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VIA CRUCIS

¿Cómo rezar el viacrucis?


Origen y promesas de Jesús a los devotos
del viacrucis

¿Qué es el viacrucis?
Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde
que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior
resurrección. Literalmente, via crucis significa "camino de la cruz". Al
rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió
por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se
representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones".
Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia
las estaciones o pasos de Jesús hasta el Calvario.

¿Cuáles son las promesas de Jesucristo a los devotos del via crucis?

A la edad de 18 años, Estanislao, joven español, ingresó al noviciado de los


“Hermanos de las escuelas cristianas" , en Bugedo (Burgos, España). En la
vida religiosa, este joven tomó los votos de religión que son: el
cumplimiento de los reglamentos, avanzar en la perfección cristiana; y
alcanzar el amor puro. En el mes de octubre de 1926, este hermano se
ofreció a Jesús por medio de María Santísima. Poco después de haber
hecho esta donación heroica de sí mismo, el joven religioso enfermó y
meses después, murió. Fue en marzo de 1927.

Según el maestro de novicios, Estanislao era un alma escogida de Dios que


recibía mensajes del cielo. Sus confesores y teólogos reconocieron estos
hechos sobrenaturales como actos insignes. Su director espiritual le había
ordenado escribir todas las promesas transmitidas por Nuestro Señor,
entre otras las relacionadas con los devotos del via crucis.

Promesas para los devotos del Via Crucis


1.- Yo concederé todo cuanto se me pidiere con fe, durante el rezo del Via
Crucis.
2.- Yo prometo la vida eterna a los que, de vez en cuando, se aplican a rezar
el Via Crucis.
3.- Durante la vida, yo les acompañaré en todo lugar y tendrán Mi ayuda
especial en la hora de la muerte.
4.- Aunque tengan más pecados que las hojas de las hierbas que crece en
los campos, y más que los granos de arena en el mar, todos serán borrados
por medio de esta devoción al Via Crucis. (Nota: Esta devoción no elimina
la obligación de confesar los pecados mortales. Se debe confesar antes de
recibir la Santa Comunión.)
5.- Los que acostumbran rezar el via crucis frecuentemente, gozarán de una
gloria extraordinaria en el cielo.
6.- Después de la muerte, si estos devotos llegasen al purgatorio, Yo los
libraré de ese lugar de expiación, el primer martes o viernes después de
morir.
7.- Yo bendeciré a estas almas cada vez que rezan el Via Crucis; y mi
bendición les acompañará en
todas partes de la tierra. Después de la muerte, gozarán de esta bendición
en el Cielo, por toda la eternidad.
8.- A la hora de la muerte, no permitiré que sean sujetos a la tentación del
demonio. Al espíritu maligno le despojaré de todo poder sobre estas almas.
Así podrán reposar tranquilamente en mis brazos.
9.- Si rezan con verdadero amor, serán altamente premiados. Es decir,
convertiré a cada una de estas almas en Copón viviente, donde me
complaceré en derramar mi gracia.
10.- Fijaré la mirada de mis ojos sobre aquellas almas que rezan el via crucis
con frecuencia y Mis Manos estarán siempre abiertas para protegerlas.
11.- Así como yo fui clavado en la cruz, igualmente estaré siempre muy
unido a los que me honran, con el rezo frecuente del via crucis.
12.- Los devotos del via Crucis nunca se separarán de mí porque Yo les daré
la gracia de jamás cometer un pecado mortal.
13.- En la hora de la muerte, Yo les consolaré con mi presencia, e iremos
juntos al cielo. La muerte será dulce para todos los que Me han honrado
durante la vida con el rezo del via Crucis
14.- Para estos devotos del viacrucis, Mi alma será un escudo de protección
que siempre les prestará auxilio cuando recurran a Mí..

¿Cómo se reza el Via Crucis?


Oraciones iniciales

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo,


embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo,
confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No
permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la
hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te
alabe, por los siglos de los siglos. Amén.

Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios


nuestro.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor


mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas
las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa
porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra
divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Sentenciado y no por un tribunal, sino por todos. Condenado por los


mismos que le habían aclamado poco antes. Y El calla...

Nosotros huimos de ser reprochados. Y saltamos inmediatamente...


