TEXTO BASE
Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años
no acabarán.
Isaías 40:28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los
confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no
hay quien lo alcance.
Por lo tanto, cuando la Biblia habla que Dios se arrepiente, debe entenderse
que la circunstancia o situación ha cambiado, no Dios. Cuando en Éxodo
32:14 y 1 Samuel 15:11-29habla que Dios se arrepiente, está simplemente
describiendo un cambio de dispensación y unos tratos externos hacia el
hombre. Podemos estar seguros de quién es Dios. Él es nuestro santo y
eterno Padre, así como lo ha sido para Su pueblo desde el principio del
mundo. Primera de Samuel 2:2 dice: "No hay santo como Jehová...” y
en el Salmo 90:2 leemos: "Antes que naciesen los montes y formases la
tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios."
Podemos estar seguros de que Dios nos ama. El amor de Dios por
nosotros es constante y seguro. Primera de Crónicas 16:34 nos dice que
Su amor es eterno: "Aclamad a Jehová, porque él es bueno; porque Su
misericordia es eterna." Y se nos asegura en Romanos 8:38-39 que
nada nos puede separar de Su amor. "Por lo cual estoy seguro de que ni
la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro.”
Podemos estar seguros del plan de Dios para nuestras vidas. Dios se
preocupa por cada uno de nosotros individualmente. Él desea lo mejor
para nosotros y quiere guiarnos en el camino de Su perfecta voluntad, la
cual empieza con pedirle que entre en nuestras vidas y que perdone
nuestros pecados. Dios, quien es perfecto, no puede soportar el pecado.
Nos ha provisto para tratar con el pecado en nuestras vidas a través de
la muerte, sepultura, y resurrección de Su único hijo, Jesucristo. Y ese
plan nunca ha cambiado. Primera de Juan 1:9 dice: “ Si confesamos
nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad.”
Una compañía de seguros de los Estados Unidos utiliza una imagen del Peñón
de Gibraltar para ilustrar la solidez y estabilidad de su empresa. Este Peñón es
una enorme e imponente formación rocosa que se erige en el océano, en el
extremo sur de España. Pase lo que pase, no cambia. Después de siglos de
veranos calientes, de helados inviernos, y de severas tormentas, el Peñón de
Gibraltar sigue allí. Dios es nuestra Roca. Su carácter, Su amor por nosotros y
Su fidelidad hacia nosotros, nunca cambiará.