Anda di halaman 1dari 85

MANUAL DE

PRIMEROS AUXILIOS
INDICE GENERAL

1. PRIMEROS AUXILIOS: ASPECTOS GENERALES

1.1. Introducción a los Primeros Auxilios


 Concepto
 Objetivos
 Premisas

1.2. Pautas de Actuación


 Proteger
 Alertar
 Socorrer

1.3. La Cadena Asistencial.

1.4. El Socorrista y los Aspectos Legales

2. PRIMEROS AUXILIOS: EVALUACIÓN INICIAL DEL PACIENTE

2.1. Necesidad de un esquema de actuación

2.2. Evaluación inicial del paciente. Concepto

2.3. Desarrollo de la evaluación inicial

3. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

3.1. Concepto, objetivos y consideraciones.

3.2. Muerte clínica y biológica: Diferencias. Curva de Drinker.

3.3. Inicio y fin de las maniobras de R.C.P.

3.4. R.C.P. en adultos.

3.5. R.C.P. en pediatría.

3.6. Problemas más frecuentes durante la R.C.P.


3.7 Atragantamiento en adultos

4. HEMORRAGIAS Y SHOCK

4.1. Concepto de hemorragia y clasificación.

4.2. Hemorragias externas.

4.3. Hemorragias exteriorizadas.

4.4. Hemorragias internas.

4.5. El Shock.

5. HERIDAS Y CONTUSIONES

5.1. Heridas.

o Concepto, clasificación y consecuencias.


o Factores de gravedad.
o Primeros Auxilios.

5.2. Contusiones.

o Concepto, clasificación y consecuencias.


o Primeros Auxilios.

6. QUEMADURAS Y CONGELACIONES

6.1. Quemaduras.

o Concepto y clasificación.
o Valoración general de una quemadura.
o Complicaciones.
o Primeros Auxilios.

6.2. Congelaciones.

o Concepto y clasificación.
o Primeros Auxilios.
7. TRAUMATISMO DEL APARATO LOCOMOTOR

7.1. Esguince:

 Concepto, síntomas y actuación.

7.2. Luxación.

 Concepto, síntomas y actuación.

7.3. Fractura.

 Concepto, síntomas y actuación.

7.4. Traumatismos craneales y de la columna vertebral. El Politraumatizado.

 Traumatismos
 El politraumatizado

8. PICADURAS (DARLE CONTENIDO)

9. OTRAS SITUACIONES DE URGENCIA

8.1. Lipotimia.

8.2. Ataque al corazón.

8.3. Crisis epiléptica.


TEMA 1 PRIMEROS AUXILIOS. ASPECTOS GENERALES

1.1 INTRODUCCIÓN A LOS PRIMEROS AUXILIOS

Se pueden definir los primeros auxilios como aquellos procedimientos


y técnicas básicas de carácter inmediato, realizados generalmente en el mismo
lugar del accidente, a las personas heridas o aquejadas de una enfermedad
repentina, hasta la llegada de ayuda especializada. De los primeros auxilios
prestados puede depender en muchos casos la posterior evolución de la
persona atendida, de ahí su enorme importancia.

El objetivo fundamental de los primeros auxilios es asegurar el mantenimiento de las constantes


vitales de la víctima y no agravar su estado general o el de las lesiones que pueda presentar, por lo que
nos abstendremos de intervenir cuando no tengamos la absoluta certeza de poder actuar de una forma
correcta y eficaz. Una intervención inadecuada puede empeorar la situación.

1.2 PRINCIPIOS GENERALES DE ACTUACIÓN

Los principios generales de actuación que debe tener en cuenta todo socorrista en la aplicación
de los primeros auxilios son:

1. TRANQUILIDAD: Debemos mantener la calma, transmitiendo con ello tranquilidad,


seguridad y confianza al entorno que nos rodea, demostrando con nuestros actos el
dominio de la situación.

2. COMPOSICIÓN DE LUGAR: En caso de accidente es importante hacer una composición


de lugar, comprobar el alcance del mismo, número de víctimas y su gravedad, existencia
de peligros adyacentes …
3. EXAMINAR A LA VÍCTIMA: Examinar a la víctima según los protocolos establecidos,
aplicando en el mismo lugar del accidente los primeros auxilios que estén indicados según
el caso, evitando la movilización de la víctima salvo en casos de extrema necesidad y,
aplicando en todo caso, las medidas necesarias para evitar un agravamiento de las
lesiones.

4. TRANQUILIZAR A LA VÍCTIMA: Debemos procurar hablar y reconfortar a la víctima, que


en estas situaciones suele encontrarse angustiado, haciéndole sentirse acompañado y
protegido. Le informaremos en todo momento de las actuaciones que vayamos a realizar,
pidiéndole siempre su colaboración.

5. ACOMPAÑAR EN TODO MOMENTO AL ACCIDENTADO: Nos mantendremos


permanentemente junto a la víctima, reevaluando su estado, aplicando las maniobras
necesarias en cada momento, teniendo en cuenta que en cualquier momento puede
agravarse su estado.

1.3 CONCEPTOS DE URGENCIA Y EMERGENCIA

▪ Podemos definir como urgencia aquella situación que, a criterio de la víctima o sus allegados, requiere
intervención médica inmediata, no existiendo un riesgo para su vida.
Un ejemplo de ello podría ser una fractura en una extremidad, un esguince …

▪ Se podría definir como emergencia a aquella situación urgente en la que una falta de asistencia sanitaria
inmediata y adecuada pondría en peligro la vida de la persona, por lo que la aplicación de los primeros
auxilios es de vital importancia.
Un ejemplo podría ser una parada cardiorrespiratoria, una hemorragia abundante, intoxicaciones o
envenenamientos graves, graves quemaduras …
1.4 PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN (PAS)

En caso de accidentes es necesario seguir una serie de recomendaciones para no agravar el


estado del herido ni poner en peligro nuestra propia seguridad o la de otras personas.

Es imprescindible conservar la calma para una adecuada toma de decisiones, evaluando desde el
primer momento la situación para así poder decidir las actuaciones a realizar, valorando siempre el
peligro que nos podemos encontrar. Actuar de forma impulsiva y sin razonar solo puede acarrear graves
consecuencias para todos los implicados.

Las primeras actuaciones tendrán como objetivo proteger al herido, alertar a los profesionales
sanitarios y, tras esto y si tenemos los conocimientos adecuados, centraremos nuestra atención en
socorrer al herido.

Este protocolo de actuación se conoce como PAS y a continuación pasaremos a analizarlo con
más detalle:

Proteger
Alertar
Socorrer
1.- PROTEGER: Lo más importante es asegurar la zona, evitando así nuevos accidentes o que se
agrave la situación de los ya existentes, teniendo en cuenta que es preferible alejar el peligro que
movilizar al accidentado. Debemos actuar en función del tipo de accidente. Aquí se muestran algunos
ejemplos:
- Electrocución: Desconectar la corriente. Si no es posible, retirar a la víctima de la zona, siempre
debidamente protegidos.
- Fuga de gas: Cortar el gas y ventilar la zona.
- Incendio: Controlar el fuego. Si hay humo, ventilar. No encender fuego ni accionar interruptores o
aparatos eléctricos.
- Accidente de tráfico: Colocar nuestro vehículo donde no provoque un nuevo accidente, ponerse
chaleco de alta visibilidad y señalizar el accidente.
2.- ALERTAR: Avisa a los servicios de emergencias correspondientes: servicios sanitarios (112,
061), Policía (091), Bomberos (080), Guardia Civil (062). Durante la llamada, además de identificarnos,
debemos informar del lugar exacto del accidente, tipo de accidente y circunstancias que puedan
agravarlo, así como el número de heridos y el estado de los mismos. Debemos mantener la línea libre o
permanecer a la escucha si así nos lo solicitaran, por si consideraran necesario darnos instrucciones a
seguir sobre medidas a adoptar mientras llegan los servicios de emergencias al lugar de los hechos.

3.- SOCORRER: Atender a las víctimas que lo necesiten, valorando la gravedad de cada uno de
ello, estableciendo las prioridades en la atención (triaje) y aplicando los protocolos de primeros auxilios
establecidos. Tengamos siempre en cuenta que nuestros objetivos primordiales son intentar salvar vidas y
no agravar el estado de las lesiones ya producidas.

1.5 LA CADENA DE SUPERVIVENCIA

Las acciones que conectan a la víctima de un paro cardiaco súbito con su supervivencia se
denominan Cadena de Supervivencia. La Cadena de Supervivencia resume los pasos vitales necesarios
para llevar a cabo una resucitación con éxito.

Estas acciones incluyen el reconocimiento precoz de la situación de urgencia y activación de los


servicios de emergencia, Resucitación Cardiopulmonar (RCP) precoz, Desfibrilación precoz y Soporte Vital
Avanzado junto a cuidados postresucitación si la víctima se recupera del paro cardiaco.

El primer eslabón indica la importancia de reconocer a los pacientes con riesgo de parada
cardiaca y pedir ayuda con la esperanza de que una atención rápida pueda evitar la parada. Los eslabones
centrales de esta cadena definen la integración de la RCP y la desfibrilación como los componentes
fundamentales de la resucitación precoz en el intento de restablecer la vida. El eslabón final, el Soporte
Vital Avanzado y el tratamiento efectivo posterior a la resucitación, se centran en la conservación de las
funciones vitales, en especial del corazón y el cerebro.
Descripción de los eslabones de la Cadena de Supervivencia:

1.- Reconocimiento temprano de la emergencia médica y solicitud de auxilio: activar los


servicios de emergencias médicas (SEM) a través del 112 (número de emergencias europeo) o del 061
(sistema local o regional de respuesta a urgencias médicas). Una respuesta rápida y efectiva podría
prevenir un paro cardiaco.

2.- RCP precoz practicada por los testigos de la parada cardiaca: las maniobras de RCP
inmediatas, incluyendo las compresiones torácicas y ventilaciones pueden duplicar o triplicar la
supervivencia de un paro cardiaco súbito, ganando tiempo hasta la realización de la desfibrilación.

3.- Desfibrilación temprana: La desfibrilación es la única medida que puede permitir recuperar un
latido cardiaco efectivo cuando la parada cardiaca es provocada por una Fibrilación Ventricular. Las
maniobras de RCP más la desfibrilación en los primeros 3 a 5 minutos después del paro cardiaco puede
conseguir unas tasas de supervivencia muy altas, del 49 al 75 %. Cada minuto de retraso en la
desfibrilación se reduce la probabilidad de supervivencia de un 10 a un 15 %.

4.- Soporte Vital Avanzado precoz y cuidados posteriores a la resucitación: Estas medidas son
fundamentales para recobrar una adecuada calidad de vida. La adecuación del tratamiento durante la
fase posterior a la resucitación afecta al resultado de ésta.

En la mayoría de las Comunidades, el tiempo transcurrido entre la llamada a los SEM y su llegada
(el intervalo de respuesta) es de 8 minutos o más. A lo largo de ese lapso de tiempo, la supervivencia de la
víctima depende de que los testigos que la rodean inicien rápidamente los primeros tres eslabones de la
Cadena de Supervivencia.

1.6 ASPECTOS LEGALES DEL SOCORRISMO

El socorrismo se configura como aquel conjunto de acciones


dirigidas a salvaguardar la salud e integridad física de la población en
general. Es de suma importancia que los usuarios de las zonas de baño
tengan garantizada su seguridad a través de un servicio de socorrismo
profesional y especializado, como también lo es que los socorristas
desarrollen su trabajo conociendo aquellas situaciones en las que
puedan incurrir en ilícitos civiles o penales de los que se puedan derivar
responsabilidades.

Hay que tener en cuenta que una mala praxis o falta de diligencia en el desarrollo de su trabajo
puede originar accidentes con resultados extremadamente graves, esto es, lesiones o incluso la muerte
de los bañistas o de las personas atendidas, lo que a nivel jurídico se traduce en la imputación del
socorrista por delitos o faltas que llevan aparejadas las penas más elevadas del Código Penal, viéndose
igualmente condenados al pago de cantidades considerables en concepto de Responsabilidad Civil a las
víctimas o perjudicados.
Detectar precozmente aquellas situaciones que pudieran derivar en ilícitos civiles y penales
llevarán a los socorristas a evitarlas, de ahí la importancia de tener claros los conceptos sobre
responsabilidad civil y penal, así como los delitos y faltas en los que pueden incurrir:

RESPONSABILIDAD CIVIL

Aparece consagrado en el artículo 1.902 del Código Civil, que dice textualmente: “el que por
acción u omisión causa a daño a otro interviniendo culpa o neglicencia está obligado a reparar el daño
causado”
Se trata de la obligación que recae en una persona de reparar el daño causado a otra;
coloquialmente, es la indemnización económica que tendrá que pagar una persona a otra cuando le
hubiera causado un daño interviniendo culpa (queriendo causar ese daño) o negligencia (no teniendo el
cuidado debido).

