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Introducción[editar]

Vista panorámica del siglo XX[editar]


La destrucción del pasado, o más bien los mecanismos sociales que vinculan la experincia
contemporanes del individuo con las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más
característicos y extraños del siglo XX. La mayor parte de los jóvenes de este final del siglo XX
crecen en una suerte de presente permanente sin relación con el pasado del tiempo en el que
viven.
Estamos acostumbrados a concebir la economía industrial moderna en función de dos
opuestos, el capitalismo y el socialismo. El mundo que ha sobrevivido a la revolución de
octubre ( ) es un mundo cuyas instituciones y ppios básicos cobraron forma por obra de
quienes se alinearon en el bando de los vencedores (capitalismo) en la 2º guerra mundial, los
del bando perdedor no sólo fueron silenciados sino que además fueron borrados de la historia,
excepto por su papel de enemigos.
Eric Hobsbawm denomina al siglo XX corto a los años transcurridos desde el estallido de la 1º
guerra mundial hasta el hundimiento de la URSS.
A una época de catástrofes que se extiende 1914 hasta el fin de la 2º guerra mundial, siguió
un periodo de extraordinario crecimiento económico y transformación social que transformó a
la soc. humana. Esto es denominado EDAD DE ORO.
Cuando el decenio de 1980 dio paso a el de 1990, la última parte del siglo, fue una era de
descomposición, de incertidumbre y crisis para vastas zonas del mundo, como ser Africa, la ex
URSS y los países socialistas Europeos. El siglo XX conoció una fugaz edad de oro en el
camino de una a otra crisis, hacia un futuro desconocido y problemático.
El siglo XX corto, comienza con la 1º GM que marcó el derrumbe de la soc. occidental del
siglo XIX, la cual era capitalista desde el punto de vista económico, liberal en su estructura
jurídica y constitucional, burguesa x su clase hegemónica y brillante por los avances
alcanzados en el ámbito de la ciencia, el conocimiento y la educación. Además estaba
profundamente convencida de la posición central de Europa, cuna de revoluciones científicas,
artística, política e industrial cuya economía había extendido su influencia a una gran parte del
mundo, que sus ejércitos habían conquistado, cuya población había crecido formando una 3º
parte de la raza humana y cuyos principales estados constituían el sistema de política
mundial.
Los decenios transcurridos dsd la 1º GM y sus cuarenta años sucesores, fueron una época de
catástrofes para esta sociedad, cuyos cimientos quedaron quebrantados.
En efecto, se desencadenó una crisis económica mundial de una profundidad sin precedentes
que parecía poner fin a la economía mundial. Incluso los EE.UU que no habían sido afectados
x la guerra parecían estar al borde del colapso. Mientras la econ. se tambaleaba, las
instituciones de la democracia liberal prácticamente desaparecieron entre 1917 y 1942,
excepto x una pequeña franja de Europa y algunas partes de América Latina, donde
avanzaban el fascismo y sus movimientos y regimenes autoritarios satélites. Sólo la alianza
del capitalismo y el comunismo contra el fascismo (1930 a 1940), permitieron salvar la
democracia pues la victoria de Hitler sobre Alemania fue gracias al ejército rojo. Excepto por
ese breve periodo de unión, la relación del capitalismo y comunismo estuvo caracterizada por
un antagonismo irreconciliable.
Ahora el capitalismo luego de sobrevivir al triple reto de la depresión, el fascismo y la guerra,
tendría que hacer frente a la URSS, que había surgido como superpotencia luego de la 2º GM.
También se debe señalar que en la tercer cuarta parte del siglo, se terminó con 7 u 8 milenios
de historia humana gracias a las guerras.
Aunque el hundimiento del socialismo fue el acontecimiento más destacado pasada la edad de
oro, la crisis afectó a todo el mundo en formas y grados distintos, independientemente de sus
configuraciones políticas, económicas y sociales, ya que la edad de oro había creado por
primera vez en la historia, una economía mundial universal cada vez más integrada y cuyo
funcionamiento transcendía las fronteras de las ideologías estatales.
Eric Hobsbawm nombra una segunda EDAD DE ORO, pero en este caso caracterizada por el
periodo que va desde 1947 a 1973, en el cual para sorpresa de todos el capitalismo presento
un crecimiento sin precedentes tal vez anómalo. La escala y el impacto de la transformación
económica, social y cultural que se produjo en esos años, fue la mayor, la más rápida y
decisiva que existe registro en la historia.
En los años setenta, los problemas se vieron sólo como una pausa temporal al gran salto
adelante de la economía mundial, y los sistemas económicos y políticos trataron de aplicar
soluciones temporales, pero se ingresó en un período de dificultades duraderas contra las
cuales los países capitalistas buscaron soluciones radicales basadas en nuevas políticas,
diferentes a las utilizadas durante la edad de oro, las cuales no serían útiles en este momento.
Pero nuevamente en el decenio de 1980 y los primeros años de los '90, presentaron un nuevo
período de crisis económicas, el desempleo masivo, graves depresiones cíclicas y el
enfrentamiento cada vez más fuerte de las clases bajas contra las altas; los países socialistas,
en los cuales las economías eran frágiles y vulnerables, se vieron abocados a una ruptura que
llevaría al hundimiento de la URSS, con lo cual finalizaría el siglo XX corto.
En el comienzo de los años 90 la crisis no era sólo económica, sino tmb, política. Las
tensiones generadas por la economía socavaron los sistemas políticos democráticos,
parlamentarios y presidencialistas, al igual que a los sistemas políticos del 3º mundo, los
estado-nación, los cuales resultaron desgarrados por las fuerzas de la economía transnacional
y por las fuerzas infranacionales de las regiones étnicas secionistas.
Más evidente aún era la crisis moral y social, la cual no era sólo una crisis de ppios de la
civilización moderna, sino también de las estructuras históricas de las relaciones humanas que
la soc. moderna había heredado del pasado pre-industrial y pre-capitalista las cuales habían
permitido su funcionamiento.
Paralelismo entre el mundo de 1914 y el mundo de los '90[editar]

