilaterales y bilaterales: ubicación en los contratos plurilaterales. Contratos con prestaciones recíprocas.

Contratos unilaterales y bilaterales: esta es la distinción clásica sistematizada por Pothier y es mencionada por Vélez en el art. 1138.
a) Contratos Unilaterales: son los contratos que al momento de su perfeccionamiento (el vocablo “perfeccionamiento” es usado
como sinónimo de celebración válida), engendran obligaciones para una sola de las partes. Son contratos unilaterales: la
donación, el mandato gratuito, la fianza, el depósito, el mutuo oneroso o gratuito, el comodato y la renta vitalicia. En estos
contratos no hay interdependencia ya que existe un solo deudor y un solo acreedor, por ende, el peso del contrato está de un
lado mientras que del otro se encuentra toda la ventaja.
b) Contratos Bilaterales o con prestaciones recíprocas : son aquellos contratos que al momento de su perfeccionamiento engendran
obligaciones recíprocas, o sea, para ambas partes. Son contratos bilaterales: la compraventa, la cesión onerosa de derechos, la
permuta, la locación de cosas, de servicio y de obra, la sociedad, la donación onerosa, el mandato oneroso, la fianza onerosa, el
juego y la apuesta. En estos contratos las obligaciones a cargo de cada una de las partes están ligadas entre sí “por un nexo
lógico especial que se llama reciprocidad y que consiste en su interdependencia”.
Los contratos bilaterales imperfectos son aquellos contratos que en su origen solo engendran obligaciones para una sola de las
partes y que a posteriori de su celebración, durante la vida del mismo, nace alguna obligación para la contraparte, que
originariamente no se encontraba obligada. Así en el depósito o en el comodato, si se hicieran gastos por el depositario o el
comodatario tendientes a la conservación de la cosa, surgiría para el cocontratante la obligación de abonar esas expensas (art. 2224 y
2278, Código Civil).
La distinción entre contratos unilaterales y bilaterales es tanto de forma como de fondo.
• En cuanto a la forma:
- en los contratos bilaterales se exige el doble ejemplar, o mejor “tantos ejemplares como partes haya con un interés distinto” (arts.
1021 y correlativos);
- tratándose de unilaterales bastará con un solo ejemplar que quedará en manos del acreedor, que es quien tiene interés en la forma
escrita a los fines de la prueba de su derecho.
• Respecto al aspecto de fondo:
- Excepción de incumplimiento: solo es posible en los contratos bilaterales porque hay obligaciones recíprocas (el art. 1201 establece
que “...una de las partes no podrá demandar su cumplimiento, si no probase haberlo ella cumplido u ofreciese cumplirlo, o que
su obligación es a plazo”).
- Pacto comisorio: solo se puede dar en los contratos bilaterales; es un efecto natural, y consiste en la posibilidad que tienen las
partes de resolver el contrato ante el incumplimiento de la otra.
- Excesiva onerosidad sobreviniente: (art. 1198) solo es aplicable “en los contratos bilaterales y unilaterales onerosos”
Plurilaterales:
Algunos dicen que se trata de una subespecie de los contratos bilaterales, mientras que otros lo consideran como una
tercera categoría, al lado de los unilaterales y bilaterales.
Se considera contrato plurilateral al que tiene, originaria o potencialmente, mas de dos centros de intereses diferenciados
(partes), sin que exista reciprocidad o interdependencia entre todas las prestaciones nacidas del contrato.
La nota distintiva del contrato plurilateral está dada por la manifestación negocial proveniente de más de dos partes. Esa
pluralidad de partes es puramente eventual, dado que el mismo contrato puede subsistir con dos partes, o sea como bilateral. Las
obligaciones que de ellos emergen son múltiples en sentido cuantitativo (según el número de contratantes) pero cualitativamente
son idénticas y comunes.
De allí que ubiquemos a los contratos plurilaterales como una especie de los bilaterales, pero ello no nos impide valorar las
notas distintivas.
Diferencias entre contratos bilaterales y plurilaterales:
1) En los bilaterales surgen obligaciones correlativas para las partes (recíprocas);

