Anda di halaman 1dari 15

TEJIDO CONJUNTIVO ESPECIALIZADO:

1
Tejido Cartilaginoso:
Es un tejido conectivo de tipo especializado, constituido por células, una matriz
extracelular amorfa y fibras. A pesar de ser un tipo de tejido conectivo, una
característica propia del cartílago es que no tiene terminaciones nerviosas y un
tejido avascular (carente de vasos sanguíneos), y las células se van a nutrir a través
de un proceso de difusión pasiva,
El cartílago es un tejido de consistencia coloidal, flexible, que posee resistencia
elástica a la presión, y generalmente se encuentra rodeado por una capa de tejido
conjuntivo denso, el pericondrio, excepto en los lugares en que se halla en contacto
con el líquido sinovial de las articulaciones.
El tejido cartilaginoso puede clasificarse en tres tipos:
- Cartílago hialino.
- Cartílago elástico.
- Cartílago fibroso o fibrocartílago.
Las células especializadas de este tejido se encuentran en los tres tipos de tejido
cartilaginoso, las mismas se llamarán condrocitos cuando sean células maduras y
condroblastos cuando sean inmaduras. Tanto los condrocitos como los
condroblastos van a estar ubicados en unos espacios bien definidos localizados
bien sea dentro de la matriz cartilaginosa o en el pericondrio; estos espacios se
denominan condroplastos o lagunas.

