html-
Adela Cortina señala “una profesión es un tipo de actividad social, a la que se han atribuido
desde Max Weber un buen número de características” (1998) y destaca las siguientes: 1) es
una actividad que presta un servicio institucionalizado e indispensable “para la reproducción
de la vida digna” (1998), es decir, un servicio que es imprescindible “no sólo para mantener la
vida humana, sino para promover una vida de calidad” (1998). 2) “cada profesión exige
contar con unas aptitudes determinadas para su ejercicio y con un peculiar interés por la
meta que esa actividad concreta persigue” (1998).3) “El profesional, al ingresar en su
profesión se compromete a perseguir las metas de esa actividad social, sean cuales fueren
sus móviles privados para incorporarse a ella” (1998) y enfatiza: “sea cual fuere su motivo
personal, lo bien cierto es que, al ingresar en la profesión, debe asumir también la meta que
le da sentido”.
En esta forma al construir los elementos conceptuales de profesión esta autora pone énfasis
en la o las necesidades sociales que satisface la actividad profesional y que dan sentido a las
metas que persigue el cuerpo profesional “cada actividad profesional -diría yo- justifica su
existencia por perseguir unos bienes internos a ella, bienes que ninguna otra puede
proporcionar” (1998).
Un profesional es “alguien que sabe lo que otros no saben, alguien capaz de hacer lo que
otros no son capaces de hacer, siendo así que necesitan que alguien lo haga por ellos y para
ellos” (Hortal, 2004: 24 y 25) precisa que el profesional debe asumir los compromisos que
comparte con sus colegas al ser competente y responsable con las prestaciones y servicios
que de cada uno se espera, es decir, se espera la excelencia y se logra obtener la confianza
de quienes acuden a él.
ANBS [ÉTICA PROFESIONAL DE LOS ESTUDIANTES DE LAS LICENCIATURAS EN
COMUNICACIÓN DE LA UNAM]
38
Los profesionales son personas que realizan actividades que no cualquier sujeto podría
hacer, pues requiere de la preparación y adquisición de conocimientos. Es bien sabido que
no se cambia de profesión de la noche a la mañana y que a través del desempeño
profesional se percibe una retribución “y esa retribución constituye su medio de vida”
(Hortal, 2004:36).
Entonces, el profesionista mantiene una dedicación asidua y también especializada que va
acompañada de la experiencia competente, en el sentido de que “los profesionales, por lo
general, hacen mejor lo que hacen que quienes no se dedican a esa profesión: son expertos
competentes en su trabajo profesional” (Hortal, 2004: 36), esto se debe a la preparación
que les permite convertirse en una pieza clave en el desempeño de su disciplina, más aún si
se cuenta con una acreditación académica y la pertenencia a un colectivo, lo cual marca de
forma importante la identidad de los profesionales.
Se considera al profesional “como un practicante que mediante largos estudios ha adquirido
la titulación es el conjunto de procedimientos por medio de los cuales el estudiante demuestra haber
completado los estudios satisfaciendo el perfil profesional del plan de estudios, en virtud de lo cual la
universidad le otorga la certificación institucional, que da garantías de que cuenta con los conocimientos,
actitudes, aptitudes y habilidades propios de una actividad profesional; autorizando al sujeto para buscar la
certificación legal -cédula profesional- y el ingreso al campo laboral donde se desarrolla la práctica de dicha
profesión; o, en caso de ya pertenecer al campo, su ascenso a niveles de responsabilidades profesionales. al
proceso de acumulación de capital dentro de una división social del trabajo dada; como en su concepción
de conjunto de actividades que exige un campo de acción con tensiones internas y externas (Díaz
Barriga, Pacheco, 1997).
