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Alimentos y plantas que potencian el sistema inmunologico y la

capacidad autocurativa del cuerpo (Cancer)

La medicina naturista siempre ha dado gran importancia a la capacidad


autocurativa del propio cuerpo y a potenciar el sistema inmunológico y su
equilibrio, por lo que se ha fijado en la acción inmunológica de las plantas y
especialmente en su acción sobre el cáncer, en cuyo tratamiento la
fitoterapia es parte básica. Debe además posibilitarse que la persona esté
informada para que libremente pueda elegir su tratamiento, también a base
de plantas. De esta manera podría sintetizarse la ponencia (Fitoterapia,
inmunidad y cáncer) del Dr. Pablo Saz Peiró, director del Curso de Medicina
Naturista de la Universidad de Zaragoza, en las octavas jornadas de
Fitoterapia y Etnobotánica desarrolladas en mayo de 2004 en Madrid.
Presentada la dieta vegetariana como el mejor tratamiento preventivo del
cáncer, se subrayan las propiedades de diversos alimentos-medicamentos
con eficacia demostrada en su prevención, así como diversas plantas útiles
para estimular el sistema inmunológico, entre ellas cúrcuma, equinácea
purpúrea y uña de gato. Otras aportaciones establecen pautas sobre la
dieta nutritiva y saludable que minimice el riesgo de contraer cáncer y
suplementos y plantas que pueden constituir una ayuda; para concluir, una
breve referencia al punto de vista ortomolecular.

Tras constatar la relevancia que diferentes bases de datos norteamericanas


conceden a los estudios sobre la acción de las plantas en relación al cáncer
así como la muy extensa bibliografía existente sobre fitoterapia y
tratamiento del cáncer, el Dr. Pablo Saz Peiró considera que debe
potenciarse la capacidad del organismo para que reaccione y pueda destruir
sus propias células cancerosas: "Si el organismo no tiene esa capacidad,
prolifera el cáncer". Ha de fortalecerse la inmunidad celular, mediante
células que destruyan las células con cáncer, y la inmunidad humoral, o
anticuerpos, que asimismo puede estimularse con plantas.

Son plantas que estimulan directamente el sistema inmunológico, por sus


principios activos, muérdago (Viscum album: "Con gran experiencia sobre
ella en la medicina antroposófica"), uña de gato (Uncaria tomentosa) y
equinácea (Echinacea purpurea).

Por sus cualidades organolépticas ("Lo que se puede apreciar de una planta
con los sentidos, análisis que fue muy importante durante siglos") destacan
ajo (Allium sativum) y cúrcuma (Curcuma longa): "Plantas calientes, por el
calor que desprenden al contacto con la lengua, con efecto vasodilatador y
gran interés en cáncer, considerada enfermedad fría, además de sus
acciones directas en arteriosclerosis, hipertensión arterial y colesterol alto".

En las plantas hay principios activos como colchicina (Colchicum


autumnale), genisteína y daidceína (Soja Glycine), podophilotoxina
(Podophyllum peltatum: "Para tratar las verrugas sobre todo"),
tetrahidrocannabiol (Cannabis sativa: "Medicamento para evitar o paliar los
efectos secundarios de la quimioterapia"), vinblastina, vincristina, vindesina
y vinorelbina (Catharanthus roseus: "Para el tratamiento de linfomas,
enfermedad de Hodgkin y leucemias infantiles"), etc., que son, según Saz
Peiró, de los tratamientos más eficaces a nivel de quimioterapia. Los
principios activos de las plantas es el aspecto más investigado por
laboratorios que buscan patentes comerciales, que duran 8 años, y
eneficios económicos en base al desarrollo de principios activos
modificables, a la vez que se denigra la planta de donde salió ese principio
activo: "Pero es muy probable que la potencia curativa la tenga la planta
entera, ..., El potencial de la planta está en la combinación armónica de
varios principios activos que se dan de forma natural en la planta", en
palabras del Dr. Saz.

El ácido betulínico de Betula alba (abedul), por ejemplo: "Inhibe las líneas
celulares del melanoma humano, ..., Pronto estará prohibido utilizar la
planta de abedul porque existirá un medicamento patentado". Igualmente,
beta-lapachona y lapachol de Pau d'arco, que es un tratamiento
comprobado para determinados cánceres, con efectos secundarios por ser
fuerte anticoagulante: "Se venderá como medicamento, con el mismo
fecto, en la farmacia". O los glicóxidos del ácido quinóvico e isorincofilina de
Uncaria tomentosa (uña de gato), que es de lo más efectivo como
estimulante del sistema inmunológico. Y lectina de Viscum album
(muérdago), que inhibe el crecimiento tumoral y estimula el sistema
inmunitario, y que resulta muy caro debido a la patente del principio activo
durante 8 años. O paclitaxel y docetaxel de Taxus baccata (tejo inglés):
"Eficaz planta en cocimiento para inhibir los tumores, cuyos taxoides son
tratamiento habitual del cáncer en quimioterapia".

Sin desdeñar la parte mágica de las plantas o culturas de medicina mágica


("También utilizan el conocimiento de los principios activos y,
sorprendentemente, la forma de relacionar la enfermedad y la planta ha
servido muchas veces de base para la búsqueda de nuevos medicamentos o
ha proporcionado nuevas perspectivas sobre la enfermedad y sobre el
medio ecológico de la planta"), que están siendo investigadas y recogidas
por diferentes multinacionales farmacéuticas.

Es también importante el papel de las plantas en la medicina de la


evidencia: "En cirugía, quimioterapia, ..., hay muchas formas descartadas
en la práctica por la medicina de la evidencia, que es la utilización de la
medicina alternativa por los pacientes, mediante un repaso de los estudios
existentes sobre una planta o un tratamiento determinado y su grado de
eficacia. En la Universidad de Texas a la persona se le presenta lo que se
onoce para que elija en base a esa información".

Dieta vegetariana y cáncer

Para el Dr. Saz Peiró, el mejor tratamiento preventivo del cáncer, lo que ya
es aceptado por cardiólogos y oncólogos, es la dieta vegetariana, en la que
encontramos: "Alimentos en los que se han investigado principios activos
que actúan como alimentos medicamentos, muchos de ellos por la acción de
sus principios como potentes antioxidantes, efecto que está relacionado
directamente con la mejor capacidad inmunológica de los pacientes y con
la supervivencia de los mismos".

En consecuencia considera que, además de preventiva, la dieta vegetariana


debe ser dieta básica en cualquier servicio de oncología. Tras el muy
elevado número de estudios realizados al respecto, se constata que las
personas vegetarianas apenas padecen cáncer, lo que pone de manifiesto
su relevancia como prevención primaria. No menos importante resulta su
papel como prevención secundaria, si ya se ha tenido cáncer, y como
prevención terciaria cuando ya han sobrevenido fases de metástasis.