Dame, Señor, imitarte, uniéndome a Ti por el Silencio cuando alguien me
haga sufrir. Yo lo merezco. ¡Ayúdame!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Que yo comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis pequeñas cruces de


cada día, de mis achaques, de mis dolencias, de mi soledad.
Dame convertir en ofrenda amorosa, en reparación por mi vida y en
apostolado por mis hermanos, mi cruz de cada día.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ,


BAJO EL PESO DE LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme en mis caídas


diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, vuelvo a reincidir
en mis defectos cotidianos.
¡Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia Ti!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Haz Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los momentos


de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad
de llegar a Ti en el último día de mi existencia.
¡Ayúdame Madre!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A
LLEVAR LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Cada uno de nosotros tenemos nuestra vocación, hemos venido al mundo


para algo concreto, para realizarnos de una manera particular. ¿Cuál es la
mía y cómo la llevo a cabo?
Pero hay algo, Señor, que es misión mía y de todos: la de ser Cirineo de los
demás, la de ayudar a todos.
¿Cómo llevo adelante la realización de mi misión de Cirineo?

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL


ROSTRO DE JESÚS

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.
Es la mujer valiente, decidida, que se acerca a Ti cuando todos te
abandonan. Yo, Señor, te abandono cuando me dejo llevar por el "qué
dirán", del respeto humano, cuando no me atrevo a defender al prójimo
ausente, cuando no me atrevo a replicar una broma que ridiculiza a los que
tratan de acercarse a Ti. Y en tantas otras ocasiones.

Ayúdame a no dejarme llevar por el respeto humano, por el "qué dirán".


Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO


DE LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Caes, Señor, por segunda vez. El Via Crucis nos señala tres caídas en tu
caminar hacia el Calvario. Tal vez fueran más.
Caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé yo a no temer el quedar mal
ante los demás, por un error, por una equivocación?. ¿Cuándo aprenderé
que también eso se puede convertir en ofrenda?

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE
JERUSALÉN

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Muchas veces, tendría yo que analizar la causa de mis lágrimas. Al menos,


de mis pesares, de mis preocupaciones. Tal vez hay en ellos un fondo de
orgullo, de amor propio mal entendido, de egoísmo, de envidia.
Debería llorar por mi falta de correspondencia a tus innumerables
beneficios de cada día, que me manifiestan, Señor, cuánto me quieres.
Dame profunda gratitud y correspondencia a tu misericordia.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Tercera caída. Más cerca de la Cruz. Más agotado, más falto de fuerzas. Caes
desfallecido, Señor.
Yo digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me siento
incapaz.
Dame, Señor, imitarte en esta tercera caída y haz que mi desfallecimiento
sea beneficioso para otros, porque te lo doy a Ti para ellos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

10ª ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS


VESTIDURAS

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Arrancan tus vestiduras, adheridas a Ti por la sangre de tus heridas.


A infinita distancia de tu dolor, yo he sentido, a veces, cómo algo se
arrancaba dolorosamente de mí por la pérdida de mis seres queridos. Que
yo sepa ofrecerte el recuerdo de las separaciones que me desgarraron,
uniéndome a tu pasión y esforzándome en consolar a los que sufren,
huyendo de mi propio egoísmo.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


11ª ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Señor, que yo disminuya mis limitaciones con mi esfuerzo y así pueda


ayudar a mis hermanos. Y que cuando mi esfuerzo no consiga disminuirlas,
me esfuerce en ofrecértelas también por ellos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro.

12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Te adoro, mi Señor, muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro y beso tus


llagas, las heridas de los clavos, la lanzada del costado... ¡Gracias, Señor,
gracias!
Has muerto por salvarme, por salvarnos. Dame responder a tu amor con
amor, cumplir tu Voluntad, trabajar por mi salvación, ayudado de tu gracia.
Y dame trabajar con ahínco por la salvación de mis hermanos.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Déjame estar a tu lado, Madre, especialmente en estos momentos de tu


dolor incomparable. Déjame estar a tu lado. Más te pido: que hoy y siempre
me tengas cerca de Ti y te compadezcas de mí.
¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro


14ª ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO
EN EL SEPULCRO

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

Todo ha terminado. Pero no: después de la muerte, la Resurrección.


Enséñame a ver lo transitorio y pasajero, a la luz de lo que perdura. Y que
esa luz ilumine todos mis actos. Así sea.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste


al mundo.

«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha
resucitado» (Lc 24,5-6).
Unas piadosas mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy temprano. El
anuncio de la resurrección convierte su tristeza en alegría. Jesús está vivo
y nosotros vivimos en Él para siempre. La resurrección de Cristo inaugura
para la humanidad una renovada primavera de esperanza.

Jesús, enséñame a mantener siempre la esperanza.