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En los plurilaterales, cada parte adquiere derechos y obligaciones respecto a todos los demás.
2) En los bilaterales el dolo, la fuerza y el temor son vicios del consentimiento que provocan la nulidad, ya provengan de la
contraparte, ya de un tercero extraño al acto (arts.1157, 935 y concs. C.C.);
En los plurilaterales el vicio del consentimiento de uno de los contratantes anulará su adhesión al negocio, pero el contrato sigue
siendo válido en tanto sea posible lograr el cumplimiento del objeto o finalidad común perseguida por los demás contratantes.
3) Los bilaterales son generalmente de ejecución instantánea;
Los plurilaterales son, en cambio, de tracto sucesivo o de ejecución demorada, es decir, que se prolongan en el tiempo.
4) En los bilaterales las obligaciones de las partes presentan un contenido típicamente constante (pagar el precio el comprador,
entregar la cosa el vendedor, etc.);
En los plurilaterales las obligaciones de las diversas partes, en principio idénticas y comunes, pueden tener un objeto diferente: una
parte puede obligarse a transferir la propiedad de una cosa, otra a conceder el uso y goce de otra cosa, a entregar dinero, etc., como
ocurre a veces con los aportes de los socios capitalistas en los contratos de sociedad.
5) Los bilaterales están limitados a las partes originarias (contratos cerrados);
Los plurilaterales admiten el ingreso, o la posibilidad, de nuevas partes, así como el egreso de las partes originarias (contratos
abiertos).
6) En los bilaterales el incumplimiento de las obligaciones por una de las partes posibilita a la otra a resolver el contrato;
En los plurilaterales el incumplimiento lleva a una resolución limitada, con relación a la parte que incumplió, salvo los casos de
excepción que la ley establece (art. 1704, primera parte).
7) En los bilaterales rige la excepción de incumplimiento;
En los plurilaterales dicha excepción no se aplica, al menos con el alcance y en la forma tradicional; así en la sociedad, típico contrato
plurilateral, el incumplimiento de uno de los socios no autoriza a los demás a no cumplir sus respectivas obligaciones; el socio
incumpliente puede ser excluido (art. 1735, inc. 2) pero los demás quedan obligados a sus respectivas prestaciones.

B) Formales y no formales.
a) Contratos formales: son aquellos cuya solemnidad es taxativamente prefijada por la ley (como ejemplos de solemnidades el
Código cita: “la escritura del acto, la presencia de testigos, que el acto sea hecho por escribano público, o por un oficial público,
o con el concurso del juez del lugar”).
b) No formales: son aquellos cuya exteriorización es libre y que pueden, por lo tanto, realizarse en cualquiera “de las que el uso social
considera instrumento de manifestación admisible e inequívoca”
El concepto de forma que nos da el art. 973 del C.C es el “...conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las
solemnidades que deben observarse al tiempo de la formación del acto jurídico”. (Forma no es conjunto de prescripciones legales
sino de solemnidades prescriptas por la ley.)
Cuando no se designa forma para algún acto jurídico estamos frente a un acto no formal. Susceptible de ser realizado de la
manera que los interesados juzgaren conveniente (art. 974).

C) Onerosos y gratuitos (art. 1139). Conmutativos y aleatorios. Diferencias con los contratos que contienen obligaciones
condicionales. Diversos casos.

