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NOVENA DE NAVIDAD I

Introducción

El pesebre, que algunos llaman nacimiento o belén, fue ideado por el Seráfico
San Francisco de Asís, quien, en la Navidad de 1233, tres años antes de su
muerte, hizo una representación en vivo del nacimiento del Hijo de Dios, para
celebrar con una solemnidad única y extraordinaria ese hecho, habiendo obtenido
previamente la oportuna licencia del Sumo Pontífice, para evitar que su proyecto
fracasara condenado como novedad. Lejos de eso, pronto se extendió por toda la
cristiandad, popularizándose con las figuritas de los más diversos materiales que
todos conocemos, habiendo llegado hasta nosotros a través de España, para
convertirse en una de las tradiciones más propias de nuestras tierras, esencial para
el disfrute pleno de la Navidad,
La propuesta de esta novena navideña es armar el nacimiento durante los nueve
días antes de Navidad, meditando así cada una de las figuras principales que
aparecen en él y preparando nuestro corazón al nacimiento del Niño Jesús,
quien una vez más nos invita a hacernos hermanos en su amor.
La estructura que se presenta es muy sencilla, y así, en familia o en el barrio o en
la capilla, cualquiera puede organizar esta novena. Para ello, antes de comenzar la
novena es necesario tener preparado el lugar, así como la escenografía básica
(cueva, montañas, valles, ríos…) si es ese el estilo de pesebre que se montará.
La novena se desarrollará todos los días de acuerdo con el siguiente esquema
básico:
Saludo y Aguinaldo inicial.
Oración para todos los días.
Presentación del personaje del día.
Lectura Bíblica.
Meditación.
Oración final y colocación de la figura en el pesebre.
Despedida.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti,


no deseamos nada más sino encontrarte en nuestras vidas;
así como te reconocieron Ana y Simeón
queremos reconocerte en el niño que nace en Belén.
Prepara tú nuestros corazones
para que recibamos con alegría y compromiso
el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida
“Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”.
No cierres tus oídos a nuestra oración
para que meditando el misterio de la encarnación,
sigamos más de cerca, con Espíritu de hijos,
al crucificado que ha resucitado.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PRIMER DÍA, 16 DE DICIEMBRE:


LA VIRGEN MARÍA

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


Hoy estamos aquí para prepararnos juntos al nacimiento del Señor. Queremos orar con Él, escuchar su
Palabra y meditarla; dejar que sea Él quien nos transforme así como lo ha hecho con todos los que le
escuchan. Así que dispongámonos a participar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se canta:

Oración para todos los días:

Presentación del personaje del día:

Hoy vamos a meditar la figura de María. Ella fue la primera en recibir la noticia del nacimiento del
Salvador; fue la primera en acoger la palabra en su corazón e interrumpir sus planes por aceptar a Jesús.
Escuchemos hoy cómo ella recibió el Verbo de Dios.

Lectura Bíblica. (Lc 1, 26-38):

Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven
virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La
virgen se llamaba María.

Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». María quedó muy
conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo.

Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y
darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del
Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de
Jacob y su reinado no terminará jamás».

María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu
Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que
nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y
aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es
imposible».

Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho». Después la dejó el ángel.
Palabra del Señor.

Meditación:

En esta lectura se nos presenta a María como aquella que está a la escucha de la palabra, es interpelada
por ella y recibe la misión de ser la madre de Dios. Ella, sin embargo, presenta sus dudas al ángel y recibe
la prueba de la maternidad de Isabel que demuestra que para Dios nada es imposible. ¿Medito yo
diariamente la palabra de Dios? ¿Voy descubriendo la voluntad de Dios para mi vida? ¿Cuáles son las
preguntas que me surgen de la escucha de su voluntad? ¿Es mi respuesta un sí abierto a recibir a Jesús
en mi vida?
Oración final y colocación de la figura de la Virgen María en el pesebre:

Te damos gracias, Padre, porque en María nos has mostrado la grandeza de tu amor.

Te pedimos que germine en nosotros la pureza de corazón,


y así seamos libres para hacer tu voluntad.

Abre nuestros oídos para que escuchemos tu Palabra,


y que en nuestros labios esté siempre el sí a punto.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

(Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar Purísima María).


Despedida.

El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén

SEGUNDO DÍA, 17 DE DICIEMBRE:


SAN JOSÉ
Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


Queremos escuchar hoy lo que el Señor nos quiere decir. Por eso estamos alegres, Dios se acerca a cada
uno de nosotros y nos habla al oído. Preparemos nuestros corazones para que sea su voz la que
escuchemos, descubriendo su voluntad para nosotros. Comencemos esta celebración en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se canta
Oración para todos los días:

Presentación del personaje del día:

Nos acercaremos en este momento a la figura de José. Seguramente un joven entre unos veinte y
veinticinco años, con las ilusiones de casarse con María. Ellos ya estaban comprometidos, así que
solamente faltaba esperar un tiempo y llevar adelante los planes como cualquier pareja de su época. Pero
las dudas invaden el corazón de José, quien pone sus preocupaciones en las manos del Señor. Dios no se
hace esperar, y acude a José; la necesidad es mutua: José desea respuestas sobre lo sucedido y Dios
necesita la respuesta de José para poner al Hijo bajo sus cuidados. Escuchemos con mucha atención la
siguiente lectura del Evangelio.

Lectura Bíblica (Mt 1, 18-25):

Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes de que
vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo.

Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar discretamente para no
difamarla.

Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente
de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del
Espíritu Santo, tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta: La virgen
concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros.

Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. Y
sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús.

Palabra del Señor.


Meditación:

Hemos escuchado que José era un hombre prudente y justo, por lo que no actuó según su primer impulso
sino que prefirió meditar y despedir a María de una manera discreta. Él no desespera y Dios se le
manifiesta encargándole cuidar de su hijo. José no tarda en hacer la voluntad del Señor y al despertarse
hace cuanto le ha sido ordenado.

En cuanto a mi vida: ¿Actúo con prudencia o me dejo llevar por mi primer impulso, sin pensar y cometiendo
actos que en la reflexión posterior me doy cuenta de que fueron injustos? ¿Medito los acontecimientos
de mi vida en oración o es una cosa separada de la otra? ¿Cuando descubro lo que debo hacer, me pongo
manos a la obra o espero largamente hasta que no tengo más remedio?

Oración final y colocación de la figura de San José en el pesebre:

Tu amor, Padre, ha sido conocido por San José,


hombre justo y padre fiel;
él ha sido de quien Tú quisiste que Jesús aprendiera el amor paterno,
experiencia que luego relacionó contigo hasta decirte ¡Abba! (¡Papá!).

Ayúdanos a ser comprensivos con los demás,


buscando en nuestras relaciones siempre tu justicia,
y danos la capacidad de responderte diligentemente,
así como José lo ha hecho.