Sin olvidar además que: "Las dietas hipocalóricas alargan la vida y mejoran
el sistema inmunológico".

ALIMENTOS MEDICAMENTOS

Acto seguido, Saz Peiró explica las propiedades de diversos alimentos-


medicamentos, de los que afirma: "Los compuestos de estos alimentos no
han demostrado curar totalmente el cáncer, pero sí han demostrado gran
eficacia en su prevención. También han demostrado participar en muchos
regímenes de la gente que ha curado su cáncer, y están catalogados dentro
de la curación espontánea o natural del cáncer".

- Ajo: Preventivo en medicina china, el ajo inhibe el helycobacter pylori y


previene el cáncer de estómago. Según Peiró, en 1952 científicos soviéticos
tratan con éxito tumores en humanos y en 1987 se comprueba en Estados
Unidos que tomar ajo crudo estimula en el sistema inmunológico la
capacidad de las células asesinas que atacan a las células cancerosas.
Comparada en China la incidencia de cáncer entre consumidores y no
consumidores de ajo por 100.000 habitantes, en los consumidores hay un
3,4% de cáncer de estómago y un 40% en quienes no toman ajo. Además:
"Utilizando aliína sintética no hay ningún efecto sobre el tumor, lo que sí se
consigue con el ajo crudo".

- Albaricoque: "Probable agente anticanceroso, especialmente con cáncer de


pulmón o con los asociados a contaminación o tabaco", de la semilla del
albaricoque se extrae laetriel o amigdalina, sustancia tóxica pero ensayada
con éxito en el tratamiento de algunos cánceres. El albaricoque es rico en
betacaroteno, que ayuda a reducir el cáncer de pulmón y mejorar el sistema
inmunológico, y en licopeno, que es antioxidante.

- Algas marinas Kelp: Para la tradición egipcia y china, expone Peiró, el kelp
marrón cura el cáncer. En 1981 Jane Teas, de la Facultad de Salud Pública
de Harward, desarrolla la teoría de que las mujeres japonesas tienen menos
cáncer por tomar algas en su dieta, comprueba que en un tercio
consumen algas laminarias y defiende que fucoidina es una de las
sustancias responsables de la acción antitumoral. Posteriormente, en 1985
y 1986 se estudian otras algas, wakame por ejemplo, y se comprueba que
protegen de los tumores por estimular el sistema inmunológico. Se toman
en ensalada o en guisos con arroz.

- Arroz: "Al ser una semilla", sostiene, "el arroz contiene niveles elevados
de inhibidores de las proteínas, que inhiben la acción de los oncogenes". En
1981 se patentan tres productos a base de arroz que detienen el cáncer
intestinal en ratones.
- Batata: Junto a la calabaza y la zanahoria, se considera a la batata
preventiva del cáncer de pulmón. Acerca de los principios activos que
podrían ser responsables de esta acción, Pablo Saz se refiere al
betacaroteno, los inhibidores de las proteasas y los polifenoles, que junto
con otros componentes se comportan como antioxidantes.

- Brócoli: El brócoli contiene gran cantidad de sustancias que se consideran


antídotos contra el cáncer, como indoles, glucosionalatos, betacarotenos,
clorofila, monoterpenos.

- Cebada: "Los inhibidores de las proteasas de la cebada atacan a los


agentes causantes del cáncer intestinal".

- Cebolla: Se ha conseguido aislar el propil-sulfuro de la cebolla, que


bloquea las enzimas que activan el cáncer. Recomienda ingerirla en
ensalada.

- Col: El Dr. Saz se refiere a la col como "El gran vegetal para prevenir el
cáncer, rico en carotenos. Clorofila, indoles, glucosinolenos, aflatoxina,
monoterpenos y sulforano impiden la acción de las células tumorales".
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos,
han verificado en células humanas con cáncer de mama que unos
compuestos del brecol denominados indoles se convierten en el estómago
en dindolilmetana (DIM) que impide la división y reproducción de las células
cancerosas y promueve su muerte, así como que una sustancia química que
se produce al digerir verduras como brécol y col puede inhibir el crecimiento
de las células del cáncer de próstata: "Verduras como brécol, coles de
Bruselas, col y coliflor son ricas en indol-3-carbinol, sustancia que el
organismo convierte en DIM durante la digestión. En tumores de próstata,
la inhibición androgénica es el mecanismo clave por el que actúa el DIM".

- Higo: Se conoce desde la más remota antigüedad la utilización del fruto de


la higuera o Ficus carica contra el cáncer. Se ha aislado una sustancia,
benzoaldehído, y abundantes bioflavonoides que actúan como
antioxidantes, y se ha comprobado la eficacia de los higos en animales y
personas: "La cura de higos ha sido tradicional en la medicina naturista, se
comenzará por tomar un kilo por día repartido en tres comidas,
aumentando paulatinamente hasta tres kilos al día, para luego disminuir
hasta el final de la cura, de cinco a siete días".

- Legumbres en grano: Entre ellas alubias, frijoles, garbanzos y lentejas,


que: "Al ser ricos en inhibidores de las proteasas, pueden desactivar los
oncogenes e impedir la formación de metástasis sobre todo con las
saponinas".

- Limón y lima: La vitamina C como antioxidante y la pectina de la cáscara


de limón y lima protegen o inhiben factores cancerígenos como las
nitrosaminas: "Se ha considerado que la pectina podría inhibir las
metástasis del cáncer de próstata".
- Lino: Las semillas de lino contienen lignanos, antioxidantes y ácidos
grasos omega 3, de acción anticancerosa sobre todo en tumores del aparato
digestivo y cáncer de próstata.

- Lúpulo: "El lúpulo contiene xanthohumue, sustancia hormonal de acción


anticancerosa".

- Manzana: El jugo fresco de manzana es muy rico en ácido caféico o


clorogénico, de gran eficacia para inhibir la formación de tumores en
animales de laboratorio a los que se había inyectado potentes
carcinogenéticos. La piel de manzana puede inhibir el proceso tumoral: un
equipo de investigadores de Nueva York que analizó el efecto sobre células
de cáncer de colon concluye que las manzanas, especialmente en la piel,
tienen elementos antioxidantes y anticancerígenos que inhiben la
proliferación celular.

- Melón: El interés del melón radica en su riqueza en betacarotenos.

- Nabo: El nabo es muy rico en glucosinolatos como isotiocianatos, luteína y


zeaxantina; y sus hojas verdes sobre todo crudas contienen betacaroteno y
clorofila que pierden parte de sus propiedades al cocer. Pueden utilizarse
mezcladas con otros jugos, por ejemplo de remolacha roja, rica en
flavonoides, alantoína y colina.

- Nueces: Las nueces son ricas en principios que inhiben las proteasas, y en
polifenoles.