Cartílago Hialino:
El cartílago hialino debe su nombre al aspecto que presenta en estado fresco,
observándose de color blanco perlado, vidrioso (hyalos, vidrio) y translúcido. Este
tipo de cartílago es el más frecuente en el organismo y presenta un aspecto
homogéneo.
Los condrocitos están incluidos en lagunas en el seno de la matriz que ellos
segregan y son células esféricas, con un núcleo central voluminoso y uno o dos
nucleolos.
La matriz del cartílago hialino incluye la sustancia intercelular forme (fibras) y la
intercelular amorfa. La sustancia intercelular forme está representada
principalmente por fibras colágenas de pequeño diámetro. El constituyente principal
de la sustancia fundamental es un gel de naturaleza mucoproteíca, constituido
principalmente por sulfato de condroitina A y C.
En el cartílago maduro la sustancia fundamental se concentra alrededor de las
lagunas; a esta zona se le denomina matriz territorial o cápsula del cartílago.
El crecimiento del cartílago hialino se efectúa mediante el mecanismo de
crecimiento por aposición y por el intersticial. Este tipo de cartílago se localizan
fundamentalmente en cartílagos articulares, costales y de nariz, laringe y tráquea;
también en el esqueleto del feto (en este el cartílago es posteriormente remplazado
por tejido óseo).
Cartílago Elástico:
Las células del cartílago elástico son similares a las del hialino, tienen la misma
forma esférica, aunque menor cantidad de grasa y glucógeno, y están rodeadas por
la matriz territorial, formando una cápsula gruesa. Las células del cartílago elástico
están distribuidas aisladamente o formando grupos isogénicos de dos o tres células.
La matriz presenta abundantes fibras elásticas, las cuales frecuentemente se
ramifican formando una red bastante densa.
Este tipo de cartílago crece por aposición e intersticialmente, se encuentra
principalmente en sitios donde se necesita apoyo y flexibilidad; por ejemplo, en los
cartílagos del pabellón de la oreja, las trompas de Eustaquio, la epiglotis y en
algunos otros cartílagos de la laringe.
Cartílago Fibroso:
Los condrocitos se encuentran distribuidos aisladamente o en parejas, y alineados
en el cartílago fibroso entre las fibras colágenas. La sustancia fundamental es muy
poco visible, excepto en la matriz territorial o cápsula fina.
El fibrocartílago, como su nombre lo indica contiene numerosos haces paralelos de
fibras colágenas y escasa cantidad de matriz hialina, lo que lo distingue de los otros
tipos de cartílago. Se encuentra en las regiones en que el tejido está sometido a
presiones, desplazamiento en sentido lateral y tracción. En el organismo no se
encuentra aislado, sino que se fusiona progresivamente con otros tejidos, tales
como el cartílago hialino vecino o el tejido fibroso denso de los ligamentos y las
cápsulas articulares. El fibrocartílago se localiza en los discos intervertebrales, la
sínfisis del pubis, las zonas de inserción del tendón y los meniscos de articulaciones
tipo diartrosis (rodilla).
El fibrocartílago carece de pericondrio, por lo que su crecimiento es intersticial; se
dice que constituye una transición entre el cartílago y el tejido conjuntivo denso.
Proceso de Condrificación:
Es la transformación en el cartílago y el depósito de sales en una matriz preformada,
compuesta por condrocitos, también se le denomina condrogénesis. El proceso de
condrificación es manifiesto a los 35 días de haber sido gestado, iniciándose en el
miembro inferior del fémur y continuando al poco tiempo en la tibia, para pasar a
condrificarse las piezas más distales; las condrificaciones aparecen ya en
embriones de 15-20mm. Luego de este, se da inicio al proceso de osificación. El
cartílago se desarrolla a partir del mesénquima, en la 5ª. Semana de vida fetal, en
donde las células forman cúmulos densos denominados centros de condrificación.
Estas células a medida que se diferencian, empiezan a crecer y se encuentran en
pequeños espacios de la matriz denominados lagunas y se diferencian en
condrocitos. A partir del mesénquima se empieza a desarrollar el pericondrio.
Pericondrio:
Es una capa de tejido conjuntivo que rodea al tejido cartilaginoso, aportándole
sustancias nutritivas. Esto es debido a que al tejido cartilaginoso no es linfático
(nervios) y es avascular, su nutrición es por imbibición. El pericondrio está
constituido por dos capas de tejido conjuntivo.
La más externa es rica en fibras colágenas y capilares. La capa interna se
encuentra estrechamente aplicada al tejido cartilaginoso y presenta células es
mesenquimatosas que se diferencian en condroblastos, estos, a su vez, se
diferencian progresivamente en condrocitos. La capa interna constituye la
denominada capa condrógena o celular del pericondrio, presenta abundantes
células y pocas fibras.
Composición química del cartílago:
El cartílago está constituído por 65 a 80% de agua. Las tres sustancias que forman
adicionalmente el tejido cartilaginoso son: colágeno, glucoproteinas y los
condrocitos.
• El colágeno, una proteina fibrosa, es también la base constitutiva de la piel,
tendones, huesos y otros tejidos conectivos.
• Las glicoproteínas, son una combinación de proteinas y azúcares, y entrelazadas
al colágeno forman fibras y forman una red semejante a un tejido. Esto permite al
cartílago tener flexibilidad y absorber choques físicos.
• Los condrocitos son células que crecen a lo largo del cartílago. Ayudan a mantener
el crecimiento del cartílago y a mantenerlo saludable. Algunas veces, sin embargo,
pueden liberar sustancias (llamadas enzimas) que destruyen al colágeno y a otras
proteinas.
2
Funciones del cartílago:
1.- Distribuir las cargas tensiles a lo largo de la superficie articular. Gracias a la
orientación de las fibras de colágeno en las distintas capas. Busca distribuir las
cargas.
Las fibras de colágeno son capaces de resistir altas fuerzas tensiles, pero ofrecen
menor resistencia a las fuerzas de compresión.
2.- Minimizar la fricción de las superficies articulares contrapuestas. Esto se
relaciona con las propiedades viscoelásticas del cartílago articular y con la
composición del líquido sinovial.
El cartílago articular puede considerarse como una reserva de líquido sinovial.

