- TODO LO IMPORTANTE EN
AMARILLO
INTRODUCCION.- La Acción Popular es una garantía constitucional, es decir, un medio procesal idóneo y efectivo y de
naturaleza tutelar que tiene por objeto la protección inmediata y efectiva de los derechos e intereses colectivos, contra los actos
u omisiones ilegales o indebidos de autoridades públicas o personas particulares que los restrinjan, supriman o amenacen con su
restricción o supresión.
Posee las siguientes características: es sumarísima, es decir, su tramitación es rápida y sin dilaciones; es de naturaleza tutelar, es
decir, ampara los derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el
medio ambiente y otros de similar naturaleza colectiva. Es una acción principal y directa, no es subsidiaria; es decir que no
precisa agotar previamente ninguna otra vía legal (jurisdiccional o administrativa). Es una acción imprescriptible y no tiene
caducidad; es decir que el derecho de accionar no desaparece, no se lo pierde con el transcurso del tiempo.
La Acción Popular tiene antecedentes en el derecho anglosajón en las acciones denominadas “acciones de clase” que se
practicaban en las Equity courts. La Acción de clase tenía su base en el principio de equidad, aunque no dejaban de tutelar
derechos individuales. Hoy en día en el derecho anglosajón se puede encontrar la denominada interest public action, una acción
que permite amparar los derechos colectivos o de grupo, muy similar a la Acción Popular del constitucionalismo
latinoamericano.
La Acción Popular en el constitucionalismo latinoamericano puede encontrarse desde el siglo XIX en Venezuela; desde 1901 en
Colombia y en su actual Constitución de 1991; en Panamá desde su Carta Magna de 1941, en El Salvador desde 1950 y desde
1988 en Brasil. Como puede evidenciarse, es una acción que se desarrolló con mucho éxito en Centro y Sudamérica.
En Bolivia esta acción ingresa a nuestra economía jurídica partir de la CPE de 2009, conforme a la revisión de los archivos del
proceso constituyente, la inspiración del constituyente boliviano se encuentra en la Constitución y la legislación colombiana.
La Acción Popular puede ser presentada por toda persona que considere que se restringen o se amenazan con restringir derechos
colectivos, por ejemplo el derecho a la salubridad pública. Este derecho debe ser comprendido como la potestad que acompaña
a todas las personas que integran una comunidad humana para pedir y recibir del Estado aquellas prestaciones de salud básicas y
necesarias para vivir dignamente. Así lo entendió también el Defensor del Pueblo, quien presentó una Acción Popular contra el
paro de médicos, hace unas semanas, y que obtuvo un fallo favorable que cabe destacar.
En las capitales departamento ante la sala de turno de los tribunales departamentales de justicia o los juzgados
públicos de materia.
En las provincias se podrá interponer en los juzgados públicos o juzgados públicos mixtos.
La demanda de acción popular conforme el art. 98 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional debe cumplir
con los siguientes requisitos:
5. Acompañar la prueba en que se funda su acción o señalar el lugar en que se encuentra; en este último caso, la jueza, juez o
tribunal, al momento de disponer la citación de la persona o autoridad accionada, ordenará a quien corresponda presentar la
prueba señalada, bajo responsabilidad penal, y
6. Fijar con precisión el acto u omisión que vulnera o amenaza derechos e intereses colectivos
Asimismo, si bien por la propia naturaleza de la acción popular regida por el principio de verdad material equivalente al
principio de prevalencia del derecho sustantivo sobre el adjetivo en el derecho comparado y pese a no referirse en el art. 98 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional la parte accionante debe manifestar con claridad su petitorio y pretensión, pues de
lo contrario se desconocería el derecho a la defensa de la parte accionada o demandada.
Admitida la demanda de la acción popular debe señalarse día y hora de audiencia pública: “…la cual tendrá lugar
dentro de las cuarenta y ocho horas de interpuesta la Acción…” disponiéndose la notificación personal o por cédula
del accionado (art. 61.1 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional) y del Ministerio Público si hay un interés
de la sociedad en juego (art. 225 de la Constitución Política del Estado) o del Procurador General del Estado si existe
un interés directo del Estado cuya intervención: “… en la audiencia es obligatoria…” conforme el art.57-III de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional. Asimismo, por encontrarse en juego intereses de la colectividad que incuben
a la sociedad en pleno debería proceder a comunicarse a la comunidad mediante un medio masivo de
comunicación para que otros ciudadanos puedan adherirse a la acción popular en cuestión.