Resumiendo, la responsabilidad civil es la forma que tiene el hombre de compensar los daños
causados, y para que exista tienen que concurrir una serie de elementos:

● Existencia de un daño

● Posibilidad de evaluar económicamente el daño

● Que el daño se haya producido mediando culpa o negligencia

RESPONSABILIDAD PENAL

Los conceptos básicos a tener en cuenta son:

o La responsabilidad penal se produce como consecuencia de la comisión, por acción u omisión, de


un delito o falta. Los delitos o faltas vienen recogidos en el Código Penal, y únicamente se podrá
imponer una pena por la comisión de un hecho recógido como delito o falta en el momento de
llevarse a cabo.

o Se castigan tanto las conductas dolosas como las imprudentes. Según el artículo 5 del Código
Penal: “No hay pena sin dolo o imprudencia”. De ello se deriva que no se impondrá pena alguna
en situaciones de fuerza mayor, hecho fortuito o error invencible.

Ejemplos de estas situaciones serían:


Causa mayor: Muerte de un bañista en un maremoto, situación que ni se pudo prever ni evitar
pro el socorrista.
Hecho fortuito: A una persona le da un ataque al corazón. Por mucha diligencia en la actuación
del socorrista la muerte no se podría haber evitado.
Error invencible: A un herido se le aplica como antiséptico betadine, produciéndole una severa
reacción alérgica. Si estando consciente se le pregunta al respecto y no advierte de su alergia al
yodo, el resultado lesivo no se pudo prever ni evitar.

o La responsabilidad penal se traduce en penas privativas de libertad, penas privativas de otros


derechos y multa.

o Cuando como consecuencia del delito o falta se produzca un daño, a la responsabilidad penal se
le añadiría la responsabilidad civil.

o Únicamente será responsable penalmente el autor del delito o falta, ya sea en calidad de autor,
de cooperador necesario o inductor.

DELITOS O FALTAS EN LOS QUE PUEDE INCURRIR UN SOCORRISTA

 OMISIÓN DEL DEBER DE SOCORRO (Art. 195 del Código Penal)

“El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave,
cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de
tres a doce meses.”

“En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demanda con urgencia
auxilio ajeno.”

“Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el auxilio, la pena
será de prisión de 6 a 18 meses, y si el accidente se debiere a imprudencia, la de prisión de 6
meses a 4 años.”

Además, para el caso de que el auxiliador tenga conocimiento médico-sanitarios como es el caso
de los socorristas y obviara asistir a una víctima, el delito cometido no sería el artículo 195 del
Código Penal, sino del 196, que tiene aparejada una pena superior: “El profesional que, estando
obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o abandonare los servicios sanitarios, cuando de la
denegación o abandono se derive riesgo grave para la salud de las personas, será castigado con
las penas del artículo precedente en su mitad superior y con la de inhabilitación especial para
empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de tres meses a seis años.”

 ABUSO SEXUAL A MENORES (Artículos 181 y 183 del Código Penal)

“…/… El que sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que
atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona será castigada, como responsable
de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro
meses …/…” (Artículo 183 CP)
“…/… El que realizare actos que atenten contra la indeminidad sexual de un menor de trece años
será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis
años …/…”

En la medida en la que en desarrollo de la profesión de socorrista se puede tener


contacto físico con menores, se debe tener especial cuidado con determinadas conductas, como
llevar a cabo un tocamiento a un menor en un rescate o en una asistencia sanitaria y que el
mismo pudiera sentirse violentado. Para que prospere una denuncia de este tipo no solo ha de
existir el hecho en si, como puede ser el tocamiento de un muslo o el pecho, sino que también ha
de existir un componente lúbrico o sexual. Por este motivo, es importante que se emplee un
especial cuidado cuando el sujeto del auxilio o de la asistencia es un menor y, en la medida de lo
posible, que estas acciones se lleven a cabo en presencia de adultos.

 HOMICIDIO IMPRUDENTE (Art. 142 y 621.2 del Código Penal)

“…/… El que por imprudencia grave causare muerte de otro, será castigado, como reo de
homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años.” (Art. 142.1 CP)

“Cuando el homicidio fuese cometido por imprudencia profesional se impondrá además la pena
de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de tres a
seis años …/…” (Art. 142.3 CP)

“…/… Los que por impri¡udencia leve causaren la muerte de otra persona, serán castigados con la
pena de multa de uno a dos meses …/…” (Art. 621.2 CP)

Un ejemplo de imprudencia grave con resultado de muerte podría ser el hecho de que el
socorrista se ausentase de su puesto de vigilancia con la piscina llena de bañistas para llevar a
cabo labores de control de acceso al recinto en una zona desde la cual no se puede controlar el
vaso de la piscina, produciéndose un ahogamiento.

 LESIONES IMPRUDENTES (Art. 152 y 621 del Código Penal)

“…/… El que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos
anteriores será castigado:
1º.- Con la pena de prisión de tres a seis meses, si se tratare del artículo 147.1 (menoscabo de
integridad corporal o salud física o mental).
2º.- Con la pena de prisión de uno a tres años, si se tratare de las lesiones del artículo 149
(pérdida o inutilidad de un órgano o miembro principal o de un sentido, impotencia, esterilidad,
grave deformidad, grave enfermedad somática o psíquica).
3º.- Con la pena de prisión de seis meses a dos años si se tratare de las lesones del artículo 150
(pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal) …/…” (Art. 152 CP)

“…/… Los que por imprudencia grave causaren alguna de las lesiones previstas en el apartado dos
del artículo 147, serán castigados con la pena de multa de uno a dos meses.
Los que por imprudencia leve causaren lesión constitutiva de delito serán castigados con pena de
multa de diez a treinta días …/…”
La diferencia de las penas radica en el mayor o menor resultado lesivo producido. Es
importante destacar que las lesiones pueden ser provocadas tanto por una actuación negligente
como por una omisión de las labores de vigilancia y control.

Un ejemplo de lesiones provocadas por la actuación negligente del socorrista son las que
se pueden originar al llevar a cabo una maniobra de reanimación a un sujeto de complexión
media empleando demasiada fuerza, originando la fractura de dos costillas.

Un ejemplo de lesiones derivadas de la omisión de las labores de vigilancia y control


serían las originadas como consecuencia del impacto del cuerpo de un bañista que es arrojado
por otro en el desarrollo de un juego que llevan practicando durante un tiempo, contra otro
bañista que se encuentre nadando. Dichas lesiones eran previsibles y evitables y, sin embargo, el
socorrista no impidió que se continuara con una actividad que entrañaba un claro riesgo.

Cuestión diferente hubiera sido que la acción hubiera ocurrido de forma aislada. En este
caso, las lesiones producidas no hubieran podido preverse ni evitarse y en consecuencia no se
podría apreciar imprudencia proparte del socorrista.
TEMA 2 EVALUACIÓN INICIAL

A la hora de prestar primeros auxilios es necesario seguir un protocolo de actuación sencillo y fácil
de recordar para el socorrista y basado en la aplicación de conductas y gestos previamente automatizados
mediante el aprendizaje y la práctica.

La evaluación inicial es el procedimiento mediante el cual realizamos una valoración global de la


víctima a fin de:

1. Determinar el alcance de sus lesiones.

2. Establecer las prioridades de actuación.

3. Adoptar las medidas necesarias en cada caso.

4. Asegurar el correcto traslado de la víctima a un centro sanitario.

La evaluación inicial podemos dividirla en 2 fases:


2.1 VALORACIÓN PRIMARIA

La valoración primaria consiste en identificar todas aquellas situaciones que puedan suponer una
amenaza inmediata para la vida de la víctima mediante el reconocimiento de sus constantes vitales.

Durante la valoración primaria se reconocerán una serie de signos vitales que nos darán toda la
información sobre el estado de las funciones vitales de la víctima.

El socorrista debe valorar:

1.- El nivel de consciencia

2.- La respiración, mantenimiento en todo momento la permeabilidad de la vía aérea

3.- La circulación, vigilando las posibles hemorragias

2.1.1 NIVEL DE CONCIENCIA

Para valorar el nivel de consciencia se utiliza la escala AVDN, que divide el nivel de conciencia en
cuatro grados:
A medida que nos aproximamos debemos comenzar a observar gestos o
movimientos que nos puedan dar indicios del estado de la víctima.
Una vez llegados a su altura colocaremos el cuerpo en posición de
decúbito supino (boca arriba) con los brazos a lo largo del cuerpo y nos
arrodillaremos a su lado para comenzar a estudiar los signos vitales a los que ya
hemos hecho referencia anteriormente.
Cuando la víctima no responde a ningún estímulo (inconsciente), se
pedirá ayuda inmediatamente, sin separarse de su lado en ningún momento.

2.1.2 RESPIRACIÓN

En este punto, el primer paso será aflojar cualquier prenda que pueda dificultar la respiración o
circulación sanguínea de la víctima para, a continuación, asegurar la permeabilidad de las vías
respiratorias, con el objeto de permitir el paso del aire hasta los pulmones. Hay que tener muy en cuenta
que en las víctimas inconscientes la musculatura de la lengua puede caer hacia atrás, cerrando así la
entrada de la tráquea e imposibilitando la entrada y salida de aire.

Para conseguir la apertura de la vía aérea se recomienda la denominada “maniobra frente-


mentón”, que consiste en empujar hacia arriba el mentón (barbilla) con los dedos índice y corazón de una
mano mientras que la otra se aplica con firmeza sobre la frente, empujándola hacia atrás. En caso de
pacientes traumáticos en los que se pueda sospechar una posible lesión cervical, hay que evitar la
hiperextensión del cuello, por lo que evitaremos la maniobra anterior y procederemos a la apertura de la
vía aérea mediante la maniobra de tracción mandibular.

E
s de enorme importancia asegurarse de que la víctima no presenta cuerpos sólidos en boca o garganta,
como por ejemplo restos de dientes en el caso de accidentes, extrayéndolos utilizando los dedos índice y
pulgar en forma de pinza. Asimismo, si la víctima presentara restos líquidos como sangre o vómitos,
deben extraerse con los dedos envueltos en un pañuelo o similar.

Una vez abierta y limpia la vía aérea, debemos comprobar durante unos segundos si la víctima
respira o no. Para ello, nos inclinaremos sobre ella acercando nuestro oído a su boca y nariz para
comprobar si se mueve el tórax y el abdomen. Además, de esta forma podremos oír el ruido de la
respiración y sentir el aire de la víctima en nuestra mejilla. De esta forma podemos “ver-oír-sentir” la
respiración. La frecuencia respiratoria normal oscila entre 15 y 20 respiraciones por minuto.

Si una vez realizada esta operación comprobamos que la víctima respira, colocaremos a la víctima
en Posición Lateral de Seguridad (PLS) y vigilaremos constantemente sus constantes vitales ante la
posibilidad de un empeoramiento de su situación.

La Posición Lateral de Seguridad pretende reducir al mínimo el movimiento de la víctima,


mantiene la cabeza, cuello y tronco en línea recta y permite la salida de fluidos de su boca, con lo que
evitaremos el riesgo de broncoaspiración. Se realizará del siguiente modo: nos situaremos a un costado
de la víctima, a la altura de su abdomen. El brazo del paciente más próximo a nosotros lo extenderemos
hacia arriba y el otro lo flexionaremos sobre el pecho; la pierna contraria la flexionaremos; con una mano
tiraremos de su hombro y con la otra de su rodilla hacia nosotros, con suavidad, hasta dejarlo de costado.
Se apoyará la cabeza sobre su brazo, con la boca abierta y en una postura tal que los posibles fluidos
existentes en la boca salgan de ella por acción de la gravedad.
Si por el contra la víctima no respira, avisaremos a las emergencias médicas (061 o 112) y
procederemos al inicio de las maniobras de RCP.

2.1.3 CIRCULACIÓN Y PULSO

Una de nuestras prioridades será localizar posibles


hemorragias que puedan suponer un riesgo para la vida de la víctima,
procediendo a continuación a la comprobación de la existencia de
pulso además de su calidad.

Debemos tener en cuenta que un paciente que respira


siempre tiene pulso, por lo tanto, en caso de que no respirara,
evitaremos una valoración en profundidad, priorizando la RCP.

El pulso es la pulsación provocada por la expansión de sus


arterias a consecuencia de la circulación de sangre bombeada por el
corazón. Se obtiene por lo general en partes del cuerpo donde las arterias se encuentran muy próximas a
la piel, como en las muñecas (pulso radial) o el cuello (pulso carotideo).
Para comprobar el pulso debemos colocar un par de dedos, generalmente el índice y el corazón
(nunca el pulgar), sobre la arteria en la que queramos comprobarlo.

Una vez comprobamos que la persona tiene pulso podremos proceder a la comprobación del
relleno capilar. Este sistema consiste en que al apretar una uña, la piel de la parte interior de la misma
cambia a un color blanquecino, volviendo a su color original una vez soltada. Si el cambio de color se
produce en menos de 2 segundos indica que el riego sanguíneo en los miembros superiores es correcto y
la circulación funciona adecuadamente (buena perfusión) lo cual, unido a la existencia de pulso radial nos
indica que no existe sangrado en la víctima (no existe compromiso vascular).

2.1.4 RESUCITACIÓN Y/O MANTENIMIENTO DE LAS CONSTANTES VITALES

Esta fase se realizará simultáneamente a la valoración primaria en el mismo momento de la


identificación de cualquier problema que afecte a la vida de la víctima, aplicando las técnicas adecuadas a
cada situación.

