CONCEPTO
Es toda acción, suceso u episodio que implica todo aquello que se considera
dañino, perjudicial, y también peligroso para el nombre de un sujeto o constitución.
El atentado del nombre se considera un acto indigno contra la persona y su honor,
causando así la caída de su moral e respeto, en el derecho civil este acto lo
deslumbra como: La difamación, la usurpación, daño a al derecho moral y al honor
de la persona.
Pero antes de dar concepto a estas acciones primero debemos entender que es
una persona en la ley.
La persona, jurídicamente hablando, es el sujeto de derechos y obligaciones, es
decir, todo ser capaz de tener derechos y contraer obligaciones. Para fines
legales, el Código Civil distingue entre:
personas naturales (personas físicas o seres humanos) y
personas jurídicas (que corresponde a una ficción legal).
a) La persona natural
Corresponde a los hombres y mujeres, al ser humano. Es, por regla general,
sinónimo de la palabra “persona”. Según el artículo 55 del Código Civil, son
personas:
“Todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo,
estirpe o condición”.
Se distingue entre existencia natural y existencia legal de la persona. La primera
alude a la criatura de la especie humana concebida y no nacida, la cual es
protegida por el Derecho. Los requisitos para la existencia legal (artículo 74 del
son:
1. Que haya nacimiento.
2. Que el niño sea separado completamente de su madre, es decir, que su
cuerpo salga íntegramente del vientre de su madre y habiendo cortado el
cordón umbilical.
3. Que la criatura haya sobrevivido a la separación un momento siquiera. El
artículo 74 inciso segundo señala una serie de casos donde no se cumple
este requisito. Con todo, solo se requiere que la criatura manifieste vida por
cualquier medio, sean sonidos, respiración, movimientos, etc., sin importar
que sea sana, goce de buena salud o tenga la aptitud para seguir viviendo
por sí misma.
Estos requisitos son significativos en muchas instancias legales, como la herencia
y la asignación de otros derechos.
b) La persona jurídica
El Código Civil la define como “una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y
contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente”
(artículo 545).
Así, el Derecho permite que un conjunto de personas puedan formar un ente
distinto de ellas mismas, que adquiere su propia individualidad, capaz de ejercer
derechos y contraer obligaciones, llamado persona jurídica o moral.
El requisito para la creación de una persona jurídica es que surja como una
entidad independiente y distinta de los miembros individuales que la forman y que
a esta entidad le sean reconocidos por el Estado sus derechos y obligaciones.
Entre las tipologías encontramos:
1. Personas jurídicas de derecho internacional: los Estados, y las
organizaciones internacionales.
2. Personas jurídicas de derecho público: el Estado, los Gobiernos
Regionales, las municipalidades, las iglesias reconocidas, entre otros.
3. Personas jurídicas de derecho privado: aquellas que dependen de la
iniciativa particular, siendo de dos tipos:
4. Las que persiguen fines de lucro, llamadas “sociedades civiles y
comerciales”.
5. Las que no persiguen ganancias o sin fines de lucro, como las
corporaciones o asociaciones y las fundaciones.
Consciente del concepto de persona en el lado jurídico, el sujeto tiene el derecho
de ser denominado con el nombre que lo individualiza a una persona en la vida
social y jurídica.
Y a pesar de tener derechos eso no impide que sean dañados con:
La Difamación
Es la comunicación a una o más personas, de una acusación que se hace a otra
persona física o moral de un hecho, determinado o indeterminado, que pueda
causar o cause a ésta un menoscabo en su honor, dignidad o reputación; siempre
que no esté fundamentada en pruebas fehacientes.
Los orígenes en el derecho anglosajón de la difamación están en
los agravios (declaración dañosa en una forma transitoria, sobre todo de forma
hablada) y libelo (declaración dañosa en un medio fijo, sobre todo escrito pero
también un cuadro, signo, o emisión electrónica), cada uno de los cuales da un
derecho de acción.
La diferencia fundamental entre libelo y difamación está únicamente en la "forma"
en la cual la materia difamatoria es publicada. Si el material ofensivo es publicado
en alguna forma efímera, como en forma hablada o sonidos, dactilología, gestos y
otros por el estilo, entonces esto es difamación. Si es publicado en una forma más
duradera, por ejemplo, en documentos, películas, discos compactos y otros por el
estilo, entonces es considerado un libelo.
Delito contra el nombre;
Usurpación
Es la acción y efecto de usurpar, o sea apoderarse de una propiedad o de un
derecho que legítimamente pertenece a otro, es una apropiación indebida de lo
ajeno[1]es un delito que se comete apoderándose con violencia o intimidación de
inmueble o derecho real ajeno. La usurpación también es Arrogarse
la dignidad, empleo u oficio de otro, y usarlos como si fueran propios.