Por otra parte, al momento de admitirse la acción popular o incluso cuando está en la etapa de revisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional pueden determinarse medidas cautelares “…para evitar la consumación de la amenaza de
restricción o supresión del derecho o garantía en que se funda el recurso que a su juicio (del juez o tribunal
tutelar) pueda crear una situación insubsanable por el amparo” (art. 60 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional).
La audiencia de consideración de la acción popular no puede suspenderse “…por inasistencia o abandono…” (art. 61.3
de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional) y durante la celebración de la misma: “…se escuchará la
exposición del accionante y el informe del demandado con posterioridad” (art. 62.I de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional) par finalmente dictarse la correspondiente resolución oral y pública (art. 62-III de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional) y: “…de manera fundamentada en la misma audiencia pública…”
concediendo o denegando la tutela (art. 99 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional) cuya decisión deberá
ejecutarse inmediatamente salvo se haya dispuesto una medida cautelar conforme el art. 60 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional.
La resolución del juez o tribunal de la acción popular debe remitirse en revisión en el término improrrogable de
veinticuatro horas al Tribunal Constitucional Plurinacional (art. 64 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional)
para su revisión por una de sus salas (art. 31 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional), pudiéndose señalar
audiencia de fundamentación (art. 57-II de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional) e inclusive acumular
demandas (art.57-I de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional) para luego proceder a emitir la correspondiente
sentencia constitucional que se notificará en secretaría de cámara (art. 47 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional), respecto a la cual únicamente puede solicitarse aclaración, enmienda y complementación en el término
improrrogable de veinticuatro horas (art. 45 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional).
I.1.3. Petitorio
Los accionantes solicitaron se conceda la tutela a favor de los derechos colectivos del pueblo indígena originario campesino; y
en consecuencia: a) Se dejen sin efecto la Resolución Jerárquica 023/2016 de 4 de noviembre, Resolución de Revocatoria
155/2016 de 8 de agosto, Resoluciones Administrativas DNA-UFA-RES 02/2016 y DN-UFA-RES 03/2016, ambas del 17 de
marzo; y, DN-UFA-RES 009/2015 de 14 de agosto; b) Como consecuencia se disponga que los trámites de titulación de los
polígonos 887, 881 y 882 sean remitidos para su titulación correspondiente; c) Calificación de daños y perjuicios, por la grave
dilación en la consolidación de sus derechos colectivos como pueblo indígena orginario campesino.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez Público Civil y Comercial Octavo del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de
garantías, por Resolución 04/2017 de 18 de julio de 2017, cursante de fs. 1666 a 1669 vta., concedió la tutela solicitada,
dejando sin efecto legal la Resolución Jerárquica 023/2016 de 4 de noviembre; Resolución Revocatoria 155/2016 de 8 de
agosto; Resoluciones Administrativas DN-UFA-RES 009/2015 de 14 de agosto; DF-UFA-RES 02/2016 y DN-UFA-RES
03/2016 ambas de 17 de marzo; emitidas por el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras y Director Nacional del INRA, bajo los
siguientes fundamentos: a) A partir del año 2006, los accionantes iniciaron trámite para el saneamiento de su territorio,
habiéndose admitido su demanda, luego de diez años de reclamo de sus derechos y consagrados en la Constitución Política del
Estado, la garantía de su existencia y la libre determinación de sus derechos y consolidación de sus entidades territoriales. El
INRA y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, luego de haber movilizado toda una logística administrativa y técnica,
propia de sus competencias, optan por disponer su anulación de todo el proceso de saneamiento de tierras SAN-TCOs de los