Que en el rostro de los niños sin padre


encontremos tu rostro
y asumamos esa tarea de ser padres en el Espíritu Santo.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

(Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar La jornada (Din, Din, Din)

Despedida:

El Dios que nos salva continuamente, quien ha bendecido a José con Jesucristo, nos bendiga en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

TERCER DÍA, 18 DE DICIEMBRE:

LA MULA Y EL BUEY
Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


La creación ha sido hecha en Cristo, y por eso es importante que la recordemos en esta novena. Sobre
todo, cuando en estos tiempos se hace tan importante reflexionar sobre la ecología. Antes de comenzar,
hagamos un pequeño momento de silencio y escuchemos los ruidos que la naturaleza nos brinda.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se canta Aguinaldo del Callao


Oración para todos los días

Presentación del personaje del día:

San Francisco, creador del pesebre, introduce dos nuevos elementos en la representación del nacimiento
del niño Dios. Son la mula y el buey. El buey, animal fuerte y fiel, seguramente lo ha deducido puesto que
las narraciones bíblicas nos hablan de un establo; la mula recuerda aquel animal en el cual se trasladó
María desde Nazaret hasta Belén.

En estos dos animales, se representa toda la armonía de la naturaleza que llega a su plenitud en
Jesucristo. También se nos recuerda que a aquél a quien nadie quiso recibir en su casa, fue calentado y
acogido por estos animales. Escuchemos lo que nos dice el profeta.
Lectura Bíblica (Is 11,1-):

Una rama saldrá del tronco de Jesé,


un brote surgirá de sus raíces.
Sobre él reposará el Espíritu de Yahvé,
espíritu de sabiduría e inteligencia
espíritu de prudencia y valentía,
espíritu para conocer a Yahvé y para respetarlo,
y para gobernar según a sus preceptos.
No juzgará por las apariencias
ni se decidirá por lo que se dice,
sino que hará justicia a los débiles
y defenderá el derecho de los pobres del país.
Su palabra derribará al opresor,
el soplo de sus labios matará al malvado.
endrá como cinturón la justicia,
y la lealtad será el ceñidor de sus caderas.
El lobo habitará con el cordero,
el puma se acostará junto al cabrito,
el ternero comerá al lado del león
y un niño chiquito los cuidará.
La vaca y el oso pastarán en compañía
y sus crías reposarán juntas,
pues el león también comerá pasto,
igual que el buey.
El niño de pecho jugará sobre el nido de la víbora,
y en la cueva de la culebra el pequeñuelo meterá su mano.
No cometerán el mal, ni dañarán a su prójimo
en todo mi Cerro santo,
pues, como llenan las aguas el mar,
se llenará la tierra del conocimiento de Yahvé.
Palabra del Señor.

Meditación:

Recibir a Jesucristo en la propia vida implica luchar activamente por la paz. La mula y el buey son
expresión de la pobreza en la cual nace Jesús: ¡El Salvador ha elegido nacer en medio de los más pobres, y
en condiciones inhumanas!

El nacimiento de este Rey de la gloria, es una denuncia a todos los atropellos que se cometen a los
hermanos. La naturaleza no podrá encontrarse en paz mientras los hombres y mujeres no aprendamos a
vivir en armonía tanto entre nosotros como con el resto de la creación. Y para poder ser solidarios
debemos comenzar por hacernos pobres, tanto que seamos libres para proclamar con nuestras vidas que
el lobo habita con el cordero.

¿Doy cabida en mi corazón a Jesús o le expulso de él con excusas? ¿Soy solidario con mis hermanos más
necesitados? ¿Cómo lo demuestro? ¿Valoro la naturaleza y la respeto como parte de la creación?

Oración final y colocación de las figuras de la mula y el buey en el pesebre:

Al ver a la mula y el buey, Señor,


vemos el regalo que nos has hecho en la creación.

e pedimos perdón por aquellos que con intereses mezquinos


cada día acaban con parte de la naturaleza.

También te pedimos perdón por nosotros,


porque muchas veces no sabemos ser solidarios con quien nos necesita.

Danos un corazón de carne, para que sepamos ser misericordiosos


y dar nuestro calor humano a los demás.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

(Mientras se colocan las figuras en el pesebre se puede cantar Aguinaldo del Callao)
Despedida:
El Dios creador, que nos recuerda su amor en cada huella de Él que encontramos en la naturaleza, nos bendiga en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

CUARTO DÍA, 19 DE DICIEMBRE:


LA ESTRELLA DE BELÉN.
Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se canta Espléndida noche radiante de luz.


Oración para todos los días:

Presentación del personaje del día:

Estar atentos a los signos de los tiempos, es vivir en una relación profunda con Dios, nuestros hermanos y
el cosmos. Hoy meditaremos sobre la lectura de estos signos en nuestras vidas, recordándolos como
aquella gran estrella que anunció el nacimiento del Mesías. La estrella de Belén no es cualquier estrella en
el cielo, es el signo que guía hasta encontrar al Salvador que ha nacido, pero solamente pueden darse
cuenta de ello los que miran el mundo con ojos que buscan al verdadero Dios. De esta manera, hay muchos
detalles en nuestras vidas que nos pueden indicar a este mismo Salvador. No hace falta que sea una
estrella de Belén, pero sí que tengamos los ojos y el corazón bien abiertos para que podamos descubrir
aquello que nos guía a Jesús.
Lectura Bíblica. (Ap 22,12-17):

Dice el Señor: «Voy a llegar pronto y llevo conmigo el salario para dar a cada uno conforme a su trabajo.
Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin.

Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida, y se les abrirán las puertas
de la ciudad. Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman
y practican la mentira.

Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para decirles lo que se refiere a las Iglesias. Yo soy el Brote y el
Descendiente de David, la estrella radiante de la mañana.»

E l Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» Que el que escucha diga también: «¡Ven!» El que tenga sed, que se
acerque, y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.

Palabra del Señor.

Meditación:

Jesús es la luz, es la estrella radiante de la mañana, es quien nos enseña el rostro del Padre. Su presencia
ilumina toda nuestra vida y nos guía a que encontremos el sentido del amor en plenitud; nos convierte en
signos radiantes de su alegría para que los demás nos vean como esas estrellas que guían hasta Él. Este es
el don gratuito de su amor: su presencia resucitado en el hoy de la historia.
¿Verdaderamente siento a Jesús como la luz de mi vida? ¿Busco ídolos en el cosmos o busco las huellas de
la presencia del Señor que me lleven hasta a Él? ¿Soy estrella radiante para los demás o mi vida es opaca,
triste, sin reflejar a Jesús?
Oración final y colocación de la estrella de Belén en el pesebre:

Te damos gracias, Señor, porque nos sigues amando,


y nos muestras a través de la creación
el camino que nos lleva a amarte.
Tu Hijo es la estrella radiante de nuestras vidas,
y así, toda la creación se llena de júbilo;
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra:
¡El Salvador ha nacido! ¡Nuestro Rey ha llegado!
Por eso, la alegría se hace presente en la historia,
y el pecado es vencido por tu Amor.
Infunde, Padre, ese espíritu de Amor
en cada uno de nosotros
para que seamos colaboradores de la
historia de salvación que nos revelas a cada instante.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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(Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar Aguinaldo Margariteño (Esta noche es
noche)
Despedida:

Que la alegría de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo nos acompañe siempre y la llevemos a los demás. Amén

QUINTO DÍA: 20 DE DICIEMBRE

LOS ÁNGELES
Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se canta Espléndida noche radiante de luz.