Delito contra el nombre:
Derecho Moral
Los derechos morales en el campo del derecho de autor incluyen dos aspectos
específicos, el derecho al reconocimiento de la paternidad de la obra (autoría) y el
derecho de un autor a preservar la integridad de la obra, es decir, a negarse a la
realización de modificaciones u obras derivadas de la misma.
El reconocimiento de los derechos morales apunta esencialmente a la idea de una
supuesta conexión entre el autor y su obra, a la reputación del autor y al derecho
inalienable de este a disponer de la obra en términos de reconocimiento así como
de integridad.2 La infracción más común a los derechos morales es el Plagio.
Delito contra el nombre:
Derecho Al Honor
Derecho fundamental relacionado con la intimidad personal y familiar y la propia
imagen. Pertenece a la esfera privada de la persona y constituye un bien
integrante de los derechos de la personalidad del individuo. Tiene una doble
vertiente, interna y externa:
1) la estimación que cada persona tiene de sí misma, y
2) la concepción que terceros tienen sobre la dignidad de nuestra persona. Suele
entrar en colisión con el derecho a la libertad de expresión e información,
debiendo ponderarse en cada caso, según afirma nuestro Tribunal Constitucional,
los bienes en conflicto.
LA INJURIA
La injuria es aquella expresión que lesiona la dignidad de una persona
perjudicando su reputación o atentando contra su propia estima.
Puede consistir en la atribución de unos hechos, en formular juicios de valor sobre
ella… etc.
Únicamente son constitutivas de delito las injurias consideradas socialmente de
carácter grave.
Así, se puede manifestar que el delito de injurias es muy subjetivo y circunstancial
en el que hay que atender más que al significado de las palabras a la intención del
que las pronuncia, y a la situación, lugar y tiempo en que lo hace.
Si la injuria consiste en atribuir la comisión de unos hechos a otras personas, será
grave cuando se hayan llevado a cabo sabiendo que tales hechos son inciertos
Comete un delito de apropiación indebida la persona que se apropia, oculta o
niega haber recibido aquellos bienes muebles (dinero, valores…) que tenía
obligación de devolver y que se le entregaron en virtud de un contrato de
comisión, depósito o administración, siempre que el valor de lo apropiado supere
los 400 €.
También existirá un delito de apropiación indebida cuando el objeto de la
apropiación sea una cosa perdida o de dueño desconocido siempre que el valor
del mismo supere la cantidad de 400 €.
Si el objeto perdido o de dueño desconocido tuviese un valor artístico, cultural o
científico, la pena imponible será la de prisión de 6 meses a 2 años.
Por último, cometerá igualmente un delito de apropiación indebida la persona que
hubiese recibido por error dinero o algún bien mueble y negará haberla recibido o,
comprobado el error, no procediese a su devolución, siempre que, como en el
caso anterior, la cantidad recibida sea superior a 400 €.
Como en los supuestos anteriores, los responsables del delito de apropiación
indebida quedarán libres de responsabilidad penal respondiendo solamente de la
responsabilidad civil que en su caso se derive, y siempre que no exista violencia ni
intimidación, si el delito se comete entre cónyuges no separados legalmente o de
hecho, en proceso judicial de separación, de divorcio o nulidad matrimonial o entre
parientes que sean ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o por
adopción, afines en primer grado si viviesen juntos.
En estos casos la circunstancia de parentesco se convierte en una circunstancia
eximente de la responsabilidad penal. Esta eximente no se aplica a las personas
extrañas que participen en el delito.
FOTOGRAFIAR A MENORES DE EDAD
La publicación de fotografías de menores de edad pasa en primer lugar por el
consentimiento del niño o la niña cuando tiene capacidad para otorgarlo (lo que
según el tribunal supremo sucede en líneas generales a partir de los catorce años)
y si no la tiene, la autorización de su familia o tutores legales.
Por otro lado, se considera intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización
de su imagen o su nombre en los medios de comunicación que pueda implicar
menoscabo de su honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses incluso
si consta el consentimiento de la persona menor de edad o de sus representantes
legales.
Además de tener el consentimiento de los menores o sus padres es necesario
cautelar que las imágenes publicadas respeten a los retratados, procurando que
los muestren en acciones constructivas y dignificantes.
