Universidad de Montemorelos

Escuela de Teología
Extensión Universidad de Navojoa

Síntesis

Trabajo presentado en cumplimiento

de los requisitos de la materia

de Pensamiento Teológico

y Vida Religiosa

Por
Jacinto Hernández Cabrera
17 de Abril 2019
EL SÁBADO EN LA TEOLOGÍA JUDÍA MODERNA

Muchos de los cuales se hacen llamar cristianos guardadores del día domingo como día del

Señor no se atreven a mirar el profundo del sábado dentro del judaísmo.

La experiencia del sábado inunda de gozo la vida de todo judío. Sin embargo, se puede

apreciar que siempre tuvieron quiénes se opusieran ante las costumbres de ellos, así como también

existieron personas que no estaban de acuerdo a su manera de vivir y obligaban a que cambiaran

su manera de ser.

Personajes como Samson Raphel Hirsch entre otros han observado en el sábado un

testimonio de la autoridad y la liberta de la voluntad de Dios. En otras palabras, el sábado es el

símbolo del gobierno de Dios y del destino del hombre. El judío cuenta con una ventaja que consiste

en apreciar la ley y de cómo debe de actuar en el sábado. Así mismo, el sábado se convierte en una

protesta divina semanal recurrente contra la esclavitud y la opresión.

La ortodoxia hace hincapié en la voluntad y la ley judía, la tradición reformista recalca la

relación del sábado con el intelecto y una ética universal. El día de reposo dio el primer paso que

llevó a la abolición de la esclavitud, y el día de reposo dio el primer paso en mostrar el camino a la

abolición de la división del trabajo en trabajo manual e intelectual.

Uno de los escritos de Heschel formó parte de su preocupación, ya que considero que el

empleo de la razón es indispensable para la comprensión y la adoración de Dios. Así también llevó

al judaísmo más allá de las disputas sobre la ley o la razón a un aprecio de las pasiones, donde el

hombre responde junto con sus demás facultades. Uno de los aspectos que dejo en claro fue que el

sábado no es una escapatoria de este mundo, sino una manera de estar en este mundo y por encima

de él.

Una de las teologías presentadas en este capítulo tiene que ver con la erudición crítico-

radical que parte de la idea de que el día de reposo es un misterio. En el afán de resolver este
problema muchos eruditos han propuesto soluciones extrabíblicas para el día de reposo. Sin

embargo, se ha llegado a concluir que como no se puede ubica el origen del sábado se deduce que

se trata de una creación única israelita.

Mientras tanto Rordorf concluye que todas las curaciones realizadas por Jesús los sábados

eran provocaciones que servían a la intención expresa de mostrar que, para él, el mandamiento del

sábado no tenía fuerza vinculante. Afirmando que el sábado había fracasado en su propósito divino.

Incluso afirma que el sábado esclaviza a los seres humanos.

Concluyendo este primer punto se puede pensar que este tipo de pensamiento no es nada fiable y

cualquier comparación con la Palabra de Dios se queda corto.

Lo que se puede apreciar por medio de la observancia del sábado es la relación del pacto de

Dios y su pueblo por medio de la fidelidad de la observancia del día de reposo. Sin embargo,

pensadores como Barth llega a concluir que este tipo de pacto se cumplió con Cristo. Y de esta

manera es como relaciona el cumplimiento en Él. Si consideramos este pensamiento de Barth se

puede percibir que está obsesionado en declarar que el sábado es una ordenanza de la creación y

una señal de la gracia redentora, cuyo fin se encuentra en Cristo mismo. Así mismo señala que este

pacto de gracia tuvo su fin cuando Cristo resucito en el día domingo significando la conclusión o la

terminación de la historia del pacto y la salvación.

Observancia del primer día de la semana en lugar del séptimo como una deuda de

obediencia. Mientras esto se ve en el mundo evangélico contemporáneo pueden discernirse dos

corrientes principales de teologías sobre el sábado: la primera de ellas se trata de una corriente que

acepta el sábado como día séptimo de la creación, pero con un formalismo dominical bajo la premisa

de que la resurrección de Cristo desplazó o transfirió realmente el mandamiento del sábado al

domingo. La segunda corriente acepta que el sábado es una ordenanza de la creación, pero

únicamente para la nación judía.

 El sábado como día del Señor es un asunto que no sólo tiene que ver con guardar el día de

reposo, sino que va más allá. Es decir, nos aporta una doctrina de Dios, de Dios como creador del

cielo y la tierra, y de la meta final del hombre en él.

Implicaciones son muchas a cerca del reposo divino. Meramente la palabra descanso no

alude a cesar de todas las actividades. La obra de Dios quedó terminada cuando llegó el momento

de reposar. El fin vino cuando reposo el séptimo día, haciendo así del sábado parte definida de la

creación. Solo entonces quedó acabada su obra. Y esta obra creadora permite al hombre

experimentar una relación con su Creador fortaleciéndolo en todos los aspectos.

Entre otras palabras el día sábado pertenece a Él por completo, ya que es el Señor y Creador;

y, de esta manera el hombre se encuentra de forma particular bajo su señorío. El sábado ayuda al

hombre a recordar que es solo una criatura y que tiene, por lo tanto, un Creador. Este es un día en

el que se pone por completo a disposición de Dios sin reserva alguno. P. 414

Las observaciones presentadas deben bastar para indicar que una auténtica teología

del sábado es una invitación a santificar el séptimo día en el espíritu de gozo y gratitud al

Dios creador por su misericordiosa solicitud hacia sus criaturas. El sábado ha de ser

claramente distinguido de todos los días laborables, así como de otros períodos de asueto.

Por medio de este día el Señor desea tener un encuntroo con sus criaturas y así

lograr establecer una comunión con cada uno de ellos. Dios busca al hombre y jamás se

cansará de hacerlo. Fue tanto su deseo de tener un encuentro con sus criaturas que designó

un día especial para esto: EL SÁBADO.

Sólo en este día, y no en otro, es cuando Dios se hace presente en la vida del hobre

de una manera muy diferente a los demás días, ya esto es así porque Él así lo ha querido.