Oración para todos los días
Presentación del personaje del día:

En la actualidad mucha gente habla de los ángeles, pero los presenta como seres mágicos, celestiales, que
son capaces por ellos mismos de dar el bien o el mal. La visión cristiana es diferente. Los ángeles
aparecen en la Biblia como aquellos seres que llevan una buena noticia de Dios a los demás, comprometen a
los destinatarios del mensaje y les van protegiendo de los peligros que les amenazan. Así, los ángeles
aparecen ante los pastores y les anuncian a los más pobres el nacimiento de Jesús. Escuchemos el relato.
Lectura Bíblica (Lc 2,8-14):

.En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus
rebaños. [9].Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron
muy asustados.

[10].Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será
motivo de mucha alegría para todo el pueblo. [11].Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un
Salvador, que es el Mesías y el Señor. [12].Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido,
envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

[13].De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas
palabras: [14].«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su
gracia.»

Palabra del Señor.

Meditación:

En el lenguaje cotidiano, cuando a alguien se le compara con un ángel es porque ha hecho el bien a otro, y
refleja en su vida el amor de Dios. Los ángeles van a anunciar a los más pobres la buena noticia del
nacimiento de Jesús; son portadores de alegría y le muestran el camino a los demás para encontrar esta
alegría. El coro celestial invita a glorificar a Dios con la paz, y esta no es una invitación particular para
unos pocos, sino a todos los hombres porque el Señor les ama.
¿Soy portador de buenas noticias para los demás? ¿Creo y celebro verdaderamente la buena noticia del
nacimiento de Jesús? ¿Soy constructor de la paz que glorifica al Señor?
Oración final y colocación de la figura del ángel en el pesebre.

Tú has enviado, Señor, tu ángel para que camine delante de nosotros,


protegiendo nuestros pasos y guiándonos hacia tus caminos;
te sirves de ellos para anunciarnos buenas noticias.
Enséñanos a ser buena noticia para los demás,
a hacer el bien sin ninguna restricción,
así construiremos la paz con nuestros hermanos
y haremos realidad el Reino de Dios entre nosotros.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar Cantemos, cantemos)
SEXTO DÍA, 21 DE DICIEMBRE:

LOS PASTORES Y LAS OVEJAS


Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


El día de hoy queremos unirnos a todos los hombres y mujeres que tienen un corazón sencillo, porque ellos
son capaces de descubrir en medio de sus vidas las manifestaciones de Dios. Jesús lo ha afirmado al
decir: “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios”. En un momento de silencio
busquemos a Dios que se hace presente en medio de nosotros, en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
.

Se canta Corre caballito.


Oración para todos los días:
Presentación del personaje del día;

Los pastores representan a los pobres del pueblo de Israel, a aquellos que tenían su corazón puesto en el
Señor y que vivían desde las necesidades de cada día que Dios es quien salva. El rey David había sido un
pastor, y Yahvé le llamó para ser rey de Israel; los pastores del tiempo de Jesús son los primeros
llamados a descubrir al Rey de la Gloria. Este paralelo indica cómo el Reino de Dios se manifiesta en
primer lugar y se construye desde los humildes. Escuchemos el relato del evangelio y pensemos si nos
identificamos con estos pastores.
Lectura Bíblica (Lc 2,15-20):

Después de que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos, pues,
hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.» Fueron apresuradamente
y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los
ángeles les habían dicho del niño. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que
decían.

María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.

Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal
como los ángeles se lo habían anunciado.

Palabra del Señor.

Meditación:

El pobre cree y actúa según su fe, puesto que para él la esperanza está en el Señor. Muchas veces nos
llenamos de tantas cosas que dejamos de ser pobres y comenzamos a ser ricos en ideas, cosas, poderes…
El pobre no da muchas vueltas y se pone rápidamente en camino, a ver según lo que le ha dicho el ángel, y
no se queda con su fe, sino que la comparte con los demás.
Hay dos partes importantes de nuestra fe: oír y ver. Necesitamos escuchar el evangelio, creerlo y luego
ir corriendo a ver, a vivirlo, a tener la experiencia de abandonarnos en los brazos del Padre. Así,
tendremos razones para alabar y glorificar a Dios, de lo contrario, nuestras alabanzas serán vacías, sin
una base de la propia vida.
¿Creo con un corazón pobre o estoy lleno de tantas cosas que no me permiten creer en la buena noticia de
Jesucristo? ¿Vivo realmente mi fe o está divorciada mi vida de la fe? ¿Mi alabanza a Dios surge de la
propia experiencia de la salvación? ¿Me dejo cuestionar mi forma de vivir la fe o estoy aferrado a una fe
rígida, dejando pasar de largo al Señor de la Vida?
Oración final y colocación de las figuras de los pastores y las ovejas en el pesebre:

En los más pobres de tu pueblo, Señor,


tú manifiestas la grandeza de tu amor.
Danos un corazón pobre y humilde,
como el de los pastores a quienes tus ángeles
anunciaron el nacimiento de tu Hijo;
para que te podamos reconocer en los más
necesitados de nuestra historia,
y, atendiendo su clamor, imitemos tu amor.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Mientras se colocan las figuras en el pesebre se puede cantar A adorar al niño)
Despedida:

El Dios que enaltece a los humildes, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
SÉPTIMO DÍA, 22 DE DICIEMBRE:

LAS MUJERES Y LOS NIÑOS


Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


Ya se acerca la fiesta del nacimiento del Niño Dios, y cuando es el cumpleaños de alguien, usualmente le
llevamos un regalo. Preparemos ese regalo que somos nosotros mismos en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.

Se canta El Tamborilero.
Oración para todos los días:
Presentación del personaje del día:

En un pesebre siempre hay, junto con los pastores, mujeres y niños que corren hacia el lugar donde ha
nacido el Mesías. Y es que la vida de Jesús fue un constante reivindicar de la situación femenina e infantil
en la sociedad judía: para ellos, las mujeres y los niños eran menospreciados y no se les tomaba en cuenta.
Jesús, por su parte, asumía la salvación de toda la humanidad y por ello se acercaba sin temor a niños y
mujeres. De hecho, el encargo más importante, anunciar la resurrección, fue dado a las mujeres.
Meditemos sobre las relaciones que tenemos con mujeres y niños, a la luz de este Evangelio.
Lectura Bíblica (Lc 1,39-56):

Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de
Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su
vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó
tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se
cumplirían las promesas del Señor!»

María dijo entonces:

Proclama mi alma la grandeza del Señor,


y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
porque se fijó en su humilde esclava,
y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz.

El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí:


¡Santo es su Nombre!
Muestra su misericordia siglo tras siglo
a todos aquellos que viven en su presencia.
Dio un golpe con todo su poder:
deshizo a los soberbios y sus planes.
Derribó a los poderosos de sus tronos
y exaltó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos,
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su siervo,
se acordó de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
a Abraham y a sus descendientes para siempre.

María se quedó unos tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.

Palabra del Señor.

Meditación.

Una mujer embarazada y su hijo en el vientre han reconocido la maternidad divina de María. La
sensibilidad femenina ha sido capaz de descubrir aquello que estaba oculto. Y María reconoce la acción
del Señor en la vida de los que son socialmente marginados con el canto del Magníficat. La servicialidad, la
humildad, la sencillez, la apertura a la vida, el fiarse de la mano de Dios… todas estas son cualidades que
se encuentran presentes en el corazón de la madre. Y si queremos ser verdadera imagen de Dios,
debemos procurar tener un espíritu de niños, libre de prejuicios y dispuesto para amar.
¿Me relaciono con las mujeres, niños y hombres desde el machismo propio de mi cultura, o trato de
expresar otro tipo de relaciones? ¿Soy capaz de reconocer las cualidades femeninas de aquellas que me
rodean? ¿Encuentro en los niños esa imagen de Jesús niño?
Oración final y colocación de las figuras de las mujeres y los niños en el pesebre.