Crecimiento y nutrición del cartílago


NUTRICIÓN.
Por carecer el cartílago de vascularización, la nutrición se efectúa mediante la
difusión del líquido tisular a través de la sustancia fundamental, o sea, se nutre a
partir de los capilares de la capa externa del pericondrio.
Los cartílagos articulares y el fibrocartílago, que carecen de pericondrio, se nutren
del líquido sinovial.
CRECIMIENTO.
El crecimiento del cartílago se efectúa mediante dos tipos de mecanismos:
crecimiento por aposición o exógeno y crecimiento intersticial o endógeno.
CRECIMIENTO POR APOSICIÓN.
A partir de la capa interna del pericondrio se producen, de manera continua, nuevas
capas de cartílago por proliferación de las células mesenquimatosas que se
disponen en la zona más profunda del pericondrio. Estas células se diferencian en
condroblastos, los cuales segregan sustancia fundamental amorfa y fibras
colágenas, quedando las células incluidas en dicha sustancia. El cartílago crece
hacia el exterior por la aposición de capas sucesivas.
CRECIMIENTO INTERSTICIAL.
En el crecimiento intersticial los condrocitos suelen reunirse en pequeños grupos
denominados, grupos isógenos o nidos celulares, constituidos cada uno de ellos por
la progenie de un condrocito que ha pasado por varias divisiones mitóticas.
Una vez que ocurre la constricción del citoplasma en las células que están en
procesos de división, un tabique de sustancia intercelular se desarrolla entre ellas,
separando las células hijas. Estas, a su vez, pueden dar origen a grupos de cuatro
células. De esta forma el crecimiento intersticial desarrolla dos tipos de
disposiciones: si la mitosis se efectúa en una sola dirección tenemos un grupo de
condrocitos alineados (grupo isogénico axial), pero si las divisiones se realizan en
todos los sentidos, tenemos un grupo isogénico coronario.
En las líneas epifisarias de los huesos largos la división celular de los condrocitos
ocurre en un plano, dando como resultado el ordenamiento de largas columnas, las
cuales son invadidas posteriormente por el tejido óseo.
La división de los condrocitos y la secreción de una nueva matriz entre las células,
da lugar a una expansión del cartílago desde el interior.

Tejido óseo.
El tejido óseo al igual que el cartílago, el tejido es una forma especializada del
tejido conectivo denso cuya matriz extracelular se halla mineralizada en su mayor
parte.
El tejido óseo se caracteriza por su gran dureza y consistencia. Consta de
una sustancia fundamental y de células óseas, las cuales se alojan en las
lagunas óseas que son cavidades existentes en la materia fundamental. Esta
última es rica en sustancias minerales (sales de calcio) que aumentan con la edad.
Este tejido representa la parte más importante del esqueleto y a pesar de su
dureza y resistencia posee cierta elasticidad., además provee al esqueleto de la
fortaleza de funcionar como sitio de inserción y sostén del peso para
los músculos y le da rigidez al organismo para protegerlo de la fuerza de
gravedad.

El esqueleto humano

Lo conforman un conjuntos de piezas duras y resistentes llamadas


huesos, que se articulan sobre sí y que cumple varias funciones:
Funciones del sistema esquelético
1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de
apoyo de la mayoría de los músculos esqueléticos.
2: protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo el
cráneo protege al encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones.
3: movimientos: en conjunto con los músculos.
4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para
dar resistencia a los huesos, y también los libera a la sangre para mantener en
equilibrio su concentración.
5: producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido conectivo
especializado) se produce la hemopoyesis para producir glóbulos rojos, blancos y
plaquetas.
6: almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja

Estructura de los huesos.


Los huesos se clasifican en diversos tipos según su forma. Un hueso largo
(como el fémur o el húmero) consta de las siguientes partes:
1- Diáfisis: es el cuerpo o porción cilíndrica principal del hueso.
2- Epífisis: son los extremos proximal y distal del hueso.
3- Metáfisis: es el sitio de unión de la diáfisis con la epífisis; su espesor va
disminuyendo con la edad.
4- Cartílago articular: es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la
parte de la epífisis de un hueso que se articula con otro hueso.
5- Periostio: es una capa resistente de tejido conectivo denso que rodea la
superficie ósea que no tiene cartílago articular. Protege al hueso, participa
en la reparación de fracturas, colabora en la nutrición del hueso, y sirve
como punto de inserción de tendones y ligamentos.
6- Cavidad medular: es el espacio interno de la diáfisis que contiene a la
médula ósea amarilla grasa.
7- Endostio: es la capa que recubre la cavidad medular, y contiene células
formadoras de hueso.