ALGORITMO
EVALUACIÓN PRIMARIA
2.2 VALORACIÓN SECUNDARIA

Una vez aseguradas las funciones vitales (valoración primaria) se procederá a la evaluación
secundaria. Esta se basa en la obtención de información adicional a través de la propia víctima, siempre
que las circunstancias lo permitan (víctima consciente), o de testigos o familiares presentes en el
momento del accidente o incidente, para a continuación realizar un examen lo más exhaustivo posible del
cuerpo de la víctima con la finalidad de encontrar lesiones que en un principio pudieran haber pasado
desapercibidas.

2.2.1 INFORMACIÓN ADICIONAL

Para la obtención de la información necesaria nos colocaremos a la altura del paciente de forma
que nos vea, identificándonos y preguntándole su nombre, a fin de tranquilizarla y que se sienta
reconfortada, pasando a continuación a hacerle una serie de preguntas a fin de recabar dicha
información. Estas preguntas se recogen en un protocolo conocido como OPUMA, que detallamos en el
siguiente gráfico:

2.2.2 EXAMEN EXHAUSTIVO

Se realizará un examen en profundidad mediante inspección y palpación del cuerpo de la víctima,


en la que se comprobarán los siguientes parámetros:
RESPIRACIÓN

Exploraremos los siguientes aspectos:

a) FRECUENCIA RESPIRATORIA: comprobaremos el número de respiraciones por minuto.

- Normal: 15 a 20
- Muy rápida: > 25 (Taquipnea)
- Muy lenta: < 10 (Bradipnea)

b) RITMO RESPIRATORIO

- Rítmico o regular
- No rítmico o irregular

c) AMPLITUD RESPIRATORIA

- Normal
- Aumentada
- Disminuida

PULSO

Las arterias más accesibles para la comprobación del pulso son la carótida (cuello) y la radial (cara
interna de la muñeca, en la base del pulgar) aunque existen otras muchas zonas dónde hacerlo. Nunca se
debe tomar el pulso con el pulgar, ya que podría confundirse con nuestro propio pulso.

Exploraremos los siguientes aspectos:

a) FRECUENCIA CARDÍACA: comprobaremos el número de latidos por minuto.

- Normal: de 60 a 100 pulsaciones por minuto


- Taquicardia: > 100 (el corazón late demasiado rápido)
- Bradicardia: < 60 (el corazón late demasiado lento), salvo en personas con buena
forma física

b) RITMO CARDÍACO:

- Rítmico o regular
- No rítmico o irregular

c) AMPLITUD CARDÍACA:

- Normal
- Débil
d) RELLENO CAPILAR: apretando una uña, cambia su coloración a blanco, volviendo a su
color rosado original al soltarla. Dicho cambio se debe producir en menos de 2
segundos, lo cual nos indicaría una circulación dentro de la normalidad.

ZONAS DONDE TOMAR EL PULSO ARTERIAL

COLORACIÓN DE LA PIEL

Mediante la coloración de la piel y las mucosas de la víctima podemos se pueden detectar


determinadas afecciones:

a) PALIDEZ: puede indicar:

- Hemorragia o shock
- Lipotimia
- Emoción o pánico
- Frío

b) ENROJECIMIENTO: puede indicar:

- Quemadura
- Golpe de calor
- Tensión arterial elevada
- Intoxicación por monóxido de carbono
c) CIANOSIS: puede indicar:

- Insuficiencia respiratoria
- Obstrucción de vías respiratorias

d) ICTERICIA: puede indicar:

- Alteración del hígado

TEMPERATURA CORPORAL

Es el grado de calor que presenta un cuerpo. Su medición la realizamos mediante el termómetro.


En condiciones normales, la temperatura corporal oscila entre 36 y 37,5 ºC. Pueden darse dos casos:

- Hipertermia: > 37,5 ºC se llama febrícula y fiebre si se superan los 38 ºC


- Hipotermia: < 35,4 ºC

Según la parte del cuerpo donde realizamos la medición puede variar, siendo las más habituales:

- Temperatura oral
- Temperatura axilar: 0,5 ºC < oral
- Temperatura rectal: 0,5 ºC > oral

TABLA DE TEMPERATURAS CORPORALES POR EDADES


PUPILAS

Es un signo vital que nos permite valorar mediante su estado, simetría o reacción ante el estímulo
luminoso la función cerebral de la víctima:

a) TAMAÑO:

- Contraídas (miosis): en casos de hemorragia intracraneal, insolación o


consumo de algunos tipos de drogas, entre otros
- Dilatadas (midriasis): en casos de paro cardíaco, daño cerebral importante o
traumatismos oculares, entre otros

b) REACTIVIDAD A LA LUZ:

- Reactivas
- Arreactivas: en casos de muerte cerebral

c) SIMETRÍA:

- Igual tamaño (isocóricas)


- Distinto tamaño (anisocóricas): en casos de shock, hemorragia severa,
consumo de drogas, entre otros

ESTUDIO DEL SISTEMA MOTOR

Se pedirá a la víctima que intente separar los dedos de sus manos, ofreciéndole tu mano como si
fueras a saludarlo, pidiéndolo que la apriete para comprobar si ha perdido fuerza. También se le pedirá
que realice un movimiento de flexión y extensión de brazos y piernas.
EXPLORACIÓN DE CABEZA, CARA Y CUELLO

Comprobar mediante observación directa y palpación de forma suave la existencia de heridas o


contusiones en la cabeza, zonas deprimibles o dolorosas en el cráneo, sangrado por nariz u oído, fracturas
nasales o maxilares, lesiones en ojos y zonas anejas

EXPLORACIÓN DE TÓRAX Y ABDOMEN

En el tórax, buscar posibles lesiones traumáticas o dolor torácico a nivel de las costillas o esternón
así como su simetría durante las maniobras de inspiración y espiración.
En el abdomen, buscar la posible existencia de heridas, dolor al palpar, signos de hemorragia
interna o evisceración (salida al exterior de parte de las vísceras abdominales).

EXPLORACIÓN DE LAS EXTREMIDADES

Comprobar en brazos y piernas la posible existencia de hemorragias, heridas, contusiones, zonas


dolorosas o deformidades.
TEMA 3 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

Se entiende por parada cardiorrespiratoria (PCR) toda situación clínica que comprende un cese
inesperado, brusco y potencialmente reversible de las funciones respiratorias y/o cardiocirculatoria
espontáneas, no siendo resultado de la evolución natural de una enfermedad crónica avanzada o
incurable, o del envejecimiento biológico. Si no se contrarresta con medidas de reanimación, el paro
cardiorrespiratorio produce una disminución brusca del transporte de oxigeno que da lugar a una
disfunción del cerebro inicialmente y, posteriormente, conduce a lesiones celulares irreversibles en el
organismo y a la muerte biológica.

Las medidas de reanimación consisten en el conjunto de maniobras encaminadas a revertir el


estado de parada cardiorrespiratoria, bien utilizando medios manuales mediante la combinación de
compresiones torácicas externas y ventilación de los pulmones con aire espirado (RCP), o apoyándonos
simultáneamente con el uso de desfibriladores externos semiautomáticos o automáticos (DEA).

Hay que tener en cuenta que es muy importante iniciar la reanimación antes de transcurrido un
tiempo de 4 a 6 minutos del inicio de la parada cardiorrespiratoria a fin de evitar daños cerebrales
irreversibles. En la curva de Drinker podemos comprobar cómo a mayor tiempo transcurrido menos
posibilidades de recuperación de la víctima:

3.1 MUERTE APARENTE Y MUERTE REAL

La muerte aparente o clínica consiste en la detención del latido cardiaco y de la respiración sin
que se produzcan lesiones en las células cerebrales.
Esta muerte aparente puede ser reversible si se
consigue hacer llegar sangre oxigenada al cerebro y otros
órganos vitales en el menor tiempo posible mediante las
maniobras de reanimación cardiopulmonar adecuadas. En
caso de no poder restablecer dicha oxigenación, las células
cerebrales van muriendo progresivamente hasta alcanzarse el
estado de muerte real o biológica. En casos de muerte
aparente en ambientes muy fríos, víctimas de ahogamiento o
por hipotermia el margen de tiempo para la recuperación de
una parada cardiorrespiratoria puede verse incrementada.

La muerte real o muerte biológica se produce cuando las lesiones cerebrales producidas tienen
carácter irreversible, haciendo imposible la recuperación de las constantes vitales (respiración y pulso).

A partir de ese momento, las células cerebrales mueren, pero a pesar de ello, otras células del
cuerpo menos sensibles a la falta de oxígeno y que requieren de mayor tiempo para su degradación
permanecen activas, facilitando así la posibilidad de donación de otros órganos vitales para la realización
de trasplantes, siempre que se actúe con celeridad.

3.2 INICIO DE LAS MANIOBRAS DE RCP

Las maniobras de reanimación deben iniciarse en todo paciente en situación de parada


cardiorrespiratoria de forma inmediata, salvo en tres circunstancias:

- Cuando la parada sea consecuencia de la evolución de una enfermedad terminal incurable


- En casos de muerte evidente, como un traumatismo craneoencefálico con pérdida masa
encefálica
- Cuando existan signos evidentes de muerte biológica, como lividez o rigidez cadavérica,
temperatura corporal extremadamente baja o putrefacción

3.3 SUSPENSIÓN DE LAS MANIOBRAS DE RCP

Las maniobras de reanimación solo dejarán de practicarse en los siguientes casos:

- Cuando se restauren de forma espontánea la respiración y la circulación sanguínea


- Por agotamiento físico del socorrista y no esté prevista la llegada inmediata de ayuda
- Cuando se produzca la llegada del personal sanitario que se haga cargo de la situación
3.4 FASE PREVIA A LA MANIOBRA DE RCP ADULTOS

Los pasos a seguir en el proceso de la resucitación cardiopulmonar son los siguientes:

 Acérquese de forma segura:


Acérquese a la víctima con precaución, asegurándose que no hay ningún peligro para usted, la
víctima o para cualquier testigo. Tenga en cuenta los peligros de la electricidad, el gas, el tráfico,
los materiales de derrumbe …

 Compruebe la respuesta:
Sacuda suavemente los hombros de la víctima
y pregunte en voz alta “¿Se encuentra bien?”.
Si no responde, grite pidiendo ayuda.

 Grite pidiendo ayuda:


Si hay cerca alguien más, pídale que espere,
Ya que podría necesitar su ayuda.
Si está solo, grite con fuerza para intentar llamar
la atención, pero no se separe de la
víctima en este momento.

 Abra la vía aérea:


En una víctima inconsciente la lengua puede
caer hacia atrás y bloquear la vía aérea. La
vía aérea se puede abrir inclinando la cabeza
hacia atrás y levantando el mentón, lo que
desplaza la lengua hacia delante, alejándola de
la parte posterior de la garganta. La secuencia
sería:
- Coloque a la víctima boca arriba. Sitúe una mano sobre
la frente de la víctima e incline suavemente su cabeza hacia atrás.
- Levante el mentón con la punta de dos dedos de su otra mano bajo el mentón.
- Estas acciones combinadas abrirán la vía aérea.
- Asegúrese de la inexistencia de obstáculos en las vías aéreas extrayéndolas con los dedos en
forma de pinza en caso necesario.
 Compruebe la respiración:
Manteniendo abierta la vía aérea, compruebe
durante no más de 10 segundos si la víctima
respira con normalidad:
- VEA si hay movimientos del pecho
- OIGA en la boca de la víctima si hay ruidos
respiratorios.
- SIENTA en su mejilla si respira.
No confundir la respiración normal con una
leve o con boqueadas ruidosas poco frecuentes.

 Llame al 112 / 061:


Si la víctima no responde y no respira normalmente.

- Si se encuentra solo:
o Llame al 112 / 061 para pedir una ambu-
lancia (deje sola a la víctima solo si es
absolutamente necesario)
o Consiga un DEA tan pronto como sea posible
(si está disponible).

- Si hay alguien más con usted:


o Envíele a llamar al 112 / 061
o Pídale que traiga inmediatamente un DEA (cuando esté disponible), mientras usted
comienza la RCP.

La persona que efectúa la llamada debería indicar claramente su nombre, el lugar del accidente y
que la víctima está en parada cardíaca.

3.5 MANIOBRAS DE RCP EN ADULTOS

Una vez realizadas las comprobaciones previas reseñadas en el apartado anterior y, habiéndose
asegurado de la inexistencia de respiración en la víctima, procederemos al inicio de las maniobras de
reanimación RCP a un ritmo de 30 compresiones por 2 ventilaciones.

Para localizar el punto de compresión, colocamos el talón de una mano en el centro del pecho, en
su 1/3 inferior, o en el punto medio de la línea intermamilar (línea entre los dos pezones) para a
continuación colocar el talón de la otra mano encima de la primera, entrelazando los dedos de ambas,
evitando así que descansen sobre el pecho. De esta forma evitaremos ejercer presión sobre las costillas y
provocar posibles fracturas.
En cuanto a la posición de los brazos, se deben mantener extendidos y perpendiculares a la
víctima, no doblando en ningún caso los codos. Para evitar un cansancio innecesario hay que procurar
efectuar la compresión cargando el peso de nuestro cuerpo, y con la fuerza necesaria para deprimir el
esternón entre 5 y 6 cms. La frecuencia de compresión debe ser de 100 por minuto.

