Andrea Sanabria C.
11 “C” 2015
No hay nada que refleje mejor el espíritu de una ciudad que su carnaval y el
carnaval de Barranquilla no es la excepción. Creado por la espontaneidad de un
pueblo que se ríe de sí mismo, el carnaval de Barranquilla es risa e irreverencia,
alegría y jolgorio, una gran fiesta popular de Caribe Colombiano. Pero el
Carnaval no es, como todos piensas, de Barranquilla y tampoco tuvo carnaval
desde su origen. Entonces, ¿De dónde viene el Carnaval si no nació en
Barranquilla y cuál ha sido su recorrido hasta convertirse en lo que es hoy en
día?
Barranquilla nunca tuvo una fundación formal. Al pasar de los años las familias
se fueron asentando en los territorios cerca de la desembocadura del rio
Magdalena alejados de aquellos lugares que se inundaban por la creciente del
rio. Y así sucesivamente el pueblo Barranquillero fue tomando terreno. Ya en su
periodo colonial, su actividad se centró principalmente en los trabajos
agropecuarios, artesanales y de comercio, pero este último tuvo muchas
restricciones, puesto que no le permitían comercializar en el exterior al contrario
de su vecina, Cartagena donde se tenía un consorcio con el comercio exterior.
No obstante tras su independencia todo comenzó a prosperar, habilitando en
1829 a Sabanilla como puerto de exportaciones. En 1836, Sabanilla ya superaba
a Cartagena con el valor de las exportaciones.
El Carnaval es una obra maestra del genio creador humano donde se expresan
las manifestaciones culturales producto de la hibridación de las culturas
dominadas. La gran variedad de riqueza folclórica del Carnaval se debe a las
mezclas étnicas y de tradiciones traídas desde todas partes del mundo, como la
española y las fuertes raíces africanas enriqueciendo nuestra diversidad. “El
Carnaval se había convertido en un crisol en donde el encuentro entre razas, lo
rural y lo urbano, lo humano y lo divino, se fueron en una celebración romántica
en la que la memoria triunfaría sobre el olvido” –Alberto Mario Coronado.
Para resumir, el carnaval tiene como cuna la gran Cartagena, y luego de los
años se trasladó a Barranquilla donde se estaba viviendo una etapa prospera en
el comercio exterior y convirtiéndose en el primer puerto de Colombia. El
carnaval recién llegado fue muy bien acogido por el pueblo Barranquillero,
quienes lo pulieron y lo convirtieron en un Carnaval interracial donde las
tradiciones y las memorias son lo principal y las cuales no hay que dejar atrás ya
que son ellas las que nos hace ser lo que somos un pueblo alegre y maravilloso.
Y así con nuestro compromiso nuestro carnaval se transformó en carnaval más
importante en Colombia y además ser considerada Patrimonio oral e inmaterial
de la Humanidad, salvaguardando expresiones ancestrales que son tan
nuestras.