Clasificación de los huesos


Según su forma, los huesos se clasifican en:
1- huesos largos, que son tubulares, constan de diáfisis y epífisis. Tiene hueso
compacto en la diáfisis y hueso esponjoso en el interior de las epífisis. Por
ejemplo: el húmero del brazo.
2- Huesos cortos, que son cuboidales, tiene tejido esponjoso salvo en su
superficie. Por ejemplo: huesos del tarso y del carpo.

3- Huesos planos, son delgados compuestos por dos placas casi paralelas de tejido
óseo compacto que envuelven a otra de hueso esponjoso. Brindan protección. Por
ejemplo: huesos del cráneo, esternón, omóplatos.
4- Huesos irregulares, que tiene forma compleja. Por ejemplo: vértebras y
algunos huesos de la cara.
5- Huesos sesamoideos, están en algunos tendones, a los que protegen del uso
y desgarro excesivos. Por ejemplo: la rótula.
3
Histología del tejido óseo
Tiene una matriz abundante, y células muy separadas entre sí. La matriz está
formada por:

Las células son:


CELULAS OSTEOPROGENITORAS
El tejido óseo se origina a partir de células de origen mesenquimal (como todos los
tejidos conectivos). A partir de las células mesenquimales que se comprometen
hacia una diferenciación en células formadoras de hueso se forma una colonia
celular con potencial más limitado para proliferar y diferenciarse, estas son las
células osteoprogenitoras.
Células osteoprogenitoras: son células alargadas con citoplasma poco prominente,
no especializadas, que proceden de las células mesenquimáticas primitivas que
pueden experimentar mitosis y transformarse en osteoblastos. Estas células se
encuentran en la parte interna del periosito, en el endosito y en los canales
perforantes y de havers.
Ocasionalmente y bajo la influencia de factores de crecimiento como el TGF
(factor de crecimiento transformante) algunas células hematopoyéticas de la
médula ósea pueden diferenciarse a células osteoprogenitoras.
Las células osteoprogenitoras cuentan con potencial para diferenciarse hacia
condroblastos u osteoblastos. Durante la fase de crecimiento de los huesos, las
células osteoprogenitoras son más activas; aunque también aumenta su actividad
ante el fenómeno de reparación de lesiones óseas.
Como se supone que los osteoblastos y los osteocitos carecen de capacidad
mitótica, parece evidente que a medida que disminuye la población de
osteoblastos durante los procesos de remodelación continua del hueso, las células
osteoprogenitoras que proliferan y se diferencian proveen de nuevos osteoblastos
para el tejido.
• Células osteógenas: son células madre, no especializadas, con capacidad de
división; sus células hijas son los osteoblastos; se localizan en la porción interna
del periostio y del endostio.
• Osteoblastos: son las células que construyen los huesos; sintetizan los
componentes de la matriz del tejido óseo e inician el proceso de calcificación.
(sufijo blasto indica células que secretan matriz)
• Osteocitos: son las células maduras principales del tejido óseo; derivan de los
osteoblastos que quedan atrapados en la matriz; intercambian nutrientes con la
sangre. (sufijo cito indica células constituyentes de los tejidos)
• Osteoclastos: son células muy grandes, formadas por la fusión de 50 monocitos,
ubicadas en el endostio; producen destrucción del hueso por medio de enzimas
lisosómicas para permitir el desarrollo y crecimiento.
.
Tejido maduro e inmaduro
A. El tejido óseo inmaduro se forma de manera rápida y desordenada, razón por
la cual este tipo de tejido no muestra un aspecto laminillar organizado. Contiene
una cantidad mayor de células si se compara con los otros tipos de tejido óseo. Al
microscopio óptico de luz este tejido se observa basófilo.
B. El tejido óseo maduro se forma de manera lenta y ordenada.
A medida que se produce el depósito de los componentes de la matriz
extracelular (MEC) alrededor de las células, durante la formación del hueso,
quedan constituidas las laminillas de tejido óseo. Las laminillas óseas pueden
relacionarse unas con otras de diferente manera, determinando así dos
variedades de tejido óseo que constituyen al tejido maduro: esponjoso y
compacto.
(La dureza del hueso depende de las sales minerales orgánicas cristalizadas que
contiene, y su flexibilidad depende de las fibras colágenas. Los huesos no son
completamente sólidos, ya que tienen muchos espacios. Según el tamaño y
distribución de estos espacios, las regiones de un hueso se clasifican en
compactas y esponjosas. En general el hueso compacto constituye el 80% del
esqueleto, y el esponjoso el 20% restante opcional)
Tejido óseo compacto
Forma la capa externa de todos los huesos; brinda protección y sostén.
Está formado por unidades llamada osteonas o sistemas de Havers, que
constan de:
• un conducto central que tiene un trayecto longitudinal y que contiene un vaso
sanguíneo, llamado conducto de Havers.
• Una serie de laminillas concéntricas que rodean al conducto de Havers, que
son anillos de matriz dura calcificada.
• Lagunas, que son espacios ubicados entre los anillos de las laminillas, y que
contienen osteocitos.