La profesión es tanto dominio de una práctica como control de un conocimiento práctico especializado,
implica que ninguna profesión ―puede concebir un profesional sin la formación teórica adecuada. Y
ningún profesional puede estar mucho tiempo sin la actualización de la teoría‖ (Muriete, 2007: 108). Cabe
aclarar que, en este caso, hablo de la profesión como unidad estructural de la sociedad moderna que
condensa procesos y elementos de la realidad social, política e ideológica en la que se circunscribe; tanto
en su concepción de práctica social que, con diversos tipos de prácticas profesionales, responde 56
Formación profesional
La educación superior tiene como característica no ser de aplicación inmediata, por el contrario, la educación
superior se basa en la abstracción de la actividad profesional en múltiples formas, tanto para el estudiante
que suspende el tiempo de incorporarse al campo profesional, como en el ámbito cognitivo en el que se
retoman conocimientos técnicos simples y complejos, como teóricos, que conjugados conforman el campo
cognitivo que permite procesar información e incorporar información para el ejercicio profesional.
Es desde el campo cognitivo que se sitúa el profesional ante su objeto, procesa e incorpora información sobre
las características de éste, los propósitos deseables y alcanzables de su trabajo, los riesgos que implica, las
herramientas, saberes, habilidades y actitudes necesarias para alcanzar los propósitos, los procesos a ejecutar
y su secuencia lógica. Es decir: se diagnostica, proyecta, evalúa y ejecuta el trabajo profesional.
Para hacer esto es necesario la actualización permanente del conocimiento, reconociendo la obsolescencia de
éste, ya que la construcción de herramientas y conocimiento teórico es permanente, para ello el marco
cognitivo que permita estudiar, comprender y adaptarse a las innovaciones, lo que en última instancia
modifica el mismo marco cognitivo desde el que se lee y estructura la actividad profesional. El aprender a
aprender es y ha sido desde hace tiempo una constante de la actividad profesional.
El marco cognitivo es la estructura con la que se contextualiza y conectan los conocimientos nuevos con los
dominados. El marco cognitivo es la narrativa que permite la integración de conocimientos nuevos, evitando
la fragmentación y vanalización de información relevante para la conceptualización, problematizacón y
reinterpretación del conocimiento profesional. En tiempos en que el exceso de información parcial y
descontextualizada bombardea los medios digitales,
Todo ello es necesario en la formación del marco cognitivo, por tanto este requiere estar implícito en el plan
de estudios de una carrera, su expresión más clara se da en el perfil de egreso, al que se pretende satisfacer al
momento de la titulación. Recordemos que la trayectoria que marcan los planes y programas de estudio es la
administración-organización espacio temporal de saberes que idealmente se dan en sucesiones verticales y
horizontales (por trimestres, semestres o años. Esta sucesión de conocimientos a los que se les agrupa por
programas (asignaturas o materias) dentro de un plan de estudios, es un rompecabezas. Idealmente se parte
de la construcción y definición de las actividades que ha de realizar un profesional, se determinan los
conocimientos, actitudes, aptitudes y habilidades requeridos para poder llevarlas a cabo; se organizan hacia
atrás hasta empatar con el perfil de ingreso de los estudiantes (perfil de egreso del nivel inmediato anterior).
Se determinan los programas de estudio de lo más simple a lo más complejo, según los conocimientos
previos requeridos para la consecución de los propósitos del programa. Se establecen las líneas de
conocimiento, los que se pueden realizar de forma simultánea y aquellos que requieren formación previa.
Desde un principio los planes de estudio parten de una ficción teórica, una profesión es un conjunto de
conocimientos, actividades y habilidades que configuran un objeto positivo, desmontable por especialistas y
re-montable por estudiantes, hasta lograr su reunificación. Una ficción necesaria que implica múltiples
problemas. Dejando fuera que toda formulación, evaluación y actualización del plan de estudio implica
negociaciones políticas académicas, donde descartar o reducir las horas de materias de un campo de
conocimiento tiene implicaciones de perdida de capital de toda índole para un grupo de profesores, por lo
que la formulación y reformulación de los planes de estudio no se queda en el terreno ideal de la prefiguración
de una profesión. Aun queda el problema de que cada materia o secuencia de materias es visto como un
desafió autónomo para los estudiantes, como lo vivieron en bachillerato requiere un esfuerzo distinto para
conectar los saberes y estructurar la red cognitiva desde este rompecabezas de cursos.
