26/10/2018

Resumen capítulo 2

El uso del archivo

Es indispensable realizar una investigación previa a la entrevista, ya que es necesario

tener nociones básicas sobre lo que se quiere abordar. El realizar esta acción da a
entender que es una muestra de respeto de nuestra parte hacia el entrevistado. Si se
llega sin preparación a la entrevista se corre el riesgo de encontrarse con personajes
que no sean buenos oradores, por lo que será aún más difícil realizar la entrevista.
No existe solo una metodología que se deba seguir por todos los periodistas, sin
embargo, se deben cubrir las preguntas básicas: qué, cómo, cuándo, dónde y por qué.
De esta forma podremos ir marcando de una forma sencilla la información relevante
que este nos proporcione.
El archivo sirve para dar a conocer aspectos personales del entrevistado, anécdotas o
tragedias. Cuando no hay archivo es porque es probable que el personaje acaba de
hacerse conocido o porque simplemente no existe información registrada en medios.
Las soluciones pertinentes a esto es el pedir ayuda a colegas periodistas o incluso
recurrir a personas cercanas al personaje, como familiares o amigos.
Después de haber reunido los datos necesarios para conocer al personaje. Es
indispensable armar un cuestionario que nos sirva de guía. Una forma de hacer el
cuestionario es agrupar las preguntas por temas, así al preguntar nos permitirá conocer
una parte de su personalidad. En medida en que se vaya incrementando el ejercicio de
las entrevistas, esta manera de memorizar fluirá con mayor facilidad y no se tendrá la
necesidad de sentarse frente al entrevistado con todo un diccionario de preguntas.
En el caso de una entrevista de perfil o de semblanza es necesario hacer un recorrido
por los hechos de su vida y en los puntos relevantes recalcar con una pregunta.
En ocasiones la entrevista no puede ser preparada con anticipación, lo que nos lleva a
recurrir a las preguntas clave que nos ayudaran a presentar el personaje a los lectores,
así como sus datos, la profesión que desarrolla; eso nos permitirá medir la
personalidad del entrevistado.
Antes de formular la entrevista es necesario, que, si ya anteriormente se había
entrevistado al personaje, se relea la nota ya hecha con anterioridad; ya que sería mal
visto hacer una nota similar a la anterior. Recordando que un buen trabajo no debe
hacerse por los lectores, ni por el editor, se debe hacer por satisfacción propia. Sin
embargo, no hay que olvidar que si piden que se vuelva a conversar con él es porque
algo está pasando en su vida o profesión.
Algunos de los entrevistadores más experimentados en el mundo aseguran que por
cada minuto que vaya a durar la entrevista se deben invertir 10 de preparación, y en
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Resumen capítulo 2
ocasiones hasta días. El hecho de invertir tanto tiempo en la preparación de las
entrevistas no debe volverse en contra. Algunos periodistas llegan al encuentro son el
personaje, luego de haber estudiado su vida, con una serie de hipótesis que intentaran
probar a toda costa. Y e lugar de ir dispuestos a explorar en el alma del entrevistado,
van en busca de la confirmación de suposiciones, en la mayoría de los casos,
arbitrarias.
Sea cual sea la impresión que haya causado el personaje mediante la lectura del
archivo, está la obligación de llegar a la entrevista con cierta ingenuidad, sin prejuicios
y con flexibilidad. Ya que todo lo que se sabe o se supone del entrevistado sirve a la
hora de la entrevista, y que un nuevo tema se presente.

Referencias:
- Bauducco, G. (2001). Secretos de la entrevista: Manual para periodistas, capítulo 2, El
uso del archivo, Editorial, Trillas. Consultado en línea
https://www.dropbox.com/sh/b364vo837hupbcc/AADvnEDda2eIU5C16rzVcVica?
dl=0&preview=Secretos+de+la+entrevista%2C+Cap%C3%ADtulo+1%2C+parte+A+
(Gabriel+Bauducco).pdf