• Canalículos que se irradian desde las lagunas en todas direcciones, llenos de


líquidos extracelular, y que contienen delgadas prolongaciones de los osteocitos;
comunican a las lagunas entre sí y con los conductos centrales.
Las osteonas son circulares y no se ajustan perfectamente entre ellas, y las
zonas que quedan entre las osteonas están llenas de laminillas intersticiales
y laminillas circunferenciales.

Los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios provenientes del periostio penetran
en el hueso compacto, por los conductos perforantes de Volkmann.
En el tejido óseo compacto, cada laminilla de tejido se superpone con sus
vecinas sin dejar espacios.

Tejido óseo esponjoso

En el tejido óseo esponjoso, las laminillas se disponen formando trabéculas, que


siguen distintas direcciones del espacio, en un entramado con huecos, semejante
a una esponja. En los espacios del tejido esponjoso se aloja la médula ósea, un
tejido blando cuya función, la hematopoyesis, consiste en la formación de células
sanguíneas.

Dentro de las trabéculas están los osteocitos que yacen en sus lagunas con
canalículos que irradian desde las mismas. En este caso, los vasos sanguíneos
penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de
nutrientes con los osteocitos.
El hueso esponjoso es el principal constituyente de las epifisis de los huesos
largos y del interior de la mayor parte de los huesos
Forma de crecimiento y nutrición del hueso