-Onerosos y Gratuitos.
a) Contratos onerosos: se dan cuando la contraprestación sigue a la prestación, por la ventaja que deviene del sacrificio, sin que sea
preciso una relación de equilibrio (matemático) o equivalencia entre las prestaciones.
Así como la lesión (art. 954) vela por el equilibrio originario de las prestaciones (sancionando al desequilibrio fruto del
aprovechamiento); la excesiva onerosidad cuando es sobreviniente, encuentra en la ley adecuado remedio (art. 1198, Teoría de la
Imprevisión).
b) Contratos gratuitos: son aquellos en los que hay una liberalidad o un beneficio; se da algo por nada, sin contrapartida. Ejemplo:
depósito, donación.
Existe una política legislativa en disfavor respecto a esta categoría de contratos ya que quien realiza negocios gratuitos, siguiendo un
ideal de solidaridad, caridad, beneficencia, etc., disminuye su patrimonio, puesto que salen de él bienes sin compensación alguna, y
esta merma puede llegar a atacar la legítima de los herederos forzosos, perjudicar a los acreedores y aun conducir a la indigencia al
propio autor de tales negocios, transformándolo en una carga para el Estado; de allí el disfavor con que el legislador ve tales
contratos, actitud que se traduce en preceptos que imponen formalidades.
c) Contratos incoloros: se trata de una categoría intermedia en cuanto que no se puede decir de ellos que sean exclusivamente
onerosos o exclusivamente gratuitos. Según como se los enfoque, estos contratos podrán ser onerosos o gratuitos. Así, por
ejemplo, el contrato de fianza asume carácter gratuito si es prestado por un amigo; en cambio, sería un contrato oneroso si el
fiador fuese un banco.
-Conmutativos y aleatorios.
Nuestro CC no incluye entre los preceptos que dedica a clasificar los contratos uno destinado a distinguir la categoría de los
conmutativos de la de los aleatorios; sin embargo esa distinción surge de otros artículos tales como el 1173, 1405, 2051.

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a) Contratos Conmutativos: son aquellos en que las obligaciones que asumen las partes o una de ellas son ciertas y apreciables en su
significación económica al momento de celebrarse el contrato. Las partes conocen las ventajas y desventajas que el contrato
comportará.
b) Contratos aleatorios: son aquellos en que las ventajas o pérdidas para una o ambas partes dependen de un acontecimiento futuro
e incierto.
No hay que confundir el contrato aleatorio con el contrato condicional, ya que la condición es un elemento extrínseco al
contrato que se agrega al mismo, mientras que el alea es un elemento estructural del contrato. La condición supedita la existencia
del contrato condicional, en cambio, el contrato aleatorio existe, produce efectos, pero algunas de las ventajas están supeditadas al
alea.

Clasificación de los contratos aleatorios.


1) Contratos aleatorios por su naturaleza:
a) contrato de juego (art. 2052)
b) contrato de rifa (art. 2069)
c) contrato de apuesta (art. 2053)
d) renta vitalicia (art. 2070)
e) contrato de lotería (2069)
La suerte no es sino el azar que existe en mayor o menor medida en el juego y la apuesta (art. 2054) o un medio para dividir
cosas comunes o terminar cuestiones (art. 2068)
2) Por voluntad de las partes: son aquellos contratos que en principio no son aleatorios, pero que las partes pueden hacerlos
aleatorios.
a) Contrato de compra-venta de esperanza (art. 1173): son aquellos cuyo objeto son cosas futuras, y el contrato está
supeditado a que llegase a existir la cosa, “salvo que sea aleatorio”, en cuyo caso estaremos frente a una compra-venta
de la esperanza, en la cual se debe el precio independientemente de que exista o no el objeto.
b) Contrato de compra-venta a todo riesgo, con renuncia a la garantía de evicción o por vicios redhibitorios (arts. 2098 y ss.):
son aquellos en que se compra una cosa que se sabe que está sujeta a un riesgo y el comprador la asume.
En los arts. 1404 a 1407 figuran diferentes tipos de asunción de riesgos. Se puede asumir de forma absoluta (comprar el
producido de un campo, y en caso de que no se llegue a producir nada, igualmente se debe el precio), o relativa (comprar el
producido de un campo siempre exista un porcentaje de producido).

D) Consensuales y reales. Cuestionamientos doctrinarios a la categoría de los contratos reales. Disposiciones del Código Civil.

Contratos consensuales y Reales. (Art. 1140, 1141 y 1142)


Esta distinción entre consensuales y reales fue expresamente reconocida por Vélez en los arts. 1140, 1141 y 1142.
a) Contratos consensuales: son aquellos que se perfeccionan por el mero consentimiento (art. 1140). (Ejemplos: Compraventa,
locación, mandato, fianza)
b) Contratos reales: son aquellos que además del consentimiento exigen la tradición de la cosa para perfeccionarse (art. 1141)
El art. 1142 enumera los contratos reales (enumeración no taxativa): “forman la clase de los contratos reales, el mutuo, el comodato,
el contrato de depósito, y la constitución de prenda y de anticresis”.
- mutuo o préstamo de consumo;
- comodato o préstamo de uso;
- depósito o entrega de una cosa para su custodia;
- prenda: se refiere a la prenda civil, la cual exige la tradición de la cosa.
- Anticresis, que es una forma de saldar una deuda poniendo al acreedor en posesión de inmueble y autorizándolo a percibir los
frutos.
El mutuo, el comodato y el depósito, son contratos reales, mientras que mediante la prenda y la anticresis se constituyen
derechos reales.
Hay actos que no se incluyeron en la enumeración como ser, la hipoteca y la renta vitalicia mediante los cuales se
constituyen derechos reales.