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Se reza a continuación un Padrenuestro

ORACIÓN FINAL

Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen,


que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de
actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus constantes
beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi vida, un
agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.

Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi


sufrimiento; acompáñame como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino
del Calvario; eres mi Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir con amor y
esperanza para que mi dolor sea dolor redentor que en las manos de Dios
se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.

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Ejercicio de los siete dolores de la


Madre de Dios

1.- La aflicción que causó a su tierno corazón, la profecía


del anciano Simeón. (Avemaría.)
2.-La angustia que padeció su sensibilísimo corazón, en la huida y
permanencia en Egipto. (Avemaría.)

3.-Las congojas que experimentó su solícito corazón, en la pérdida de su


Hijo Jesús. (Avemaría.)

4.-La consternación que sintió su maternal corazón, al encontrar a su Hijo


Jesús llevando la cruz a cuestas. (Avemaría.)

5.-El martirio de su generoso corazón, asistiendo a su Hijo Jesús en la


agonía. (Avemaría.)

6.-La herida que sufrió su piadoso corazón, en la lanzada que abrió el


costado de su Hijo Jesús. (Avemaría)

7.-El desconsuelo y desamparo que padeció su amantísimo corazón, en la


sepultura de su Hijo Jesús. (Avemaría.)

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima, para que seamos dignos de las
promesas de Cristo.

Siete gracias que la Santísima Virgen concede a las almas que le


honran diariamente, meditando sus dolores, con el rezo de siete
avenarías. (Santa Brígida).

1-Pondré paz en sus familias.


2.-Serán iluminadas en los divinos Misterios.
3.-Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4.-Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad
adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5.-Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y
protegeré en todos los instantes de la vida.
6.-Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro
de su Madre.
7.-He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción,
sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente,
pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su
consolación eterna y alegría.

Oración

Madre mía: Desde que amanece el día, bendíceme;


en lo rudo del trabajo, ayúdame;
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme;
en las tentaciones y peligros, defiéndeme;
si desfallezco, sálvame y al cielo llévame.
Amén.
Magnificat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi
Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha


hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a
sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba


del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había


prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y


siempre por los siglos de los siglos.

Amén.

Salve regina
Salve Regina, Mater misericordiae,
Vita dulcedo et spes nostra salve.
Ad te clamamus exsules filii Hevae.
Ad te suspiramus gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.
Eja ergo advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
Et Jesum benedictum fructum ventris tui
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.

Santo Rosario
Para saber cómo se reza el Santo Rosario o para rezarlo, accede
a http://webcatolicodejavier.org/comorezarelRosario.html
http://www.homilia.org/viaCrucis/

¿COMO SE REZA
EL VIA CRUCIS?

El Vía Crucis o Camino a la Cruz es una de las más antiguas devociones practicadas
por los Católicos en todo el mundo. Consiste en acompañar a Jesús en su Pasión y
Muerte, en sus horas finales, repasando 14 momentos (las 14 Estaciones del Vía Crucis)
desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura.

Más recientemente a veces se suele agregar una nueva 15ª Estación: la Resurrección
del Señor, en consideración a que si Cristo no resucitó, vana sería nuestra Fe (1 Cor 15,
14).

El Vía Crucis se reza de pie, y en algunos momentos de rodillas. Debe hacerse


caminando, deteniéndose en cada estación, para recordar el camino de Jesús al
Calvario. Es por eso que las imágenes de la representación del Vía Crucis están en la
pared, alrededor del templo. Si se reza en casa, ayuda tener en la mano imágenes de la
Pasión y Muerte del Señor, para que puedas recordar e imaginar su dolor.

. + En el nombre del Padre + del Hijo + y del Espíritu Santo.


Amén

. Señor, que la meditación de tu Pasión y Muerte nos anime y ayude a tomar la


cruz de cada día y seguirte, para un día resucitar contigo en la gloria.
Amén.


ESTACIÓN:

Jesús
es condenado

a muerte.
. Por la envidia de los Fariseos y la debilidad de Pilato, Jesús fue juzgado
injustamente y condenado a muerte. Porque yo también te he juzgado al reclamarte
algo, Señor. Porque también te he juzgado al juzgar a mis hermanos.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


Estación:

Jesús carga

con la Cruz.

. Simplemente se la echaron encima sin ninguna consideración, y Él no la


rechazó. Por las veces que yo he dejado de llevar mi cruz y por las veces que he
renegado de mis penas y enfermedades.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


ESTACIÓN:

Jesús cae por


primera vez.
. No es fácil llevar la cruz. Muchas veces cae uno vencido bajo su peso. Por las
ocasiones en que he tardado tanto en levantarme y también por todos aquéllos que
no quieren levantarse.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


ESTACIÓN:

Jesús
se encuentra

con su Madre.