 Se cuenta con 5 o 6 millones de seres humanos más que al comenzar la 1º GM.

 El mundo es incomparablemente más rico de lo que ha sido nunca, en lo que respecta a


su capacidad de producir bienes y servicios.

 Durante algunas décadas parecía que se había encontrado la manera de distribuir de los
países más ricos, una parte de tan enorme riqueza, pero al terminar el siglo predomina de
nuevo la desigualdad.

 La humanidad es mucho más instruida que en 1914.

 A diferencia del siglo XIX largo, el período de progreso material, intelectual y moral casi
ininterrumpido, desde 1914 se ha registrado un retroceso desde los niveles que se
consideraban normales en los países desarrollados y en las capas medias de la
población.
 Se ha vuelto un elemento normal de seguridad de los estados desde 1914, la tortura o
incluso el asesinato, los cuales habían sido abolidos en la década de 1780.

 Existen 3 aspectos que diferencian el mundo de finales del siglo XX con el de 1914:

1. Ya no es euro céntrico. A lo largo del siglo se ha producido la decadencia y la caída de


Europa que al comenzar el siglo era el centro incuestionado de poder, de riqueza, de
inteligencia y de civilización occidental.
2. Entre 1914 y 1990 el mundo avanzó notablemente en el camino que ha de convertirlo
en una única unidad operativa, lo que era imposible en 1914. El mundo es ahora la
ppal unidad operativa y las antiguas unidades como las economías nacionales
definidas x una política de los estados territoriales han quedado reducidas a la
complicación de las actividades transnacionales. Este estadio alcanzado en 1990 es
la aldea global. La característica más destacada de finales del siglo XX es la
incapacidad de las instituciones públicas y del comportamiento colectivo de los seres
humanos de estar a la altura de ese acelerado proceso de mundialización.
3. La desintegración de las antiguas pautas por las que se regían las relaciones sociales
y con ella la ruptura de los vínculos gerenacionales, es decir, entre el pasado y el
presente. Esto es evidente en los países más desarrollados del capitalismo accidental
en los que han alcanzado una posición preponderante los valores del individualismo
asocial absoluto. Estas tendencias existen en todas partes x la erosión de las
sociedades y las religiones tradicionales y por la destrucción de las sociedades del
"socialismo real"

Primera parte. La era de las catastrofes.[editar]


Capítulo I. La época de la guerra total[editar]
Desde hace un siglo que no existe una guerra que involucre a todas las potencias o al menos
a una parte importante de ellas. La Primera Guerra Mundial (de aquí en adelante PGM)
involucra a todas las grandes potencias y a gran parte de los estados europeos, excepto
España, Países Bajos, Países Escandinavos y Suiza. También participaron naciones
extraeuropeas como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, y Estados Unidos, enviaron sus
tropas a tierras europeas. En 1914 se inicia también lo que se llama Era de las Matanzas,
conformada por un lado por:

 La Triple Entente: Francia, Gran Bretaña, Rusia.