Para la realización de una maniobra de RCP efectiva seguiremos paso a paso las siguientes pautas:

Practique las compresiones torácicas:

 Coloque a la víctima boca arriba sobre una superficie dura.

 Coloque el talón de su mano en el centro del pecho.

 Coloque el talón de la otra mano encima de la primera y


entrelace sus dedos.
 Con los codos rectos, sitúe los hombros hasta que estén
directamente sobre el pecho de la víctima.

 Comprima de forma rítmica el esternón hacia la columna


vertebral, deprimiéndolo 5 o 6 cms.

 A continuación libere la presión completamente, pero sin


perder el contacto con el pecho de la víctima.

 Haga 30 compresiones torácicas.

 La frecuencia de las compresiones ha de ser de 100 por minuto

 Le podrá ser útil contar en voz alta.

Practique las ventilaciones :

Las compresiones torácicas se deberían combinar preferiblemente con ventilaciones o respiraciones de


rescate. Después de 30 compresiones dé 2 ventilaciones.

 Mantenga la vía aérea abierta (maniobra frente-mentón), y


utilice los dedos de la mano que inclina la cabeza para pinzar
la nariz y cerrarla. Con la otra mano mantenga el mentón
levantado y permita que la boca se abra.

 Inspire normalmente y coloque sus labios alrededor de la


boca de la víctima, asegurando un buen sellado. Insufle aire
firmemente dentro de la víctima durante 1 segundo.

Observe el perfil del pecho de la víctima para comprobar que se


eleva con cada ventilación. Si no lo hiciera, examínele de nuevo la
boca y extraiga cualquier obstrucción visible y compruebe que la
maniobra frente-mentón se está realizando correctamente.

Cada ventilación debe ser suficiente para hacer que el pecho de la


víctima suba como en una respiración normal.

 Manteniendo la maniobra frente-mentón, separe su boca de la de la


víctima y permita que el pecho baje a medida que sale el aire de su
interior.
 Coja aire de nuevo y repita las acciones para dar 2 ventilaciones en
total.
Si no puede o no quiere realizar las ventilaciones, practique solo las compresiones torácicas
3.6 MANIOBRAS DE RCP EN NIÑOS Y LACTANTES

La actuación ante una parada cardiorrespiratoria en un niño (1 a 8 años) y en un lactante (0 a 1


año) no difiere mucho de la actuación que se debe realizar en un adulto, por lo que se aplicará el mismo
procedimiento reflejado en el algoritmo de RCP universal.

El procedimiento sería el que detallamos a


continuación:

1) Abriremos las vías aéreas utilizando la maniobra


frente mentón, realizándolo de manera muy
ligera en los bebés.

2) Se realizarán a continuación 5 insuflaciones


iniciales de rescate, debido a que en el caso de
niños y lactantes los problemas que provocan la
parada cardiorrespiratoria suelen ser de tipo
respiratorio y no cardíaco como en los adultos.

3) Transcurrido 1 minuto, si aun no respira,


procederemos a pedir ayuda.

4) En los niños, el masaje cardíaco se realizará utilizando el talón de una mano y en el lactante solo
con dos dedos. La fuerza de compresión será la suficiente para deprimir el esternón 1/3 de la
anchura del tórax, siendo la frecuencia de las compresiones de 100 por minuto, con una
secuencia de 30:2.

5) Las técnicas que utilizaremos para las ventilaciones serán la de boca a boca en los niños y la de
boca a boca-nariz en los bebés.

6) La comprobación del pulso se realizará en la arteria humeral.


Las diferencias entre la RCP en adultos, niños y bebés son las que encontramos en la siguiente
tabla resumen, las cuales van a determinar su realización:

ADULTOS NIÑOS (1-8 años) LACTANTES (0-1año)


RESPIRACIONES/MINUTO 12-15 20 20-30
FRECUENCIA CARDÍACA 60-80 100 120
TÉCNICA DE COMPRESIÓN usar las dos manos usar una mano usar dos dedos
TÉCNICA DE VENTILACIÓN boca a boca boca a boca boca a boca-nariz
RELACIÓN 30:2 30:2 30:2
COMPRESIONES/VENTILACIONES (5 vent. iniciales (5 vent. iniciales
rescate) rescate)
APERTURA VÍA AÉREA frente-mentón frente-mentón ligera extensión
frente-mentón

3.7 TÉCNICAS DE VENTILACIÓN

a) BOCA A BOCA: Es la técnica habitual de ventilación. Para realizarla correctamente hay que tapar
la nariz de la víctima con los dedos índice y pulgar de la mano situada sobre la frente. Inspira, sella
tus labios sobre la boca de la víctima y espira. Comprueba si es eficaz tu ventilación observando
con el rabillo del ojo si se eleva el pecho de la víctima. Destapa la nariz y apártate para dejar salir
el aire. Entre cada insuflación deja unos 4 segundos hasta que haya descendido totalmente el
tórax. La técnica se aplica en los adultos y niños.

b) BOCA A NARIZ: Cierra la boca de la víctima e insufla por la nariz. Ésta técnica se recomienda si el
herido presenta una herida grave en la boca, una intoxicación o su dentadura postiza se ha
movido y no es posible sellar nuestros labios sobre los de la víctima.
c) BOCA A BOCA-NARIZ: Es la técnica utilizada para lactantes. Se coloca la boca cubriendo
totalmente la boca y la nariz del bebé.

d) BOCA A ESTOMA: Es la técnica utilizada para personas laringectomizadas. El estoma es el orificio


que presentan en el cuello las personas que han sufrido una intervención quirúrgica en la laringe.
Desplaza la cabeza hacia atrás para que no estorbe e insufla directamente a través del estoma.

3.8 SITUACIONES DURANTE LA MANIOBRA DE RCP

- AIRE EN EL ESTÓMAGO:
Durante la maniobra de RCP puede ocurrir que si insuflamos aire muy bruscamente, el
esófago se abra y parte de ese aire llegue al estómago de la víctima y se hinche. Debido a ello
es posible que se active el reflejo del vómito o que notemos una dificultad para el llenado de
aire de los pulmones. Si notas que ocurre esto, ladea la cabeza de la víctima y presiona sobre
la boca del estómago para facilitar la salida del aire. Si la víctima vomita, limpia su cavidad
oral y continúa con la reanimación.
- MALA APERTURA DE VÍAS RESPIRATORIAS:
Es posible que no llegue el aire a los pulmones de la víctima porque no se haya realizado una
correcta apertura de las vías aéreas. Asegúrate de realizar correctamente la maniobra frente-
mentón.

- NARIZ MAL TAPADA:


Si no se tapa adecuadamente la nariz, pueden aparecer fugas de aire durante las
ventilaciones y, por lo tanto, no entrará suficiente aire en los pulmones.

- CUERPOS EXTRAÑOS:
Una de las causas más frecuentes de la deficiente entrada de aire en los pulmones durante las
ventilaciones es el hecho de haber olvidado comprobar la existencia de cuerpos extraños en
la boca de la víctima (vómito, sangre, piezas dentales…). Se debe proceder introduciendo dos
dedos en forma de pinza, procurando evitar que el objeto se hunda aun más.

- HIPERVENTILACIÓN DEL REANIMADOR:


Cuando el socorrista que ventila realiza una inspiración forzada, puede ocurrirle que a los
pocos minutos tenga una mala oxigenación y un agotamiento más rápido. Hay que procurar
que a pesar del estrés que provoca una situación de este tipo la respiración se realice de
forma natural, sin esfuerzo.
TEMA 4 OBSTRUCCIÓN DE VÍA AÉREA POR CUERPO EXTRAÑO

La obstrucción brusca de la vía aérea por cuerpos extraños (OVACE) puede provocar un cuadro de
asfixia que si no se resuelve con rapidez puede evolucionar, cuando la obstrucción es completa, hacia la
parada respiratoria, seguida de una parada cardíaca y la muerte.

En niños y lactantes se produce generalmente por la ingesta de


caramelos, frutos secos, así como pequeños juguetes o el
desprendimiento de algunas piezas de los mismos como consecuencia
de la costumbre de los pequeños de llevarse a la boca y morder
cualquier objeto, así como por llevarse a la boca grandes bocados de
comida y deglutirlos sin la suficiente masticación. En los adultos, la
causa más frecuente es a causa de alimentos como el pescado, carnes o
pollo.

Cuando se produce es fácilmente detectable porque la persona


afectada tiende a llevarse las manos al cuello denotando síntomas de
asfixia. Otros síntomas son la dificultad para hablar, el color azulado de
la piel o una salivación excesiva por la boca.

4.1 OVACE EN ADULTOS

Si la obstrucción es parcial y la víctima puede respirar aunque con dificultad, le animaremos a


que continúe tosiendo hasta expulsar el objeto que la provoca. Con esta simple operación suele ser
suficiente en la mayoría de los casos.

Si la obstrucción es severa o total y la víctima está consciente seguiremos las siguientes pautas
de actuación:

- Daremos cinco golpes secos con la palma de la mano en la espalda en el centro de la línea
interescapular, inclinando a la víctima para facilitar la salida del objeto, y comprobando a
cada golpe que la obstrucción ha sido solucionada.

- Si los cinco golpes no solucionan la obstrucción, imprimiremos cinco compresiones


abdominales mediante la maniobra de Heimlich. Para realizar esta maniobra, introduciremos
los brazos por debajo de las axilas de la víctima y colocaremos uno de los puños cerrados y
con el pulgar hacia adentro por encima de su ombligo. Con la otra mano sujetaremos el puño
y comenzaremos las compresiones empujando hacia adentro y hacia arriba en dirección a los
pulmones.

- Si a pesar de todo no conseguimos desobstruir la vía aérea, continuaremos alternando las


cinco palmadas en la espalda con las cinco compresiones abdominales.
Si la obstrucción es total o severa y la víctima está inconsciente, hay que colocarla
cuidadosamente en el suelo, avisando a los servicios de emergencia y procediendo a realizar las
compresiones abdominales, empujando con el talón de la mano hacia adentro y hacia arriba en dirección
a los pulmones.
4.2 OVACE EN NIÑOS Y NEONATOS

Trataremos la obstrucción de la misma forma que en los adultos, teniendo en cuenta las
peculiaridades de estatura y fragilidad.
TEMA 5 HEMORRAGIAS Y SHOCK

5.1 CONCEPTO DE HEMORRAGIA

Se puede definir una hemorragia como el flujo de sangre que se genera a partir de la rotura de los
vasos sanguíneos.

5.2 CLASIFICACIÓN

Se pueden establecer clasificaciones de las hemorragias según el tipo de vaso sanguíneo afectado,
según su origen o según la gravedad de las mismas.

a) SEGÚN SU ORIGEN:

- Externas: es la hemorragia producida por la ruptura de vasos sanguíneos a través de una


herida en la piel.

- Internas: es la ruptura de un vaso sanguíneo en el interior del cuerpo.


- Exteriorizadas: es la hemorragia en la que la sangre sale a través de orificios naturales: recto
(rectorragia), boca vomitando o tosiendo(hematemesis o hemoptisis), nariz (epistaxis), vagina
(metrorragia), uretra (hematuria), oído (otorragia) y el ojo (hiposfagma).

b) SEGÚN EL TIPO DE VASO SANGUÍNEO AFECTADO:

- Arteriales: es la más grave si no se trata a tiempo. Se produce por la rotura de una arteria. La
sangre es de color rojo vivo y sale a borbotones, coincidiendo con el latido cardíaco.

- Venosas: producidas por la rotura de una vena. La sangre es de color oscuro y sale de forma
continuada pero sin fuerza.

- Capilares: es la más frecuente y la menos grave, pues los capilares sanguíneos son los más
abundantes y los que menos presión tienen. La sangre fluye en sábana.

c) SEGÚN LA GRAVEDAD:

Según la gravedad de la hemorragia la podemos clasificar por grados del I al IV, en orden
ascendente cuanto mayor es la gravedad del caso. En la siguiente tabla podemos comprobar los detalles
de cada uno:

GRADO I GRADO II GRADO III GRADO IV


Volumen sanguíneo perdido hasta 15 % 15-30 % 30-40 % 40 % o más
Sangre perdida en c.c. < 750 750-1.500 1.500-2.500 > 2.500
Frecuencia cardíaca < 100 100-120 120-140 > 140
Tensión arterial sistólica no cambia no cambia disminuye disminuye +
Amplitud de pulso lleno disminuido disminuido + débil
Relleno capilar no cambia disminuido disminuido + muy disminuido
Frecuencia respiratoria 14-20 20-30 30-40 > 40
Nivel de conciencia ansioso intranquilo confuso muy confuso
5.3 ACTUACIÓN ANTE HEMORRAGIAS EXTERNAS

Las medidas a adoptar en casos de hemorragias externas serán:

1. Efectuar una evaluación primaria.

2. Tranquilizar a la víctima.

3. Debemos sentar o tumbar a la víctima por la posibilidad de que sufra un desvanecimiento y


golpearse al caer, con lo que se agravaría aún más la situación.

4. Aplicar compresión directa sobre el foco de la herida,


utilizando para ello apósitos estériles o un pañuelo lo
más limpio posible. Si los apósitos se empapan de
sangre, no retirarlos en ningún caso, aplicaremos un
nuevo apósito encima del anterior.