Señor, Dios de nuestras vidas,


te damos gracias porque has sido para nosotros Padre y Madre,
cuidándonos a cada instante,
llenándonos de dones para vaciarnos, como las madres, en los demás.
Danos un espíritu libre, sencillo y disponible a amar,
a quien sea y dónde sea,
para que, como niños pequeños,
nos dejemos conducir por ti
y así hagamos realidad la fraternidad
a la cual nos invitas.
Por Jesucristo nuestro Señor.
(Mientras se colocan las figuras en el pesebre se puede cantar Caminito hacia la ciudad)

Despedida:

Dios que es fuente de verdadera humanidad, nos bendiga en el nombre del Padre, del

Hijo y del Espíritu Santo. Amén

OCTAVO DÍA, 23 DE DICIEMBRE:


LOS REYES MAGOS EN CAMINO
Saludo y Aguinaldo inicial:

Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:


Ya se va acercando la fiesta de la Navidad, y cada día que se acerca, pensamos en los regalos
que vamos a dar a nuestros familiares y amigos. Tomémonos este ratico para recibir el regalo
que Dios nos quiere dar, que es su Palabra, y démosle también un pequeño presente, nuestra
adoración. Hagámoslo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se canta Los Reyes Magos.
Presentación del personaje del día:
La tradición cristiana nos ha pintado a los tres reyes magos como aquellos hombres sabios que
siguen los signos de los tiempos, una estrella brillante en el cielo, y así encuentran a Jesús en
el pesebre. Simbolizan estos reyes paganos que la salvación de Jesús ha llegado para todo el
mundo, judíos y no judíos. Melchor, Gaspar y Baltazar le dan como presente al niño aquello que
era considerado muy valioso para ellos: oro, incienso y mirra. Escuchemos qué nos dice el relato
bíblico sobre estos tres hombres.
Lectura Bíblica (Mt 2,1-12):

Jesús había nacido en Belén de Judá durante el reinado de Herodes. Unos Magos que venían de
Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido?
Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.»
Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír esto. Reunió de inmediato a los
sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo, y les hizo precisar dónde tenía que
nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judá, pues así lo escribió el profeta: Y tú,
Belén, tierra de Judá, no eres en absoluto la más pequeña entre los pueblos de Judá, porque de
ti saldrá un jefe, el que apacentará a mi pueblo, Israel.

Entonces Herodes llamó en privado a los Magos, y les hizo precisar la fecha en que se les había
aparecido la estrella. Después los envió a Belén y les dijo: «Vayan y averigüen bien todo lo que
se refiere a ese niño, y apenas lo encuentren, avísenme, porque yo también iré a rendirle
homenaje.»

Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella
que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde
estaba el niño. ¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez a la estrella!. Al entrar a la casa
vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y
le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.
Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por
otro camino.
Palabra del Señor.

Meditación:
Los Magos van en primer lugar a donde los poderosos de Israel, pensando que el niño Jesús
había nacido allí, ¿de qué otra forma podía ser si estaban buscando al rey del universo? Pero
Dios nos sorprende al elegir otro lugar para dejarse encontrar: Belén de Judá, un pequeño
pueblo que era despreciado por todos menos por el profeta. En nuestras vidas, buscamos el
poder de Dios en grandes manifestaciones, pero no nos damos cuenta de que Él actúa por medio
de los pequeños. Los Magos se pusieron en camino y del palacio llegaron a una casa pobre; allí
encontraron a María con el niño.
¿Dónde estás buscando la presencia de Dios en esta Navidad? ¿Te has puesto en camino, como
los magos, o sigues instalado en el palacio de la comodidad, de la separación del otro…? ¿Por
medio de qué signos de la actualidad te está invitando Jesucristo a seguirle?
Oración final y colocación de las figuras de los Reyes en camino en el pesebre:

Ven Espíritu de Dios a mi corazón,


no veas el sucio que pueda haber en él
y ayúdame a limpiarlo;
dame ojos nuevos para poder reconocer tu presencia
allí, donde nadie piensa que puedas estar;
dame pies nuevos para salir de mi palacio
y caminar, como los Magos, hasta tu pequeña casa de Belén.
Te doy gracias, porque cada día haces nueva mi existencia,
y así me haces testigo de tu amor con los hombres.
Que mi oro, mi incienso y mi mirra,
sean mi corazón, mi misericordia y mi acción.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

(Mientras se colocan las figuras en el pesebre se puede cantar Fuego al cañón)


Despedida:

El Señor que nos pone en camino hacia su encuentro, nos bendiga en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén
NOVENO DÍA, 24 DE DICIEMBRE:
EL NIÑO JESÚS
Se saluda a los presentes con estas u otras palabras similares:
Esta noche es nochebuena y mañana es Navidad. Hoy se reúnen las familias para cenar juntos y
abrir los regalos. También es tradición colocar juntos el Niño Jesús en el Pesebre, llenando de
contenido esta fiesta. Tomemos unos minutos y reflexionemos el sentido del acontecimiento
que estamos celebrando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se canta Cantemos, cantemos
Oración para todos los días:
Presentación del personaje del día:

Jesucristo es la verdadera razón de esta fiesta. La Navidad es el nacimiento de Jesús, y decir


que Dios se ha hecho hombre, es afirmar que no es un Dios lejano sino que ha querido asumir
todos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres” de todos los
tiempos, “sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”.
Escuchemos la narración del nacimiento de Jesús según el Evangelio de San Lucas.
Lectura Bíblica (Lc 2,1-7):
Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un
censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria.

Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José
también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David,
llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que
estaba embarazada.

Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo
primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en
la sala principal de la casa.
Palabra del Señor.

Meditación:
Ante el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, no se puede hacer más que callar y dejar
que hable en nuestro corazón. Por ello, guardemos unos minutos de silencio y contemplemos al
niño que hemos encontrado envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Oración final y colocación de la figura del Niño Jesús en el pesebre:
Querido Niño Jesús,
así comenzábamos nuestras cartas a ti cuando éramos pequeños,
hoy queremos decírtelo porque hemos encontrado
la grandeza de tu amor por nosotros.
En nuestro caminar, nos hemos apartado de ti,
pero hoy queremos descubrirte de nuevo,
recibirte y seguirte por donde nos lleves,
porque reconocemos que tú eres el Señor del universo,
el Rey de la Gloria por siempre. Amén.

(Mientras se coloca la figura en el pesebre se puede cantar Niño Lindo)


Despedida:

El Dios de la Vida, que nos ha regalado al niño Jesús para nuestra redención, nos bendiga en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
NOVENA NAVIDEÑA II
Indicaciones generales:
La novena esta preparada como para ir armando el pesebre navideño a
medida en que pasen los días, el anteúltimo día, donde se medita a JESÚS,
en lugar de colocar al niño en el pesebre colocaremos un cirio encendido,
simbolizando la espera “en vela” del nacimiento de Cristo.

En cuanto a los cantos, se sugiere que sean propios del Adviento o la


Navidad, pero de no ser posible, podemos cantar cualquier canto alegre que
la comunidad conozca.