 Potencias Centrales (Triple Alianza): Alemania y Austria-Hungría.
El plan alemán era aplastar rápidamente a Francia en el oeste, y después eliminar a Rusia
antes de que el Zar organizara sus fuerzas, el plan estuvo a punto de ser exitoso, sin
embargo, en el frente occidental surgen las trincheras y fortificaciones con aires defensivos
(desde el Canal de la Mancha en Flandes hasta la frontera Suiza). Entre Febrero y Julio de
1916 los alemanes intentan romper sin éxito la línea defensiva de Verdún (que contiene un
millón de bajas entre ambos bandos; la batalla de verdún se considera la más larga de la
primera guerra mundial). Al final de la guerra, los políticos se dieron cuenta que los votantes y
los ciudadanos no soportarían otra guerra como esta, lo que gatilló la actitud de Francia y de
Inglaterra entre las guerras. Al principio de la PGM, las potencias centrales manejaban la
situación y frente al avance alemán, Rusia se limitaba a la acción defensiva de retaguardia. En
los Balcanes también el control estaba en manos de las Potencias Centrales. El plan Italiano
consistía en hacer frente por los Alpes contra AustriaHungría, pero fracasan, mientras tanto,
Francia, Inglaterra y Alemania, se desangraban en el frente occidental. Rusia en tanto, se
hallaba inestable por la derrota y el imperio austrohúngaro avanzaba en su desmembramiento.
El aporte tecnológico de esta guerra es importante, ya que los alemanes utilizaron el gas
tóxico, que demostró ser monstruoso e ineficaz, los británicos fueron pioneros en el uso de
vehículos blindados (tanques), pero sus generales no sabían como utilizarlos. Ambos frentes
utilizaron los nuevos pero débiles aeroplanos. La única arma tecnológica que tuvo importancia
fue el submarino. Otra táctica fue provocar el hambre entre la población enemiga. El ejército
alemán como fuerza militar era ampliamente superior, y pudo haber sido decisiva si los aliados
no hubieran contado con los recursos ilimitados que les entregó Estados Unidos desde 1917.
Alemania a pesar de la gran carga que le suponía la alianza con el Imperio austrohúngaro,
alcanzó la victoria en el este, y consiguió que Rusia abandonara las hostilidades y la empujó
hacia su Revolución. Entre 1917 y 1918 le hizo renunciar a gran parte de sus territorios
europeos (Condiciones de Paz para Rusia en el Tratado Brest-Litovsk en Marzo de 1918).
Alemania ahora dispone de la libertad para dedicarse al frente occidental, en el cual logró
romper y avanzar en París. Sin embargo, este fue el último evite de una Alemania exhausta,
que sabía sus limitaciones y que estaba por lo tanto, al borde de la derrota. Cuando los
aliados empezaron a avanzar en el verano de 1918, la conclusión de la guerra fue sólo
cuestión de semanas; en otoño de 1918, la revolución se enseñoreó de toda Europa Central y
SurOriental, sin embargo, ninguno de los gobiernos existentes de Francia y Japón se mantuvo
en el poder. En el pasado, ninguna de las guerras no ideológicas y no revolucionarias se había
librado como una lucha a muerte o hasta el agotamiento total. En cambio, la PGM, era un
conflicto en el que sólo se podía contemplar la victoria total o la derrota total, ya que en esta
se perseguían objetivos ilimitados. En la era Imperialista, se había producido la fusión política
y la económica: Alemania quería una posición política y marítima mundial, como la poseía
Inglaterra, relegándola a un puesto inferior además de que ya había comenzado su declive.
Era el todo o nada, Francia en tanto, quería compensar su creciente e inevitable inferioridad
demográfica y económica en comparación a Alemania. Lo que consistía en un objetivo
absurdo y destructivo, que arruinó tanto a los vencedores como a los vencidos, precipitó a los
vencidos a la revolución y a los vencedores a la bancarrota y al agotamiento material:
5 Consideraciones principales de Paz después de la PGM[editar]