5. Colocar un vendaje compresivo sobre los apósitos


colocados. Con ello se continúa manteniendo la presión y
nos permitirá atender otras heridas o traumatismos que
presente la víctima. Combinaremos esta medida con la
elevación del miembro afectado para reducir la presión
de la sangre sobre la zona. No realizaremos esta medida
si sospechamos de fractura en la extremidad.

6. En caso de que las medidas anteriores no hayan


conseguido detener la hemorragia, presionar
sobre la arteria principal de la extremidad,
comprimiendo con los dedos dicha arteria
contra el hueso haciendo presión con los dedos
para tratar de aplastar dicha arteria sobre el
hueso. Esta medida se aplicará si las anteriores
no han conseguido detener la hemorragia.
En las extremidades superiores se presionará
sobre la arteria humeral (también llamada
braquial), aproximadamente en la mitad de la
cara interna del brazo, debajo de la
hendidura del bíceps.
En las extremidades inferiores la presión se
ejercerá sobre la arteria femoral, en la parte
media del pliegue de la ingle.
7. En caso de que nada de lo realizado anteriormente consiga detener la hemorragia aplicaremos un
torniquete. Solamente es aconsejable en casos de amputación traumática o aplastamiento
prolongado (en este caso, se realizará previamente a la retirada del objeto) debido al riesgo que
corre la extremidad de sufrir gangrena, parálisis por lesión nerviosa o lesiones en órganos por las
toxinas liberadas.
Para aplicarlo se debe utilizar una tela ancha de 8 a 10 cms de anchura, siendo imprescindible
anotar la hora a la que se realizó y nunca aflojarlo hasta la llegada de las asistencias sanitarias.

ALGORITMO HEMORRAGIAS EXTERNAS


5.4 ACTUACIÓN ANTE HEMORRAGIAS INTERNAS

Una hemorragia interna es una pérdida de sangre que se produce desde el sistema vascular en
una cavidad o espacio corporal. Se trata de una emergencia médica grave y el grado de severidad va a
depender de la velocidad y ubicación del sangrado (cerebro, estómago, pulmones). Potencialmente
puede causar un paro cardíaco y la muerte si no se recibe un rápido y adecuado tratamiento médico.

Pueden estar originadas por fuertes traumatismos, heridas por arma de fuego o blancas y
fracturas. En raras ocasiones también pueden producirse de forma espontánea, sin mediar causa
aparente.

Al ser difícil de detectar, nuestra actuación irá encaminada a sospechar su existencia a través de
signos o síntomas de shock por insuficiencia circulatoria, provocada al disminuir el volumen de sangre que
llega a las células y tejidos.

Los síntomas más habituales son: desorientación espacial o pérdida de conocimiento, palidez
intensa, sudoración fría y pegajosa, aumento de la frecuencia respiratoria, pulso débil y rápido, relleno
capilar superior a 2 segundos, vómito con sangre, abdomen muy sensible o rígido …

El protocolo de actuación en estos casos será el que a continuación se detalla:

1. Valoración primaria

2. Prevenir y tratar el shock, colocando a la


víctima en posición anti-shock, elevando
las piernas

3. Aflojar la ropa y abrigar a la víctima para


evitar la pérdida de calor

4. No dar nada de beber

5. Traslado inmediato a un centro sanitario


5.5 ACTUACIÓN ANTE HEMORRAGIAS EXTERIORIZADAS

EPIXTASIS:

Hemorragia con origen en las fosas nasales. Puede estar originada por traumatismos,
hurgarse la nariz o hipertensión arterial, entre otras.

En estos casos:

- Inclinar la cabeza hacia adelante para evitar la


inspiración de sangre
- Presionar directamente sobre los dos orificios
nasales contra el tabique nasal durante 5
minutos
- Si pasados los 5 minutos aun prosigue la
hemorragia, tapar el orificio nasal afectado con
un apósito. Si no fuera suficiente trasladar a la
víctima a un centro sanitario

a) OTORRAGIA:
Hemorragia con origen en el oído. En muchos casos suelen ser de carácter leve, originadas
por simples erosiones en el conducto auditivo externo. En otros casos, cuando la pérdida de
sangre es abundante, pueden denotar fracturas en la base del cráneo, producidas generalmente
por fuertes traumatismos en la cabeza. En estos casos puede venir acompañado de líquido
cefelorraquídeo.

En estos casos, nuestra actuación se limitará a colocar apósitos en la zona y a la persona


en Posición Lateral de Seguridad sobre el oído sangrante. Nunca debemos intentar frenar la
hemorragia, ya que podríamos aumentar la presión intracraneal.

b) HEMÓPTISIS:

Hemorragia que se presenta a través de golpes de tos,


conteniendo sangre proveniente de los pulmones. La sangre puede
tener aspecto espumoso y mezclada con mucosidad. Su origen puede
estar en bronquitis, neumonía, tuberculosis, tumores, cuerpos extraños o
traumatismos.

En estos casos:

- Realizar una valoración primaria


- Colocar a la víctima en posición de semisentado
- Trasladar a un centro sanitario
c) HEMATÉMESIS:

Hemorragias que se presentan a través del vómito, conteniendo sangre proveniente del
aparato digestivo. La sangre puede venir acompañada de restos de alimentos y con olor
desagradable. Su origen puede estar en úlceras gástricas o duodenales, gastritis o tumores.

En estos casos:

- Realizar una valoración primaria


- Colocar al paciente en posición de decúbito supino con las piernas flexionadas
- Trasladar a un centro sanitario

d) METRORRAGIA:

Hemorragias de origen vaginal fuera de la menstruación. Si la mujer estuviera


embarazada podría ser un indicio de aborto.

En estos casos:

- Aplicar un apósito sobre la vagina


- Colocar a la paciente en posición de decúbito supino con las piernas cruzadas. Si estuviera
embarazada se colocaría en posición de decúbito lateral izquierdo
- Trasladar urgentemente a un centro sanitario

5.6 SHOCK

Podemos definir el shock como el conjunto de signos y síntomas que resultan de la falta o
disminución del aporte sanguíneo a los tejidos, originada por la pérdida de volumen sanguíneo, por el
aumento de la capacidad de los vasos (pérdida de presión sanguínea) o por bombeo cardíaco deficiente.

En cualquiera de estos casos, se produce un deficit en la oxigenación de los tejidos de los distintos
órganos (corazón, pulmones…), deteriorándose rápidamente, por lo que si no se actúa de inmediato se
puede producir la muerte.
5.6.1 CLASIFICACIÓN

La clasificación de los distintos tipos de shock se exponen en el siguiente gráfico, pasando a


continuación a detallar cada uno de ellos:

a) SHOCK HIPOVOLÉMICO: se produce por la disminución del volumen sanguíneo. Es el más


frecuente en caso de politraumatizados y su gravedad va a depender del volumen de sangre
perdida. Puede estar originado por hemorragias (shock hipovolémico hemorrágico) o por
quemaduras o deshidratación por vómito o diarrea (shock hipovolémico no hemorrágico)

b) SHOCK CARDIOGÉNICO: es causado por un fallo en el corazón: infartos, embolias, taponamientos


cardíacos …

c) SHOCK DISTRIBUTIVO: causado por alteraciones en la distribución del flujo sanguíneo. Se puede
clasificar en:

- SHOCK SÉPTICO: producido por infección en heridas


- SHOCK ANAFILÁCTICO: producido por alergias
- SHOCK NEUROGÉNICO: producido por el dolor
- SHOCK TÓXICO: producido por intoxicaciones

d) SHOCK OBSTRUCTIVO: Es similar al cardiogénico. La diferencia es que el shock se produce por un


insuficiente llenado del corazón o porque no se puede vaciar adecuadamente
5.6.2 SÍNTOMAS

Los síntomas más comunes de un shock serían:

- Alteración de la conciencia (confusión, ansiedad, intranquilidad, agitación)


- Debilidad
- Respiración rápida y superficial
- Pulso rápido y débil
- Relleno capilar lento (< 2 seg)
- Piel pálida y fría
- Sudor frío y pegajoso
- Labios cianóticos

5.6.3 ACTUACIÓN EN CASO DE SHOCK

1. Realizar evaluación primaria e intentar determinar la causa

2. Colocar a la víctima en posición anti-shock

3. Aflojar las prendas que puedan dificultar su respiración y taparlo para evitar pérdidas de calor

4. Tranquilizar al herido

5. Evacuar a la víctima a la mayor brevedad, controlando permanentemente los signos vitales, ya


que en caso de empeorar puede entrar en coma
TEMA 6 TRAUMATISMOS

Se entiende como traumatismo toda agresión producida por la aplicación, de forma directa o
indirecta, de una fuerza que provoca lesiones en el organismo.

6.1 HERIDAS

Se puede definir una herida como la pérdida de continuidad de la piel o de las mucosas como
consecuencia de un traumatismo, provocando la comunicación del interior del cuerpo con el eterior.

Las consecuencias inmediatas de una herida son:

- Riesgo de infección: al aparecer una comunicación


del interior con el exterior, pueden aparecer
gérmenes en el foco de la herida que provoquen
infecciones. La función de la piel como barrera
protectora desaparece.

- Lesiones en los tejidos u órganos adyacentes:


dependiendo del agente que provoque la herida, no
solo se daña la piel, sino también todas las
estructuras cercanas, como músculos, nervios,
vasos sanguíneos …

6.1.1 CLASIFICACIÓN

- Heridas incisas

Son producidas por la acción de un agente cortante (cuchillo, cristal…). En ellas predomina la
longitud sobre la profundidad. Suelen presentar los bordes bien definidos, siendo heridas muy
sangrantes.

- Heridas punzantes

Son producidas por la acción de objetos alargados y puntiagudos (agujas, clavos, armas blancas…).
En ellas predomina la profundidad sobre la superficie. Presentan bordes bien definidos y un mayor riesgo
de infección.
- Heridas contusas

Son producidas en su mayoría por un impacto. Su intensidad (caída al suelo, atropello…) o el tipo
de objeto (piedra, palo…) provocan que los bordes de la herida sean aplastados, determinando que en su
interior se produzca el aplastamiento y desgarro de tejidos, con el consiguiente riesgo de infecciones.
Sangran menos que las incisas y las punzantes.
- Heridas por desgarro

Son producidas por un mecanismo de tracción sobre los tejidos o arrancamiento (maquinaria
industrial, atropello…). Se caracterizan por las irregularidades y separación entre los bordes de la herida,
pudiendo separar totalmente algún fragmento orgánico (dedo, brazo…).

- Heridas en colgajo

Son aquellas heridas que presentan un segmento de tejido cortado o arrancado que permanece
unido por un punto al resto del cuerpo.

- Heridas con pérdida de sustancia

Son heridas en las que se desprenden trozos de los tejidos afectados, separándose del cuerpo.

6.1.2 FACTORES DE GRAVEDAD

Las heridas pueden verse agravadas por una serie de factores, como:

- Profundidad
- Extensión
- Localización
- Heridas sucias o con cuerpos extraños
- Hemorragias
- Infecciones
6.1.3 SÍNTOMAS

- Dolor
- Hemorragia
- Separación de los tejidos

6.1.4 ACTUACIÓN EN HERIDAS LEVES

Para aplicar los primeros auxilios es muy importante seguir los siguientes pasos para prevenir
infecciones:

1. Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de tratar la herida y comprobar que el
material a utilizar esté limpio
2. Adoptar las medidas adecuadas de autoprotección (guantes)
3. Limpiar la herida con agua del grifo, a chorro, para arrastrar los cuerpos extraños de la superficie
de la herida (tierra, sangre reseca…). Usar gasas estériles o, en su caso, paños limpios, nunca
algodón (que pueda dejar resto de filamentos), y limpiar la herida desde el centro hacia el
exterior para no introducir gérmenes en el interior, procurando no frotar la herida. Nunca extraer
cuerpos extraños que estén clavados.
4. Irrigar la herida con agua oxigenada
5. Aplicar un antiséptico, preferentemente clorhexidina.
6. Cubrir la herida con apósitos estériles y vendas

6.1.5 ACTUACIÓN EN HERIDAS GRAVES

Si nos encontramos con una herida que consideramos grave debemos seguir los siguientes pasos:

1. Controlar la hemorragia
2. No extraer los cuerpos extraños para evitar agravar las hemorragias
3. Colocar apósitos o gasas húmedas que cubran la herida
4. Vendar la zona
5. Trasladar inmediatamente a un centro sanitario controlando permanentemente sus constantes
vitales

6.1.6 HERIDAS ESPECIALES

- Heridas perforantes en tórax

Las heridas perforantes en el tórax lesionan el pulmón y la pleura, provocando una grave
dificultad respiratoria, al acumularse aire en la cavidad pleural, que provoca el colapso del pulmón.
Si la herida “respira” (sopla) o si a través de ella sale sangre con burbujas, hay que tapar primero con la
mano y después colocar un apósito con varias capas que cubra totalmente la herida, y taparlo con un
plástico o papel de aluminio, sujetándolo únicamente por tres lados. A continuación se colocará al
accidentado en posición semisentado o reclinado sobre el lado afectado.