El embrión no contiene huesos sino estructuras de cartílago hialino. De manera


gradual se produce la osificación y osteogénesis, a partir de centros de osificación
constituidos osteoblastos.
El aparato de Golgi de los osteoblastos se especializa en la síntesis y secreción
de mucopolisacáridos, y su retículo endoplasmático elabora y secreta colágeno. Los
mucopolisacáridos se acumulan alrededor de cada osteoblasto y los haces de fibras
colágenas de embeben de esa sustancia.
A medida que se forma la matriz ósea, empiezan a depositarse en ellas
compuestos inorgánicos como sales de calcio, que le dan al hueso su dureza
característica.
O sea que la osificación consta de dos procesos:
1- la síntesis de matriz ósea orgánica por los osteoblastos
2- la calcificación de la matriz.
La osificación comienza en la diáfisis y avanza hacia las epífisis. Y luego
aparecen centros de osificación secundario en las epífisis.
Mientras no ha terminado el crecimiento longitudinal del hueso, queda una capa
de cartílago denominada cartílago epifisario entre cada epífisis y la diáfisis. La
proliferación de las células del cartílago epifisario provoca el crecimiento longitudinal
del hueso; cuando los huesos han alcanzado su longitud máxima, ese cartílago
desaparece.
Los huesos aumentan de diámetro por la acción combinada de dos clases de
células: los osteoclastos y los osteoblastos. Los osteoclastos aumentan el diámetro
de la cavidad medular al digerir el hueso de las paredes; los osteoblastos del
periostio producen nuevo hueso en el exterior. Por este doble fenómeno, se produce
un hueso con diámetro mayor y con cavidad medular más extensa.
La formación de tejido óseo prosigue después que los huesos han terminado de
crecer. Durante toda la vida se producen de manera simultánea formación ósea
(osteogénesis) y destrucción ósea (resorción). Durante la infancia y adolescencia,
la osteogénesis tiene un ritmo mayor que la resorción, y los huesos se vuelven
más grandes. A partir de los 35 a 40 años la pérdida de hueso excede el aumento
del mismo.
Debido a la dureza del tejido óseo es evidente que los osteocitos incluidos en
las lagunas óseas no pueden crecer y multiplicarse, ya que es imposible la
expansión de este tejido desde su interior.
El crecimiento del hueso tiene que efectuarse necesariamente en la
superficie, por lo que se plantea que el tejido óseo crece por aposición. El
mecanismo básico de la formación de hueso consiste en la formación o deposición
de nuevas laminillas óseas sobre una superficie.
La mineralización de la matriz ósea la impermeabiliza totalmente y hacen
imposible la difusión del liquido tisular a través de ella. Este es un hecho crucial
que determina la organización estructural del hueso, la cual esta dirigida en gran
medida a posibilitar la nutrición de osteocitos. Dos características estructurales
básicas posibilitan la adecuada nutrición del tejido óseo, la rica vascularizacion del
hueso y la presencia de un sistema de conductillos óseos.
Los sistemas de laminillas no pueden tener un numero demasiado grande
de laminillas, de manera que los osteocitos no podrán estar alejados de sitios de
producción de liquido tisular. Esto es, de los sitios donde se localizan los capilares.
Ya sabemos que las laminillas están atravesadas también por finos conductillos
que parten de las lagunas. En los sistemas de laminillas los conductillos se
continúan de una laminillas a otra estableciéndose comunicación amplia entre
todas las lagunas de un sistema. Estos conductillos a su vez se abren en los
conductos o cavidades donde se encuentran los vasos sanguíneos.
La adecuada nutrición de hueso es esencial para su preservación y
adecuado funcionamiento ya que, en contra de lo que habitualmente se piensa,
este tejido posee una alta actividad metabólica y un constante recambio,
participando en la regulación del metabolismo mineral del organismo.

Vascularización e inervación de los huesos


Las arterias penetran en los huesos por el periostio. Las arterias periósticas
entran por muchos lugares para irrigar y nutrir el hueso. Por eso, si se elimina el
periostio, el hueso muere. Una arteria nutricia atraviesa de manera oblicua el hueso
compacto para alimentar el hueso esponjoso y la médula ósea. Los extremos de los
huesos se nutren de las arterias metafisarias y epifisarias.
Las venas acompañan a las arterias a su paso por los orificios nutricios.
Los vasos linfáticos abundan en el periostio.
Los nervios acompañan a los vasos sanguíneos que nutren los huesos. El
periostio tiene una inervación generosa de nervios sensitivos, responsables del
dolor. El periostio es muy sensible al desgarro o a la tensión, lo que explica el dolor
agudo de la fractura ósea. En cambio el hueso apenas tiene terminaciones
sensitivas.
Los nervios vasomotores causan vasoconstricción o dilatación de los vasos
sanguíneos del interior del hueso y regulan el flujo por la médula ósea.

OSIFICACIÓN
La osificación es el proceso de formación de los huesos, que comienza en la vida
intrauterina. Hay dos tipos de osificación: intramembranosa y endocondral.
La osificación endocondral es uno de los procesos en el desarrollo del sistema
esquelético en los fetos, y que concluye con la producción del tejido óseo a partir
del tejido cartilaginoso. Los huesos, durante el desarrollo embrionario, son un
molde de cartílago hialino que va siendo progresivamente reemplazado por tejido
óseo. La osificación endocondral también es esencial en la formación y
crecimiento longitudinal de huesos largos, concretamente el esqueleto
apendicular, axial y la mandíbula
.Tambien la osificación endocondral comienza con la proliferación y agrupación de
celulas mesenquematicas en el sitio donde se desarrollará el futuro hueso. No
obstante, las celulas mesenquematicas se diferencian en condroblastos que a su
vez producen matriz cartilaginosa.