. Tuviste, Jesús, el apoyo de tu Madre en la subida al Calvario. Ella no se quejó,


sino que te acompañó en ese penoso camino. Por las veces que no he dado apoyo a
otros en los momentos difíciles y por haberlos dejado solos en su vía crucis.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


ESTACION:
Simón de Cirene ayuda a Jesús

a llevar la cruz.

. Tuviste, Jesús, a Simón el Cireneo, quien –obligado- cargó la cruz contigo. ¡Qué
gracia la de éste que cruzaba por tu camino al Calvario! Por las veces, Señor, que no
me he dado cuenta que Tú has sido mi Cireneo, que has sido Tú Quien me ha ayudado
a llevar mi cruz.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


ESTACIÓN:

La Verónica
limpia el rostro

de Jesús.

. Aquella mujer fue valiente al limpiar tu rostro cruzando la fuerte guardia que
te llevaba a empujones y jalones camino al lugar de tu Crucifixión. Y dejaste impreso
tu rostro en su paño. Por las veces que no he visto tu rostro en los que sufren, en los
abandonados y débiles, en los ancianos y enfermos.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

ESTACIÓN:

Jesús cae

por segunda vez.

. No sabemos si tropezaste o si caíste por un empujón. Por las veces que con
mi ejemplo hice que otros tropezaran y cayeran, y por las veces que
deliberadamente los he empujado. Por las veces que por mi ejemplo, otros han
pecado.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)


ESTACIÓN:

Jesús habla
a las mujeres

de Jerusalén.

. En medio de su dolor, Jesús no deja de preocuparse por la pena de aquellas


mujeres. Por las veces en que me he dejado abrumar tanto por mis problemas, que
me he olvidado de los sufrimientos de los que me rodean o se han acercado a mí.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

ESTACION:

Jesús cae por tercera vez.

. Y por tercera vez hace un esfuerzo inmenso y se levanta. Por esas ocasiones
en las que, ante las dificultades, me he desanimado y no he continuado en aquello
que me has pedido a favor de los demás.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

10ª
Estación:

Jesús es despojado de sus vestiduras.

. Antes de crucificarlo, lo despojaron de sus vestiduras. Por las veces en que yo


he despojado a otros de su fama, de sus bienes, de sus derechos, de su inocencia, de
sus ilusiones…
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

11ª
ESTACIÓN:
Jesús es clavado

en la cruz.

. Y desde la Cruz pidió a su Padre que perdonara a sus verdugos y que nos
perdonara a nosotros. Por tantos perdones que yo he negado, por tanta represalias,
por tantas venganzas que he tomado, por tanto resentimiento que conservo y que
amarga mi alma.

. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

12ª
ESTACIÓN:

Jesús muere

en la cruz.

. No hay amor mayor que dar la vida por otro. Por la facilidad con que me
olvido de cuánto me amas, Señor, cuánto me has dado, cuánto te costaron mis
pecados. Por la poca importancia que doy a tu Pasión y Muerte que me ha redimido
y por no darme cuenta de la necesidad que tengo de ser redimido por Ti.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
13ª
ESTACIÓN:

Jesús es bajado

de la cruz.

. Y su cuerpo es puesto en brazos de su Madre. Por ese tierno Niño que tú nos
diste una Nochebuena y que una mala tarde te devolvimos muerto por nuestros
pecados.
. Perdón, Madre, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

14ª
Estación:

Jesús es sepultado.

. Aquél que algunos judíos esperaban fuera el liberador de Israel ha sido


sepultado. Por las veces en que he olvidado que es necesario pasar por todas esas
cosas para poder entrar en la gloria.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

15ª
ESTACIÓN:
Y al tercer día resucitó.

. Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe. Por las veces que he
hecho vana mi fe al creer en mitos que van en contra de tu Resurrección. Por las
veces en que olvido que si no muero a mí mismo, Jesús, no podré resucitar contigo.
. Perdón, Señor, perdón.

. Te adoramos, Cristo y te bendecimos.


. Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Oración final:

Señor mío Jesucristo, que con tu Pasión y Muerte diste vida al mundo, líbranos
de todas nuestras culpas y de toda inclinación al mal, concédenos vivir apegados a
tus Mandamientos y jamás permitas que nos separemos de Ti. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
. Amén.

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