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Análisis funcional de la conducta:

Un modelo explicativo
Mariana Segura Gálvez, Pilar Sánchez Prieto y Pilar Barbado Nieto

Introducción
Los diferentes enfoques de la Psicología se pueden
representar en el siguiente gráfico de dos dimensiones:

1.ª- Grado de conocimiento de las bases de la Ciencia del Comportamiento:


Se observa un alto grado de desconocimiento de los conceptos más básicos
(funcionalidad, reforzamiento negativo…) por parte de los YA LICENCIADOS EN
PSICOLOGÍA.
¿Por qué?
1. La falta de tradición científica en el estudio de la Conducta humana:
La verdadera aproximación científica al estudio del comportamiento es reciente.
Los acercamientos precientíficos, intuitivos, filosóficos… coexisten como UNA
CIENCIA MÁS ENTRE LAS MÚLTIPLES OPCIONES Y ORIENTACIONES
POSIBLES. En la sociedad en general, las Universidades y entro los propios psicólogos
se dice:
- “Cada orientación tiene su utilidad dependiendo del problema que se trate.”
- “Es enriquecedor que en los equipos profesionales de la Salud coexistan formas
diferentes de entender la Psicología.”
- “La conducta humana es algo aparte y NUNCA podrá ser entendida en su
totalidad.”
- “¿Por qué empeñarse en un rigor científico? Si algo parece útil, no necesitamos
saber por qué lo es.”
- “Hay tipos de conducta o cuadros comportamentales que tienen su propia
explicación (micromodelo), no hay que buscar regularidades ni principios de
más amplia aplicabilidad a la Conducta humana en general.” (Por ejemplo,
micromodelo para “asma”, otro para “enfisema pulmonar”, y afirmar que no es
necesario un marco más amplio que explique “la respiración humana”).

Estas posturas, integradas en un amplio y cómodo eclecticismo, se esgrimen


frente a una supuesta “rigidez científica”. Sin embargo, el eclecticismo no sería
aceptable en otras ciencias.
La conducta humana no es tenida como “objeto de pleno derecho” para la
ciencia y esto lleva al desconocimiento que afecta a: enseñantes, practicantes y
potenciales clientes de la Psicología.

2. Inadecuada enseñanza de la Psicología:


Principal problema: ausencia de una respuesta clara y unívoca a la pregunta ¿qué
es la Psicología?
Deficiencias en la enseñanza académica:
a. Adición heterogénea de materias, contenidos y marcos de referencia.
b. Divorcio entre la Psicología Académica y la Aplicada, concretando en:
- Escasez de prácticas “en vivo”.
- “clases eruditas” en lugar de “traspaso de experiencias”.
- Dedicación de tiempo, medios y entusiasmo a parcelas de investigación alejadas
de los problemas comportamentales y sociales acuciantes en cada momento.
Siendo estos olvidados.
c. Ausencia de un marco globalizador de referencia para que el alumno
pueda orientarse. Existencia de varias Psicologías. “Profesores de la
Psicología X” que enseñan esa Psicología, frente a “profesores de la
Psicología Y”
d. Aplicación de lo que se está enseñando a la didáctica de las clases. Falta
de métodos de entrenamiento apropiados.

3. Expectativas y exigencias inadecuadas en los alumnos y profesionales de la


Psicología.
Las expectativas de los alumnos que entran en Psicología no son: adentrarse en
una Ciencia y mejorar su grado de eficacia (explicación, predicción y control) frente a
otras formas de analizar e intervenir en el comportamiento humano (sentido común,
lectura de manos, estructuras de personalidad…).
Sin embargo, el cambio en los profesores y profesionales sería predictiblemente
más eficaz para cambiar la situación.

4. Demandas y valoraciones sociales inadecuadas:


Responsables políticos, responsables organizativos y económicos de
instituciones (centros de salud, hospitales, colegios, empresas…), así como usuarios
directos, se comportan poco discriminativamente al elegir a profesionales que puedan
ofrecer poco más que sentido común mezclado con algún planteamiento ideológico.
Esto permite que los psicólogos no se vean obligados a mantener una “CONCIENCIA
CIENTÍFICA”.