Etapas en Centro de Osificación endocondral:

Primera etapa:

• Hipertrofia de los condrocitos en el tallo del molde hialino (citoplasma vacuolado,


depósito de glicógeno)
• Retracción de la matriz cartilaginosa (se hace mas delgada)

• Calcificación de la matriz hialina: depósito de fosfato cálcico

• Degeneración y muerte de los condrocitos hipertróficos

Segunda etapa:

• Invasión por vasos sanguíneos y células osteogénicas (mesenquima


vascularizado) en cavidades dejadas por los condrocitos

• Formación de osteoblastos y depósito de componentes de la matriz


óseaosteoblastos y depósito de componentes de la matriz ósea.

Osificación intramembranosa1
En la osificación intramembranosa, los huesos se forman cuando las células
fetales precursoras de los tejidos conectivos (mesénquima) se transforman en
tejido óseo. Dicha transformación se inicia en ciertos puntos del hueso llamados
centros de osificación, y a partir de ellos el proceso se extiende al resto del hueso.
La osificación intramembranosa ocurre, por ejemplo, en los huesos del cráneo.
También es un proceso esencial durante la curación natural de
las fracturas óseas3
La osificación intramembranosa se forma el hueso por diferenciación de celulas
mesenquimaticas en osteoclastos.

Etapas en un Centro de osificación primario:


1) Diferenciación de células mesenquimatosas
2) Osteoblastos secretan matriz no mineralizada (osteoide)
3) Mineralización de la matriz
4) Inmersión de osteoblasto en la matriz mineral, aparición de osteocitos
5) Confluencia de las trabéculas ósea 􀃖 hueso primario (no laminar)
6) Remodelacion del hueso I 􀃖 hueso maduro (laminar,organizado)

Esponjosa Primitiva
(hueso no laminar)
Los pequeños islotes o trabéculas de tej. Oseo recién formadas, hacen contacto
con zonas semejantes, generando una especie de tej. Òseo esponjoso ,con haces
de colágeno entrecruzados al azar ,rodeado de tej.conectivo vascularizado
(mesènquimàtico). Los osteocitos mantienen contacto con los osteoblastos
periféricos a través de finas prolongaciones.

Compacta Primitiva
El hueso nuevo comienza a organizarse ordenadamente alrededor de canales de
tej. Conectivo vascularizado (canales de Havers) dando origen a lasOsteonas .
Las porciones de cubierta conjuntiva que no sufren osificación forman el endostio
y el periostio

Ya osificados, los huesos largos conservan un sector de cartílago en la zona de


unión de la diáfisis con las epífisis: el cartílago de crecimiento. Éste no se
reemplaza por tejido óseo hasta los 20 ó 25 años; entretanto, la división celular del
cartílago de crecimiento permite el crecimiento en longitud del hueso.

CARACTERÍSTICAS MORFOFUNCIONALES DEL OSTEOCLASTO:


Son células móviles, gigantes y multinucleadas y se localizan adosadas a la
superficie de tejido óseo que debe ser removido.
Se originan por fusión de monocitos que abandonan el torrente sanguíneo.
Pertenecen al Sistema Fagocítico Mononuclear.
Contienen numerosos lisosomas y en la superficie del osteoclasto que está en
contacto con la matriz a remover se distinguen dos zonas distintas:
1.- Un anillo externo o zona clara que corresponde a una especialización de la
superficie celular en que la membrana se asocia estrechamente al hueso que
delimita el área que se va a reabsorber.
2.- Región central o borde estriado que presenta profundos repliegues de la
superficie celular bajo los cuales de concentran gran cantidad de lisosomas y
mitocondrias, ergastoplasma y cisternas del aparato de Golgi.
La membrana de lisosomas primarios se fusiona con la membrana celular que
reviste a los repliegues del borde festoneado.
Libera las enzimas lisosomales hacia el exterior y produce la acidificación del
microambiente que baña al tejido óseo a reabsorber.
El borde festoneado contiene además gran cantidad de vesículas endocíticas y
lisosomas secundarios, indicando que ocurre un proceso de fagocitosis del
material parcialmente solubilizado por el ambiente ácido y la acción de las
enzimas lisosomales.
ACCIÓN DE LAS HORMONAS PARATIROIDEA, CALCITONINA Y EL DE LA
VITAMINA D, SOBRE LAS CÉLULAS OSTEOCLÁSTICAS Y LOS
OSTEOCITOS
VITAMINA D:
La vi. D incrementa la absorción de Ca y Fosfato en el intestino y los túbulos
renales disminuyendo su excrecion en la orina.
Pero este efecto es débil y no regula necesariamente las concentraciones de Ca y
Fosfato en el liquido extracelular.
Una cantidad excesiva de vit. D causa resorción del hueso. Pero en ausencia de
vit.D se inhibe la función de a PTH ( provocar resorción ósea).
HORMONA PARATIROIDEA.
Encargada de regular la concentración de Ca y fosfato en el liquido extracelular.
Regula su absorción intestinal
Su excrecion renal e • intercambio de Ca y Fosfato entre el Liq. Extracelular y el
hueso •
El exceso de PTH (actividad) causa una resorción rápida de sales de Ca en los
huesos hipercalcemia.
Y el déficit de PTH causa hipocalcemia a menudo con tetania.
CALCITONINA:
Hormona secretada por la tiroides
Reduce la concentración de Ca plasmático
Cumple una función opuesta a la PTH.
El incremento de Ca estimula la secreción de calcitonina. Reduce la actividad
resortiva
Reduce la formación de osteoclastos (resorción)
Se secreta más en los niños y en enfermedades óseas (aceleración activa de los
osteoclastos)
REMODELACIÓN ÓSEA:
El tejido óseo está bajo constante remodelación, reemplazando el hueso viejo por
hueso nuevo. La remodelación ósea es llevada a cabo por los osteoclastos que
son las células encargadas de la destrucción (reabsorción) del tejido viejo, y por
los osteoblastos, que sintetizan el tejido nuevo. En la remodelación ósea la
reabsorción y formación ósea están estrechamente acopladas en zonas
delimitadas que son llamadas unidades multicelulares básicas (BMUs).
Activación: El comienzo del proceso de remodelación está determinado por
micro-fracturas senstidas por los osteocitos, o por estímulo hormonal u otros
factores sobre las laminillas que recubren la superficie ósea. Estas células
secretan RANKL la cual permite la diferenciación y maduración de osteoclastos
activos capaces de reabsorber el tejido óseo
Reabsorción: Los osteoclastos se adhieren a la superficie del hueso mediante
moléculas de adhesión; una vez adherido a la matriz, el osteoclasto desarrolla
proyecciones de la membrana plasmática: el ribete en cepillo (ruffled border). Los
osteoclastos reabsorben el hueso en dos fases: primero solubilizan el mineral y
luego digieren la matriz orgánica. El mineral se solubiliza acidificando el
microambiente creado entre la matriz ósea y el ribete en cepillo. La acidificación
(pH= 4) se logra bombeando hacia el hueso iones H+. Los componentes orgánicos
de la matriz, principalmente el colágeno, son degradados por metaloproteinasas y
catepsinas K, B y L secretadas por el osteoclasto. Cuando se ha completado el
proceso de reabsorción los osteoclastos mueren por apoptosis.
Formación: Los osteoblastos se reclutan en el sitio de remodelación bajo
estímulos de diversos factores de crecimiento y secretan nueva matriz orgánica
(osteoide). Luego de 11 días el osteoide comienza a mineralizarse, y esto continúa
hasta que se rellena totalmente la cavidad (aproximadamente 2 ó 3 meses),
completándose la remodelación ósea.
Reposo: Un cierto número de los osteoblastos involucrados en la remodelación de
la BMU pueden ser incorporados en la matriz ósea y diferenciarse a osteocitos;
otros quedan sobre la superficie ósea como células de revestimiento (superficies
en reposo), y otra parte de ellos mueren por apoptosis.
La remodelación ósea es un trabajo muy lento, de forma tal que tenemos el
equivalente de un nuevo esqueleto aproximadamente cada siete años.

Anda mungkin juga menyukai