Cuestionamientos doctrinarios a la categoría de los contratos reales.


La mayoría de la doctrina impugna la razón de ser de los contratos reales, que si bien hallaba justificación en el Derecho Romano,
donde solo se reconocía efecto creador de obligaciones a las convenciones acompañadas de cierta formalidad (la entrega de la cosa)
se encuentra hoy sin sustento. Tal es así, que esta clasificación es dejada de lado por muchos códigos, que generalmente engloban a
los contratos reales dentro de los consensuales.
Validez de la promesa de contrato real: en principio, la promesa de contrato real no es válida, pero hay alguna normas en el CC que
suponen que esa promesa puede llegar a tener alguna validez: por ej., la promesa de mutuo oneroso (préstamo de consumo), a la
cual el Código en el art. 2244 le reconoce ciertos efectos (en el caso en que la promesa fuere aceptada y no fuere cumplida por el

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promitente, dará derecho a la otra parte por el término de tres meses, desde que debió cumplirse, para demandarlo de pérdidas e
intereses). Este es el único supuesto en que vale la promesa.

E) Contratos típicos y atípicos. Distintas especies de contratos atípicos. Pautas para su integración.
El Código comete el error en llamarlos nominados e innominados dado que los asimila a los típicos y atípicos, siendo que no
los son. Los contratos nominados son aquellos que tienen una denominación legal especial, y los innominados son aquellos que no la
tienen. (Art. 1143)
a) Contratos típicos: son aquellos contratos que tienen una “regulación legal”, es decir que la ley los ha reglamentado fijándoles su
contenido, efectos, exigencias, etc., ya sea en el CC o en una ley especial. Ej., contrato de locaciones urbanas.
b) Contratos atípicos: son aquellos que si bien no tienen una regulación legal surgen de la vida social en razón de la libertad
contractual (art. 1197). O sea, que si bien estos contratos carecen de “tipicidad legal”, existirá en muchos una “tipicidad social”,
es decir que la sociedad (“en situaciones no regladas legalmente”, conf. art. 17 CC) por los usos y costumbres los ira
reglamentando.

Distintas especies de contratos atípicos.