- Heridas perforantes en abdomen

Ante este tipo de heridas, colocar una compresa o paño limpio y un vendaje que no comprima. Si
hay salida de parte de los intestinos, no intentar meterlos de nuevo en el abdomen; cubrirlos con
compresas empapadas con suero fisiológico o paños limpios y húmedos. Colocar a la víctima tumbada con
las piernas flexionadas.

6.2 CONTUSIONES

Una contusión es una lesión física producida por la acción de una fuerza mecánica externa que no
llega a romper la piel. Puede ocurrir cuando el cuerpo recibe un impacto (puñetazo, palo…) o bien se
golpea con un objeto externo (caídas, accidente de tráfico…).

Nunca hay que subestimar la gravedad de una contusión. Aunque no haya sangre visible, un golpe
de intensidad moderada podría causar daños en músculos, tendones e incluso órganos y puede dar lugar
a fuertes hemorragias internas.
6.2.1 CLASIFICACIÓN

- Contusiones simples

Se produce una rotura de pequeños capilares que provocan un enrojecimiento de la zona


afectada, llamado eritema, que desaparece a al cabo de unos minutos. No son muy dolorosas. Un
ejemplo sería una bofetada. No se consideran de riesgo y no requieren tratamiento salvo la
aplicación de compresas frías sobre la zona afectada.

- Contusiones de primer grado (equimosis)

El golpe produce la rotura de capilares y algunos vasos sanguíneos locales y superficiales.


En la piel aparece el típico cardenal de color rojo violáceo a causa de la salida de sangre fuera del
sistema circulatorio. Hay dolor, sobre todo al tacto, ligera inflamación y conforme pasan los días
se va produciendo la degradación de las células sanguíneas, por lo que la lesión va cambiando de
color, pasando del rojo al amarillento y, finalmente, desaparece al cabo de unos días. Un ejemplo
sería un golpe en la rodilla.

- Contusiones de segundo grado (hematoma)

El impacto es más fuerte, y afecta a vasos mayores, que al romperse provocan un


acúmulo de líquidos en la zona lesionada, causando así un hematoma. Aparece dolor en la zona e
fuerte hinchazón, con una coloración morada. Suele reabsorberse y tarda más tiempo en
desaparecer que las leves. Nunca deberemos presionar, pinchar o reventar un hematoma.

- Contusiones de tercer grado

Aunque el golpe no dañe ni rompa la superficie de la piel, lesiona los vasos de manera
que la sangre deja de irrigar la zona, lo que provoca la necrosis (o muerte) de los tejidos. Se
suele producir aplastamiento de partes blandas (grasa, músculos, nervios y huesos) y la zona
afectada estará fría, inflamada y dura, produciéndose una manifiesta impotencia funcional. Son la
lesión más común en accidentes de tráfico.
6.2.2 TRATAMIENTO

En las contusiones, independientemente del grado, el tratamiento a seguir sería:

1. Aplicar compresas frías sobre la zona afectada

2. Si la parte afectada fuera una extremidad, proceder a


su elevación

3. En las de tercer grado, inmovilizar el miembro como


si se tratase de una fractura

4. Trasladar a la víctima a un centro sanitario

6.3 TRAUMATISMOS EN EXTREMIDADES

Este tipo de traumatismos produce lesiones en sistema ósteo-articular o muscular. Pocas veces
produce una situación de riesgo para la vida, pero una deficiente primera asistencia puede acarrear
consecuencias en la posterior recuperación de la víctima.

Para su estudio detallado las vamos a clasificar en esguinces, luxaciones y fracturas.

6.3.1 ESGUINCES

Un esguince consiste en la separación momentánea de las superficies articulares que produce un


estiramiento o rotura de los ligamentos que la rodean. Son causados cuando una articulación es forzada a
moverse en una posición antinatural. Un ejemplo sería la torcedura de tobillo.
Los síntomas más habituales son:

- Dolor en la zona afectada


- Inflamación
- Impotencia funcional dependiendo del grado de la lesión
- Enrojecimiento y posibilidad de aparición de hematomas

El tratamiento a seguir consistirá en:

1. Aplicar frío local

2. Elevar la zona afectada y mantener reposo

3. Inmovilizar la articulación

4. No aplicar pomadas

5. Trasladar a un centro sanitario

6.3.2 LUXACIÓN

Una luxación o dislocación es la separación de las superficies articulares, es decir, un hueso se


desencaja de la articulación y no vuelve a su posición natural. Un ejemplo habitual sería la luxación de
hombro.

Los síntomas más habituales son:

- Dolor intenso en la zona afectada


- Inflamación de la articulación
- Deformidad
- Impotencia funcional, al perder su función
El tratamiento a seguir consistirá en:

1. Aplicar frío local

2. Inmovilizar en la misma posición

3. Trasladar a un centro sanitario

6.3.3 FRACTURA

Una fractura es la pérdida de continuidad normal del hueso a consecuencia de golpes, fuerzas o
tracciones cuyas intensidades superan la elasticidad del hueso.

La clasificación de las principales tipos de fracturas se detalla en el siguiente gráfico:

- FRACTURA INCOMPLETA O FISURA: rotura en la que el hueso solo está agrietado o parcialmente
fracturado. Se mantiene la continuidad ósea.

- FRACTURA COMPLETA: rotura de un hueso que interrumpe por completo la continuidad del
tejido óseo en toda la anchura del hueso implicado.

- FRACTURA ALINEADA: rotura en la que los fragmentos de los huesos no se mueven de su eje.

- FRACTURA DESPLAZADA: rotura en la que los fragmentos óseos sí se han desplazado de su eje.

- FRACTURA CERRADA: el hueso se rompe, pero la piel que recubre la extremidad queda intacta.
- FRACTURA ABIERTA: la rotura del hueso provoca la rotura de la piel y, por tanto, de otros tejidos
o estructuras aledañas, comunicándolo con el exterior, con el consiguiente riesgo de hemorragias
e infecciones.

Los síntomas más habituales en caso de fractura son:

- Dolor al movilizar la extremidad


- Inflamación y enrojecimiento de la zona
- Deformidad
- Impotencia funcional

El tratamiento a seguir consistirá en:

1. No mover al herido si no es absolutamente necesario

2. Retirar relojes, anillos y pulseras para no dificultar la circulación sanguínea en caso de inflamación

3. Controlar pulsos periféricos (radial o pedio)

4. Aplicar frío local

5. Inmovilizar la fractura incluyendo las articulaciones adyacentes, sin reducir la fractura

6. Si la fractura es abierta, controlar la hemorragia y después inmovilizar

7. Trasladar a un centro sanitario


En las siguientes imágenes podemos observar cómo inmovilizar una fractura:

6.4 TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS

Son lesiones causadas por una fuerza externa que puede producir una disminución o alteración
del estado de conciencia, dando como resultado un deterioro del funcionamiento de las capacidades
cognitivas y físicas. Este deterioro puede ser temporal o permanente, y puede causar una alteración
funcional parcial o total. Las caídas y accidentes son algunas de las causas que pueden estar detrás de los
traumatismos craneoencefálicos.

La gran presencia de vasos sanguíneos en la zona hace que estas heridas sean muy sangrantes,
por lo que la actuación prioritaria debe ir orientada a la detención de la hemorragia.

Después de un traumatismo de este tipo podemos encontrarnos con una simple herida en cabeza
o cara, una hemorragia intracraneal, una fractura de cráneo, signos de afectación cerebral o varias de
ellas de forma conjunta. El riesgo más grave es el posible daño producido en el sistema nervioso central,
con la destrucción de neuronas cerebrales que pueden provocar importantes secuelas o incluso la
muerte. Ante un traumatismo craneal debemos sospechar de la posible existencia de daños en la
columna vertebral.
Los síntomas más comunes en casos de fractura de cráneo son:

- Dolor intenso en la cabeza


- Alteración de la consciencia
- Dilatación de las pupilas (midriasis), diferente tamaño en las mismas (anisocoria) o incluso
ausencia de reflejo pupilar
- Hemorragias de diversa índole, internas, externas o exteriorizadas
- Deformidad del cráneo
- Hematomas alrededor de los ojos
- Convulsiones o vómitos
- Respiración irregular
- Amnesia

La actuación en estos casos debe ser:

1. Activación de la cadena de socorro

2. No movilizar a la víctima bajo ningún concepto

3. Vigilar las constantes vitales y mantener despierta a la víctima

4. Colocar a la víctima en posición de decúbito supino, manteniendo la alineación cabeza-cuello-


tronco

5. Trasladar a un centro sanitario


6.5 TRAUMATISMOS EN LA COLUMNA VERTEBRAL

El peligro de los traumatismos producidos en la columna vertebral no radica en los daños que se
puedan producir en la estructura ósea que la conforman, sino en una posible afectación medular por
compresión o sección total o parcial de la misma.

A nivel óseo, hay partes de la columna vertebral que son más susceptibles que otras de sufrir
lesiones. Los segmentos de la región torácica, salvo en fuertes traumatismos, no suelen sufrir grandes
daños, debido a que se encuentran reforzados por las costillas, a los que están articulados. Igualmente
ocurre con el sacro. Sin embargo, las regiones cervical y lumbar, al no tener el apoyo de otras estructuras
óseas, están muy expuestas a las lesiones.

Debemos sospechar de la existencia de una lesión vertebral o medular cuando la víctima haya
sufrido un traumatismo por accidente de tráfico (hiperextensión), por caída (hiperflexión o rotación), por
zambullida (compresión) o ahorcamiento (estiramiento)
En caso de lesiones vertebrales los síntomas más comunes son:

- Dolor en la zona lesionada, irradiado o siguiendo el trayecto del nervio afectado


- Rigidez muscular
- Deformidad
- Posible pérdida de movilidad o sensibilidad

En estos casos, ante la duda, hay que sospechar que la víctima pueda presentar una lesión
medular, por lo que se actuará como tal.

Los síntomas que nos pueden indicar la existencia de lesiones medulares son:

- Pérdida de sensibilidad y/o sensación de hormigueo


- Imposibilidad o limitación de la movilidad de las extremidades
- Relajación de esfínteres
- Dificultad respiratoria

La actuación en casos de lesiones medulares será:

1. No movilizar a la víctima

2. Solicitar asistencia sanitaria

3. Controlar los signos vitales

4. Traslado inmediato a un centro sanitario


6.6 POLITRAUMATISMOS

Se define como politraumatizado a todo herido que, a


consecuencia de un traumatismo, presenta lesiones en más de
un órgano, aparato o sistema, y cuyas repercusiones
respiratorias y/o circulatorias, suponen un riesgo para la vida,
requiriendo de una valoración y tratamiento inmediato. Un
politraumatizado siempre conlleva un riesgo vital; en otros
casos hablaremos de policontusionado o polifracturado.

El ejemplo más claro de víctima con politraumatismos se


produce en los accidentes de tráfico.

La actuación en caso de víctimas politraumatizadas irá encaminada a:

- Determinar el alcance de las lesiones


- Establecer prioridades de actuación, adoptando las medidas necesarias en cada caso
- Asegurar el traslado a un centro sanitario

Para ello, seguiremos los siguientes pasos:

1. Evaluación inicial del paciente

2. Tratamiento de heridas, control de hemorragias y prevenir el shock

3. Inmovilizar y mantener el eje cabeza-cuello-tronco

4. Reevaluar periódicamente

5. Trasladar a un centro sanitario

En caso de la existencia de más de una herido, es fundamental hacer una valoración del conjunto,
procediendo a realizar un TRIAGE, que es la selección y clasificación de las víctimas, evaluando las
prioridades de atención, privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo a las necesidades
terapéuticas y los recursos disponibles.

En el triage se clasifica a las víctimas por colores:

- NEGRO: cuando la víctima ha fallecido o las posibilidades de recuperación son nulas.


- ROJO: cuando la víctima tiene posibilidades de sobrevivir, pero requiere atención médica
inmediata.
- AMARILLO: pacientes que presentan un riesgo vital.
- VERDE: paciente levemente lesionado, que puede caminar y no requiere traslado urgente.
TEMA 7 QUEMADURAS

Se puede definir una quemadura como la lesión producida por una excesiva exposición al calor.
Puede ser originada por la acción de una llama directa, líquidos o sólidos ardientes, rozamiento,
sustancias químicas, electricidad o simplemente por la exposición al sol.

7.1 CLASIFICACIÓN

Para formular un pronóstico vital se toman en cuenta fundamentalmente 4 parámetros, en base a


los cuales se van a clasificar las quemaduras:

- Profundidad
- Extensión
- Localización
- Edad del paciente

7.1.1 SEGÚN SU PROFUNDIDAD

● PRIMER GRADO:

En este tipo de quemaduras solo se ve afectada la parte superior de la piel o epidermis, en la que
aparece enrojecimiento o eritema, no afectando a su capacidad de regeneración. Producen dolor e
hinchazón moderados.
● SEGUNDO GRADO:

Son aquellas que producen daños en los estratos más profundos de la piel o dermis, alcanzando a
los pequeños capilares sanguíneos y presentando eritema (enrojecimiento) a nivel superficial, generando
ampollas denominadas flictenas. Producen un dolor intenso e inflamación que se extiende a zonas
aledañas.

