EMPRESARIALES
“FIANZA”
DOCENTE :
CURSO :
Derecho Civil (Contratos Nominados)
INTEGRANTES:
ILO – PERU
2017
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Dedicatoria
El trabajo de investigación
monográfico lo dedicamos a Dios,
a nuestras familias quienes son
motor y motivo y a nuestros
profesores quienes son nuestros
guías en el aprendizaje, dándonos
los últimos conocimientos para
nuestro buen desenvolvimiento en
la sociedad.
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INTRODUCCION
Las garantías son aquellos mecanismos que permiten respaldar el
cumplimiento de una obligación asumida por una persona. El sentido de
contar con una garantía es que en caso la obligación no sea cumplida por
el deudor, el acreedor pueda obtener el cobro de su crédito a través de la
ejecución de una garantía sobre uno o varios bienes del propio deudor o
de un tercero.
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En el presente informe, analizaremos una de las garantías de mayor uso
en las operaciones comerciales, la fianza.
FIANZA
DEFINICION. -
Nótese que el texto del Código Civil señala con claridad la distinción que debe
existir entre el deudor de la obligación principal y el fiador, cuando señala que
el fiador se obliga a cumplir determinada prestación, en garantía de una
obligación ajena.
Del texto trascrito del Código Civil podemos desprender otro elemento
interesante de la fianza. El fiador puede garantizar al deudor de la obligación
principal como también a otro fiador, es decir, garantizar el cumplimiento de la
obligación a la que se hubiera comprometido un primer fiador.
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SUJETOS INTERVINIENTES. -
MARCO LEGAL
La Fianza se encuentra regulada en el Artículo 1868 al 1905 del
Código Civil Peruano.
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ARTICULO 1869– FIANZA SIN INTERVENCION DEL DEUDOR
Se puede afianzar sin orden y aun sin noticia o contra la voluntad del
deudor.
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La representación de la persona jurídica corresponde a quien establezca la ley
o el instrumento de constitución; tratándose de personas jurídicas reguladas
por este Código, según corresponda son sus representantes legales, salvo
disposición legal.
Si bien la norma prevé que la fianza debe constar por escrito bajo sanción de
nulidad, dejando a voluntad de las partes su contenido, y siendo la carta fianza
una consecuencia del citrato de fianza, puede estar contenida en un
documento, donde se señala las partes que intervienen, la cantidad objeto de
fianza, el plazo de vigencia, las condiciones en la que se hará efectiva, el
número de orden y la causa obligacional.
La fianza no puede existir sin una obligación válida, salvo que se haya
constituido para asegurar una obligación anulable por defecto de capacidad
personal.
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de contratar, también nos señala que el fiador debe ser alguien solvente es
requisito fundamental ya que se está obligando a suplir de deficiencia de una
obligación de carácter oneroso, sin esta característica la figura de fe que nos
da el contrato seria contravenida, el fiador en virtud de lo anterior debe ser
propietario y que los bienes, suficientes y realizables deben encontrase en
territorio de la república, el fiador también queda sometido a la jurisdicción del
juez del lugar donde debe cumplirse la obligación del deudor
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No obstante, ello, la tesis precedente colisiona con el ARTÍCULO 1869 del
mismo cuerpo legal, el cual establece que la fianza puede otorgarse
prescindiendo de la voluntad del deudor.
¿Cómo justificar que el deudor asuma el riesgo de una operación respecto de
la cual no se obtuvo su consentimiento? o, en todo caso ¿cómo justificar la
asunción del riesgo cuando el deudor se opuso a la celebración de la fianza?
Es más, podría darse el supuesto en que la fianza se hubiera celebrado con
total desconocimiento del deudor y que este solo es informado de la existencia
de la garantía cuando el fiador deviene en insolvente.