Existen diversas especies de contratos atípicos:
 Contratos Sui Generis: son aquellos que no tienen semejanza con ningún contrato.
 Unión de contratos: se combinan o unen varios contratos. Pueden ser:
o Unión externa: se trata de contratos distintos e independientes unidos solo externamente por el documento de
celebración. Ej.: en el mismo documento se celebra una compraventa y un depósito.
o Unión Interna: se trata de contratos distintos, pero considerados un todo, de modo que solo exista uno si existe el
otro. Ej.: si vendo una fotocopiadora en $5000, pero además convengo que durante un año se me pagan $100
mensuales para que le haga mantenimiento; hay una venta y una locución de obra.
o Unión Alternativa: se celebran dos contratos en forma alternativa, de modo que quedara vigente uno u otro, según
se cumpla o no determinada condición. Ej.: un jugador de fútbol va por 3 meses a probarse a un club e Italia, allí
alquila un auto pero con la condición de que si lo contratan definitivamente lo pagado por el alquiler se le imputa a
la compra del auto.
 Contratos Mixtos: son aquellos contratos atípicos que tienen elementos de distintos contratos. Estos se pueden clasificar
en:
o Gemelos o combinados: son aquellos contratos en los cuales una de las partes se obliga a varias prestaciones, que
corresponden a distintos tipos de contratos, mientras que la otra parte tiene a su cargo una única prestación. Es el
supuesto del contrato de pensión o de hotelería, donde se promete alojamiento y comida a cambio de un precio en
dinero.
o Mixtos propiamente dichos: son aquellos que contienen un elemento de otro tipo contractual; por ej., una compra-
venta a precio irrisorio e insignificante (querido por las partes), que equivale a una venta con donación.
o Dúplices o de doble tipo: son aquellos contratos cuyo contenido encaja en dos tipos contractuales distintos,
apareciendo como de una u otra especie. Sería el caso del contrato de portería, por el cual una parte se obliga a las
tareas de cuidado de un edificio, vigilancia, limpieza, etc. (locación de servicios o contrato de trabajo), y la otra a
pagar por ello una suma de dinero y otorgar el uso de una habitación para su vivienda (locación de cosa).
La variedad de estos contratos es infinita, como las necesidades a que pueden dar satisfacción. Mas allá de que no valga la
pena enumerarlos, resulta valioso mencionar algunas de las especies de mayor vulgarización:
a) Contrato de garaje: es el celebrado entre el garajista y el propietario de un vehículo o quien tiene derecho a usarlo, a los fines de la
guarda o custodia del mismo, contra el pago de un precio en dinero.
b) Contrato de publicidad: es el celebrado por un anunciador, que es quien encarga la publicidad o propaganda, con una agencia de
publicidad.
c) Contrato de espectáculo: celebrado entre el espectador, que es quien paga un precio para gozar de un resultado, y el promotor o
empresario del espectáculo, que se compromete a brindarlo de conformidad con los anuncios, carteleras, avisos, etc.
d) Contrato de exposición: es el contrato por el que mediante una suma de dinero se tiene el derecho a colocar de manifiesto al
público determinadas cosas muebles, dentro de un espacio exclusivo.

Practicidad de la distinción en típicos y atípicos.


El interés de la distinción radica esencialmente en la calificación del contrato, su integración e interpretación.
Calificar un contrato consiste en la determinar la naturaleza de una relación jurídica a efectos de ubicarla dentro de las categorías
existentes.
Interpretar un contrato es desentrañar su verdadero sentido y alcance.

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Integrar un contrato consiste en suplir las lagunas que puedan existir, es decir, integrar el contrato con aquellas previsiones que las
partes no han tenido. Para los contratos típicos se aplican las reglas supletorias diseñadas por la ley que son parte del mismo, salvo
exclusión expresa de las partes. Los contratos atípicos se integran por los usos y costumbres.
Cuando se presenta un problema de calificación, de interpretación o de integración en un contrato típico, el mismo se resuelve
acudiendo a lo que la ley prescriba.
La cuestión es saber como se resuelven dichos problemas en los contratos atípicos. Para dar solución a los mismos, se
presentan distintos criterios:
a) se aplican los principios generales de las obligaciones y de los contratos;
b) se aplica la regulación de los contratos típicos más afines, más parecidos, etc.
El criterio más correcto sería el primero siempre atendiendo a la finalidad económica del contrato.

Debe aclararse, que hay una jerarquía de criterios para la resolución de los contratos atípicos.
1º) Resolver por el principio de la autonomía de la voluntad de las partes.
2º) Aplicar los principios generales de las obligaciones y de los contratos.
3º) Aplicar la regulación de los contratos típicos mas afines siempre que respeten la finalidad económica del contrato.

F) Contratos de ejecución inmediata y ejecución diferida. De ejecución instantánea y de tracto sucesivo.

-Contratos de ejecución inmediata y ejecución diferida.


En relación al momento en el cual comienzan a producir sus efectos se distinguen los contratos en:
a) Contratos de ejecución inmediata : son aquellos en los cuales los efectos del contrato comienzan a producirse de forma inmediata a
la celebración del mismo. En estos tipos de contratos, la desigualdad de las prestaciones (desequilibrio inicial) puede dar lugar a
la aplicación de la lesión, si existe el elemento subjetivo “aprovechamiento”; la aplicación de la excesiva onerosidad
sobreviniente (teoría de la imprevisión) queda descartada.
b) Contratos de ejecución diferida: son aquellos en los que los efectos del contrato comienzan a producirse no de forma inmediata a
la celebración del mismo, sino cuando medie un lapso de tiempo. Ej., contratos sujetos a plazo, en el que los efectos se producen
a partir del vencimiento del plazo. En este tipo de contratos la excesiva onerosidad (teoría de la imprevisión) puede tener cabida.
En cuanto a la lesión esta puede jugar en el supuesto de que el desequilibrio de las prestaciones se mantenga hasta el momento
de la ejecución.

