Manuel Burga Seoane, el ex presidente de la FPF, es acusado por cinco de los 92 cargos
presentados por la fiscalía estadounidense: (1) conspiración de crimen organizado, por
pertenecer a una confederación considerada empresa criminal (Confederación
Sudamericana de Fútbol o Conmebol); (2) conspiración de fraude electrónico y (3) lavado
de dinero en el caso Copa Libertadores, por una repartición de sobornos de T&C Sports
Marketing; y (4) conspiración de fraude electrónico y (5) lavado de dinero en el caso Copa
América Centenario, por una repartición de sobornos de Datisa –empresa que se hizo con
los derechos de trasmisión de la Copa América Centenario 2016– para los presidentes de
la Conmebol.
La Conmebol acordó con Datisa (empresa formada por T&C, Traffic y Full Play) la venta
de los derechos de márketing de las siguientes cuatro copas América y un ‘bono’ de
US$100 millones para ser repartidos entre los 10 presidentes de la Conmebol. Manuel
Burga fue uno de los que firmó ese contrato, el 25 de mayo del 2013 en Londres.
El ex presidente de la FPF aceptó que sí participó del acuerdo con Datisa por los
derechos de TV, pero no recibió soborno alguno. “Si aplican la Ley RICO [ley que
persigue a organizaciones criminales dentro y fuera de Estados Unidos] por el simple
hecho de firmar un documento, ya soy pasible de responsabilidad, mas no de delito”, dijo.
Estados Unidos hizo el pedido de extradición al Perú en diciembre del 2015 para que sea
sometido a un juicio por los delitos de lavado de activos, fraude electrónico y asociación
delictuosa de delincuencia organizada.
En junio de este año, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema declaró procedente
la extradición, luego de escuchar la defensa de Burga, por el presunto delito de asociación
delictuosa para cometer delincuencia organizada en agravio de Estados Unidos. Después
de ese fallo, el Poder Ejecutivo debía pronunciarse a favor o en contra de la entrega.
Extradición:
A fin de no ser extraditado a Estados Unidos, donde sería investigado por el escándalo de
corrupción en la FIFA, Manuel Burga, expresidente de la Federación Peruana de Fútbol
(FPF), interpuso ante el Tribunal Constitucional un recurso de agravio constitucional.
Este mismo argumento usó Burga ante el Poder Judicial, pero la Sexta Sala Penal para
Reos Libres declaró infundado su hábeas corpus precisando que no se puede determinar
el principio de doble incriminación “desde una mirada literal”, ya que los hechos que se le
imputan al exdirigente deportivo en Estados Unidos no deben ser calificados bajo una
idéntica denominación normativa con los delitos en el Perú.