- Patata: De acuerdo con Pablo Saz, la patata cruda es rica en inhibidores


de proteasas y en ácido clorogénico, que protegen del cáncer, mientras que
cuando las patatas se vuelven viejas el proceso se invierte y aparecen
sustancias cancerígenas.

- Setas: "El shiitake, el enoki, la seta ostra, estimulan el sistema


inmunológico y el interferon, e interfieren en el crecimiento de tumores".

- Soja: Por la genisteína, la soja incrementa los inhibidores de las


proteasas.

- Sandía: La sandía resulta interesante por su contenido en betacarotenos y


licopeno.

- Té: Los taninos del té verde inhiben las nitrosaminas, la catecina y


teaflavinas.

- Tomate: Tal y como el Dr. Saz Peiró transcribe, del análisis de 72 estudios
que examinan la relación entre el cáncer y el consumo de tomate, Edward
Giovannuci, de la Facultad de Medicina de Harward en Boston, concluye: "El
consumo de tomates crudos y productos que los contienen como salsas,
zumos, sopas, etc., reduce sustancialmente el riesgo de numerosos
cánceres, en especial el de próstata, pulmón y estómago., ..., El tomate es
rico en varias sustancias fitoquímicas con propiedades anticancerígenas,
que conducen a la formación de carotenoides, como el licopeno, compuestos
que protegen a las células de los efectos de la oxidación, ..., Aunque el
procesado del tomate no parece disminuir su efecto benéfico, muchos
alimentos procesados que contienen tomate también incluyen grasas y
azúcares no saludables". El metaanálisis también sugiere beneficios en los
cánceres pancreático, colorrectal, esofágico, oral, de mama y cervical.

- Uva: En 1927 A. M. Leihstein prescribe el tratamiento a base de uvas para


el cáncer y en 1928 la paciente Johanna Brandt asegura en su libro La cura
de uva que se ha curado de un cáncer de abdomen. Saz Peiró afirma que
polifenoles, ácido cafeico, flavonoides y resveratrol han demostrado su
eficacia en animales: "Después de desarrollar resistencia a la quimioterapia,
las células tumorales continúan reproduciéndose, ... Muchas células
tumorales cultivadas evitan la muerte cuando se someten a agentes
antitumorales de la uva, se reduce el crecimiento tumoral y los ratones son
susceptibles a la quimioterapia y en algunos casos desaparece el tumor
después del tratamiento. Según Albert S. Baldwin, profesor de Biología de la
Universidad de Carolina del Norte, las terapias que combinan fármacos y
dieta se muestran prometedoras, ya que incluir resveratrol en la
alimentación puede aportar grandes beneficios".

Saz Peiró añade unas pautas sobre la cura de uvas, que cuenta con una
gran tradición en medicina naturista, y que puede realizarse tanto con uvas
como con zumos. Si es posible deben ser de cultivo biológico y bien
maduras. Las uvas más dulces son las más energéticas, y las más ácidas las
más depurativas. La dosis para los adultos oscila entre 2 y 4 kg. diarios,
tomadas en intervalos cada 2 horas. Los lactantes mayores de 6 meses a
quienes se haya introducido ya la fruta también pueden realizar la cura de
uvas junto con la lactancia materna, al principio deben tomar unas pocas
cucharadas de zumo y luego aumentar progresivamente la dosis. Los
estreñidos deben tomar la uva con piel por su efecto laxante, pero si se
tiene el estómago delicado no debe tomarse la piel. Las uvas deben
masticarse muy despacio. Sobre la duración: "El Dr. Ángel Bidaurrázaga
dice que la cura de uvas no debe durar menos de 3 semanas". La cura de
uvas conviene practicarla anualmente, tanto enfermos como sanos. Igual
que en el ayuno, en la cura de uvas aparecen crisis que se manifiestan
como dolor de cabeza, lengua blanca, mal sabor en la boca, debilidad, etc.
Hay quienes recomiendan 1 o 2 días de ayuno antes de comenzar la cura de
uvas. Una vez terminada la cura de uvas, se debe empezar a comer
también otras frutas, disminuyendo paulatinamente las uvas y aumentando
las restantes frutas, teniendo en cuenta que conviene tomar una sola clase
de fruta en una comida, luego se puede comer hortalizas y cereales y por
último legumbres pero sin olvidar las incompatibilidades alimenticias.

- Zanahoria: "Los alfa y betacarotenos de la zanahoria reducen la


posibilidad de padecer cáncer de pulmón. En ayunas detiene el cáncer
hepático", en palabras del Dr. Saz Peiró, que recomienda tomar un vaso de
jugo fresco y de cultivo biológico al día.

PLANTAS ÚTILES PARA ESTIMULAR EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

En su intervención el Dr. Saz Peiró subrayaba diversas plantas útiles para


estimular el sistema inmunológico, directamente por sus principios activos
como muérdago, uña de gato y equinácea purpúrea, o por sus cualidades
organolépticas como ajo y cúrcuma. Muérdago (Viscum album) está incluída
en el Anexo de la 2225 Orden SCO/190/2004, de 28 de enero, del Ministerio
de Sanidad y Consumo, que establece la lista de 197 plantas "cuya venta al
público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad", en vigor
desde el 6 de mayo de 2004. Por otra parte, el propio Saz Peiró describía
las características del ajo (Allium sativum) en el contexto de las
propiedades de los alimentos medicamentos. Añadimos por tanto, a
continuación, una referencia suficientemente documentada sobre las tres
plantas restantes: Cúrcuma (Curcuma longa), Equinácea purpúrea
(Echinacea purpurea) y Uña de gato (Uncaria tomentosa).

CÚRCUMA (Curcuma longa)


Planta herbácea perenne de hojas anchas, de la familia de las
zingiberáceas, que crece hasta casi un metro de altura, originaria del
sudeste de Asia y muy cultivada en India, China, Indonesia, Jamaica, Haití,
Filipinas y otros países tropicales. Introducida en regiones templadas de
Europa, crece sobre suelos húmedos, ricos y arcillosos. En su composición
destacan curcuminoides o colorantes, arabinogalactano, polisacáridos, sales
potásicas y aceite esencial rico en carburos terpénicos y cetonas
sesquiterpénicas.

Se utiliza el tallo subterráneo o rizoma, seco y en polvo, con olor y sabor


discretamente amargo, aromático y cálido, al que tradicionalmente se
atribuye efecto colerético, colagogo y estimulante del apetito. El ayurveda,
sistema curativo tradicional de India, recomienda cúrcuma como tónico
general, los médicos chinos para tratar problemas intestinales y hepáticos,
y en occidente se utiliza más en trastornos inflamatorios como artritis
reumatoide.