Es conveniente que las meditaciones se hagan en un clima de silencio y


profunda atención, para ello el animador invitará frecuentemente al
recogimiento interior y haciendo la lectura en forma pausada.

Luego de la meditación se recomienda guardar un momento de silencio


para la reflexión personal antes de empezar con el pedido de perdón; luego
de esto nos daremos el saludo de la paz (si son pocos los participantes se
debe animar a que todos se den la paz).

Luego quien preside la novena realizará la oración final y pedirá a Dios


la bendición para todos haciendo la señal de la cruz.

Es conveniente, antes del canto final, recordar a los presentes el tema


del día siguiente de la novena.

Sería muy bueno que se pueda terminar esta novena con la celebración
eucarística el día 25 de diciembre.
16 de diciembre
PRIMER DIA: LA NOCHE
1. Canto de entrada

2. Meditación:
La noche fue el momento en que Dios quiso nacer; ante todo la noche es
SILENCIO, y en el silencio Dios se hace presente, nos habla, se hace
presente en nuestras vidas y en la historia de nuestro pueblo; la noche
además esta llena de OSCURIDAD de la cual Cristo es la antítesis, “Yo soy
la luz del mundo” dirá mas tarde proclamándose el mismo como aquel que
viene a dar la vista a los ciegos y la liberación a los cautivos.
La noche encierra toda la mística de la CALMA, esa calma que nos
invita a la oración, que nos llama a mirarnos hacia adentro y encontrarnos a
nosotros mismos y a reconocernos como hijos de Dios.
La noche de navidad tiene que ser para nosotros el momento justo para
encontrarnos con Jesús, con ese Jesús que nace en mi corazón y en el de mi
hermano.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no sabemos hacer SILENCIO para
escuchar a Dios en su Palabra y en los hermanos. Señor ten piedad
de nosotros.
 Porque muchas veces preferimos la OSCURIDAD a la luz
para disimular nuestras fallas. Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces perdemos la CALMA y nos alejamos
de la presencia de Dios que quiere escucharnos. Señor ten piedad de
nosotros.
4. Saludo de la paz
5. Oración:
Dios Padre, tu que en la noche de Belén nos entregaste a tu hijo nacido
de María, concédenos descubrirlo vivo y presente en cada uno de nosotros.
Por Cristo nuestro Señor. Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final
17 de diciembre
SEGUNDO DIA: EL ESTABLO
1. Canto de entrada

2. Meditación: Lo primero que resalta en el establo es la POBREZA,


esta pobreza extrema donde Dios quiso nacer, realzando así a esta condición
de vida y haciendo luego de los pobres sus privilegiados, sus
bienaventurados. Además de pobre el establo es MARGINAL, siempre se
encuentra alejado de las casas, alejado de nosotros, ese es el lugar que le
dimos para nacer, alejado de nuestro corazón y de nuestros hermanos.
También podemos decir que el establo es CALIDO, los habitantes de la
pobreza y de la marginalidad le ofrecen su calor al niño de Belén y le
prestan un lugar para nacer.
La noche de navidad tiene que ser el momento justo para acercarme a
mi hermano pobre y marginado y así enriquecerme con su calor y brindarle
mi amor.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no vivimos la POBREZA que el mismo
Cristo vino a predicar. Señor ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces nuestros criterios dejan en la
MARGINALIDAD a muchos hermanos por los que Cristo nació,
murió y resucitó. Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no sabemos brindar a los demás el
CALOR que necesitan para sentirse animados. Señor ten piedad de
nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Señor Jesús, tu que elegiste nacer en el pesebre de Belén, pobre y
marginado, ayudamos a hacer sentir a todos nuestro hermanos
desamparados, verdaderos hijos del Padre y predilectos tuyos. A Ti que
viven y reinas por los siglos de los siglos.
Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final

18 de diciembre
TERCER DIA: LA ESTRELLA
1. Canto de entrada

2. Meditación: Una vieja tradición de familia hace que en la punta del


“árbol” navideño o sobre el pesebre este una estrella, es la estrella de Belén,
la que GUIÓ a los reyes a encontrarse con el niño Dios recién nacido, los
magos tuvieron que seguirla, sin saber a donde iban a parar, pero con la
inmensa seguridad de que los conducía a algo grande, muy grande; que los
conducía hacia un Rey que tenía mucho mas poder que ellos. Y vinieron de
muy lejos, desde allá, desde Oriente a encontrarse con un establo sobre el
cual la estrella se detuvo e ILUMIÓ, mucha gente más habrá visto su luz,
algunos se habrán acercado, otros no, y es que muchas veces preferimos las
tinieblas a la luz, preferimos que nuestras obras no sean conocidas. Pero
luego de iluminar el pesebre de Belén la estrella DESAPARECIÓ, se
esfumó, como si nunca hubiera existido, cedió su lugar de iluminaria a una
luz mas potente, a una luz inextinguible, a la luz de Cristo a la cual vino
anunciando en su largo camino.
Nosotros debemos ser como la estrella: guiar, iluminar a los hermanos
para que lleguen a Cristo y una vez allí desaparecer.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no hemos sabido GUIAR con nuestro
ejemplo a los mas pequeños, preferidos del Señor. Señor ten piedad
de nosotros.
 Porque muchas veces no hemos sabido ILUMINAR la
realidad con la luz del evangelio. Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no DESAPARECEMOS nosotros
quitándole a Cristo la centralidad en la vida de los demás. Señor ten
piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Padre Bueno y Justo, enséñanos a ser como la estrella de Belén que al
igual que Juen el Bautista, señaló al Mesías, al Salvador y disminuyó para
que Él crezca. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final

19 de diciembre
CUARTO DIA: LOS ANIMALES
1. Canto de entrada

2. Meditación: Los animales son ante todo CREATURAS de Dios, Él


los creó para que sirvieran al hombre, su misión es involucrarse en la vida
del hombre, por eso el hombre debe tenerlos como hermanos. El hombre es
quien da sentido a la existencia de los animales, sin él, ellos no tendrían
razón de ser.
En aquella noche de Belén los animales brindaron al niño el CALOR
que los hombres no supimos brindarle, en esa noche en que Jesús pedía otro
si al hombre, no lo encontró.
El evangelio no nos relata como se comportaron los animales, pero
seguramente pusieron en practica su MANSEDUMBRE para poder brindar
un mejor lugar a este niño que nacía, a este redentor que venía, a este Cristo
que se entregaba.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces nos olvidamos de nuestro ser
CREATURAS y a la vez nos olvidamos de nuestro creador. Señor
ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no supimos brindar el CALOR
necesario a nuestros hermanos, en nuestra familia, en el trabajo, en
el estudio. Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no fuimos MANSOS y nos revelamos
contra Dios y sus enseñanzas. Señor ten piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Señor Dios Todopoderoso, concédenos un amor profundo por todas las
creaturas del universo, para que podamos así respetarlas y respetarnos a
nosotros mismos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final
20 de diciembre
QUINTO DIA: LOS REYES MAGOS
1. Canto de entrada