1. Derrumbar un gran número de regímenes en Europa y la eclosión en Rusia, de un


régimen bolchevique revolucionario alternativo dedicado a la subversión universal e
imán de las fuerzas revolucionarias de todo el mundo.
2. Controlar a Alemania que después de todo había estado a punto de derrotar a toda la
coalición aliada, que era la principal preocupación de Francia.
3. Había que reestructurar y reestablecer el mapa de Europa, para debilitar a Alemania o
para llenar los grandes espacios vacíos que se habían dejado en Europa, y en el
oriente. La derrota y el hundimiento simultáneo de los Imperios (Ruso, Austrohúngaro,
Turco). Este nuevo orden estaba basado en la creación de Estados nacionales
ÉtnicoLingüísticos, el derecho de autodeterminación de las naciones. Para el autor,
este planteamiento del Presidente Wilson son hechos por una persona que está
alejada de la realidad étnica y lingüística de las regiones que debían ser divididas en
estados nacionales, y que llevaron a conflictos que aún se apreciaron hasta finales de
los 90.
4. La política nacional de los países vencedores (Gran Bretaña, Francia y Estados
Unidos) y las fricciones entre ellos, la consecuencia más importante de esto es que
ante la molestia, el congreso de Estados Unidos se negó a ratificar el tratado de paz
de Versalles. (No quería compromisos con los bloques Europeos que pudieran quitar
libertad a las decisiones de parte de Norteamérica).
5. Las potencias intentaron conseguir un orden total, que evitara una nueva guerra. (Liga
de las Naciones).
En resumen,
1. auge revolucionario.
2. control de Alemania.
3. creación de estados nacionales
4. malas relaciones entre GB, Francia y USA.
5. evitar otra guerra tan violenta y tan sangrienta.
Salvar al mundo del bolchevismo y reestructurar el mapa de Europa eran dos proyectos que
se superponían, la táctica inmediata para aislar la revolución de estados anticomunistas era
hacer un cordón sanitario con Finlandia, las tres nuevas repúblicas bálticas, Polonia y
Rumania. El tratado de Paz, ampliaba Serbia, para crear una nueva Yugoslavia al fusionarse
con Eslovenia, que solía ser parte de Austria, Croacia (que era húngaro), y Montenegro. Se
constituyó Checoslovaquia, que viene siendo la fusión de los territorios checos (antiguo núcleo
industrial de los Habsburgo), con las zonas rurales de Eslovequia y Rutenia. Se amplió
Rumania, Polonia e Italia, que se vieron beneficiados. No obstante todos estos matrimonios
políticos tuvieron muy poca estabilidad y solidez. A Alemania se le impuso una paz con
durísimas condiciones, debido a que se le culpó de ser el único país responsable de la guerra
en el Tratado de Versalles, en conjunto con la amputación territorial y la prohibición de contar
con una fuerza aérea, la reducción de su ejército a sólo cien mil hombres, y la ocupación
militar de la zona occidental, además de que se le privó de todas las colonias de ultramar
(fuera de Alemania misma). En el mismo tratado, se creó la Sociedad de Naciones o Liga de
las Naciones que pretendía solucionar los problemas de manera pacífica y democrática, antes
de que se escaparan del control, pero fue un fracaso casi total, en especial por la posterior
negativa de Estados Unidos por integrarla, dos grandes potencias: Alemania y la URSS,
fueron eliminadas del escenario internacional y la Rusia Soviética se vio obligada a avanzar
por la senda del desarrollo en aislamiento. La situación internacional, tanto europea y de
extremo oriente- era inestable, y no se creía verdad de que la paz fuese duradera, todos los
partidos alemanes, desde los comunistas hasta los nacional socialistas coincidían en
condenar el Tratado de Versalles, por el daño que se les hizo. La causa inmediata de la SGM
(Segunda Guerra Mundial) fue la agresión de Alemania, Japón e Italia, descontentas y
vinculadas por diversos tratados desde mediados de la década del 30’. Los episodios que
desencadenan la guerra son:

 Invasión Japonesa de Manchuria (1931)


 Invasión Italiana a Etiopía (1935)
 La intervención alemana e italiana en la Guerra Civil Española
 La invasión alemana a Austria (1938)
 La mutilación de Checoslovaquia por Alemania en 1938 y la ocupación de marzo de 1939.
 Las exigencias alemanas frente a Polonia.
Por lo tanto, la causa inmediata de la segunda guerra es el quiebre de paz. A cada una de las
razones se le puede reconocer como una no acción por parte de la Sociedad de Naciones,
Gran Bretaña o Francia. La segunda guerra comenzó en 1939 como un conflicto
exclusivamente europeo. En la primavera de 1940, Alemania ya había derrotado a Noruega,
Dinamarca, Países Bajos, y Francia, con gran facilidad, como enemigo, sólo le quedaba Gran
Bretaña. El episodio se reanudó con la invasión a la URSS cometida por Hitler el 22 de Junio
de 1941, una fecha decisiva para la SGM, al tardar más de los 3 meses contemplados por
Hitler, Alemania estaba perdida, pues no tenía el sustento económico para costear una guerra
más larga y sostenerla. Por lo tanto, fueron obligados a rendirse en Stalingrado entre el verano
de 1942 y marzo de 1943. Desde esta derrota, todo el mundo daba por hecho que la derrota
de Alemania era inminente, porque la URSS invadiría a Alemania en Berlín, Praga y Viena.
Mientras la guerra se convertía en un conflicto mundial, debido a las agitaciones
antiimperialista en los territorios sometidos a GB, y el vacío en Asia dejado por el triunfo de
Hitler en Europa, permitió a Japón apoderarse de protectorados franceses, como Indochina,
Estados Unidos reaccionó a esto presionando económicamente a Japón, y Japón respondió
atacando Pearl Harbor (7 de Diciembre de 1941), entregándole al conflicto, una dimensión
mundial. La victoria de 1945 por parte de los aliados y el ejército ruso fue total, los estados
derrotados fueron ocupados por los vencedores y no se firmó una paz oficial, siendo lo más
parecido a una negociación celebrada entre 1943 y 1945, donde las potencias aliadas
(Estados Unidos, URSS y Gran Bretaña) decidieron el reparto de los despojos de la victoria.
Consecuencias La SGM significó el paso de la guerra masiva a la guerra total, ya que la
derrota ante Alemania implicaba la esclavitud y la muerte. A partir de 1914 todos los conflictos
eran o estaban relacionados con guerras masivas, parte importante de la sociedad participaba
en ellas, se usaron y destruyeron cantidades excesivas de productos, dado que una guerra
masiva exigía una producción masiva. La guerra de la modernidad no sólo debe tener en
cuenta los costos, sino dirigir y planificar la producción de guerra y toda la economía por parte
del Estado, la planificación material y la asignación de recursos eran cruciales y
fundamentales. La guerra total hizo que progresara el desarrollo tecnológico, se enfrentaban
tecnologías para conseguir armas más efectivas y otros servicios, como la bomba atómica.
Las guerras, y en especial la segunda, contribuyeron a difundir conocimientos técnicos y
tuvieron importantes repercusiones en la organización industrial y los métodos de producción
en masa, pero sirvieron más para acelerar el cambio que para conseguir una verdadera
transformación. En el caso de la URSS, el efecto económico neto de la guerra fue totalmente
negativo, tanto el sector agrario como industrial estaba en ruinas desde 1945, sólo quedaba
una vasta industria armamentística imposible de adaptar a otros usos que no fuera la guerra.
En cambio, para USA, la guerra repercutió favorablemente, ya que en ambos conflictos
alcanzó un alto índice de crecimiento, y se benefició de su alejamiento de la lucha, de su
condición de arsenal de aliados y de la capacidad de su economía para organizar la expansión
de la producción. El resto del mundo se reparte entre las dos potencias (USA, URSS). Entre
1914 y 1935, para Hobsbawm surge la impersonalidad de la guerra, se toman decisiones
remotamente, basadas en el sistema y en la rutina, por lo tanto, la llama guerra de los 31
años.