Tras especificar sus acciones, antiinflamatoria (en inflamación aguda y


crónica), hepatoprotectora, antiulcerosa (reduce la secreción) y
citoprotectora (protege la mucosa gastroduodenal frente al jugo gástrico
mediante un aumento de la secreción de mucina), de acuerdo con el
Vademécum de Fitoterapia son indicaciones de la cúrcuma dispepsia hiper o
hiposecretora y meteorismo, úlcera péptica, dolor e inflamación de artritis
reumatoide, amenorrea, dismenorrea, diarrea, epilepsia y problemas
dermatológicos. Contraindicada si hay obstrucción de las vías biliares.

El Dr. Josep Lluis Berdonces considera a la cúrcuma una raíz caliente que
abre las obstrucciones, eficaz diurético en ictericia y contra las
destemplanzas frías de hígado y bazo, recomendada para tratar cálculos
biliares por estimular la secreción biliar, con acción espasmolítica útil en
colecistitis y colelitiasis, a menudo devuelve el apetito y puede ser un
complemento para tratar el colesterol.

Sobre la actividad antiinflamatoria, los doctores Arthur Roberts y Mary


O'Brien indican: "Se cree que la cúrcuma reduce la inflamación
disminuyendo los niveles de histamina y estimulando las glándulas
suprarrenales para aumentar la producción de cortisona, una hormona que
reduce la inflamación". Afirman que es un fuerte antioxidante que protege
ante el deterioro hepático, cuya actividad antiagregante plaquetario puede
mejorar la circulación y ofrecer cierta protección ante ataques cardíacos y
apoplejía, y que los compuestos amargos de la cúrcuma estimulan el flujo
de bilis y otros jugos gástricos y alivian la indigestión, gases y otros
problemas intestinales. Además: "En el tubo de ensayo la curcumina
destruye algunos tipos de células cancerígenas. Se necesita más
investigación para determinar si la cúrcuma es un potente agente
anticancerígeno".

Según el Dr. John Heinerman en Samoa se utiliza para trastornos de la piel


como úlcera cutánea, aliviar dolores y picazones causados por dermatitis,
eccema y soriasis (al respecto señala: "En irritaciones producidas por
pañales, el rizoma en polvo se espolvorea sobre las palmas de las manos y
se frota con delicadeza sobre la piel del bebé. En otros casos se mezcla con
aceite de coco y se aplica suavemente sobre las inflamaciones"), y en India
para afecciones de ojos y oídos. La cúrcuma alivia y detiene las hemorragias
durante el embarazo, sus propiedades antiinflamatorias alivian en artritis,
torceduras, contusiones y fracturas, y es beneficiosa para reducir el nivel de
colesterol y prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Consumida en
las etapas iniciales de ciertas formas de cáncer previene el desarrollo de
mutaciones de células, es útil en diabetes e inhibe los gases estomacales:
"Tomar entre media y una cucharadita de cúrcuma en una taza de agua
caliente para aliviar las molestias provocadas por acidez estomacal e
indigestión".

La Dra. Ana Ramírez Boscá concluye que la cúrcuma tiene actividad


hepática (antioxidante, protege ante toxicidad hepática y mejora los
parámetros serológicos de hepatitis aguda y crónica) y digestiva (contribuye
al mantenimiento del ph gástrico y al reducir la secreción ácida protege la
mucosa gástrica y previene determinadas úlceras), inmunomoduladora
(antiinflamatoria e inmunoestimulante, mejora la detoxificación de
carcinógenos e inhibe células tumorales y sustancias catalogadas como
promotores carcinogenéticos en cáncer oral y gástrico, tumores de piel y
colon), y sobre el metabolismo lipídico y glucídico (hipolipemiante, eleva el
nivel de HDL colesterol y disminuye el número de triglicéridos, e
hipoglucemiante), antiinflamatoria (efecto analgésico en reumatismo,
artritis reumatoidea y tendinitis) y antiinfecciosa. Es útil asimismo en
afecciones cutáneas como soriasis, y en uso externo para cicatrizar y
desinfectar heridas y en reumatismo y esguinces.

Colorante culinario, la cúrcuma es uno de los principales condimentos del


curry, integrado además por pimienta, coriandro, canela, jengibre, clavo de
olor, cardamomo, pimiento, comino y nuez moscada, que, previene Ana
Ramírez: "Debe tomarse con moderación pues puede provocar efectos
irritativos sobre la mucosa gástrica".

EQUINÁCEA (Echinacea purpurea)


Planta perenne de la familia de las compuestas, de entre 60 y 150 cm. de
altura, originaria de praderas del centro de Estados Unidos, donde los indios
sioux y otros utilizan desde hace siglos equinácea por sus propiedades
antisépticas en heridas, picaduras de insectos y serpientes e internamente
para tratar dolor de muelas y encías, molestias de estómago, resfriados,
infecciones como sarampión, sífilis y gonorrea, paperas y artritis, y como
estimulante general.

Los emigrantes europeos incorporan la planta a sus tratamientos habituales


para mordedura de serpiente, reumatismo y dolor de cabeza y se exportan
a Europa preparados a base de equinácea. Entre 1830 y 1930 los médicos
eclécticos americanos promueven su uso como purificador sanguíneo para
enfermedades venéreas y tratar jaquecas, reumatismo, tumores, paludismo
y hemorroides. A partir de 1930 se cultiva en Alemania y otros países
uropeos, Australia, Nueva Zelanda, China, etc. Son constituyentes
principales ácido achicórico, alquilamidas, polisacáridos, glucopreteínas,
poliacetilenos, aceite esencial, derivados del ácido caféico, flavonoides y
arabinogalactano.

Según el Vademécum de Fitoterapia la equinácea actúa sobre el sistema


inmunitario: estimula la fagocitosis, induce la producción de citocinas,
estimula la proliferación linfocitaria, inhibe la síntesis de prostaglandinas,
leucotrienos y hialuronidasa, y tiene actividad cicatrizante de heridas,
antiviral, antibacteriana y antifúngica. Indicada en prevención y tratamiento
de enfermedades infecciosas crónicas o recurrentes de origen viral del
tracto respiratorio superior como resfriado común y gripe, y del tracto
urogenital o vías urinarias inferiores, con excelente tolerancia. En uso
externo coadyuva para tratar heridas de difícil cicatrización y ulceraciones
crónicas.

Astrid Van Ginkel precisa que equinácea incrementa las defensas del
organismo mediante una estimulación no específica del sistema inmune que
aumenta la resistencia en infección aguda y crónica y disminuye el riesgo de
infección, interna y externa, por lo que le confiere una importante acción en
septicemia, furunculosis, carbúnculos, abscesos, diviesos, amigdalitis,
faringitis, nasofaringitis, sinusitis crónica y aguda , y externamente en acné,
inflamaciones, llagas y úlceras de decúbito.

