Presentación
Introducción
Al igual que el resto de la biota normal del organismo, la gran mayoría de los
constituyentes de la biota dela piel son comensales. Por tanto , ninguna especie beneficia
al hospedador, pero colectivamente constituyen una compleja constelación que mantiene
la piel en un equilibrio de salud y evita, generalmente, el crecimiento de los
microorganismos patógenos. Además, muchos de los ácidos grasos producidos por
la biota normal de la piel ayudan a bajar el pH de la misma, disminuyendo, por tanto, el
crecimiento de las especies patógenas, Los microorganismos que crecen en la piel se
encuadran en 3 grupos principales: Los estafilococos, los difteroides y los hongos.
Hasta hace poco tiempo, la mayoría de las especies de estafilococos que habitan
normalmente en la piel eran considerados comensales inocuos. Sin embargo, en
la actualidad, los científicos clínicos han observado que cualquier especie de estafilococo
puede ser causa potencial de una enfermedad, aunque en distintos grados.
Staphylococcus aureus, reconocido como un patógeno muy peligroso, causa una amplia
variedad de infecciones graves. Bajo la denominación de S. epidermidis se incluye a
todas la sepas de estafilococos patógenos o débilmente patógenos.
Los estafilococos y los difteroides se encuentran en la piel de todos los seres humanos,
pero su abundancia relativa varía de unos individuos a otros.
El tercer grupo de microorganismos que habitan la piel normalmente son los hongos. La
mayoría son levaduras que pertenecen al género Pityrosporum. Estos organismos utilizan
las grasas como substrato para su crecimiento y, en consecuencia, se encuentran en
zonas ricas en secreciones sebáceas. P. Ovale predomina en la cara y en el cuero
cabelludo.
El parasitismo consiste en la interacción entre dos poblaciones, en las que una funciona
como huésped y la otra como parásito, es decir, una se beneficia y la otra se ve afectada.
En este caso el hombre forma parte dela población afectada. Se da el nombre de parásito
a cualquier organismo que afecte el cuerpo humano (Félix y Sevilla, 2003).
Las enfermedades causadas por parásitos que habitan en la piel y que pueden causarle
lesiones se pueden dividir en tres grupos:
Ectoparasitosis. Presencia del parásito por encima de la piel o se introduce en las capas
más superficiales con o sin sensibilización del huésped. Se considera aquí a
la escabiosis, las pediculosis, la larva mibrans, las miasis, la trombidiasis y la tungiasis.
Parasitosis subcutáneas y profundas. Presencia del parásito en las capas más profundas
de la piel o en los órganos. Aquí se tiene a la leishmaniasis, la amibiasis, la oncocercosis,
gnatostomiasis olarva migrans profunda, larva migrans visceral, tripanosomiasis, filariasis,
bilarziasis,etc.
Cáncer de piel
Se dice que el cáncer no es una enfermedad sino un gran grupo de cerca de 100
enfermedades (Krapp yLong, 2003, y Ávalos Chávez, 2002). Se trata de una enfermedad
cuyas dos principales características son un crecimiento incontrolado de determinadas
células del cuerpo humano y la capacidad de estas células de emigrar a partir de su
localización original y diseminarse a distancia.
Una buena costumbre consiste en examinar periódicamente la propia piel vigilando los
lunares que aumenten de tamaño o que desarrollen bordes muy irregulares, superficies
desiguales o una mezcla de colores. Estos signos de cambio de aspecto o de hemorragia
indican el desarrollo de un melanoma.
1. Tipo de piel. Las personas con una piel pálida o de pelo rubio o rojizo que nunca
se queman tienen un alto riesgo.
2. Exposición al sol. Las personas que viven en áreas con muchos días de sol al año
(cerca del Ecuador) o en altitudes elevadas tienen una alta incidencia de cáncer de
piel. De la misma forma, las personas que trabajan al aire libre y las que han
sufrido quemaduras solares graves tienen un alto riesgo.