Para configurar la red cognitiva y garantizar que el profesional egresado sea capaz de cuestionar su saber
para incorporar nuevas habilidades, actitudes y conocimientos, la estrategia elegida es la elaboración de un
trabajo Terminal en el que muestre que cumple con el perfil profesional.
Esto implica que el proyecto Terminal implica la integración de los conocimientos por medio de un proceso de
investigación por medio de la aplicación de conocimientos técnicos y teóricos a un objeto de estudio definido.
Cobo Suero, Juan Manuel. (2001), Ética profesional en ciencias humanas y sociales, Huelga
y Fierro, Madrid, España.
Cortina, Adela. (2000), Presentación: El sentido de las profesiones, en Cortina, Adela y
Conill, J. 10 Palabras Clave en Ética de las Profesiones. Verbo Divino, Navarra, España.
Hirsch Adler, Ana. Ética profesional como proyecto de investigación en Teoría de la
Educación. Revista Interuniversitaria, Ediciones Universidad de Salamanca, Vol. 5,
2003, pp. 235 -258
Hirsch Adler, Ana.Utopía y Universidad. La enseñanza de ética profesional en
Reencuentro. Diciembre 2004, Número 041. Universidad Autónoma Metropolitana-
Xochimilco, Distrito Federal, México, disponible en
Hirsch Adler, Ana y Pérez Castro Judith. (2006), Rasgos de ser un buen profesional en los
alumnos de posgrado. Los casos de la Universidad de Valencia y de la Universidad
Nacional Autónoma de México, (UNAM) en Hirsch Adler, Ana (coord.) Educación
valores y desarrollo moral. Valores de los estudiantes universitarios y del profesorado,
Tomo I, Gernika. México. pp. 73-102
Hirsch Adler, Ana. (2008), Valores básicos que la Universidad debería promover en su
alumnado y profesorado. Los profesores de posgrado de la Universidad Nacional
Autónoma de México en Hirsch Adler, Ana y Rodrigo López Zavala (coords.), Ética
profesional y posgrado en México. Valores profesionales de profesores y estudiantes.
Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad Iberoamericana Puebla, Universidad
Autónoma de Tamaulipas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Universidad
Autónoma de Chiapas, Universidad Autónoma de Yucatán. México, pp. 23-43
www.redalyc.uaemex.mx/redalyc/ pdf/340/34004105.pdf 20-junio-2009
Hirsch Adler, Ana. (2009), Profesores universitarios y ética profesional en Canto Herrera,
Pedro, Francesc Imbernón Muñoz, Ana Hirsch Adler y Víctor M. Aguilar Fernández.
Ética en la universidad: Conceptos y enfoques. Unasletras, México. pp. 57-76
Hirsch Adler, Ana. La formación en ética profesional y los profesores de posgrado de la
Universidad Nacional Autónoma de México Revista Electrónica de Investigación
Educativa [Número especial]. 2010.
Hirsch Adler, Ana. (2011), Dilemas éticos que enfrentan los egresados de posgrado de la
Universidad Nacional Autónoma de México, según los coordinadores de los programas”
en Hirsch Adler, Ana y Rodrigo López Zavala (coords.) Ética y valores profesionales.
Trece experiencias de investigación universitaria en México. Universidad Autónoma de
Sinaloa, Universidad Autónoma de Yucatán, Universidad Autónoma del Estado de
Morelos, Universidad Autónoma de Tamaulipas, Universidad Iberoamericana Puebla y
Universidad de Monterrey. México.
Hortal, Augusto. (2000), Docencia, en Cortina, Adela y Conill, J. 10 Palabras Clave en
Ética de las Profesiones. Verbo Divino, Navarra, España. pp. 55-78
Hortal Alonso, Augusto. (2004), Ética general de las profesiones. Segunda edición,
Colección Ética de las Profesiones, Desclée De Brouwer, Bilbao, España.
Prado Galán, Javier. (2002), Ética profesión y medios. La apuesta por la libertad en el éxtasis
de la comunicación. Primera impresión, Universidad Iberoamericana, México.