Desde que para la celebración de la fianza resulta jurídicamente irrelevante la
manifestación de voluntad del deudor (porque sería absurdo que el acreedor
necesite del consentimiento del deudor para mejorar, por su cuenta, sus
posibilidades de recuperación cuando el crédito sea exigible), mal puede
pretenderse que dicho deudor asuma los problemas en que pudiera verse
envuelto el acreedor como consecuencia de la insolvencia de su fiador. No le
corresponde al deudor asumir el riesgo de insolvencia del fiador, por más que
la fianza esté estructurada, en términos de racionalidad económica, sobre la
base de la solvencia del garante. Es más, de la lectura conjunta de los
ARTÍCULOS 1876 y 1877 del Código Civil se concluye que el deudor (que es
un tercero respecto al contrato de fianza) no asume el riesgo de insolvencia del
fiador, salvo que hubiese estado comprometido a presentar a un garante capaz
y solvente (fianza de origen convencional y legal). En efecto, si el deudor debía
presentar a un tercero para que lo garantice - como requisito para la concesión
o subsistencia del crédito-, el Código Civil no solo reitera el presupuesto de
capacidad sino que además destaca que ese tercero debe ser solvente; en
consecuencia, el acreedor carecerá de legitimidad para rechazar la garantía si
es que el tercero es efectivamente capaz y solvente, de manera que la
celebración del contrato de fianza quedará finalmente subordinada a que las
partes (acreedor y tercero presentado) se pongan de acuerdo en los términos y
condiciones de la operación. En ese orden de ideas, si luego de celebrado el
contrato, el fiador incurre en insolvencia, resulta lógico que el acreedor esté
autorizado a demandar su sustitución al deudor porque la garantía fue un
requisito, una condición, de la operación crediticia. Por ello es que la norma en
cuestión cuida de indicar que el deudor "debe" reemplazar al garante que se
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encuentre, por decirlo de alguna manera, en una situación disminuida, hay una
obligación de ineludible cumplimiento.
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ii) que el fiador puede obligarse a garantizar la totalidad de cualesquiera de las
prestaciones a las que, a su vez, se ha obligado el deudor principal, limitando
la extensión cuantitativa de su obligación.
En tal sentido, si bien nuestro artículo 1878 no es lo suficientemente explícito,
la fianza se entiende ilimitada, salvo pacto en contrario.
CODIGO CIVIL COMPARADO:
Artículo 1942 del Código Civil italiano: “salvo pacto en contrario, la fianza se
extiende a todos los accesorios de la deuda principal, asimismo a los gastos
por la denuncia al fiador de la causa promovida contra el deudor principal y a
los gastos sucesivos”.
En tal sentido, si bien nuestro artículo 1878 no es lo suficientemente explícito,
la fianza se entiende ilimitada, salvo pacto en contrario.
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Para que el fiador pueda aprovecharse del beneficio de la excusión, debe
oponerlo al acreedor luego que este lo requiera para el pago y acreditar la
existencia de bienes del deudor realizables dentro del territorio de la
Republica, que sean suficientes para cubrir el importe de la obligación.
sí, teniendo en cuenta el artículo 1880 del Código Civil, el fiador deberá oponer
el beneficio de excusión al acreedor, luego que este lo requiera para el pago y
acredite la existencia de bienes del deudor realizables dentro de la República,
que sean suficientes para cubrir el importe de la obligación.
Teniendo en cuenta el artículo transcrito podemos afirmar que el beneficio de
excusión está subordinado a dos condiciones:
a) Que sea opuesto por el fiador, es decir, se trata de una excepción que debe
ser opuesta por el fiador y que paraliza transitoriamente la pretensión del
acreedor hasta que este no haya intentado inútilmente obtener la prestación
por el deudor principal (excepción dilatoria. Se trata de una carga que recae
sobre el fiador.
El Código Civil señala que el beneficio de excusión debe ser opuesto al
acreedor “luego que este lo requiera para el pago” sin precisar si dicho
requerimiento puede o debe ser opuesto en sede extrajudicial.
Giusti Señala que el fiador puede oponer el beneficio de excusión por primera
vez en el proceso, aun cuando el acreedor hubiera requerido inútilmente el
cumplimiento al fiador antes de acudir a la vía judicial, sin que el fiador hubiera,
en ese momento, declarado su voluntad de querer ejercitar su facultad de
excusión.
Díez-Picazo menciona que el beneficio de excusión puede ser opuesto una vez
efectuado el requerimiento de pago o “dentro del plazo de que se disponga
para contestar a dicho requerimiento”.
b) Que el fiador señale los bienes del deudor principal realizables dentro del
territorio de la República que sean suficientes para cubrir el importe de la
obligación.
Esta condición tiene como finalidad evitar que el beneficio de excusión sea
utilizado con una finalidad dilatoria donde el acreedor deba afrontar una
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ejecución larga, difícil y costosa. Se le impone al fiador un comportamiento
positivo de colaboración con el acreedor.
De acuerdo con Giusti no es necesario que los bienes señalados por el fiador
sean suficientes para extinguir toda la deuda, sino que basta que puedan
extinguir parte de ella y, en este último caso, la excusión libera al fiador hasta
la concurrencia del valor obtenido.