● TERCER GRADO:

Afectan a todo el espesor de la piel e incluso a estructuras subyacentes (músculos, huesos…).


Aparecen escaras o costras oscuras o carbonizadas. En estos casos, la piel no se regenera por sí misma,
precisando de cirugía para su curación. No producen dolor (insensibilidad) debido a la destrucción de las
terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos.
7.1.2 SEGÚN SU EXTENSIÓN:

Este criterio de basa en el porcentaje de tejido lesionado con respecto a la superficie cutánea
total. Un método práctico de calcular la extensión de las quemaduras es emplear la llamada “regla de los
9” o “regla de Wallace”

En el caso de los niños es más difícil de calibrar debido a sus proporciones. Las únicas diferencias
con respecto a los adultos serían en la zona de cabeza y cuello, que supondría el 18 % y las piernas, que
supondrían el 13 % cada una. Para tener una referencia orientativa, la palma de la mano de la víctima
supondría un 1 % de su superficie corporal.

7.1.3 SEGÚN SU LOCALIZACIÓN:

Existen en el cuerpo humano zonas llamadas especiales debido a las secuelas estéticas o
funcionales que puede dejar una quemadura cuando se localiza en una de ellas. Estas zonas son: cara y
cuello, axilas, zonas de flexo-extensión de las extremidades, manos, pies, zona genital y mamas.

7.1.4 SEGÚN LA EDAD DE LA VÍCTIMA:

Entre los 12 y 40 años, la respuesta es prácticamente la misma, pero no sucede lo mismo cuando
nos aproximamos a los extremos de la vida. La misma lesión supone un mayor riesgo de complicaciones
en niños (especialmente en lactantes) y en ancianos que en adultos. Esto supone que a igual superficie
quemada, las posibilidades de recuperación varían con la edad del individuo.
En la tabla adjunta se puede ver la valoración de la gravedad de las quemaduras, en función de su
extensión y profundidad:

Leves Moderadas Graves Críticas


Primer grado Hasta el 10 % Del 10 al 30 % Del 30 al 60 % Más del 60 %
Segundo grado Hasta el 5 % Del 5 al 15 % Del 15 al 40 % Más del 40 %
Tercer grado Hasta el 1 % Del 1 al 10 % Del 10 al 20 % Más del 20 %

7.2 EFECTOS DE LAS QUEMADURAS

En personas afectadas por quemaduras de cierta entidad existe la posibilidad de que surjan
complicaciones derivadas del traumatismo térmico. Estos efectos, deben siempre tratarse
prioritariamente frente a las lesiones cutáneas. Las complicaciones más frecuentes son:

- SITUACIONES DE SHOCK: pueden presentarse en forma de shock hipovolémico (debido a la


pérdida de líquidos propios de la piel), neurogénico (debido al intenso dolor) o séptico (debido a
una infección posterior)

- INFECCIONES: al no ejercer la piel su función protectora debido a las quemaduras, se facilita el


paso de gérmenes a la sangre, con el consiguiente riesgo de una infección generalizada o sepsis.

- PROBLEMAS DE CICATRIZACIÓN: con la importante repercusión funcional y estética que supone.

7.3 ACTUACIÓN EN QUEMADURAS

1. Retirar el agente causante, tomando las adecuadas medidas de seguridad

2. Si la víctima está ardiendo, evite que corra, haciéndola rodar por el suelo o cubriéndola con
una manta

3. Realizar una evaluación primaria, controlando los signos vitales

4. Cortar los fragmentos de ropa quemada no adheridos a la piel, ya que en caso contrario
podríamos desgarrar grandes trozos de tejido, facilitando así las infecciones

5. En las quemaduras de 1º y 2º grado, enfriar las heridas poniéndolas bajo un chorro de agua
fría. Nunca utilizar hielo para enfriar las heridas.
6. Cubrir el área afectada con apósitos esterilizados humedecidos con suero fisiológico, agua o
con un trozo de tela limpia y húmeda. No aplicar presión en las quemaduras

7. En el caso de quemaduras en los ojos, utilizar gasas humedecidas para cubrirlas

8. Nunca aplicar ningún medicamento o pomada para quemaduras

9. Estar muy atento a los signos de shock, controlando permanentemente las constantes vitales

10. Trasladar de inmediato a un centro sanitario

En caso de quemaduras por productos químicos, es preciso lavar rápidamente y con agua
abundante la zona afectada, retirando toda la ropa que haya quedado impregnada por la sustancia,
procediendo a continuación como en el resto de las quemaduras.
TEMA 8 LESIONES POR EFECTO DE LA TEMPERATURA

8.1 LESIONES POR EFECTO DEL CALOR

Nuestro organismo dispone de la capacidad termodinámica de mantener constante la


temperatura corporal, alrededor de los 37 grados, independientemente de la temperatura exterior.
Cuando esta temperatura es elevada, para mantener constante la temperatura el organismo pone en
marcha dos mecanismos: la sudoración (mecanismo de termorregulación) y el aumento de la circulación
de la sangre cercana a la piel (vasodilatación periférica).

Cuando la exposición al calor es prolongada y la temperatura externa es elevada, pueden


producirse trastornos de gravedad debido a la pérdida de líquidos y sales minerales, lo que provoca la
deshidratación.

En función de la gravedad las podemos clasificar en:

8.1.1 CALAMBRES

Podemos considerarla como la afección más leve que se puede producir por efecto del calor. Con
la sudoración se produce una pérdida de agua y sales minerales, lo cual provoca que la capacidad de
recuperación de la musculatura se vea afectada, más aun si a las altas temperaturas unimos la fatiga física
producido por el ejercicio.

Los síntomas más comunes son el dolor muscular y el


hecho de que dicho músculo aparece contraído al palparlo,
aumentando el dolor al realizar un movimiento.

La actuación en estos casos se circunscribe a la ingesta


de abundante agua o bebidas isotónicas, además de mantener
reposo y aplicar ligeros masajes o estiramientos para favorecer
la recuperación muscular.

8.1.2 INSOLACIÓN

Es un trastorno producido por una exposición prolongada al sol o por la realización de una
actividad o ejercicio físico intensos en situaciones de temperatura elevada. Consiste en una
deshidratación extrema, en la que la pérdida de agua y sales minerales afecta no solo a uno o varios
músculos como en el caso de la deshidratación, sino a la totalidad del organismo.
Los síntomas que caracterizan una insolación son:

- Dolor de cabeza y náuseas


- Sudoración abundante
- Temperatura corporal elevada
- Piel caliente y enrojecida
- Sensación de fatiga y sed intensa

La actuación en estos casos será:

1. Colocar a la víctima a la sombra, en un lugar fresco

2. Refrescar el cuerpo con compresas mojadas, especialmente en cuello, axilas e ingles

3. Darle a beber agua fresca

8.1.3 GOLPE DE CALOR

Un golpe de calor o shock térmico es uno de los casos más graves de hipertermia. Es el
sobrecalentamiento que sufre el cuerpo debido a la exposición prolongada a altas temperatura o un
exceso de ejercicio físico en condiciones de temperatura elevada. La falta de hidratación provoca un
trastorno de la termorregulación que provoca que diversos órganos dejen de funcionar como lo harían de
forma habitual. Constituye una urgencia médica extrema debido a su rápida aparición y cuya evolución
puede provocar la muerte en menos de 24 h si no se actúa de inmediato.

Los síntomas característicos del golpe de calor son:

- Dolor de cabeza, mareos y pérdida de conciencia


- Sensación de debilidad
- Pulso rápido, palpitaciones
- Sequedad y enrojecimiento de la piel
- Ausencia de sudor (característica diferencial con respecto a la insolación)
- Respiración rápida y superficial
- Convulsiones

La actuación en estos casos sería la misma que para los casos de insolación, debiendo activar el
sistema de emergencia para su traslado a un centro sanitario.
8.2 LESIONES POR EFECTO DEL FRÍO

Como hemos visto anteriormente, nuestro organismo dispone de una capacidad termodinámica
para mantener una temperatura corporal constante de aproximadamente 37 grados. En un ambiente frío
y húmedo nuestro cuerpo se enfría de forma progresiva, más rápidamente si se ve favorecido por
factores como un alto grado de humedad o la existencia de viento, y reacciona para reemplazar el calor
perdido utilizando los siguientes mecanismos:

1. Disminuye el gasto de energía: a medida que la temperatura baja, el sistema nervioso se


ralentiza, al igual que los impulsos que mueven los músculos, lo cual hace que pueda retener más
el calor.
2. Reduce el flujo sanguíneo: la disminución de la temperatura hace que los vasos sanguíneos se
constriñan y que la resistencia al flujo de la sangre aumente. El flujo sanguíneo se reduce primero
en la piel y en la periferia, incluyendo los dedos, manos y los pies. Es por ello que estas áreas del
cuerpo tiendan a enfriarse más rápido.
3. Se comienza a temblar: en un esfuerzo por aumentar la temperatura, el cuerpo se esfuerza para
generar calor y permite que los músculos se agiten. Es lo que se conoce comúnmente como
escalofríos, aunque su eficiencia es muy limitada.

En casos extremos, durante una exposición prolongada al frío, el cuerpo va a ser incapaz de
conservar el calor de forma natural y mantener su temperatura interna, provocando lesiones
potencialmente mortales como la hipotermia y la congelación.

8.2.1 HIPOTERMIA

A medida que una persona desarrolla una hipotermia va perdiendo progresivamente las
capacidades de pensar y moverse. La temperatura corporal se sitúa por debajo de los 35 grados, y de no
recibir atención sanitaria inmediata puede provocar paro cardíaco, shock, y coma. En los casos más graves
puede causar la muerte.

Los síntomas abarcan:

- Somnolencia y confusión
- Debilidad y pérdida de coordinación
- Dolor muscular y articular
- Piel pálida y fría
- Temblor incontrolable

La actuación en estos casos será:

1. Trasladar a la víctima a un lugar seco y caliente

2. Realizar una evaluación inicial


3. Proporcionar ropa seca si las tuviera húmedas

4. Ofrecerle bebidas calientes si se encuentra consciente

5. Trasladar a un centro sanitario

8.2.2 CONGELACIÓN

Es el daño provocado en la piel y en los tejidos subyacentes provocado por el frío extremo. Se
produce una constricción de los vasos sanguíneos, por lo que los tejidos no reciben aporte de calor,
oxígeno ni material energético, provocando una serie de lesiones en los mismos. Afectan en mayor grado
a las zonas distales del cuerpo, manos y pies, nariz y orejas.

Factores que predisponen a la congelación son: la humedad, el viento, el tabaco y el alcohol, la


edad y algunas enfermedades.

La clasificación y síntomas más característicos son:

● PRIMER GRADO:

Afectan a la epidermis. Se caracterizan por el enrojecimiento o amoratamiento de la zona


afectada. Son dolorosas y se tiene sensación de entumecimiento y pinchazos.

● SEGUNDO GRADO:

Afectan a epidermis y dermis. La piel toma aspecto de cera, apareciendo ampollas de color
morado. Son dolorosas.

● TERCER GRADO:

Afectan a todo el grosor de la piel. Se produce la muerte o necrosis de los tejidos, tornándose la
piel de color negro. El dolor desaparece.
La actuación en estos casos será:

1. Trasladar a la víctima a un lugar seco y caliente

2. Sustituir la ropa húmeda por otra seca

3. Aplicar compresas secas y estériles en las zonas afectadas, procurando no tocar las ampollas

4. Ofrecerle bebidas calientes azucaradas si estuviera consciente

5. No friccionar las zonas congeladas

6. No utilizar estufas o calefactores sobre las zonas afectadas, solo para el calentamiento de la
estancia

7. Trasladar a la mayor brevedad a un centro sanitario


TEMA 9 LESIONES CARDIOVASCULARES Y CEREBROVASCULARES

9.1 LESIONES CARDIOVASCULARES

Las enfermedades cardiovasculares pueden


provocar estrechamientos u obstrucciones en los vasos
sanguíneos. La causa más habitual es la acumulación
de grasa en las arterias (arteriosclerosis). Si las arterias
afectadas son las coronarias (las que conducen la
sangre al corazón), el miocardio no recibirá la cantidad
de sangre oxigenada necesaria para realizar
correctamente su función. Esta situación se denomina
isquemia y es la responsable de las anginas de pecho y los infartos de miocardio.

9.1.1 ANGINA DE PECHO

La angina de pecho es un dolor o molestia en el tórax que se produce cuando el corazón no recibe
la suficiente irrigación sanguínea y, por lo tanto, oxígeno a las células del músculo del corazón, debido a
una obstrucción parcial de las arterias coronarias. Suele durar unos minutos y posteriormente el paciente
se recupera. Esta patología suele producirse cuando el corazón se ve obligado a realizar un esfuerzo y el
organismo es incapaz de aumentar el riego sanguíneo del mismo.

Las principales manifestaciones de la angina de pecho son:

- Dolor torácico o sensación de opresión en la zona del esternón, irradiándose generalmente al


brazo izquierdo
- Ansiedad o sensación de muerte inminente
- Sudoración abundante (hiperdrosis)
- Palidez

La actuación en estos casos será la misma que para el infarto de miocardio, que veremos en el
siguiente apartado.