polígonos 877, 881 y 882, donde se encuentra asentado la comunidad de Quila Quila, motivando con ello la transgresión al
derecho a la territorialidad, tierra y territorio del indicado pueblo; b) La determinación de las resoluciones emitidas a su turno
por las autoridades demandadas, provocaron una visible transgresión a los principios de favorabilidad y pro actione, previstos
en los arts. 13 y 256 de la CPE, por cuanto debió primar en sus determinaciones el interés particular o de grupo sobre el interés
colectivo; c) Las Resoluciones acusadas, vulneran los principios de seguridad jurídica, verdad material, buena fe y presunción
de legitimidad, tutelados por los arts. 179, 180.I de la CPE, por cuanto los accionantes acudieron y participaron activamente
durante meses y años en el proceso de saneamiento con el propósito de regularizar su situación territorial y el reconocimiento de
sus derechos. Al dejar sin efecto las resoluciones impugnadas, transgredieron el principio de seguridad jurídica y el debido
proceso, establecido en el art. 115.II de la CPE, en sus vertientes de falta de fundamentación y motivación, debido a que sus
resoluciones no contienen motivos, ni razones legales valederas; d) El art. 2 de la CPE, se convirtió en una suerte de declaración
o mención intrascendente; e) Las autoridades demandadas, lejos de precautelar los derechos de los Pueblos Indígena Originario
Campesino, en este caso Marka Quila Quila, en el proceso de saneamiento de tierras, cuya anulación determinaron con las
resoluciones impugnadas, distorsionaron los postulados esenciales que rigen su existencia.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Director Nacional del INRA -autoridad demandada- emitió Resolución Administrativa DN-UFA-RES 009/2015 de 14
de agosto, determinó anular obrados en el proceso de saneamiento de tierras comunitarias de origen de la “Organización de
Pueblos Indígenas Originarios de la Marka Quila Quila”, Polígono 877, hasta el relevamiento de información de campo y de
terceras personas identificadas en su interior, así como los actuados posteriores, consistente en informes técnicos, legales,
informe en conclusiones e informe de cierre, ordenando la Dirección Departamental del INRA Chuquisaca, reencauzar el
proceso de saneamiento del polígono 877, debiendo emitirse las resoluciones administrativas respectivas al efecto, en los
términos expuestos en el Informe Técnico Legal DN-UFA-INF 030/2015, por causas de irregularidades y denuncias de
comunidades (fs. 467 a 485).
II.2. El 17 de marzo, el Director Nacional del INRA emitió la Resolución Administrativa DN-UFA-RES 002/2016 que
determinó anular obrados correspondientes al polígono 881 el proceso de saneamiento de tierras comunitarias de origen, de la
“Organización de Pueblos Indígenas Originarios de la Marka Quila Quila”, hasta el relevamiento de información de campo, así
como los actuados posteriores, instruyendo a la Dirección Departamental del INRA Chuquisaca reencausar el proceso de
saneamiento, por causas de irregularidades y denuncias varias, entre ellas las de Candelaria Cruz Amachuy y otros, acreditando
tener posesión dentro del polígono 881, que no fueron considerados dentro de los trabajos de campo del año 2010 (fs. 481 a
492).
II.3. Cursa Resolución Administrativa DN-UFA-RES 003/2016 de 17 de marzo, emitido por el Director Nacional del INRA,
que determinó anular obrados correspondiente al polígono 882 del proceso de saneamiento de tierras comunitarias de origen de
la “Organización de Pueblos Indígenas Originarios de la Marka Quila Quila” hasta el relevamiento de información de campo,
así como los actuados posteriores, argumentando irregularidades, así mismo durante el proceso de saneamiento, se apersonaron
Guadalupe Amachuy y otros, que acreditaron tener posesión y que no fueron considerados en el proceso de saneamiento (fs.
493 a 505).
II.4. Ante el conocimiento, los accionantes plantearon Recurso de Revocatoria el 9 de abril de 2016, contra las Resoluciones
Administrativas DN-UFA-RES 009/2015 de 14 de agosto; DN-UFA-RES 002/2016 y DN-UFA-RES 003/2016 ambas de 17 de
marzo, que se resolvió por la Resolución Administrativa 155/2016 de 8 de agosto, determinando su rechazo, planteando
Recurso Jerárquico el 28 de septiembre de igual año, que fue resuelto mediante Resolución Jerárquica 023/2016 de 4 de
noviembre, que confirmo el rechazo (fs. 506 a 568).
