Es el acto por el que una persona de forma deliberada se provoca la muerte. Por lo
general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a una enfermedad
física, una enfermedad mental como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o
el trastorno límite de la personalidad el alcoholismo o el sustancias. Tradicionalmente
las religiones lo consideran un pecado, debido a su creencia en la santidad de la vida.
Es necesario recordar que cada año se suicidan casi un millón de personas, lo que
supone una tasa de mortalidad "global" de 16 por 100 000, o una muerte cada 40
segundos.
Trastorno bipolar
Trastorno límite de la personalidad
Depresión
Consumo de alcohol o drogas
Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Esquizofrenia
Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a nivel financiero o en las
relaciones interpersonales
Según la Clínica Mayo de EE.UU., los siguientes son algunos signos y síntomas de
pensamientos suicidas:
Hablar acerca del suicidio; por ejemplo, hacer afirmaciones como "voy a matarme",
"quisiera estar muerto" o "desearía no haber nacido".
Obtener los medios para atentar contra tu propia vida, como comprar un arma o
almacenar píldoras.
Retraimiento de la vida social y deseo de estar solo.
Tener cambios de humor, como pasar de estar eufórico un día a estar profundamente
desalentado al día siguiente.
Preocuparse por la muerte, por el hecho de morir o por la violencia.
Sentir desesperanza o impotencia ante una situación.
Aumentar el consumo de alcohol o de drogas.
Sufrir cambios en la rutina normal, por ejemplo, cambios en la alimentación y en los
horarios de sueño.
Hacer cosas riesgosas o autodestructivas, como consumir drogas o conducir con
imprudencia.
Regalar las pertenencias o dejar en orden los asuntos materiales cuando no existen
motivos lógicos para hacerlo.
Despedirse de las personas como si la despedida fuera definitiva.
Desarrollar cambios de personalidad o estar sumamente ansioso o agitado, en
particular al experimentar algunos de los signos de advertencia antes indicados.
Si bien los hombres son menos propensos que las mujeres a morir por suicidio, las
mujeres son dos veces más propensas a intentar suicidarse. En ese sentido, la
mencionada clínica advierte que puede existir riesgo de suicidio en los siguientes casos:
Uno de los mitos existentes sobre las personas que hablan de suicidarse, y aquellos que
realmente lo intentan, es que se trata simplemente de una llamada de atención o de una
petición de ayuda.
Caso en Barrancabermeja:
Explicó que “la economía ha estado apretada en los últimos tres años por la no ejecución
del proyecto de la Modernización de la Refinería de Barrancabermeja y eso conlleva a
que haya más desempleo, la gente acude a negocios pequeños, informales. Quienes
estaban en arriendo o con algún familiar pues regresaron a sus casas y se fueron. En
efecto se tiene un desempleo del 25 % según cálculos de la Cámara de Comercio de
Barrancabermeja, pero decir que ha sido un factor determinante para que la gente haya
intentado o quitado la vida.