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El Poder Destructor del Pecado

Introducción:

1. Por culpa del pecado, la humanidad ha tenido que sufrir de muchas


maneras.

1. La humanidad ha tenido que sufrir enfermedades de todo tipo (Ej. Sida,


depresión, defectos físicos al nacer, etc.), ha tenido que sufrir muerte,
infelicidad, y la lista puede continuar.

1. La triste realidad es que a pesar de que el pecado causa todas estas cosas,
la gente sigue siendo esclava del pecado (Juan 8:34) y no busca liberarse
de el por medio de Jesucristo (Juan 8:36)
2. A continuación, vamos a, brevemente, analizar el poder destructor del
pecado; para darnos cuenta de una vez por todas, que es algo que
debemos de tomar en serio y dejar de practicarlo sino queremos ser
destruidos por Dios en el día del juicio (Ro. 6:23; Rev. 20:15).

I. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestra Buena relación con DIOS

A. La Biblia nos revela la importancia de tener una buena relación con Dios

La Biblia nos informa que todos debemos ser la sal del mundo, la luz del
mundo para que los demás puedan dar gloria a Dios (Mat. 5:13-16); pero, si no
tenemos un buen nombre, no vamos a tener una buena influencia, y a causa
de esto, el nombre de Dios va ser blasfemado entre los gentiles (Ro. 2:24).

3. Por eso, es importante que no practiquemos el pecado, ya que el pecado


tiene el poder de destruir nuestro buen nombre.

D. Ahora, ¿Por qué es importante nuestro carácter?

1. Nuestro carácter es importante ya que el define nuestra persona, quienes


somos en realidad.

2. Nuestro carácter es importante porque revela si somos personas honestas,


integras, amables, confiables, respetuosas, etc.

II. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestros Cuerpos.


A. ¿Cuáles son algunas avenidas por medio de las cuales el pecado puede
destruir nuestro cuerpo?

1. La inmoralidad es una de las avenidas que el pecado usa para destruir


nuestros cuerpos (I Cor. 6:18-20).

a. Cuando digo inmoralidad, me estoy refiriendo a actos sexuales que no están


autorizados por Dios (Ej. Zoofilia, homosexualidad, necrofilia, adulterio,
fornicación, etc.).

b. Nosotros podemos darnos cuenta que las enfermedades venéreas son las
consecuencias fatales de una vida inmoral. Tenemos la enfermedad del SIDA,
que según las estadísticas, ha hecho estragos casi por completo en algunas
áreas del continente Africano.

2. El alcohol es una de las avenidas que el pecado usa para destruir nuestros
cuerpos.

a. La Biblia nos advierte que el uso del alcohol es pecaminoso. En Proverbios


20:1 encontramos las siguientes palabras: “El vino es provocador, la bebida
fuerte alborotadora, Y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio.”

b. Los medios de televisión tienen una manera seductiva de presentar al


alcohol; sin embargo, lo que ellos nunca muestran en sus propagandas es
aquel esposo golpeando a su esposa y a sus hijos por causa del alcohol. Ellos
no muestran aquella jovencita que fue violada por causa del alcohol. Ellos no
muestran aquel borracho durmiendo en la calle por causa del alcohol. Ellos no
muestran aquellas familias que perdieron a sus seres queridos porque un
conductor borracho chocó con ellos matándolos o dejándolos paralizados.

¿Cuál es la responsabilidad que tenemos hacia nuestros cuerpos?

1. La responsabilidad que tenemos hacia nuestros cuerpos es de presentarlos


como sacrificio vivo ante Dios (Romanos 12:1-2).

2. Y, glorificar a Dios con nuestros cuerpos (I Cor. 6:19-20; Cf. Fil. 1:21).

3. Por lo tanto, no dejemos que el pecado destruya nuestros cuerpos.


III. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestros Talentos.

A. La Biblia y la sociedad secular comprueban que el pecado puede destruir


nuestros talentos.

1. Por causa del pecado de la cobardía y la inseguridad el hombre que recibió


un solo talento terminó perdiendo lo que su amo le había dado (Mateo 25:14-
30).

2. Yo he conocido a grandes predicadores con mucho talento que por causa


del pecado ya no pueden predicar. La oportunidad les fue quitada, por alcohol,
drogas, mujeres, etc.

3. Grandes hombres empresarios, lideres comunitarios, personas con mucho


talento para hacer el bien ya no pueden hacerlo por que el pecado destruyó
sus talentos.

4. Por lo tanto, no dejemos que el pecado destruya nuestros talentos.

IV. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestras Oraciones.