Razonamiento jurisprudencial, que fue asumido tomando en cuenta que si bien era evidente que no existía en ese entonces
norma alguna que dispusiera de manera expresa la notificación con la admisión del antes denominado recurso de amparo
constitucional a los terceros interesados: “…el art. 19 CPE no (debía) ser interpretado en forma aislada sino dentro del
principio de unidad de la Constitución, que entiende que un precepto constitucional guarda conexión no sólo con las otras
normas vinculadas al precepto en cuestión, sino también con las restantes normas constitucionales con las que está articulado,
formando una unidad. En este sentido, del precepto en análisis, interpretado en conexión con el art. 16.II y IV y los demás
preceptos contenidos en el título Segundo, Parte Primera de la Constitución, se extrae que cuando el párrafo III del art. 19
constitucional expresa que 'La autoridad o la persona demandada será citada en la forma prevista por el artículo anterior a
objeto de que preste información y presente, en su caso, los actuados concernientes al hecho denunciado, en el plazo máximo
de cuarenta y ocho horas', por su vocación garantista, no excluye la posibilidad de que los terceros que puedan ser afectados
en sus derechos o intereses legítimos deban ser notificados con la admisión del recurso, a los efectos de que puedan ser oídos
haciendo uso de los medios de defensa pertinentes al caso, si estiman necesario.
La notificación debe practicarse, sin que la naturaleza sumaria del recurso y el principio de celeridad que lo informa sirvan
de pretexto al Juez o Tribunal para desarrollar y culminar el trámite a espaldas de alguna de las partes o de los terceros
interesados; dado que, si esto ocurre, se produce una evidente vulneración del inviolable derecho a la defensa, determinando
la nulidad de lo tramitado” (las negrillas nos corresponden) (SC 1351/2003-R).
Por otra parte, la SCP 0137/2012 de 4 de mayo, de un análisis de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional que sí
establecía como requisito de la acción de amparo constitucional, la identificación del tercero interesado, en su art. 77.2;
sistematizó la forma, procedimiento y efectos jurídicos en caso de incumplirse con aquello, efectuando una integración del
precepto señalado con la jurisprudencia ya emitida por este Tribunal sobre el particular; concluyendo lo siguiente:
“1) La teleología de la citación a los terceros interesados con la acción de amparo constitucional es garantizar su derecho a
ser oídos, en el entendido que si bien los terceros interesados no son parte en el amparo constitucional, empero, tienen un
interés legítimo en su resultado por la probable afectación de sus derechos, que pudiera derivar con el pronunciamiento del
fallo de tutela constitucional. De ahí la relevancia de ser citados con la admisión de esta acción, a efectos de ser oídos y con
la facultad de hacer uso de todos los medios de defensa que consideren pertinentes.
2) La citación de los terceros interesados con la demanda de amparo constitucional, al no ser una mera formalidad, en razón a
que se encuentra destinada a garantizar el derecho a ser oídos a quienes puedan verse afectados con el resultado del fallo de
tutela, se constituye en un requisito de carácter formal imprescindible para la admisión de la acción de amparo constitucional,
que debe ser observado por el accionante, quien tiene la carga procesal de identificar con precisión a los terceros interesados
y señalar sus domicilios; en cuyo caso el Tribunal de garantías tiene el deber inexcusable de ordenar la citación del tercero
interesado, de conformidad con la forma y procedimiento establecidos por la jurisprudencia constitucional glosada, que
resulta aplicable al no ser contraria a los mandatos constitucionales que regulan la acción de amparo constitucional.
3) Cuando el accionante no haya cumplido con la carga procesal de identificar al tercero interesado, dicha omisión debe ser
observada por el tribunal de garantías en la etapa de admisibilidad de la acción y no a tiempo de resolverla, debiendo ordenar
su subsanación, otorgando para tal efecto el plazo de cuarenta y ocho horas; salvo que por circunstancias excepcionales exista
la necesidad de su ampliación, en esta situación el tribunal de garantías deberá tener el cuidado de asegurar que esta
ampliación sea acorde con la naturaleza inmediata de protección del amparo constitucional a fin de o entorpecer la tutela
pronta y oportuna que brinda.