-Contratos de ejecución instantánea y de tracto sucesivo.


Atendiendo a la forma en que se realizan las prestaciones, se pueden distinguir los contratos en:
a) Contratos de ejecución instantánea: son aquellos en los cuales las prestaciones se cumplen de una sola vez, de un modo único,
suficiente para agotar el negocio y esa circunstancia puede darse de manera inmediata o diferida.
b) Contratos de tracto sucesivo o de cumplimiento continuado o periódico: son aquellos cuyo cumplimiento se prolonga en el tiempo.
Ej., locación de un inmueble. Este tracto sucesivo puede comenzar concomitantemente con el perfeccionamiento del negocio
(ejecución inmediata) o puede sujetarse a un término inicial (ejecución diferida).
No puede hablarse de tracto sucesivo en aquellos contratos en los cuales se promete un resultado; si bien el cumplimiento de la
prestación de dar (resultado previsto) se puede demorar o dilatar en el tiempo, su ejecución se efectúa de manera instantánea, como
por ej., locación de obra.

Los acontecimientos que puede provocar la aplicación de la excesiva onerosidad se darán en los contratos de tracto sucesivo y por
excepción en los de ejecución instantánea, cuando estos sean, además, de ejecución diferida.

G) Contratos directos, indirectos y fiduciarios.

a) Contratos directos: son aquellos en los que el resultado práctico o la finalidad económica del contrato se obtiene inmediatamente.
Ej., se celebra una compra-venta para intercambiar el dominio de cosa y precio.
b) Contratos indirectos: son aquellos en los que el resultado se obtiene por una vía transversal u oblicua. Hay una disonancia entre el
medio utilizado y la finalidad perseguida. Ej., la donación con el cargo de beneficiar a un tercero. Generalmente estas vías se
utilizan cuando hay algún impedimento legal: Ej., le dono a un tercero para que éste le done a mi esposa, porque el contrato de
donación entre esposos esta prohibido.
c) Contratos fiduciarios: son aquellos contratos que basados en la confianza. Consisten en la modificación de una relación jurídica
preexistente que tiende a facilitar el cumplimiento de un contrato. Ej., contrato de mandato; venta con pacto de retroventa (un
vendedor vende un inmueble a otra persona con la condición de que en un determinado tiempo le devuelva el inmueble). Es
una figura típica para el caso de préstamos de dinero.

H) Contratos entre presentes y entre ausentes.

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a) Entre Presentes: cuando las partes están en contacto directo (personalmente o por medio de representante), de modo que
la oferta y la aceptación se puedan producir coetáneamente, sin solución de continuidad.
b) Entre Ausentes: cuando las partes no están en contacto directo, sino que se encuentran separadas territorialmente y para
trasmitirse la oferta o la aceptación se valen de la correspondencia o de simples mensajeros o intermediarios, que no tienen
representación.