Capítulo II. La revolución mundial[editar]


La revolución fue hija de las guerras del Siglo XX. La revolución rusa es un acontecimiento
crucial para la historia del siglo XX, Hobsbawm, lo ve como que el siglo XX corto, coincide con
el ciclo vital del estado que surgió en la Revolución de Octubre. La revolución rusa originó el
movimiento de mayor alcance que ha conocido la historia moderna. 1917: Europa era una
gran cantidad de pólvora de explosivos sociales, donde la detonación podía ocurrir en
cualquier momento. Rusia, que ya estaba preparada para una revolución social desde 1870,
cansada de la guerra y al borde de la derrota, capaz de derrotar al zarismo, fue el primero de
los regímenes de Europa Central y Oriental que se hundió bajo el peso de la PGM, la
explosión se esperaba pero nadie sabía cuándo. Pero también se daba por hecho que la
revolución rusa no podía ser y que no sería socialista. No se daban las condiciones para la
transformación de esas características en un país agrario marcado por la pobreza, por la
ignorancia y el atraso: donde el proletariado industrial quería enterrar al capitalismo, según
Marx esa preparación era nula. Pero tampoco estaba preparada para una revolución burguesa
liberal. Existían dos posibilidades, que se implantaba en Rusia un régimen burgués-liberal con
el levantamiento de los campesinos y los obreros bajo la orden de unos partidos
revolucionarios o las fuerzas revolucionarias iban más allá de la fase burguesa-liberal y se
acercaban hacia una revolución permanente y más radical. Bastaron sólo 4 días de anarquía y
de manifestación espontánea en las calles para derrocar el imperio. El éxito de Lenin consistió
en pasar de ese incontrolable y anárquico levantamiento popular al poder bolchevique. Lo que
sobrevino no fue una Rusia liberal, y constitucional occidentalizada, decidida a combatir a
Alemania, sino un vacío revolucionario, un impotente gobierno provisional y una multitud de
soviets (o consejos populares) “todo el poder para los soviets”. El lema “pan, paz y tierra”,
suscitó el apoyo para quienes lo propugnaban, especialmente los bolcheviques de Lenin. En
cambio el gobierno provisional, y sus seguidores, fracasaron al no reconocer la incapacidad
para conseguir que Rusia obedeciera sus leyes y sus decretos. En junio del mismo año, el
gobierno provisional insistió en reanudar la ofensiva militar, por lo tanto el ejército se negó y
los soldados-campesinos regresaron a sus aldeas. El gobierno provisional, al que ya nadie
defendía, se disolvió con tanta facilidad que los bolcheviques no necesitaron tomar el poder,
sino simplemente ocuparlo. Dos revoluciones: caída del régimen zarista, y la de octubre, que
es cuando se crea el primer estado comunista. La revolución sobrevivió por 3 razones:

1. Partido Comunista organizado, centralizado, disciplinado y enorme


2. Era el único gobierno que mantendría a Rusa unida como Estado.
3. Los campesinos veían que las tierras quedarían en su poder si se quedaban en el lado
de los “rojos” del gobierno.
El contenido social de la revolución era vago, en 1920 los bolcheviques dividieron el
movimiento comunista internacional, estructurándolo como un nuevo movimiento comunista
internacional, una suerte de élite de revolucionarios profesionales con plena dedicación. Los
integrantes del PC ruso, desconocían cómo se difundiría la revolución al resto del mundo, tras
la estabilización de Europa y de haber sido derrotada en Asia, los intentos de organizar una
insurrección armada fracasaron por completo. La revolución social mundial pretendía apoyar y
participar en la guerra. En las generaciones post-1917 el bolchevismo absorbió a todas las
demás tradiciones social-revolucionarias o las marginó tildándolas de radicales. Ser un
revolucionario social significaba ser un seguidor de Lenin y de la Revolución de Octubre, y ser
miembro de alguno de los partidos comunistas alineados en Moscú. La segunda oleada de
revolución social mundial surgió en la SGM, al igual que la Primera oleada surgió en la PGM,
pero en la segunda ocasión, la participación en la guerra y no su rechazo fue lo que los llevó al
poder.

Capítulo III. El abismo económico[editar]


La mundialización de la economía parecía interrumpida, se hablaba de la economía estancada
o retrasada. La primera crisis después de la guerra consistió en que el ahorro privado se
esfumó, provocando una falta total o casi total de capital circulante para las empresas, dando
origen a la inflación en 1922-1923. Una gran dependencia de los países europeos en especial
Alemania, de créditos extranjeros para la reconstrucción de sus territorios luego de la PGM, lo
que conllevó a una inmensa vulnerabilidad. En 1924 la situación volvía a la calma, se reanudó
el crecimiento económico mundial.
29 de Octubre de 1929. El crack de la bolsa de Nueva York, afectó rápidamente a Alemania y
al resto de los países del mundo. Incluso en países agrario-coloniales, donde se podía vivir
algo mejor, los precios del trigo, azúcar, harina, arroz, té, etc. bajaron a tal nivel que afectó con
fuerza a esas zonas, generando desempleo. Surgen tácticas de proteccionismo a la
agricultura, pero la gran depresión económica, desterró el liberalismo económico durante
medio siglo. En tanto que la URSS estaba en un proceso de industrialización acelerada, no
había desempleo. Estados Unidos entró en la guerra siendo deudor, y salió de ella siendo
acreedor, en 1913 Estados Unidos era la mayor economía del mundo pero no la de mayor
influencia. En los años 20 era el principal exportador y tras Gran Bretaña, era el primer
importador. En tanto que Gran Bretaña y Francia debían a Estados Unidos la mitad de su
renta anual y 2/3 de la renta anual, respectivamente. En 1932 se interrumpieron los pagos,
tanto de los aliados como de Alemania, finalmente sólo Finlandia pagó todo lo que adeudaba.
La guerra y la posguerra en conjunto con los problemas políticos de Europa, sólo explican una
parte del hundimiento económico europeo, hay más razones:
1. El desequilibrio de la economía mundial. USA no necesitaba del resto del mundo,
excepto por algunas materias primas, por lo tanto, no se hizo responsable de la
economía mundial, sin embargo si lo hizo GB cuando estuvo en la posición de USA.
2. La economía mundial era incapaz de generar una demanda que sustentara la
expansión, se estancaron los salarios, y el sector acomodado fue el más favorecido,
no había equilibrio entre la oferta y la demanda, y tampoco en la productividad del
sistema industrial (empresas como Ford), dando origen a una sobreproducción y
especulación que llevó al colapso.
Consecuencias de la depresión económica
Políticas: Ante la caída económica, cualquier gobierno, fuera el partido que fuese, estaba
desestabilizado. La depresión económica sacó al Partido Comunista de la URSS, el retroceso
de la izquierda no se limitó sólo a la caída del comunismo, sino también al socialismo europeo,
que estaba entre la espada y la pared. Fuera de Europa, se dio un giro hacia la izquierda. En
Latinoamérica, las medidas y políticas se dieron hacia la izquierda, aunque fuera por breve
tiempo. En el mundo colonial, la crisis intensificó los movimientos antiimperialistas, por el
hundimiento de los precios en el que sus economías estaban basadas y porque las metrópolis
sólo se preocuparon de sí mismas, de proteger sus empleos y su agricultura, sin preocuparse
de lo que pasaría en sus colonias. En el mundo colonial, la depresión económica es el inicio
de un período de descontento político y social. Socialmente, no había esperanza de
restablecer la economía del siglo XIX, el liberalismo y la fe ya estaban obsoletos. Y por último,
habían 3 corrientes político-intelectuales preponderantes, que luchaban por ser hegemonía:

 comunismo marxista especialmente por la inmunidad de la URSS por la crisis mundial


 capitalismo reformado, ya que el liberalismo como sistema económico era incapaz de
sobrevivir
 fascismo se vio fortalecido con la depresión y ya era en este tiempo un fenómeno mundial
Capítulo IV. La caída del liberalismo[editar]
De todos los fenómenos de la era de las catástrofes, el más importante es la caída y
hundimiento de los valores e instituciones de la civilización liberal, los valores implicaban el
rechazo a la dictadura, al gobierno autoritario, promover el respeto por la constitución, la razón
como valor del estado y de la sociedad, el debate, la educación, la ciencia y el
perfeccionamiento de la condición humana. Estos valores parecían ser parte y progreso de la
vida política, sobre todo tras la PGM, casi todos los regímenes posguerra, menos Rusia, eran
parlamentarios representativos. Hasta el apogeo de las potencias del este en 1933, se registró
un proceso cada vez más acelerado de las instituciones políticas liberales. Durante el período
entre guerras no hubo nada preciso, sino acercamientos a la izquierda y a la derecha, el resto
del planeta seguía siendo colonia de algún lugar, por lo tanto estaba alejado del liberalismo, el
cual tiene su punto de retroceso cúlmine cuando Hitler se convierte en Canciller. (1933). Tras
esto, la amenaza a las instituciones liberales proviene de la derecha, hasta esta fecha, el
término totalitarismo se aplicaba sólo a los regímenes comunistas, pero de ahora en adelante
servirá para todos los sectores. Los movimientos socialdemócratas ya no son una fuerza
subversiva, y los movimientos obreros son minoría. Ahora los movimientos y el peligro vienen
de la derecha, que no solo constituye un peligro para mantener el gobierno constitucional, sino
también para la civilización de aquel entonces, el término fascismo es adecuado pero
insuficiente. Las fuerzas que derrocaron el liberalismo son de 3 tipos, primeramente se
asemejan en que todas son contrarias a la revolución social, y el origen de ellas, es una
reacción contra la subversión del viejo orden social, tienden a favorecer y privilegiar el ejército
y a la policía, que pueden ejercer la coerción física en contra de la subversión. Todos son
nacionalistas, resentidos por las guerras y las derrotas, y por no haber conseguido la
formación del imperio. Las diferencias son:
 Autoritarios/conservadores: carecen de una ideología concreta, más allá del
anticomunismo en el que coinciden y en los prejuicios, se encontraron como alianza ante
la coyuntura del período entre guerras.
 Estados orgánicos: Más que defender el orden tradicional y ser conservadores, son una
forma de resistencia al individualismo liberal y al desafío que plantea el movimiento obrero
y el socialismo. Siente una nostalgia ideológica de la edad media, donde se reconocía la
diferencia de clases y de los grupos económicos, mediante la jerarquía social, y el hecho
de que cada grupo social desempeñaba una función, y ninguna más.
Teorías corporativistas. Si bien habían diferencias entre los grupos, tampoco hay una
distinción clara, porque comparten los mismos enemigos. La iglesia católica por su hostilidad a
los estados laicos con pretensiones totalitarias debía ser considerada como adversaria del
fascismo, pero la doctrina del estado corporativo alcanzó su máxima expresión en los países
católicos. El nexo entre el fascismo, la iglesia, y los estados corporativos es el odio común a la
Ilustración del siglo XVIII, a la revolución francesa y a lo que originó, la democracia, el
liberalismo y el comunismo ateo.

Capítulo V. Contra el enemigo común[editar]


Se muestra como nacen las encuestas de opinión pública y como el presidente Franklin D.
Roosevelt las utilizó a la hora de definir el papel de Estados Unidos en la Segunda Guerra
Mundial haciendo ver que dos bloques antagonicos como Estados Unidos y la URSSS se
unieran por primera vez frente a un enemigo común: Adolf Hitler. En esta época de los 30 el
equilibrio estaba muy endeble surgiendo una serie de fricciones entre la mayor parte de los
países occidentales fascistas como Hitler y Mussolini que acusaban de debilidad a las
democracias liberales e incapaces para actuar unilateralmente contra ellos y los antifascistas
que consideraban: «El fascismo significa la guerra».
También se menciona en el capitulo como el antifascismo, por tanto, organizó a los enemigos
tradicionales de la derecha a su alrededor esto se debió a la hostilidad de los nazis hacia la
libertad académica en las universidades alemanas donde casi una tercera parte de sus
profesores renunciaron. Otro factor importante fue la guerra civil española que aunque acaba
con la victoria del Gral. Francisco Franco que no era un buen presagio contra el fascismo,
pero anticipó y preparó la estructura de las fuerzas aliadas pocos años después.
Sin embargo el sueño de la cooperación soviético-estadounidense en la posguerra, no
funcionó después de ese suceso bélico y al final aunque los comunistas trataron de establecer
una mejor relación con Estados Unidos pero se tuvieron que conformar con el apoyo de los
regímenes revolucionarios en las zonas de los Balcanes, surgiendo un nuevo conflicto llamado
"Guerra Fría".