9.1.2 INFARTO DE MIOCARDIO

El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte de una porción del
músculo cardíaco (necrosis) que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria. Al
obstruirse, el aporte sanguíneo cesa, por lo que el músculo cardíaco no recibe el oxígeno necesario para
realizar sus funciones, y provoca que el tejido muera y no se regenere. Puede ser mortal si el daño
producido es lo suficientemente grande como para afectar gravemente el funcionamiento del corazón y
este no es capaz de bombear sangre al resto de los órganos vitales.
Los síntomas más comunes son:

- Dolor fuerte y repentino en el pecho y en el brazo izquierdo,


que puede irradiarse al hombro, cuello y mandíbula.
- Angustia e inquietud
- Palidez y sudoración
- Náuseas, vómitos, falta de aliento y dificultad respiratoria
- Puede derivar en parada cardiorrespiratoria en los casos más
graves

La actuación tanto en caso de angina de pecho como infarto


de miocardio será:

1. Tranquilizar a la víctima y mantenerla en reposo

2. En casos de dificultad respiratoria, colocar en posición de semisentado

3. Aflojar cualquier prenda que pueda oprimir tórax o abdomen

4. Preguntar a la víctima o acompañantes por posibles antecedentes de problemas cardiovasculares.


Si tomara medicación proceder a su administración

5. Avisar inmediatamente a los servicios de emergencia, procediendo a continuación a valorar


respiración y pulso, iniciando el soporte vital básico en caso necesario, colocando a la víctima en
posición de PLS si se encontrara inconsciente

9.1.3 PREVENCIÓN

La clave en la prevención de las enfermedades


cardiovasculares es tener unos hábitos de vida saludables. Los
factores de riesgo relacionados con la posibilidad de sufrir un
ataque cardíaco son:

- Adicción al tabaco
- Presión arterial elevada
- Sobrepeso y obesidad
- Dieta con altos contenidos grasos
- Sedentarismo
- Estrés
9.2 LESIONES CEREBROVASCULARES

9.2.1 ICTUS

El ictus es un accidente cerebrovascular consistente en la pérdida brusca de funciones cerebrales


a consecuencia de una alteración vascular que impide la llegada de sangre a unas determinadas zonas del
cerebro y, por lo tanto, interrumpe la llegada de oxígeno y nutrientes a las mismas. A consecuencia de
ello, se produce el daño o la muerte de los tejidos afectados (necrosis).

Es una patología extremadamente frecuente, que en más de la mitad de los casos suele provocar
la muerte o algún tipo de minusvalía. Es fundamental una detección temprana, ya que el retraso en su
detección provoca el agravamiento de las lesiones.

Las causas son muy variadas, pero las más


comunes son:

- Hemorrágicas: por una lesión en los vasos


cerebrales, causando una hemorragia que
provoca que la sangre salga al exterior y
no riegue determinadas zonas del cerebro.

- Isquémicas: por la existencia de una


obstrucción que no permite el paso de la
sangre a una región del cerebro, a causa
de un coágulo.

Para detectar la existencia de un accidente cerebrovascular utilizamos el llamado método


Cincinnati, que consiste en analizar los siguientes parámetros:

- ASIMETRÍA FACIAL: si pedimos a la víctima que nos sonría y sólo es capaz de elevar el labio de un
lado
- DERIVA DEL BRAZO: si pedimos a la víctima que levante los brazos y uno queda más levantado
que otro o no es capaz de levantarlo
- ALTERACIÓN DEL HABLA: si no es capaz de hacerlo o lo hace de forma incoherente
La actuación en estos casos será:

1. Rápido reconocimiento de los síntomas del ictus, anotando la hora en que ocurrió

2. Activar con rapidez los servicios de emergencia, trasladando a la víctima en el menor espacio de
tiempo posible
TEMA 10 ALTERACIONES DE LA CONSCIENCIA

La consciencia es aquel estado en el que el individuo se da cuenta de sí mismo y del medio que le
rodea. La consciencia normal implica la capacidad para percibir y reaccionar adecuadamente a los
estímulos externos.

Entre las causas que pueden alterar la consciencia están:

- Traumatismos
- Intoxicaciones (alcohol, drogas …)
- Alteraciones metabólicas (diabetes …)
- Alteraciones neurológicas (epilepsia …)

10.1 LIPOTIMIA

Es la pérdida o disminución de la consciencia que se manifiesta por una sensación de mareo sin
pérdida de conocimiento y con una recuperación rápida y sin secuelas.

Puede producirse por emociones intensas, períodos de ayuno (dietas), miedo, calor excesivo,
estar de pie sin poder moverse, ejercicio excesivo, dolor, entre otros

Los síntomas más habituales son:

- Sensación de mareo
- Piel pálida, fría y sudorosa
- Debilidad en las piernas, con la consiguiente caída
- Pulso débil o lento
- Náuseas o dolor de tripa

La actuación en estos casos será:

1. Tumbar a la víctima para evitar su caída, colocándola en posición decúbito supino con las piernas
elevadas 45◦ (posición antishock)

2. Situarla en un lugar con ambiente fresco, aflojando aquellas prendas que puedan dificultar su
respiración y evitando aglomeraciones alrededor

3. Llame a las asistencias sanitarias y nunca deje sola a la víctima, controlando sus signos vitales
hasta su llegada
10.2 COMA

Es una pérdida de consciencia severa, profunda y prolongada en la que la víctima no responde a


ningún tipo de estímulo externo, con anulación de los reflejos protectores (tos, deglución…), pero
conservando pulso y respiración.

Puede ser producido por:

- Traumatismos en la cabeza
- Hipoglucemia
- Intoxicaciones (alcohol, drogas, medicamentos …)
- Falta de oxígeno en el cerebro
- Patologías derivadas del frío o calor extremos

Las pautas de actuación son:

1. Evaluación de signos vitales

2. Aflojar las prendas que puedan oprimir

3. Si respira, colocarla en posición PLS, siempre que el origen no sea traumático

4. Si no respira o lo hace de forma ineficaz, mantenerla boca arriba e iniciar maniobras de


reanimación

5. Tapar a la víctima para evitar pérdidas de calor

6. Llamar a las asistencias sanitarias y no dejar nunca sola a la víctima

7. Reevaluar periódicamente hasta la llegada de las asistencias

10.3 CONVULSIONES

Son contracciones bruscas, involuntarias, repetidas y anormales de los músculos, provocadas por
estímulos cerebrales. Suelen provocar debilidad o pérdida de consciencia.

La causa más habitual es la epilepsia, pero pueden producirse por lesiones en la cabeza,
enfermedades cerebrales, fiebre alta, hipoglucemia, ingesta de tóxicos …
Los síntomas más habituales son:

- Pérdida súbita de la consciencia, profiriendo en ocasiones un grito


- Rigidez en miembros o espalda (convulsión tónica)
- Sacudidas del cuerpo (convulsión clónica)
- Falta de respiración, acompañada de labios morados
- Mandíbula apretada, enrojecimiento de la cara y ojos desviados, fijos o en blanco
- Aumento de la salivación con expulsión de espuma por la boca, con la posibilidad de sangre en la
boca si se ha mordido
- Pérdida de control de esfínteres, pudiéndose orinar o defecar encima
- Después de la crisis la víctima se encuentra agotada y desorientada (fase postconvulsiva)
- Recuperación de la consciencia de forma lenta y progresiva

La forma de actuación será:

1. Si advierte que la víctima va a sufrir una crisis, evite su caída

2. Despeje los alrededores para evitar que se golpee

3. Colocar un objeto blando bajo su cabeza para evitar lesiones y, bajo ningún concepto, sujetar a la
víctima durante la crisis ni introducirle objeto alguno en la boca

4. Afloje las prendas apretadas que puedan dificultar su respiración

5. Anotar la duración de la crisis e informarse de los antecedentes de la víctima

6. Finalizada la crisis, si la víctima respira, colocarla en posición lateral de seguridad. Si no respirara o


la respiración es ineficaz, realizar maniobras de reanimación

7. Solicitar asistencia sanitaria e informarla de lo sucedido una vez se presenten


TEMA 11 INTOXICACIONES

Se puede definir una intoxicación como la entrada de un tóxico en el organismo en cantidad


suficiente como para producir un daño.

Se entiende por tóxico aquella sustancia que cuando se


encuentra en una determinada concentración en el organismo puede
provocar un daño. No se debe confundir una intoxicación con una
reacción alérgica, ya que ésta va a depender de una reacción
exagerada del organismo ante un agente que no necesariamente es
dañino.

El grado de intoxicación dependerá tanto de la cantidad de


veneno/tóxico ingerido como de las características propias de la
persona (edad, peso …).

La mayoría de las veces las intoxicaciones ocurren por accidente, sin embargo, una actuación
rápida puede llegar a salvar la vida. Si se sospecha de una intoxicación, no hay que esperar a que
aparezcan los síntomas, sino tomar medidas activas.

Las señales de alarma que indican que una persona está intoxicada dependen en gran medida del
tipo de tóxico y la vía de entrada al organismo, así como de la sensibilidad de la víctima. Entre los
síntomas de intoxicación o envenenamiento más generales que solemos encontrarnos están:

- SÍNTOMAS NEUROLÓGICOS: dolor de cabeza, pérdida de conciencia, estupor somnolencia,


confusión, convulsiones, mareos.
- SÍNTOMAS RESPIRATORIOS: dificultad respiratoria (disnea), tos, sensación de ahogo, dolor al
inhalar.
- SÍNTOMAS DIGESTIVOS: náuseas, vómitos, diarrea, falta de apetito, mal aliento (olor extraño o
inusual), quemaduras en labios y boca.
- SÍNTOMAS CUTÁNEOS: erupciones en la piel, quemaduras, sensación de hormigueo en las
manos.
- SÍNTOMAS GENERALES: visión doble, fiebre, palpitaciones, labios azulados, irritabilidad,
relajación de esfínteres, dolores generalizados.

Las actuaciones que se deben realizar de forma general serán:

1. Identificar el agente causante de la intoxicación y retirarlo de la zona, pidiendo orientación en


caso necesario en el teléfono de información toxicológica 91 562 04 20 o al 112

2. Evaluar el estado de la víctima, controlando las constantes vitales


3. Colocar el posición lateral de seguridad

4. Abrigar a la víctima

5. No administrar líquidos a la víctima y nunca provocar el vómito en casos de intoxicación digestiva


provocada por productos químicos

6. Avisar a las asistencias sanitarias aportando todos los datos posibles


TEMA 12 REACCIONES ALÉRGICAS

Las reacciones alérgicas son las respuestas exageradas del sistema inmune ante algunas
sustancias llamadas alergenos que no son toleradas por el organismo, y con el que pueden entrar en
contacto a través de la piel, la nariz, los ojos, las vías respiratorias o el tubo digestivo. Dichas sustancias
pueden ser inhaladas hacia los pulmones, ingeridas o inyectadas.

Las reacciones alérgicas varían de


leves a graves, pudiendo llegar a ser
potencialmente mortales, y pueden
limitarse a una pequeña área del cuerpo o a
todo el cuerpo. La mayoría de las reacciones
ocurren segundos o minutos después de la
exposición al alérgeno pero otras pueden
presentarse varias horas después. En gran
parte de los casos atacan a personas con
antecedentes familiares.

La anafilaxia es una reacción grave y repentina que ocurre minutos después de la exposición y
puede empeorar rápidamente, pudiendo causar la muerte en tan solo 15 minutos si no se recibe
tratamiento, por lo que se necesita atención médica inmediata.

Pueden ser causadas por polen, plantas, pelo de animales, picadura de abejas y otros insectos,
medicamentos y algunos alimentos como avellanas, nueces y mariscos.

Los síntomas más comunes en las reacciones alérgicas leves son:

- Erupciones y ronchas, especialmente en cuello y cara


- Picores
- Congestión nasal
- Ojos enrojecidos y llorosos

Los síntomas que pueden indicar una reacción alérgica moderada o grave son:

- Hinchazón del rostro, ojos y lengua


- Sibilancias
- Miedo o ansiedad
- Mareo o vértigo
- Náuseas y vómitos
- Cólicos o dolor en el abdomen
- Debilidad
- Dificultad respiratoria
- Pérdida de conocimiento
Las actuaciones en caso de reacciones alérgicas será:

1. Calmar a la víctima, pues la ansiedad puede provocar el aumento de la gravedad de la


reacción

2. Identificar el alergeno y retirar a la víctima del foco causante de la reacción alérgica

3. Evaluar a la víctima, prestando especial atención a la posible inflamación de la garganta, que


se manifiesta mediante una voz ronca o susurrante cuando la víctima inhala aire.

4. Si presenta dificultad respiratoria, llamar urgentemente a las asistencias médicas,


procediendo a iniciar la RCP en caso necesario

5. Si la reacción alérgica es producida por picadura de avispa o abeja, sacar el aguijón de la piel
raspando con algo firme (con la uña o una tarjeta de crédito) y nunca con unas pinzas, pues al
apretar el aguijón puede liberarse más veneno

6. Deben tomarse medidas para prevenir el shock, colocando a la víctima tumbada con las
piernas elevadas

7. Si la víctima pierde el conocimiento, avisar a las asistencias médicas y aplicarle los primeros
auxilios

Anda mungkin juga menyukai