A. La Biblia enseña que una vida pecaminosa impide que nuestras oraciones
sean oídas por Dios.

1. Isaías 59:1-2, Salmo 66:18, y Proverbios 28:9 revelan que el pecado hace
que Dios no escuche nuestras oraciones.

B. ¿Cuáles son algunos pecados que impiden que nuestras oraciones sean
escuchadas?

1. Una mentalidad idolatra impedirá que nuestras oraciones sean escuchadas


(Ezequiel 14:3; Cf. Col. 3:5).

2. Una relación matrimonial inapropiada impedirá que nuestras oraciones sean


escuchadas (I Pedro 3:7; Cf. Col. 3:18-19; Efe. 5:33).

3. Falta de compasión por los necesitados impedirá que nuestras oraciones


sean escuchadas (Pro. 21:13).
4. Falta de fe impedirá que nuestras oraciones sean escuchadas (Stg. 1:5-7)

5. No perdonar a los demás impedirá que nuestras oraciones sean escuchadas


(Mat. 6:14-15).

6. La rebeldía impedirá que nuestras oraciones sean escuchadas (Pro. 28:9

C. Por lo tanto, no dejemos que el pecado destruya nuestras oraciones.

V. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestra Conciencia.

A. Si continuamos pecando podemos perder nuestra sensibilidad espiritual.

1. El apóstol Pablo menciona que muchas personas apostataran de la fe y que


por practicar el pecado su conciencia se cauterizará (I Ti. 4:1-2).

2. Cuando una persona sufre quemaduras graves en su cuerpo, esa persona


pierde sensibilidad en la parte que fue dañada. De igual manera al pecar,
podemos llegar a cauterizar nuestra conciencia hasta el punto de ya no sentir
remordimiento por lo que hacemos (Cf. Efe. 4:17-19).

3. Otra manera de ilustrar el punto es la idea que los indios tenían acerca de la
conciencia. Ellos pintaban la conciencia como un triangulo con puntas filosas
debajo del corazón. Cada vez que uno hace algo malo, el triangulo da vueltas
y corta el corazón causando dolor. Pero, después de tantas vueltas, las puntas
se desgastan y pierden el filo y ya no pueden cortar el corazón.

El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestros Hogares.

A. El pecado separa a los hogares unidos.

1. Dios quiere que todos los hogares sean unidos, amorosos, comprensibles y
responsables; pero cuando el pecado reina en los hogares en vez de la
voluntad de Dios, eso impide que un hogar sea lo que Dios quiere que sea.

B. Ejemplos bíblicos de hogares que fueron destruidos por el pecado.

1. El hogar de Lot fue destruido por el pecado (Gén. 19), el hogar de David fue
destruido por el pecado (II Sam. 13 y 15), el hogar de Óseas fue destruido por
el pecado (Óseas 2-3). También tenemos el hogar del padre del hijo prodigo
que sufrió tristeza y decepción a causa del pecado (Lucas 15:11-32).

C. ¿Cuáles son algunos pecados que pueden destruir nuestros hogares?

1. La rebelión, la tiranía, el desamor, la fornicación, el adulterio, la borrachera,


el egoísmo, la pornografía, las drogas, la lotería, la homosexualidad, el orgullo,
la envidia, etc. son pecados específicos que pueden destruir un hogar.

VII. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestra Congregación Local.

A. La importancia de nuestra congregación local.

1. Todas las bendiciones que Dios tiene para nosotros las podemos encontrar
en la congregación local.

2. La fuerza de la comunión, el bálsamo del consuelo, el privilegio de adorar y


el gozo de servir a Dios y a otros son una realidad que podemos experimentar
en una congregación local si cada uno de nosotros hace su parte para
promover la paz y la unidad (Ro. Hebreos 12:14; Fil. 4:1-2).

B. Ejemplos bíblicos de congregaciones que estaban siendo destruidas por el


pecado.

1. La iglesia en Corinto estaba siendo destruida por el pecado (I Cor.


1, 3, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 12, 15, 16), la iglesia en Laodicea estaba siendo
destruida por el pecado (Apoc. 3:14-22), junto con las otras 4 congregaciones
que estaban mal y que son mencionadas en Apocalipsis 2-3.

2. Es mas, ¿por qué ya no tenemos congregaciones como Esmirna y Filadelfia


(Apoc. 2:8-11; 3:7-13)? ¡Por causa del pecado!