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1326, 1327. 1884
JURISPRUDENCIA
"Si bien el aval es una forma de establecer una garantía personal, esta es de
Carácter solidaria y en consecuencia no le es aplicable el ARTÍCULO 1882 del
Código Civil, relativas a la excusión".
(Cas. N" 166598Lambayeque, Sala Civil de la Corte Suprema, El Peruano,
3101/99, p. 2333)
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La excusión no tiene lugar:
1. Cuando el fiador ha renunciado expresamente a ella.
2. Cuando se ha obligado solidariamente con el deudor.
3. En caso de quiebra del deudor.
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1183, 1868, 1875
LEY 27287 arto 61
(1) PEREZ VIVES, Alvaro. "Garanllas civiles". l' edici6n. Temis. Bogotá,
1984, p. 401.
Al respecto DíezPicazo precisa que: "La inexistencia del beneficio deriva en
este caso de la voluntad del propio fiador, que en ejercicio de su poder de
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autonomía lo ha excluido. La renuncia debe ser expresa y no puede
puede admitirse la de carácter tácito. El hecho de no ejercitar el beneficio no
significa renunciar a él"(2). y agrega: "La renuncia puede ser una declaración
de voluntad producida en el momento de la constitución de la fianza, que
lejos de ser en puridad una renuncia (renuncia anticipada) es un pacto de
exclusión. La renuncia puede producirse con posterioridad, con tal de
que la voluntad de renunciar se infiera de la declaración del fiador, sin que
se exija para ello una forma determinada".
CONCORDANCIAS:
C.C. arts. 1326, 1327. 1881
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En la excusión. Al respecto Borda señala que: “Si el acreedor es remiso o
negligente en la excusión y el deudor cae entretanto en insolvencia, cesa la
responsabilidad del fiador. La solución es equitativa, porque si el acreedor
hubiera puesto en el negocio la debida diligencia habría podido cobrar su
crédito el deudor. No sería justo que su pasividad perjudicara al fiador"(11. y
añade: "Pero la ley confiere al fiador otro recurso más para defenderlo contra
la inacción del acreedor. Desde que la deuda principal se ha hecho exigible,
puede intimar al acreedor para que proceda contra el deudor y cesará su
responsabilidad por la insolvencia sobrevenida durante el retardo. Aquí ni
siquiera será necesario demostrar la negligencia del acreedor, basta con que
no haya iniciado la ejecución inmediatamente después del requerimiento
del fiador y que durante esa demora sobrevenga la insolvencia del deudor
principal"(21. De lo expuesto queda claro entonces que si el fiador fue lo
suficientemente diligente en oponer el beneficio de excusión y lo efectuó con
arreglo a ley, vale decir: a) en tiempo y modo oportuno, y b) señalando los
bienes del deudor, no puede ser perjudicado posteriormente si el acreedor
con su "negligencia" (dejando transcurrir el tiempo) no hace valer su
derecho contra el deudor, debiendo por tanto asumir el riesgo de la pérdida
correspondiente.
CONCORDANCIAS:
C.C. art.1291
C.P.C. arts. 446, 447
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de excusión, conforme a lo normado porel ARTÍCULO 1879, salvo que hubiese
Renunciado a aquel. Adicionalmente, el fiador cuenta con otro medio de
defensa cuando le es exigible la obligación, y es que puede oponer
al acreedor todas las excepciones que corresponden al deudor, salvo las que
sean inherentes a su persona. Este mecanismo es el regulado por la norma
que ahora se comenta, cuyo antecedente es el ARTÍCULO 1798 del Código
Civil de 1936. Entre ambas normas se advierten dos diferencias: la
primera de fondo, consistente en que en el Código actual la posibilidad del
fiador de oponer las excepciones que competen al deudor es factible aun
cuando este hubiera renunciado a las mismas; y la segunda de carácter
formal, consistente en que el Código anterior señalaba que el fiador no
podía oponer las excepciones puramente personales, mientras que la
norma actual se refiere a las antecedente es el ARTÍCULO 1798 del Código
Civil de 1936. Entre ambas normas se advierten dos diferencias: la
primera de fondo, consistente en que en el Código actual la posibilidad del
fiador de oponer las excepciones que competen al deudor es factible aun
cuando este hubiera renunciado a las mismas; y la segunda de carácter
formal, consistente en que el Código anterior señalaba que el fiador no
podía oponer las excepciones puramente personales, mientras que la
norma actual se refiere a las de las excepciones objetivas, relacionadas con
la obligación principal, porque
son estas las que corresponden al deudor principal (por ejemplo la excepción
de prescripción), excluyéndose entonces a las inherentes a su persona porque
precisamente la misma norma así lo establece expresamente.