Consecuentemente, la omisión del accionante en identificar al tercero interesado, no exime al tribunal de garantías del deber
de ordenar la observancia de este requisito en la etapa de admisibilidad, quedando también implícita la obligación del
Tribunal, tratándose de causas que no emergen de procesos judiciales o administrativos, de extraer de los hechos que motivan
la acción, la existencia de terceros con interés legítimo, para así asegurar su debida citación y resguardar el debido proceso
constitucional y la igualdad jurídica de las partes y de quienes se pudieren encontrar afectados con su resultado.
4) En etapa de admisibilidad, ante el incumplimiento de este requisito por parte del accionante, se mantienen los efectos
jurídicos establecidos por la jurisprudencia constitucional debiendo rechazarse la acción cuando el accionante no subsanó su
omisión en el plazo otorgado por el Tribunal de garantías.
5) Cuando en etapa de revisión este Tribunal advierte que la acción de amparo fue admitida y se llevó a cabo la audiencia de
consideración pese a la inobservancia de este requisito, dará lugar a la denegatoria de la acción sin ingresarse al análisis de
fondo del asunto, sin perjuicio que el accionante pueda volver a interponer la acción; en cuyo caso se suspende el cómputo del
plazo de caducidad del amparo constitucional para los efectos de una nueva presentación, cómputo que se reiniciará desde la
notificación con la sentencia constitucional que no ingresó al fondo.
6) En caso que este Tribunal constatare en revisión, que la falta de citación al tercero interesado es atribuible al Tribunal de
garantías, por no haberlo citado, no obstante que el accionante cumplió con la carga procesal de identificación, se anulará
obrados siempre y cuando sea previsible la afectación o alteración de la situación jurídica del tercero interesado” (las
negrillas nos pertenecen).
En ese orden de ideas la misma SCP 0137/2012, citando a la SC 0814/2006-R de 21 de agosto, expresó respecto a la
notificación de los terceros interesados, que: “'…la citación o notificación al sujeto procesal interviniente en el recurso de
amparo constitucional en calidad de tercero interesado, puede ser personal o por cédula; y en cuanto al lugar o domicilio
donde deba practicarse la misma, se debe tener en cuenta que, esta exigencia se da cuando el recurso de amparo constitucional
es emergente de un proceso judicial o administrativo, donde una de las partes podría ser afectada; entonces, a objeto de
encontrar un equilibrio entre el derecho a la defensa y el principio de celeridad procesal, la notificación al tercero interesado,
en los casos que no sea posible hacerlo personalmente, será válida mediante cédula en el último domicilio procesal que -el
tercero- hubiera señalado en el proceso principal, el cual deberá ser consignado por el recurrente en la demanda de amparo
constitucional; aún en el caso de que el tercero interesado haya abandonado tal domicilio, o hubiese cesado el patrocinio del
abogado; puesto que la exigencia se reduce al señalamiento del domicilio y la citación o notificación respectiva con la
admisión de la demanda, debido a que el ejercicio del derecho a la defensa del tercero interesado, una vez notificado, es
potestativo y no imperativo; empero, si comparece será debidamente escuchado'” (las negrillas fueron adicionadas).
Comprensiones jurisprudenciales que no obstante de haber sido emitidas en vigencia de la anterior Norma Suprema y antes de
la promulgación del Código Procesal Constitucional, respectivamente, son compatibles con el nuevo orden constitucional; toda
vez que, aunque no se halle identificado en la Ley Fundamental actual, ni en el Código Procesal de la materia anotado, la
identificación al tercero interesado, como requisito de admisión de la acción de amparo constitucional; de acuerdo al art. 31 del
CPCo, el juez o tribunal, se halla facultado para convocar a éstos de oficio o a petición de parte cuando se considere necesario;
presentándose aquello lógicamente, cuando la problemática demandada en la acción tutelar, derive de procesos judiciales o
administrativos, en los que resulta ineludible, que la parte contraria a la que plantea la garantía constitucional, tenga
conocimiento de la misma, siendo que los resultados de ésta, podrían generar la afectación de sus derechos o intereses
legítimos; debiendo velarse que, en mérito al derecho a la defensa que le asiste, pueda ser oída haciendo uso de los alegatos y
medios de defensa pertinentes al caso, a fin que el juez o tribunal de garantías, falle teniendo una comprensión certera sobre el
tema, escuchando a todas las partes que tengan interés en la problemática en particular.