C. ¿Cuáles son algunos pecados que pueden destruir a una congregación?

1. El orgullo (III Jn. 9-10), el mundanismo (I Cor. 5; I Jn. 2:15-17; Stg. 4:4), la
indiferencia (Apoc. 3:14-22), el materialismo (Apoc. 3:14-22; Lucas 8:14), la
falta de amor y devoción hacia Cristo y su causa (Lucas 9:57-62; 14:27) y la
división (I Cor. 1:10) son algunos pecados específicos que pueden destruir una
congregación.
VIII. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestra Ciudad, Comunidad y
Nación.

A. Ejemplos bíblicos de naciones que fueron destruidas por el pecado.

1. La nación de Israel fue destruida casi por completo a causa del pecado y fue
llevada en cautiverio por la nación de Asiría (II Reyes 15:29; 17:3-6; 18:9-12).

2. La Ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas a causa de su pecado


(Gén. 19).

3. Jerusalén fue destruida por causa de su pecado (Mateo 24:1-35).

4. La ciudad de Tiro (Isa. 23; Amos 1:9-10; Ez. 26-28; Zacarías 9:3-4), Sidón
(Ez. 28:20-26) y el imperio Romano fueron destruidos a causa de su pecado.

B. ¿Cuáles son algunos problemas que afectan al mundo entero?

1. Algunos problemas que afectan al mundo entero son: La delincuencia


juvenil, el divorcio, la inmoralidad que se hace evidente a través de la
homosexualidad, prostitución, la bisexualidad, y el adulterio. La pornografía
que se manifiesta por medio de películas, comerciales, revistas, Internet, etc. Y
por si fuese poco, el problema de las drogas.

C. ¿Qué quiere Dios que recordemos?

1. Dios quiere que recordemos que: “La justicia engrandece a la nación, Pero el
pecado es afrenta para los pueblos.” (Proverbios 14:34).

IX. El Pecado Tiene El Poder de Destruir Nuestra Posteridad.

A. ¿Qué significa posteridad?

1. La palabra posteridad significa: “Generación o descendencia.”


2. En cuanto al pecado destruyendo nuestra generación la Biblia dice: “Porque
Yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que Me aborrecen.”

3. Entonces, podemos ver que por causa del pecado Dios nos castiga y las
consecuencias de ese castigo la pueden llegar a sentir nuestros descendientes
futuros. No que ellos sean responsables por el pecado y que se pierdan por el,
sino más bien, las consecuencias del pecado.

B. Ejemplos bíblicos que comprueban que el pecado tiene el poder de destruir


nuestra posteridad.

1. La posteridad de David sufrió a causa de sus pecados. Por culpa del


pecado de David: a) Absalón, el hijo de David, se convirtió en homicida, b) su
hija Tamar, fue violada por su hermano, y c) Amnón, que violó a Tamar, se
convirtió en un violador (II Sam. 13:1-39; cf. II Sam. 16:20-23).

2. La posteridad de Manasés sufrió por sus pecados. Amón, el hijo de


Manasés, heredó el trono. Pero, de él leemos, “E hizo lo malo ante los ojos del
SEÑOR, como había hecho su padre Manasés; y Amón ofreció sacrificios a
todas las imágenes talladas que su padre Manasés había hecho, y las
sirvió. Además, no se humilló delante del SEÑOR como su padre Manasés se
había humillado, sino que Amón aumentó su culpa.” (II Cro. 33:21-25; 33:1-20).

3. La posteridad de Jeroboam, el hijo de Nabat, sufrió por sus pecados. Por


causa de sus pecados Israel fue llevado cautivo (I Reyes 14:15-16).

X. El Pecado Tiene el Poder de Destruir Nuestra Oportunidad de Vivir con


Dios Eternamente.

A. La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23).

1. Otros pasajes que comprueban este punto son: Ezequiel 18:4, 20; Santiago
1:13-15; 5:19-20; Romanos 7:5, 21; 8:2, 13; Gén. 2:7.

2. El pecado resultará en muerte espiritual eterna (Apoc. 21:8; 20:6, 14;


2:11). El lago de fuego [El infierno] es la segunda muerte y es un lugar donde
estaremos concientes sintiendo dolor (Lc. 16:19-31; Apoc. 14:11; 20:10, 15)
porque allí los hombres estarán eternamente separados de Dios (I Tes. 1:7-
9; Mat. 25:31-46; Lc. 16:19-31).

Conclusión:

1. Dejemos de tratar al pecado suavemente. Dejemos de minimizar el pecado


y llámemelo lo que es – ¡PECADO!

2. Por lo tanto, recordemos que debemos abstenernos del pecado porque sino
lo hacemos, llegará el día en que tendremos nuestra paga (Rom. 6:23; cf. Rom.
7:13; Isa. 1:16; Col. 3:5-9; Mat. 26:28; II Cor. 9:15).

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