Este medio escrito tiene como finalidad definir como esta constituido el ministerio de
alabanza de la Iglesia Cristiana Caminando a las Aguas de Vida Eterna (icave). Este manual
estará sujeto a cambios convenientes para mejorías por parte de las autoridades
principales de la iglesia (pastores).
INTRODUCCIÓN:
I. DEFINICIÓN:
Se desglosa la definición:
a) Es un servicio
La palabra ministerio proviene del latín Ministrare que quiere decir servicio, por eso es
necesario que lo que motive al corazón de cualquier hermano que pertenezca o quiera
pertenecer a este ministerio deba ser el servicio a Dios y a los hermanos.
Esto también nos habla de que el miembro del ministerio debe de seguir como ejemplo a
Jesús, nuestro señor el cual:
Qué alegría es para aquellos que gustan de la música puedan servir al Señor Jesús en el
Ministerio donde pueden desarrollar sus talentos y habilidades, pero hay que tener cuidado
de que no Buscar el lucimiento o algún provecho personal fuera de la voluntad de Dios.
NUESTRO LLAMADO
NUESTRA MISION
NUESTRA VISION
Entre nuestros principios ministeriales nos auto-definimos como Servidores del Pueblo;
entendiendo que es un privilegio que conlleva una inmensa responsabilidad ya que cada
vez que servimos, el carácter de Jesús mismo es formado en nosotros y que como
servidores somos los más beneficiados ya que vemos en el servicio una llave.
Como Miembros de GRUPO DE ALABANZA Y ADORACIÓN nos sujetamos a la autoridad de
nuestros pastores y nos unimos a la Visión que Dios les ha entregado.
¸ Obediencia
¸ Unidad
¸ Humildad
¸ Respeto
¸ Santidad
¸ Trabajo en Equipo
III. ESTRUCTURA
1. ESTRUCTURA DEL GRUPO:
a. El grupo debe tener una estructura definida con el propósito que cada miembro
tenga claridad de sus funciones, y se tenga así, mayor fluidez en el ministerio de
alabanza.
1. Se debe mantener un ensayo general porque todos deben saber que son
parte de un solo grupo. El no hacerlo así puede llevar a divisiones, diferentes
“visiones” y hasta cambiar las alabanzas, interpretándolas de diferente
manera cada grupo.
i. Deben saber preparar la lista de las alabanzas para poder tener un tiempo ungido
durante la alabanza.
l. Debe preocuparse de mantener la disciplina del grupo. Esto abarca varias fases:
n. Debe ser una persona bien preparada tanto espiritual como musicalmente.
b. Sera quien haga las delegaciones en los horarios de turnos de los coristas y tomará
las iniciativas para promover la capacitación del equipo asignado a él.
c. Deben conocer las tonalidades de los cantos para no caer en saltos tonales y aún
rítmicos que hagan perder la unción.
IV. LOS ENSAYOS DE ALABANZA. Los ensayos del grupo de alabanza deben estar bien
definidos en cuanto a lo que deben incluir para aprovechar mejor el tiempo:
a. Empezar con un tiempo de oración. Puede ser de media hora, incluyendo ministración
mutua por las necesidades de cada miembro. Y finalizar con oración.
b. Un tiempo para dar visión sobre alabanza y estudio de la Biblia por una media hora.
(Devocional)
c. Tiempo para ejercicios vocales musicales para “calentamiento”; puede ser de 10 minutos
o el que defina el coordinador vocal.
d. Aprendizaje de nuevas alabanzas, el tiempo que defina el director a cargo de la alabanza.
f. Cuando se aprendan nuevas alabanzas es aconsejable que los que tocan instrumentos
ensayen antes que los cantantes para no perder mucho tiempo en la reunión y los cantantes
aprendan ya con acompañamiento musical.
1) Toda persona que ejecuta un instrumento debe, por lo menos, enseñar a otra a tocarlo
como ella lo hace.
2) La cadena del discipulado nos enseña que el que aprende algo, afianza lo aprendido
enseñándoselo a otro. Si este principio se aplicara en la alabanza tendríamos suficientes
músicos.
3) Cada persona que está involucrada en la alabanza debe preocuparse por progresar,
cultivando los dones que Dios le dio, estudiando y ejercitando dichos dones para llegar a la
excelencia.
b. Hay varios recursos externos al grupo de alabanza local para desarrollar habilidades,
talentos y dones musicales.
3) Ser diligentes para hacernos la disciplina del estudio del instrumento que
tocamos o queremos tocar, dedicándole por lo menos dos horas diarias
(recomendación de expertos) a la práctica del mismo.
El desarrollo de lo que el Señor nos ha dado hará que la excelencia forme parte de la
alabanza de la iglesia y que el nombre del Señor sea exaltado más y más.