Finalmente, cabe referirse a lo establecido en la SCP 2040/2013 de 18 de noviembre, en sentido que este Tribunal: “…también
determinó excepciones para evitar la nulidad de obrados o denegar la tutela por falta de identificación o notificación al tercero
interesado cuando la misma no se justifica en mérito a la ponderación de los principios de celeridad, economía procesal,
eficacia y eficiencia; puesto que la sentencia constitucional a pronunciarse no afectaría derechos o intereses de las partes, ya
sea porque: a) Ingresando al fondo de todas maneras se denegará la tutela; b) Se aplicará alguna causal de improcedencia o
de rechazo de la acción; o, c) La concesión de la tutela no irá en desmedro de los derechos e intereses del tercero interesado
(SC 0178/2011 de 11 de marzo)…”. Entendiéndose de lo señalado que, sólo en dichos casos no es viable determinar la nulidad
de obrados, siendo que aquello resultaría innecesario; no obstante, es obligatoria, en contextos en que se provoque una
indefensión absoluta a los terceros con interés legítimo en una situación injusta de cosas, respecto a lo que este Tribunal no
puede quedar indiferente; siendo ineludible mencionar también que son los jueces y tribunales de garantías, quienes en forma
previa deben identificar desde un inicio las acciones u omisiones, que podrían ocasionar en un futuro una nulidad e impedir la
tramitación, desarrollo y resolución normal de una acción tutelar; compeliendo a este Tribunal advertir aquello, si pese a dicha
obligación, los jueces y tribunales de garantía aludidos, no obran conforme a la jurisprudencia ampliamente glosada en el
presente Fundamento Jurídico.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política
del Estado y el art. 44.2 del Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve REVOCAR en todo la Resolución 04/2017
de 18 de julio, cursante de fs. 1666 a 1669 vta., pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial Octavo del departamento de
Chuquisaca; y en consecuencia, se dispone:
1.- ANULAR obrados en la acción popular, a objeto que se identifique y notifique a todos los terceros interesados, a efectos de
que conozcan y asuman la defensa dentro la causa, si así lo estimaren conveniente; compeliendo a dicho fin, celebrar nueva
audiencia y dictar posteriormente, el fallo pertinente, con la participación e intervención de todas las partes procesales.
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO
ACCIÓN POPULAR
Artículo 135.
La Acción Popular procederá contra todo acto u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas que violen o
amenacen con violar derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución.
Artículo 136.
I. La Acción Popular podrá interponerse durante el tiempo que subsista la vulneración o la amenaza a los derechos e
intereses colectivos. Para interponer esta acción no será necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda
existir.
II. Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad y, con carácter
obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del Pueblo, cuando por el ejercicio de sus funciones tengan conocimiento
de estos actos. Se aplicará el procedimiento de la Acción de Amparo Constitucional.
I. La justicia constitucional será ejercida por el Tribunal Constitucional Plurinacional y tiene la finalidad de velar por la
supremacía de la Constitución Política del Estado, ejercer el control de constitucionalidad y precautelar el respeto y
vigencia de los derechos y garantías constitucionales.
II. Los juzgados y tribunales de la jurisdicción ordinaria conocerán las acciones de Libertad, Amparo Constitucional,
Protección de Privacidad, Popular y de Cumplimiento, y se pronunciarán conforme con la Constitución Política del
Estado y la presente Ley.
1. Toda persona natural o jurídica, por sí o en representación de una colectividad, que considere violados o amenazados
derechos o intereses colectivos señalados en el Artículo anterior.
2. El Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, con carácter obligatorio, cuando por el ejercicio de sus funciones
tengan conocimiento de esos actos.