2.ª- Grado de divergencia, negación o superación de las bases comportamentales:


Peligrosas características comunes a CASI todas las formas de divergencia o
negación:
1) Crítica y consecuente divergencia de una Ciencia del Comportamiento
inexistente:
Desconocimiento y malentendido de muchos conceptos básicos, la no lectura de
las fuentes originales (Skinner es el ejemplo más claro) y acercamiento
prejuiciado a textos y resultados experimentales.

2) El “descubrimiento de la pólvora” a finales del siglo XX (Pseudonovedades):


Pretendidos avances y aportaciones respecto a hechos ya tenidos en cuenta en la
Ciencia del Comportamiento “de antiguo”. Estos falsos avances solo crean
divisiones que se contraponen y debilitan, cuando el objetivo debería ser crear
un “Corpus Científico” más sólido.
Ejemplos: diferencia entre un objeto y el “significado” que este tiene para un
sujeto = diferencia entre objeto y función de estímulo; “atribución” =
establecimiento de una función de estímulo consecuente (si es “atribución
interna”) y el no establecimiento (si es “externa”); importancia de lo que el
sujeto piensa y siente, importancia de las respuestas encubiertas como función
de estímulo o como aspecto disposicional que afecta al comportamiento abierto,
etc.
3) La vuelta a estadios precientíficos: “novísimos” no traducibles a términos
conductuales. Divergencia más que terminológica.
a. En lo conceptual: se vuelve al mentalismo y a explicaciones mecanicistas
(la explicación está dentro, en el autónomo funcionamiento de la
máquina-organismo).
b. En lo terminológico y metodológico: el rechazo de la “rigidez
conductista” ha desencadenado que se tomen una serie de “licencias”
tanto terminológicas (términos vagos, constructos incomprobables y
etiquetas prestadas de otras disciplinas), como metodológicas (¿dónde
quedó el rigor experimental, la precisión y la replicabilidad de las
intervenciones?).
Citas:
No todas las divergencias o superaciones del Conductismo Radical suponen una
vuelta atrás en el camino de la ciencia psicológica. El Modelo Interconductual de
Kantor es una alternativa complementaria y enriquecedora.
PARTE PRIMERA
CAPÍTULO 1
EVOLUCIÓN DE LOS MODELOS EXPLICATIVOS
DEL COMPORTAMIENTO HUMANO EN
PSICOLOGÍA CIENTÍFICA

La labor de una construcción teórica en Psicología es esencial. Un marco teórico


sirve de referencia común para integrar y dar sentido a los datos y conocimientos que se
han ido acumulando a lo largo de los años.
Solo partiendo de una sólida formación teórica se puede pensar en el abordaje de
la aplicación práctica de una ciencia.
En este capítulo se hará un recorrido histórico de la evolución de los modelos
explicativos del comportamiento humano. Modelo: marco teórico conceptual que
explica la conducta humana.
La Psicología nace como disciplina con el manifiesto conductista de Watson,
que define su objeto de estudio. “Psicología científica y Conductismo son sinónimos.
Todas las corrientes pre-conductistas no son más que filosofías psicológicas” (Ribes,
1980).