2. Clasificación de los contratos por su función económico-social.


Para completar la clasificación de los contratos, es necesario agruparlos desde el punto de vista de la función económica y
social que cumplen, debido al importante papel que desempeña el contrato dentro de la vida económica.
El contrato puede ser utilizado como una herramienta de cambio o de circulación de bienes, para generar crédito, para que
exista la cooperación, para satisfacer la necesidad de garantía y por ultimo la de custodia. Estas son las finalidades económico-
sociales que cumple el contrato.
a) Contrato de Cambio: son aquellos en los que se produce una circulación de bienes a través de su enajenación o disposición
(compraventa, permuta, cesión onerosa de derechos, etc.), o en virtud de esa circulación pero recurriendo a la concesión del uso
temporario de esos bienes (locación urbana, arrendamiento rural, etc.).
b) Contrato de Crédito: son aquellos en los que se concretan mediante préstamos de consumo, mutuo oneroso y gratuito, o de uso
gratuito, comodato, o entrega en guarda con derecho a usar, deposito irregular; otro tanto ocurre con el contrato oneroso de
renta vitalicia.
c) Contrato de Garantía: son aquellos contratos accesorios que brindan seguridad respecto del cumplimiento de otro contrato
(contrato principal); por ejemplo, el contrato de fianza, si el deudor no cumple, las obligaciones las cumple el fiador o garante.
d) Contrato de Custodia: son aquellos que tienen finalidad de guarda o conservación, como ocurre en el contrato de deposito regular,
voluntario o necesario (por el cual el depositante entrega al depositario una cosa para que la guarde y la entregue cuando le sea
requerida) generalmente gratuito en el ámbito civil y oneroso en el comercial; lo mismo ocurre en los contratos atípicos de
garaje y de guarda en cajas de seguridad.
e) Contrato de Cooperación: son aquellos contratos en los cuales medie una función de cooperación para alcanzar un fin
determinado. Por ejemplo, el contrato de locación de obras y de servicios; el contrato de mandato, por el cual el mandatario
contribuye con el mandante para alcanzar un fin determinado.
f) Contratos de Previsión: son aquellos contratos destinados a la prevención de riesgos; por ejemplo, la renta vitalicia, en el derecho
civil y el seguro, en el comercial, cumplen con dicha finalidad.
g) Contrato de Recreación: son aquellos contratos que aun cuando no cumplen una función económica tienen una misión de
entretenimiento o recreación de la personas. Por ejemplo, el contrato de juego y apuesta, y el contrato atípico de espectáculo
público.

Categorías no enunciadas

a) Contratos Aleatorios y conmutativos (ya explicados)


b) Contratos Individuales y colectivos
c) Contratos Discrecionales y por adhesión
d) Contratos Principales y Accesorios
a. Contratos Principales: contratos que tienen existencia y validez propia, sin depender para ello de otro contrato (Ej.
Compraventa, locación, etc.)
b. Contratos Accesorios: contratos cuya existencia y validez dependen de otro contrato al cual acompañan (Ej.
Contrato de Fianza)

2) UTILIDAD DE LA CLASIFICACION. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA TIPIFICACION LEGAL.

a) Contratos unilaterales y bilaterales


1. Doble ejemplar: Es una consecuencia propia que resulta del art. 1021 cuando dice “los actos, sin embargo, que contengan
convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactados en tantos originales, como partes haya con un interés
distinto”. Ellos supone establecer la obligatoriedad del doble ejemplar para los contratos bilaterales.
En cambio, el contrato unilateral se rige por el art. 1020 según el cual par los actos bajo firma privada no hay forma
alguna especial. Por ello, salvo los supuestos de forma exigida, como por ejemplo la donación de inmuebles, los contratos
unilaterales pueden estar consignados en un solo ejemplar. (Ej.: Deposito, mutuo, comodato).
2. “Exceptio non adimpleti contractus”: El art. 1021 establece que una de las partes no podrá demandar el cumplimiento, si
no probase haberlo ella cumplido u ofreciese cumplirlo o que su obligación es a plazo.
3. Pacto comisorio tácito: La primera parte del art. 1024 dice “En los contratos bilaterales se entiende implícita la facultad de
resolver las obligaciones emergentes de los en caso de que uno de los contratantes no cumpliera su compromiso. Mas en los

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contratasen que se hubiese cumplido parte de las prestaciones, las que se hayan cumplido quedaran firmes y producirán en
cuanto a ellas, los efectos correspondientes”
b) Contratos gratuitos y contratos onerosos.
1. Error en la persona del contratante: El art. 925 establece que también es error esencial y anula los actos jurídicos el relativo
a la persona con la cual se forma la relación de derecho.
2. Acción Pauliana: El art. 967 dice que si el acto del deudor insolvente que perjudique a los acreedores fuere a titulo gratuito,
puede ser revocado a solicitud de estos, aun cuando aquel a quien sus bienes hubiesen pasado ignorase la insolvencia del
deudor.
3. Evicción y vicios redhibitorios: La onerosidad del contrato permite invocar la evicción y los vicios redhibitorios, salvo
exclusión voluntaria por las partes.
4. Imprevisión: El instituto de la imprevisión requiere la onerosidad del contrato, pues conforme a la disposición expresa de la
ley se aplico a los contratos bilaterales conmutativos y a los unilaterales y conmutativos, de ejecución diferida o continuada.