SEGÚN LA LEY
La ley dice que el medio sólo será legalmente responsable cuando tenga
“conocimiento efectivo de que la actividad o la información almacenada es ilícita” y
no haya actuado con “diligencia para retirar los datos o hacer imposible el acceso
a ellos”. no obstante, en algunos casos los jueces no han llegado a un acuerdo al
aplicar la norma y han hecho recaer la responsabilidad sobre quien aloja los
contenidos, no sobre su autor real. así ha sido en dos de los casos que más
repercusión han tenido en los últimos meses: el caso de la General de autores
contra la asociación de Internautas y el caso de la Frikipedia, en ambos casos por
alojar contenidos que atentan contra el honor de la sGae o sus representantes. en
estos fallos inculpatorios para los alojadores de contenidos subyacen dos
cuestiones:
Los jueces aplican la doctrina tradicional, conforme a la cual el medio es
responsable de todos los contenidos, sobre todo si son anónimos, basándose en
el funcionamiento de los periódicos. Pero en Internet no es así, no hay un jefe de
rotativa que filtra el contenido, sino que todo funciona de forma automática. La
normativa española sobre el tema, es la LSSL, que establece que “sólo hay
responsabilidad cuando el proveedor tiene conocimiento de un contenido ilícito,
declarado como tal por la autoridad competente, y se haya notificado esa
resolución”. Los fallos de estas sentencias están recurridos y se está a la espera
de una sentencia del supremo que cree jurisprudencia. La asociación de
Internautas está impulsando una petición para que las autoridades europeas, de
las que salió la directiva que inspira la legislación española, interpreten
definitivamente esta cuestión.
Los tribunales, ante la dificultad que supone identificar a cualquier internauta,
adoptan una salida de compromiso consistente en la imputación de la
responsabilidad a quienes alojan los contenidos. algunos expertos reconocen que
el tema del anonimato es el problemático y sugieren que para solucionarlo se
tendría que establecer un régimen legal claro que obligue a todo el que tenga
sistemas automáticos de publicación a conservar y proporcionar la IP de sus
usuarios en caso de ser solicitada por la justicia. La dirección IP es una dirección
única que cada ordenador tiene en Internet y mediante la cual puede identificarse,
a través del operador de telecomunicaciones y mediante requerimiento judicial, a
la persona con nombre y apellidos a la que pertenece un ordenador.
Anexo
LAS POSICIONES EN LOS DIFERENTES PLENOS JURISDICCIONALES:
En esta fase se indicará las diferentes posiciones alegas en los diferentes plenos
jurisdiccionales, siendo los siguientes:
La violencia como elemento del tipo penal de Usurpación, puede darse tanto
contra las personas como sobre las cosas.
Se configura el delito de Usurpación, si hay sólo violencia sobre las personas.
Se configura el delito de Usurpación, si hay sólo violencia sobre las cosas.
En el momento en que ocurre la Usurpación, no necesariamente debe encontrarse
el agraviado para que se configure el delito.
Si el agraviado que se encuentra presente en el lugar del despojo, se siente
intimidado por la presencia del sujeto activo y no hace resistencia, se produce el
tipo penal de usurpación.
Como se puede apreciar, éstos son los puntos arribados en los Plenos Distritales y
Regionales, veamos cuales son los que fueron aprobados por mayoría y por
unanimidad.
Respecto a la primera postura, existen posiciones disímiles, el Pleno Jurisdiccional
Regional Penal de los Distritos Judiciales de: Arequipa, Puno, Tacna y Moquegua,
por mayoría aprobaron esta postura; sin embargo, el Pleno Jurisdiccional Distrital
Penal de Arequipa, se opone a dicha postura.
La segunda postura, fue aprobada por mayoría en el Pleno Jurisdiccional Distrital
Penal de Arequipa.
La tercera posición, la violencia sobre las cosas, es amparada por el Pleno
Jurisdiccional Regional Penal de los Distritos Judiciales de: Arequipa, Puno, Tacna
y Moquegua.
La cuarta y la quinta postura, fueron aprobados por mayoría en el Pleno
Jurisdiccional Regional Penal de los Distritos Judiciales de: Arequipa, Puno, Tacna
y Moquegua.
Conclusiones
El nombre de las personas, por principio, debe ser inmutable. Pese a esta
supuesta característica doctrinal, en numerosas ocasiones el nombre se cambia
ya sea porque:
Las diversas legislaciones del mundo asumen dos actitudes con respecto al
cambio de nombre: unas permitiéndolo solo en casos excepcionales y otras
con mayor liberalidad, ante la sola voluntad del individuo, pero, en ambos
casos, siguiendo los requisitos que en cada caso imponen las leyes.
Bibliografía
Mazeaud, Henri et al. (1959). Los Sujetos de Derecho. Las Personas (Vol. II).
En Lecciones de Derecho Civil. Primera Parte. Buenos Aires. Ediciones Jurídicas
Europa–América.