Luis Redondo Márquez señala que infinidad de trabajos experimentales y


clínicos realizados con equinácea demuestran que es una alternativa real
como tratamiento complementario de enfermedades infecciosas, con una
excelente tolerancia, que contribuye a estimular nuestras defensas y
prevenir cuadros infecciosos de carácter crónico-recidivante.
Inmunomodulador que influye sobre células inmunocompetentes
(granulocitos, monocitos o macrófagos, linfocitos) a través de las cuales se
activan mecanismos de protección frente a agentes extraños como virus,
bacterias, etc., eleva el número de leucocitos en sangre y estimula la
quimiotaxis o emisión de granulocitos, estimula el sistema inmunológico
inespecífico, macrófagos y granulocitos sobre todo, que elevan su capacidad
fagocítica sobre virus, bacterias y células tumorales mediante un efecto
opsonizante o de combinación con ellos. Potencia la liberación de citoquinas
como el factor de necrosis tumoral y diversas interleuquinas. Aumenta la
liberación de radicales de oxígeno por los macrófagos, destinados a destruir
elementos estructurales de los microorganismos como ADN, ARN, proteínas,
lípidos, ... Estimula los linfocitos T colaboradores y ejerce una actividad
virustática, por un efecto tipo interferón.
Arthur Roberts y Mary O'Brien añaden que la planta estimula la respuesta
del sistema inmunitario y hace que el organismo aumente la producción de
leucocitos defensivos, para luchar contra los organismos infecciosos, y de
interferón, compuesto natural de lucha antivírica: "También parece que la
equinácea estimula el sistema inmunitario para responder a las amenazas
internas, por ejemplo buscando y destruyendo las células precancerosas
mutantes. Cuando se aplica a la piel en forma de ungüento o loción, acelera
la curación de forúnculos, abscesos, herpes labiales y otras infecciones
menores. Las gárgaras con equinácea pueden aliviar el dolor de garganta y
acelerar la curación de pequeñas úlceras en labios y boca".

UÑA DE GATO (Uncaria tomentosa)


Arbusto de la familia de las rubiáceas que puede medir hasta 30 metros y
formar enredaderas al trepar a los árboles entre los que crece en la
Amazonía peruana y otras selvas del centro y sur de América. El nombre de
uña de gato se debe a las espinas de los tallos, ganchudas y leñosas,
dirigidas hacia abajo y no retorcidas, de hasta 2 cm. de largo. En su
composición hay alcaloides oxindólicos, heterósidos del ácido quinóvico,
triterpenos, esteroles, ácidos ursólico y oleanólico, polifenoles y proantocia-
nidinas.

Según el Vademécum de Fitoterapia, probada acción inmunoestimulante,


antiinflamatoria y antiviral, demostrada efectividad sobre el dolor en artritis
reumatoide, estimula la fagocitosis, protege del daño neuronal y beneficia la
memoria deteriorada por disfunción de los sistemas colinérgicos, estimula la
reparación de DNA, la respuesta mitogénica y la recuperación leucocitaria
tras quimioterapia, en estudio su posible efecto antiproliferativo en el
cáncer de mama. Indicada en procesos inflamatorios osteoarticulares,
coadyuva en tratamiento quimioterápico, depresión inmunológica e
infecciones recurrentes.

La Dra. Lida Obregón Vilches indica que es una planta cálida dentro del
concepto térmico frío/calor de la Medicina Tradicional Peruana, que utiliza la
corteza, raíces y hojas de uña de gato, sola o combinada con otras plantas
como sangre de drago, en diversos procesos inflamatorios (artritis, gastritis,
inflamaciones dérmicas y en vías génito-urinarias), asma y alergia, úlcera
gástrica, diabetes, tumores, enfermedades degenerativas como cáncer del
tracto genital femenino, broncopulmonar, gástrico, etc., procesos virales,
irregularidades del ciclo menstrual, convalecencia y debilidad general,
gonorrea y disentería. En uso externo se utiliza el macerado en alcohol de la
planta en frotaciones y cataplasmas para tratar artritis, enfriamientos y
contusiones.

Atribuída la existencia de diversas patologías tumorales, entre otras causas,


a la acción mutagénica del oxígeno activo y los radicales libres, a los que se
relaciona con procesos cancerígenos y con el proceso de envejecimiento,
constituye un vasto campo de investigación científica la presencia de
antioxidantes, y sus mecanismos de acción, en alimentos, frutas, hierbas,
hortalizas, etc. Estos antioxidantes naturales reducen o eliminan directa o
indirectamente el efecto mutagénico de muchas sustancias químicas.
Diversas investigaciones han determinado la actividad antimutagénica de
Uncaria tomentosa, que podría deberse a un efecto antioxidante. Lida
Obregón concluye que es evidente la acción antiinflamatoria,
inmunoestimulante y antimutagénica de uña de gato.

Alexis Rosell afirma que es una planta conocida desde hace siglos por las
comunidades indígenas peruanas, pueblos precolombinos entre los que se
consideraba la uña de gato una planta mágica y saludable, utilizada
actualmente por los campesinos para curar tumores, indisposiciones
digestivas, infecciones, artritis y alergias. Resume que Uncaria tomentosa
es inmunoestimulante útil en cáncer, sida, candidiasis, herpes y sarcoma de
Kaposi, antiinflamatoria útil en artritis reumatoide, artritis diversas, bursitis,
reuma, lupus y fibromialgia, antirradicales libres eficaz en procesos
inflamatorios, cancerosos, febriles y exposición a radiaciones ionizantes,
antimutágena y citostática (evita las metástasis), antiviral útil contra herpes
genital y zóster, resfriado común, sinusitis, otitis, virus de estomatitis
vesicular y conjuntivitis, desintoxicante y resolutiva del tracto digestivo útil
en enfermedad de Crohn, diverticulitis, colitis, hemorroides, fístulas,
gastritis, úlceras y parásitos intestinales, alteraciones de flora intestinal y
goteo anal, antialérgica en neurobronquitis y lupus, desintoxicante de
toxinas ambientales eficaz en fatiga crónica, depresión orgánica y contra
acné, anafrodisiaco masculino útil en prostatitis y reguladora del ciclo
menstrual femenino útil en dismenorrea, antiagregante plaquetario,
hipotensora y diurética, protectora de eritrocitos frente a tóxicos. Su
eficacia se inactiva al tomar antiácidos o bloqueadores de los hidrogeniones.