2. Meditación: Podemos detenernos en tres actitudes de los reyes que


nosotros debemos imitar; primero ellos SALIERON de sus castillos en
Oriente, abandonaron sus comodidades para encontrar y ver al Rey de
Reyes, ellos, que podían enviar a sus siervos a buscar al niño, se pusieron en
camino, reconociendo que su reinado es de este mundo y el de Cristo no.
Una segunda actitud es la CONFIANZA, confiaron en la estrella que los iba
guiando, era su único punto de referencia, confiaron plenamente en que era
el mismo Dios que los guiaba. Al llegar tuvieron una tercera actitud digna
de imitar: la ADORACIÓN al niñito, quieto en los brazos de su madre, fue
hostia viva dispuesta a ser adorada, a ser contemplada... y los magos lo
hicieron.
Intentemos en esta navidad salir de nosotros mismos y confiar en que
Dios nos llama a su Adoración.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no supimos SALIR de nosotros mismos
para ir al hermano que sufre. Señor ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no depositamos toda nuestra
CONFIANZA en Dios y si en otras cosas. Cristo ten piedad de
nosotros.
 Porque muchas veces nos falta el espíritu de ADORACIÓN
propio de los hijos de Dios. Señor ten piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Padre Bueno, tu que nos das motivos para confiar en Ti y para adorarte,
regálanos la fuerza necesaria para salir al encuentro de los que mas sufren.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final
21 de diciembre
SEXTO DIA: LOS PASTORES
1. Canto de entrada

2. Meditación: Los pastores fueron también partícipes de este glorioso


nacimiento, ante todo debemos destacar que al momento de que el ángel le
anunciara, ellos se encontraban TRABAJANDO, estaban cumpliendo su
tarea, cuidando al rebaño, es decir, hacían lo de todos los días, y desde allí
el Señor los llama a adorar a Cristo y ellos, respondiendo al llamado, se
acercaron a él con HUMILDAD, algo que caracteriza la tarea pastoril, por
su condición de siervos no de dueños del rebaño; son los que tienen la
misión de cuidar del rebaño, protegerlo de cualquier peligro, por esto tienen
que estar VIGILANTES, y justamente por esto pudieron darse cuenta del
llamado del Señor e ir a su encuentro con prontitud y alegría.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces le damos a nuestro TRABAJO todo el
tiempo del día olvidándonos así de nuestra familia. Señor ten piedad
de nosotros.
 Porque muchas veces no sabemos acercarnos al Señor con
HUMILDAD reconociéndonos pecadores ente él. Cristo ten piedad
de nosotros.
 Porque muchas veces no nos mantuvimos VIGILANTES a la
venida de Cristo que se presenta en cada uno de nuestros hermanos.
Señor ten piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Padre Bueno, regálanos la gracia de ser trabajadores del Reino y de
presentarnos ante Ti humildes, como lo hicieron los pastores en Belén. Por
Cristo Nuestro Señor.
Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final

22 de diciembre
SEPTIMO DIA: SAN JOSÉ
1. Canto de entrada

2. Meditación: Si meditamos la Sagrada Familia es necesario


“contemplar” a San José, castísimo esposo de María, él debe ser modelo de
los esposos, cristianos o no, ante todo por el RESPETO que tuvo hacia
María aunque no entendía del todo lo que estaba pasando. Además José
ACOMPAÑÓ a Jesús durante toda su infancia y su juventud, le enseñó a
trabajar como carpintero y a respetar a los demás, por esto debe ser modelo
de todo padre de familia. José también supo ACEPTAR LA VOLUNTAD
DE DIOS, que, si bien se dio mas en la vida de María, el tuvo que decir
también que sí viéndose involucrado en la vida de ella, así es modelo de
compañero, sabiendo aceptar el plan de Dios en las vidas de su familia.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no tenemos RESPETO entre los
esposos, perdiendo así el sentido último del matrimonio. Señor ten
piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no nos hacemos tiempo para
ACOMPAÑAR a los miembros de nuestra familia. Cristo ten
piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no queremos ACEPTAR LA
VOLUNTAD DE DIOS en nuestras vidas intentando llevar adelante
solo nuestros proyectos. Señor ten piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz
5. Oración:
Dios todopoderoso, te pedimos que nos ayudes a respetarnos entre
nosotros y aceptar tu voluntad para poder así vivir mas en familia y poder
acompañarnos mutuamente.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final
23 de diciembre
OCTAVO DIA: MARIA
1. Canto de entrada

2. Meditación: En la Sagrada Familia tenemos una figura muy querida


por todos nosotros, ella en María, la Madre de Nuestro Señor; ella ante todo
es la mujer del SÍ, es la mujer que acepta el proyecto de Dios en su vida y lo
plenifica viviéndolo dia a dia.
Además es la mujer del SILENCIO, la mujer de la escucha, pues solo en
el silencio se puede escuchar, y ella supo escuchar la Palabra de Dios y
realmente hacerla Carne, hacerla hombre. María es la mujer de la
ESPERANZA, la mujer que siempre esperó la liberación de su pueblo y que
fue portadora de ella, la mujer que esperó al pie de la cruz, esperó la
resurrección y el Espíritu Santo y llena de Él anunció la salvación del
mundo.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no supimos decir SÍ a tu proyecto y nos
basamos en los nuestros para construir nuestra vida. Señor ten
piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no supimos hacer SILENCIO para
escuchar al hermano que viene a nosotros en busca de consuelo.
Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces perdimos la ESPERANZA en la
providencia de Dios. Señor ten piedad de nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Te pedimos Padre, por intercesión de María, que nos ayudes a crecer en
la fe, la esperanza y la caridad, poniéndolas al servicio de nuestros
hermanos. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final

24 de diciembre
NOVENO DIA: JESÚS
1. Canto de entrada

2. Meditación: Llegamos a la figura principal de la historia: Jesús. Él es


SACERDOTE, se ofrece él mismo como sacrificio, como altar y víctima, él
mismo es quien, siendo Dios, se hace hombre para morir por nosotros; el
PROFETA porque viene a traernos la noticia de que él es la salvación, a
anunciar la misericordia del Padre y el deseo de que todos se salven, y es
REY pues viene a gobernar las naciones con un cetro de justicia, de justicia
divina.
En esta navidad, y siempre, debemos ejercer esta triple función de
Cristo que nos es dada por medio del bautismo.

3. Pedido de perdón:
 Porque muchas veces no ejercemos nuestra misión
SACERDOTAL cuando no santificamos nuestra vida diaria. Señor
ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no ejercemos nuestra misión
PROFETICA cuando no anunciamos a Cristo vivo y presente a los
demás. Cristo ten piedad de nosotros.
 Porque muchas veces no ejercemos nuestra misión REAL
cuando no tomamos la autoridad como servicio. Señor ten piedad de
nosotros.
4. Saludo de la paz

5. Oración:
Señor Jesús, tu que te entregaste por todos nosotros, enséñanos a ser
fieles a tus mandatos y a ser cada día mas humanos y cristianos. A ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

6. Despedida (señal de la cruz)

7. Canto final
NOVENA DE NAVIDAD III
Es una de las más hermosas tradiciones navideñas, en torno a la cual se congrega la
familia para orar y esperar con fervor el nacimiento de Jesús.
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres, que les
disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en
las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo,
en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano
beneficio. En retorno de Él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de
vuestro Hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las
incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre,
dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con
total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su
cuna y more eternamente. Amén.
(Se reza tres veces el Gloria al Padre...)