1. Modelos de condicionamiento directo


1.1 El nacimiento del conductismo y el modelo de condicionamiento clásico
1913, John B. Watson da a conocer su manifiesto conductista con el artículo
“Psychology as the behaviorist views it”, rechazando el mentalismo y estableciendo la
conducta observable como único objeto de estudio de la Psicología.
La conducta humana es un fenómeno sujeto a leyes, como el resto de fenómenos
de la Naturaleza. El comportamiento del ser humano se diferencia del resto de animales
solo en su complejidad.
Pavlov había roto con la postura dualista cuerpo-alma. Estudió el sistema
nervioso central de forma objetiva apartando “la mente”. Partiendo del enfoque de la
función adaptativa organismo-ambiente, concluyó que un organismo sobreviviría con
sus “reflejos incondicionados” si el entorno fuese inmutable. El “reflejo condicionado”
prepararía al organismo frente a los cambios ambientales.
El primer modelo adoptado fue el Condicionamiento Clásico de Pavlov.
Watson había rechazado la introspección y se centraba en observación y
experimentación: E – R. Defendía un ambientalismo radical frente a conceptos como
inteligencia, temperamento, habilidades y otras cualidades. Un bebé nace con una
determinada herencia genética y emite comportamientos reflejos simples, a partir de los
cuales, por interacción con el entorno, aprende respuestas condicionadas más complejas.
El condicionamiento también explicaría el surgimiento de las emociones
(experimento del pequeño Albert).
Para Watson, estímulo sería cualquier objeto externo o situación interna que el
organismo puede captar mediante un órgano sensorial. Respuesta sería todo lo que el
organismo hace o dice.
El lenguaje se debía a aprendizaje de asociación entre palabras y objetos o
situaciones. “El conductista afirma que […] PENSAR es, en síntesis, un hablar con
nosotros mismos” (Watson, 1930).
Aunque mantenía un principio algo reduccionista, Watson pensaba que se podía
estudiar la conducta independientemente de su traducción físico-química en el sistema
nervioso central. Consideraba la conducta como un todo.
También mantuvo un determinismo natural que permitía que “dado un estímulo,
puede predecirse la respuesta”. A partir de este principio se podría alcanzar la finalidad
de la ciencia: predicción y control.
El conductismo enfrentó el tema de la aplicación práctica sin hacer distinción
entre personalidad sana o enferma. En cualquier caso, había que realizar un análisis de
la historia de condicionamiento del individuo. Pero este conocimiento no tenía en sí
mismo un valor curativo, a diferencia de lo que defendía el Psicoanálisis, por ejemplo.
La intervención se basaría en las técnicas de condicionamiento.
De esta manera se sentaron las bases para el surgimiento de la modificación o
terapia de conducta desarrollada fundamentalmente gracias a Skinner en los años
cincuenta.

