Tema:
Actividad 3:
Historia construida colectivamente
Presentado por:
Docente:
Programa Psicología
Cierto día… Se encontraban unos jóvenes realizando un proyecto para la comunidad, una
comunidad de viejitos que no tenían novias por problemas de erección e incontinencia que les
impedía conquistar a las mamacitas del barrio, por miedo a que se rieran de ellos.
Uno de los viejitos se acercó al líder social para que le ayudara con sus problemas, pero el líder
social sufría de lo mismo, entonces se acercaron al grupo de jóvenes para que ellos les ayudaran
con sus problemas, unieron fuerzas, hicieron basares, vendieron rifas para así recolectar fondos
con el fin de salir una noche de conquista. El día del levante, los jóvenes le entregaron al líder
social la solución más efectiva para sus problemas, si señores, les entregaron veinte cajas de
VIAGRA.
Entonces aquellos viejos se fueron decididos para esa noche de conquista y así probar que tal les
iba con la solución propuesta por aquel grupo se jóvenes, aquellos viejos iniciaron sacando a
bailar a las “mamacitas del barrio”, aquella noche empezó con cotejos, propuestas de baile, se
dieron a conocer tiernamente intentando e insinuándose ante ellas pero esa noche no les
prestaron mucha atención; las “mamacitas del barrio” estaban probando del terreno para saber
Pasaron los días y ellos siguieron en su plan se conquista cortejando a aquellas mujeres,
invitándolas a salir, aprovechando cada oportunidad para hacerse notar hasta al fin lograr su
cometido, siguieron pasando los días, los meses hasta que aquellas insistencias surgieron efecto
en una de ellas, uno de los viejos al fin logro su cometido, una noche de pasión logro probar el
elixir que los jóvenes les habían dado, algunos días después algunos viejos fueron logrando uno
a uno sus cometidos utilizando y satisfaciendo sus deseos, hasta que acabaron sus reservas y
empezaron a hacer de nuevo todo tipo se actividades para poder comprar más de aquel viagra,
siguieron usando y fructificando sus deseos sexuales hasta que lograron ser felices y sin temor de
ser criticados por esas mamacitas del barrio, cada vez se sentían mejor e invitaban a algunos de
sus amigos de otros pueblos a que probaran este magnífico elixir y así ir enriqueciendo aquellos
muchachos que al ver la necesidad de que el viagra estuvieran en aquel pueblo y en los pueblos
donde eran mayormente usados, se fueron integrando más y más viejos y algunas personas no tan
Y colorín colorado este cuento a terminado y por ello hoy en día se conoce a la Vereda “Altos de