Para José Carlos Quintela y Olga Lock, en cuya opinión radicales libres y
estrés oxidativo están implicados en el desarrollo de artritis y otros
procesos inflamatorios crónicos: "La uña de gato es un antioxidante efectivo
que protege a las células contra el estrés oxidativo, degrada directamente el
peroxinitrito, un potente oxidante celular implicado como mediador en
diversos procesos inflamatorios, neutraliza el efecto citotóxico de radicales
libres, y ejerce una acción protectora contra la muerte celular inducida por
radiaciones ultravioleta. Inhibe la expresión de determinados genes
proinflamatorios y previene daños gastrointestinales como gastritis aguda o
enteritis crónica producidos por la administración de dosis altas de aines
(anti inflamatorios no esteroideos), por lo que puede coadyuvar en artritis y
tros desórdenes inflamatorios". Incrementa además la fagocitosis de
granulocitos y la proliferación de linfocitos B y T, inhibe la proliferación de
linfoblastos B y T, y estimula la producción de interleucinas en macrófagos
alveolares, iniciando las actividades defensivas del sistema inmune: "Los
resultados obtenidos (en diversos estudios e investigaciones) sugieren que
la uña de gato posee una potente actividad inmunoestimulante". Tiene
actividad antiviral y antimutagénica: "Es capaz de inhibir la proliferación de
células tumorales in vitro, y en animales incrementa la reparación de ADN
en rupturas inducidas por radiación".

Josep Lluis Berdonces se refiere al uso de uña de gato como antitumoral e


inhibidor de las enfermedades degenerativas e infecciosas, con propiedades
antioxidantes y efecto antiviral, antitumoral y antiinflamatorio, útil en
artritis, y artrosis y para reducir los efectos secundarios asociados al uso de
quimioterapia.
Arthur Roberts y Mary O'Brien señalan los usos comunes de uña de gato:
reforzar el sistema inmunitario para luchar contra infecciones, cáncer, VIH y
alergias, aliviar síntomas gastrointestinales de úlceras, gastritis y
hemorroides, curar heridas cutáneas. Consideran que refuerza la actividad
del sistema inmunitario, con potente efecto sobre fagocitosis, proceso en el
que ciertos leucocitos engullen y destruyen partículas externas, lo que
respaldaría el uso de uña de gato para tratar infecciones bacterianas y
víricas y prevenir o retardar la progresión del cáncer, y concluyen: "En
cáncer o sida, la uña de gato debe considerarse un tratamiento de apoyo".

Javier Moscardó subraya la utilización tradicional de uña de gato en uso


interno para curar los riñones, acelerar la recuperación postparto, como
antiinflamatorio y para resolver tumores, y en uso externo para acelerar la
curación de heridas. Sostiene que gran número de investigaciones
científicas demuestran su eficacia en afecciones reumáticas, que mejora los
resultados de la quimio y radioterapia, su actividad frente a diversos virus,
así como la actividad antitumoral y antiinflamatoria de uña de gato,
inmunoestimulante que incrementa los granulocitos y macrófagos, induce
un aumento de la fagocitosis y tiene efectos beneficiosos sobre personas
con cáncer pues inhibe la implantación, crecimiento y proliferación de
células neoplásicas. Indicada también en alergias, gastritis y úlcera
gastroduodenal, se aconseja no tomar uña de gato tras un trasplante, bajo
una terapia inmunosupresora, y embarazadas o mujeres que quieran
estarlo.

OTRAS APORTACIONES PREVENTIVAS

Los doctores Michael Murray, Tim Birdsall, Joseph E. Pizzorno y Paul Reilly
opinan que, a pesar de dedicar muchos recursos a la batalla contra el
cáncer, la medicina ha fracasado: "Una de las razones principales es que la
medicina convencional ha ignorado desde hace mucho tiempo el mayor
agente sanador de todos: la naturaleza". Los remedios naturales, afirman,
pueden reducir el riesgo de contraer cáncer, cambiar el entorno interno
para impedir la formación cancerígena, mejorar la desintoxicación de las
sustancias químicas antes de que puedan hacer daño, reforzar el sistema
inmunológico y reducir o eliminar efectos secundarios de la quimioterapia
como desnutrición y desgaste de los tejidos, detener el desarrollo del cáncer
y ayudar a eliminar de forma selectiva las células tumorales, reducir el
riesgo de tumores recurrentes e incrementar las posibilidades de una
recuperación parcial o completa.

Aproximadamente el 85% de todos los casos de cáncer se debe a factores


de riesgo ambientales como dieta, estilo de vida y exposición a sustancias
nocivas, y los factores de riesgo heredados o genéticos son responsables
como máximo de un 15% de los cánceres.

Principios dietéticos para prevenir el cáncer


Como factores de la dieta que reducen el riesgo de cáncer señalan pescado,
cereales integrales, legumbres, coles, verduras, frutos secos y fruta.
Incrementan el riesgo de cáncer, en cambio, carnes, productos lácteos,
grasas completas, grasas saturadas, azúcar refinado, exceso de calorías y
alcohol. Para crear un entorno hostil al cáncer y prevenir su aparición y
desarrollo, Murray y otros establecen una serie de pautas dietéticas:

1) Comer variadas y abundantes frutas y verduras, que proporcionan los


nutrientes necesarios para que el organismo funcione correctamente y se
proteja: antioxidantes (vitaminas C y E y selenio), carotenos como
betacaroteno, luteína y licopeno (pigmentos rojos y amarillos de zanahoria,
pimiento, ñame y tomate, albaricoque, sandía y cereza, verduras de hojas
verdes como col rizada, berza y espinaca, legumbres, cereales y semillas) y
flavonoides (contenidos en cítricos, berzas, cebolla, perejil, legumbres, té
verde y vino tinto) por sus propiedades antiinflamatorias, antialérgicas,
antivirales y anticancerígenas.

2) Reducir la exposición a los pesticidas: no excederse en el consumo de


alimentos que concentran pesticidas como grasas animales, carne, huevos,
queso y leche, comprar productos orgánicos cultivados sin pesticidas
sintéticos y fertilizantes, y tratar de comprar productos locales y de la
estación: "La posible presencia de pesticidas en frutas y verduras no debe
ser impedimento para comer una dieta abundante de estos alimentos. La
concentración en frutas y verduras es mucho menor que los niveles
encontrados en grasas animales, carnes, queso, leche entera y huevos.
Además, los diversos componentes antioxidantes de las frutas y verduras
son necesarios para ayudar al cuerpo a tratar con esos pesticidas".

3) Reducir la ingesta de carnes y otros productos animales, cuanto mayor


sea la ingesta mayor es el riesgo de cáncer, sobre todo de colon, mama,
próstata y pulmón: "La carne carece de los antioxidantes y fitoquímicos que
protegen del cáncer y además contiene mucha grasa saturada y otros
componentes carcinógenos potenciales como residuos de pesticida, aminas
heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos que se forman cuando
la carne se asa, se fríe o se cuece. Cuanto más hecha esté la carne, mayor
es el nivel de aminas. Las carnes curadas o ahumadas contienen como
conservantes nitrato o nitrito de sodio que en el estómago reaccionan con
los aminoácidos de los alimentos y forman nitrosaminas, compuestos
altamente cancerígenos".