3. Historia familiar. La frecuencia de cáncer de piel es mayor en algunas familias que en otras.
4. Edad. Las personas inmunodeprimidas tienen mayor incidencia de cáncer de piel.
En los últimos años se han popularizado las salas de bronceado, que se han convertido
en un motivo de preocupación para los estudiosos del tema. Muchos establecimientos
aseguran que utilizan longitudes de onda de luz UV “seguras”, es decir, las proporciones
de mayor longitud de onda (A) del espectro (UVA).Sin embargo, según la mayoría de los
médicos, las ondas UVA son tan peligrosas como las de longitud de onda más corta
(UVB). Entre sus nocivos efectos se encuentran el cáncer de piel, el
envejecimiento prematuro de la piel, la inhibición del sistema inmunitario (cambios y
disminución del número de células de Langerhans) y la lesión del cristalino y de la retina
del ojo. Otro problema que puede desarrollarse es la fotosensibilidad química, es decir,
reacciones cutáneas adversas a determinadas sustancias químicas, incluidos algunos
fármacos, que se aplican de forma tópica (externa) o que se ingieren por vía oral al mismo
tiempo que la persona está expuesta a la radiación UV (Tortora y Grabowski, 1996).
Según las estadísticas, una de cada cuatro muertes en los países desarrollados se debe
al cáncer. Es la segunda causa de muerte después de las enfermedades coronarias. Los
cánceres más frecuentes son el cáncer de piel, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon,
el cáncer de mama (en mujeres) y el cáncer de próstata (en hombres) (Krapp y Longe,
2003).
Explicó que aunque puede encontrarse en cualquier parte del cuerpo, el tumor aparece
sobre el 80% de la cara, cabeza o cuello, donde pueden no sólo desfigurar esas zonas,
sino que pueden expandirse. El especialista comentó que la causa primaria del cáncer es
la radiación ultravioleta, generalmente del sol, pero también puede provenir de fuentes
artificiales como lámparas solares. Indicó que cualquiera puede sufrir esta enfermedad,
pero el riesgo es mayor para aquellos de piel blanca y si se quema fácilmente, si tienen un
gran número de manchas y si éstas son de forma irregular o su tamaño es grande.
Además, si tiene historia familiar de cáncer de piel o historia personal de quemaduras
solares de importancia o si su trabajo o actividad se desarrolla durante mucho tiempo al
exterior, aseguró.
Como ya se mencionó, el tumor es una masa anormal de tejido que crece en forma autónoma, sin
relación con los estímulos que rigen el crecimiento normal de los tejidos. Los tumores de
la piel son tan comunes que sería muy raro encontrar un individuo que en el transcurso de
su vida no hubiera presentado uno o varios de ellos.
La línea divisoria entre un tumor benigno y uno maligno no es una frontera definida.
Redondeando lo dicho anteriormente, en general, se consideran como características de
un tumor maligno el crecimiento ilimitado y generalmente rápido, la infiltración y
destrucción de tejidos vecinos, la atipia celular y el aumento de la mitosis y la capacidad
de originar metástasis. Por el contrario, el tumor benigno es de crecimiento lento y
limitado, no infiltra ni destruye el tejido vecino, las células que lo constituyen son
uniformes en apariencia y tamaño y no da metástasis. Sin embargo, estas características
que diferencian un tumor benigno de uno maligno no son definitivas, ya que es posible
observar algunos tumores de rápido crecimiento y de atipias celulares que no
son malignos biológicamente. La única característica definitiva de malignidad es la
capacidad de originar metástasis (Saúl, 2001).
Nevo sebáceo.
El nevo sebáceo es una lesión caracterizada por exceso de glándulas sebáceas, al que
frecuentemente se asocia hiperplasia de la epidermis y malformaciones de los folículos
pilosos y las glándulas apocrinas. Debido a su mayor complejidad, ha sido designado
también con el término de nevo organoide.
Los nevos pigmentados son tumores benignos constituidos por proliferación de células
derivadas de los melanocitos, a las cuales se les denomina células névicas. Estos
tumores son los más frecuentes del ser humano. El promedio de nevos por individuo es
mayor en la raza blanca, donde se han señalado cifras entre 15 y 30 nevos por individuo,
mientras que las estadísticas de raza negra muestran un promedio de 7 nevos por adulto.
En nuestra población, en un muestreo de 500 individuos de diferentes edades
observamos un promedio de 11 nevos por persona.
Nevos displásicos.