1.2 El modelo de condicionamiento operante


E–R–C
(Thorndike, 1898; Hull, 1943; Skinner, 1953)
E. L. Thorndike: Su “Ley del efecto” acentúa la importancia de la contingencia
que sigue a la conducta del organismo. Estudió animales superiores (perros, gatos, etc.)
en línea con el trabajo de Lloyd Morgan que llamaba a eso aprendizaje por “ensayo y
error”. Concluyó que los animales tienden a repetir las conductas que van seguidas de
resultados positivos y a no producir aquellas que van seguidas de resultados negativos.
Hull abordó la empresa de desarrollar una teoría científica general de la
conducta. En “Principles of Behavior: An Introduction to Behavior Theory” (1943),
parte de la interacción organismo-ambiente y de la objetividad de estudiar lo observable
(como Watson), pero defiende también la utilización de constructos para hipotetizar
sobre eventos inobservables. Hull adoptó la idea de “variables intervinientes” de
Tolman con el nombre de “constructos simbólicos”. Para él, el problema de la
Psicología era cómo se habían planteado los constructos hasta ese momento. Los
constructos son válidos si parten de datos observables.
Introdujo otros elementos explicativos para la conducta aparte del estímulo
(E – O – R). Para Hull el refuerzo está siempre presente, por eso no diferenció entre los
tipos de condicionamiento. Condicionamiento Clásico = “Ley del efecto” de Thorndike,
lo que él llamó “Ley del refuerzo”.
Según Hull, el organismo va emitiendo conductas y las que se refuerzan forman
hábitos. Algo reforzante es algo que reduce el “impulso” que ha motivado la acción.
Reintrodujo un interés por la “motivación” que el conductismo había dejado de lado
como objeto de estudio.
“Fuerza del hábito” (H): número de ensayos reforzados de una conducta. E y R
son observables, pero H está presente en el organismo como representaciones
neuronales de E y R.
“Conducta molar”, término tomado de Tolman. Lo que hace un organismo como
un todo. A la Psicología le correspondería un enfoque “molar”, pero Hull esperaba
conseguir una explicación de la conducta en términos neurofisiológicos, como Watson.
B.F. Skinner, desarrollo decisivo del Condicionamiento Operante. Se centra en
el estudio de los procesos de formación y mantenimiento de conductas que el
condicionamiento clásico no puede explicar.
Centra su interés en las consecuencias, como Thorndike.
Skinner utiliza por primera vez el término “operante” en 1937 con “Two types of
Conditioned Reflex: A Reply yo Konorski and Miller”.
Para Skinner el estudio de la conducta es muy complejo porque “es un proceso,
más que una cosa”, pero no encuentra en ello nada irresoluble. Sin embargo, considera
que hay que tener cuidado con las filosofías predominantes en la civilización occidental
para preservar la Psicología como ciencia natural.
Un científico de la conducta debe evitar concepciones dualistas referidas a
causas “internas” que rigen el comportamiento. Por ejemplo, “ello, yo y superyó” del
Psicoanálisis” o supuestos “procesos” o “estados mentales”.
Skinner, al contrario que Hull, no pretende crear un marco teórico, sino que
mantiene un enfoque descriptivo. Para él, la principal finalidad de la ciencia es describir
fenómenos observables e investigar las leyes que los relacionan; para conseguir
predicción y control.
En la línea metodológica de Watson, Skinner estudia lo observable y verificable.
No niega la existencia de variables intermedias, pero no le interesan como objeto de
estudio, ya que afirma que no son necesarias para un análisis funcional de la conducta.
Por esto, habrá siempre que referirse a los factores que influyen al organismo desde el
exterior.
Skinner propone el “análisis funcional” para el estudio sistemático de la
conducta.

Para Skinner, estas variables independientes no podían ser solo estímulos que
provocan una respuesta refleja. El organismo emite conductas, “opera con el medio para
producir consecuencias”. La operante es una respuesta útil que modifica el entorno.
Skinner mantuvo la diferenciación entre Condicionamiento Clásico y Operante.
Consideró al operante superior al respondiente por varias razones:
1.º Mediante el condicionamiento clásico no aparecen nuevas respuestas, sino
nuevas relaciones E – R. Sin embargo, el operante favorece la emisión y nacimiento de
conductas nuevas y su perfeccionamiento –habilidades- por reforzamiento diferencial.
2.º En el condicionamiento clásico, la respuesta es provocada por el estímulo
(postura determinista de Watson), mientras que en el operante de Skinner, los estímulos
discriminativos y las consecuencias influyen sobre la “probabilidad de respuesta”,
reduciendo esta acepción determinista.
Skinner critica la utilización de términos subjetivos en la teoría de Thorndike
como “agradables” o “satisfactorias” al referirse a las consecuencias de la conducta. Él
plantea que lo único que puede caracterizar a algo como reforzante es que se demuestre
empíricamente que su aparición tras una conducta, aumente la frecuencia de esta.
También critica la definición de Hull que considera al refuerzo como “reducción de una
necesidad”, puesto que no siempre el proceso de condicionamiento produce una
reducción de una privación.
Para probar que algo es reforzante hay que probar empíricamente su efecto en un
organismo dado, considerando superfluas ciertas formulaciones teóricas al respecto.
Skinner sigue un enfoque “molecular”. Considera la conducta como “la
actividad continua y coherente de un organismo íntegro”.
Respecto a la relación conducta-sistema nervioso, aunque exista un correlato
neurológico para cada comportamiento, su conocimiento sería de poca utilidad para los
fines de la Psicología. Skinner insiste en que basta con la observación directa desde
fuera del organismo.
Pese a este enfoque molar, a efectos prácticos, considera la “operante” como un
nivel válido de análisis funcional, haciendo constar que ello supone un corte artificial a
algo de naturaleza esencialmente continua.
“La noción de control está implícita en un análisis funcional”. La localización de
las variables de las que la conducta es función, permite que el psicólogo, mediante la
manipulación de estas variables, modifique el comportamiento.
Gracias a Skinner y a otros psicólogos contemporáneos, la Terapia del
Comportamiento logró un gran desarrollo en los años cincuenta y muchas técnicas
terapéuticas se derivan del Modelo de Condicionamiento Operante. También es muy
importante el trabajo de Joseph Wolpe (1958) al presentar la desensibilización
sistemática, basada en el Modelo de Condicionamiento Clásico.
La Terapia del Comportamiento ofreció alternativas eficaces a los métodos
terapéuticos tradicionales. Además, desde un punto de vista científico, la aplicación
clínica de los Modelos de Condicionamiento Clásico y Operante implicaba que la
evaluación e intervención de un caso clínico se afrontase como un trabajo experimental.