4) Comer grasas saludables e incrementar la ingesta de ácidos grasos


omega-3 ("Las prostaglandinas que derivan de los ácidos grasos esenciales
omega-3 inhiben el crecimiento de las células cancerígenas y protegen de
enfermedades coronarias y de Alzheimer, artritis reumatoide y otras
enfermedades autoinmunes, soriasis, eccema, asma y depresión") y de
pescado, cuyo consumo ofrece una importante protección contra cualquier
forma de cáncer.

5) Evitar los productos con elevado aporte calórico y pocos nutrientes como
la comida basura, golosinas y refrescos. Los azúcares refinados se absorben
rápidamente y provocan una subida repentina del azúcar en sangre, como
respuesta el cuerpo incrementa la secreción de insulina por el páncreas:
"Demasiada insulina puede favorecer el crecimiento de células cancerosas
en cáncer de mama, estómago, colon, endometrio, ovarios, pulmón y
próstata".
6) Tomar poca sal y mucho potasio, excepto si hay enfermedad renal que
impide metabolizar el potasio.

7) Elegir alimentos que ayuden al organismo a desintoxicarse y eliminar


desechos. La formación en los intestinos de poliaminas (compuestos
derivados de proteínas y aminoácidos insuficientemente digeridos que
estimulan el crecimiento celular e incrementan el riesgo de cáncer) puede
inhibirse con bífidobacterias, vitamina A, selenio, etc., pero la mejor manera
de evitar la formación excesiva de poliaminas es mantener una buena
función digestiva y de eliminación. Para ayudar al cuerpo a eliminar
sustancias químicas tóxicas es importante comer una dieta rica en fibra y
beber abundante agua embotellada, filtrada o purificada: "Necesitamos
beber al menos un litro y medio de agua al día para compensar el agua que
perdemos a través de la orina, el sudor y la respiración. Incluso una leve
deshidratación ocasiona un debilitamiento de las respuestas fisiológicas y
reactivas". Para fomentar la desintoxicación deben aportarse los
ingredientes necesarios (proteínas, vitaminas, minerales) para el desarrollo
de enzimas y coenzimas capaces de descomponer los alimentos y permitir
la digestión y absorción celular de nutrientes. Refuerza la desintoxicación
consumir con regularidad alimentos que contengan cúrcuma, pimiento rojo
de cayena, pimienta negra, eneldo, alcaravea, ajo, cebolla, albahaca y
orégano.

Cuando la dieta no es suficiente

"En estos tiempos de alimentos procesados, estilos de vida acelerados y


estresantes, puede llegar a ser muy difícil, si no imposible, nutrirse
íntegramente a través de la dieta, especialmente si se quiere prevenir el
cáncer y otras enfermedades crónicas. Puede ser necesaria la ayuda de
suplementos dietéticos o nutricionales, de enorme valor cuando se toman
como parte de una dieta y estilo de vida que fomenten la salud".

Michael Murray, Tim Birdsall, Joseph Pizzorno y Paul Reilly ofrecen unas
recomendaciones sobre productos naturales y suplementos dietéticos claves
para reducir el riesgo de cáncer:

1) Un multivitamínico y mineral que aporte niveles suficientes de nutrientes


antioxidantes (carotenos, vitaminas C y E, selenio y cinc), ácido fólico y
vitamina D.

2) Plantas ricas en flavonoides por su potente actividad antioxidante y sus


propiedades antiinflamatorias, antialérgicas, antivirales y anticancerígenas:
quercetina, té verde, semilla de uva, corteza de pino y ginkgo biloba: "Su
uso prolongado reporta grandes beneficios. Dada la creciente carga de
radiaciones asociadas a nuestra vida actual, parece importante protegernos
de este potencial cancerígeno tomando un extracto rico en flavonoides
como ginkgo biloba o cualquiera de los otros extractos".

3) Consumo regular de alimentos verdes ricos en clorofila como algas


clorella y espirulina, de importante efecto antioxidante y anticancerígeno, y
té verde que contiene polifenoles con actividad anticancerígena.
4) Probióticos, bacterias o microflora favorable y fundamental para la salud
humana, las más importantes Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium
bifidum. A la vez, alimentos como cebolla, ajo, manzanas, coles de
Bruselas, brócoli, col y lechuga ayudan a reducir la actividad de las enzimas
bacterianas nocivas.

5) Aceite de pescado. Consideran que añadir a la dieta un suplemento de


aceite de pescado asegura niveles suficientes de ácidos grasos omega-3.

UNA PERSPECTIVA ORTOMOLECULAR

También para los doctores Arthur Roberts y Mary O'Brien ("Alrededor de un


tercio de todos los cánceres están relacionados con la dieta") la nutrición es
fundamental para prevenir y luchar contra el cáncer. Aconsejan una dieta
sana consistente en tomar a diario 5 veces frutas y verduras y 3 veces
alimentos integrales (cereales, pan y pastas integrales): "La investigación
demuestra que quienes comen muchas frutas y verduras tienen alrededor
de la mitad del riesgo de padecer cáncer en comparación con quienes no las
toman". Asimismo, evitar carnes cocinadas en barbacoa, carnes curadas y
rasas saturadas, que producen compuestos carcinógenos: "Una dieta rica en
grasas saturadas se vincula con cáncer de colon, mama, próstata, páncreas
y endometrio"

Como estrategias preventivas señalan 1) no fumar (el tabaco causa cáncer


y es la causa más evitable de muerte), 2) consumir alcohol si acaso con
moderación (beber grandes cantidades aumenta riesgo de cáncer de boca,
garganta, esófago y laringe, también se relaciona con cáncer de mama,
hígado y colon, quienes fuman y beben están en situación especial de
riesgo), 3) practicar ejercicio de manera regular (reduce riesgo de cáncer de
mama y colon), 4) perder exceso de peso (obesidad es factor de riesgo para
cáncer de mama, asociado con ingesta de grasa alimenticia y porque células
grasas contienen estrógenos), 5) no exponerse al sol, sobre todo cuando los
rayos solares son más fuertes (radiación ultravioleta produce lesión cutánea
que puede inducir cáncer de piel, sobre todo si se tiene piel suave o salen
pecas con facilidad) y 6) manejar el estrés (afecta al estado de salud y a la
recuperación y supervivencia si se tiene cáncer).

Subrayan el papel de calcio (altera la composición de los ácidos biliares,


reduce la velocidad de división y crecimiento celular y evita el desarrollo de
células precancerosas de colon y recto), ácido fólico (disminuye riesgo de
cáncer de colon, cuello uterino y mama), selenio (antioxidante, contribuye a
eliminar células cancerosas, estimula el sistema inmunitario y produce tasas
menores de cáncer de próstata, colon y pulmón), vitaminas C (dietas ricas
en vitamina C reducen riesgo de cáncer gastrointestinal -de boca, faringe,
esófago, estómago y páncreas-, de pulmón y de cuello uterino) y E
(antioxidante, estimula el sistema inmunitario y regula los sistemas
enzimáticos que controlan el crecimiento de células cancerosas, sobre todo
de próstata).