En el capítulo sexto, «Zona de peligro», Kershaw narra el derrumbamiento del orden internacional
establecido tras el final de la Gran Guerra y analiza la configuración de las dictaduras en Europa
desde un punto de vista comparativo, centrando el foco sobre las dictaduras dinámicas, las
dictaduras basadas en la preeminencia de la ideología y en la movilización de las masas, como la
Unión Soviética, la Italia fascista y la Alemania nazi.

¿Por qué enloqueció Europa? Los cuatro jinetes del Apocalipsis identificados por Kershaw en
su historia de pesadilla son: un aumento espectacular del nacionalismo étnico racista, las
exigencias airadas y contrapuestas de revisión territorial; los graves conflictos de clase que
adquirieron mayor centralidad a causa de la Revolución Rusa, y una prolongada crisis del
capitalismo que muchos creyeron terminal. La agitación de los años de entreguerras habría
bastado para poner a prueba a un Bismarck o un Carlomagno.

La trascendental catástrofe de la Primera Guerra Mundial, dice Kershaw, se podría haber


evitado, y la segunda contienda, herencia de la anterior, fue el resultado de la cobardía
moral y el error de cálculo político tanto de Occidente como de los desenfrenados
neoimperialismos de Alemania, Italia y Japón. El autor sostiene que la Primera Guerra Mundial
se podría haber evitado si Viena hubiese castigado a Serbia con celeridad por su complicidad
en el asesinato del heredero al trono austrohúngaro. Cuando Viena envió su ultimátum a
Belgrado, tres semanas después del asesinato, Rusia, con Francia a remolque, había incitado
a los serbios a resistir en su empecinamiento.

El historiador identifica una segunda oportunidad perdida de evitar la matanza. Afirma que,
aunque Rusia empezase a movilizarse en el verano de 1914 (mucho antes que
Alemania), “una firme declaración de neutralidad por parte de Gran Bretaña podría haber
evitado incluso a última hora una guerra generalizada”. Y alude a la clarividencia de Sir
Edward Grey, Secretario de Exteriores británico, el día 3 de agosto. De pie junto al ventanal
que daba al gran patio de armas, mientras contemplaba cómo encendían las farolas de gas de
la calle, dijo: “Las luces se están apagando en toda Europa. No volveremos a verlas brillar en
lo que nos queda de vida”. Y, efectivamente, se apagaron, aunque Grey vivió para ver cómo el
continente empezaba a recorrer a tientas su senda hacia la otra guerra mundial.

Quince millones de personas murieron en la Primera Guerra Mundial, seguidos por la


Revolución bolchevique y la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron más de 40 millones
de personas solo en Europa; seis millones de judíos fueron asesinados, millones de familias
perdieron sus hogares y se cometió un sinfín de atrocidades indescriptibles a manos de
psicópatas. Nuestro aliado Stalin fusiló a casi 700.000 personas en sus delirantes purgas de la
década de 1930 y condenó a tres millones al gulag. Nunca antes, afirma Kershaw, había
aterrorizado un gobierno a semejante cantidad de compatriotas de un modo tan arbitrario y
cruel. Kershaw documenta los “ismos” de su estudio con extraordinario detalle y un
humanismo apasionado. Es tan diligente en su indagación del carácter de los hombres como
en su análisis de los movimientos, en particular del ascenso de un nacionalismo virulento
basado en una identificación más etnolingüística que territorial. Nos presenta a Hitler como el
mal en estado puro, un maestro de la manipulación de masas. E insiste en un hecho que
muchos prefieren olvidar: que, en Alemania, el dictador era “objeto de una veneración casi
divina”. Él dio al país lo que este ansiaba: venganza por la humillación de la derrota de
1918, liberación para millones de alemanes asentados en otros países, prosperidad, y orgullo
rKershaw encuentra en la reacción a la Gran Depresión otro gran error y otra marcada
resonancia de nuestros tiempos. Da a conocer los intentos económicamente vanos y
socialmente divisorios de las democracias por equilibrar los presupuestos en plena recesión.
La popularidad de Hitler y la economía de Alemania recibieron el impulso de la combinación
de creación de empleo, inversión pública, una nueva libertad de empresa y, también hay que
decirlo, represión estatal de la izquierda y los sindicatos. La asombrosa recuperación alemana
mucho antes de empezar a gastar grandes sumas en rearme, dio como resultado un país tan
fuerte que en 1939 representaba “el factor supremo de la constelación del poder en
Europa”.acial.

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