1.3 El Modelo Mixto: Mowrer


E–RR–C
Skinner ya planteó que el campo operante y el respondiente podían formar parte
de un mismo continuo, pero fue O. Hobart Mowrer quien investigó más a fondo esta
relación.
En 1947, Mowrer presentó su teoría diferenciando dos procesos básicos:
“aprendizaje de signos” (Condicionamiento Clásico) y “aprendizaje de soluciones”
(“Ley del Efecto” de Thorndike). Por medio del primero se produce la “conducta
emocional”, el organismo adquiere “predisposiciones” o “expectativas” sobre lo que va
a ocurrir. Pavlov ya había dicho que el estímulo se convierte en una “señal” de que el EI
podría aparecer. Por otra parte, mediante el “aprendizaje de soluciones” el organismo
emite acciones para resolver problemas (como satisfacer una necesidad, según el
planteamiento de Hull).
La relación entre ambos procesos sería la siguiente: las alteraciones emocionales
provocadas por condicionamiento clásico pueden ser el antecedente de la emisión de
una conducta instrumental para reducir la necesidad. Pueden darse por separado o uno a
continuación del otro.
En 1960, Mowrer presenta una revisión de su teoría bifactorial. No existen dos
tipos de aprendizaje, sino dos tipos de refuerzo. El proceso básico es el de signos. Los
trabajos experimentales de Miller (1969) demostraron que la división CC-SNA y COp-
SNC no podía mantenerse.
Mowrer concede mayor importancia a las emociones que los conductistas
anteriores, que daban más importancia a las respuestas motoras. Se consideraba que la
emoción era causa de conducta. Skinner las consideraba como circunstancias
antecedentes que podían afectar a la probabilidad de emisión de la conducta.
Según Mowrer, el organismo aprende una respuesta emocional ante un estímulo
condicionado y será positiva o negativa según si lo que sigue al estímulo es refuerzo o
castigo. La conducta motora sería emitida en función de esa alteración emocional y para
modificar el entorno “interno”. Se produce un enganche de dos secuencias
conductuales.
Ejemplo, Modelo de los dos factores (Mowrer, 1960):
EC - EI
EC - RC (parecida pero no igual a RI) (Ansiedad) - R. Operante (Motora)

R. Operante - Disminuye la ansiedad (reforzamiento negativo)

Este modelo parte de la hipótesis de que la conducta fóbica se aprende en dos


partes:
1. Un objeto neutro se asocia por CC al miedo (EI)
2. Aparece una conducta de escape que se refuerza negativamente.

El aprendizaje fue tomado como el centro de las investigaciones. La mayoría de


conductas son aprendidas y cuando más evolucionada es una especia, mayor capacidad
de aprendizaje y mayor repertorio de conductas aprendidas. En una primera fase
histórica, los principios fundamentales del Aprendizaje se asimilaron como principios
fundamentales de la Ciencia del Comportamiento.

2. Modelos mediacionales

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