En el año de 1978, Clark y cols. ,en el estudio de pacientes con melanoma familiar,
describieron con el “término de lunares BK” la existencia de numerosos nevos en los
pacientes con melanoma familiar y en sus pacientes directos; posteriormente, a este
cuadro se le dio en nombre de síndrome de nevos displásicos.
Quistes
Son dos los quistes más frecuentes de la piel; el quiste epidermoide y el quiste pilar.
Existe una gran confusión en la nomenclatura de estas lesiones y a ambas se les ha
designado impropiamente como quistes sebáceos. Ninguno de los dos está relacionado
con la glándula sebácea; ambos son quistes foliculares queratinizados y su contenido,
aunque de apariencia “sebácea”, está constituido principalmente por queratina.
Quiste epidermoide.
Es el quiste más frecuente de la piel. Se desarrolla a nivel del infundíbulo del folículo
piloso y, en la mayoría de los casos, es de origen obstructivo.
Quiste pilar.
Hemangiomas cutáneos.
Hemangiomas maduros.
Malformaciones capilares.
Los hemangiomas inmaduros del lactante están caracterizados por una evolución
particular: un periodo inicial de proliferación de las células angiosblásticas y crecimiento
de la lesión, seguida de una fase de regresión espontánea. Son muy frecuentes,
presentándose en el 5-10% de los lactantes, con el predominio en el sexo femenino. Se
manifiestan en tres tipos clínicos: hemangiomas tuberosos o “en fresa”, hemangiomas
subcutáneos y hemangiomas mixtos.
Granuloma piógeno
Fibromas cutáneos.
El fibroma duro
2) Fibroma péndulo. Generalmente es una lesión única de mayor tamaño que las
anteriores, de 1 a 3 centímetros o a veces mayor. El tumor es del color normal de la piel o más oscuro,
de superficie lisa, consistencia blanda y está unido al tegumento por un pedículo más
estrecho. Se localiza con mayor frecuencia en el tronco o en los grandes pliegues.
Queloide.
Los neurofibromas son tumores constituidos por la proliferación de las células de Schwan.
Son los tumores cutáneos de origen neural más frecuentes. Pueden presentarse en forma
aislada, pero más a menudo son múltiples, formando parte del cuadro de
neurofibromatosis o enfermedad de Von Recklinghausen.
Dermatosis pre-cancerosas.
Queratosis arsenicales.
Enfermedad de Bowen.
Úlceras y cicatrices.
La piel alterada por infecciones crónicas, úlceras y cicatrices puede presentar cierta
tendencia al desarrollo de cáncer. Se han observado carcinomas en úlceras o cicatrices
de osteomielitis, tuberculosis luposa, lepra lepromatosa, traumatismos, quemaduras, etc.
No obstante su abundancia, las úlceras de estasis rara vez dan lugar a carcinomas. En
ciertos casos de cáncer desarrollado sobre úlceras o cicatrices hay que considerar la
posibilidad de la acción conjunta de dos o más carcinógenos, como sucede en lesiones
localizadas en zonas expuestas que están también recibiendo la acción carcinogénica de
la luz solar, o como acontecía anteriormente en pacientes con tuberculosis luposa que
reciben rayos X como tratamiento.
Leucoplasia.
Cáncer cutáneo
Carcinoma basocelular
Melanoma maligno.
El melanoma maligno es una neoplasia de las células productoras del pigmento cutáneo,
los melanocitos. Constituye el 2% de todos los cánceres. Es 6 o 7 veces más frecuente en
la raza blanca que en negros y orientales. En nuestra consulta lo observamos con
una frecuencia del 9% en relación a otros tipos de cáncer cutáneo. En las últimas décadas
su incidencia anual ha aumentado en las poblaciones de raza blanca; sin embargo, los
porcentajes de sobrevida a 5 y 10 años han mejorado en los paises de medicina
desarrollada, gracias al mejor conocimiento de las etapas iníciales de esta neoplasia, y
por consiguiente, a una mayor oportunidad de un tratamiento quirúrgico precoz y oportuno
(Saúl,2001).
Contexto Teórico.