Asimismo, y como suplementos nutricionales, carotenoides (impiden


cambios producidos en algunas células que inducen cáncer y previenen
sobre todo el de pulmón y próstata), isoflavonas (de soja, impiden cambios
precancerosos en cánceres sensibles a hormonas: de útero, mama y
próstata), prebióticos (ingredientes alimenticios no digeribles como
fructooligosacáridos, promueven crecimiento y actividad de bacterias
beneficiosas del aparato digestivo) y probióticos (cultivos bacterianos
beneficiosos activos y vivos).

Por último, proantocianidina (de corteza de pino marítimo y de pepita de


uva, flavonoides que inhiben propagación de células cancerosas y lesión
cancerosa en células cutáneas) y té (polifenoles de té verde y negro tienen
capacidad anticancerosa y contribuyen a proteger contra cáncer de mama,
pulmón, boca y páncreas), astrágalo (Astragalus membranaceus, potente
estimulante inmunitario, en China se utiliza para intensificar eficacia de
tratamiento anticanceroso y reducir efectos secundarios tóxicos) y cardo
mariano (Silybum marianum, protege las células hepáticas de las toxinas y
provoca producción de proteínas que ayudan a regeneración de hepatocitos,
antiinflamatorio, mejora la función del hígado en afecciones hepáticas:
"Cardo mariano puede contribuir a proteger de la lesión hepática a quienes
reciben quimioterapìa").

OTRAS PLANTAS

El Dr. John Heinerman hace referencia a varias plantas beneficiosas, entre


ellas:

Abedul (Betula alba): el ácido betulínico de su corteza parece ser muy


eficaz, seguro y barato en el tratamiento del melanoma para detener el
cáncer de piel.

Canela (Cinnamomum zeylanicum): el ácido cinámico ayuda a prevenir


cáncer inducido por agentes químicos presentes en muchos alimentos que
ingerimos, por lo que recomienda utilizar canela en preparaciones
alimenticias como medida preventiva.

Consuelda (Symphytum officinale): su notable capacidad para reducir


ciertos tumores se atribuye en parte al germanio y cobalto presentes en raíz
y hojas de la planta.

Eneldo (Anetheum graveolens): el aceite esencial de eneldo puede


contrarrestar una predisposición genética a desarrollar cáncer, y junto con
aceite de semilla de alcaravea y apio y aceite de cáscaras de los cítricos
pueden reactivar un proceso anticancerígeno natural y reducir riesgo de
cáncer de mama, páncreas, colon y recto.

Hongos: en Asia, América del norte y este de Europa se han usado para
tratar el cáncer y reducir los tumores, aliviar el dolor, mejorar los hábitos
para dormir y el apetito y aumentar el peso de muchas personas. En las
últimas décadas dos hongos han acaparado gran atención de la comunidad
científica, reishi (Ganoderma lucidum) y shiitake (Lentinus edodes),
venerados en Oriente por sus propiedades para tratar y prevenir el cáncer y
el virus de Epstein-Barr, considerado causante del síndrome de fatiga
crónica e hipoglucemia: "Ambos son problemas que quitan energía, lo cual
parece corregirse rápidamente con estos hongos".
Linaza (Linus usitatissimun): las ligninas pueden reducir la propagación del
cáncer de mama, retrasar el crecimiento de los vasos sanguíneos del tejido
del tumor y debilitarle.

Perejil (Petroselinum crispum): unas ramitas son buen agente


anticancerígeno. Contiene gran cantidad de vitaminas A y C, nutrientes
importantes en la lucha contra el cáncer, e histidina, un aminoácido que
inhibe el desarrollo de tumores en el cuerpo.

Remolacha (Beta vulgaris): el Dr. Alexander Ferenczi utilizó en la década de


1950 raíz de remolacha para la remisión de muchos tipos de cáncer, y
desde entonces ha sido utilizada por otros médicos calificados con
resultados increíbles. En el informe sobre su investigación, el Dr. Ferenczi
concluye que la raíz de remolacha contiene un ingrediente activo
anticanceroso que inhibe el tumor, que podría ser el colorante.

Documentación utilizada:
- Fitoterapia, inmunidad y cáncer, (ponencia) Dr. Pablo Saz Peiró, Madrid,
2004.
- Fitoterapia. Vademécum de prescripción, Masson, Barcelona, 4ª ed., 2003.
- Gran enciclopedia de las plantas medicinales, Dr. Josep Lluis Berdonces i
Serra, Tikal, Premiá de Mar, Barcelona, 1999.
- Enciclopedia de la medicina ortomolecular. Nutricéuticos (suplementos
nutricionales, vitaminas, minerales, oligoelementos, alimentos curativos) y
Nutricéuticos 2 (hierbas y remedios botánicos), Dr. Arthur J. Roberts, Dra.
Mary E. O'Brien y Genell Subak-Sharpe, Robinbook, Barcelona, 2003.
- Milagrosas hierbas curativas, Dr. John Heinerman, Prentice Hall, New
Jersey, Estados Unidos, 1999.
- Cúrcuma. Curcuma longa, Dra. Ana Ramírez Boscá, Alicante, 2000.
- Monografía Equinácea, Astrid Van Ginkel, Fitomédica 9, Barcelona, 1997.
- La equinácea purpúrea, Luis Redondo Márquez, Revista de Fitoterapia,
Valencia, 2000.
- Uña de gato. Estudios botánicos, químicos y farmacológicos de Uncaria
tomentosa y Uncaria guianensis, Dra. Lida Esther Obregón Vilches, Instituto
de Fitoterapia Americano, Lima, Perú, 3ª ed., 1995.
- Monografía Uña de gato, Alexis Rosell, Fitomédica 4, Barcelona, 1996.
- Uña de gato, Uncaria tomentosa, José Carlos Quintela y Olga Lock de
Ugaz, Revista de Fitoterapia, Valencia, 2003.
- Compuestos naturales de última generación, Javier Moscardó M., Valencia,
1998.
- La curación del cáncer. Métodos naturales, Dr. Michael Murray, Dr. Tim
Birdsall, Dr. Joseph E. Pizzorno y Dr. Paul Reilly, Robinbook, Barcelona,
2004.
- Diccionario terminológico de Ciencias Médicas, Masson, Barcelona, 13ª
ed., 1998.

(artículo publicado en Conocer Arganzuela nº 142/143/144,


noviembre/diciembre de 2004/enero de 2005)

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