Índice
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1 Leyes
o 1.1 Gestión pública
o 1.2 Profesionalismo
2 Eficacia
o 2.1 Macroeconomía
o 2.2 Servicios
o 2.3 Sistema fiscal
3 Véase también
Leyes[editar]
La administración pública está regida por las siguientes leyes:
Profesionalismo[editar]
Un estudio del BID sobre la calidad de la burocracia en América Latina le dio a Përú una de
las clasificaciones más bajas. Un pequeño funcionariado altamente profesional se encuentra
en las funciones económicas y regulatorias del Estado. El empleo público equivale casi al 40%
de los gastos del gobierno.
Las políticas sobre las remuneraciones son confusas, donde prevalecen esfuerzos
racionalizadores, incremento de las remuneraciones y a la vez una política de austeridad
fiscal. Los salarios son variables entre los niveles, e inclusive dentro del mismo nivel; existe
además una multiplicidad de conceptos, de asignación fija, de suplementos y beneficios
ligados al desempeño individual o ministerial. Los sueldos de los cuadros medios y
administrativos son superiores a aquellos del sector privado, pero no son competitivos en los
sectores gerenciales -sector público: $357-$2,797, sector privado: $50-$8,100-. A excepción
de los funcionarios-que ganan más en el régimen SNP, los profesionales, técnicos y auxiliares
ganan en promedio más en el régimen 728.
Eficacia[editar]
Existe un buen desempeño en cuanto a políticas macroeconómicas y fiscales, pero en general
las instituciones se ubican por debajo del promedio de Latinoamérica.
En las funciones del manejo macroeconómico -régimen monetario, control de la inflación y del
déficit fiscal- junto con las funciones de regulación - inversión, competencia, propiedad
intelectual, telecomunicaciones- tienen un desempeño exitoso y una institucionalidad
moderna, son burocracias especializadas y de tamaño reducido y tienen una alta
independencia del poder político. En las otras funciones, relacionadas con bienes y servicios
como educación, salud e infraestructura, es bastante deficiente. Ahí intervienen distintos
niveles de gobierno y hay mayor complejidad en el uso de los recursos.
Macroeconomía[editar]
Perú ha logrado la estabilización macroeconómica, la estabilidad de las tasas de interés, la
reducción de la deuda pública, un buen crecimiento económico, la disminución de la inflación y
la estabilización del tipo de cambio. Esto se debe a que BCR es independiente -garantizada
por la constitución-, un plantel técnico entre los mejores pagados y una fuerte institucionalidad.
Además, para evitar los déficits, se amplió la base de los contribuyentes y se fortaleció la
capacidad de decisión de MEF sobre el gasto público. El Perú -hasta 2 006- no ha logrado
bajar las tasas de desempleo del país, aunque la desocupación no es tan elevada como en
otros países de la región. Ha habido avances en las instituciones reguladoras y en la
capacidad institucional de aplicarlas, y se encuentra apenas por encima que el promedio de la
región.
Servicios[editar]
El tamaño de la inversión social y de infraestructura es bastante bajo debido a la baja presión
fiscal y a la alta inflexibilidad del presupuesto. Los servicios de salud son deficientes, por
debajo de la región, y la tasa de mortalidad infantil es bastante alta. La inversión en
infraestructura es baja y muchos sectores no han sido regulados. Es clasificado como
deficiente por los empresarios peruanos. Durante el gobierno del Presidente Alberto Fujimori,
el Estado se preocupó por la reforma de aquellas instituciones ligadas al mercado, mientras
que los demás ministerios fueron relegados.
Sistema fiscal[editar]
Los ingresos se encuentran concentrados geográficamente y es menos progresiva que el
promedio latinoamericano. El IGV, ISC -el consumo selectivo- y las importaciones representan
un 75% de los ingresos, mientras que el impuesto a la renta, alrededor del 23%. Existen
ingresos de carácter extraordinario así como exenciones -alrededor del 12% de los ingresos
tributarios-.