La terapia del biomagnetismo fue creada por el Dr. Isaac Goiz constituye una de las
herramientas terapéuticas más eficaces en el tratamiento del cáncer. El biomagnetismo es
el estudio del efecto de los campos magnéticos en sistemas biológicos. La
energía biomagnética es nuestra fuerza de vida, tanto como lo es el aire, el agua y la luz
del sol. De acuerdo con lo investigado algunos de los efectos que producen los campos
magnéticos en los organismos vivos son los siguientes:
1) Incremento del flujo sanguíneo y mejora en la capacidad para transportar oxígeno,
facilitando la recuperación de la salud.
2) Cambio en la migración de los iones calcio, que proporciona este elemento a los
huesos deteriorados.
3) Se modifica el pH de los líquidos.
4) Se incrementa la actividad de las glándulas endocrinas con una mayor producción
de hormonas. Es del dominio público que los campos magnéticos influyen en los
organismos vivos. Bien empleados y modulados de manera adecuada por manos
expertas esas energías se convierten en vehículos de sanación de múltiples
dolencias, incluido el cáncer. Sin efectos secundarios o colaterales, ni
contraindicaciones graves
La terapia de campos magnéticos es hoy una alternativa avalada por un número creciente
de estudios que recogen sus sorprendentes y beneficiosos efectos sobre la salud. Los
asombrosos descubrimientos del Dr. Goiz (7) y (8) involucran conceptos tan profundos
que sientan las bases para una renovada forma de hacer la medicina del futuro.
Estos descubrimientos descritos en su libro “El fenómeno tumoral” nos revelan que tras el
cáncer ciertamente hay presencia de virus en sincronía o resonancia Bioenergética con
determinadas bacterias estructurados en lo que se denomina “Pares Biomagnéticos”.
Pero también pueden intervenir hongos y parásitos en múltiples combinaciones para
producir los distintos tipos de cáncer, con diferentes grados de malignidad, el Dr. Goiz lo
afirma categóricamente y luego demuestra que eliminando los virus involucrados por el
impacto de la fuerza magnética de los imanes, entonces empieza a revertir el fenómeno
canceroso.
Metodología Técnica.
Se hace la clasificación de los pares por medio del rastreo, valorando todos los puntos.
Este concepto permite la identificación de microorganismos patógenos, llámense virus,
hongos, bacterias y parásitos. Además permite entender e identificar las principales
disfunciones hormonales. Se utilizo el método de rastreo de acuerdo a la teoría del Par
Biomagnético, aplicando imanes de mediana intensidad aplicado en los órganos
polarizados por microorganismos patógenos. En la práctica de la terapia del
Biomagnetismo y Bioenergética se han aplicado los conceptos que permiten detectar y
tratar los fenómenos patológicos de acuerdo a su etiología o causas que los provocan y
no únicamente a su manifestación clínica. Se pueden detectar a tiempo los siguientes
factores:
Factores determinantes:
Factores coadyuvantes:
-Edad
-Inestabilidad orgánica o funcional
-Alteración mental o psicológica.
-Yatrogenia médico-quirúrgica.
-Contaminación ambiental.
Exposición del caso
Tratamiento
De acuerdo a la teoría del par Biomagnético se hace el rastreo valorando todos los
puntos: En la primera sesión se le impacta:
Fue notorio su cambio en manos de 5 días la herida deja de supurar y el paciente refiere
que se siente mejor de sus dolencias.
2da
3ra
Factores agravantes:
Bacterias patógenas:
Parásitos patógenos:
Deltoides-riñón Leismanía
Cuello-cuello Blastocistis homminis
Hongos patógenos:
Canto-canto Aspergillus
Diafragma-Diafragma Candida albicains
Factores coadyuvantes:
Edad
Inestabilidad orgánica o funcional
Piel blanca
Exposición al sol y al calor, frío
Contaminación ambiental.}
Conclusión
Recomendación
Microbiología
. McGraw-Hill. (1982). México.Piatkin, K. y Krivosheim, Yu.
Microbiología
. Editorial MIR. (1981). URSS.Richardson, H.
Enfermedades que matan
. Planeta. (2004). México.Saúl, A.
Lecciones de dermatología
. Méndez editores S.A de C.V. 14ª edición. (2001). México.Tortora, G. J. y Grobowsky, S.
R.
Principios de anatomía y fisiología
. Harcourt Brace. (1996). Madrid