La razón de ser de esta disposición es que "el fiador no puede estar colocado
en situación más desventajosa que el fiado, y si este podría invocar una
Objeción inherente a la existencia misma de la obligación garantizada, también
lo podrá hacer el fiador. Ello se basa en el carácter subsidiario de la fianza"
(LEON BARANDIARAN, p. 331). Continúa el autor citado explicando, como lo
dice la propia norma, que el fiador no puede oponer las excepciones que el
Código anterior denominaba "puramente personales" del deudor y ahora se
denominan "inherentes a su persona". Y esto en razón de que tales
excepciones son extrañas a la fianza y pertenecen únicamente al ámbito del
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deudor principal por una relación especial distinta a la obligación que la fianza
garantiza.
Empero la doctrina no ha sido pacífica en cuanto a definir lo que se entiende
por excepciones inherentemente personales del deudor, ni a cuáles son
específicamente estas. Por ejemplo, en el Derecho nacional León Barandiarán
(p. 332) pone como ejemplo el caso del fiado (deudor principal) que a su vez
tiene un crédito contra su acreedor por otro concepto, pudiéndose pensar en
que una vez subrogado el fiador este podría oponer la excepción de
compensación frente al acreedor, valiéndose de la obligación de este frente al
deudorfiado; sin embargo, se sostiene que "el fiador no puede prevalerse de
esta clase de excepciones personales del deudor principal, porque por su
índole ellas solo pueden ser utilizadas por quien está específicamente
legitimado, que es el deudor principal (LEON BARANDIARAN, p. 331). No
obstante, este mismo ejemplo es utilizado por Arias Schreiber (p. 884) para
manifestar que la excepción de compensación sí puede ser opuesta por el
fiador; en efecto este autor escribe que si "A" es fiador de "B" frente al
acreedor "C"; y este "C" a su vez le debe algo a "B" (se entiende que por
un título distinto), por aplicación del numeral 1885 del Código Civil, el fiador "A"
una vez subrogado en el lugar de "B" podría oponer a "C" la compensación de
lo que este "C"Ie debe a "B", y que tal oposición de la compensación podría
ser hecha aun cuando "B" no la hubiere ejercido o hubiere renunciado a ella.
Finalmente, las excepciones que corresponden al propio fiador contra el
acreedor, obviamente pueden ser opuestas por aquel a este, sobre la base de
su propia legitimidad para obrar.
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CONCLUSIONES
PRIMERO:
La Fianza es un contrato por el cual el fiador puede garantizar contratos con
prestaciones de dar, hacer o no hacer, pero siempre responderá por el pago de
una suma de dinero, ya que se afianza sólo la indemnización por el
incumplimiento del contrato principal, y es que el fiador no está obligado a
cumplir con la obligación del deudor, especialmente si éste se obligó a dar o
entregar un bien, de hacer o no hacer algo.
SEGUNDA:
la fianza es una alternativa interesante cuando buscamos la forma de
garantizar el cumplimiento de una obligación, pero la determinación de una
garantía eficaz dependerá de varios factores, como el tipo de operación, las
necesidades de los sujetos intervinientes
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BIBLIOGRAFIA
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LINKOGRAFIA
http://www.aempresarial.com/web/revitem/41_12417_56138.pdf
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/viewFile/12168/12733
http://www.gacetajuridica.com.pe/boletin-nvnet/mar04/boletin11-03.htm
http://spij.minjus.gob.pe/notificacion/guias/CODIGO-CIVIL.pdf
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INDICE
1. INTRODUCCION
2. DEFINICIÓN
3. SUJETOS INTERVINIENTES
4. MARCO LEGAL
5. ARTÍCULOS Y SU INTERPRETACIÓN
5.1 . 1868
5.2 . 1869
5.3 . 1870
5.4 . 1871
5.5 . 1872
5.6 . 1873
5.7 . 1874
5.8 . 1875
5.9 . 1876
5.10 1877
5.11 1878
5.12 1879
5.13 1880
5.14 1881
5.15 1882
5.16 1883
5.17 1884
5.18 1885
6. CONCLUSIONES
7. BIBLIOGRAFIA
8. LINKOGRAFIA
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9. INDICE
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