c) Contratos conmutativos y contratos aleatorios


En esta categoría de los conmutativos es vital para aplicar además de la indicada imprevisión, la teoría de la lesión objetiva-
subjetiva establecida en el Art. 954 con el fin de pedir la nulidad o modificación del acto jurídico, en este caso del contrato, cuando
exista el profundo desequilibrio de las prestaciones al momento de celebrar el contrato.

ELEMENTOS DEL CONTRATO

1. Clasificación: Elementos estructurales, naturales y accidentales.


Elementos del Contrato. Clasificación.
A modo de introducción, cabe acotar, que en el terreno de los elementos del contrato, reina una gran anarquía, no solo en lo
relativo al alcance o significado de los vocablos sino también, lo cual es más importante, en lo relativo a saber qué elementos
integran el contrato concurriendo a su formación y validez.
 La Doctrina Clásica (Pothier) diferencia los elementos del contrato en:
I. Elementos Esenciales: son los fundamentales para que exista un contrato, sin estos no hay contrato. El Código Civil no
los menciona.
El Código civil Francés, en su art.1108, enumera cuatro “condiciones” para la validez del contrato: el consentimiento,
el objeto, la causa y la capacidad.
El Código civil español dice que son el consentimiento, el objeto y la causa.
Hay que distinguir a estos elementos en:
a) Elementos esenciales generales: están en todos los contratos, y son el consentimiento, objeto y causa.
b) Elementos Esenciales particulares: tienen que estar para que existan determinados contratos. Permite distinguir
por ejemplo una compraventa de una locación.
II. Elementos Naturales: son aquellos que ordinariamente se encuentran en el contrato y aquellos en que la ley actúa
supletoriamente a la voluntad de las partes cuando éstas nada dicen. Por ejemplo la garantía de evicción o
responsabilidad por vicios redhibitorios. Juega un papel importante la autonomía de la voluntad por que las partes
pueden reglar sobre estos elementos, y pueden por ejemplo aumentar la responsabilidad del enajenante o
disminuirla.
III. Elementos Accidentales: Son aquellos que están presentes si las partes desean incorporarlos al contrato. Son ciertas
modalidades (condición, plazo y cargo). Aquí no hay aplicación supletoria de la ley cuando las partes nada dicen y hay
una mayor plenitud de la autonomía de la voluntad de las partes.
 Otra clasificación, de Mosset Iturraspe, distingue entre:
I. Elementos esenciales o estructurales y;
II. Efectos naturales y accidentales.
En realidad toma las nociones de la Doctrina Clásica pero las encuadra de un modo diferente.

 En una clasificación más moderna de López de Zavalía, seguida por Alterini divide los elementos en:
I. Presupuestos: son todos los requisitos extrínsecos al contrato existen antes de que nazca el contrato y los deben
tener los futuros contratantes (por ej.: la capacidad, la voluntad jurídica de contratar, la aptitud del objeto). Estos
presupuestos existen independientemente de que el contrato se celebre o no.
II. Elementos: Son los requisitos intrínsecos y son constitutivos del contrato. Son las cláusulas que constituyen el
contrato, las cuales se dividen en:
- Esenciales: sujeto, objeto, causa y forma (en aquellos contratos en que se exige).

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- Naturales: son aquellas que se encuentran ordinariamente en los contratos, como las referidas a la garantía de evicción, y que si las
partes nada dicen la ley actúa supletoriamente.
- Accidentales: aparecen únicamente cuando las partes deciden incorporarlas al contrato (modalidades).
III. Circunstancias: son aquellos elementos extrínsecos y tienen relevancia durante la formación y la ejecución del
contrato. Estas están referidas al tiempo, modo y al lugar, por ej.: situación económica. De estos surge la Teoría de la
Imprevisión.

 Determinación de los elementos esenciales o estructurales:

- consentimiento (que presupone la capacidad y la forma).


- objeto.
- causa.

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