CONSIDERACIONES
DÍA PRIMERO
En el principio de los tiempos el Verbo reposaba en el seno de su Padre, en lo más
alto de los cielos. Allí era la causa y a la vez el modelo de toda creación. En esas
profundidades de una incalculable eternidad permanecía el Hijo de Dios antes que
se dignase bajar a la tierra y tomar visiblemente posesión de la gruta de Belén. Allí
es donde debemos buscar los principios, que jamás han comenzado. De allí
debemos datar la genealogía del Eterno, que no tiene antepasados, y contemplar la
vida de complacencia infinita que allí reinaba. La vida del Verbo Eterno en el seno
de su Padre era una vida maravillosa y sin embargo ¡misterio sublime! busca otra
morada. Una mansión creada. No era porque en su mansión eterna faltase algo a su
infinita felicidad, sino porque en su mansión eterna faltase algo a su infinita
felicidad, sino porque su misericordia infinita anhelaba la redención y la salvación
del género humano que sin Él no podría verificarse. El pecado de Adán había
ofendido a un Dios, y esa ofensa infinita no podía ser perdonada sino por los
méritos del mismo Dios.
La raza de Adán había desobedecido y merecido un castigo eterno. Era pues,
necesario para salvar y satisfacer su culpa que Dios, sin dejar el cielo, tomase la
forma del hombre sobre la tierra y con la obediencia a los designios de su Padre,
expiase aquella desobediencia, ingratitud y rebeldía. Por eso el Verbo eterno,
ardiendo en deseos de salvar al hombre, resolvió hacerse hombre también y así
redimir al culpable.

Oración a la Santísima Virgen


Soberana María, que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra
humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico
que Vos misma preparéis mi alma, y la de todos los que en este tiempo hicieren esta
novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima madre! comunicadme algo del profundo recogimiento y divina
ternura con que le aguardasteis Vos, para que nos hagáis menos indignos de verle,
amarle y adorarle por toda la eternidad, Amén.
(Nueve veces el Avemaría y el Gloria)

Oración a San José


¡Oh Santísimo José!, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias
doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los
dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis
al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle
sacramentalmente, mientras en su divina Esencia le vea y goce en el cielo. Amén.
(Padrenuestro, Avemaría y el Gloria)
ASPIRACIONES PARA LA VENIDA DEL NIÑO DIOS

Gozos ya la oveja arisca,


Dulce Jesús mío ya el cordero manso
mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh sapiencia suma ¡Ábranse los cielos


del Dios Soberano y llueva de lo alto
Que al nivel de un niño Bienhechor rocío
te hayas rebajado! como riego santo!
¡Oh divino infante ¡Ven hermoso niño!
ven para enseñarnos ¡Ven Dios humanado!
la prudencia que hace ¡Luce, hermosa estrella,
verdaderos sabios! brota flor del campo!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven a nuestras almas!


¡Ven no tardes tanto! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh raíz sagrada ¡Ven que ya María


de José que en lo alto previene sus brazos
presentas al orbe de su Niño venga
tu fragante nardo! en tiempo cercano!
¡Ven que ya José
¡Ven a nuestras almas! con anhelo sacro
¡Ven no tardes tanto! se dispone a hacerse
de tu amor sagrario!
¡Dulcísimo Niño
que has sido llamado ¡Ven a nuestras almas!
Lirio de los Valles ¡Ven no tardes tanto!
bella flor del campo!
¡Del débil auxilio,
¡Ven a nuestras almas! del doliente amparo,
¡Ven no tardes tanto! consuelo del triste
luz del desterrado!
¡Oh lumbre de Oriente, ¡Vida de mi vida,
Sol de eternos rayos mi sueño dorado,
que entre las tinieblas mi constante amigo,
tu esplendor veamos! mi divino hermano!
¡Niño tan precioso,
dicha del cristiano, ¡Ven a nuestras almas!
luzca la sonrisa ¡Ven no tardes tanto!
de tus dulces labios!
¡Ve ante mis ojos
¡Ven a nuestras almas! de Ti enamorados
¡Ven no tardes tanto! Bese ya tus plantas
Bese ya tus manos!
Rey de las naciones Postrado en tierra
Emmanuel preclaro, te tiendo los brazos
de Israel anhelo y aún más que mis frases te dice
Pastor del rebaño mi llanto

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven a nuestras almas!


¡Ven no tardes tanto! ¡Ven no tardes tanto!

Niño que apacientas Ven Salvador nuestro por quien


con suave cayado, suspiramos
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

Oración al Niño Jesús


Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! que dijisteis a la venerable Margarita del
Santísimo Sacramento y en persona suya a todos vuestros devotos estas palabras tan
consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que
queráis pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Llenos
de confianza en vos ¡Oh Jesús! que sois la misma verdad, venimos a expresar toda
nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad
bienaventurada. Concédenos, por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de
nuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a vos ¡Oh Niño Omnipotente! seguros de que no quedará frustrada
vuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina providencia, acogeréis y
despacharéis nuestra súplica. Amén.

CONSIDERACIONES
DÍA SEGUNDO
El Verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa Casa de
Nazaret en donde moraban María y José. Cuando la sombra del secreto divino vino
a deslizarse sobre ella, María estaba sola ensimismada en la oración. Pasaba las
silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios mientras oraba, el
Verbo tomó posesión de su morada creada. Sin embargo, no llegó inopinadamente.
Antes de presentarse envió su mensajero, que fue el Arcángel San Gabriel, para
pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la encarnación. El Creador
no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura.
Aquel momento fue muy solemne. Era potestativo de María el rehusar... ¡Con qué
adorables delicias. Con qué inefables complacencias aguardaría la Santísima
Trinidad que María abriese los labios y pronunciase el fiat que debió ser suave
melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la
omnipotente voluntad divina!
La Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El Arcángel ha desaparecido, Dios
se ha revestido de una naturaleza creada. La voluntad eterna está cumplida y la
creación completa. El Verbo se ha hecho carne, y aunque todavía invisible para el
mundo, habita ya entre los hombres que su inmenso amor ha venido a rescatar.

DÍA TERCERO
Así había comenzado su vida encarnada el Niño Jesús. Consideremos el alma
gloriosa y el Santo Cuerpo que había tomado, adorándolos profundamente.
Admirando en primer lugar el alma de ese Divino Niño, consideremos en ella la
plenitud de su ciencia beatífica, por la cual desde el primer momento de su vida vio
la divina esencia más claramente que todos los ángeles y leyó lo pasado y lo por
venir con todos sus arcanos y conocimientos. Del alma del Niño Jesús pasamos
ahora a su cuerpo, que era un mundo de maravillas, una obra maestra de la mano de
Dios. Quiso que fuese pequeño y débil como el de todos los niños, y sujeto a todas
las incomodidades de la infancia, para semejarse más a nosotros y participar de
nuestras humillaciones.
La belleza de este cuerpo de Divino Niño fue superior a cuantos se ha imaginado
jamás, y la divina sangre que por sus venas comenzó a circular desde el momento
de su Encarnación, es la que lavó todas las manchas del mundo culpable. Pidámosle
que lave las nuestras en el sacramento de la penitencia para que el día de su dichosa
Navidad nos encuentre purificados, perdonados y dispuestos a recibirle con amor y
provecho espiritual.

