Para resolver el caso, la Suprema analizó los alcances de la
presunción de laboralidad, establecido en el numeral 2 del
artículo 23 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo. Según dicho dispositivo, basta que el demandante pruebe que ha prestado servicios personales para que se presuma la existencia de un vínculo laboral a plazo indeterminado; salvo prueba en contrario. Al respecto, la Corte señaló que dicho dispositivo constituye una presunción iuris tantum, ya que admite prueba en contrario; es decir, la presunción de laboralidad puede ser desvirtuada por el empleador, mediante una mínima actividad probatoria.
Dicho ello, la Corte estimó que a pesar que en la sentencia
cuestionada se haya determinado la existencia de un contrato a plazo indeterminado, existen medios de prueba que desvirtúan tal conclusión, y que acreditan que la prestación de servicios no fue subordinada. Asimismo, de la apreciación de los contratos de locación de servicios, quedó probado que la demandante ejercía asesoría contable de manera autónoma e independiente, más aun cuando en la audiencia de juzgamiento la demandante admitió que podía valerse de auxiliares o sustitutos bajo su responsabilidad, y que su hermana eventualmente la apoyaba en sus actividades.
Entonces, la Suprema concluyó que en el presente caso no es
posible establecer un vínculo laboral por el solo hecho de haberse acreditado la prestación personal de servicios. Por estas razones, declaró fundado el recurso de casación interpuesto por la empresa Ecocentury S.A.C, y confirmó la sentencia de primera instancia, que reconoció en favor de la demandante el pago por conceptos de gratificación trunca, vacaciones y CTS.