DÍA CUARTO
Desde el seno de su Madre comenzó el Niño Jesús a poner en práctica su eterna
sumisión a Dios, que continuó sin la menor interrupción durante toda su vida.
Adoraba a su Eterno Padre, le amaba, se sometía a su voluntad. Aceptaba con
resignación toda su debilidad, toda su humillación, todas sus incomodidades.
¿Quién de nosotros quisiera retroceder a un estado semejante con el pleno goce de
la razón y de la reflexión? Por ahí entró el Divino Niño en su dolorosa y humillante
carrera, así empezó a anonadarse delante de su Padre; a enseñarnos lo que Dios
merece por parte de su criatura; a expiar nuestro orgullo, origen de nuestros
pecados. ¿Deseamos hacer una verdadera oración? Empecemos por formarnos de
ella una idea, contemplando al Niño Dios en el seno de su Madre. El Divino Niño
ora y ora de un modo excelente. No habla, no medita, ni se deshace en tiernos
afectos. Su mismo estado lo acepta con la intención de honrar a Dios, en su oración
y en ese estado expresa todo lo que Dios merece, y de qué modo quiere ser adorado
por nosotros. Unámonos a las adoraciones del Niño Dios en el seno de María;
unámonos a su profundo abatimiento, y sea este el primer efecto de nuestro
sacrificio a Dios. Desaparezcamos a nuestros propios ojos, y que Dios sea todo para
nosotros.

DÍA QUINTO
Ya hemos visto la vida que llevaba el Niño Jesús en el seno de su purísima Madre;
veamos hoy la vida que llevaba también María durante el mismo espacio de tiempo.
María no cesaba de aspirar el momento en que gozaría de esa visión beatífica
terrestre, la faz de Dios encarnado. Estaba a punto de ver aquella faz humana que
debía iluminar el cielo durante toda la eternidad Iba a leer el amor filial en aquellos
mismos ojos cuyos rayos debería esparcir para siempre la felicidad en millones de
elegidos. Iba a verle en la ignorancia aparente de la infancia, en los encantos
particulares de la juventud y en la serenidad reflexiva de la edad madura. ¡Tal era la
vida de expectativa de María! Era inaudita en sí misma, más no por eso dejaba de
ser el tipo magnífico de toda vida cristiana. No nos contentemos con admirar a
Jesús residiendo en María, sino pensemos que en nosotros también reside por
esencia, potencia y presencia.

DÍA SEXTO
Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de José y María, y allí era de
creerse que había de nacer, según todas las posibilidades. Más Dios lo tenía
dispuesto de otra manera y los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en
Belén de Judá, ciudad de David. Para que se cumpliese esta predicción, Dios se
sirvió de un medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto a saber: la
orden dada por el emperador Augusto de que todos los súbditos del imperio romano
se empadronaran en el lugar de donde eran originarios, María y José como
descendientes que eran de David, estaban obligados a ir a Belén.
No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer, y así inspira a sus padres que se
entreguen a la Providencia, y que de esta manera concurran a la ejecución de sus
designios. Almas interiores, observad este manejo del Divino Niño, porque es el
más importante de la vida espiritual; aprended que el que se haya entregado a Dios
ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer sino lo que Dios quiera para él.

DÍA SÉPTIMO
Representemos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo aún no
nacido, al creador del universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y la
obediencia de ese Divino Niño, que aunque de raza judía y habiendo amado durante
siglos a su pueblo con una predilección inexplicable obedece así a un príncipe
extranjero que forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para él
en esa circunstancia algo que le halagase, y quisiera apresurarse a empadronar
oficial y auténticamente como súbdito en el momento en que venía al mundo.
El anhelo de José, la expectativa de María son cosas que no puede expresar el
lenguaje humano. El Padre Eterno se halla, si nos es lícito emplear esta expresión,
adorablemente impaciente por dar a su hijo único al mundo y verle ocupar su
puesto entre las criaturas visibles. El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a la
luz del día esa santa humanidad, que Él mismo ha formado con divino esmero.
DÍA OCTAVO
Llegaba a Belén, José y María buscando hospedaje en los mesones, pero no
encuentran, ya por hallarse todos ocupados, ya porque se les deshace a causa de su
pobreza. Empero, nada puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si
José experimentaba tristeza cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba
en María y en el Niño, sonreíase también con santa tranquilidad cuando fijaba la
mirada en su casta esposa.
El ruido de cada puerta que se cerraba ante ellos era una dulce melodía para sus
oídos. Eso era lo que había venido a buscar. El deseo de esas humillaciones era lo
que había contribuido a hacerle tomar la forma humana.
¡Oh Divino Niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas y
diversiones o descansando mullidamente en cómodas y ricas mansiones, ha sido
para vuestros padres un día de fatiga y vejaciones de toda clase. ¡Ay! el espíritu de
Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios. ¡Cuántas veces no ha sido también
el nuestro! Póngase el sol el 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus
últimos rayos doran la cima de las rocas escarpadas que lo rodean. Hombres
groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental, y cierran
sus puertas al ver a su Madre. La bóveda de los cielos aparece purpurina por encima
de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo unas
tras otras. Algunas horas más y aparecerá el Verbo Eterno.

DÍA NOVENO
La noche ha cerrado del todo en las campiñas de Belén. Desechados por los
hombres y viéndose sin abrigo, María y José han salido de la inhospitalaria
población y se han refugiado en una gruta que se encontraba al pie de la colina.
Seguía a la Reina de los Ángeles el jumento que le había servido de humilde
cabalgadura durante el viaje, y en aquella cueva hallaron un manso buey. El divino
Niño desconocido por sus criaturas racionales va a tener que acudir a las
irracionales para que calienten con su tibio aliento la atmósfera helada de esa noche
de invierno y le manifiesten con esto y con su humilde actitud el respeto y
adoración que le había negado Belén. Pero ha llegado la media noche, y de repente
vemos dentro de ese pesebre, poco antes vacío, al Divino Niño esperado,
vaticinado, deseado durante cuatro mil años con tan inefables anhelos. A sus pies se
postra su Santísima Madre en los transportes de una adoración de la cual nada
puede dar idea. José también se le acerca y le rinde homenaje con que augura su
misterioso e imponderable oficio de su padre putativo de Redentor de los hombres.
La multitud de ángeles que desciende del cielo a contemplar esa maravilla sin par,
hace vibrar en los aires las armonías de esa Gloria in Excelsis que es el eco de la
adoración que se produce en torno al trono del Altísimo, hecha perceptible por un
instante a los oídos de la pobre tierra. Convocados por ellos, vienen en tropel los
pastores de la comarca a adorar al recién nacido y presentarle sus humildes
ofrendas. Ya brilla en el oriente la misteriosa estrella de Jacob y ya se pone en
marcha hacia Belén la caravana espléndida de los Reyes Magos, que dentro de
pocos días vendrán a depositar a los pies del Divino Niño, el oro, el incienso y la
mirra, que son símbolos de la caridad, de la adoración y de la mortificación.
¡Oh adorable Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta novena para
prepararnos el día de Vuestra Navidad, queremos ofrecer nuestra pobre adoración
¡no la rechacéis! Venid a nuestras almas, venid a nuestros corazones llenos de amor.
Encended en ellos la devoción a vuestra santa infancia, devoción que realmente
practicada y celosamente propagada, nos conduzca a la vida eterna, librándonos del
pecado y sembrando en nosotros todas las virtudes cristianas.

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